Witch... but mother first (Priv. Elora 2017)

por **Arya Paine11** Mar Jul 18, 2017 2:31 pm

Arya entró a casa resoplando cuando los primeros rayos de Sol de la mañana reflejaban en la encimera de la cocina. Había estado cazando un rato, le habían encargado que eliminara a un par de ghouls viejos que parecían haberse descontrolado y que no suponían ningún reto para ella. La cazadora era consciente de que era joven, pero era la mejor de su promoción y para más inri, hija de la famosa Muerte Negra, una leyenda entre los cazadores de la Orden de Hellsing. Aunque ese tema, más que enorgullecerle, que también, no hacía más que ponerle trabas.
Xaryne era demasiado sobreprotectora con ella, y curiosamente a Arya sólo le encargaban misiones que podrían considerarse "de bajo riesgo" (aunque cada misión que les encomendaran llevara implícita la posibilidad de que les abrieran en canal).

Arya sospechaba que su madre metía mano de por medio, y eso le cabreaba. ¿Cómo podría llegar a superarla, o simplemente llegar a su nivel, si no le dejaban demostrar lo que valía? Por eso, Arya se había encargado de los ghouls... y de dos neófitos de las inmediaciones. Y por eso ahora llevaba un cristal incrustado en el antebrazo y la pila de la cocina empezaba a llenarse de su sangre, que goteaba sin descanso. La joven cazadora apretó los dientes, no tanto por el dolor, a lo que estaba más que acostumbrada, sino por la rabia de que le hubieran cogido desprevenida.
Tenía al neófito en sus manos e iba a matarlo cuando el otro se le abalanzó por detrás... nos e esperaba que el vampiro se lo estuviera montando con otro detrás de aquel antro de heavy metal donde cada noche se merendaban a algún joven incauto. Las palabras de Xaryne resonaban en su cabeza, imaginándose lo que diría si la pillara en esa situación:
"Nunca des nada por hecho, pajarillo. Porque darás por sentada tu muerte."
Arya siseó lavándose la herida y observó el cristal, estaba bastante profundo. Cogió un trapo, que se metió en la boca para morderlo y no gritar y se preparó para tirar de él, contando mentalmente hasta tres.
"Uno, dos..."

por **Elora Paine** Mar Jul 18, 2017 2:46 pm

—Quieta!!.— La voz de Elora resonó tras Arya. Estaba en la puerta de la cocina cruzada de brazos y con el ceño fruncido. Miró a su hija fulminándola con la mirada de la misma forma que había hecho cien veces con Xaryne antes de acostumbrarase, más o menos, a que ésta regresara a casa con diversas contusiones, cortes, golpes y heridas. Pero en este caso, se trataba de su hija, y todavía no se había acostumbrado, y por mucho tiempo no lo haría.

Recortó la distancia entre el quicio de la puerta y la muchacha y a juzgar por su gesto enfurruñado, le pasaba lo mismo que a Xar, que se frutraba pero no por el dolor, sino por haber recibido la herida en un despiste. Cada cicatriz era una historia y ellas no se conformaban con una historia mala, querían la gloriosa, la buena. Pero no siempre era así, a veces las marcas de la piel eran fruto de la casualidad más rastrera.

— déjame ver...— giró su antebrazo y vio el corte con el cristal clavado.— En cuanto lo saques va a sangrar a borbotones, hay que preparar la sutura y las gasas antes...¡¡¿en qué coño estás pesando Arya?!!

Elora estaba cabreada, claro. Pero antes de dar rienda suelta a su cabreo tenía que curar esa herida, así que fue a por gasas, antiséptico e hilo de sutura. Pondrían después el ungüento mágico del hermano Aurelius que cicatrizaba todo en un tiempo récord.

— ¿Todavía no sabes que tu madre no es una bruja wiccana? odio hacer esto!!! tú y tu madre me habéis hecho el estómago de acero de tantas heridas que he tenido que ver. No sé cómo me lo vais a compensar pero te juro que me lo cobraré de alguna forma.

