No necesito una invitación para el baile (libre)

por **Clodette Landman** Mar Feb 05, 2013 8:00 am

Cuando los niños de verdad están durmiendo, ella despierta como si fuera una linda mañana. El aire frio acaricia su cara, mientras espera desde lo alto que sea la hora. Todo es tan cuotidiano, tan aburrido. Los carruajes, las mujeres y los hombres pasean bajo sus pies sin conocer el peligro. Mientras tanto va contando impaciente las horas que faltan para que empiece el baile. Mira el reloj robado; quince minutos.

Baja hasta la calle disfrazada de mujer con un galante vestido negro, su pelo dorado contrasta entre tanta oscuridad. No lleva abrigo, no siente el frio de la misma manera como no siente la compasión. Anda haciendo saltitos y la gente la mira al pasar y murmuran entre ellos. "¿Que hace un niña que vagabundeando sola a estas horas? sin sus padres podría correr peligro". Ríe ante la idea, sus padres la quieren ver muerta. Podría caminar mucho más rápido, pero hoy le apetece sentirse un poco humana. La sed ya esta apaciguada así que espera que todo le salga bien:

Llegue al palacio y des de lejos observe atentamente la entrada escondida entre las sombras. Los hombres ayudaban a bajar a las mujeres de sus carruajes, iban muy elegantes y arregladas, todos estaban contentos y no dejaban de repetir "hoy será una gran noche". Cuando parecía que no había tanto movimiento de personas en la puerta principal decidí acercarme. Aparecí delante la entrada dando saltitos, estaba contenta porque era la primera vez que iba a un baile. Antes nunca pude ir, mis papas no me dejaban acostarme tarde y yo y mi hermano nos quedábamos en casa con la niñera, aquellas eran unas noches muy aburridas. Un señor muy serio estaba a la puerta con un libro muy grande lleno de nombres. Me plante delante suyo y puse los brazos detrás mi espalda mientras me balanceaba con los pies. El señor me mira de arriba abajo arrugando la frente. Yo no estaba invitada al baile.

- Mis papas están dentro. - Mentí. El señor levanto las cejas y miró la lista de invitados.

- ¿Cómo se llaman tus papás jovencita?-

- No lo necesita saber señor, porque yo soy una buena niña y usted me dejara entrar.- El señor se quedo pensativo unos segundos, luego se aparto e hizo un gesto con la mano para que pasara. Sonreí ante mi victoria, mi poder de persuasión había funcionado como siempre.

Una vez dentro me perdí, me perdí entre tantos olores distintos y tanta gente. Me movía rápidamente entre ellos que no me veían y me pisaban una y otra vez. Pero me escabullí rápidamente hasta llegar a la sala de baile. Al ver la pista con tanta gente bailando y la orquesta mis ojos brillaron igual como si abriera un regalo. Me gustaba mucho bailar. Me quede fascinada sentada en una de las sillas viendo como danzaban a compas de un lado al otro. Intentaba memorizar cada movimiento que hacían las señoritas para yo aprenderlos y más tarde, quizás poder bailar con alguien.

por **Vicent Xanaddo** Dom Feb 17, 2013 1:46 pm

Me despierto en los sótanos de la comisaria. Una vela casi gastada ilumina la sala. Miro el pequeño reloj de la mesita de noche. Son las 11 de la noche. -Hora de patrullar- Abro la puerta, retiro el armario que oculta la entrada de mi habitación.
Cierro la puerta, pongo el armario en su lugar. Subo a la planta superior, entrando por la puerta trasera. Entro dentro, y allí encuentro los demás compañeros.
-Buenos días Zirano- -Que tal Zirano?-
-Bien chicos, voy a ver el capitán.-
Continuo caminando, y allí al final estaba el despacho del capitán. Toc toc.
-Adelante!-
Al entrar frente a mi tengo al capitán de la comisaria. Es gordo con un gran bigote y barba.
-A ti quería verte. Toma, ve a palacio y vigila la fiesta desde dentro, me han llegado rumores de que algo puede pasar allí, ve y descubrelo.- Me entrega un sobre, con una invitación dentro.

"Invitacion para ZIRANO XANADDO
Palacio real"

Sin esperar mas tiempo, salgo de la comisaria y me dirijo a los establos. Alli me espera Blade, mi fiel corcel negro. Me subo a él y me dirijo a palacio.

por **Clodette Landman** Dom Feb 17, 2013 3:13 pm

Llevaba mucho, mucho, mucho rato sentada en la silla, y me aburría. Los pies no me llegaban al suelo y los iba moviendo arriba y abajo dando patadas al aire mientras jugaba con mi pelo. Ya me sabía los pasos del baile pero nadie me sacaba a la pista, claro los chicos solo querían bailar con jovencitas guapas y yo era demasiado pequeña. Adele me decía que aunque no lo parecía ni me sintiera así yo realmente ya tenía 18 años, pero que siempre tendría aquel cuerpo de niña. Suspire al recordar sus palabras, yo no quería ser pequeña para siempre, nunca podría tener novio, ni ser guapa y alta... "No, no, no Coralie, no pienses en esto ahora, si lloras todos verán que eres una vampiresa" me dije para mi e intente desviar mis pensamientos hacía otro tema.

Pensé en persuadir a alguien para que me sacara a bailar, no me costaría nada, pero aún así me daba vergüenza acercarme a un chico. Avían unos que eran realmente guapos. Me fije en un chico rubio que se planto a mi lado, pero ni me miro, parecía que buscaba a alguien al otro lado. - Hola.- Le dije con una sonrisa, desvío un momento la mirada hacía a mi pero luego volvió a centrarse en lo suyo. Me levante de un salto y me puse delante suyo. - ¡Hola!- dije esta vez más fuerte. - Me miro arrugando la frente y se aparto de mi hacía otro lado, más tarde vi como saludaba a otra chica.

