AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Tiempo de ruina. (Privado)
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Tiempo de ruina. (Privado)
París 1825 aproximadamente.
El capitán repasaba el informe una y otra vez meditando sobre las posibilidades que tenía delante. Veinte años atrás sufrieron un complot organizado que dinamitó las finanzas de los Blackmore con el único objetivo de perjudicarles y minar a la Orden de Hellsing de la que eran benefactores y miembros.
Apenas estaba despuntando entre los cazadores, su gestión había sido muy buena pero los sobrenaturales no perdían el tiempo y se dedicaron a destruir su base económica. Menos mal que William Chase, su hermano mediano era un mago de las finanzas y consiguió recuperar parte del patrimonio de los Blackmore, pero el golpe fue muy duro. Obligó a Aveline y Stein a tener a su primer y único hijo en una casa muy sencilla, de clase media, lejos de los lujos a los que estaba acostumbrada; y a él a depender de la fortuna de su esposa. No es que eso fuera el fin del mundo, pero guardaba un rencor muy agrio a quienes causaron tal estropicio, así que se dedicó a cazarlos, uno por uno, aunque eso implicase mandar a Xaryne o a Aveline a la otra punta del continente. Sólo enviaba a sus mejores cazadores porque era un trabajo meticuloso y certero que sólo admitía un resultado: la muerte.
Pero aquel que llamaban de mote Pandemonium, pues nadie sabía su verdadero nombre, se le había escapado a lo largo de los años. Él tenía ya 57 años y no podría darle caza a algo tan poderoso, pero no renunciaba a la idea de hacerlo, el único problema es que se había perdido su rastro casi inmediatamente después de su ruina. El informa que le había llegado era de la sede de Noruega donde aseguraban que Pandemonium se había establecido allí una temporada y después de nuevo el rastro se devanecía, pero había un lugar y una fecha. Le pidió a Elora el favor de abrir un portal temporal para mandar a su mejor cazadora, sólo que había un problema: la mejor era su propia hija y no quería enviarla a algo así. Aveline y Krystha eran uña y carne, tía y sobrina se llevaban estupendamente desde siempre, porque la niña era como la Parca, letal y competitiva.
— No le des más vueltas, yo la acompañaré para cubrirle las espaldas, tranquilo. Envíanos a las dos.
Axel no estaba seguro, pero sabía que su hermana no dejaría a su hija ni a sol ni a sombra y además ésta llevaba meses dándole la murga con que quería alguna misión principal. Suspiró cansado, y finalmente accedió. Llegó el día y ambas cruzaron el portal que la bruja invocó, llegando al otro lado en cuestión de segundos.
El capitán repasaba el informe una y otra vez meditando sobre las posibilidades que tenía delante. Veinte años atrás sufrieron un complot organizado que dinamitó las finanzas de los Blackmore con el único objetivo de perjudicarles y minar a la Orden de Hellsing de la que eran benefactores y miembros.
Apenas estaba despuntando entre los cazadores, su gestión había sido muy buena pero los sobrenaturales no perdían el tiempo y se dedicaron a destruir su base económica. Menos mal que William Chase, su hermano mediano era un mago de las finanzas y consiguió recuperar parte del patrimonio de los Blackmore, pero el golpe fue muy duro. Obligó a Aveline y Stein a tener a su primer y único hijo en una casa muy sencilla, de clase media, lejos de los lujos a los que estaba acostumbrada; y a él a depender de la fortuna de su esposa. No es que eso fuera el fin del mundo, pero guardaba un rencor muy agrio a quienes causaron tal estropicio, así que se dedicó a cazarlos, uno por uno, aunque eso implicase mandar a Xaryne o a Aveline a la otra punta del continente. Sólo enviaba a sus mejores cazadores porque era un trabajo meticuloso y certero que sólo admitía un resultado: la muerte.
Pero aquel que llamaban de mote Pandemonium, pues nadie sabía su verdadero nombre, se le había escapado a lo largo de los años. Él tenía ya 57 años y no podría darle caza a algo tan poderoso, pero no renunciaba a la idea de hacerlo, el único problema es que se había perdido su rastro casi inmediatamente después de su ruina. El informa que le había llegado era de la sede de Noruega donde aseguraban que Pandemonium se había establecido allí una temporada y después de nuevo el rastro se devanecía, pero había un lugar y una fecha. Le pidió a Elora el favor de abrir un portal temporal para mandar a su mejor cazadora, sólo que había un problema: la mejor era su propia hija y no quería enviarla a algo así. Aveline y Krystha eran uña y carne, tía y sobrina se llevaban estupendamente desde siempre, porque la niña era como la Parca, letal y competitiva.
— No le des más vueltas, yo la acompañaré para cubrirle las espaldas, tranquilo. Envíanos a las dos.
Axel no estaba seguro, pero sabía que su hermana no dejaría a su hija ni a sol ni a sombra y además ésta llevaba meses dándole la murga con que quería alguna misión principal. Suspiró cansado, y finalmente accedió. Llegó el día y ambas cruzaron el portal que la bruja invocó, llegando al otro lado en cuestión de segundos.
Axel Blackmore- Cazador Clase Alta
- Mensajes : 144
Fecha de inscripción : 07/12/2016
Re: Tiempo de ruina. (Privado)
Krystha se pertrechó, una mochila y dos cartucheras colgadas a modo de cinturón, su arma predilecta y unas cuantas más. No sabía qué iba a necesitar allí, suponía que también habría una Sede en Noruega pero no quería dar por sentado que fuera a ser bienvenida y cuantas menos personas supieran quién era y de dónde venía mucho mejor, no estaba para dar muchos detalles de su vida.
Al fin le habían dado la misión que quería, una digna de ella y de sus capacidades, que se moría por demostrar. No le importó que su tía le acompañase, si esa era la única condición para ir y buscar al que tanto mal había causado para los Blackmore y la Orden, entonces podrían venir todos los Blackmore vivos que existieran. Prefería no tener niñera, La Parca siempre sería toda una leyenda entre los cazadores, pero le dolía tener que ponerle en peligro solo porque su padre no se fiase de ella. Su tía Ave debería estar disfrutando, no siguiéndola a todas las misiones.
Su hermana, aunque le sorprendió, añadió alguna que otra cosa a su munición, diciéndole cuáles eran los efectos que causaban, que ella conociera, porque algunos trastos no los había terminado del todo o no llegaba a imaginar para qué pudiera utilizarlos, pero los más importantes sí: Un colgante, tres balas, una de plata, otra de hierro y otra de metralla, por lo que pudiera pasar. Por supuesto, no faltaba la típca bola de colores que caracterizaba tanto a Harper, con una etiqueta escrita en tinta que ponía: No usar si no se quiere morir. Lo que traducido al mundo normal significaba que solo era apta para casos de emergencia. Con toda sorpresa recibió un abrazo de su hermana y una mirada de preocupación.
Anaé estaba hecha un flan pero, como siempre, permaneció impoluta y tranquila, como correspondía a su personalidad. No entendía a su padre, pero en situaciones como esta donde todos le dedicaban una mirada de eterna preocupación, veía en su madre esa que le recordaba lo orgullosa que estaba de su hija mayor y que, en realidad, le venía mucho mejo que la cara de ajo que tenía su padre. Le aseguró que todo iría bien, con una sonrisa.
El día que sus pies tocaron tierra noruega, fue el día más feliz de su vida.
Cerró los ojos y extendió los brazos, echó la cabeza hacia atrás y sin venir a cuento soltó un fuerte grito, a medias rugido, quedándose a gusto.- ¡Qué frío hace, joder!
Al fin le habían dado la misión que quería, una digna de ella y de sus capacidades, que se moría por demostrar. No le importó que su tía le acompañase, si esa era la única condición para ir y buscar al que tanto mal había causado para los Blackmore y la Orden, entonces podrían venir todos los Blackmore vivos que existieran. Prefería no tener niñera, La Parca siempre sería toda una leyenda entre los cazadores, pero le dolía tener que ponerle en peligro solo porque su padre no se fiase de ella. Su tía Ave debería estar disfrutando, no siguiéndola a todas las misiones.
Su hermana, aunque le sorprendió, añadió alguna que otra cosa a su munición, diciéndole cuáles eran los efectos que causaban, que ella conociera, porque algunos trastos no los había terminado del todo o no llegaba a imaginar para qué pudiera utilizarlos, pero los más importantes sí: Un colgante, tres balas, una de plata, otra de hierro y otra de metralla, por lo que pudiera pasar. Por supuesto, no faltaba la típca bola de colores que caracterizaba tanto a Harper, con una etiqueta escrita en tinta que ponía: No usar si no se quiere morir. Lo que traducido al mundo normal significaba que solo era apta para casos de emergencia. Con toda sorpresa recibió un abrazo de su hermana y una mirada de preocupación.