El parloteo de Elora era fruto del nerviosismo, de la rebeldía frente a la resignación, porque no se resignaba a sus chicas vinieran maltrechas a casa. Aprovechó que Arya estaba aguantando el chorreo de su madre para extraer el cristal y presionar con los apósitos. Vertió el antiséptico y cuando Arya gruñó le dedicó otra fulminante mirada de "Haberlo pensado antes de ponerte en peligro". Luego sacó las pinzas y el portaagujas y empezó la sutura como le había enseñado Aurelius. Ni que fuera una enfermera...pfff.

por **Arya Paine11** Mar Jul 18, 2017 5:06 pm

Arya aguantó la bronca de su madre estoicamente, aunque apretaba la mandíbula por el escozor de la herida. Cuando tiró del cristal aguantó un grito. Delante de su madre no era capaz de ser tan fría como lo era cara al mundo exterior. Y ante Xar... intentaba mantenerse siempre fuerte, pero la cazadora le pillaba siempre. Parecía leerle cada expresión, justo igual que la bruja. Solía llamar "mamá" a Elora, aunque consideraba a ambas sus madres, pero a la alemana la llamaba Xar, quizás por la apariencia más seria o la costumbre. Aun así, sabía que sus madres darían la vida por ella, y viceversa. Las adoraba.

Sabía que el enfado de su madre se debía a lo que sufría cuando las veía llegar heridas. Pero era parte de su trabajo, y a la bruja al final no le quedaba otra que soportar que ambas llegaran con cicatrices nuevas en cada salida. Aguantó con la mandíbula apretada cada puntada que le dio Elora, pero entonces habló entre dientes:
- No ha sido mi culpa mamá, había uno de más y no lo esperaba... malditos neófit... - pero se calló de golpe. Mierda. Esperaba que Xar no le hubiera contado a Elora en que consistía la misión de aquella noche, porque como se enterara, se la iba a liar. Y Xaryne no era de gritar, sino de prohibirle salir de caza un mes por lo menos. Carraspeó y abrazó a su madre con fuerza.
- Muchas gracias mamá, eres la mejor. Y ahora me voy a la cama, que es tarde...- casi lo había conseguido, un poco más y habría colado. Aunque le rugía el estómago - Igual cojo algo de comer de la nevera y ya si eso ceno en mi cuarto...

por **Elora Paine** Mar Jul 18, 2017 5:20 pm

— Ah, no, de eso nada!!.— soltó el bote de yodo sobre la mesa con bastante más ruido del que era necesario, para rubricar así todavía más, lo cabreada que estaba.— si quieres que te arranque las entrañas un vampiro... no me opondré, es tu decisión, tu deber sagrado de cazadora y bla bla guau miau. Pero nadie bajo mi techo se muere de infección o de hambre. Cenarás como es debido y en una mesa, como la gente de bien.

Retiró una silla de la mesa de la cocina, y ese gesto significaba lo que significaba. Ni siquiera el saludo del tercer reich era tan nazi como Elora cuando se enfadaba. Guardó los utensilios de cura y se puso a trastear en la cocina. No es que fuera una experta cocinera pero se apañaba cuando no tenían a Jana, que las ayudaba con la casa. Sacó un pollo entero y se puso a despiezarlo, eso sí sabía hacerlo, y con el cuchillo cuando picaba las verduras se iba descargando la rabia.

— Por tus prisas deduzco que tu madre no sabe algo que has hecho y que está mal.— bufó y se giró apuntándola con el cuchillo de cocina.— deberías contárselo, no me gusta que tengáis secretos, ella puede protegerte mejor que nadie.

por **Arya Paine11** Mar Jul 18, 2017 5:35 pm

Mierda, mierda, mierda. La había pillado de pleno. Puso cara de circunstancias pero se sentó donde Elora le indicaba. Su madre era terrible cuando se enfadaba, y más todavía si llevaba un cuchillo en la mano. La observó mientras despiezaba el pollo; no le gustaría ser el pobre animal en aquellos momentos, ni aunque estuviera vivo y Elora lo estuviera acariciando. Aún no sabía cómo le pillaba en todo, debía ser un superpoder de madre. Pero ya no tenía sentido seguir ocultándolo, así que miró a su madre con ojos suplicantes:
- No le digas nada a Xar, mamá. Por favor. Me castigará un mes sin salir de caza por desobedecerla, pero es que yo sé que está boicoteando las salidas de caza. Siempre me tocan las más fáciles, y así no puedo mejorar. - resopló enfurruñada, con Elora tenía más conexión para contarse cosas, con Xar la conexión solía generarse cuando salían de caza juntas.

