Invitación para cenar || Privado

por **Santhiago Morel** Dom Sep 10, 2017 5:41 pm

La noche tan fría y sombría mientras que los faroles alumbran la densa niebla que cubre el camino empedrado hasta la mansión Morel, iluminada tan elegantemente, con sirvientes que reciben a cada uno de los importantes invitados, solo un pequeño puñado de hombres y mujeres cuya importancia e influencia en el mundo político y económico de la sociedad bastaría. Entre ellos, hay conocidos, amigos y enemigos, aliados que juegan a dos bandos.

Los invitados llegaron y mientras tanto ellos se ponían cómodos bebiendo y comiendo de la hospitalidad del dueño de toda esa propiedad, este aprovechaba en su habitación a terminar de arreglarse para tal presentación, las ropas eran todas en tonos negro, de pies a cabeza con su bastón cuya empuñadura era en oro y plata con el grabado del león y la calavera con rubíes incrustados en los ojos. Un bastón único. Camino por el pasillo interno que estaba en la parte subterránea de la mansión hasta llegar a la parte alta entre laberintos que ayudaban a la familia. Apareció pues como si saliera de las habitaciones que arriba se encontraban mirando desde arriba de las escaleras a sus invitados que en la entrada principal se habían aglomerado los cincuenta invitados.

Bajó con una sonrisa y quien le esperaba abajo era una mujer cuyos cabellos eran dorados acompañada de una con cabellos de fuego tan altos y con un vestido en verde esmeralda. Ambas mujeres se miraron por apenas segundos y luego la rubia se alejó dejando a los dos hermanos solos para que ambos se presenten a sus invitados. Caminaron entre los invitados apenas murmurando entre ellos –¿Lo encontraste?– la mujer asintió en silencio –Lo que me propongo lo consigo, o no ¿Santhiago?– ambos hermanos se miraron como con odio, recelo pero a la vez con un profundo respeto entre ellos.

Soltaron una sonrisa ambos mientras se separaban cada uno tomando su lado esperando que aparecieran los otros dos miembros de la familia de la destrucción.

por **Alexi Wolfkang** Mar Nov 21, 2017 12:43 am

*La Invitacion de la cena que su recien invitado en su casa, cual acababa de descubrir que el terreno donde ella habia decidido contruir en las alturas su "casa de Muñecas" como era conocido por los clientes y gentes que la visitaba tenia dueño y era de la familia que vivia en el terreno de enfrente o atras? ya no sabia, pero no importaba no rechazaria la oportunidad de que todo quedara en orden con los dueños y llegar talvez a un acuerdo. Markus la habia invitado y no le defraudaria a su nuevo amigo?, tenia tiempo para comprar unos botines nuevos y tal vez un perfume diferente, por lo que salio esa mañana al mercado para llegar mas o menos a la tarde y arreglarse a tiempo y estar presentable. Se iria en carruaje para llegar por la entrada principal ya habia quedado con un cochero que era su cliente cuando este iba a la cantina de los burdeles en una hora en especifico, para llegar a tiempo a la cena.*

*Se metio a bañar despues de desepacar lo que habia comprado en el mercado, habia comprado una botella de uno de los mejores Vodkas Rusos que habia en el mercado, para darcelo como presente al Joven Markus cuando llegara a la cena. Se Puso un vestido largo blanco de la parte de la falda y con la parte de arriba de color negra con manga corta, botas de color blanco y con unas medias de rayas de color negro con verde, un abrigo con capucha de color blanco, se llevo unas navajas de bolsillo que traia con ella en las bolsas del vestido, se habia peinado con una larga y gruesa trenza de lado, se acomodo el fleco que cubria la blanca frente, guantes de encaje de color negro y cortos, labios de su color rosa palido, una gargantilla de tela y perlas negras adornaba el blanco cuello, y unos aretes pegados al lobulo de la oreja de perla negra adornaban la tan blanca piel, y salio de la casa del arbol para diriguirse a la fiesta justo a la hora que la habia citado Markus.*

*Sigrid con los ojos purpureos veia la propiedad y lo grande que era la casa, y pensar que ella solo veia la parte trasera del jardin desde la casa de muñecas, suspiro un poco sorprendida al momento que la carroza la dejaba en la entrada de la casa, se veian mucho mas carruajes, habia mucha gente al parecer y ella estaba llegando a tiempo o al menos eso parecia, bajo del carruaje con elegancia como el gato que era y con sus pequeñas y blanquecinas manos cubiertas por encaje negro se coloco la capucha del abrigo blanco que portaba, despues agarro la botella y comenzo a caminar escuchando el eco de sus tacones de las botas chocar contra el piso de piedra del pasillo de la mansion, de que estubiera nevando era probable que se camuflajeara perfecto con lo blanco de la nieve, metio la otra mano en el bolsilllo del vestido mientras caminaba a la entrada viendo sus propios pies y al mismo tiempo checando cada detalle del lugar y tambien buscando al unico rostro conocido del lugar que era Markus con una sonrisa media al entrar a la sala donde estaba toda la gente, muchos o mas bien la mayoria veian hacia arriba y un sirviente le saco del tren del pensamiento cuando le pidio por el abrigo.*

-Señorita me permite su abrigo por favor?

-Si, gracias.

*Dijo Sigrid con una voz que viajo por los aires hermosa pero fria como la nieve, juntando ambas manos hizo una reverencia estilo oriental hacia el sirviente mientras le sonreia amable*

Vestido y Abrigo:

por **Santhiago Morel** Mar Dic 26, 2017 10:23 pm

Asiente con la cabeza, y eran verdades las palabras de la pelirroja, ¿Cuándo ella fallaba en lo que se proponía? Nunca y por eso era la precisa en cada tarea encomendada pero también se veía amenazada por otro ser y eso estaba creando caos y conflicto en medio de los cuatros señores de la destrucción. Miró a la pelirroja a quien tomó del brazo, la mujer de rubia cabellera se mantuvo atrás de ellos como una fiel seguidora de los dos grandes señores.

Ambos hermanos estaban saludando como de costumbre a las invitados sobresalientes, entre todos el señor Morel, conocía muy bien los trucos y las verdades de cada uno de aquellas rostros que se ocultaban en falsas sonrisas, entonces fue el momento en que sus ojos se desviaron a una persona que no estaba entre su lista. Con un gesto de enojo se acercó a la mujer de cabellos rubios mirándola con severidad pero fue la pelirroja que se entrometió entre los dos cruzando delante de ellos apartando la mirada de todos los invitados que no se perdían ninguno de los movimientos del anfitrión y de aquella mujer que le acompañaba –Debes saber Santhiago, que hay cosas que no sabrá tu pequeño sabueso, porque solo es cachorro, si quieres saber quien es la pequeña niña que ha ingresado, te diré que tiene que ver con aquel al que llamaste a presentarse ante tu presencia esta noche y estar a tu lado cuando la velada alcance el punto más álgido– susurró la mujer, la rubia se apartó unos centímetros alejándose de los señores que se miraban.

Morel no dudó más, se acercó directo a la nueva integrante, mirando a sus ojos como dagas que se clavan en el alma y las derrite en ácido –Asi que usted es el nuevo juguete de él, que interesante, y el pequeño juguete tiene nombre o será que esperamos a que él llegue y pueda decirlo delante de todos, pequeña intrusa– susurra al extender la mano directo a la joven invitándola a tomar un baile, único pero macabro en medio del salón.

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