Anaé estaba hecha un flan pero, como siempre, permaneció impoluta y tranquila, como correspondía a su personalidad. No entendía a su padre, pero en situaciones como esta donde todos le dedicaban una mirada de eterna preocupación, veía en su madre esa que le recordaba lo orgullosa que estaba de su hija mayor y que, en realidad, le venía mucho mejo que la cara de ajo que tenía su padre. Le aseguró que todo iría bien, con una sonrisa.
El día que sus pies tocaron tierra noruega, fue el día más feliz de su vida.
Cerró los ojos y extendió los brazos, echó la cabeza hacia atrás y sin venir a cuento soltó un fuerte grito, a medias rugido, quedándose a gusto.- ¡Qué frío hace, joder!
Krystha E. Blackmore- Cazador Clase Alta
- Mensajes : 46
Fecha de inscripción : 13/09/2017
Re: Tiempo de ruina. (Privado)
Tenía cincuenta años y seguía ostentando ese porte regio y elegante que la caracterizaba, sólo que al rededor de sus ojos se marcaban las arrugas de la vida y éstos se cansaban más pronto que antaño. Seguía cazando y entrenando pero lo primero a un ritmo mucho menor. Desde que tuvo a Ian su estilo de vida cambió paulatinamente, necesitaba llegar a casa cada día y por eso asumió el entrenamiento de los nuevos reclutas junto a Xaryne. Finalmente había conseguido una estabilidad con Stein y habían formado una pequeña familia a la que protegía por encima de todo. El niño tenía el don de su padre, así que no entrenaba en la Orden a diario, sino con el brujo en la Logia, por ese motivo Aveline siempre estuvo muy unida a Krystha. Faith y Ebony, sus nombres familiares, estaban muy pegadas la una a la otra porque le recordaba en todo a ella misma y además era la primogénita de su hermano y ella sabía lo que era ser mujer cazadora y además la primogénuta como Axel. Mucha presión, muchas expectativas sobre ti. Al menos la muchacha no debía llevar una doble vida tan cruda como la suya, los tiempos habían cambiado un poco y se permitía a las mujeres ir a la universidad, estudiar o trabajar fuera del hogar. Eran pocas las que lo hacían pero al menos Ebony tendría donde elegir para componer su voda "pública". Estaba hecha a heredar el puesto de su padre, pero de cara a la sociedad tendría que hacer algo aceptado socialmente. Faith siempre se decantó por la música, pero Ebony debía seguir los pasos del negocio familiar, así que se tragaba insufribles clases de economía y matemáticas. El día de mañana sería por el día una mujer de negocios como su padre, y por la noche el azote de los sobrenaturales.
No dudó ni un segundo en pedirle a su hermano que la dejase ir con ella, una aventura así era el despertar, la iniciación, la primera misión importante en sus manos y además con la salvedad de tener que viajar a otro tiempo. Sí, era un reto terrible para ella y su tía estaría allí para apoyarla, ya había aprendido a dosificar las fuerzas y a no intentar morder más de lo que podía abracar ya que los años no pasaban en balde.
Cuando Krystha gritó de puro placer por la liberación que suponía estar allí y con esa misión por delante, sonrió de lado a lado al verla tan ilusionada.
— Bueno... pues ponte el abrigo no te vayas a resfriar y tenga que ir yo sola a matar a Pandemonium, sería muy triste ¿no crees?. Pues venga capitana, dé las órdenes. ¿Qué hacemos?
Era Krys la que debía dirigir la misión y así se lo hizo saber Aveline, pero también tenía claro que si ésta cometía algun error fatal, la corregiría, estaba allí para apoyarla.
No dudó ni un segundo en pedirle a su hermano que la dejase ir con ella, una aventura así era el despertar, la iniciación, la primera misión importante en sus manos y además con la salvedad de tener que viajar a otro tiempo. Sí, era un reto terrible para ella y su tía estaría allí para apoyarla, ya había aprendido a dosificar las fuerzas y a no intentar morder más de lo que podía abracar ya que los años no pasaban en balde.
Cuando Krystha gritó de puro placer por la liberación que suponía estar allí y con esa misión por delante, sonrió de lado a lado al verla tan ilusionada.
— Bueno... pues ponte el abrigo no te vayas a resfriar y tenga que ir yo sola a matar a Pandemonium, sería muy triste ¿no crees?. Pues venga capitana, dé las órdenes. ¿Qué hacemos?
Era Krys la que debía dirigir la misión y así se lo hizo saber Aveline, pero también tenía claro que si ésta cometía algun error fatal, la corregiría, estaba allí para apoyarla.
Aveline Blackmore- Cazador Clase Alta
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Fecha de inscripción : 07/01/2017
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Re: Tiempo de ruina. (Privado)
Krys no soltaba tacos, su educación había sido dura y seguía siéndolo, por lo que rara vez perdía las formas, aun así aquella ocasión lo merecía. Se estiró como un animal que había estado emasiado tiempo enjaulado y se puso las manos en la cintura, aspirando el aroma gélido del norte, tan distinto de París y sus alrededores. La tierra estaba helada, el cielo amenazaba lluvia y..Dios..Qué viva se sentía.- Déjalo, Parca, el frío me hace sentir libre.- Disfrutó unos minutos más, allí nadie le conocía, nadie sabría quién es Krystha ni aunque lo dijera, debía evitar los apellidos y tal vez fuera siendo hora de encontrar un nombre para ella, pero los nombres no se los ponían ellos mismos. La Parca fue ganada con sudor y sangre y Ebony quería para ella lo mismo. Era difícil seguir los pasos de su tía y de su padre al mismo tiempo, pero si alguien podía conseguirlo tenía claro que iba a ser ella. Su nombre se recordaría durante generaciones, grabaría en la historia de los cazadores sus hazañas.
Suspiró, porque no tenían tiempo que perder y, a fin de cuentas, no estaba sola. Sacó de la mochila un mapa, donde tenía señalados varios puntos, allí donde había sospechas de Pandemonium, no era una certeza, solo pistas y tenían que ir desglosándolas, el problema era por dónde empezar.- No me llames capitana, tía, aun no tengo el derecho, me lo tengo que ganar y tengo muchas ganas..Pero de momento, me fiaré de ti.- Se giró hacia ella para enseñarle también el mapa.- Lo último que pone aquí mi padre es que en la aldea al suroeste de aquí-Iba señalando por el mapa.- hubo un hombre que hacía experimentos, un genio loco y que podría conducirnos a algo. Vamos, una Helen pero trabajando para el tipo equivocado. ¿Empezamos por ahí o prefieres ir primero a la Sede de Noruega para no tener problemas con los cazadores?
Suspiró, porque no tenían tiempo que perder y, a fin de cuentas, no estaba sola. Sacó de la mochila un mapa, donde tenía señalados varios puntos, allí donde había sospechas de Pandemonium, no era una certeza, solo pistas y tenían que ir desglosándolas, el problema era por dónde empezar.- No me llames capitana, tía, aun no tengo el derecho, me lo tengo que ganar y tengo muchas ganas..Pero de momento, me fiaré de ti.- Se giró hacia ella para enseñarle también el mapa.- Lo último que pone aquí mi padre es que en la aldea al suroeste de aquí-Iba señalando por el mapa.- hubo un hombre que hacía experimentos, un genio loco y que podría conducirnos a algo. Vamos, una Helen pero trabajando para el tipo equivocado. ¿Empezamos por ahí o prefieres ir primero a la Sede de Noruega para no tener problemas con los cazadores?
Krystha E. Blackmore- Cazador Clase Alta
- Mensajes : 46
Fecha de inscripción : 13/09/2017
Re: Tiempo de ruina. (Privado)
—Vayamos primero a ver a ese genio loco. Tengo las credenciales que me dio tu padre, pero prefiero no tener que enseñarselas a nadie o esto de los viajes entre portales temporales se hará muy popular.
Emprendieron el camino hacia la aldea de la que hablaban en los legajos, ciertamente el departamento de documentación e investigación hacía una labor en la sombra que era increíble.
— Debes empezar a asumir que eres la líder y la que decide, Krystha. El tiempo de las prácticas ha expirado, ahora estás en una misión real, importante y debes dirigir a tu equipo. Está claro que tu equipo es solo tu tía, pero aún así, se debe respetar la esencia de las cosas, si no respetamos las tradiciones y las normas, entonces esto será un caos. Está bien que escuches a tu equipo y sus sugerencias, pero en última instancia tú decides. La lección aprendida de hoy es que si crees que debes ir a la sede, iremos, pero tendrás que asuir las consecuencias que se deriven de ello. Yo no voy a oponerme a tu mandato, pero en este caso haces bien de escuchar mi consejo, porque yo ya he calculado los pros y los contras y hay más de los segundos. Eso es algo que irás haciendo tú poco a poco conforma acumules experiencias, te equivocas y te tengas que tragarte el resultado. Tan sólo te pido que no me odies si en algun momento me pides consejo y no te lo doy, porque quiero que decidas por ti misma y en eso debes estar tranquila, porque si de verdad decides algo que es una locura te lo haré saber.