Observó hambrienta cómo hacía el pollo y en cuanto se lo puso delante se dispuso a devorarlo con ansias. En casa podía permitirse el lujo de dejar de ser una cazadora fría y distante y ser simplemente Arya. Además, seguía preocupada por el tema de Theron, aunque éste parecía haberse liado con la loba que le gustaba a su primo Ian. Pobrecillo. Sabía que su primo estaba sufriendo, y eso no le gustaba.
- Mamá, no entiendo a los hombres. Son demasiado simples, y a la vez complicados de entender. ¿Por qué no dicen lo que sienten? Sería todo mucho más fácil. - la pregunta era sincera, ya que si a Arya le llegaba a gustar alguien, se lo decía sin tapujos. Y de momento no se había llevado decepciones. Pero no entendía a Ian, si le hubiera dicho a Elaine desde el principio que le gustaba, quizás el asunto no hubiera terminado así y... Theron seguiría libre. Chasqueó la lengua, fastidiada.

por **Elora Paine** Miér Jul 19, 2017 6:00 pm

Se sentó con ella a cenar, pero antes se sirvió una copa de vino blanco, su bebida favorita junto con el té. A Xar le iban más las bebidas recias como el whisky cuando no había cerveza. Le comprobó por enésima vez el vendaje y no se había soltado en los últimos cinco minutos. Resopló al darse cuenta de lo exagerada que era con su preocupación. Negó con la cabeza, Arya era fuerte, dura como roca, y si tenía debilidades, las había heredado de ella que siempre había sido más sentimental. Genéticamente iba bien servida, su padre era un licántropo que bien podía llamarse "devastación", porque era un bicho inmenso, una trituradora, medio pirado y caníbal. Se lió con él presa de una posesión espiritual, fue una sola noche y desde luego no quería repetir, pero le había dado lo más bonito que podía darle: una hija maravillosa. A nivel psicológico, siempre había conectado más con Xaryne en cuanto a carácter, gustos y aficiones, parecían clones. No le molestaba en absoluto, sus dos chicas estaban tan unidas que era difícil pensar que no la había parido Xar.

Y luego estaba ella, siempre tan polvorilla, tan Paine, con sus mosqueos y sus dramas, pero llena de un inmenso amor que no se molestaba en disimular con los que quería, compensando la frialdad de esas dos mujeres de hierro.

Le sirvió el plato y dejó que el suyo humease un rato mientras disfrutaba del vino pensativa.

— ya sabes que no me hace gracia que caces vampiros...pero sé que lo harás igualmente, así que debes entrenarte bien para ello. Te creo con lo que dices de tu madre, es muy capaz de protegerte así, alejándote del peligro.— soltó una risa de medio lado.— ¿Sabes cuánto me costó que aceptara bajar el ritmo de caza y entrenase a novatos porque yo sufría por su bienestar? discusiones y discusiones. Y ahora ella hace lo mismo contigo. Supongo que sólo quiere protegerte, pero así no es la manera. Déjame que piense en ello, no sé si hablaré con ella, o directamente hablaré con el capitán Blackmore para ponerlo en su conocimiento y luego... bueno, luego necesitaremos una vajilla nueva y algunas sillas porque se desatará una batalla campal en este comedor cuando se entere.

Se llevó unos bocados a la boca mientras escuchaba su argumentación sobre los hombres.

— É un mondo difficile...— citó la canción antes de proseguir.— los educan así, para que siempre parezcan fuertes. Yo creo que se tragan tantas cosas que se pudren dentro... pero qué te voy a decir yo, no soy la más indicada, no tuve referencia paterna hasta los 22 y ya ves que el abuelo Leif no es precisamente el mejor ejemplo de hombre expresivo. ¿Por qué lo dices? ¿Hay alguien que te gusta?

por **Arya Paine11** Miér Ago 02, 2017 2:06 pm

Se notaba la preocupación de su madre, por ella y por Xar. Arya sabía lo mucho que sufría cuando iban de caza, aunque se esforzara en normalizarlo. Pero las cazadoras no podían evitarlo, era algo que se llevaba en la sangre y si recibías la llamada, tenías que responder. Aunque al menos Elora siempre sabía cómo estaban cuando salían, ya que al parecer Xar le regaló a la bruja un medallón conectado a ella, que podía tranmitirle a Elora el estado de la Muerte Negra sólo con tocarlo. Al ver que funcionaba, Xar no tardó en vincular de la misma manera a Arya con una pulsera de cuero que Elora llevaba. El pequeño ámbar incrustado hacía de catalizador y Elora sabía en todo momento que su hija se encontraba bien. Arya no acababa de saber si era una forma de preocupación o de vigilancia materna, pero no se quejaba al respecto porque los dioses sabían que era imposible discutir con cualqueira de sus madres. Siempre se salían con la suya.

