La infancia viste de pieles.(privado)

por **Drittsekk** Miér Sep 13, 2017 5:45 am

Aquella mañana habíamos decidido ir a darnos un baño al rio de la zona mas alejada de los bosques. Padre nos acompañaba así como Ulf, así que no dudamos en ir a las caballerizas y disponer de nuestras cuatro monturas poniendo rumbo entre risas hacia nuestro destino.

Sol se puso al galope sobrepasando mi caballo con rapidez juguetona mientras su pequeña y dulce voz resonaba en mis oídos.
-¡A que no me coges!
Apreté mis rodillas y Aelini se puso en marcha al galope, desde luego pensaba aceptar su reto, una sonrisa ilumino mi cara, al ver como Aelini le ganaba terreno a su caballo.
Apenas unos metros nos separaban cuando apoye mis pies en la grupa de mi yegua y soltando despacio las manos me puse en pie sobre ella, tomando impulso abalanzándome sobre Sol que me miraba atónita, antes de encontrarse con mi cuerpo en el aire y caer ambos juntos rodando por el suelo.

Despegué despacio mi cuerpo del suyo, mientras la miraba a los ojos y sonreía pícaramente.
-Te pille.
-Eres un bruto –dijo mientras apartaba mi cuerpo del suyo apoyando sus manos en mi pecho- levanta.
Me hice el remolón solo para enfadarla me encantaba discutir con ella.
Sol dejo sus manos caer sobre la hierba mientras clavaba sus ojos en los míos.
-Te rindes –le dije
-nunca –contesto desafiante sin apartar la mirada.

Pronto padre y Ulf llegaron a nuestra altura.
-Venga niños –dijo mi padre entre risas mientras bromeaba con Ulf - dejaros de juegos.
Me levante obediente y le tendí la mano a Sol para ayudarla a incorporarse, esta la cogió con dulzura y apoyando su pie en el mío tiro de mi con un golpe seco haciéndome caer de nuevo sobre la hierba.
-Ves como no me rindo –sonrió mientras se ponía en pie alegremente dejándome en el suelo.
De un rápido salto me incorpore y corrí hacia Aelini que tras mi orden me permitió montarla.

por **Soleil** Jue Sep 14, 2017 1:44 am

Lo que más me gustaba de las excursiones, eran los largos paseos a caballo. Las carreras se volvieron algo normal entre Dritt y yo. Éramos con diferencia, los que mejor montaban de todos los demás niños. Sirius y Valeska se dedicaban más a la magia, Fiolett y Orn eran los que intentaban siempre alcanzarnos pero...nunca lo conseguían. La sensación de que el viento golpease mi rostro, mis ojos se cerrasen dando paso a esa completa libertad...como si realmente flotase.

Las risas infantiles hicieron eco en el lugar, mi respiración acelerada por el esfuerzo me dejaba la boca seca. Podía oír la risa traviesa de mi amigo de juegos, desafiarme tan solo con eso. Lo que pareció una aparatosa caída, las risas cómplices terminaron con una falsa alarma que tanto el señor Cannif como Ulf respiraron aliviados. Desde que apenas nos podíamos tener en pie, siempre acabábamos haciendo trastadas.

-Uhhh sales corriendo como una niña ¿te he asustado? -murmuré al pasar por su lado, mi sonrisa no desaparecía del rostro en ningún instante. Esa mañana iba a enseñarle un lugar nuevo después de que entrenase con los demás, lo descubrí en uno de mis paseos con la señora para recolectar distintas flores , en el Norte había tantas que fascinada las recogía para nuevos perfumes. Me gustaba verla caminar observando la naturaleza, dejándose llevar por su olfato experto.

-Cuando dejes de dar espadazos al aire, te enseñaré un sitio pero ¡no se te ocurra decírselo a nadie! Ni a Orn, que es un chivato -monté mi caballo hacia el claro, los demás buscaron un lugar para empezar el entrenamiento, siempre les observaba e imitaba con una de las ramas que me encontraba al paso, era divertido dar estacazos...saber dónde atacar. Con simplemente observar y entrenar a mi manera, digamos que también era parte de aquel pequeño ejército.