Cerré las manos en un puño, estaba furiosa. Pensé en chuparle la sangre en aquel chico hasta dejarlo seco por ser tan mal educado. Sí eso haría cuando acabara la fiesta. ¿Es que nadie iba a bailar conmigo?. Cruce los brazos quedando plantada en medio de la gente mientras seguía con la mirada al chico rubio. Al momento, al otro lado vi como entraban dos policías, antes para mí los policías eran buenos pero ahora me daban miedo porqué la mala era yo. Lo mejor sería mantenerme lo más alejada de ellos posible. De pronto un camarero tropezó conmigo cayendo junto a mi toda la azafata de copas de cava haciendo un buen jaleo, incluso la música paro.

- Oh pobre niña, estas bien.- Dijo una mujer que me ayudo a levantarme, aunque realmente ni si quiera me hice daño.

- ¿Que hace aquí una niña? ¿ Y sus Padres? - pregunto otra voz. La atención de los policías se centro hacía mi y el camarero. Las cosas empezaban a complicarse.

por **Zirano Xanaddo** Mar Feb 19, 2013 4:25 am

Blade es un gran corcel negro.

Spoiler:

A lomos de el cabalgo hacia el palacio. Por lo visto la fiesta ya debe haber empezado, sera mejor que no me entretenga. Sigo recorriendo las calles de parís, tan solo se escucha el eco de los cascos de blade al repicar con el suelo. Al final de la gran avenida, esta ya a la vista, la entrada principal del palacio. Doy un suave golpe con mi tacón derecho al lomo de Blade, para que de un último sprint. Blade corre con el viento, oscuro por el oscuro y aterciopelado manto de la noche, llego a la entrada principal rápidamente, Blade frena con un relincho y levantando sus dos patas delanteras.

Boooh, muchacho, tranquiiilo. Le digo a mi corcel, agachándome para poner mi cara al lado de su oreja, mientras le acaricio el tupé.
Todo el mundo me mira extrañado, las chicas de clase media, se quedan asombradas al verme llegar en tan impresionante corcel, la gente de clase alta, chismorrean entre ellos, mirándome con desprecio, pero extrañados al ver mi uniforme.
Me bajo de blade, sin prestar atención a las miradas de la gente. Ato a Blade en el apeadero. Y me dirijo sin mas dilación a las puertas del Palacio Royal.
En la puerta había 3 tipos enormes trajeados. Me acerco a ellos, portando el sobre en mi mano, y antes de que me digan nada, les entrego la invitación. La miran, mira la lista, y ese me dice.

Bien Agente Xanaddo, puede pasar. Disfrute de la fiesta.
Gracias.

Y entro en el palacio, pero que extraño, esta todo en silencio, mirando al centro de la sala, y allí hay una niña pequeña, tirada en el suelo, con copas rotas a su alrededor, al parecer a tropezado con el camarero. Yo simplemente observo la escena, mientras me pierdo entre la gente buscando algo de buen vino para beber.

por **Clodette Landman** Mar Feb 19, 2013 10:46 am

- Sí, sí estoy bien, gracias señorita.- Estaba avergonzada, ahora era el centro de atención de la sala y acababa de hacer el ridículo, el chico rubio me miraba mientras le decía algo a su amiga y se reían. Pero lo peor de todo era que podían descubrirme, el señor seguía preguntando por mis papas y mis papas no estaban en la sala. Verían que me había colado, debía marcharme lo antes posible pero era difícil en la situación en que me encontraba. El camarero se levanto y empezó a recoger el desorden, y la música volvió a sonar. Suspire aliviada al ver que la gente volvía a sus aceres. Pero el peligro aún no había pasado; la mujer que me había ayudado a levantar muy amablemente me pregunto:

- ¿Cómo te llamas? ¿Y tus padres?-

- ¿Coralie señora, mis papas están por aquí la fiesta, ahora iré a buscarles no se preocupe.- Mentí intentando deshacerme de aquella mujer cuanto antes para poder irme. Entonces la mujer hizo un gesto con la mano levantada llamando la atención de los policías para que viniesen. El pelo de la nuca se me levanto cual gato cuando ve un perro. Los policías se hacercaron.

- Disculpen, les importaría encargarse de Coralie, se ha perdido y esta fastidiando mi fiesta, aquí los niños no estaban invitados si no recuerdo mal.- La amabilidad de aquella señorita había desaparecido, parecía era la encargada de la fiesta o algo así.

- Claro no se preocupe, nosotros nos encargamos... Vamos niña.- Uno de ellos me agarro bruscamente del brazo y me arrastro entre la gente hacía algún lugar, si hubiera querido de un golpe me habría desecho de ellos pero tenia la esperanza de que me llevarían a un sitió más solitario donde yo podría mofarme de ellos.

por **Zirano Xanaddo** Mar Feb 19, 2013 12:08 pm

Veo como la niña se levanta, y se limpia el vestido. Dice algo y la mujer con la que habla llama a alguien. Yo mientras seguía buscando algo de vino. La música vuelve a sonar, y todo vuelve a la normalidad.