Le explicaba con palabras todo lo que ella aprendió por el método de la observación, el ensayo y el error. Si podía evitarle algunos tropiezos innecesarios, mejor.
Emprendieron el camino hacia la aldea de la que hablaban en los legajos, ciertamente el departamento de documentación e investigación hacía una labor en la sombra que era increíble.
— Debes empezar a asumir que eres la líder y la que decide, Krystha. El tiempo de las prácticas ha expirado, ahora estás en una misión real, importante y debes dirigir a tu equipo. Está claro que tu equipo es solo tu tía, pero aún así, se debe respetar la esencia de las cosas, si no respetamos las tradiciones y las normas, entonces esto será un caos. Está bien que escuches a tu equipo y sus sugerencias, pero en última instancia tú decides. La lección aprendida de hoy es que si crees que debes ir a la sede, iremos, pero tendrás que asuir las consecuencias que se deriven de ello. Yo no voy a oponerme a tu mandato, pero en este caso haces bien de escuchar mi consejo, porque yo ya he calculado los pros y los contras y hay más de los segundos. Eso es algo que irás haciendo tú poco a poco conforma acumules experiencias, te equivocas y te tengas que tragarte el resultado. Tan sólo te pido que no me odies si en algun momento me pides consejo y no te lo doy, porque quiero que decidas por ti misma y en eso debes estar tranquila, porque si de verdad decides algo que es una locura te lo haré saber.
Le explicaba con palabras todo lo que ella aprendió por el método de la observación, el ensayo y el error. Si podía evitarle algunos tropiezos innecesarios, mejor.
Aveline Blackmore- Cazador Clase Alta
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Fecha de inscripción : 07/01/2017
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Re: Tiempo de ruina. (Privado)
Guardó el mapa cuando decidió la ruta hacia la aldea. Atendió a su tía y luego sonrió de medio lado, con cariño.- No hay forma de que yo pueda odiarte, se que todos actuáis por mi bien y sobre todo tú..-Porque todo el mundo sabía que Helen era la que más atención de su padre recibía, Ave sin embargo, había estado con ella durante más horas de las que podría contar. Suspiró.- Si quieres que actúe como capitana está bien, se me hace raro..Soy lo que soy gracias a ti, eres mi mentora, preferiría que actuásemos al mismo nivel, no porque tenga miedo de equivocarme o de tomar decisiones, si no porque te respeto. Pero si crees que esta vez lo mejor es que asuma toda la responsabilidad, entonces no hay más que hablar.- Volvió a sonreír de medio lado.
Se puso las manos en la cintura, sopesando las posibilidades.- Prefería no tener que encontrarme con más cazadores y, si lo hacemos, preferiría obviar el hecho de quién soy. Podría ser una cazadora en prácticas o alguien bajo tu mando, no me importa, pero creo que nadie debería saber quién soy realmente. No todos estarán de acuerdo con lo que hacemos, así que si nos evitamos problemas mejor. Solo enseñaremos las credenciales si es una situación extrema.
Empezó a caminar, los viajes largos no le molestaban y si se ponían en marcha llegarían al anochecer, lo justo para encontrar un buen lugar donde hospedarse y empezar a investigar.-También había pensado en todas las consecuencias, tía Ave, pero quería saber tu opinión. Si crees que es mi momento entonces lo aprovecharé.
Tal y como había calculado, la aldea apareció ante ellas, era bastante corriente, los únicos locales destacables eran una posada que podía alojar hasta a siete personas y un monasterio no muy lejos de las casas. Descansaron en dicha posada, comiendo algo y escogiendo una habitación en la que quedarse, pero había muy pocos lugareños a los que preguntar sobre el genio loco. Había una atmósfera gris y tensa, no parecían muy acostumbrados a los extranjeros.- Disculpe, estamos buscando a un pariente nuestro, su nombre es..-Si están buscando a alguien pregunten al párroco.-...De acuerdo...Gracias.- Krystha miró a Ave y se encogió de hombros. Una vez se alimentaron, fue hacia el monasterio, no quería perder demasiado tiempo, solo necesitaba información.
Se puso las manos en la cintura, sopesando las posibilidades.- Prefería no tener que encontrarme con más cazadores y, si lo hacemos, preferiría obviar el hecho de quién soy. Podría ser una cazadora en prácticas o alguien bajo tu mando, no me importa, pero creo que nadie debería saber quién soy realmente. No todos estarán de acuerdo con lo que hacemos, así que si nos evitamos problemas mejor. Solo enseñaremos las credenciales si es una situación extrema.
Empezó a caminar, los viajes largos no le molestaban y si se ponían en marcha llegarían al anochecer, lo justo para encontrar un buen lugar donde hospedarse y empezar a investigar.-También había pensado en todas las consecuencias, tía Ave, pero quería saber tu opinión. Si crees que es mi momento entonces lo aprovecharé.
Tal y como había calculado, la aldea apareció ante ellas, era bastante corriente, los únicos locales destacables eran una posada que podía alojar hasta a siete personas y un monasterio no muy lejos de las casas. Descansaron en dicha posada, comiendo algo y escogiendo una habitación en la que quedarse, pero había muy pocos lugareños a los que preguntar sobre el genio loco. Había una atmósfera gris y tensa, no parecían muy acostumbrados a los extranjeros.- Disculpe, estamos buscando a un pariente nuestro, su nombre es..-Si están buscando a alguien pregunten al párroco.-...De acuerdo...Gracias.- Krystha miró a Ave y se encogió de hombros. Una vez se alimentaron, fue hacia el monasterio, no quería perder demasiado tiempo, solo necesitaba información.
Krystha E. Blackmore- Cazador Clase Alta
- Mensajes : 46
Fecha de inscripción : 13/09/2017
Re: Tiempo de ruina. (Privado)
— El numerito de la madre y la hija también es muy creible, así que úsalo si lo necesitas, ya me entiendes.— Llegaron a una hospedería, comieron algo, descansaron y pusieron rumbo al monasterio indicado. Era una construcción chata con algunos vestigios del arte gótico, quizás fue en su momento un intento por parte de los cristianos para llevar el esplendor de su fe a las tierras paganas. Pero los hijos del norte nunca abrazaron bien al dios crucificado y lo que pudo ser una bonita iglesia acabó siendo un edificio ruinoso y venido a menos.
Atravesaron el camino flanqueado de hayas y cubierto de maleza, llegando hasta la puerta y golpeando el aldabón que resonó en el interior hueco. Una bandada de pájaros salió por un boquete del techado medio derruido en uno de los laterales y su graznido le provocó un estremecimiento a la inglesa. De todas las criaturas que había visto con el paso de los años, era a los magos y brujos a los que más temía. Ella tenía en casa una bomba de relojería, sabía lo que Stein era capaz de hacer y ese enorme poder en manos descontroladas podía ser tan destructivo que arrasara todo a su paso. Si ese "genio loco" que hacía experimentos era un sobrenatural, se iba a cagar en todo, porque contra la magia poco servían sus puños. Contra la magia estaban vendidas y sólo la astucia las sacaría de una situación complicada, porque pelearían en desventaja.
La puerta cedió a su empuje chirriando y quejándose, el interior que estaba oscuro olía a humedad y polvo y algun tipo de sustancia sulfúrica porque le recordó a los huevos podridos.
— ¿Hola? buscamos a Sigmund Kjörnen.— le hizo una seña a Krys y sacó un cuchillo largo del cinto, dejando su espada de dos filos en la vaina de la espalda. No sabían qué podían encontrarse allí; desde un inventor inofensivo, pasando por un brujo loco, un cadáver o vete a saber. De pronto escuchó un "clak" y algo bajó a toda velocidad por una cable desde el techo, Aveline rodó por el suelo y evitó que el hacha que había salido disparada por el riel la partiese en dos. Buen intento, era una trampa cojonuda, pero ella aún era rápida.
