AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
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Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
Lunes, 10:30 de la mañana
Museo del Louvre, París, Francia
Después de un duro fin de semana de caza junto a Anshy, nadie más nos había contratado para la recién empezada semana, al menos de momento, por lo que Anshy, pese a mi negativa inicial, me recomendó que saliera a despejarme y relajarme, que ella se encargaría de la tienda en mi ausencia. Y, a mi pesar, tuve que dejarla sola...
En el fondo sabía que ella ya era una mujer, y estaba totalmente lista como para estar sola sin necesidad de que la defendiera y que, tarde o temprano, conocería a alguien y viviría su propia vida. Pero no me gustaba aceptarlo, ni siquiera pensar en ello.
Sacudí la cabeza, volviendo de nuevo al mundo real. Me encontraba frente a las puertas del famoso Museo del Louvre, un lugar que albergaba tanta historia y tanto arte como ningún otro museo.
Aquél día, como siempre, había decidido ponerme ropa negra,pero se trataba de un traje algo más elegante que, de hecho, nunca me había puesto, ya que normalmente solía llevar la ropa que utilizaba para cazar. Pero aquello que llevaba aquél día era más vistoso, lo que me facilitaba caminar entre la gente sin llamar la atención, al fin y al cabo, los parisinos acostumbraban a llevar cosas parecidas.
Finalmente entré al museo por primera vez desde que vivía en Paris, no pude evitar sorprenderme al ver una entrada tan grande y acogedora, respiré hondo y caminé lentamente por aquel lugar, mirando cada obra, cada cuadro, cada escultura. Todas, o casi todas, las conocía por las lecciones que me había dado mi madre sobre historia, además de lo que aprendí en la escuela en America.
Sin embargo, los cuadros y esculturas no eran lo que más me llamaba la atención de aquél lugar: Había oído que allí tenían antigüedades de lo más exóticas, únicas, y había ido precísamente para verlas y comprobar yo mismo si era cierto lo que decían.
Caminé por los pasillos, siguiendo los carteles que supuestamente me llevarían a aquella zona, de vez en cuando me paraba para analizar algún cuadro, pero con menos interés.
Finalmente llegué a la zona de antigüedades, aquél sitio estaba un poco menos transitado, lo que me dio algo de pena, puesto que eran reliquias igualmente de importantes, incluso más.
Seguí una ruta imaginaria, observando con detenimiento cada antigüedad, pensando por cuánto podría venderlas en la tienda, sin embargo era algo imposible, esos tesoros no podían moverse de allí a no ser que tuvieras mucho dinero o mucha influencia, cosas que yo no tenía.
Interrumpiendo aquella ruta, vi algo más lejos a una mujer observando una de las reliquias, parecía estar interesada, analizándola... Y era la única persona que me había cruzado desde que había entrado en aquella zona, a parte de los encargados de limpieza.
Me acerqué lentamente, hasta situarme a su lado, y observé la antigüedad que ella estaba mirando.
-Afrodita de Milo, es de las estatuas más representativas del período helenístico de la escultura griega, es curioso que esté aquí y no junto a las demás esculturas... Fue encontrada en Milo, de ahí su nombre, y un campesino afortunado la desenterró y la vendió... Tiene que haberse hecho de oro, desde luego.-Era un hombre de pocas palabras, pero las antigüedades me podían, símplemente eso. Miré a la chica e incliné la cabeza ligeramente.
-Disculpa, te habré interrumpido...
Museo del Louvre, París, Francia
Después de un duro fin de semana de caza junto a Anshy, nadie más nos había contratado para la recién empezada semana, al menos de momento, por lo que Anshy, pese a mi negativa inicial, me recomendó que saliera a despejarme y relajarme, que ella se encargaría de la tienda en mi ausencia. Y, a mi pesar, tuve que dejarla sola...
En el fondo sabía que ella ya era una mujer, y estaba totalmente lista como para estar sola sin necesidad de que la defendiera y que, tarde o temprano, conocería a alguien y viviría su propia vida. Pero no me gustaba aceptarlo, ni siquiera pensar en ello.
Sacudí la cabeza, volviendo de nuevo al mundo real. Me encontraba frente a las puertas del famoso Museo del Louvre, un lugar que albergaba tanta historia y tanto arte como ningún otro museo.
Aquél día, como siempre, había decidido ponerme ropa negra,pero se trataba de un traje algo más elegante que, de hecho, nunca me había puesto, ya que normalmente solía llevar la ropa que utilizaba para cazar. Pero aquello que llevaba aquél día era más vistoso, lo que me facilitaba caminar entre la gente sin llamar la atención, al fin y al cabo, los parisinos acostumbraban a llevar cosas parecidas.
Finalmente entré al museo por primera vez desde que vivía en Paris, no pude evitar sorprenderme al ver una entrada tan grande y acogedora, respiré hondo y caminé lentamente por aquel lugar, mirando cada obra, cada cuadro, cada escultura. Todas, o casi todas, las conocía por las lecciones que me había dado mi madre sobre historia, además de lo que aprendí en la escuela en America.
Sin embargo, los cuadros y esculturas no eran lo que más me llamaba la atención de aquél lugar: Había oído que allí tenían antigüedades de lo más exóticas, únicas, y había ido precísamente para verlas y comprobar yo mismo si era cierto lo que decían.
Caminé por los pasillos, siguiendo los carteles que supuestamente me llevarían a aquella zona, de vez en cuando me paraba para analizar algún cuadro, pero con menos interés.
Finalmente llegué a la zona de antigüedades, aquél sitio estaba un poco menos transitado, lo que me dio algo de pena, puesto que eran reliquias igualmente de importantes, incluso más.
Seguí una ruta imaginaria, observando con detenimiento cada antigüedad, pensando por cuánto podría venderlas en la tienda, sin embargo era algo imposible, esos tesoros no podían moverse de allí a no ser que tuvieras mucho dinero o mucha influencia, cosas que yo no tenía.
Interrumpiendo aquella ruta, vi algo más lejos a una mujer observando una de las reliquias, parecía estar interesada, analizándola... Y era la única persona que me había cruzado desde que había entrado en aquella zona, a parte de los encargados de limpieza.
Me acerqué lentamente, hasta situarme a su lado, y observé la antigüedad que ella estaba mirando.
-Afrodita de Milo, es de las estatuas más representativas del período helenístico de la escultura griega, es curioso que esté aquí y no junto a las demás esculturas... Fue encontrada en Milo, de ahí su nombre, y un campesino afortunado la desenterró y la vendió... Tiene que haberse hecho de oro, desde luego.-Era un hombre de pocas palabras, pero las antigüedades me podían, símplemente eso. Miré a la chica e incliné la cabeza ligeramente.
-Disculpa, te habré interrumpido...
Última edición por Ryuu Chandler Arkensow el Lun Oct 16, 2017 2:33 pm, editado 1 vez
Tyler Chandler- Cazador Clase Alta
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Re: Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
Las calles de París como siempre tan llenas, la joven circense caminaba entre el personal, no vestía sus habituales ropas de circense, que ahora le eran comodas para pasear por las calles, miraba a la gente y se fijaba en los que más dinero aparentaba o mejor dicho, lucían ropas que mostraban a todos el dinero que poseian, Yendra sonreía de medio lado mientras pasaba rozando a la gente, y usaba sus juegos de manos para robar más de un monedero y contar los francos que había en su interior. -Pomposos..- Masculló la cambiante para sí misma, mientras veía que tenía para darse algun que otro capricho, era bueno descansar del ajetreo del circo, a veces eso aburría al menos a Yendra, se paró en seco y observó que había conseguido llegar con ese paseo hasta las puertas del museo de París, el Louvre... Alzó una ceja y miró los francos conseguidos de manera poco honorable como quien dice, pero se encogió de hombros y accedió a entrar.
Ella pagó su entrada, y entró finalmente en el museo, miró a su alrededor y se sorprendió de la poca gente que había en ese momento, chasqueó la lengua ante eso. Y paseó por los pasillos observando el arte que había en su interior, de echo pensó que quizás habría sido mejor disfrazarse de alguien de más alta clase, pero bueno, sus ropajes no es que fuesen del todo inapropiados, solo que no parecían muy de alta cuna, pero tampoco es que lo necesitase, de momento en el museo no se habían parado a mirar como vestía la joven cambiante, pero si se había fijado en que tuviese todas las monedas. Yendra suspiró y siguió paseando por el museo, miraba las obras de artes mientras estaba medio ensimismada en sus propios pensamientos, y en los proximos movimientos a dar mientras seguía aparentando el papel de una dulce acrobata, cuanto ingenuo.
Se frenó mirando una bonita escultura, mientras se cruzaba de brazos admirando a esa estatua, más escuchó unos pasos, pero seguió observando al detalle la escultura, mientras ladeaba la cabeza, sin duda un trabajo exquisito, suspiró de manera relajada, mientras una voz irrumpió de ecosa forma por la falta de gente y le hablaba acerca de la reliquia. -Desde luego debió valer mucho oro. - Dijo ella de manera tranquila, antes de clavar sus azules ojos en el joven que tán cultivado parecía. Sonrió de medio lado mientras disimuladamente olfateaba a aquel joven, ya que no podía reprimir esas costumbres de animal que tenía a veces. -¿Que trae a un guapo joven a un museo? ¿no deberias estar en una cafeteria encandilando a una encantadora joven? últimanete a poca gente suelen interesarles estas cosas. -Le guiñó un ojo y miró nuevamente la escultura con interes.
Ella pagó su entrada, y entró finalmente en el museo, miró a su alrededor y se sorprendió de la poca gente que había en ese momento, chasqueó la lengua ante eso. Y paseó por los pasillos observando el arte que había en su interior, de echo pensó que quizás habría sido mejor disfrazarse de alguien de más alta clase, pero bueno, sus ropajes no es que fuesen del todo inapropiados, solo que no parecían muy de alta cuna, pero tampoco es que lo necesitase, de momento en el museo no se habían parado a mirar como vestía la joven cambiante, pero si se había fijado en que tuviese todas las monedas. Yendra suspiró y siguió paseando por el museo, miraba las obras de artes mientras estaba medio ensimismada en sus propios pensamientos, y en los proximos movimientos a dar mientras seguía aparentando el papel de una dulce acrobata, cuanto ingenuo.
Se frenó mirando una bonita escultura, mientras se cruzaba de brazos admirando a esa estatua, más escuchó unos pasos, pero seguió observando al detalle la escultura, mientras ladeaba la cabeza, sin duda un trabajo exquisito, suspiró de manera relajada, mientras una voz irrumpió de ecosa forma por la falta de gente y le hablaba acerca de la reliquia. -Desde luego debió valer mucho oro. - Dijo ella de manera tranquila, antes de clavar sus azules ojos en el joven que tán cultivado parecía. Sonrió de medio lado mientras disimuladamente olfateaba a aquel joven, ya que no podía reprimir esas costumbres de animal que tenía a veces. -¿Que trae a un guapo joven a un museo? ¿no deberias estar en una cafeteria encandilando a una encantadora joven? últimanete a poca gente suelen interesarles estas cosas. -Le guiñó un ojo y miró nuevamente la escultura con interes.