- Mamá, el vendaje está bien, tranquilízate. - resopló cuando la nigromante se lo comprobó por enésima vez. Cuando Elora dijo que hablaría con el capitán Blackmore, Arya se tensó. - ¡No! No es necesario meter al capitán en esto, yo hablaré con Xar. Aunque a mí no me dirá nada... o lo admitirá sin más y se quedará tan ancha, quién sabe. - resopló de nuevo y se concentró en la comida, disfrutándola por el hambre que tenía. Miró a su madre cuando le preguntó lo de los chicos y se encogió de hombros, quitándole importancia al asunto.
- No sé si me gusta o no. Sólo me parece interesante. Aunque tampoco importa, porque se ha ido con otra. - frunció el ceño y meneó la cabeza. - En fin, qué mas da. Además, a la mayoría de hombres y mujeres les doy miedo como para tener algo serio conmigo. O eso o no son lo suficientemente interesantes. - bufó y se encogió de hombros de nuevo concentrada en remover el pollo con el tenedor. - Da igual, no me importa.

Arya levantó la barbilla en ese gesto tan Paine, pero Elora la conocía lo suficiente como para saber que por muy dura que fuese por fuera, tenía un corazón muy profundamente escondido. Pero había aprendido a protegerse con capas de piedra como Xar, y eso era difícil de cambiar.

por **Elora Paine** Sáb Ago 05, 2017 5:01 pm

Oh, sí, por supuesto que le importaba. Cómo no iba a importarle. Pero se hacía la dura porque era la mejor estrategia para protegerse del dolor. ¿A quién habría salido? Le sirvió un zumo de naranja y sacó un trozo de pastel de manzana que había hecho porque tenía antojo.

— come anda, y no te preocupes porque las manzanas estén envenenadas, ya sabes que la bruja de Blancanieves es una incomprendida...— le guiñó el ojo con media sonrisa.— Eso de que das miedo... bueno, es que lo das, como tu madre.— Xaryne desprendía un aura de "no te acerques si no quieres morir" que echaba hacia atrás.— pero no te preocupes, seguramente la gente que no rasca un poco debajo de la imagen para saber lo que realmente hay dentro, no merece la pena. Eso sí, intenta no vacilar demasiado, no todo el mundo es una cazadora de élite que puede destripar vampiros y decapitar licántropos. La mayoria ya ven como una hazaña hacer un Touch Down, o superar el acceso a la universidad.

Miró a su hija de frente, dejando los cubiertos sobre la mesa y cruzando las manos bajo la barbilla, reflexionando en voz alta.

— Yo no quiero que cambies, me gustas tal y como eres, pero no te vendría mal aprender un poco más de habilidades sociales, no por los demás, sino por ti. Quizás te pierdas a gente que realmente merece la pena porque entras un poco a lo bestia, y sé que no es tu intención, pero todo el mundo libra sus propias batallas, y todos tenemos días malos, y si en uno de esos días viene alguien a tocarte la moral...¿entiendes por donde voy? Sólo te propongo que pruebes a ser un poco más suave en tus gestos y en tu forma de hablar. Cuando os veo a tu madre y a ti pienso que a ver qué día se os pasa el cabreo con el mundo.— sonrió de oreja a oreja y se levantó a quitarle el plato de pollo y de paso besar su pelo.

por **Xaryne Ackerman** Miér Ago 09, 2017 1:33 pm

La cazadora entró a casa dejando en el perchero su chaqueta de cuero. Siempre vestía de negro, su trabajo consistía en pasar inadvertida antes de derramar la sangre de las criaturas de la noche por las paredes. Escuchó a medias la conversación de Arya y Elora desde el pasillo y sonrió de lado. ¿Así que la pequeña cazadora tenía problemas amorosos? Pues entonces ya tenía un tema para hacer rabiar a su hija cuando la pillara de mejor humor.