Entonces veo como se acercan dos policías, somos muchos agentes en la comisaria, pero creo conocerlos a todos. Todos y cada uno de ellos entreno conmigo para ser policía. Y no logro reconocerlos. Intento oler el ambiente, y de esa dirección me viene una aroma conocido y extraño al mismo tiempo. Y los policías la sacan de la sala con demasiada brusquedad a mi vista. Por lo que decido seguirlos, tengo que asegurarme de que sean policías realmente, ningún niño o niña sufrirá en estas calles mientras yo este aquí, pensé.

Comienzo a pasar entre la gente, hasta llegar a la puerta por la que salieron. La cruzo y miro a mi alrededor.

por **Clodette Landman** Mar Feb 19, 2013 1:16 pm

Me llevaron hacía una habitación con un montón de estanterías llenas de libros, un piano y un escritorio, me recordó en seguida al despacho de mi papa. Nunca me dejaba entrar porqué no quería que le tocara los libros ni le desordenara las hojas, pero cuando no estaba siempre entraba i tocaba el piano, aunque no sabía hacerlo. Fue entonces cuando me compro uno para mí y vino un profesor a darme clases de música. Pero yo seguía entrando a su despacho porque era bonito y era suyo.

- Siéntate aquí.- dijo uno de ellos lanzándome en un sillón, los otros dos se sentaron uno en cada esquina de la mesa con los brazos cruzados. Me los quede mirando con cara de inocencia esperando para atacar, podía notar una ligera sensación de peligro… estaban tramando algo malo contra mí y me defendería.

- ¿Como se llaman tus papas?- No sabía que contestarles, no conocía a nadie en la sala y si me inventaba un nombre me descubrirían.

- No lo sé, yo los llamo papa y mama.-

- Ya veo, y tu apellido cual es.-

- Lourent.- Dije sin importarme mostrar mi verdadero apellido ya que de aquella noche aquellos dos policías no saldrían con vida.

- Los Lourent no tienen ninguna hija murió hace 4 años.- contesto el policía. ¿Conocían a mis papas? ¿Estaban en la fiesta? Me quede con los ojos abiertos ante la sorpresa, estaba estado de shock. Podrían haberme visto. - ¿Sabes que creemos yo y mi amigo Coraline? Creemos que te has colado en la fiesta, y esto no está bien. - El otro se limitaba en asentir las palabras de su compañero.- Por eso te vamos a castigar.- Cuando salí de mi estado de shock el policía tenía una mano encima mi muslo y otra rodeando mi cuello. Podía sentir sus malas intenciones como si fuera una alarma de fuego. Era el momento de irse.

Pegue un grito y de un empujón lance al poli que se estampo contra una de las estanterías haciendo caer unos cuantos libros. Saque mis colmillos mostrándoselos al otro a punto de lanzarme encima suyo para desangrarlo, pero de golpe alguien abrió la puerta.

por **Zirano Xanaddo** Mar Feb 19, 2013 3:00 pm

Veo como los policías entran en una habitación. Me puse al lado de la puerta y en silencio comencé a escuchar usando mis sentidos aumentados. Logro escuchar toda la conversación. Hasta que escucho el gritito de la niña. Y un fuerte golpe. Al escucharlo, un fantasma del pasado volvió entre mis brazos, era ella, aquella niñita, la sangre de la cual, fue la primera que yo probé. Estaba ahí entre mis brazos muerta. De repente ese olor de nuevo. Me hizo reaccionar. Y abro la puerta de golpe.

-Que es lo que pasa aquí!!! Digo con tono firme y imperativo. A la vez que observo la escena. Uno de los policías esta en el suelo al lado de la estantería, atontado. y el otro con cara de asombro mirando a la niña, cuando la veo, veo sus colmillos expuestos, su cara es muy agresiva, aunque realmente se le veía muy asustada.
Uno de ellos me mira, y su cara cambia a despiadada complicidad.
-Lo siento pequeña, pero el agente Xanaddo, sabrá que hacer contigo. Dice al verme, al final resulto ser un policía. Este coge al otro compañero o ayuda a levantarse y salen de la habitación.
Yo miro a la niña, miro esperando que cierren la puerta, y levanto un poco el labio, enseñando mi colmillo, pasando la lengua por su superficie.

-Estas bien pequeña?- Le digo intentando ser lo mas amable posible.

por **Clodette Landman** Miér Feb 20, 2013 2:06 am

Se dejo caer de rodillas al suelo, había tenido demasiadas emociones aquella noche... demasiadas emociones para una niña; el desastre del baile, los policías y la que más la trastornaba era el hecho de que sus padres estaban cerca. Y ahora aquel extraño policía vampiro había dejado escapar aquellos dos. Sabían su apellido, conocían a sus padres y habían visto que era una vampiresa. Si manejaban adecuadamente aquella información o llegaba a los oídos de su padre podrían ponerla en un buen problema. Coraline estaba asustada, asustada por sus padres y sobretodo triste, ¿que clase de padres persiguen a su hija para matarla?. Aun que es algo inexplicable ella lo entendía, entendía que quisieran acabar con ella porque se veía como un monstruo, un monstruo que acabo con la vida de su hermano.

Lagrimas de sangre empezaron a recorrer sus mejillas manchando su pálida y blanca piel. A pesar de su condición de vampiresa su corazón era débil como el de una niña.