Yendra Isley- Cambiante Clase Media
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Re: Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
La mujer se giró para mirarme, y yo me limité a devolverla la mirada mientras de una forma rápida y disimulada la analizaba como acostumbraba a hacer con todo el mundo, o al menos con quien me cruzaba. La mujer era joven, al menos en apariencia, pues era bien sabido que mucha gente en París pertenecía al mundo sobrenatural, y quien sabía si esa chica era una de esas personas. Además de eso, era hermosa, para qué mentir, su mirada azul claramente denotaba algo fuera de lo normal, al menos para alguien experto en aquello, pero no le di importancia. Aquél día no estaba de caza.
Las palabras de ésta y su guiñada de ojo me hicieron entrecerrar los ojos por un momento, parecía que no lo había dicho de forma irónica ni nada de eso, pero desde luego eran palabras muy confiadas para dirigirse a un desconocido como yo. La joven volvió a mirar la escultura, y yo hice lo mismo, siempre alerta por si tenía que actuar, aunque no fuera necesario.
-Alguien como yo, que se dedica a ésto, tiene su sitio en lugares como éste. En cambio, usted, parece más joven y, desde luego, más apuesta que yo, ¿por qué no está disfrutando ahora que está en la plena flor de la vida?-Miré a mi alrededor, al menos lo que me podía permitir la vista sin tener que girarme totalmente y darle la espalda a la mujer, definitivamente, estábamos solos en aquel lugar. Suspiré y volví a mirar la escultura, recordando las lecciones de mi madre sobre aquella obra.
-¿Sabía que fue creada entre los años 100 y 130 antes de Cristo? Además se cree que representa a Afrodita, diosa del amor y la belleza en la mitología Griega. Desde luego, una verdadera obra para la historia que merece la pena conservar.-Más que un simple visitante, parecía un profesor dándole una lección a uno de sus alumnos, tal y como hacía mi madre conmigo. Sonreí ligerente al recordar aquello, metiéndome a la vez las manos en los bolsillos de la chaqueta.
-No hay nada más duradero que los recuerdos que nos deja la historia con el paso del tiempo.Murmuré, mirando esta vez a la chica, aprovechando a la vez para analizarla una segunda vez.
Las palabras de ésta y su guiñada de ojo me hicieron entrecerrar los ojos por un momento, parecía que no lo había dicho de forma irónica ni nada de eso, pero desde luego eran palabras muy confiadas para dirigirse a un desconocido como yo. La joven volvió a mirar la escultura, y yo hice lo mismo, siempre alerta por si tenía que actuar, aunque no fuera necesario.
-Alguien como yo, que se dedica a ésto, tiene su sitio en lugares como éste. En cambio, usted, parece más joven y, desde luego, más apuesta que yo, ¿por qué no está disfrutando ahora que está en la plena flor de la vida?-Miré a mi alrededor, al menos lo que me podía permitir la vista sin tener que girarme totalmente y darle la espalda a la mujer, definitivamente, estábamos solos en aquel lugar. Suspiré y volví a mirar la escultura, recordando las lecciones de mi madre sobre aquella obra.
-¿Sabía que fue creada entre los años 100 y 130 antes de Cristo? Además se cree que representa a Afrodita, diosa del amor y la belleza en la mitología Griega. Desde luego, una verdadera obra para la historia que merece la pena conservar.-Más que un simple visitante, parecía un profesor dándole una lección a uno de sus alumnos, tal y como hacía mi madre conmigo. Sonreí ligerente al recordar aquello, metiéndome a la vez las manos en los bolsillos de la chaqueta.
-No hay nada más duradero que los recuerdos que nos deja la historia con el paso del tiempo.Murmuré, mirando esta vez a la chica, aprovechando a la vez para analizarla una segunda vez.
Tyler Chandler- Cazador Clase Alta
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Re: Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
Yendra tenía la mirada clavada en la estatua, deslizandola de arriba a abajo apreciando cada detalle y cada curva que en esta se representaba, sin duda un laborioso y exquisito trabajo el que habían echo para crear dicha estatua, escuchaba las palabras del joven que parecía reaccionar al alago descarado de la cambiante, y esbozando una leve sonrisa ladeada pero apenas notable, alzó levemente la ceja y se giró a mirar al joven, mientras entrelazaba un dedo en su rubio cabello. -Eres encantador, pero una tambien disfruta de un paseo por el museo, es curioso que tanta gente no lo tome como una opción de ocio, el arte siempre inspira el lado creativo, asi que sí, en mi plena flor de la vida lo estoy disfrutando.- Comentó la cambiante mientras le dedicó una amplia sonrisa, Yendra podía olerle, de echó de manera disimulaba le olfateaba para identificarle, era una de las ventajas de su condición, y era muy dada a usarla.
Miró nuevamente la estatua, y escuchó lo que el joven sabía de ella, no era normal encontrar a alguien atractivo y de esa edad que supiera tanto de esas cosas, eso sin duda hizo que la cambiante enarcase una ceja sorprendida por todo lo que él sabia, y ciertamente agradada por eso, desde luego se salía de lo común a lo que ella solía encontarse, generalmente los que más sabian solian ser los propios seres de la noche, en especial ese vampiro sadico y siniestro con el que había echo amistad, miró nuevamente al joven. -¿Y sabes tanto por devoción o hay alguna razón más para que sepas tanto de la cultura griega y la historia que envuelve a la estatua? es fascinante.- Dijo Yendra mientras se aproximó a caminar rodeando al hombre mirandole de arriba a abajo. -Los recuerdos son algo bonito, pero prefiero guardarmelos para mí. -Musitó en voz más baja mientras seguía observandole.
Yendra se sentía observada, como el joven la analizaba, eso significaba algunas cosas, pero no olía como otro ser sobrenatural, pero no sabía cuanto ocultaba él. Sonrió de una manera algo más amplias mientras le miraba directamente a los ojos. -Tengo una idea, me encantan las cosas de misterio, pero quizás algo de luz podemos dar a este encuentro...¿Que te parece una presentación? me llamo Yendra, Yendra Isley, un placer conocer a un joven tán atractivo como tú, sobre todo en un sitio como este. - Rió la cambiante mientras retrocedía un paso y hacía una pintoresca reverencia similar a la que hacía al acabar un numero acrobatico en el circo, despues observó al joven esperano que desvelase su misteriosa identidad.
Miró nuevamente la estatua, y escuchó lo que el joven sabía de ella, no era normal encontrar a alguien atractivo y de esa edad que supiera tanto de esas cosas, eso sin duda hizo que la cambiante enarcase una ceja sorprendida por todo lo que él sabia, y ciertamente agradada por eso, desde luego se salía de lo común a lo que ella solía encontarse, generalmente los que más sabian solian ser los propios seres de la noche, en especial ese vampiro sadico y siniestro con el que había echo amistad, miró nuevamente al joven. -¿Y sabes tanto por devoción o hay alguna razón más para que sepas tanto de la cultura griega y la historia que envuelve a la estatua? es fascinante.- Dijo Yendra mientras se aproximó a caminar rodeando al hombre mirandole de arriba a abajo. -Los recuerdos son algo bonito, pero prefiero guardarmelos para mí. -Musitó en voz más baja mientras seguía observandole.
Yendra se sentía observada, como el joven la analizaba, eso significaba algunas cosas, pero no olía como otro ser sobrenatural, pero no sabía cuanto ocultaba él. Sonrió de una manera algo más amplias mientras le miraba directamente a los ojos. -Tengo una idea, me encantan las cosas de misterio, pero quizás algo de luz podemos dar a este encuentro...¿Que te parece una presentación? me llamo Yendra, Yendra Isley, un placer conocer a un joven tán atractivo como tú, sobre todo en un sitio como este. - Rió la cambiante mientras retrocedía un paso y hacía una pintoresca reverencia similar a la que hacía al acabar un numero acrobatico en el circo, despues observó al joven esperano que desvelase su misteriosa identidad.
Yendra Isley- Cambiante Clase Media
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Re: Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
La chica no dejaba de halagarme, cosa que no me molestaba en absoluto, pero como ya habia dicho, me parecían palabras que no debería decir a un desconocido como yo.
Cuando continué con mi explicación sobre la escultura, pareció sorprenderse por tantos conocimientos y, de hecho, me preguntó sobre ello.
-Son años de estudio, además de dedicarme al mundo de precisamente lo que es esa escultura: Antigüedades. Si no conociera la historia de cada tesoro, de cada reliquia, no sabría ponerle un valor.-La respuesta era tan sencilla como esa, ni más ni menos. Igual que si un médico que no conocía sobre el cuerpo humano, intentaba dedicarse al oficio: No sería de confiar.
La mujer entonces empezó a caminar a mi alrededor, rodeándome, hasta quedar en frente de mi, la miré fíjamente, mientras escuchaba sus palabras: Primero una frase, algo misteriosa, y finalmente una presentación con otro halago y una reverencia típica del mundo del espectáculo: Más exagerada de lo que haría un noble. Además de una risa anterior a dicha reverencia.
Mi rostro era el mismo: Serio, neutro, sin mostrar ningún tipo de alegria, tristeza o enfado. Sin embargo, sería de mala educación no presentarme igual que había hecho Yendra. Me incliné un poco, sin llegar a hacer una reverencia completa, y me presenté.
-Ryuu Chandler Arkensow, a tu servicio. Puedes llamarme Ryuu si lo deseas, será más práctico.-Volví a mi anterior posición, metiéndome una mano en el bolsillo del pantalón, y empecé a caminar, lentamente, siguiendo aquella ruta imaginaria que establecí al comienco de mi visita por aquella sala. Indicando a Yendra con mi otra mano que me siguiera, dispuesto a, si ella lo quería, explicarla más historia sobre aquellas reliquias mientras nos conocíamos más. Pues yo tenía algo de curiosidad también por saber qué ocultaba, que seguro que lo hacía.
-Y bien, Yendra, ¿a qué te dedicas? Tu reverencia de ántes me ha hecho pensar... ¿Puede ser que sea algo relacionado con entretener a la gente? ¿En un teatro?-Hablé con un tono que denotaba cierta curiosidad, indicando, con ello, que me interesaría lo que me contaba.
Cuando continué con mi explicación sobre la escultura, pareció sorprenderse por tantos conocimientos y, de hecho, me preguntó sobre ello.