Entró en la cocina por detrás de Elora mientras hablaba, por lo que no se percató de su presencia hasta que sus labios rozaron la cabeza de la bruja con una ternura infinita. Cualquiera que hubiera visto a la Muerte Negra en acción, dudaría muy mucho que aquella cazadora fría y letal pudiera sentir ningún tipo de apego hacia algo que no fuera rebanar pescuezos vampíricos. Pero los que la conocían sabían que amaba a su mujer y a su hija más que a su propia vida, pero que sólo lo demostraba en privado. Posó las manos suavemente en los hombros de Elora y siguió la conversación continuando el consejo que Elora le estaba dando a Arya.
- Exacto, haz caso a tu madre y no seas como yo, que luego pasa lo que pasa. - miró a la bruja sonriendo pícara y se dirigió esta vez a ella. - Aunque si no hubiera sido una borde empedernida, estoy segura de que no hubiera llamado tu interés, brujita. Ni de esa lengua viperina.

Observó a su pequeña familia y volvió a encogérsele el corazón. Si algo les pasara... no podría seguir viviendo. Eran toda su alegría. Eran su vida. Por eso intentaba que Arya, tan cabezota como su madre, sólo partiera en misiones que entrañaran poco peligro. No había oído aquella parte de la conversación, pero Xaryne no iba a dejar que su hija se metiera en más líos de los que ya entraban en la parte de seguir sus pasos como cazadora. Por ella hubiera sido cualquier cosa antes que seguir a la Orden, pero la chica había decidido y no se lo podía prohibir. No siendo ella una de las más famosas de Hellsing.
- ¿Algo que contarme, gorrión? No sabía que te gustara alguien... - le regaló a su hija una sonrisa burlona y se preparó ante el gesto torcido de Arya, que puso cara de empezar a despotricar contra sus burlas en cualquier momento.

por **Elora Paine** Vie Ago 11, 2017 3:46 am

Como siempre, la silenciosa aparición de Xaryne la cogió desprevenida, no se acababa de acostumbrar a que fuera siempre tan sigilosa. Aprovechó para besarla cuando ella lo hizo, su llegada a casa siempre era el momento del día en el que respiraba por fin, porque nunca estaba segura de cuándo y dónde se metería Xaryne en alguna reyerta. Le gustaba empujar hasta el límite su valor, casi díriase que su imprudencia, y cuando parecía que no podía hacer una barbaridad más temeraria, como asaltar ella sola un nido de vampiros... lo hacía.

— Siéntate a comer, ya te pongo yo el plato que yo he terminado.— le sirvió un plato de pollo con la guarnición correspondiente y sacó de la nevera una cerveza, alemana, fuerte, como a ella le gustaban. Se sentó a su lado mientras Arya y ella terminaban el postre. Siempre que podían se reunían en la mesa o frente a la chimenea, a ver una película o una serie, era su momento de estar juntas, y aunque no fueran lo más expresivo del mundo, esos momentos les servían para hablar, contarse cosas, razonar, o simplemente estar ahí, ser una familia.

— no le hagas la puñeta que te veo venir... sí tú eras una borde terrible, pero diste conmigo que al parecer estoy destinada a querer a las bordes del planeta. Podríamos fundar una asociacion: Bordes sin Fronteras, y vosotras dos de presidentas.— bromeó hundiendo la cuchara en un yogur con nueces.— le interesa alguien pero al parecer ese alguien está interesado en otra... bueno, estas cosas pasan. Yo sólo le decía que trate de relajarse un poco, porque a veces asusta a la gente, como tú. Y sería una lástima que quien le guste no se fije en ella porque le de miedo acercarse. Aunque por otro lado, si no se atreve...quizás no valga la pena. No sé, ¿quién soy yo para dar consejos? si al final mira con quién estoy.— le sacó la lengua a Xaryne en forma de burla.

por **Arya Paine11** Mar Ago 29, 2017 5:58 pm

Observó a Xar acercarse a la bruja por la espalda y se besaron con tal ternura que a Arya se le escapó media sonrisa. Sus madres se adoraban y saltaba más que a la vista, pero fuera de casa la cazadora era fría como un témpano. Apodada la Muerte Negra, llevaba muchos años y desde muy joven siendo una leyenda en la Orden de Hellsing. Y eso era a la vez ventaja y objeto de presión. Arya adoraba a Xar, pero aparte de sentirse orgullosa por lo que era su madre en la Orden, en ocasiones era objeto de comentarios como "no llegará a ser ni su sombra" o "como seas sólo la mitad que tu madre...". Eso le minaba bastante, y aunque no lo dejaba ver, se sentía así en ocasiones. Por eso quería superarla, hacer probar su valía en combate. Era buena en combate, fría y precisa, justo igual que ella, pero no era suficiente. No podía expresarse fuera de aquellas misiones tan básicas que les encomendaban. Y era hora de comentárselo a Xar.

