Nimbus. {Priv. 2017}

por **Elaine Landvik** Dom Jun 04, 2017 8:54 am

Llevaban varias semanas de curso y se había acoplado muy bien al ritmo del instituto público en el que su madre la había dejado matricularse por fin. El trato establecido con Brianna era que Elaine debería sacar buenas notas en ese curso y no descuidar sus obligaciones con la manada Landvik y con su propia madre, empresaria bodeguera. De lo contrario, sería enviada a Suiza a un internado elitista a estudiar en la escuela de negocios más prestigiosa. Pero a ella no le gustaba ese mundillo, pensaba estudiar Arte porque quería dedicarse a alguna cosa relacionada con éste: dibujo, ilustración, diseño, diseño de videojuegos, fotografía o publicidad. Le gustaban esas ramas y no quería renunciar a su sueño.

Había congeniado muy bien con otro licántropo: Viktor Paine, el hijo de la profesora de Inglés y Latín, un chico más mayor que había perdido varios cursos por una larga enfermedad. También con Ian Ackerman, otro hijo de profesores, esta vez el de química, era un chico de carácter arrollador, popular y dicharachero, siempre encantador y con mucho morro. Y por último Theron, un cambiante felino que venía de una infancia difícil y una familia desestructurada, ahora vivía con su tío el boxeador y estaba tratando de lidiar con un problema de drogas. Habían hecho un buen grupo, y a veces se unía Arya, también de la familia Paine, pero que ya no estudiaba en el instituto, era cazadora y a Elaine le daba un poco de miedo, era una muchacha agresiva, de fuerte carácter y muy aleatoria.

Esa tarde Theron tenía entrenamiento y Viktor debía cuidar de sus hermanos, así que Elaine fue en busca de Ian, quizás a él le apeteciese hacer algo. Lo encontró en el pasillo apoyado en una pared charlando animadamente con dos chicas, Alisha, una chica mulata de bonitos ojos azules y Reneé, una rubia bastante deseada entre los integrantes de los equipos de deporte, bailaba muy bien y era popular. Sonrió cuando lo vio desplegar todos sus encantos, la mayoría decían que Ian estaba con varias chicas a la vez, que nunca le faltaban rolletes y compañía. Era todo un donjuán.

Se detuvo en su taquilla, metió algunos libros y la cerró con un poco más de ruido del habitual para que se diera cuenta de que estaba allí. Se apoyó contra la puerta de la misma y sacó el móvil, como si estuviera haciendo algo, dejándole tiempo a Ian para acabar el ligoteo o lo que fuera, sin interrumpirlo.

por **Ian Ackerman** Dom Jun 04, 2017 4:29 pm

Ian era hijo del profesor de química, Stein Ackerman, uno de los grandes mentalistas de la época. Su padre era poderoso y su hijo había heredado dichos poderes, pero a él le llamaba más la parte de elementalista que su padre había elegido, en su caso, reprimir. Además su madre era famosa, jurado de un programa de música en televisión y anteriormente cantante de bastante éxito. Lo que se traducía en una enorme presión para el muchacho.
Todo el elitismo que había querido caracterizar la vida de Ian con semejantes padres se había reducido en una decisión: Quiero ir a un instituto público. Tras enormes dudas, sus padres decidieron concedérselo y allí estaba, uno de los alumnos más populares entre las chicas y de los más impopulares entre sus compañeros masculinos. No sabía si por simple envidia o porque le consideraban "el chulito", cuando simplemente decía lo que pensaba y jamás se había jactado de tener los padres que tenía. Con la casualidad de que su padre trabajaba allí, por supuesto.

La vida de Ian había sido bastante fría y superficial los primeros años. Su rostro, más que una suerte, había sido una desgracia para él. Muchas chicas se fijaban en su cara y en su cuerpo, le deseaban, cuando Ian sólo quería pasar desapercibido y seguir desarrollando su afinidad por los elementos. Al final, había acabado por sucumbir a los deseos de algunas de ellas, algunas incluso del mundo del profesorado. No es que lo pasara mal, pero no era lo que buscaba.
Hasta que aparecieron ellos.