-Son años de estudio, además de dedicarme al mundo de precisamente lo que es esa escultura: Antigüedades. Si no conociera la historia de cada tesoro, de cada reliquia, no sabría ponerle un valor.-La respuesta era tan sencilla como esa, ni más ni menos. Igual que si un médico que no conocía sobre el cuerpo humano, intentaba dedicarse al oficio: No sería de confiar.
La mujer entonces empezó a caminar a mi alrededor, rodeándome, hasta quedar en frente de mi, la miré fíjamente, mientras escuchaba sus palabras: Primero una frase, algo misteriosa, y finalmente una presentación con otro halago y una reverencia típica del mundo del espectáculo: Más exagerada de lo que haría un noble. Además de una risa anterior a dicha reverencia.
Mi rostro era el mismo: Serio, neutro, sin mostrar ningún tipo de alegria, tristeza o enfado. Sin embargo, sería de mala educación no presentarme igual que había hecho Yendra. Me incliné un poco, sin llegar a hacer una reverencia completa, y me presenté.
-Ryuu Chandler Arkensow, a tu servicio. Puedes llamarme Ryuu si lo deseas, será más práctico.-Volví a mi anterior posición, metiéndome una mano en el bolsillo del pantalón, y empecé a caminar, lentamente, siguiendo aquella ruta imaginaria que establecí al comienco de mi visita por aquella sala. Indicando a Yendra con mi otra mano que me siguiera, dispuesto a, si ella lo quería, explicarla más historia sobre aquellas reliquias mientras nos conocíamos más. Pues yo tenía algo de curiosidad también por saber qué ocultaba, que seguro que lo hacía.
-Y bien, Yendra, ¿a qué te dedicas? Tu reverencia de ántes me ha hecho pensar... ¿Puede ser que sea algo relacionado con entretener a la gente? ¿En un teatro?-Hablé con un tono que denotaba cierta curiosidad, indicando, con ello, que me interesaría lo que me contaba.
Tyler Chandler- Cazador Clase Alta
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Re: Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
La cambiante le seguía con la mirada, mientras mantenía una sonrisa de medio lado, y volvió a girarse a la hermosa estatua, mientras alzaba una ceja, era extraño que alguien tan joven ya tuviera como vocación las antigüedades, no, tenía que haber algo más, eso la cambiante podía estar segura, pero no era momento de abordar, no todavía. -Debe ser fascinante conocer secretos de tiempos pasados...es un viaje en el tiempo..- Dijo ella mientras cruzaba los dedos de sus manos a su espalda, y miraba al techo del museo, afinando sus notables y sobrenaturales sentidos, mantenía una sonrisa no obstante mientras observaba al joven.
Yendra observaba como aquel hombre se mantenía serio, imperturbable se podría decir, cuando aquel joven al fin se presentó incitado por la presentación previa que ella había realizado, había sido una buena forma de desvelar los misterios que los embolvian y poner nombre a su cara, ella alzó una ceja al oir su nombre. -Ryuu...vaya, que nombre tan peculiar y exotico, me recuerda un poco a los nombres que tienen los orientales...Desde luego no es un nombre frances, ni siquiera teneis acento frances...¿de donde sois dragón Ryuu?. - Dijo con aire desenfadado, Yendra era muy buena observando, estudiando las situaciones y percatandose de las cosas, más seguía mostrandose amistosa, no había razón para dejar de serlo.
Siguio a Ryuu tal como el pidió y empezaron a caminar por el museo, Yendra aprovechaba para seguir viendo los cuadros y demas esculturas mientras a la vez escuchaba al joven que parecía tener curiosidad por esa forma de reverenciar, incluso dejó escapar una risotada por ello y le miró. -¿Tanto se ha notado mi reverencia? generalmente a la gente de alta cuna les gusta, si sienten realmente alagados tras ella.- Rió un poco la cambiante, pero decició responder a su pregunta de una manera algo más visual, y sin apenas tomar impulso hizo un gracil y elegante mortal hacía alante y seguidamente hizo el pino brevemente manteniendo el equilibrio solo en una mano, para volver a ponerse en pie con la misma elegancia, miró alrededor comprovando que seguian solos y que nadie más había para decirla que ese no era lugar para volteretas, sonrió de medio lado y miro a Ryuu. -Sin contar con mil de acrobacias más colgada de un aro a mas de 20 metros del suelo, o columpiarme en un trapecio, o de ayudante del mago...creo que eso deberia darte pistas..- comentó entusiasmadamente, mientras entrecerró los ojos mirandole fijamente. -Me cuesta creer que tú en cambio solo seas un historiador y vendedor de antigüedades. - Dijo de manera algo descarada, pero sin revelar que el motivo de la pregunta era que olía a algo más que a un ratón de biblioteca.
Yendra observaba como aquel hombre se mantenía serio, imperturbable se podría decir, cuando aquel joven al fin se presentó incitado por la presentación previa que ella había realizado, había sido una buena forma de desvelar los misterios que los embolvian y poner nombre a su cara, ella alzó una ceja al oir su nombre. -Ryuu...vaya, que nombre tan peculiar y exotico, me recuerda un poco a los nombres que tienen los orientales...Desde luego no es un nombre frances, ni siquiera teneis acento frances...¿de donde sois dragón Ryuu?. - Dijo con aire desenfadado, Yendra era muy buena observando, estudiando las situaciones y percatandose de las cosas, más seguía mostrandose amistosa, no había razón para dejar de serlo.
Siguio a Ryuu tal como el pidió y empezaron a caminar por el museo, Yendra aprovechaba para seguir viendo los cuadros y demas esculturas mientras a la vez escuchaba al joven que parecía tener curiosidad por esa forma de reverenciar, incluso dejó escapar una risotada por ello y le miró. -¿Tanto se ha notado mi reverencia? generalmente a la gente de alta cuna les gusta, si sienten realmente alagados tras ella.- Rió un poco la cambiante, pero decició responder a su pregunta de una manera algo más visual, y sin apenas tomar impulso hizo un gracil y elegante mortal hacía alante y seguidamente hizo el pino brevemente manteniendo el equilibrio solo en una mano, para volver a ponerse en pie con la misma elegancia, miró alrededor comprovando que seguian solos y que nadie más había para decirla que ese no era lugar para volteretas, sonrió de medio lado y miro a Ryuu. -Sin contar con mil de acrobacias más colgada de un aro a mas de 20 metros del suelo, o columpiarme en un trapecio, o de ayudante del mago...creo que eso deberia darte pistas..- comentó entusiasmadamente, mientras entrecerró los ojos mirandole fijamente. -Me cuesta creer que tú en cambio solo seas un historiador y vendedor de antigüedades. - Dijo de manera algo descarada, pero sin revelar que el motivo de la pregunta era que olía a algo más que a un ratón de biblioteca.
Yendra Isley- Cambiante Clase Media
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Re: Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
-Sí, es un mundo en el que puedes conocer todo lo ocurrido en el pasado, incluso al detalle en algunas cosas.-Dije respondiendo al comentario de Yendra que, pese a no ser una pregunta, podría interpretarse como tal.
Después de presentarme, Yendra analizó mi nombre y rápido supo que se trataba de un nombre oriental, incluso su significado, cosa que me causó cierta sorpresa para alguien que parecía no haber viajado demasiado, no al menos por la edad.
-Soy de América, mi padre era inglés y conoció a mi madre allí: Al otro lado del mundo. Él era un explorador y ella profesora de historia...-Mentí en el oficio de mi padre, era lo que siempre decía, para evitar que nadie supiera que yo, al igual que él, era un cazador. Sin embargo, recordarlos hizo que recordase aquél día en que ellos... Una pena y rabia mezcladas inundaron mi mente por unos segundos, hasta que finalmente sacudí la cabeza ligeramente y volví al mundo real.
La chica, a mi pregunta sobre qué se dedicaba, se delató a sí misma preguntándome si realmente tanto se había notado en su reverencia, encogí los hombros y observé cómo hacía diferentes acrobacias, ágiles y elegantes a la vez. Cuando acabó, la miré con una ceja alzaba, mientras me daba más pistas, y entonces las reuní hasta que conseguí averiguar a qué se dedicaba.
-Diría que trabajas en el circo, y no creo que me equivoque. ¿Sábes? Nunca he ido a uno.-Aquello era cierto, y tenía curiosidad por saber qué se hacía allí, cómo aquella gente entretenía al público. Pero la falta de tiempo no me permitía ir, o más bien, mi excesiva constancia en mi trabajo.
Yendra volvió a mostrarse curiosa por mi, de alguna forma sabía que algo más ocultaba, igual que yo pensaba lo mismo de ella. Tenía que tratar de seguir ocultándolo, no podía decirla a la primera de cambio que era un cazador.
-Lo soy, pero... ¿Te parece poco? Ántes te mostraste interesada sobre este mundo.-Puse cierto tono fingido de sorpresa y decepción, mientras me paraba junto a otra reliquia, la cual me giré para mirarla y analizarla. Sin embargo estaba más centrado en nuestra conversación, la cual continué con una pregunta con un tono algo amistoso.
-¿Por qué iba a mentirte? Nos acabamos de conocer, ¿no es así?
Después de presentarme, Yendra analizó mi nombre y rápido supo que se trataba de un nombre oriental, incluso su significado, cosa que me causó cierta sorpresa para alguien que parecía no haber viajado demasiado, no al menos por la edad.
-Soy de América, mi padre era inglés y conoció a mi madre allí: Al otro lado del mundo. Él era un explorador y ella profesora de historia...-Mentí en el oficio de mi padre, era lo que siempre decía, para evitar que nadie supiera que yo, al igual que él, era un cazador. Sin embargo, recordarlos hizo que recordase aquél día en que ellos... Una pena y rabia mezcladas inundaron mi mente por unos segundos, hasta que finalmente sacudí la cabeza ligeramente y volví al mundo real.
La chica, a mi pregunta sobre qué se dedicaba, se delató a sí misma preguntándome si realmente tanto se había notado en su reverencia, encogí los hombros y observé cómo hacía diferentes acrobacias, ágiles y elegantes a la vez. Cuando acabó, la miré con una ceja alzaba, mientras me daba más pistas, y entonces las reuní hasta que conseguí averiguar a qué se dedicaba.
-Diría que trabajas en el circo, y no creo que me equivoque. ¿Sábes? Nunca he ido a uno.-Aquello era cierto, y tenía curiosidad por saber qué se hacía allí, cómo aquella gente entretenía al público. Pero la falta de tiempo no me permitía ir, o más bien, mi excesiva constancia en mi trabajo.
Yendra volvió a mostrarse curiosa por mi, de alguna forma sabía que algo más ocultaba, igual que yo pensaba lo mismo de ella. Tenía que tratar de seguir ocultándolo, no podía decirla a la primera de cambio que era un cazador.