Con mi cesta repleta de moras silvestres, observé unos minutos a los presentes. Me comí alguna que otra, el color morado de la fruta...le daban a mis labios un tono rosado, como si estuviesen maquillados. Le hice un gesto a Dritt con la mano mientras los demás iban a refrescarse, en mi camino me había topado con algo maravilloso y él iba a conocer mi secreto.

-No está lejos, a unos metros...hay que andar un poco pero no te quejes, valdrá la pena -sonreí radiante y me fui alejando, esperando que me siguiera. Entre la maleza, bromeamos e intentaba darle con alguna que otra rama. Aparté una cortina de madreselva, una pequeña cascada con agua cristalina, árboles con un sin fin de frutas variadas...este lugar seguro le gustaría pero por una razón obvia...la altura -¿Te imaginas, Dritt? Saltar desde allí arriba...¿cómo se sentiría? -le reté, volvía a comenzar una nueva aventura.

por **Drittsekk** Jue Sep 14, 2017 10:07 am

En muy poco tiempo estuvimos allí, la imagen de aquel lugar era preciosa, la hierba verde crecía rodeada de flores de innumerables colores, y un pequeño riachuelo de aguas cristalinas le ponía el broche final, a una vista inmejorable. Desmontamos de los caballos con rapidez y corrimos hacia el rio.

Sol me perseguía de cerca entre risas sacudiendo su rama a modo de espada.
Al llegar a la orilla me quite las pieles, y las deje en la orilla, sobre ellas coloque la camisola, me senté en la húmeda hierba para quitarme las botas.
Sol hizo lo mismo tras despojarse de su camisola, quedándose con unos cortitos pantalones de lino.

Los guerreros nos miraban tranquilos mientras charraban de sus cosas, aunque de sobra sabia que estaban atentos al menor sonido, o movimiento, eran buenos guerreros, fieles a mi padre.
Padre les había pedido que nos vigilara un pequeño séquito pues la guerra con Randulf bien podria cobrarsenos como victimas.

Los dos corrimos hacia el agua y pronto acabamos completamente mojados, mientras chapoteamos juguetones.
Después de un buen rato de juegos y risas, salimos del agua.
Y nos tumbamos en la hierba para secarnos con el sol.
Mire a Sol que escurría su pelo negro mientras lo entrelazaba con facilidad con una cinta de cuero.
-me encanta este lugar –dijo sonriendo.
Cogió dos flores moradas y se las engancho en el pelo, enredándolas entre la trenza.
-¿Qué tal me quedan? –me pregunto.
Le sonreí
-Pues no se –respondí -como flores en la cabeza -apunté con picarda.

Sol fruncía el ceño, era una niña presumida y preciosa ciertamente aun que no se lo dijera.
Mi mirada siempre se perdía en ella cuando no se daba cuenta peor tampoco es que se lo dijera, supongo que con mi edad esas cosas daban vergüenza, así que me limitaba a molestarla sin mas para acaparar su atención, el juego del gato y el ratón.
-Un día me casaré contigo -dije con seguridad de forma engreída.

por **Soleil** Sáb Sep 16, 2017 3:46 am

Los juegos en el agua nos llevaron un buen rato. No se me quitaba de la cabeza, lo alto del acantilado...¿cómo sería lanzarse desde allí? Dritt era mucho más impulsivo, si hubiese querido ya se habría tirado y seguramente no dejaría de hablarme de ello una y otra vez. La infantil sonrisa, no desaparecía de nuestros labios, un descanso bien merecido antes de volver a entrenar.

-¿Qué día? Hay muchos -rompí a reír por mis palabras, mi sonrisa no desaparecía del rostro ni un instante, me ruboricé sin poder evitarlo, oírle decir ciertas cosas me agradaban...él para mí era especial de los demás, era mi familia y al mismo tiempo no lo sentía así. Entre nosotros siempre hubo algo diferente, único. -Cuando seas el mejor guerrero de todos, ese día será -sonreí pero la verdad es que solo esperaba que ocurriese, le ofrecí mi mano para que la tomase y tiré de él.