Viktor había vuelto al instituto después de su larga enfermedad y su "misteriosa" curación, lo que había supuesto un alivio para Ian. Antes de eso no tenía muchos amigos, ya que los que se le acercaban simplemente querían aprovecharse de su estatus o de ser hijo de quien era. Realmente consideraba a Viktor como su primo, ya que habían crecido juntos y era hermano de la mujer de su tía Xaryne, que a su vez era hermana de su padre. Todo un poco enrevesado, pero allí estaban. Y entonces apareció Theron, el misterioso cambiante, y... Elaine.
Elaine era la primera chica que se le acercaba por cómo era y no por quién era. No lo conocía de antes ya que había llegado nueva al instituto, y habían consolidado el grupo bastante rápido.
Ahora Ian se sentía mejor, y aunque algunas chicas seguían intentándolo con él, ninguna le llenaba. Ninguna era ella.

Por eso, en cuanto vio que cerraba la taquilla a su lado se disculpó con las chicas y se acercó a Elaine, sonriendo de oreja a oreja.
- ¡Ey Elaine! ¿Qué tal? No te había visto en toda la mañana. - eso seguramente se debiera a que él iba por Ciencias y ella por Artísticas, ya que dibujaba, pintaba y hacía fotos geniales.

por **Elaine Landvik** Vie Jun 09, 2017 6:34 am

Sonrió ampliamente cuando Ian se le acercó, le gustaba mucho estar con él, con Theron y con Viktor. Habían hecho un grupo muy majo, pero sin duda Ian era el más divertido, siempre bromeando, siempre metiéndose con el gato y con el lobo, siempre ideando cosas locas para pasarlo bien.

Era un chico popular, extrovertido, con un humor muy afilado (posiblemente herencia de sus padres que se lanzaban hachazos envueltos en seda cada dos por tres, pero se reían al hacerlo). Además era buen estudiante, sacaba buenas notas y a Elaine que le costaba un poco la química, le ayudaba mucho. Veía mucho aprecido entre el señor Ackerman, el profesor de dicha asignatura y su hijo. De hecho ella conocía a Stein de su infancia, porque una vez con siete u ocho años, su madre y ella estaban alojadas en un pequeño hotel hasta que puderon encontrar una casa, y a ella le dio una crisis. Stein las ayudó, purificando el aire que respiraba la niña y haciendo que sus pulmones tuvieran que trabajar menos. Le tenía aprecio a ese hechicero.

— ¿Te vienes a comer fuera? no tengo clase a primera hora de la tarde porque el señor Renoir está enfermo, y había pensado en salir a comer por ahi, así podemos organizar lo del fin de semana.

Habían dicho de irse de acamapada todos juntos a la cabaña de los Paine, Viktor se había ofrecido cuando Elaine lo sugirió y le pareció una buenísima idea. Tenía muchas ganas de hacerlo.

— dicen que hará buen tiempo, aunque la verdad es que no preocupa, te tenemos a ti para cambiarlo si no nos gusta...jajajajaja. Bueno, cogeré el bañador por si nos podemos bañar, Viktor dijo que había un río cerca.

Salieron del recinto de instituto y llegaron andando al galaxy Diner café. Era un local ambientando en la ruta 66 de los años 70, con los típicos asientos de cuero de colores, la máquina Jukebox con discos sonando de fonfdo y un menú de hamburguesas y batidos muy seductor para la gente joven.