-Lo soy, pero... ¿Te parece poco? Ántes te mostraste interesada sobre este mundo.-Puse cierto tono fingido de sorpresa y decepción, mientras me paraba junto a otra reliquia, la cual me giré para mirarla y analizarla. Sin embargo estaba más centrado en nuestra conversación, la cual continué con una pregunta con un tono algo amistoso.
-¿Por qué iba a mentirte? Nos acabamos de conocer, ¿no es así?
Tyler Chandler- Cazador Clase Alta
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Re: Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
Yendra sonreía observando al joven, de interesada manera, asi que americano, como ella, extranjero en París, sonrió ampliamente paseando por el museo, mientras conversaban tranquilamente. -Asi que oficio familiar, continuar con la tradición...eso es muy honroso por tu parte.- Dijo Yendra echando sus manos a la espalda, mientras daba algun que otro saltillo caminado con él. -Y si, soy acrobata de circo...¿Tus padres nunca te llevaron a uno? es el lugar perfecto para que las rarezas de cada uno en vez de hacerte diferente, te hacen especial.- Comentó de manera pensativa. -pero como todo tiene su lado oscuro.- Musitó la cambiante, pensando en los miles de secretos oscuros que hay siempre entre bastidores.
Jugaba con su mechon platino, mientras se paró frente a un cuadro especialmente oscuro, le gustaba las representaciones oscuras en los cuadros. Sonreía mirando la oscura pintura de representacion tetrica, recordandole lo poco que sabian los humanos normales del mundo sobrenatural y lo gracioso que le parecía el como lo representaban, miró de reojo a Ryuu, alzó una ceja. -¿Si me parece poco? no, lo que me sorprende que alguien tan atractivo trabaje en algo que se considera un trabajo de ratones de biblioteca y cerebritos, ajajaja. No me malinterpretes, no digo que tengas pinta de tonto...solo digo que...se te marca mucho el biceps.- Dijo guiñandole un ojo y tocando un poco el brazo del joven, para despues mostrar una risotada.
-¿Mentirme? es la ventaja de acabar de conocernos..podemos tejer fantasias que no comprobaran si son ciertas o no.- Comento la cambiante, mientras miraba con atención la reacción de Ryuu por el comentario que acababa de dar, le gustaba ver las reacciones de los demas cuando sacaba cierto tipo de comentarios, es una buena forma de conocer con más detenimiento.
Jugaba con su mechon platino, mientras se paró frente a un cuadro especialmente oscuro, le gustaba las representaciones oscuras en los cuadros. Sonreía mirando la oscura pintura de representacion tetrica, recordandole lo poco que sabian los humanos normales del mundo sobrenatural y lo gracioso que le parecía el como lo representaban, miró de reojo a Ryuu, alzó una ceja. -¿Si me parece poco? no, lo que me sorprende que alguien tan atractivo trabaje en algo que se considera un trabajo de ratones de biblioteca y cerebritos, ajajaja. No me malinterpretes, no digo que tengas pinta de tonto...solo digo que...se te marca mucho el biceps.- Dijo guiñandole un ojo y tocando un poco el brazo del joven, para despues mostrar una risotada.
-¿Mentirme? es la ventaja de acabar de conocernos..podemos tejer fantasias que no comprobaran si son ciertas o no.- Comento la cambiante, mientras miraba con atención la reacción de Ryuu por el comentario que acababa de dar, le gustaba ver las reacciones de los demas cuando sacaba cierto tipo de comentarios, es una buena forma de conocer con más detenimiento.
Yendra Isley- Cambiante Clase Media
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Re: Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
Incliné ligeramente la cabeza como agradecimiento al halago de la chica sobre mi oficio, ántes de que confirmara que ella, efectivamente, se dedicaba a trabajar en el circo, sin embargo, por lo visto tampoco era lo que yo imaginaba, al menor las palabras de Yendra. Aquello me causó curiosidad, la miré y alcé una ceja, interrogante.
-¿Lado oscuro? ¿A caso os dedicáis a sacrificar carneros?-Bromee un poco sobre aquello, tratando de no mostrar siempre mi faceta seria que me caracterizaba. Aunque fuera con un humor... Diferente.
Yendra volvió a su investigación sobre mí, halagándome además a mi y a mis brazos, tocándome, además uno de ellos, lo que me hizo sonreír por primera vez desde que habíamos empezado a hablar, al menos ligeramente. Pero por algo se empezaba, desde luego aquél comentario tuvo su chispa.
-Puedo ser un cerebrito, pero además ponerme en forma, ¿no crees?-Dije empleando un tono convincente.
Después de aquello, Yendra hizo un comentario que me hizo asentir, dándole la razón, y finalmente me giré para mirarla a ella, dejando la reliquia a un lado.
-Tú lo has dicho, podría estar ocultando ser en realidad un monstruo y estar esperando el momento oportuno para transformarme y comerte aquí mismo, donde nadie te escucharía.-Mi rostro se volvió totalmente serio, y mi tono de voz peligrósamente frío, aquello duró un par de segundos, intentaba, de alguna forma, asustar a Yendra. Para finalmente volver a mirarla de una forma más amistosa, sonriendo como anteriormente incluso.
-Es broma, si realmente lo fuera, usaría mis encantos para atraerte a un lugar donde realmente no pudieran encontrarnos y pudiera entretenerme contigo.
-¿Lado oscuro? ¿A caso os dedicáis a sacrificar carneros?-Bromee un poco sobre aquello, tratando de no mostrar siempre mi faceta seria que me caracterizaba. Aunque fuera con un humor... Diferente.
Yendra volvió a su investigación sobre mí, halagándome además a mi y a mis brazos, tocándome, además uno de ellos, lo que me hizo sonreír por primera vez desde que habíamos empezado a hablar, al menos ligeramente. Pero por algo se empezaba, desde luego aquél comentario tuvo su chispa.
-Puedo ser un cerebrito, pero además ponerme en forma, ¿no crees?-Dije empleando un tono convincente.
Después de aquello, Yendra hizo un comentario que me hizo asentir, dándole la razón, y finalmente me giré para mirarla a ella, dejando la reliquia a un lado.
-Tú lo has dicho, podría estar ocultando ser en realidad un monstruo y estar esperando el momento oportuno para transformarme y comerte aquí mismo, donde nadie te escucharía.-Mi rostro se volvió totalmente serio, y mi tono de voz peligrósamente frío, aquello duró un par de segundos, intentaba, de alguna forma, asustar a Yendra. Para finalmente volver a mirarla de una forma más amistosa, sonriendo como anteriormente incluso.
-Es broma, si realmente lo fuera, usaría mis encantos para atraerte a un lugar donde realmente no pudieran encontrarnos y pudiera entretenerme contigo.
Tyler Chandler- Cazador Clase Alta
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Re: Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
La cambiante no pudo evitar soltar una tremenda risotada al escuchar la frase que si sacrificaba carneros, Yendra rió de manera abierta mientras seguía con su mirada fija en el oscuro cuadro, mientras no quería imaginarse lo que el pintor tenía en la cabeza en el momento de crear su obra...o quizás el fuese oscuridad, pero volvió al tema que le concernia. -No, pero las altas esferas y sobre todo los empresarios casi siempre tienen oscuras intenciones en pos de llenarse los bolsillos de dinero que embriague sus vicios.- Comentó Yendra mientras volvia a girarse a mirar a Ryuu sonriendo de esa forma maliciosa, muy caracteristica en ella, mientras alzaba una ceja.
Seguía el camino de su mano acariciando el brazo de aquel joven, quizás siendo algo descarada, pero no fuese algo que le preocupase, no en ese momento al menos, pero no pudo evitar hacer una pequeña broma. -Bueno, hay libros muy gordos, quizás hagas pesas con ellos. - Dijo aguantandose un poco la risa, mientras le observaba parece que consiguió algo más al tocar su brazo, consiguió que el serio semblante de Ryuu esbozase una sonrisa, Yendra se tomo eso como una victoria, el joven empezaba a mostrar sentimientos, eso indicaba que empezaba a abrirse, aunque fuese lentamente, Yendra le miró de arriba a abajo, sabía que le mentira, estaba en forma, y eso quería decir que se dedicaba a algo que necesitaba estar en esa condición fisica, pero no tenia intención de momento de seguir presionando por esa parte.
Le resulto tambien muy gracioso la ultima broma que él solto. -Oh querido, si fueras un monstruo la situación seria otra, pero no desconocida para mí, te ha seguro que he estado con los monstruos mas terribles, y temibles..- Comentó con seguirdad la cambiante, quizás dando demasiada luz a su naturaleza, pero tampoco se arrepentia de haber desvelado algo, solo era un grano de arena, y sería el momento de saber en que situación se encontraba la cambiante.
Seguía el camino de su mano acariciando el brazo de aquel joven, quizás siendo algo descarada, pero no fuese algo que le preocupase, no en ese momento al menos, pero no pudo evitar hacer una pequeña broma. -Bueno, hay libros muy gordos, quizás hagas pesas con ellos. - Dijo aguantandose un poco la risa, mientras le observaba parece que consiguió algo más al tocar su brazo, consiguió que el serio semblante de Ryuu esbozase una sonrisa, Yendra se tomo eso como una victoria, el joven empezaba a mostrar sentimientos, eso indicaba que empezaba a abrirse, aunque fuese lentamente, Yendra le miró de arriba a abajo, sabía que le mentira, estaba en forma, y eso quería decir que se dedicaba a algo que necesitaba estar en esa condición fisica, pero no tenia intención de momento de seguir presionando por esa parte.
Le resulto tambien muy gracioso la ultima broma que él solto. -Oh querido, si fueras un monstruo la situación seria otra, pero no desconocida para mí, te ha seguro que he estado con los monstruos mas terribles, y temibles..- Comentó con seguirdad la cambiante, quizás dando demasiada luz a su naturaleza, pero tampoco se arrepentia de haber desvelado algo, solo era un grano de arena, y sería el momento de saber en que situación se encontraba la cambiante.
Yendra Isley- Cambiante Clase Media
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Re: Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
La explicación de Yendra de por qué el circo tenía un lado oscuro hizo que a mi mente acudiera un pensamiento: -Los ricos siempre buscan ser más ricos, y los pobres, ser menos pobre. Por desgracia, eso no creo que cambie.- odiaba la gran y pronunciada diferencia de clases que había, yo, alguien que podría decirse que pertenecía precisamente clase a la casi alta. Pero no por mis riquezas (que no eran muchas) iba a cambiar y a volverme como los empresarios refinados e insolentes. Era algo que me enseñaron mis padres y acabé aprendiendo con el tiempo: Puedes ser muy rico, pero a la hora de morir, todos vamos al mismo sitio.
Yendra bromeó sobre que había libros muy densos, aunque realmente no utilizó esa palabra y se echó a reir. Realmente no me incomodaba que me tocara el brazo, aunque sí me parecía extraño que, sin apenas conocernos, hiciera aquello. Desde luego, aquella mujer era bastante singular.