-¡Vamos! Te reto a subir a lo más alto, nunca lo he intentado...tampoco me dejan ir sola a ninguna parte. -me encogí de hombros y yo misma tomé su mano para llevarlo donde deseaba, mi risa hizo eco en el lugar. Sonreía tomando con fuerza su mano... sintiéndome capaz de hacer cualquier cosa. -Mira , Dritt casi hemos llegado. Creo que desde aquí se ve toooooooooodo el norte, o al menos una parte importante. ¡podemos gritar lo que sea y verás como retumba entre las montañas -

cuando llegamos a la cumbre, mis ojos se perdieron en el paisaje, era impresionante...me encantaba el Norte, era un hecho. Di un par de saltitos de satisfacción, le estaba mostrando un lugar que no conocía y eso para mí...era un secreto que contarle.

-¡SE VE EL CASTILLO ENTERO! ¡Mira que pequeños se ven todos! Ni saben que estamos aquí. -sonreí ampliamente, dejando escapar un largo suspiro, el agua caer me relajaba, no dejé su mano, enredé mis dedos en los de él inconscientemente -¿Te atreves? -un nuevo reto, una nueva exploración, siempre de su mano.

por **Drittsekk** Dom Sep 17, 2017 9:47 am

La mire de forma engreída al responderla cuando la desposaría, evidentemente cuando fuera el mejor guerrero.
-Seré leyenda como padre, mi nombre sera susurrado por el viento como el suyo, entonces y solo entonces seras mi mujer -le dije dejándome guiar por su mano mientras los dos nos reíamos subiendo la escarpada montaña para llegar al precipicio que moría en el lago con un enorme cascada.

Le saqué la lengua cuando me retó a lanzarnos, por supuesto que yo era valiente, decidido y si no un inconsciente, peor no lo pensé y ates de que acabara su frase me lancé como un loco.
Los hombres de padre que no esperaban mi soberbia no estaban preparados y al verme en el aire ahogaron un rugido de seguro pensando que si algo me pasaba padre les cortaría el cuello a ambos.
Uno cazó a Sol mientras el otro veía mi caída libre mientras movía mis brazos tratando de aferrarme a algo de forma inútil.

Joder, el aire golpeaba mi cara, bajaba a toda velocidad y daba miedo, claro que no tanto como cuando mi cuerpo impacto de forma abrupta con las gélidas aguas norteñas, la espuma blanquecina me engullo, las piedras acariciaron mi cuerpo con rudeza y sin saber donde pues estaba desorientado solo veía la oscuridad de ahí abajo.

Luchaba por emerger por la corriente me empujaba hacia el fondo enviándome contra las rocas.
Gruñía negándome a sucumbir a la muerte, gruñía sin rendirme hasta que no se bien como logre sacar la cabeza dando una profunda bocanada de aire que llenó mis pulmones salvándome así la vida.
Sangre resbalaba por mi rostro pero no pude evitar ladear la sonrisa consciente de que esta era la primera batalla que le ganaba a la parca y que sin duda no seria ni de lejos la última.

A la orilla llegaba una jadeante Sol y los dos soldados que a nado iban en mi busqueda, estaba herido, cansado y con la ropa mojada pero al llegar frente a Sol le dediqué una picara sonrisa.
-Ves, si me he atrevido -susurré temblando

por **Soleil** Lun Sep 18, 2017 3:44 am

Sonreí ampliamente al oír cada palabra que salía de sus labios porque yo también lo creía, siempre lo hice. No solo sería leyenda, daría una lección a todos aquellos que dudaron alguna vez y no hacían otra cosa que juzgarlos. No hizo falta que se lo dijese, para mí era el mejor de todos los niños guerreros, estaba segura que el señor también lo creía además...creo que el parecido era más que evidente.

Fue inevitable que me sonrojase, quería que fuese su compañera en el futuro y lo cierto es que a mí nada me gustaría más. No era necia, sabía que otras niñas no hacían más que buscarle para luchar o pasear. Los padres de éstas pronto actuaban con apartarlas de él por ser el nombrado bastardo, no ser digno ni tan siquiera para jugar, al fin y al cabo éramos niños. Y yo, de su mano, tomaría su mano hasta que él se cansase de mí.