— yo quiero una hamburguesa con queso y patatas y un batido de vainilla con cookies.— le pidió a la camarera.— Ay! creo que soy adicta a estos batidos. ¿Cómo te van los entrenamientos con tu padre? Ayer parecías agotado, debe ser tremendamente cansado lo de ejercer el mentalismo. Creo que yo no podría, siempre aprovecho cualquier momento para perderme en las nubes, ya me canso bastante estudiando y prestando atención así que supongo que debe ser muy cansado

por **Ian Ackerman** Dom Jun 11, 2017 2:32 pm

Elaine le sonrió de oreja a oreja, contagiándole la sonrisa al joven brujo y haciendo que el Sol brillara con fuerza cuando salieron en dirección al sitio donde la chica quería comer. Asintió a la invitación y fueron por el camino hablando de las clases y un poco sobre la acampada del fin de semana. La verdad era que tenía ganas de alejarse un par de días de la ciudad y de la gente. Sobre todo después de hacer ese maldito anuncio para Calvin Klein que aparecía en un cuarto de los autobuses de la ciudad.

Se sentaron en el restaurante y pidieron, Elaine una hamburguesa y un batido, una doble con queso y una cocacola para él.
- Bueno, los entrenamientos son... duros, pero soportables. Mi padre deposita mucha confianza en mí y no me importa practicarlo porque opino que cuantas más cosas domine, mejor, pero... la verdad es que no me gusta mucho esa disciplina.
Suspiró mientras le traían las bebidas y dio un trago del refresco. Lo del mentalismo era un tema que irónicamente "le traía de cabeza". Su padre era un gran mentalista, uno de los mejores de su generación, y en secreto confiaba en dejarle aquel legado a Ian.
Pero el castaño era un brujo dual, exactamente igual que Stein, por lo que dominaba más el arte de los elementos e incluso podía modificar el tiempo atmosférico según su estado de ánimo. No sabía cómo decírselo a su padre sin decepcionarle.

por **Elaine Landvik** Jue Jun 15, 2017 3:49 pm

Le gustaba mucho poder ir a comer una hamburguesa por ahi con sus amigos, era una sensación nueva y refrescante. Se había pasado la mitad de su vida encerrada y en hospitales, después tenía que recuperar el tiempo perdido y aprender a ser un lobo, así que era la primera vez que se sentía "normal" y era genial.

— Ah...te entiendo. Yo le prometí a mi madre que seguiría con todas esas cosas que debo saber porque soy una señorita. No te rías, pero he dado clases de protocolo, de baile, de música e idiomas...todas esas cosas que parecen como muy antiguas... Y no está mal saberlas, pero no van conmigo. Mi madre piensa que ser artista digital no es un trabajo con futuro, que debería estudiar en la escuela de negocios y servir mejor así a la manada. Pero es que no lo haría bien. Ella es muy buena en eso, no se le escapa una. Pero por mucho que me empeñe, no me gusta el mundo de las empresas y del vino.

Mordió su hamburguesa y mientras masticaba se le iluminó la pantalla del móvil, miró el mensaje y puso cara de hastío.

— qué harta estoy...¿recuerdas a Josh, el de 4º? venía al club de polo donde a veces vamos los domingos, empezamos a salir y yo no sabia que estaba en este instituto. Corté con él la misma semana que empecé las clases, pero no porque estuviera aquí, es que estaba harta de él. Es un idiota, parece majo pero cuando lo conoces mejor...pffff. Pues últimamente no para de mandarme mensajes que a ver si quedamos para tomar algo y no se qué. No quiero, no me apetece, sólo quiero que me olvide. ¿Y tú cómo vas? ¿te siguen acosando? hay que reconocer que estás muy guapo en ese anuncio, y pones mirada de "cómeme"...grrraaaaawwww... dan ganas de darte un bocado!! jajajajaja.

la verdad es que Ian le caía muy bien, era divertido y cariñoso, amigo de sus amigos, y le parecía muy guapo, a la vista estaba. Tenía unos ojos cambiantes que eran muy interesantes.