Atravesaron el camino flanqueado de hayas y cubierto de maleza, llegando hasta la puerta y golpeando el aldabón que resonó en el interior hueco. Una bandada de pájaros salió por un boquete del techado medio derruido en uno de los laterales y su graznido le provocó un estremecimiento a la inglesa. De todas las criaturas que había visto con el paso de los años, era a los magos y brujos a los que más temía. Ella tenía en casa una bomba de relojería, sabía lo que Stein era capaz de hacer y ese enorme poder en manos descontroladas podía ser tan destructivo que arrasara todo a su paso. Si ese "genio loco" que hacía experimentos era un sobrenatural, se iba a cagar en todo, porque contra la magia poco servían sus puños. Contra la magia estaban vendidas y sólo la astucia las sacaría de una situación complicada, porque pelearían en desventaja.
La puerta cedió a su empuje chirriando y quejándose, el interior que estaba oscuro olía a humedad y polvo y algun tipo de sustancia sulfúrica porque le recordó a los huevos podridos.
— ¿Hola? buscamos a Sigmund Kjörnen.— le hizo una seña a Krys y sacó un cuchillo largo del cinto, dejando su espada de dos filos en la vaina de la espalda. No sabían qué podían encontrarse allí; desde un inventor inofensivo, pasando por un brujo loco, un cadáver o vete a saber. De pronto escuchó un "clak" y algo bajó a toda velocidad por una cable desde el techo, Aveline rodó por el suelo y evitó que el hacha que había salido disparada por el riel la partiese en dos. Buen intento, era una trampa cojonuda, pero ella aún era rápida.
Aveline Blackmore- Cazador Clase Alta
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Fecha de inscripción : 07/01/2017
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Re: Tiempo de ruina. (Privado)
Krystha tampoco sabía lo que podían encontrarse, a pesar de tener las armas especiales de Helen no tenían solución para todo y al final, había bastantes brujos y brujas al rededor de su familia, a menudo la gente los infravaloraba y era un error que solo se pagaba una vez. En cuanto vio a Aveline echando mano de su arma, ella hizo lo mismo, hacia la empuñadura de su arma y miró a su alrededor, asegurándose de que ninguna sorpresa les esperaba. Al escuchar el siseo de la trampa mientras se deslizaba, se echó hacia atrás de un salto, ella no había corrido peligro pero aun así los reflejos reaccionaron por ella. Frunció el ceño mirando el hacha, sorprendida. ¿Por qué un cura iba a poner trampas en una iglesia?- Dios...Se nota que la gente no es precisamente la más devota.- O a cualquiera le podía haber caído eso en la cabeza.
Krystha se acercó a la puerta después de echar una mirada a su tía, para asegurarse de que estaba bien, se inclinó buscando otras trampas, ella prefería encuentros cara a cara, pero sabía como cualquier cazador, que el uso de trampas con según qué criaturas eran muy eficaces. Decidió girar el pomo de la puerta e intentar abrir, al no conseguir nada suspiró, de todas formas el dueño de la abadía ya sabía que estaban allí. Cogió impulso cogiéndose de los marcos de la puerta y empezó a calzar patadas una y otra vez hasta que desencajó la madera y rompió los bordes de la cerradura de metal. El interior era lúgubre y polvoriento, con parte del techo completamente al aire, iluminaba solo una parte de la iglesia, haciendo que el resto permaneciera en tinieblas.
Desenvainó al momento la espada y entró despacio, ya alerta, no venía a entablar una conversación amigable, alguien había tratado de matar a su tía y eso, eso no dejaba opción a las buenas maneras. Empezó a caminar lentamente, controlando dónde pisaba y cómo para no hacer ruido. Krystha no era una guerrera especialmente fuerte, pero sí una muy hábil y rápida, su ventaja era la precisión, no la fuerza. Mientras avanzaba, observaba el lugar, buscando más trampas, buscando más señales. Estaba todo demasiado oscuro y silencioso. Esquivó una baldosa de piedra que sobresalía por encima de las demás y señaló esta a Ave con un simple gesto antes de seguir avanzando.
Por un momento le pareció escuchar algo, pero cuando miró hacia la zona no encontró nada salvo un altar con una triste cruz de madera y un candelabro sobre la mesa. Entrecerró los ojos, aun en busca de trampas, seguro que había alguna más. Caminó hacia el altar, despacio, una alfombra raída cubría alzo una donde debería estar el cura dando sermones, la apartó con un pie y llamó la atención de su tía señalando la trampilla.
Krystha se acercó a la puerta después de echar una mirada a su tía, para asegurarse de que estaba bien, se inclinó buscando otras trampas, ella prefería encuentros cara a cara, pero sabía como cualquier cazador, que el uso de trampas con según qué criaturas eran muy eficaces. Decidió girar el pomo de la puerta e intentar abrir, al no conseguir nada suspiró, de todas formas el dueño de la abadía ya sabía que estaban allí. Cogió impulso cogiéndose de los marcos de la puerta y empezó a calzar patadas una y otra vez hasta que desencajó la madera y rompió los bordes de la cerradura de metal. El interior era lúgubre y polvoriento, con parte del techo completamente al aire, iluminaba solo una parte de la iglesia, haciendo que el resto permaneciera en tinieblas.
Desenvainó al momento la espada y entró despacio, ya alerta, no venía a entablar una conversación amigable, alguien había tratado de matar a su tía y eso, eso no dejaba opción a las buenas maneras. Empezó a caminar lentamente, controlando dónde pisaba y cómo para no hacer ruido. Krystha no era una guerrera especialmente fuerte, pero sí una muy hábil y rápida, su ventaja era la precisión, no la fuerza. Mientras avanzaba, observaba el lugar, buscando más trampas, buscando más señales. Estaba todo demasiado oscuro y silencioso. Esquivó una baldosa de piedra que sobresalía por encima de las demás y señaló esta a Ave con un simple gesto antes de seguir avanzando.
Por un momento le pareció escuchar algo, pero cuando miró hacia la zona no encontró nada salvo un altar con una triste cruz de madera y un candelabro sobre la mesa. Entrecerró los ojos, aun en busca de trampas, seguro que había alguna más. Caminó hacia el altar, despacio, una alfombra raída cubría alzo una donde debería estar el cura dando sermones, la apartó con un pie y llamó la atención de su tía señalando la trampilla.
Krystha E. Blackmore- Cazador Clase Alta
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Re: Tiempo de ruina. (Privado)
No era la primera vez que se enfrentaba a una emboscada, a un lugar protegido por trampas y mecanismos que estaban diseñados para frenar el avance de los intrusos y causar el mayor daño posible. Siguió a Krystha que era quien debía llevar la iniciativa, pero de cerca porque en caso de tener que elegir entre su vida y la de sus sobrina tenía claro quien tenía que seguir adelante. Ella ya había conseguido muchas cosas en la vida y Krys aún tenía mucho que demostrar, para ella era como su propia hija, se parecia más a ella que el propio Ian, idéntico a su padre en muchos aspectos.
Frente a ellas se abrió la trampilla que indicaba la joven, unas escaleras sean entraban en los subterráneos de aquella abadía en penumbra. Seguramente quien fuera el dueño de aquella iglesia se escondería allí abajo ya que era en lugar más protegido de todos, Y que además le permitirá la ventaja de saber en todo momento donde estaban sus enemigos. Krystha pretendía bajar primero, pero estaba demasiado oscuro, Aveline se acercó a una de las paredes y prendió una pequeña antorcha que esgrimió en su mano para alumbrar el descenso. Despacio fueron colocando los pies en un escalón tras otro hacia la boca negra de aquel sótano. Al llegar abajo ante ellas se abrió un pasillo empedrado que olía aún edad y moho, a polvo y cera, Como si hiciera muchos años que aquello no se ventilaba.
A los lados del pasillo se podían intuir oquedades y alguna puerta, posiblemente serían las catacumbas de la abadía y allí reposarian en los huesos de los monjes. Desde tiempos inmemoriales los cristianos se habían escondido en catacumbas para seguir realizando sus ritos y manteniendo su fe cuando eran perseguidos; a saber que entramado de tuneles habría alli abajo, tendrían que ir con cuidado.
Una tenue luz escapaba por debajo de una de las puertas seguramente quien estuviera dentro de esa estancia tendría alguna vela encendida. La parca me hizo un gesto a su sobrina señalando ese detalle,y de paso saco de su cinto una de las dagas, pues al abrirla es posible que algo saliese de allí con intenciones de atacar Y siempre venía bien lanzarle algún arma arrojadiza. En el interior de aquel zulo el monje se santiguaba y murmuraba rezos por lo bajo, a pesar de no ser un guerrero muy experimentado sabía algo de armas y lucha, pues era un soldado de Dios, aunque lo hubieran expulsado de la inquisición por su inestabilidad mental. Lo querían vivo ya que podía darles información sobre ese que se hacía llamar Pandemónium. En los papeles de Axel figuraban muchos nombres de gente que podía ayudar a saber algo más sobre esa oscura y maligna figura; el monje no era uno de ellos, pero se lo habían encontrado de casualidad al hacer una investigación sobre el terreno, no desaprovecharía en la oportunidad.