Mi sonrisa iluminaba todo el lugar, más cuando se atrevió a desafiar y lanzarse sin más. No pude creerlo, estaba alto...mucho y podía ocurrir alguna desgracia . El corazón se me detuvo de golpe, me pude zafar del agarre de los hombres que nos custodiaban, hice el amago de ir a buscarle...lanzarme a por él pero me lo impidieron. Drittsekk, no creí que fuese capaz, ambos sabíamos que era peligroso...pero poco le importó a aquel loco.

Bajé corriendo por el sendero, ese camino que antes habíamos seguido. El corazón iba a salirse de mi pecho, como le pasase algo... como así fuese, no podría sentirme más culpable, la sola idea de perderlo me abrumaba. Cuando llegué, el impacto en el agua me detuvo el corazón, negando con la cabeza, esperé a que resurgiese, saliese pero pasaban los segundos y no lo hacía hasta que un grito salió de mis labios al verle aparecer, ese maldito idiota...

-¡ERES UN INCONSCIENTE! -mis lagrimas no tardaron en aparecer pues la impotencia que sentía ahora mismo, el hecho de pensar haberlo perdido... y no pude evitarlo, lo abracé contra mí, hundiendo mi pequeño rostro surcado de lagrimas en su cuello. Me había asustado, creí...-No vuelvas a hacerlo ¿me oyes? Fue un juego estúpido y...-me mordí los labios, asegurándome de que no le pasase nada, examinando su rostro con mis pequeños dedos -¿Estás bien? -dejé un beso en sus labios, apenas fue un roce, me sonrojé tanto que me quedé sin palabras, desviando la mirada... me asusté tanto...

por **Drittsekk** Lun Sep 18, 2017 10:33 am

Ladeé la sonrisa de forma engreída cuando me beso en los labios hundiendo de nuevo su cabeza en mi cuello fruto de la vergüenza.
No podía evitar que la situación me resultara francamente divertida, ella me había retado y debería de saber que a un vikingo no se le reta a ser valiente, lo es y punto.

Los hombres de padre se reían revolviéndome el pelo, supongo que tras el susto y ver que estaba vivo tampoco es que fueran a recibir un gran castigo, mi hermano Niels se tiró desde el mismo siendo bastante mas pequeño, claro que a él casi le cuesta la vida de no ser porque Lakme lo sacó de las gélidas aguas.

Aparté su pelo del rostro mirando sus pardos llenos de lagrimas, por mi rostro caía sangre dándome un aspecto fiero, sangre que había manchado su vestido, aunque no parecía importarle en absoluto ese detalle.
-No debería darte vergüenza, de seguro ya tendrás el periodo, eres mujer y yo un hombre -dije altivo -podríamos mantener ya relaciones.

Los hombres de mi padre se reían escuchándome, pero era cierto, tampoco era tan raro, en nuestra cultura el sexo no era pecaminosos y se empezaba pronto, en breve padre empezaría a llevarme a la guerra, en ese momento seria un hombre.
Alcé la barbilla orgulloso mientras uno de los hombres iba a por aguja e hilo a las alforjas de su montura.
Allí mismo curó mi primera herida de guerra, una marca enmarañada en la parte alta de la frente perdida entre el pelo.

Sol miraba atenta como corría el hilo, me esforcé muy mucho de no emitir quejido, los vikingos no sentimos dolor, bueno, yo sentía como si me hubieran dado una paliza y la aguja francamente era molesta, pero bueno...esto no me llevaría ni de lejos al Valhalla.
-¿otro beso?

por **Soleil** Lun Sep 25, 2017 2:38 am

Fue una situación desesperada, realmente...pensé que no salía de esta pero solo con el simple hecho de lucir aquella brecha con semejante caída...era un claro ejemplo de que sería un guerrero. El mejor de todos, estaba tan segura de ello. Siempre lo admiré, apenas una niña sí...pero él me gustaba demasiado, él me arrancaba la más sinceras de las sonrisas y la más amplia. Sus ojos vivos me miraban como si nada más existiese, aún en mi cabeza resonaba esa frase “Un día me casaré contigo”.