Finalmente, la chica reaccionó a mi broma respondiendome algo que no esperaba y que, con la seguridad con la que lo hizo, me hizo pensar que escondía algo realmente importante. Y algo me decía que tenía que ver con el mundo por el que yo me movía. Sin duda, con aquella agilidad podría ser fácilmente una cazadora, como yo, o incluso una Inquisidora. Aunque ésto último podría descartarlo sin problemas, ya que los inquisidores solían llevar esas características cruces de su Dios como decorado, ya fuera en forma de collar, pulsera o cualquier otro objeto.
Entrecerré los ojos, tratando de averiguar qué podía ser, para, finalmente, fingir una sonrisa convincente, aparentando que no entendía a qué se refería realmente.
-No me digas que tú también eres un monstruo y ahora tienes pensado utilizar esos encantos que llevas utilizando desde el principio para acabar comiéndome. Si es así, dímelo y echo a correr ya.-Alcé una ceja y me giré para mirar el cuadro que llevaba mirando Yendra desde que habíamos parado, según me había fijado. Recordaba ese cuadro, y a su autor, y gracias a eso fui recordando más cosas relacionadas con el tema del cuadro.
-Las brujas de Salvator Rosa, un cuadro oscuro que refleja una era oscura. Tienen una recopilación de sus cuadros en un museo de América. En Italia tuvo problemas por hacer estas obras, que reflejaban la denuncia y la sátira de lo que les hacían a las mujeres falsamente acusadas de brujería...-Miré de reojo a Yendra, haciendo una pausa en la que además pude tomar algo de aire ántes de continuar y finalizar con una lección más-... Ántes, las mujeres no podían hacer nada sin tener la precaución de que no fueran acusadas, incluso por su propia familia. Da rabia, ¿no crees?
Yendra bromeó sobre que había libros muy densos, aunque realmente no utilizó esa palabra y se echó a reir. Realmente no me incomodaba que me tocara el brazo, aunque sí me parecía extraño que, sin apenas conocernos, hiciera aquello. Desde luego, aquella mujer era bastante singular.
Finalmente, la chica reaccionó a mi broma respondiendome algo que no esperaba y que, con la seguridad con la que lo hizo, me hizo pensar que escondía algo realmente importante. Y algo me decía que tenía que ver con el mundo por el que yo me movía. Sin duda, con aquella agilidad podría ser fácilmente una cazadora, como yo, o incluso una Inquisidora. Aunque ésto último podría descartarlo sin problemas, ya que los inquisidores solían llevar esas características cruces de su Dios como decorado, ya fuera en forma de collar, pulsera o cualquier otro objeto.
Entrecerré los ojos, tratando de averiguar qué podía ser, para, finalmente, fingir una sonrisa convincente, aparentando que no entendía a qué se refería realmente.
-No me digas que tú también eres un monstruo y ahora tienes pensado utilizar esos encantos que llevas utilizando desde el principio para acabar comiéndome. Si es así, dímelo y echo a correr ya.-Alcé una ceja y me giré para mirar el cuadro que llevaba mirando Yendra desde que habíamos parado, según me había fijado. Recordaba ese cuadro, y a su autor, y gracias a eso fui recordando más cosas relacionadas con el tema del cuadro.
-Las brujas de Salvator Rosa, un cuadro oscuro que refleja una era oscura. Tienen una recopilación de sus cuadros en un museo de América. En Italia tuvo problemas por hacer estas obras, que reflejaban la denuncia y la sátira de lo que les hacían a las mujeres falsamente acusadas de brujería...-Miré de reojo a Yendra, haciendo una pausa en la que además pude tomar algo de aire ántes de continuar y finalizar con una lección más-... Ántes, las mujeres no podían hacer nada sin tener la precaución de que no fueran acusadas, incluso por su propia familia. Da rabia, ¿no crees?
Tyler Chandler- Cazador Clase Alta
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Re: Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
Yendra observaba al joven, era una especie de su juego favorito, el gato y el ratón, nunca mejor dicho, notaba como se sorprendía cada vez que ella le tocaba y acariciaba, quizás fuese introvertido, o quizás Yendra estaba sacando demasiado a relucir su seguridad, pero como no parecía molestarle lo más minimo la cambiante aprovechaba deslizando su mano por el brazo mientras dedicaba sus sonrisas maliciosas cargadas de misteriosas intenciones. Dió una pequeña risilla, mientras Ryuu hacía su comentario que sin duda alguna alagó bastante a la cambiante sin duda, pero creer que podía ser un monstruo era algo que la divertida de sobre manera, ya que o bien el sabía más de lo que sabían los humanos, o bien pertenecía al mismo mundo, aunque Yendra no consiguió olfatear nada sobrenatural, osea que si era un vampiro, un hombre lobo u otro cambiante había sido descartado.
-Oh, un monstruo...uso mis encantos y te agredo a golpe de ferormona para seducir, ¿no seria algo curioso? tambien divertido, y tú querido Ryuu has caido de lleno en la trampa.- Deslizó de manera coqueta su dedo por el pecho del joven mientras le miraba fijamente. -Entonces, ahora que has caido en mis garras...¿Que piensas hacer al respecto, ah?.- Dijo manteniendo ese tono de coqueteo claro, el ver como reaccionaria a ello le podría dar más pistas, aunque tambien le daba alguna que otra idea maliciosa.
Ladeó la cabeza volviendo a mirar el cuadro, mientras Ryuu no tardo en hacer gala de sus conocimientos sobre el arte, algo interesante, sobre todo la historia del pintor en breve, y lo que representaba el sinuoso cuadro, Yendra alzaba una ceja levemente mientras lo escuchaba. -Realmente frustrante...lastima que creo que brujas reales han cazado más bien pocas, solo muchachas inocentes, inoportunas, con bellezas que levantaba la envidia y el odio de los demas.- Comentó mientras miraba el cuadro. - Vamos, me encantas las pinturas oscuras.- Dijo mientras se le ocurría la forma de sacar información rapida de él. -Me encanta el arte siniestro, es tan misterioso ¿no crees?- Dijo saltando frente a él repentinamente y rodeandole con sus brazos, en lo que parecía un abrazo demasiado descarado Yendra aprovechaba para intentar investigar lo que llevaba encima, para algo tambien era bastante habilidosa a la hora de robar, Yendra observaba a Ryuu con avidez.
-Oh, un monstruo...uso mis encantos y te agredo a golpe de ferormona para seducir, ¿no seria algo curioso? tambien divertido, y tú querido Ryuu has caido de lleno en la trampa.- Deslizó de manera coqueta su dedo por el pecho del joven mientras le miraba fijamente. -Entonces, ahora que has caido en mis garras...¿Que piensas hacer al respecto, ah?.- Dijo manteniendo ese tono de coqueteo claro, el ver como reaccionaria a ello le podría dar más pistas, aunque tambien le daba alguna que otra idea maliciosa.
Ladeó la cabeza volviendo a mirar el cuadro, mientras Ryuu no tardo en hacer gala de sus conocimientos sobre el arte, algo interesante, sobre todo la historia del pintor en breve, y lo que representaba el sinuoso cuadro, Yendra alzaba una ceja levemente mientras lo escuchaba. -Realmente frustrante...lastima que creo que brujas reales han cazado más bien pocas, solo muchachas inocentes, inoportunas, con bellezas que levantaba la envidia y el odio de los demas.- Comentó mientras miraba el cuadro. - Vamos, me encantas las pinturas oscuras.- Dijo mientras se le ocurría la forma de sacar información rapida de él. -Me encanta el arte siniestro, es tan misterioso ¿no crees?- Dijo saltando frente a él repentinamente y rodeandole con sus brazos, en lo que parecía un abrazo demasiado descarado Yendra aprovechaba para intentar investigar lo que llevaba encima, para algo tambien era bastante habilidosa a la hora de robar, Yendra observaba a Ryuu con avidez.
Yendra Isley- Cambiante Clase Media
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Re: Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
El coqueteo que tenía aquella mujer conmigo empezaba a ser sospechoso, y no porque pudiera ser realmente una criatura con oscuras intenciones, si no porque, aunque no me dedicase a ello, conocía el mundo del hurto, entre otras cosas porque ya había pillado a algún crío intentando robarme cuando era más joven. Pese a eso, no reaccioné de ninguna forma, pues aquél movimiento de la mujer parecía no tener intenciones de hurgar en alguno de mis bolsillos. Tenía que estar atento.
Respecto a la pregunta que me hizo, no hice más que encogerme de hombros y mirarla de arriba a abajo, siguiéndola el juego de "quien es más directo".
-Verás, no me importaría ser atraído por tí a cierto lugar donde no nos viera nadie, y ver quien se come a quien. Puede que uno de los dos nos sorprendamos.-Dije sin ningún miramiento, con cierto tono algo divertido y de "coqueteo"
Yendra opinó que era frustrante la historia del pintor de aquél cuadro y, de alguna forma, me dió una pequeña pista de la naturaleza de la mujer, por lo que había dicho, aunque tratase de ocultarlo en palabras de duda.
De repente, después de preguntarme sobre qué opinaba de aquél tipo de arte, se abalanzó a mi, abrazándome. Entrecerré los ojos, y entonces recordé a aquellas gitanas y prostitutas que utilizaban tácticas parecidas para acercarse a los hombres con dinero y desplumarlos ántes de que ellos se dieran cuenta. "-¿Así que eso intentas?- pensé, ántes de separarme dando un ligero paso y cogiéndola de una mano, dándola elegantemente una vuelta sobre si misma, sin soltarla, tal y cómo se hacía en un baile.
-Me gusta más saber qué ocultan las personas, es mucho más misterioso.-La solté, no muy lejos de mi, y del interior de mi chaqueta saqué una pequeña bolsa de monedas, que tintineaba al moverse éstas en su interior.-Deberías saber que el demonio sabe más por viejo que por demonio.-Volví a guardar la bolsa en el bolsillo del interior de la chaqueta, y la miré fíjamente, no estaba enfadado con ella, aunque hubiera intentado algo que no debía. Es más, me pareció hasta "gracioso" el hecho de que ella no se hubiera percatado de que yo ya me imaginaba algo así: Los ladrones analizaban a su víctima con detenimiento ántes de actuar.
-Además, estabas mirando en el lugar equivocado, querida.-
Respecto a la pregunta que me hizo, no hice más que encogerme de hombros y mirarla de arriba a abajo, siguiéndola el juego de "quien es más directo".
-Verás, no me importaría ser atraído por tí a cierto lugar donde no nos viera nadie, y ver quien se come a quien. Puede que uno de los dos nos sorprendamos.-Dije sin ningún miramiento, con cierto tono algo divertido y de "coqueteo"
Yendra opinó que era frustrante la historia del pintor de aquél cuadro y, de alguna forma, me dió una pequeña pista de la naturaleza de la mujer, por lo que había dicho, aunque tratase de ocultarlo en palabras de duda.