Frente a ellas se abrió la trampilla que indicaba la joven, unas escaleras sean entraban en los subterráneos de aquella abadía en penumbra. Seguramente quien fuera el dueño de aquella iglesia se escondería allí abajo ya que era en lugar más protegido de todos, Y que además le permitirá la ventaja de saber en todo momento donde estaban sus enemigos. Krystha pretendía bajar primero, pero estaba demasiado oscuro, Aveline se acercó a una de las paredes y prendió una pequeña antorcha que esgrimió en su mano para alumbrar el descenso. Despacio fueron colocando los pies en un escalón tras otro hacia la boca negra de aquel sótano. Al llegar abajo ante ellas se abrió un pasillo empedrado que olía aún edad y moho, a polvo y cera, Como si hiciera muchos años que aquello no se ventilaba.
A los lados del pasillo se podían intuir oquedades y alguna puerta, posiblemente serían las catacumbas de la abadía y allí reposarian en los huesos de los monjes. Desde tiempos inmemoriales los cristianos se habían escondido en catacumbas para seguir realizando sus ritos y manteniendo su fe cuando eran perseguidos; a saber que entramado de tuneles habría alli abajo, tendrían que ir con cuidado.
Una tenue luz escapaba por debajo de una de las puertas seguramente quien estuviera dentro de esa estancia tendría alguna vela encendida. La parca me hizo un gesto a su sobrina señalando ese detalle,y de paso saco de su cinto una de las dagas, pues al abrirla es posible que algo saliese de allí con intenciones de atacar Y siempre venía bien lanzarle algún arma arrojadiza. En el interior de aquel zulo el monje se santiguaba y murmuraba rezos por lo bajo, a pesar de no ser un guerrero muy experimentado sabía algo de armas y lucha, pues era un soldado de Dios, aunque lo hubieran expulsado de la inquisición por su inestabilidad mental. Lo querían vivo ya que podía darles información sobre ese que se hacía llamar Pandemónium. En los papeles de Axel figuraban muchos nombres de gente que podía ayudar a saber algo más sobre esa oscura y maligna figura; el monje no era uno de ellos, pero se lo habían encontrado de casualidad al hacer una investigación sobre el terreno, no desaprovecharía en la oportunidad.
Aveline Blackmore- Cazador Clase Alta
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Re: Tiempo de ruina. (Privado)
Krystha bajó con su tía fijándose en las oquedades, era evidente lo que eran pero si había trampas en la entrada por qué no en los pasillos, donde esquivarlos sería bastante complicado. Respiraba despacio e intentaba contener la tensión, pero no sabía qué se encontrarían al otro lado de la puerta y la incertidumbre nunca le había sentado muy bien. La espada iba a ser bastante más complicada de manejar, así que imitó a su tía y flexionó la pierna para coger la daga escondida en su bota, no era una pequeña precisamente, pero se podía lanzar si era necesario.
Miró a su tía le hizo un gesto, para asegurarle que estaba lista y miró hacia el interior de la puerta. No tenían más remedio que abrirla y los goznes hicieron un ruido atronador. Los rezos en el interior se acallaron como era evidente y en cuanto la luz se abrió paso hacia el pasillo donde ellas estaban dos pequeñas cuchillas brillaron. Se movió con rapidez y por los pelos esquivó una que pasó muy cerca de su rostro. Krystha reaccionó deprisa entrando en aquel sótano, que más parecía el laboratorio de un loco. El olor a sangre y carne en proceso de putrefacción era nauseabunda, extremidades colgando del techo, botecitos de líquidos, instrumental científico y médico, junto con diferentes crucifijos y un cuerpo tendido sobre la mesa de experimentos coronaba una de las escenas más macabras que había visto hasta entonces. Era como el estudio de su hermana, pero con demasiadas vísceras en el asunto.
En cuanto entró dispuesta a lanzarse a por el cura, un corte descendente le hizo retirarse del camino y parar una nueva estocada con la espada. No necesitaba llevar tiempo en los combates para saber que aquello no era nada natural. Era un humano o lo fue en su día, tenía algo de vampiro, pero el brazo exageradamente grande para su tamaño general le dijo que aquello no era ni una cosa ni la otra. Se echó hacia atrás mientras combatía con la aberración, esquivando y danzando por la sala que tenía varios túneles conectados y por los que el cura intentó huir en primera instancia en cuanto vio a las dos cazadoras entrar.
Miró a su tía le hizo un gesto, para asegurarle que estaba lista y miró hacia el interior de la puerta. No tenían más remedio que abrirla y los goznes hicieron un ruido atronador. Los rezos en el interior se acallaron como era evidente y en cuanto la luz se abrió paso hacia el pasillo donde ellas estaban dos pequeñas cuchillas brillaron. Se movió con rapidez y por los pelos esquivó una que pasó muy cerca de su rostro. Krystha reaccionó deprisa entrando en aquel sótano, que más parecía el laboratorio de un loco. El olor a sangre y carne en proceso de putrefacción era nauseabunda, extremidades colgando del techo, botecitos de líquidos, instrumental científico y médico, junto con diferentes crucifijos y un cuerpo tendido sobre la mesa de experimentos coronaba una de las escenas más macabras que había visto hasta entonces. Era como el estudio de su hermana, pero con demasiadas vísceras en el asunto.
En cuanto entró dispuesta a lanzarse a por el cura, un corte descendente le hizo retirarse del camino y parar una nueva estocada con la espada. No necesitaba llevar tiempo en los combates para saber que aquello no era nada natural. Era un humano o lo fue en su día, tenía algo de vampiro, pero el brazo exageradamente grande para su tamaño general le dijo que aquello no era ni una cosa ni la otra. Se echó hacia atrás mientras combatía con la aberración, esquivando y danzando por la sala que tenía varios túneles conectados y por los que el cura intentó huir en primera instancia en cuanto vio a las dos cazadoras entrar.
Krystha E. Blackmore- Cazador Clase Alta
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Re: Tiempo de ruina. (Privado)
La criatura que las recibió en la cripta no tenía pinta de ser humana, su brazo deforme era como una maza de grande y sus movimientos parecían torpes pero nada más lejos de la realidad, en cuanto se movía se notaba que la precisión era mayor de lo esperado.
Aveline saltó a un lado para esquivar, rodando por el suelo y poniéndose en pie de inmediato recomponiendo una imagen real de la situación: Krystha luchaba contra la criatura jugando al juego de esquivar, fintar y golpear cuando la tuviera descuidada. Pero el cura trataba de huir por los túneles.
— Aguanta un poco, se escapa!!.— le gritó a su sobrina, que tendría que hacerse cargo de la bestia mientras ella placaba al hombre. Era rápida todavía y cuerpo a cuerpo se había labrado la reputación de la Parca por algo.
Se lanzó a por el religioso que sacó del cinto una daga con empuñadura de plata grabada y engarzada, seguramente un cuchillo ritual. El hombre no era un cura común, era un erudito y a la vez un soldado de Dios, seguramente trabajase para la Inquisición, o alguna Orden secreta, poniendo en marcha experimentos y alquimia lejos de las labores de dar misa y consolar enfermos. Se enzarzaron en una pelea que a priori Aveline debería tener controlada sin problemas, pero el monje era mucho más de lo que parecía. Usaba bien el cuchillo, lo cambiaba de mano cuando bloqueaba con una y giraba sobre si mismo para alcanzarla por sorpresa. Pero Faith era mucha Faith, aunque encajó varios golpes, consiguió desarmarlo y arrinconarlo contra la pared apuntando con su propio filo al ojo del cura.
— Ni respires o te lo incrusto en el cerebro.¡¡Krystha!!.— gritó, porque no podía girarase a mirar.— ¿Cómo vas?
Aveline saltó a un lado para esquivar, rodando por el suelo y poniéndose en pie de inmediato recomponiendo una imagen real de la situación: Krystha luchaba contra la criatura jugando al juego de esquivar, fintar y golpear cuando la tuviera descuidada. Pero el cura trataba de huir por los túneles.
— Aguanta un poco, se escapa!!.— le gritó a su sobrina, que tendría que hacerse cargo de la bestia mientras ella placaba al hombre. Era rápida todavía y cuerpo a cuerpo se había labrado la reputación de la Parca por algo.