Sin perder la sonrisa, le di un pequeño bofetón y aceleré el paso para volver a casa. Los demás ya seguramente estarían allí, comiendo y bebiendo todo a su paso. No le besé, ni siquiera sé porqué lo hice...la amargura de pensar que lo perdí en la caída me atormentó. Mis ojos oscuros no se apartaron de él en todo el camino, bromeaba con los hombres...describiendo la caída y lo que sintió. Fue valiente, siempre lo fue y yo una cobarde por el simple hecho de rehuirlo, no se diese cuenta de cómo lo miraba en completo silencio.

Cuando llegamos, cada uno tomó su camino...el mío las cocinas y el suyo con sus hermanos. Pronto le preguntarían por ello. Me dispuse a servir con las demás criadas y cuando terminé, comí con los criados. Lo hacía porque quería, podía comer con ellos pero ya escogí mi camino y no quería ser una señorita , si no servir en la casa...sentirme útil.

Tras terminar mi jornada, salí al patio donde oí choque de acero, me asomé con mucho cuidado hasta que vi a Dritt entrenar con el señor Erlend, a ese hombre le tenía especial afecto porque ayudaba a mi Drittsekk a hacerse el mejor guerrero de todos. Reí cuando cayó al suelo y el vampiro se fue, ni me molesté en esconderme...me tiré sobre él haciéndole cosquillas, si le dejaba dormir ahí , cogería una pulmonía.

-¿Te duele? -di con el índice en la herida, seguramente arrancándole un quejido -Tendrás herida de guerra para siempre. ¿Y mi beso? Devuélvemelo. No ha sido devuelto, así que si es así es porque no lo quieres -tonterías, me avergonzaba tanto, sonrojada, me levanté...mirándole fijamente a los ojos.

por **Drittsekk** Lun Sep 25, 2017 6:32 am

Nada mas Erlend se largó del patio de armas Soleil entro en combate dispuesta a hacerme cosquillas y proclamarse vencedora de esta gesta.
Reía sin poder evitarlo, rendirme no era una opción así que la levanté de la cintura y la dejé caer a un lado trepando por su piel y sujetando sus manso por encima de su cabeza sujetándolas con una mano.
-¿entonces?¿ya ves en mi al héroe que te he demostrado ser? -dije altivo lanzandole un mordisco que casi alcanza sus labios -¿te lo devuelvo? -pregunté sin esperar respuesta.

Mi boca acalló la suya, mi nariz se perdió en caricias y mis labios se entreabrieron trepando por la humedad de la ajena.
Gruñí empujando mi hombría contra su centro, creo que la asuste, porque me dio un manotazo poniendo cara de sorpresa.
-Soy un hombre -dije orgulloso de mi mismo.

Me dejé caer a un lado colocándome la hombría en el sitio.
-¿me devuelves el beso? -le pregunté ladeando la sonrisa maliciosamente -creo que me he arrepentido de dártelo, me pertenece, es mio -le dije riéndome sin parar.
-Erlend me ha dicho que él también de niño saltó por un acantilado, dice que era algo mas pequeño que yo, que casi se mata y fue su padre quien lo sacó del fondo del mar.
Dice que su madre lo acunó hasta que despertó y que el padre al hacerlo lleno de orgullo le dio su primera jarra, según él, ese día se convirtió en hombre ¿como ves lo de que me emborrache?-
pregunte como quien no quiere la cosa.

Ladeé la sonrisa para mirarla fijamente, creo que la idea de que creciera le disgustaba ,supongo porque se acercaba la edad en la que partiría con padre a la guerra como ya habían hecho mis hermanos mayores.
-¿que pasa Sol? Sin guerra nunca me convertiré en el héroe que necesito ser.

por **Soleil** Sáb Sep 30, 2017 3:11 am

El encuentro en el patio, no resultó ser ni por asomo como esperaba. Drittsekk se iba convirtiendo en un guerrero , estaba segura que en el mejor y para mí, era el más hermoso de todos. Me encantaba perderme en sus ojos oscuros, esa sonrisa que me dejaba sin palabras y su voz que me arrancaba un suspiro silencioso que me gritaba, siempre sentí algo especial por él.