De repente, después de preguntarme sobre qué opinaba de aquél tipo de arte, se abalanzó a mi, abrazándome. Entrecerré los ojos, y entonces recordé a aquellas gitanas y prostitutas que utilizaban tácticas parecidas para acercarse a los hombres con dinero y desplumarlos ántes de que ellos se dieran cuenta. "-¿Así que eso intentas?- pensé, ántes de separarme dando un ligero paso y cogiéndola de una mano, dándola elegantemente una vuelta sobre si misma, sin soltarla, tal y cómo se hacía en un baile.
-Me gusta más saber qué ocultan las personas, es mucho más misterioso.-La solté, no muy lejos de mi, y del interior de mi chaqueta saqué una pequeña bolsa de monedas, que tintineaba al moverse éstas en su interior.-Deberías saber que el demonio sabe más por viejo que por demonio.-Volví a guardar la bolsa en el bolsillo del interior de la chaqueta, y la miré fíjamente, no estaba enfadado con ella, aunque hubiera intentado algo que no debía. Es más, me pareció hasta "gracioso" el hecho de que ella no se hubiera percatado de que yo ya me imaginaba algo así: Los ladrones analizaban a su víctima con detenimiento ántes de actuar.
-Además, estabas mirando en el lugar equivocado, querida.-
Tyler Chandler- Cazador Clase Alta
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Re: Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
El coqueteo de la cambiante era notable con el joven, incluso le estaba divirtiendo ese juego que llevaban, la insinuación que tenía el joven sobre quien iba a devorar a quien la había intrigado hasta cierto punto, pero no la había sorprendido para mal ni mucho menos. -Uhm, me gustan los juegos amorosos y salvajes.- Dijo de una manera exageradamente descarada, e incluso le divertía todas las reacciones del joven, ya que estaba hiendo todo hasta el momento por el camino que era el que ella queria.
No tubo problema en llevarlo más allá a continuación, pero quizás se precipitó en el abrazo, la cogió y dió unos pasos similares a los de un baile de salon, Yendra dejo escapar una risa, y despues miro al joven, le había pillado en sus malas intenciones, Yendra abrió mucho los ojos cuando fue descubierta y dió un bufido de enfado ladeando la cabeza mirandole entrecerrando los ojos y mirando la bolsa de oro. -Oh querido cuanta inocencia hay dentro de ti, la oscuridad te deboraría sin pensarlo.- Chasqueó la lengua y ella saco una cuantiosa bolsa de oro. -En el circo me pagan y como ves estoy bien servida...en realidad buscaba los objetos de filo y plata que pudiera esconder debajo de esa preciosa chaqueta.- Dijo directamente sin rodeos, alzando una ceja y sonriendo de manera algo cinica mientras se volvía a acercar, muy atenta a la repuesta del joven ante ese último comentario.
-Creo que alguien que se gana la vida robando habría entrado en este espectacular sitio por la noche y con intención de robar estas maravillosas obras de arte. - Habló de manera segura mientras se contoneó mirandole fijamente, y dió un salto para llegar a la altura de Ryuu a quien lamió la mejilla antes de retroceder unos pasos riendo, y volvió a entrelazar los dedos a su espalda mordiendose el labio observando alrededor, sabía que eso ultimo había podido tenser las cosas, así que sonrio de medio lado. -Impresioname con algun conocimiento de otra pintura retorcida y siniestra, y esto seguira llevando buen camino.- Yendra le miraba fijamente, de manera intensa, la situación le gustaba cada vez más viendo que camino podía llevar esto.
No tubo problema en llevarlo más allá a continuación, pero quizás se precipitó en el abrazo, la cogió y dió unos pasos similares a los de un baile de salon, Yendra dejo escapar una risa, y despues miro al joven, le había pillado en sus malas intenciones, Yendra abrió mucho los ojos cuando fue descubierta y dió un bufido de enfado ladeando la cabeza mirandole entrecerrando los ojos y mirando la bolsa de oro. -Oh querido cuanta inocencia hay dentro de ti, la oscuridad te deboraría sin pensarlo.- Chasqueó la lengua y ella saco una cuantiosa bolsa de oro. -En el circo me pagan y como ves estoy bien servida...en realidad buscaba los objetos de filo y plata que pudiera esconder debajo de esa preciosa chaqueta.- Dijo directamente sin rodeos, alzando una ceja y sonriendo de manera algo cinica mientras se volvía a acercar, muy atenta a la repuesta del joven ante ese último comentario.
-Creo que alguien que se gana la vida robando habría entrado en este espectacular sitio por la noche y con intención de robar estas maravillosas obras de arte. - Habló de manera segura mientras se contoneó mirandole fijamente, y dió un salto para llegar a la altura de Ryuu a quien lamió la mejilla antes de retroceder unos pasos riendo, y volvió a entrelazar los dedos a su espalda mordiendose el labio observando alrededor, sabía que eso ultimo había podido tenser las cosas, así que sonrio de medio lado. -Impresioname con algun conocimiento de otra pintura retorcida y siniestra, y esto seguira llevando buen camino.- Yendra le miraba fijamente, de manera intensa, la situación le gustaba cada vez más viendo que camino podía llevar esto.
Yendra Isley- Cambiante Clase Media
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Re: Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
La chica se mostró enfadada al haber descubierto sus intenciones, sin embargo recondució el motivo de por qué me estaba intendando fisgar, justificando que quería comprobar si tenía algún arma. Por suerte, únicamente llevaba el cuchillo, y no lo tenía cerca de donde ella pudiera alcanzar. Si hubiera llevado algún arma más, hubiera descubierto que ocultaba algo, y quería seguir haciéndolo, al menos hasta que yo supiera qué era lo que escondía ella detrás de tanto coqueteo e interés por el arte.
-Como te decía: No estabas buscando en buen lugar, ¿qué clase de persona guarda un cuchillo en su espalda? Es más fácil clavártelo tú solo de esa forma.-Dije a modo de broma, disimulando lo más convincentemente posible que no ocultaba nada.
Lo que Yendra hizo a continuación me pilló por sorpresa, ya que de un salto se acercó a mi y pasó su lengua por mi mejilla, para luego retirarse, riendo. Me llevé una mano a dicha mejilla, sin llegar a tocármela, y la miré, con el ceño fruncido. Después esbocé una sonrisa ligera y algo divertida, ¿quería jugar así? Pues así sería.
Me pidió que la impresionara con mis conocimientos de arte, quizás para romper el hielo por lo sucedido anteriormente, sin embargo yo tenía otros planes: Iría un paso, o dos, por delante de ella. Era mi turno de tratar de averiguar quién era ella.
-¿Qué tal si me impresionas tú? De alguna forma, seguro que sabes cómo, sorpréndeme.-Dije caminando lentamente hacia ella, con las manos entrelazadas en mi espalda, siendo ésta vez yo quien la rodeaba a ella, observándola de arriba a abajo con total descaro, símplemente provocativo.
Me paré frente a ella, a unos pocos centímetros, sin estar nuestros cuerpos pegados,
pero casi. La miré diréctamente a los ojos, divertido. Finalmente, Anshy tendría al final razón, y me venía bien salir a despejarme.
-Vamos, quizás si quitas algo de misterio, haga yo lo mismo...-La acaricié la mejilla con el dorso de la mano, con delicadeza, casi rozándola, y mi mirada brilló por un momento. Estaba dispuesto a revelar mi secreto si ella hacía lo mismo. Puesto que sabía que algo ocultaba.
-Como te decía: No estabas buscando en buen lugar, ¿qué clase de persona guarda un cuchillo en su espalda? Es más fácil clavártelo tú solo de esa forma.-Dije a modo de broma, disimulando lo más convincentemente posible que no ocultaba nada.
Lo que Yendra hizo a continuación me pilló por sorpresa, ya que de un salto se acercó a mi y pasó su lengua por mi mejilla, para luego retirarse, riendo. Me llevé una mano a dicha mejilla, sin llegar a tocármela, y la miré, con el ceño fruncido. Después esbocé una sonrisa ligera y algo divertida, ¿quería jugar así? Pues así sería.
Me pidió que la impresionara con mis conocimientos de arte, quizás para romper el hielo por lo sucedido anteriormente, sin embargo yo tenía otros planes: Iría un paso, o dos, por delante de ella. Era mi turno de tratar de averiguar quién era ella.
-¿Qué tal si me impresionas tú? De alguna forma, seguro que sabes cómo, sorpréndeme.-Dije caminando lentamente hacia ella, con las manos entrelazadas en mi espalda, siendo ésta vez yo quien la rodeaba a ella, observándola de arriba a abajo con total descaro, símplemente provocativo.
Me paré frente a ella, a unos pocos centímetros, sin estar nuestros cuerpos pegados,
pero casi. La miré diréctamente a los ojos, divertido. Finalmente, Anshy tendría al final razón, y me venía bien salir a despejarme.
-Vamos, quizás si quitas algo de misterio, haga yo lo mismo...-La acaricié la mejilla con el dorso de la mano, con delicadeza, casi rozándola, y mi mirada brilló por un momento. Estaba dispuesto a revelar mi secreto si ella hacía lo mismo. Puesto que sabía que algo ocultaba.
Tyler Chandler- Cazador Clase Alta
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Re: Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
Los ojos de Yendra se clavaron en Ryuu con avidez, era más intuitivo de lo que ella había imaginado, ya que tras su insinuación de las armas, no cayó en la trampa, y continuó como si nada, lo cual la cambiante no podía asegurar quien era el que frente a ella se hayaba, seguía el misterio y la cambiante empezaba a impacientarse de saber quien realmente era quien con ella se encontraba. Ladeó la cabeza sin perderle de vista un segundo. -He encontrado cuchillos en sitios muy originales. - Bromeo rapidamente la cambiante, mientras se cruzaba de brazos.
Aunque parecía que la ultima acción si que tuvo una notable reacción, ese salto, y el pasar la lengua por la cara del joven de manera tán espontanea, Yendra pudo ver que Ryuu si se sorprendió por eso, empezaba a mostrar más emociones que una leve sonrisa, la cambiante estaba triunfante de empezar a llevar las cosas por donde ella deseaba, y despistarle diciendo que quería seguir recibiendo las historias de los cuadros, pero el joven parecía poco interesado en el arte del museo. Más Yendra dió un pequeño respingo de sorpresa cuando Ryuu no contento con su lametón, ahora pedía tambien que le sorprendiera... La cara de sorpresa de Yendra era notable, pero enseguida recobró la compostura. -Sorprenderte...¿Más a aun?- Dijo de manera segura. Mientras observaba como ahora era él quien descaradamente la rodeaba e inspeccionaba, Yendra no le quitaba ojos a sus movimientos mientras alzaba una ceja y mantenia el semblante con una sonrisa de medio lado aun marcada en el rostro, mirando como Ryuu quedó a tán poca distancia.