Se lanzó a por el religioso que sacó del cinto una daga con empuñadura de plata grabada y engarzada, seguramente un cuchillo ritual. El hombre no era un cura común, era un erudito y a la vez un soldado de Dios, seguramente trabajase para la Inquisición, o alguna Orden secreta, poniendo en marcha experimentos y alquimia lejos de las labores de dar misa y consolar enfermos. Se enzarzaron en una pelea que a priori Aveline debería tener controlada sin problemas, pero el monje era mucho más de lo que parecía. Usaba bien el cuchillo, lo cambiaba de mano cuando bloqueaba con una y giraba sobre si mismo para alcanzarla por sorpresa. Pero Faith era mucha Faith, aunque encajó varios golpes, consiguió desarmarlo y arrinconarlo contra la pared apuntando con su propio filo al ojo del cura.
— Ni respires o te lo incrusto en el cerebro.¡¡Krystha!!.— gritó, porque no podía girarase a mirar.— ¿Cómo vas?
Aveline Blackmore- Cazador Clase Alta
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Re: Tiempo de ruina. (Privado)
Krystha estaba demasiado ocupada con el bicho deforme, de modo que dejó a su tía el asunto del cura. Por fortuna, aquella mezcla entre bestia y humano, era muy poco cuerda, gritaba y se retorcía de vez en cuando como si la cabeza le estuviera ardiendo, pero eso solo le hacía atacar con mayor furia y poco auto control, Krystha no podía predecir sus movimientos de modo que tuvo que poner toda su atención en el combate y confiar en las capacidades y la experiencia de La Parca para no preocuparse por su tía Ave.
Tal vez no fuera la más capacitada para la lucha de los dos, pero si era la que estaba actuando con mayor frialdad, mientras el bicho se desesperaba cada vez más, Krystha mantenía al concentración y la sangre fría mientras se movía totalmente enfocada en los movimientos erráticos. No fue fácil, con su mano descomunal le pegó tal empujó que acabó con la espalda contra una vitrina llena de agua que se esparció junto con decenas de sanguijuelas que empezaron a dar saltitos y a retorcerse por el suelo. - ¡Ocupada!- Gritó, con el mismo tono jovial que su madre hubiera usado para decir que se estaba peinando.
No tuvo tiempo para maravillarse del asco que le daba la escena porque el bicho se lanzó a por ella usando el brazo como maza, rodó por el suelo y levantó el arma, justo para cortar el brazo por detrás del codo, no consiguió cercenar la extremidad pero el grito que soltó la bestia retumbó por todas las salidas de la cripta. Krystha se puso en pie cogiendo el arma con ambas manos y dejó caer la espada con toda su fuerza, cayó sobre el cuello, que tampoco cercenó, pero la cantidad de sangre que pintó el suelo le dijo que nada de esa criatura era humano ya, salvo la apariencia. Tras varios espadazos más, consiguió acabar con el experimento y el cuerpo laxo cayó entre las sanguijuelas que se apartaban de él como si fuera peor que la peste...Ni unos seres tan asquerosos como ellos querían saber nada de ese cuerpo.
Jadeando caminó deprisa hacia su tía y tras hacer un gesto se quitó del cuello uno de los apestosos gusanos lanzándolo con furia al suelo.- Miró al hombre, pero con más insistencia hacia las entradas, de donde temía que fueran a aparecer más seres a medio hacer como aquel.- Estamos buscando a Pandemonium, habla rápido, no voy a permanecer aquí ni diez minutos más.- El olor, el ambiente, la situación y la adrenalina le impedían ser paciente en esos momentos. La incertidumbre era una de sus peores enemigas y así como había una criatura de esas podía haber muchas más y encontrárselas de frente en un tunel sin salida.- Vas a sacarnos de aquí, por un lugar seguro.- Ya tendrían luego tiempo de indagar sobre lo que estaba experimentando allí.- ¿Hay más? ¿los estás escondiendo? ¡Responde!
Tal vez no fuera la más capacitada para la lucha de los dos, pero si era la que estaba actuando con mayor frialdad, mientras el bicho se desesperaba cada vez más, Krystha mantenía al concentración y la sangre fría mientras se movía totalmente enfocada en los movimientos erráticos. No fue fácil, con su mano descomunal le pegó tal empujó que acabó con la espalda contra una vitrina llena de agua que se esparció junto con decenas de sanguijuelas que empezaron a dar saltitos y a retorcerse por el suelo. - ¡Ocupada!- Gritó, con el mismo tono jovial que su madre hubiera usado para decir que se estaba peinando.
No tuvo tiempo para maravillarse del asco que le daba la escena porque el bicho se lanzó a por ella usando el brazo como maza, rodó por el suelo y levantó el arma, justo para cortar el brazo por detrás del codo, no consiguió cercenar la extremidad pero el grito que soltó la bestia retumbó por todas las salidas de la cripta. Krystha se puso en pie cogiendo el arma con ambas manos y dejó caer la espada con toda su fuerza, cayó sobre el cuello, que tampoco cercenó, pero la cantidad de sangre que pintó el suelo le dijo que nada de esa criatura era humano ya, salvo la apariencia. Tras varios espadazos más, consiguió acabar con el experimento y el cuerpo laxo cayó entre las sanguijuelas que se apartaban de él como si fuera peor que la peste...Ni unos seres tan asquerosos como ellos querían saber nada de ese cuerpo.
Jadeando caminó deprisa hacia su tía y tras hacer un gesto se quitó del cuello uno de los apestosos gusanos lanzándolo con furia al suelo.- Miró al hombre, pero con más insistencia hacia las entradas, de donde temía que fueran a aparecer más seres a medio hacer como aquel.- Estamos buscando a Pandemonium, habla rápido, no voy a permanecer aquí ni diez minutos más.- El olor, el ambiente, la situación y la adrenalina le impedían ser paciente en esos momentos. La incertidumbre era una de sus peores enemigas y así como había una criatura de esas podía haber muchas más y encontrárselas de frente en un tunel sin salida.- Vas a sacarnos de aquí, por un lugar seguro.- Ya tendrían luego tiempo de indagar sobre lo que estaba experimentando allí.- ¿Hay más? ¿los estás escondiendo? ¡Responde!
Krystha E. Blackmore- Cazador Clase Alta
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Re: Tiempo de ruina. (Privado)
El religioso jadeaba, su pecho subía y bajaba lo justo porque el filo de la daga que Aveline sujetaba estaba muy cerca de su ojo, lo suficiente como para que en un respingo se clavase y quedase tuerto. Tenía algo de sangre corriendo desde la ceja hacia la barbilla, posiblemente también la Parca lo hubiera golpeado ahí, pero no tenía importancia, nadie moría desangrado por eso.
— No hay más...¿quiénes sois? ¿qué queréis?
— ¿estás sordo? Ya te lo ha preguntado. Pandemonium. ¿Qué sabes de él?
— Hace años que no sé nada de él...
— Mientes. ¿Sabes lo que les pasa a los que me mienten? que les voy cortando trocitos del cuerpo. Puedes elegir.— con la otra mano lo agarró de sus partes bajas retorciendo y consiguiendo una expresión de dolor por parte del cura.
— Esta bien!!! me dijo que me pagaría si conseguía reproducir el monstruo de Frankenstein. Alguien lo mató y quemó los estudios del doctor, pero yo puedo conseguir que los muertos resuciten... mejorados. Ya lo has visto.
— ¿Y para qué los quiere?
— Para tomar el té.— el cura loco soltó una carcajada histriónica. Aveline le golpeó en la nariz con saña, haciéndolo sangrar, posiblemente rompiéndole los huesecillos.— para asediar a los cazadores...auch.
Lo sacudió como un fardo apretando los dientes. Asi que el tal Pandemonium era un cabrón que les proporcionaría muchos problemas en el futuro venidero. No sólo los arruinaría sino que crearía engendros para mantenerlos ocupados mientras él se dedicaba a urdir su complot contra los Blackmore y quien sabe contra cuantos más.
— Vámonos. Tu primero, saco de mierda.— Lo sujetó por el hombro y le apoyó la punta del cuchilló en las costillas, volteándolo bruscamente y haciéndolo caminar.
— No hay más...¿quiénes sois? ¿qué queréis?
— ¿estás sordo? Ya te lo ha preguntado. Pandemonium. ¿Qué sabes de él?
— Hace años que no sé nada de él...
— Mientes. ¿Sabes lo que les pasa a los que me mienten? que les voy cortando trocitos del cuerpo. Puedes elegir.— con la otra mano lo agarró de sus partes bajas retorciendo y consiguiendo una expresión de dolor por parte del cura.
— Esta bien!!! me dijo que me pagaría si conseguía reproducir el monstruo de Frankenstein. Alguien lo mató y quemó los estudios del doctor, pero yo puedo conseguir que los muertos resuciten... mejorados. Ya lo has visto.
— ¿Y para qué los quiere?
— Para tomar el té.— el cura loco soltó una carcajada histriónica. Aveline le golpeó en la nariz con saña, haciéndolo sangrar, posiblemente rompiéndole los huesecillos.— para asediar a los cazadores...auch.