Con las mejillas aún teñidas de rosado, lo contemplé sin entender lo que había ocurrido...o más bien, no querer saberlo. El acercamiento fue inesperado, intenté por todos los medios no confesar algo que él ya sabía, o era tan idiota que no se daba cuenta de cómo lo miraba. Siempre lo quise, notaba que cada día... mis sentimientos seguían creciendo más y más...y él era el culpable de ello.

-¿Por qué te ríes? ¿tanta gracia te hace haberme robado el beso? -si se arrepentía... poco le impotaba habérmelo entregado. Bajé la mirada, negando con la cabeza...para él era un juego cuando para mí...fue un momento importante. No supe que decir, me sentí mal...herida y no entendía porqué pero esa presión en el pecho me daban ganas de llorar -Claro, te lo devuelvo , no me gusta tener nada que no sea mío

sin dejar de hablar, le besé, junté nuestros labios mientras mis ojos lo contemplaban... quería llevarme que fue él quien se llevase lo suyo. Sonreí como si no pasara nada y suspiré...la voz de una de las cocineras me llamaba...era hora de dormir. No dije nada , tampoco hice falta...me despedí de él con una sonrisa... y mis ojos oscuros a medida que abandonaban el patio... se llenaron de lágrimas.

No me creía que fuese sincero, solo un juego para él, uno entre tantos. Y esa noche, me quedé dormida, entre lagrimas y saboreando aquel beso, pues su sabor me duró durante horas. Los días próximos fueron como siempre y me prometí que todo lo que sentía...lo guardaría bajo llave, pues había dolido demasiado.

Drittsekk y una criada, si supiese de mis sentimientos seguramente...estaría riéndose hasta el final de sus días y entonces, seguramente... no podría soportarlo.

por **Drittsekk** Dom Oct 01, 2017 8:48 am

Sol parecía disgustada, pero no era capaz de entender que había hecho o dicho para su estado.
Apenas teníamos 9 años ¿que esperaba de un niño?
Por mas que la busqué para jugar, para abrazarla o tentarla ella estaba dispersa, como si algo la hubiera ofendido y lo peor es que desconocía que exactamente.

La noche sucedió al día y apenas nos cruzamos, yo jugaba con mis hermanos a hacer trastadas que como de costumbre terminaban en aventuras un tanto arriesgadas de las que o por nuestros medios o porque algún adulto venia a sacarnos del lio terminaban.

Hasta el día siguiente no volví a encontrármela, nunca entendí porque siendo tratada como una hija ella misma había decidido formar parte del servicio como si fuera una esclava.
Madre la quería como a una hija, sabia que su decisión le pesaba, era como decirnos en la cara que no se sentía parte de la familia y eso era algo que yo no entendía.

Me detuve frente a ella con mi inquisitiva mirada y aunque intentó sortearme mi agarre se afianzó a las muñecas de Sol que esquivó mi mirada.
-Deja de esconderte de mi -gruñí ocn la franqueza que usan lso niños, aun no lo sabia pero en el futuro hablar seria infinitamente mas complicado y las mujeres un enigma que ni siquiera el mejor sabio o un oráculo podrían descifrar a primera de cambio -¿que te he hecho? ¿el beso? Los dos lo queríamos ¿no es cierto?

Me dejé caer sobre la hierba cambiando de tema mientras me reía, hoy hemos quedado para ir al lago.
Alcé la mano en señal de promesa.
-Si vienes prometo no saltar por el acantilado -bromeé guiñándole un ojo con tono divertido -es mas si se te pasa el enfado juro ante Odin que te dejaré ganarme en una carrera a caballo -dije con picardia -lo que hay que hacer por las mujeres -mascullé entre dientes considerándome un hombre y no un mocoso como era, aunque ciertamente esa frase era tan cierta como que sentía la fresca hierba bajo mi cuerpo, solo que aun no lo sabia.

por **Soleil** Jue Oct 05, 2017 11:24 am

-¡No me escondo! Tengo que hacer cosas. Puedes seguir entrenando como sueles hacer siempre -suspiré bajando la mirada, me intimidaba mirarle a los ojos... no quería que leyese lo mucho que me gustaba. Era mi persona especial pero él no lo sabía y dudo que jamás hubiese nadie como él.