El policía vampiro me pregunto si estaba bien, no le respondí, estaba enfada con él porqué había dejado escapar aquellos dos y estaba enfadada conmigo porque nunca me salia nada bien. Podía notar como mis asquerosas lagrimas de sangre recorrían mis mejillas y caían al suelo manchandolo. No me gustaba llorar, la primera vez que llore y vi como salia sangre de mis ojos me asuste mucho y aun me incomodaba pero ya no podía contenerlas más.

por **Zirano Xanaddo** Miér Feb 20, 2013 5:40 am

Hacia mucho tiempo que no veía a un vampiro llorar ante mi, eso y las lagrimas de sangre de la pequeña me hicieron salir mi lado protector. Siendo suave, saco un pañuelo de mi camisa, y limpio sus lagrimas. y mientras le sonrió sensualmente, le digo:

-Mi pequeña dama, deje de llorar por favor. Tus papas están en la fiesta verdad? entonce hace poco de tu conversión verdad?- Le pregunte susurrándole, mi voz suena muy protectora y varonil. Y sumándolo con el susurro solo para ella. El ambiente de estrés iba desapareciendo poco a poco. Al menos es lo que yo estaba intentando.
No se por que llora esta niña, pero la conversación de antes. Después de cavilar unos instantes, y después de que ella me conteste a mi anterior pregunta, le realizo una nueva pregunta, intento que se sienta cómoda conmigo. Tratándola dulcemente como la niña pequeña que es.

-Dime, pequeña por que viniste tu sola a esta fiesta. No quiero ni pensar lo que podría haber pasado si no llego a venir. Oh my god!- Le digo soltando una carcajada, pero siguiendo susurrando. Y permanezco atento serio a lo que me diga.

por **Clodette Landman** Miér Feb 20, 2013 2:46 pm

Aquel señor parecía ser bueno, no notaba ninguna señal de peligro en él y eso me hacía confiar. Al fin y al cabo los dos éramos vampiros así que quizá él podría entenderme y ayudarme. Sí hablaba con él… si le explicaba lo que ocurría…

- Creo que sí señor, pero no deben saber que estoy aquí. He sido una niña muy mala y mis papás ahora quieren matarme. - Dije entre sollozos mientras me secaba las lágrimas con el pañuelo que me había ofrecido ahora teñido de rojo. - Yo solo he venido a bailar, porqué nunca he estado en un baile pero como soy pequeña tuve que colarme para poder entrar. Pero tengo 18 años realmente, se lo prometo.- Dije como si el hecho de que tuviera esa edad pudiera justificarlo todo.- Entonces me descubrieron los policías y todo salió mal. - Me acerque más a él y le cogí una mano al policía.- Pero señor aquellos policías eran malos, créeme puedo saber cuando alguien es malo. Querían hacerme daño, debemos cogerles.- Intente convencerlo mirándole con los ojos bien abiertos. estaba segura de poder seguirlos el rastro, tenia su olor grabada en mi mente. Tarde o temprano los acabaría encontrando aunque aquel señor se negara a ayudarme.

por **Sean O'Rouke** Miér Feb 20, 2013 9:55 pm

La luna estaba colándose entre medio de las nubes y esto solía ser un mal presagio, si me preguntas porque... la verdad no tengo una verdad comprobada, pero así era normalmente. Vestía con un smoking porque había una fiesta en el palacio Royal, era preciso que fuera y estaba conforme con ello, desde mi estadía en L'Bellle France no había dejado de asistir a los lugares mas prestigiosos y sutilmente encantadores que las ciudades mas concurridas me ofrecían. Era un deleite hacerlo y digo que era necesario porque los acuerdos mas importantes a nivel negocio se coordinan en estas fiestas. A veces surgían cosas mas importantes fuera de la apertura de negocios, pero a considerar por la luna entre las nubes, dudaba un poco de ello.

El carruaje frenó bruscamente en la puerta del palacio, el cochero había estado algo disperso en estos días, algunos problemas económicos lo aquejaban pero no se animaba a preguntarme por un aumento porque aparte, lo consideraba algo impropio. Algo que realmente no debía ser así. Realmente iba a pensarlo, la bondad no era de mis características, pero no era necesariamente una cuestión de bondad lo que podía hacer por él, sino mas bien era una cuestión solidaria. De todas formas lo pensaría.

Presenté mi invitación en la entrada y entregué mi saco en el vestíbulo, el ambiente estaba caldeado, los mozos se paseaban por todo el salón ofreciendo pequeñas delicias agridulces y copas con diversos líquidos, algunos de buena calidad y caros vinos y otros mas simples como jugos. Por aquí no pasaba la atención mayor ya que las miradas buscaban una puerta en el fondo oscuro de la sala donde minutos antes de mi entrada se había producido un forcejeo seguido del violento cierre de la puerta. Traté de no darle importancia como tampoco dársela al vampiros que se había cruzado medio salón para seguir de cerca este acontecimiento.

Aunque no resto que llamó poderosamente mi curiosidad la presencia de otro vampiro en el lugar, el cual no vestía de fiesta sino que por el contrario estaba vestido con traje de trabajo de seguridad. ¿Qué estaría haciendo aquí?, un dramático saludo me distrajo de repente cuando Louise Belfonte se acercó a saludarme al verme medio perdido entre la multitud. A esta dama la había conocido hace ya unos años cuando apenas era la hija de un terrateniente rico en las afueras de Francia. Yo estaba extendiendo un poco los negocios familiares y propios actualmente y ella poseía una gracia propia de las damitas pero a su vez no tenia ningún interés en llevar los negocios familiares, cosa que debió hacer al enfrentar la muerte de su padre pocos años después. La fatalidad acontecida le había dado una fuerte actitud y gran determinación para conducir el destino de la empresa familiar que acondicionó a sus necesidades.