Lo sacudió como un fardo apretando los dientes. Asi que el tal Pandemonium era un cabrón que les proporcionaría muchos problemas en el futuro venidero. No sólo los arruinaría sino que crearía engendros para mantenerlos ocupados mientras él se dedicaba a urdir su complot contra los Blackmore y quien sabe contra cuantos más.
— Vámonos. Tu primero, saco de mierda.— Lo sujetó por el hombro y le apoyó la punta del cuchilló en las costillas, volteándolo bruscamente y haciéndolo caminar.
Aveline Blackmore- Cazador Clase Alta
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Re: Tiempo de ruina. (Privado)
Krystha estaba asqueada y deseosa de salir de allí, pero visto que a su tía se le daba mucho mejor la persuasión que a ella, le dejó espacio para actuar, siempre con la espada bien empuñada por si tuviera que reaccionar rápido. No hizo ninguna mueca cuando la parca le partió la nariz, si fuera blanda de corazón no podría ser lo que era. Cogió aire al recibir el resto de la información y sin ser consciente miró los restos del pútrido ser que ahora yacía retorcido en el suelo. ¿Más de aquellos..? ¿Cuántos más?
Se alegró de que Faith tuviera la misma boca de cloaca que ella cuando se vestía “de gala”. Una cosa más en la que se parecían, tal vez había sacado esa manía de ella. Sonrió de medio lado pero al girarse para caminar hacia uno de los túneles por donde les guiaba el cura volvió de nuevo a su semblante serio. Iba a seguir a su tía, pero se detuvo.- Sigue, te alcanzo en seguida.- Suponía que Ave no iba a desviarse sin esperarla, debía hacer algo antes de marcharse de ese agujero infesto. Una vez más se encaró a las aberraciones que había en ese sótano, no solo la bestia muerta, si no el resto de experimentos, restos en conserva, libros, apuntes, instrumental.
Tiró todo lo que tuvo a alcance, haciéndolo estallar en el suelo entre gritos de cristal, destrozó cuanto pudo y tiró abajo estanterías, amontonándolo todo para rociarlo con el alcohol que usaba para mantener las piezas de carne en conserva, no dudó en prender fuego. Se suponía que estaban allí con un único objetivo, pero no iba a dejar que alguien tan retorcido siguiera destrozando vidas, creando engendros y amenazando con sus estudios. Si quería crear más de aquellos bichos, tendría que empezar desde el principio. Prendió parte de la madera astillada con una lámpara de aceite y las velas ayudaron con su propio calor. Se unió a su tía con rapidez, hasta encontrarles en una intersección.
Se colocó la espada a la espalda, comprendiendo que de todas formas entre esas paredes no podría manejarla. Sin embargo se armó con dos dagas y siguió adelante, siguiendo al clérigo que estaba sospechosamente callado pese a que el olor nauseabundo de la quema era evidente. Se había cortado la retirada, por eso debían salir de allí cuanto antes. Los pasillos eran largos y enroscados, solas seguramente se habrían perdido, era una especie de laberinto. No había trampas por el momento, pero se escuchaban sonidos extraños, que parecían producto de la imaginación.
De un segundo a otro, las paredes empezaron a vibrar, con un ligero estruendo una precipitación de polvo y alguna roca. Krystha miró al suelo algo apurada, no quería acabar enterrada allí. Aprovechando el ligero seísmo, el párroco se movió rápido presionando un saliente, su tía estaba a punto de ensartarle con la daga cuando el suelo desapareció debajo de ambas y cayeron en la oscuridad mientras el párroco escupía y se reía. Al caer, lo hicieron en un lecho blando, húmedo, oscuro y exageradamente nauseabundo.- Grata visita, señoritas, pero si no les importa nos separamos aquí.- Hijo de...¡Voy a dejarte los ojos como un alfiletero!- El cura se rió una vez más, antes de que la trampilla de piedra falsa se cerrase.- Si es que lográis salir.- Fue lo último que dijo cuando la oscuridad más absoluta sepultó a las cazadoras.
Krystha se puso en pie poco a poco, el suelo se hundía bajo su peso. Olía a muerto, muy muerto, descomposición, agua pútrida y lo mejor de todo, a mierda. Mierda, literalmente. Estaban en el maldito estercolero, en la fosa del laboratorio y el olor le estaba matando, sus ojos empezaron a lagrimear ante semejante hostilidad.- Qué asco..Se me está metiendo en la boca..-Refiriéndose al ambiente cargado, tan rancio, tan invadido por los vapores que se podían masticar. Guardó las dagas, para buscar en su mochila, a tientas, consiguió sacar una pequeña carcasa de madera, sacó una masa ovalada que frotó entre sus manos hasta que brilló en tono fluorescente.- ¿Tía, estás bien?-Habían caído de bastante altura, la pequeña luminiscencia no era tan potente como para iluminarlo todo, pero si lo justo para buscar el rostro de su tía.
Se alegró de que Faith tuviera la misma boca de cloaca que ella cuando se vestía “de gala”. Una cosa más en la que se parecían, tal vez había sacado esa manía de ella. Sonrió de medio lado pero al girarse para caminar hacia uno de los túneles por donde les guiaba el cura volvió de nuevo a su semblante serio. Iba a seguir a su tía, pero se detuvo.- Sigue, te alcanzo en seguida.- Suponía que Ave no iba a desviarse sin esperarla, debía hacer algo antes de marcharse de ese agujero infesto. Una vez más se encaró a las aberraciones que había en ese sótano, no solo la bestia muerta, si no el resto de experimentos, restos en conserva, libros, apuntes, instrumental.
Tiró todo lo que tuvo a alcance, haciéndolo estallar en el suelo entre gritos de cristal, destrozó cuanto pudo y tiró abajo estanterías, amontonándolo todo para rociarlo con el alcohol que usaba para mantener las piezas de carne en conserva, no dudó en prender fuego. Se suponía que estaban allí con un único objetivo, pero no iba a dejar que alguien tan retorcido siguiera destrozando vidas, creando engendros y amenazando con sus estudios. Si quería crear más de aquellos bichos, tendría que empezar desde el principio. Prendió parte de la madera astillada con una lámpara de aceite y las velas ayudaron con su propio calor. Se unió a su tía con rapidez, hasta encontrarles en una intersección.
Se colocó la espada a la espalda, comprendiendo que de todas formas entre esas paredes no podría manejarla. Sin embargo se armó con dos dagas y siguió adelante, siguiendo al clérigo que estaba sospechosamente callado pese a que el olor nauseabundo de la quema era evidente. Se había cortado la retirada, por eso debían salir de allí cuanto antes. Los pasillos eran largos y enroscados, solas seguramente se habrían perdido, era una especie de laberinto. No había trampas por el momento, pero se escuchaban sonidos extraños, que parecían producto de la imaginación.
De un segundo a otro, las paredes empezaron a vibrar, con un ligero estruendo una precipitación de polvo y alguna roca. Krystha miró al suelo algo apurada, no quería acabar enterrada allí. Aprovechando el ligero seísmo, el párroco se movió rápido presionando un saliente, su tía estaba a punto de ensartarle con la daga cuando el suelo desapareció debajo de ambas y cayeron en la oscuridad mientras el párroco escupía y se reía. Al caer, lo hicieron en un lecho blando, húmedo, oscuro y exageradamente nauseabundo.- Grata visita, señoritas, pero si no les importa nos separamos aquí.- Hijo de...¡Voy a dejarte los ojos como un alfiletero!- El cura se rió una vez más, antes de que la trampilla de piedra falsa se cerrase.- Si es que lográis salir.- Fue lo último que dijo cuando la oscuridad más absoluta sepultó a las cazadoras.
Krystha se puso en pie poco a poco, el suelo se hundía bajo su peso. Olía a muerto, muy muerto, descomposición, agua pútrida y lo mejor de todo, a mierda. Mierda, literalmente. Estaban en el maldito estercolero, en la fosa del laboratorio y el olor le estaba matando, sus ojos empezaron a lagrimear ante semejante hostilidad.- Qué asco..Se me está metiendo en la boca..-Refiriéndose al ambiente cargado, tan rancio, tan invadido por los vapores que se podían masticar. Guardó las dagas, para buscar en su mochila, a tientas, consiguió sacar una pequeña carcasa de madera, sacó una masa ovalada que frotó entre sus manos hasta que brilló en tono fluorescente.- ¿Tía, estás bien?-Habían caído de bastante altura, la pequeña luminiscencia no era tan potente como para iluminarlo todo, pero si lo justo para buscar el rostro de su tía.
Krystha E. Blackmore- Cazador Clase Alta
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Re: Tiempo de ruina. (Privado)
La Parca se había dado un costalazo al caer, pero en peores entuertos se había visto. Cuando Krystha sacó la masa verdosa que emitió una luz, enracó las cejas y compuso un gesto de aprobación.