por **Ian Ackerman** Mar Jul 18, 2017 2:05 pm

Sonrió algo avergonzado cuando Elaine le piropeó citando la sesión de fotos para una marca de ropa interior que había hecho hacía poco. Eso había provocado que saliera en los carteles publicitarios en unos cuantos autobuses y su cara, o más bien sus abdominales, daban paseos turísticos por todo París. No pensaba que iba a tener tanta repercusión cuando aceptó el trabajo, y aunque ahora volvían a llamarle de otras marcas, no estaba seguro de querer dedicarse a eso. En realidad no sabía bien ni lo que quería ser en la vida.
- Esto... gracias Elaine, aunque no es para tanto, no sé. - se sonrojó levemente. Era curioso, se había liado con muchas chicas, algunas incluso mayores que él, pero sólo aquella loba curiosa y vivaz era capaz de provocarle esas reacciones.

Pero su gesto y sus ojos, que se enfriaron ligeramente, cambiaron cuando nombró a aquel Josh. Era el típico chico que se hacía "amigo" de todo el mundo, pero luego acababa siendo el típico fanfarrón del instituto que sólo quiere ligar haciéndose el simpático con las chicas para acabar llevándoselas en su coche al descampado de turno.
- Cuidado con él Elaine... no es por malmeter, pero sólo quiere hacerte... bueno, ya sabes. Eres otro trofeo para su colección, no hace más que fanfarronear a cuántas tías se ha llevado al descampado de detrás del centro comercial. De todas maneras, si te sigue molestando dímelo y le damos un susto. - apretó un poco los puños comiendo su hamburguesa, pero se contuvo. De todas formas, ¿Quién era él para meterse en las relaciones de Elaine? Sólo eran amigos... aunque Ian la viera de otra forma.

Pero no, le había prometido a Theron que se apartaría, y quería a aquel cambiante huraño y rarito. Deseaba que Theron diera el paso por fin y se declarara ante la loba, se notaba el feeling entre ambos y el joven brujo se alegraba, su amigo había sufrido mucho en la vida y se merecía que le pasaran cosas buenas. Pero intentó centrarse, tragó el bocado y dio un trago a su refresco. Se rascó la nuca cuando le preguntó si le seguían acosando:
- Bueno... supongo que si a acosar le llamas esperarme a la salida de clase y pedirme selfies, sí. Pero sólo quieren mi físico, ya se les pasará. De hecho me han vuelto a llamar para otra sesión de fotos, esta vez para una revista, pero lo he rechazado. No quiero ser el centro de tantas miradas... de nuevo. - le mira y sonríe de lado, en eso es totalmente contrario a su padre.
- De todas

por **Elaine Landvik** Miér Jul 19, 2017 5:01 pm

—Pues lo que decidas, bien está. Pero vas a dejar desconsoladas a todas las chicas del instituto, y a mi también!! porque a fin de cuentas es una bonita visión cuando vas al autobús.— le sonrió y sorbió un poco más del batido.— No tengo deberes, bueno, estudiar un poco de historia, pero no es nada. ¿Quieres ir a correr? tendrás que quemar esa hamburguesa si quieres que te vuelva a llamar Calvin Klein.

Theron entrenaba en el gimnasio de su tio, quería ser luchador o boxeador, ya que nadie del grupo era de ningun equipo de deportes, tenían que buscarse la vida para hacer algo que pudiera ser beneficioso para el cuerpo. A ella le gustaba correr, nunca había podido de pequeña porque se ahogaba al dar dos pasos y ahora que sí podía, aprovechaba siempre que podía para hacerlo.

— ¿O tienes miedo de que haga mejor tiempo que tú? prometo no cambiar a lobo. Podemos vernos en el parque dentro de una hora, tengo que ir a cambiarme y que me baje un poco el batido o sacaré el hígado por la boca a la primera de cambio.

Apreciaba que su amigo se tomara en serio lo de Josh, pero vio el gesto y negó con la cabeza.

— no es tan importante, no merece que perdamos tiempo hablando de él, pero si me molesta más, te lo diré.

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