-Querida Louise, Cherie! ¿Cómo has estado cariño? - La dama respondió con su habitual desenvolvimiento de manos y altibajos en su voz. Era un encanto a la vista, aunque siempre se notaba su desconformidad de ser ella quien lleva la empresa. No era una tarea para la que estaba apta y tampoco quería estarlo al parecer. Mantuvimos una breve charla hasta que de reojo veo al policía irrumpir en la habitación contigua sin golpear antes y termino por colmar mi paciencia a la curiosidad. Al breve instante salen dos policías mas de adentro y se juntan con la organizadora de la fiesta Rochelle, mientras ella empieza a buscar con la mirada a alguien en el salón.

Le pedí sutilmente a mi acompañante imprevista que me escoltara por el salón para conocer gente de paso. Aceptó felizmente y encaminé poco a poco hacia donde estaban los policías apostados con Rochelle. Como quien no quiere la cosa, la saludé y agradecí su invitación, la presenté a Louise que no la conocía y pregunté que había pasado.

Una niña estaba encerrada en la habitación, al parecer no estaba invitada y mintió sobre su procedencia alegando ser hija de un matrimonio que allí se encontraba. Pensé "menuda fiesta se llevará ese vampiro allí dentro" pero lo pensé bien y algo me molestó de solo pensarlo así. Una injuria a nuestras leyes mas básicas así que me disculpé y me dispuse a ingresar a la habitación, no sin antes golpear antes de pasar...

por **Zirano Xanaddo** Jue Feb 21, 2013 9:30 am

Yo permanecí en silencio mientras me contaba todo aquello, acariciaba su suave pelo rubio, intentándola tranquilizar. Y cuando dijo lo de seguirlos, me resulto una idea factible, sera mejor evitar esto, de alguna manera para que nadie salga dañado, esta niña realmente quería matarlos, y buenos o malos, son policías, y si realmente tienen planes oscuros, los atrapare y seré yo quien acabe con su vida.

Después de que la pequeña me hablara.
-De acuerdo pequeña, pero ahora cuando salgamos, tenemos que pasar lo mas inadvertidos posible, vale- pone énfasis en el vale. -Así que tu solo cógeme de la mano y me sigues, y cuando los encontremos déjame hacer a mi, de acuerdo?- Todo esto se lo digo agachándome, para que tengamos la mirada ala misma altura. Y siempre sonriendo con rostro de que todo saldrá bien. La cojo de su pequeña mano, me levanto, la miro serio, asintiendo con la cabeza, y abro la puerta.

Al abrirla ahí encuentro un tipo de tez pálida, sombrero de copa y elegante traje, y un olor extraño, ¿Es un vampiro?, estoy casi convencido de que si lo es. Pero ahora no es el momento de distracciones, observo alrededor, sujetando a Coralie dentro, y entonces los veo en una esquina mirando hacia aquí a los dos policías. Miro al tipo que estaba ante mi, y le dije. -Cuida de ella un minuto de acuerdo?- Y pongo la mano de Coralie en la del tipo distinguido, no se por que, pero sabia que estaría a salvo con él.

Comencé a caminar hacia los dos policías, colocándome bien el sombrero. cuando estoy delante de ellos, antes de que de el ultimo paso, me reprochan.
-Pero señor, esta viva!- Dice uno de ellos alzando la voz, varias personas de la sala miran e nuestra dirección.
-Si, pero compañeros, tengo que pediros un favor.- Les digo con susurros. -Seguidme- Les digo utilizando mi persuasion, y entro en una puerta lateral. Los dos policías me siguen sin inmutarse.

por **Clodette Landman** Jue Feb 21, 2013 12:28 pm

Que sea pequeña no quiere decir que no sepa cuidarme, no me gusto para nada que me dejara al margen del asunto. ¿Por qué no podía ir con él? Es que a caso pensaba que no podría apañármelas yo sola con aquellos dos. Si no recordaba mal estuve a punto de mandarlos al infierno si no fuera por su intrusión. Bufe arrugando la frente ante aquella injusticia mientras miraba como se alejaba hacía la sala. De bien seguro que lo abría seguido si no fuera porque me daba pánico volver ahí dentro. Y ahora estaba cogida de la mano de un galante señor, serio con cara de aburrido que supuestamente tenía que cuidar de mí. "Ni hablar, nadie cuida a Coralie, ella sabe cuidarse sola. " Intente por lo menos autoconvencerme de lo que acababa de pensar, ya que desde entonces las cosas no me habían salido del todo bien que dijéramos.

Adèle, siempre que nos peleábamos me decía que era una desagradecida. Cuando me ofrecía su ayuda yo siempre la rechazaba de malas formas. Ya tuve una mamá en su tiempo y no necesitaba otra, ahora podía cuidar de mi misma. Entonces ella se enfadaba y me decía que no podía salir sola, que ir a tal lugar era peligroso, que si bla bla bla… Pero yo me marchaba y no volvía hasta la madrugada. Lo peor es que la mayoría de veces que me advertía acababa llevándose la razón como me advirtió esta vez de que no fuera al palacio. Al volver a casa me esperaba medio despierta en su sillón con un libro en la mano, no podía dormirse tranquila hasta que regresaba. Yo le decía que todo había ido bien como lo haría aquella madrugada aunque no fuera verdad. Mi orgullo no me permitía reconocer que andaba equivocada. Siempre me hubiera gustado que Adèle hubiera sido vampiresa, así me podría entender mejor. El caso es que no lo era y aunque no quisiera darse cuenta había muchas cosas en las que no podía ayudarme.

Mire aquel señor de una forma desafiante, por la confianza en la que me dejo en sus manos parecía que él y el policía se conocían o eran amigos. No tenía ninguna intención de quedarme allí con él, sino podía ir a la sala escaparía por la ventana de la habitación del piano y esperaría afuera. Pero no sería tan fácil, aquel señor era un vampiro ya que en ningún momento escuche el latir de su corazón.