Le miró fijamente a los ojos, le pedía que desvelase mucho, Yendra estaba dispuesta a arriesgar un poco más, si era un simple humano no lo entendería y solo quedaría como un juego, en cambio, si tenía más conocimientos podría arrojar luz sobre el misterio, Yendra ladeo la cabeza. -Esta bien...- Dijo arrastrando las palabras, y pasó sus manos por los hombros del joven, se mordió el labio levemente. -Juego con bestias, y cuando lo deseo, puedo ser una de ellas, aunque no solo por la noche...si no cuando quiero, y donde quiero.- Mantuvo un tono de coqueteo en todo momento, incluso guio sus brazos girando sobre si misma poniendose de espaldas a él y haciendo que la abrazase desde atras, despues le dio con la cintura para escabullirse de sus brazos riendo de maliciosa manera.
Aunque parecía que la ultima acción si que tuvo una notable reacción, ese salto, y el pasar la lengua por la cara del joven de manera tán espontanea, Yendra pudo ver que Ryuu si se sorprendió por eso, empezaba a mostrar más emociones que una leve sonrisa, la cambiante estaba triunfante de empezar a llevar las cosas por donde ella deseaba, y despistarle diciendo que quería seguir recibiendo las historias de los cuadros, pero el joven parecía poco interesado en el arte del museo. Más Yendra dió un pequeño respingo de sorpresa cuando Ryuu no contento con su lametón, ahora pedía tambien que le sorprendiera... La cara de sorpresa de Yendra era notable, pero enseguida recobró la compostura. -Sorprenderte...¿Más a aun?- Dijo de manera segura. Mientras observaba como ahora era él quien descaradamente la rodeaba e inspeccionaba, Yendra no le quitaba ojos a sus movimientos mientras alzaba una ceja y mantenia el semblante con una sonrisa de medio lado aun marcada en el rostro, mirando como Ryuu quedó a tán poca distancia.
Le miró fijamente a los ojos, le pedía que desvelase mucho, Yendra estaba dispuesta a arriesgar un poco más, si era un simple humano no lo entendería y solo quedaría como un juego, en cambio, si tenía más conocimientos podría arrojar luz sobre el misterio, Yendra ladeo la cabeza. -Esta bien...- Dijo arrastrando las palabras, y pasó sus manos por los hombros del joven, se mordió el labio levemente. -Juego con bestias, y cuando lo deseo, puedo ser una de ellas, aunque no solo por la noche...si no cuando quiero, y donde quiero.- Mantuvo un tono de coqueteo en todo momento, incluso guio sus brazos girando sobre si misma poniendose de espaldas a él y haciendo que la abrazase desde atras, despues le dio con la cintura para escabullirse de sus brazos riendo de maliciosa manera.
Yendra Isley- Cambiante Clase Media
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Re: Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
Había sorprendido a la mujer con mi reacción y mi cambio de papel a uno más provocativo, totalmente diferente al de... ¿Cómo había dicho ella? Sí: Ratón de biblioteca. Sin embargo, aunque su rostro me indicó que iba por buen camino, ésto duró más bien poco, pero lo suficiente como paea darme cuenta. Yendra ahora parecía muy segura de sí misma cuando me preguntó que si quería que me sorprendiera más aún. Me encogí de hombros ante aquella pregunta, y finalmente asentí, sin borrar esa sonrisa divertida y sugerente.
Finalmente, la mujer accedió, y se dispuso a revelar su secreto, aunque no lo hizo de forma directa, si no que más bien dejó caer el comentario que, si no hubiera sido porque yo pertenecía al mundo sobrenatural, no me hubiera dado cuenta: "Juego con bestias, y cuando lo deseo, puedo ser una de ellas". No bastó nada más para darme cuenta de qué secreto ocultaba la mujer, pues un licántropo no podía transformarse cuando quisiera, no al menos todos, y las únicas criaturas que podían transformarse a voluntad sin importar el lugar y el momento solo eran unas: Los cambiantes.
-Te tengo.-Pensé, victorioso por aquella deducción. Ahora que sabía lo que era, no tendría que preocuparme, no al menos totalmente, y menos en aquél lugar.
Su tono de coqueteo y sus movimientos, sin embargo, no dejaban de provocarme, acercándose esta vez tanto que podría rodearla con mis brazos si quisiera, pero ya lo hizo ella por mi, al menos durante unos instantes, ántes de que moviera su cintura contra mi para separarse entre risas.
¿A qué estaba jugando? ¿De verdad quería coquetear conmigo? ¿O solo pretendía provocarme? Porque si era lo último, empezaba a conseguirlo, y el museo no era un lugar para hacer el tipo de cosas que pasaban por mi mente.
Respiré hondo, disimuladamente, tratando de reprimir al Ryuu que tan poco me gustaba sacar. Tratando de mantener en la superficie al Ryuu serio, observador y analista. Aunque aparentase ser el primero. Pero no podía perder el control. No sin saber las verdaderas intenciones de la cambiante.
-Así que puedes transformarte en una criatura, siempre que tu quieras...-Dije mientras la observaba, metiendo una de mis manos en uno de los bolsillos del pantalón. Ella, de alguna forma, se había arriesgado a delatar su naturaleza, yo debería hacer lo mismo. Al menos de la misma forma.
Caminé hacia ella, volviendo a reducir la distancia entre ambos, ésta vez algo más que antes y la dediqué una mirada misteriosa.
-Yo... A parte de dedicarme al mundo del arte, también hago otras cosas, me muevo entre bestias, como tú, pero yo lo hago para castigar a las que son peligrosas...-Dije casi en un susurro, continuando con aquél juego de misterio e investigación.
Finalmente, la mujer accedió, y se dispuso a revelar su secreto, aunque no lo hizo de forma directa, si no que más bien dejó caer el comentario que, si no hubiera sido porque yo pertenecía al mundo sobrenatural, no me hubiera dado cuenta: "Juego con bestias, y cuando lo deseo, puedo ser una de ellas". No bastó nada más para darme cuenta de qué secreto ocultaba la mujer, pues un licántropo no podía transformarse cuando quisiera, no al menos todos, y las únicas criaturas que podían transformarse a voluntad sin importar el lugar y el momento solo eran unas: Los cambiantes.
-Te tengo.-Pensé, victorioso por aquella deducción. Ahora que sabía lo que era, no tendría que preocuparme, no al menos totalmente, y menos en aquél lugar.
Su tono de coqueteo y sus movimientos, sin embargo, no dejaban de provocarme, acercándose esta vez tanto que podría rodearla con mis brazos si quisiera, pero ya lo hizo ella por mi, al menos durante unos instantes, ántes de que moviera su cintura contra mi para separarse entre risas.
¿A qué estaba jugando? ¿De verdad quería coquetear conmigo? ¿O solo pretendía provocarme? Porque si era lo último, empezaba a conseguirlo, y el museo no era un lugar para hacer el tipo de cosas que pasaban por mi mente.
Respiré hondo, disimuladamente, tratando de reprimir al Ryuu que tan poco me gustaba sacar. Tratando de mantener en la superficie al Ryuu serio, observador y analista. Aunque aparentase ser el primero. Pero no podía perder el control. No sin saber las verdaderas intenciones de la cambiante.
-Así que puedes transformarte en una criatura, siempre que tu quieras...-Dije mientras la observaba, metiendo una de mis manos en uno de los bolsillos del pantalón. Ella, de alguna forma, se había arriesgado a delatar su naturaleza, yo debería hacer lo mismo. Al menos de la misma forma.
Caminé hacia ella, volviendo a reducir la distancia entre ambos, ésta vez algo más que antes y la dediqué una mirada misteriosa.
-Yo... A parte de dedicarme al mundo del arte, también hago otras cosas, me muevo entre bestias, como tú, pero yo lo hago para castigar a las que son peligrosas...-Dije casi en un susurro, continuando con aquél juego de misterio e investigación.
Tyler Chandler- Cazador Clase Alta
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Re: Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
Yendra seguía sin preocupaciones con su provocativo juego, le gustaba por donde iba la cosa, y el baile que andaba teniendo por así decirlo con el joven, divertida, y empezaba a intuir ya las sensaciones que Ryuu estaba teniendo, ya que la seguía el juego, parecía disfrutarlo casi tanto como ella, eso era bueno, o al menos así lo veia la cambiante, pasaba su dedo indice por el hombro y espalda del joven. -Si, puedo cambiar la forma...y ser no vista si así lo deseo, y seguir el rastro de cualquiera. - Dijo en un tono misterioso, aunque esa ultima frase que dicha por el joven le dió mucha información, de echo la cambiante se frenó en seco y le observó con suma avidez, analizandole, de varias maneras, altura, atractivo, forma fisica, y de ahí empezo a imaginar que habilidades pudiera tener aquel prometedor joven.
-Asi que caminas entre bestias como yo ¿uh?.- Se acercó olisqueandole de manera más descarada e incluso lanzandole alguna que otra mirada cargada de picardia. -Más por el día caminas, y por la luna no pareces alterarte....luchar contra lo sobrenatural...eso me resulta inquietante...- Comentó de manera lenta, aun con ese tono coqueto, ya que a la cambiante solo le quedaban dos dudas, un cazador, o un inquisidor, estos últimos bastante irritantes, al menos para la cambiante, sonrió de manera amplia finalmente mientras seguía mirandole. -Me he enfrentado a los que son como tú, y he salido victoriosa...- Se fijó si llevaba cruces, pero no parecía esos extremistas religiosos a los que llamaban inquisidores, pero ciertamente empezaba a ser el segundo cazador oficial con el que la cambiante cruzaba las palabras. -¿Y bien? ¿como sera la pelea?- Se acercó muchisimo al joven Ryuu, pegando su cuerpo a el de él, mirandole desde su baja estatura, y pasó sus manos por los costados del joven hasta masajear sus pectorales, para despues retroceder un paso. -Una pelea de seducción, o prefieres algo más duro..- Dijo casí con doble intención, Yendra rió ampliamente que hizo eco por el solitarió museo, Yendra puso una pose mas chulesca alzando una ceja. -¿Que va a ser?...