Nuestras miradas se encontraron, su gesto me hice sonreír pero lo oculté al girar el rostro. Me encantaba oírle susurrar mi nombre, pedirme explicaciones cuando no sabía dárselas. Fue mi único y primer beso, no permitiría que nadie más tuviese aquello de mí. Me arrancaba cada suspiro, cada mirada cuando él no me veía. ¿Lo quería? Era parte de mi familia... pero nunca lo vi como mi hermano.

-¿Lo querías? -pregunté con temor. Mis ojos se perdieron en su rostro, su acercamiento aún me intimidaba, me ponía tan nerviosa que no podía ni articular palabra -¡NO LO HARÁS! -me preocupaba, más de lo que él imaginase, el hecho de que no saliese del agua...me asustó, temí perderle y no fue el beso, estaba tan aún afectada por la caída …

-¡DOS CARRERAS! -grité entre risas, abrazándome a su cuello y perderme en él durante unos segundos, reí contra el lugar sin dejar de dar vueltas con él -Vamos pero... ¡te tienes que comer todo lo que te traje! -le di la cesta que llevaba, iba a llevármela a compartirla con Valeska y Fio pero...la situación cambiaba -Traje los panecillos que te gustan -le di una colleja para que guardase silencio y me eche a reír de lo más divertida , mis ojos se perdieron en sus labios, aquellos que pude probar y él lo vio como un simple juego.

-Estoy cansada para ir a caballo Drittsekk, ¿vamos andando? Y me cuentas una de esas historias que te cuenta el señor Erlend. Valeska y Fio están discutiendo, Fio dice que se ha enamorado de un guerrero mucho más mayor pero como no puede... ya sabes, esas cosas ¡Valeska lo niega! Pero creo que al final... Fio tiene razón, se la pasa todo el día asomada en la ventana...y lo sé... porque como me la paso todo el tiempo... ¡en las cocinas! -casi me delato yo sola, soy estúpida... pero es que no puedo dejar de observar como se hace un buen guerrero.

por **Drittsekk** Lun Oct 09, 2017 10:29 am

Sol se reía conmigo, íbamos de camino al lago, andando a buen paso mientras me contaba una rocambolesca historia sobre mis hermanas enamoradas.
-Sera de los vampiros esos, los Ludvig, han llegado y han revolucionado el norte -dije riéndome divertido, nada podrán hacer cuando la segunda generación Cannif crezcamos, de hecho, ni contra la primera, pero de momento parece que nos sacan la venganza de unos cuantos siglos.

Hice una pausa para mirarla de forma engreída, sabia que me miraba luchar en el patio de armas.
Tu solo tienes ojos para mi -apunté divertido mientras juntaba mis labios esperando otro beso que no llego.
Hice un mohin gruñendo después malhumorado
-Erlend me cuenta muchas historias, pero la inmensa mayoría son de batallas y de sobra se que a ti eso ni te va ni te viene.
Erlend se porta bien conmigo, me entrena como a un hijo mas, aunque no soy un Cannif.
Además me escuche, se que parece un hombre inaccesible para la mayoría, pero conmigo se comporta como un padre, es algo que no olvidaré nunca.

Pasé mi brazo por su cuello riéndome mientras ladeaba los labios de forma traviesa.
-¿hoy también vamos a hacer salto de fe? -pregunté muerto de la risa.
Un manotazo fue lo que me llevé, mi mano bajó por su espalda hasta darle un azote en el culo.
-Vamos mujer, a este paso seremos los últimos en llegar -bromeé -¿o es que quieres ir despacio para que estemos solos? -le pregunté alzando de forma engreída las cejas un par de veces y lanzandole un bocado.
-Algún día seré un gran guerrero -aseguré -y ese día, querrás besarme.

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