- Se cuidarme sola señor.- Dije soltándome de su mano. Su expresión fría, seria y serena me transmitía respeto, me recordó la expresión que ponía mi padre cuando hablaba de negocios con sus socios, nadie se atrevía a desafiarle ni a cuestionarle nada. Lo admirada y a veces fantaseaba estar en una reunión muy importante y hacer como él. Trague saliva y con un movimiento rápido di media vuelta hacía dentro la habitación corriendo en dirección a la ventana con la intención de saltar.

por **Sean O'Rouke** Vie Feb 22, 2013 9:31 pm

¿Confundido o asombrado?
Era algo intermedio quizá, aunque obviamente traté de ocultárselo a mi cara, no podía negármelo a mi mismo. La supuesta "fiesta que el vampiro se iba a hacer" no podía ser mas falsa!

Apenas había asestado el primer golpe en la puerta a modo de permiso cuando la misma se abrió junto con un levantamiento de ceja propio de la incertidumbre.
El policía tenia en sus manos a una muñeca de porcelana a medida, de esas que se venden en las tiendas de diseño, de las mas caras y bonitas disfrutadas por niñas y mujeres. O eso me parecía hasta que un haz de luz atravesó su tierno rostro. Si, tenia ternura por las niñas posiblemente por varios tropiezos en la vida que me hicieron verlas como proyectos de mujeres a cuidar cual pimpollos a punto de convertirse en flores en su madurez. Aunque esto se daba mas en las damitas cuya sangre vibraba al latido de un corazón fuerte, valiente y tentador por sobre todas las cosas. Esta en particular era un pimpollo en el jardín de la oscuridad, una flor joven que no se desarrollaría jamas. Que tortuoso. No podía imaginarlo ni podría jamas por mas años que pasen, el sufrimiento eterno de los jóvenes bebedores.

Aunque contemplaba una luz de esperanza sabiendo que quizá algún día entre medio de esta eterna oscuridad encontraría un joven vampiro felizmente consciente y aceptador de su condición de no crecer y permanecer por siempre encerrado en el cascaron de un pequeño a pesar de ser un adulto. Que cruel verdad. Pero había esperanzas aun en mi.

Retomando, el policía me observó rápida y detalladamente y me confió luego la mano de la jovencita diciendo
-Cuida de ella un minuto de acuerdo?-
De inmediato el grupo de bienvenida que me recibió en el salón posó sus ojos en el grupo en el que me encontraba. Dos bandos opuestos unidos por raras circunstancias. Este era un tablero de ajedrez humano; Rochelle, la anfitriona, miró a la niña y en silencio la despreció en solo breves instantes. El policía y vampiro se nos separó para congregarse con los otros dos agentes en una habitación contigua, dejándome al cuidado de la niña... niña?
- Se cuidarme sola señor.-
La observé con algo de gracia. Por supuesto que sabia cuidarse sola! No era una niña. Aunque así se viera. Se soltó de repente ingresando nuevamente a la sala, la seguí con la vista mientras notaba que ella hubiera querido ser parte de la acción y no solo ser tomada como una mas.
Viendo estos hechos la imité y antes que saltara por la ventana la detuve colocándome a su lado

-Cherie, se que sabes cuidarte sola pero no creo que sea necesario que te pierdas la fiesta por la intromisión de dos policías y una mujer despechada. Estoy seguro que tu amigo esta solucionando las cosas en este preciso momento.- Agucé el oído en busca de algún ruido de las habitaciones contiguas mas no lo escuché. -Porque no volvemos a la fiesta o acompañamos en la matanza, o ¿acaso tienes miedo de divertirte un poco? -

por **Zirano Xanaddo** Sáb Feb 23, 2013 10:20 am

Entre en la sala contigua al salón de baile, y observo la estancia. Al parecer esto es la biblioteca del palacio. Sus techos son altos y acabados en una gran cúpula de cristal. La sala es de unos 80 metros cuadrados, y hay estanterías por doquier, repletas de antiguos libros. El suelo es de baldosas blancas y negras, parecido a un tablero de ajedrez.

Los dos policías entran detrás mio, cerrando la puerta tras de si, y se queda la estancia en total silencio. Ambos se paran tras de mi uno al lado del otros, a unos 3 metros de mi. Me giro y los miro.

-Bien chicos, voy a ocuparme personalmente de deshacerme de la vampira, pero solo os pido que, si el capitán os pregunta, hoy no me habéis visto ni a mi ni a la vampira. Aquí no ha pasado nada. ¿Ha quedado Claro?! Les digo gritando, y con furia en mi mirada. Mirándolos a ambos y caminando hacia ellos poniéndome justo entre medio de los dos, ellos miran hacia el norte, y yo al sur. Una vez en medio de ambos, les digo mirando al mas bajito. -Tu cuéntame que es lo que ha pasado hoy aquí.- Le digo con voz suave y tranquila.