-Asi que caminas entre bestias como yo ¿uh?.- Se acercó olisqueandole de manera más descarada e incluso lanzandole alguna que otra mirada cargada de picardia. -Más por el día caminas, y por la luna no pareces alterarte....luchar contra lo sobrenatural...eso me resulta inquietante...- Comentó de manera lenta, aun con ese tono coqueto, ya que a la cambiante solo le quedaban dos dudas, un cazador, o un inquisidor, estos últimos bastante irritantes, al menos para la cambiante, sonrió de manera amplia finalmente mientras seguía mirandole. -Me he enfrentado a los que son como tú, y he salido victoriosa...- Se fijó si llevaba cruces, pero no parecía esos extremistas religiosos a los que llamaban inquisidores, pero ciertamente empezaba a ser el segundo cazador oficial con el que la cambiante cruzaba las palabras. -¿Y bien? ¿como sera la pelea?- Se acercó muchisimo al joven Ryuu, pegando su cuerpo a el de él, mirandole desde su baja estatura, y pasó sus manos por los costados del joven hasta masajear sus pectorales, para despues retroceder un paso. -Una pelea de seducción, o prefieres algo más duro..- Dijo casí con doble intención, Yendra rió ampliamente que hizo eco por el solitarió museo, Yendra puso una pose mas chulesca alzando una ceja. -¿Que va a ser?...
Yendra Isley- Cambiante Clase Media
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Re: Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
Mi pista sobre lo que yo era hizo aue Yendra se quedase quieta en el sitio, lo que en un principio me hizo pensar que había hecho mal en decírselo y la había puesto en alerta, sin embargo su jugueteo no había acabado, quizás para mi suerte, ahí. Puesto que se acerco a olerme, como haría una criatura cuya capacidad era transformarse en una bestia, confirmando mis sospechas sobre que ella era una cambiante. ¿Habría adivinado ella lo que yo era? Había oído hablar de aquella orden de fanáticos religiosos que se hacían llamar Inquisidores: Gente que no me gustaba en absoluto, símplemente por su gran radicalismo y devoción hacia algo invisible, inexistente.
La cambiante siguió juntando piezas, hasta que me miró a los ojos y dijo que se había enfrentado a más gente como yo, saliendo victoriosa ella, alcé una ceja y la dediqué una sonrisa socarrona.
-Oh querida, no creas que ésta vez ganarás tú, no soy como los demás a los que "te hayas enfrentado.-Puse un tono irónico, pero a la vez divertido. Aquella chica desde luego era provocativa, más que cualquiera que me hubiera cruzado anteriormente. Ella era una depredadora: Jugaba, provocaba y finalmente atacaba a su presa. Pero para su desgracia, yo no sería el cazador cazado, no para ella.
Finalmente se acercó de nuevo, ésta vez más que ántes, pegando nuestros cuerpos, poniendo a prueba aquél hilo que sostenía mi control, el cual empezaba a flojear poco a poco. Se dejó de rodeos, algo así, y me preguntó cómo sería la pelea, no sin ántes volver a retroceder y reirse después de la pregunta. Cuando adoptó aquella posición, más provocativa, fui yo el que se acercó a ella, caminando a su alrededor como ántes, ésta vez más despacio. No tenía prisa, nadie nos observaba en aquella sala vacía, únicamente algunas de las esculturas y cuadros con formas humanas.
-Me gustan los juegos, sobre todo si soy yo el que gano o, en su defecto, si ámbas partes ganamos.-Al situarme detrás de ella, acorté distancias, y acerqué mi rostro a su cuello, que gran parte lo ocultaba su melena rubia.-¿Qué quieres tú, Yendra? ¿Quieres que ganemos las dos partes?.-Susurré cerca de su oído, con voz grave, como si fuera un pequeño gruñido, justo ántes de pasar mi lengua por su cuello, lentamente, hasta acabar cerca de su oreja: Yo también sabía jugar a aquello, no era tonto.
Seguí caminando, despacio, hasta acabar frente a ella, a pocos centímetros de que nuestros cuerpos se juntaran. La dediqué una sonrisa divertida y juguetona, a la par que acariciaba su labio inferior con mi dedo pulgar, de forma sugerente.
-Vamos, Yendra, no me decepciones, muéstrame esa bestia que ocultas, si eres capaz.-Dije desafiante, sin perder el toque sensual que estaba teniendo, mirándola con los ojos algo entrecerrados, tratando de profundizar en su interior.
La cambiante siguió juntando piezas, hasta que me miró a los ojos y dijo que se había enfrentado a más gente como yo, saliendo victoriosa ella, alcé una ceja y la dediqué una sonrisa socarrona.
-Oh querida, no creas que ésta vez ganarás tú, no soy como los demás a los que "te hayas enfrentado.-Puse un tono irónico, pero a la vez divertido. Aquella chica desde luego era provocativa, más que cualquiera que me hubiera cruzado anteriormente. Ella era una depredadora: Jugaba, provocaba y finalmente atacaba a su presa. Pero para su desgracia, yo no sería el cazador cazado, no para ella.
Finalmente se acercó de nuevo, ésta vez más que ántes, pegando nuestros cuerpos, poniendo a prueba aquél hilo que sostenía mi control, el cual empezaba a flojear poco a poco. Se dejó de rodeos, algo así, y me preguntó cómo sería la pelea, no sin ántes volver a retroceder y reirse después de la pregunta. Cuando adoptó aquella posición, más provocativa, fui yo el que se acercó a ella, caminando a su alrededor como ántes, ésta vez más despacio. No tenía prisa, nadie nos observaba en aquella sala vacía, únicamente algunas de las esculturas y cuadros con formas humanas.
-Me gustan los juegos, sobre todo si soy yo el que gano o, en su defecto, si ámbas partes ganamos.-Al situarme detrás de ella, acorté distancias, y acerqué mi rostro a su cuello, que gran parte lo ocultaba su melena rubia.-¿Qué quieres tú, Yendra? ¿Quieres que ganemos las dos partes?.-Susurré cerca de su oído, con voz grave, como si fuera un pequeño gruñido, justo ántes de pasar mi lengua por su cuello, lentamente, hasta acabar cerca de su oreja: Yo también sabía jugar a aquello, no era tonto.
Seguí caminando, despacio, hasta acabar frente a ella, a pocos centímetros de que nuestros cuerpos se juntaran. La dediqué una sonrisa divertida y juguetona, a la par que acariciaba su labio inferior con mi dedo pulgar, de forma sugerente.
-Vamos, Yendra, no me decepciones, muéstrame esa bestia que ocultas, si eres capaz.-Dije desafiante, sin perder el toque sensual que estaba teniendo, mirándola con los ojos algo entrecerrados, tratando de profundizar en su interior.
Tyler Chandler- Cazador Clase Alta
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Re: Entre cuadros, esculturas y antigüedades +18 [Priv. Yendra]
La cambiante le seguía con la mirada con suma atención, mientras pensaba mas de una mil travesuras que hacer, mientras dejaba escapar una risilla, mirandole de forma intensa, mientras le escuchaba, gustandole el tono que ponía siguiendo el juego que la cambiante había iniciado, ladeó la cabeza tal como lo haría un felino cuando miraba algo que le interesaba notablemente. -¿Como los demas a los que me he enfrentado? no, ciertamente no tienes pinta de ser como el resto, pero eso solo lo hace parecer más divertido...- Dejo escapar una sonrisa pilla, mientras saboreaba este juego, mirandole de esa manera intensa.
Así que alzó una ceja esperando ver el comportamiento jugueton del joven, mientras se mordia de manera algo descarada el labio inferior mirnandole, mientras visualizaba cual perversas ideas se le iban ocurriendo sobre la marcha, y cual más divertida. -Ganar los dos ¿uhm? no se, tal vez...y solo tal vez permita un empate, pero no sera facil...pero..te gustara....grrr.- El gruñido final sin duda sonó como el de un gran felino, de haber habido alguien alrededor habría pegado un bote y puesto las alertas pues si alguna gran bestia se hubiera escapado del zoo. -Podemos ganar las dos partes si sigues el ritmo..¿podrás seguirlo Ryuu?- Dijo de una manera notablemente desafiante, mientras mantenía esa maliciosa sonrisilla, mirandole de manera penetrante, disfrutando de como él tambien se acercaba a ella, sin duda con la miel en los labios, o asi lo pensaba Yendra con satisfacción.
Él la acariciaba con su dedo los labios, mientras la cambiante le mantenía la mirada, el reto había sido echado y ella iba a responder a el, eso estaba claro, si quería acción la iba a tener, quizás de una forma muy brusca, Yendra echó un rapido vistazo a los lados comprobando la soledad, y comprobando que ninguna pieza artistca fuese dañada, entonces, retrocedió un poco más y salto de tremenda forma contra Ryuu sin duda con intención de tirarlo bruscamente contra la pared, le cerro el pasó con los brazos arrinconandolo contra esta, y se puso de puntillas para robar un beso, pero no un simple besito rapido, si no que se regodeó en un pasional beso a aquel joven al que hacía poco había conocido, le agarró la cara con algo de brusquedad mientras le seguía el beso y se separó mordiendose los labios como si aun resaboreara ese beso recien dado, para despues sonreir de manera triunfante. -Espero que no te hayas quedado sin demasiado aire...o si.- Comentó de manera engreida, mirandole fijamente atenta a sus pasos.
Así que alzó una ceja esperando ver el comportamiento jugueton del joven, mientras se mordia de manera algo descarada el labio inferior mirnandole, mientras visualizaba cual perversas ideas se le iban ocurriendo sobre la marcha, y cual más divertida. -Ganar los dos ¿uhm? no se, tal vez...y solo tal vez permita un empate, pero no sera facil...pero..te gustara....grrr.- El gruñido final sin duda sonó como el de un gran felino, de haber habido alguien alrededor habría pegado un bote y puesto las alertas pues si alguna gran bestia se hubiera escapado del zoo. -Podemos ganar las dos partes si sigues el ritmo..¿podrás seguirlo Ryuu?- Dijo de una manera notablemente desafiante, mientras mantenía esa maliciosa sonrisilla, mirandole de manera penetrante, disfrutando de como él tambien se acercaba a ella, sin duda con la miel en los labios, o asi lo pensaba Yendra con satisfacción.
Él la acariciaba con su dedo los labios, mientras la cambiante le mantenía la mirada, el reto había sido echado y ella iba a responder a el, eso estaba claro, si quería acción la iba a tener, quizás de una forma muy brusca, Yendra echó un rapido vistazo a los lados comprobando la soledad, y comprobando que ninguna pieza artistca fuese dañada, entonces, retrocedió un poco más y salto de tremenda forma contra Ryuu sin duda con intención de tirarlo bruscamente contra la pared, le cerro el pasó con los brazos arrinconandolo contra esta, y se puso de puntillas para robar un beso, pero no un simple besito rapido, si no que se regodeó en un pasional beso a aquel joven al que hacía poco había conocido, le agarró la cara con algo de brusquedad mientras le seguía el beso y se separó mordiendose los labios como si aun resaboreara ese beso recien dado, para despues sonreir de manera triunfante. -Espero que no te hayas quedado sin demasiado aire...o si.- Comentó de manera engreida, mirandole fijamente atenta a sus pasos.
Yendra Isley- Cambiante Clase Media
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