- Oye... quería preguntarte algo. - respiró hondo mientras su madre se sentaba a la mesa y miró a Elora para coger valor. No sabía cómo iba a reaccionar la cazadora, Xaryne siempre era explosiva e impredecible de una manera inimaginable. La mujer clavó sus ojos zafiro en ella mientras daba un trago de cerveza, la joven sabía que le estaba prestando atención.
- Yo... quería saber si estás mandándome a misiones fáciles a propósito. - entrelazó las manos y levantó la barbilla en plan Paine, aunque realmente sabía lo que iba a contestarle. Xar la miró seria unos minutos sin decir nada, supuso que considerando cómo decirlo, hasta que simplemente se encogió de hombros y dijo: "Claro."
Arya resopló decepcionada. Lo sabía. Una enorme impotencia se apoderó de ella al ver la actitud indiferente de Xar y buscó apoyo en su madre. - ¡Mamá, dile algo! - miró suplicante a Elora.

por **Elora Paine** Miér Ago 30, 2017 2:44 pm

Elora resopló y sacó la cuchara del yogur para apuntar a Xar con ella.

— Así no la ayudas. Así sólo conseguirás que se vaya de caza a tus espaldas y acabe en problemas ¿o es que ya se te ha olvidado lo que hacías tú a su edad? Manda cojones que sea yo la que tenga que decir esto pero...La estás sobreprotegiendo.— Se detuvo un segundo y miró a Arya.— ¿Por qué estoy yo diciendo esto cuando debería estar poniendo el grito en el cielo para que dejéis de jugaros el pellejo ambas?

Miró a Xar después y bufó de nuevo. Esa familia funcionaba porque el pegamento que las unía era amor puro, no podía ser de otra forma, porque vaya tres titanes se habían juntado en esa casa, y que Elora Paine fuera la voz de la cordura, eso sí parecía un chiste.

— vale, a ver. Arya, entiendes el punto de vista de tu madre ¿verdad? yo estoy con ella en que eres joven, no tienes su experiencia y tienes que confiar en lo que te digan tus superiores. Por otro lado... yo también me preocupo por las dos, y odio que os juguéis la vida, pero os entiendo, así que haced por entederos entre vosotras. Llegad a una solucion intermedia. Xar, tu hija así no puede aprender, no puede retarse, y necesita pelear sus propias batallas, porque llegará el dia que tendrá que enfrentarse a ellas sola, mejor que llegue preparada. ¿Por qué no veís juntas las cosas que puede ir haciendo Arya y que no sean demasiado fáciles ni demasiado difíciles? tendrá que ir escalando poco a poco para aprender.

por **Arya Paine11** Miér Nov 15, 2017 6:08 pm

La joven cazadora volvió a bufar al escuchar a su madre razonar, sabía que tenía razón, pero seguía sintiéndose impotente porque Xar no acababa de tomarle en serio. Quería mejorar, luchar junto a ella y también sola, demostrarle a su madre que era mucho más que su sombra. Se levantó de la mesa y apoyó las manos en la madera mirando al plato, antes de respirar hondo para calmarse y mirar fijamente a la Muerte Negra a los ojos.
- Quiero luchar sola. Puedo hacerlo, lo sé. Mamá tiene razón, me sobreproteges.

A Xaryne sólo le hizo falta cruzarse de brazos y arquear las cejas para que Arya se apresurara a explicarse. - Sé que tienes razón en eso de que soy joven, pero... a Krystha le dejan ir sola a misiones, o al menos acceder a vampiros sin que la tía Aveline o el capitán vayan con ella. Venga, por favor. Tendré cuidado. Por favor... - miró suplicante a la cazadora, que seguía observándola con curiosidad y una chispa casi divertida e irónica en los ojos.
- ¡No tiene gracia! ¡Quiero mejorar! En la Orden no dejan de insinuar que estoy donde estoy gracias a ti. Soy buena, lo sé, y voy a demostrarlo. No quiero ser... tu sombra toda la vida. - desvió la mirada a un lado al decir esto, le afectaba ese tema y odiaba mostrar debilidad ante Xar, pero no podía evitarlo.