El tipo bajito me mira extrañado. -Señor? La niña vampir.... Antes de que ni siquiera acabe la frase, usando mis dos puños, golpeo con toda mi fuerza el estomago de ambos policías, Haciendo que los dos se queden de rodillas, mirándome con cara de ¿Por que? Los vuelvo a mirar. Y esta vez con la voz mas seria. -Tu cuéntame que es lo que ha pasado hoy aquí?-
Ambos se miran, y el mas alto me dice.-No a ocurrido nada aquí señor, nosotros no sabemos nada. Su voz es temblorosa. Ambos tienen sus manos en el estomago debido al dolor del golpe.
-Eso es lo que quería oír, ahora marchaos de aquí, y volved a la comisaria. Y ni una palabra a nadie, de acuerdo, o conoceréis mi furia de verdad. Y solo acabar la frase, me dirijo a la puerta con los dos policías siguiéndome. Abro la puerta y salgo.
-Buen servicio chicos.- Les digo a los policías, poniéndome la mano en mi frente para hacer el saludo policía. Los tipos sin mediar palabra, me hacen el saludo, y salen del palacio sin mirar atrás. Y sin prestar atención a nadie de la sala, empiezo a caminar, miro hacia donde deje a la pequeña Coralie y el tipo elegante. y no los veo, y la puerta de la habitación donde estuvo apunto de alimentarse la niña, estaba abierta. Acelere mi paso, golpeando con mi hombro a todo el que se me cruzaba.
-Oiga!! Vigile por donde va!! Quien se cree que es?- Dice una chica ala que golpee y casi tiro al suelo. Pero yo no preste atención, y entre a la habitación, en mi mente una imagen se formo, el tipo con pinta de vampiro, mordiendo a la niña, y golpeándola con violencia.
Entro en la habitación, y allí veo el tipo delante de la ventana, y coralie intentando huir.
Los miro a ambos.
-Gracias caballero por cuidar de la pequeña dama. Pequeña ya esta todo solucionado, nos vamos?- Le digo sonriente a la niña. -¿Por que querías huir pequeña?- Le pregunto sin dejar de sonreír.

por **Clodette Landman** Sáb Feb 23, 2013 4:18 pm

Al abrir la ventana me detuve cuando el vampiro apareció rápidamente a mi lado. Como me hubiera gustado hacer caso a su propuesta de volver a la sala, al fin y al cabo si estaba aquí era para eso, para divertirme. Nunca antes había ido en una fiesta, y des del momento había disfrutado de la música, el baile, la decoración, el lujo, los vestidos… ¡oh los vestidos que maravilla! Tan solo por el hecho de vestir con uno de ellos e acicalarse y lucir como una diva ya valía la pena presentarse. Y luego la magia del baile y la música, el cortejo con los chicos, parecía que aquello estaba hecho para mí.

Recordé al pasado cuando me ponía los vestidos y zapatos de mi mama y fantaseaba en ser una princesa, luego me pintaba los labios y los ojos y me ponía sus joyas. Ella se enfadaba mucho decía que aquello era muy caro, que no era para jugar. Ahora no veo mucha diferencia entre jugar y asistir a las fiestas, se trata de fingir igualmente que eres una princesa.

Pero una vez más mi condición física era una traba, ni siquiera tenía permitida la entrada en las fiestas y nadie quiere bailar ni conversar con una niña. ¿Siempre seria así? ¿Siempre tendría que colarme en las fiestas, ser pisada por los demás y esperar sentada en una silla a que alguien me sacara a bailar? Maldita mi fortuna.

- No puedo volver a la sala señor no estoy invitada… lo siento no puedo quedarme aquí mucho más tiempo.- La amenaza de que mis padres pudieran estar en la sala seguía presente, aunque no lo sabía del cierto no podía jugármela. Por eso debía irme antes de que fuera demasiado tarde. Él no lo entendía y tampoco tenía tiempo ni ganas de contárselo. Esperaría a fuera como un gato espera a que salga un ratón de su escondite a los policías o si más no a sus cuerpos. Debía asegurarme de que el policía vampiro se había encargado realmente de ellos. Mi vida estaba en juego.

Entonces llego él, demasiado pronto, demasiado rápido.

- No huyo señor, iba esperarte a fuera... aquí estoy incomoda.- Conteste su pregunta dirigiendo mi mirada a la sala donde parecía que la fiesta seguía su curso. "¿Por qué no huele a la sangre de aquellos dos? ¿Los ha dejado escapar? "Lo mire arrugando la frente sospechando que así era, y mis sospechas fueron confirmadas cuando des de la ventana el viento me trajo consigo el olor de sus cuerpos calientes y el latir acelerado de sus corazones. Se escapaban.

-¡Dijiste que te encargarías de ellos!- le chille furiosa señalando al exterior con el dedo y dejando mis colmillos al descubierto a causa de la ira ¿pretendía engañarme? Le confesé mi problema y aún así les dejaba libres. Estaba de parte de ellos, que ingenua. Pegue un salto y salí por la ventana, lo bueno es que ahora podría encargarme yo misma. La ventana daba a un callejón oscuro donde habían barios carruajes aparcados. Uno de los conductores que en aquellos momentos iba hacía su carruaje me miro asustado con los ojos bien abiertos dejando caer la botella de whisky que llevaba en la mano creyendo que había bebido demasiado.

Identifique la ubicación de donde procedía el olor de los policías y marche corriendo a encontrarlos tan rápido como mi nuevo cuerpo me lo permitía.

por **Zirano Xanaddo** Dom Feb 24, 2013 2:11 pm

Coralie me reprocha el haberlos dejado escapar. Yo no puedo matar a mis compañeros de oficio, jure proteger esta ciudad y los que viven en ella. Yo les enseñe todo a esos policías. Aunque no los recuerdo, ya que han sido muchos los que eh entrenado. Entonces veo como la niña salta por la venta. Yo me asomo, y veo como cae, olfatea el aire y empieza a correr.
*Esta chica los va a matar. Debo detenerla.* Salto por la ventana, cayendo doblando las rodillas y apoyando una mano en el suelo. Y veo a Coralie corriendo. Comienzo a correr detrás de ella, es veloz, me cuesta alcanzarla, entonces cuando estoy a apenas un metro de distancia allí están los dos policías, a dos calles de distancia. Miro a mi alrededor asegurándome que no me vea nadie. Y estamos en una calle bastante oscura, y sin nadie observando. Entonces doy un salto con toda mi fuerza y agilidad, para coger a Coralie, abrazándola desde la espalda y levantándola.
-No puedes matar a mis compañeros. Le digo al oído. Si se mueve, aprieto un poco mas los brazos para que no pueda escaparse. -Esos policías, piensas que ya te eh matado. Y me he asegurado, de que no digan nada de lo ocurrido esta noche, y te aseguro que no hablaran por la cuenta que les trae. A cambio, quieres beber de mi cosecha humana?- Le digo soltándola en el suelo. -Entonces vendrás conmigo?

por **Sean O'Rouke** Dom Feb 24, 2013 8:51 pm

La situación se había vuelto algo extraña. Mientras observaba sus ojos de niña sabia que por dentro se estaba debatiendo entre quedarse y no poder hacerlo. Era una verdadera pena saber que una traba importante se lo impedía, su sueño era ser parte de este tipo de fiestas.
La puerta volvió a oscurecerse con la presencia del otro vampiro nuevamente, lo observé mientras se mostraba preocupado. Sus compañeros estaban en las afueras ya. Lo sabia porque estaban hablando entre ellos y algo asustados volviendo a sus actividades. Me supuse que se les había perdonado la vida solo por una cuestión de códigos. No podía esperar menos de un oficial así que no lo vi mal, en cambio la niña se notó de repente furiosa ante esta situación y saltó hacia los callejones donde no había mucho movimiento. Me quedé de todas formas observando que pasaba, mientras el oficial saltaba de la misma forma por la ventana siguiéndola para prevenir un problema mayor.

Respiré mientras contemplaba la luna sentado en el umbral de la ventana. Tenia interés en saber que habría sido de estos dos, pero tenia la certeza que volvería a encontrarme a estos dos por las oscuras noches parisinas. Una ráfaga de viento me interrumpió mientras el umbral de la puerta volvía a oscurecerse solo que esta vez la luz era opacada por una dama de largos cabellos.

-Louise! ¿Todo esta en orden?- pregunté mientras dirigía mi mirada hasta ese punto oscuro de la habitación. No había tenido tiempo de ver detalladamente el lugar pero me atraía el color granate de las paredes, me recordaba a mi antiguo hogar. Decidí de pronto que optaría por ese color para el estudio de mi nueva casa.

-¿Qué ha pasado? Cuéntame!- dijo mientras extendió una de sus manos tomando la mía y conduciéndome a la fuerza nuevamente hasta el salón.

por **Clodette Landman** Mar Feb 26, 2013 5:36 am

No podía enfrentarme contra él, su fuerza era superior a la mía. Me rodeo con sus brazos y no me dejaba moverme, la rabia y la impotencia por no poder hacer nada me quemaba por dentro. Podía verles como se alejaban lentamente ignorando el peligro. Por mucho que intentara convencerme con sus palabras, que ahora carecían de credibilidad para mi, no abandonaría. Aquellos dos policías acabarían muertos, si no podía ser esta noche seria otra. Él no podía entenderlo, puedo percibir el peligro y percibí las malas intenciones de aquellos hombres hacía mi, quisieron hacerme daño.

No quiero nada de su cosecha, suéltame!-. Dije pegando patadas y intentando golpearlo con los brazos. No tenia sed. - Los dejare en paz pero suéltame de una vez.- Mentí.

Cuando el rastro de los dos policías parecía que se había desvanecido por fin, me soltó. No estábamos muy lejos del palacio, solo a tres calles. Una distancia ahora insignificante para mi, incluso des de ahí podía escuchar perfectamente las risas, la música y el ritmo de la fiesta. No tenia ninguna intención de quedarme ahí mucho más tiempo, debía decidir que hacer. No habían pasado muchas horas de la medianoche y aun me quedaba noche para aprovecharla. Volver a casa no era una opción que me complaciera en aquellos momentos, volví a centrar mi oído en la fiesta que prometía ser de lo más divertida. Deseaba volver pero me aterraba la posibilidad de que mis padres estuvieran ahí.

En aquellos segundos tenia un intenso dilema; ir y arriesgarme a que estuvieran mis padres, aceptar la oferta del policía o volver a casa y aburrirme toda la noche. Las risas y la música de la fiesta eran un tormento, parecía que intentaran convencerme para que volviera. Ahora conocía a alguien allí y ademas también era vampiro quizá si fuera con él o con el policía nadie me diría nada.

-¿ No debería volver al trabajo?- Le pregunte mientras me ponía bien el vestido y comprobaba que mi pelo no se hubiera despeinado mucho. Iba a volver y me lo pasaría bien tal y como había planeado al crepúsculo. Sí, me arriesgaría, pero siempre podría huir en caso que fuera necesario.

- El que no arriesga a un fracaso, nunca conseguirá una victoria.- Dije sin venir a cuento al policía que no pareció entender el porque de aquella frase en aquellos momentos. Esta frase solía decirla mi buen amiga Adèle antes de aventurarse a un lugar peligroso para resolver uno de sus casos macabros.- Voy a volver... ¿Me va a acompañar al baile Messier?.- Pregunte con un tono bromista ofreciéndole mi brazo como si fuera una señora. Si no recordaba mal la ventana del despacho había quedado abierta, podría volver a entrar por ahí.

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