La alemana respiró hondo y miró a Elora tras el discurso de Arya, pensativa. No expondría a su hija a peligros que no pudiera manejar por nada del mundo, pero... si hubieran hecho eso con ella misma cuando era joven, nunca habría llegado a donde estaba, en eso la chica tenía razón.
Xaryne sabía que Arya era buena, muy buena, se había asegurado de instruirla para que así fuera. Tanto ella como Krystha, la hija del capitán, eran dos jóvenes promesas muy brillantes en la Orden, Aveline y ella misma lo habían dado todo para enseñarles a no morir por el camino.
Xar respiró hondo y se levantó de la mesa adoptando el mismo gesto que su hija, apoyando las manos en la mesa y mirándole a los ojos con su habitual seriedad, aunque mucho más relajada que en el mundo exterior.
- Haremos un trato. Os enviaremos a una misión conjunta. A Krystha y a ti. Solas. - era peligroso y lo sabía, pero entre ambas podrían arreglárselas. - Demuéstrame lo que vales, pero sobre todo, que sabes trabajar en equipo. No estás preparada para ir sola, aunque así lo creas. Lo sabes bien, Arya, el cazador solitario muere. - era algo que solía repetirles a los novatos. Sólo las viejas glorias cazaban solas, y ni siquiera lo hacían muy a menudo. - A cambio, jurarás que no volverás a salir de caza a mis espaldas. Y mucho menos en solitario. Porque entonces se acabaron las andanzas para ti, jovencita.
Arya frunció el ceño, protestando:
- No puedes hacer eso, la Orden...
Xaryne le miró más fijamente todavía.
- ¿Ah no? Pruébame.

El duelo de miradas parecía eterno, los dos titanes se enfrentaban, océano contra zafiro, intentando amedrentar a la contraria aún sabiendo quién iba a ganar. Arya resopló, mirando enfurruñada a Elora al admitir su derrota.
- Está bien... juro no volver a hacerlo. - no había conseguido el permiso de caza en solitario, pero al menos no tendría a los veteranos pegados a su culo.
Xaryne sonrió de repente y se sentó de nuevo en la silla, divertida. Pasó un brazo por los hombros de su esposa y movió los hombros, doloridos por el esfuerzo de la caza. Miró a Elora resoplando ante su expresión.
- ¿Contenta brujita? Deja de mirarme como si fuera la mala del cuento.

por **Elora Paine** Dom Nov 19, 2017 5:41 am

Bueno, pues al parecer a Arya no la enviarían sola, iría con la primogénita Blackmore. No podía evitar sonreir al ver cómo aquella rubia era idéntica a su tia, la legendaria Parca, pero tenía algo de su padre que Aveline no tenía: ese carácter más sereno, más carismático y menos explosivo. Aunque para explosiva su hija, era idéntica a Xaryne en sus prontos y su testarudez. A veces se preguntaba qué habría sacado de su padre, sobre todo cuando la veía observar con esos fríos ojos azules analizandolo todo; al contrario que la Muerte Negra, a ella se le asemejaba más a un lobo acechando. No tenía relación alguna con Uryan más allá de cuatro palabras que cruzaban de vez en cuando si iban a comer a la guarida del bosque donde vivía la manada, pero sin duda esa forma de escrutar era de él.

— A mí me parece buena idea, que vayáis las dos. Ya sé que no te cae bien, a tu madre tampoco le caía bien la Parca...pero claro es que a tu madre nadie le cae bien y en eso sales a ella. El capitán Blackmore es un hombre excepcional y si su hija hereda algo de él harías bien de tenerla como amiga o al menos como aliada. Esos ingleses tienen el sentido común que a veces nos falta a los Paines.— A veces. "A veces" era ser muy benévolo porque los Paine no se caracterizaban por su buen juicio ni por sus perfectos modales, que era algo que te abría muchas más puertas que ser un barriobajero inculto. Miró a Xaryne y la amenazó con una cuchara.— Y tú, espero que estés pendiente de ella pero sin agobiarla. ¿Sabes qué? que voy a pedirle a Axel que me pague las horas, porque esto de poner en orden a los cazadores de Hellsing es agotador.

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