— Tu hermana a veces es un genio.— Comento refiriéndose al invento de Helen. Esa niña siempre había tenido talento para la innovación, de hecho sus ropas llevaban un nuevo tejido desarrollado en el laboratorio de la Sede de Tertre compuesto por fibras que al contacto se endurecían y actuaban como escudo proporcionandoles un plus de resistencia, ya que ellas no podían llevar armadura como tal porqiue les limitaría los movimientos.
Estaba claro que se encontraban en la cloaca infecta de la abadía donde probablemente habrían ido a parar los desperdicios de esa carnicería asquerosa. El olor era nauseabundo y los ojos le picaban, pero no iban a quedarse allí, morir en esa fosa séptica sería una ofensa muy indigna a dos grandes cazadoras. Las paredes eran lisas, no encontraba ningun saliente por el que trepar, así que hacia arriba no podrían salir.
— Si no hay salida hacia arriba, debe haberla hacia abajo, o de lo contrario los cimientos de la abadía se pudrirían con la humedad y los desechos, quizás este taponado.
Removió con el pie algunas masas gelatinosas comprobando que el suelo bajo la mierda era de piedra, pero debía tener un sumidero. Tras un rato rascando encontró el orificio, tenía el tamaño de una persona delgada y seguramente drenase al rio que pasaron al venir, pero no podía saberlo a ciencia cierta. Tiró de las rejas con fuerza y las sacó de su lugar, no eran más que trampillas mal colocadas para evitar que se colara algo gordo y taponase el drenaje, pero el exceso de cadáveres había taponado igualmente el túnel.
— Quédate aquí. Bajaré yo.— Se ató una cuerda fina al cinto, porque dudaba que aquella cloaca tuviera mucho recorrido.— Si tiro dos veces suelta la cuerda y si tiro tres, métete por el agujero y sígueme.
Si tiraba una o ninguna... entonces estaban jodidas. Se coló por el agujero y comenzó a reptar, apenas cabía y el movimiento era dificultoso. Tuvo que sacar de su camino más mierda reseca, alguna que otra rata y huesos que se habían quedado taponando la salida. A unos veinte metros vislumbró algo similar a un orificio, pero estaba cerrado con una verja de hierro.
— ¡Krystha! ¿todavía tienes la goma explosiva de tu hermana?.— le gritó por el túnel. Ante el asentimiento de la joven tiró de la cuerda tres veces, cuando bajara podrían colocar la carga en los barrotes que estaban bastante oxidados y seguramente se rompieran con la explosión.
— Tu hermana a veces es un genio.— Comento refiriéndose al invento de Helen. Esa niña siempre había tenido talento para la innovación, de hecho sus ropas llevaban un nuevo tejido desarrollado en el laboratorio de la Sede de Tertre compuesto por fibras que al contacto se endurecían y actuaban como escudo proporcionandoles un plus de resistencia, ya que ellas no podían llevar armadura como tal porqiue les limitaría los movimientos.
Estaba claro que se encontraban en la cloaca infecta de la abadía donde probablemente habrían ido a parar los desperdicios de esa carnicería asquerosa. El olor era nauseabundo y los ojos le picaban, pero no iban a quedarse allí, morir en esa fosa séptica sería una ofensa muy indigna a dos grandes cazadoras. Las paredes eran lisas, no encontraba ningun saliente por el que trepar, así que hacia arriba no podrían salir.
— Si no hay salida hacia arriba, debe haberla hacia abajo, o de lo contrario los cimientos de la abadía se pudrirían con la humedad y los desechos, quizás este taponado.
Removió con el pie algunas masas gelatinosas comprobando que el suelo bajo la mierda era de piedra, pero debía tener un sumidero. Tras un rato rascando encontró el orificio, tenía el tamaño de una persona delgada y seguramente drenase al rio que pasaron al venir, pero no podía saberlo a ciencia cierta. Tiró de las rejas con fuerza y las sacó de su lugar, no eran más que trampillas mal colocadas para evitar que se colara algo gordo y taponase el drenaje, pero el exceso de cadáveres había taponado igualmente el túnel.
— Quédate aquí. Bajaré yo.— Se ató una cuerda fina al cinto, porque dudaba que aquella cloaca tuviera mucho recorrido.— Si tiro dos veces suelta la cuerda y si tiro tres, métete por el agujero y sígueme.
Si tiraba una o ninguna... entonces estaban jodidas. Se coló por el agujero y comenzó a reptar, apenas cabía y el movimiento era dificultoso. Tuvo que sacar de su camino más mierda reseca, alguna que otra rata y huesos que se habían quedado taponando la salida. A unos veinte metros vislumbró algo similar a un orificio, pero estaba cerrado con una verja de hierro.
— ¡Krystha! ¿todavía tienes la goma explosiva de tu hermana?.— le gritó por el túnel. Ante el asentimiento de la joven tiró de la cuerda tres veces, cuando bajara podrían colocar la carga en los barrotes que estaban bastante oxidados y seguramente se rompieran con la explosión.
Aveline Blackmore- Cazador Clase Alta
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Re: Tiempo de ruina. (Privado)
Krystha estaba lidiando con las arcadas, admiraba a su tía que a pesar de todo podía tener tiempo en pensar en Harper, pero sonrió ante el comentario.- No lo digas en su presencia o irá mirándote por el encima del hombro durante un mes, es insoportable. Es algo que sale del culo de un gusano mezclado con no se qué químico..En fin, que por mucho que quiera entender las cosas que hace la mayoría de las veces o no lo entiendo o no me interesa.- Aceptó, moviéndose por el barrizal de mierda que estaba costándole un muy mal rato.
Miraba a su tía con desesperación, esperando que nada de aquella idea fuera real. ¿Hacia abajo, de verdad? No quería meterse más en aquella pocilga, ya le llegaba la mierda a todos lados y el agua le llegaba por encima de las rodillas, había recogido sus dagas para que se ensuciasen lo mínimo, tenía la certeza de que si tocasen el agua infecta más de lo debidamente necesario se desharían como el azúcar en la boca de un niños. Sin embargo, no tuvo más remedio que asentir y esperar, aunque le pareció escuchar algo en la gruta que le dejó muy quieta. De nuevo, asintió en voz media a las palabras de Faith mientras intentaba desatascar toda aquella masa de porquería. El olor no se les iba a quitar en meses.
De nuevo el sonido, reptante, apenas un murmullo del agua, pero estaba allí, una vez podía ser casualidad, dos..Dos ya no, había algo ahí.-...¿Tia Faith?- Dijo, justo antes de ver una masa correosa y humanoide, de piel gris de aspecto grueso y con pústulas. Contaba varios brazos, al principio parecía un reptil, pero los brazos eran eso..brazos humanos, que sobresalían de los costados de su cuerpo, lo que sea que el loco hubiera tirado allí pensando que era un fallo había prosperado por su cuenta alimentándose de los desperdicios.
El ser rehuyó de la luminiscencia que emanaba de la masa de su mano y de su boca salió una especie de gorjeo amenazador. Krystha empezó a caminar hacia atrás, despacio, pero en cuanto el ser se agachó y desapareció entre los desperdicios, pudo ver cómo las hondas en el agua se movía hacia ella. Lista o no, echó a correr hacia el agujero por donde su tía había desaparecido.- ¡Ponlo y sal!- Gritó, varias veces, justo cuando lanzó, tanto la masa de luz verde como la otra masa plástica.
Algo tiró de sus piernas y Krystha acabó de espaldas sumergida en la masa de vísceras. El monstruo parecía tener ventaja en fluidos y ella no la tenía de ninguna de las maneas, pero consiguió alejarse de la criatura y salir a la superficie, ya no le molestaba la mierda pegándosele a la piel y al pelo, estaba más preocupada por agudizar sus sentidos procurando encontrar al bicho que se dirigía hacia el hueco donde su tía estaba atrapada.
La cazadora siguió el sonido del agua hacia la criatura, distrayendo su atención, el tiempo suficiente para que su tía pudiera poner el explosivo.
Miraba a su tía con desesperación, esperando que nada de aquella idea fuera real. ¿Hacia abajo, de verdad? No quería meterse más en aquella pocilga, ya le llegaba la mierda a todos lados y el agua le llegaba por encima de las rodillas, había recogido sus dagas para que se ensuciasen lo mínimo, tenía la certeza de que si tocasen el agua infecta más de lo debidamente necesario se desharían como el azúcar en la boca de un niños. Sin embargo, no tuvo más remedio que asentir y esperar, aunque le pareció escuchar algo en la gruta que le dejó muy quieta. De nuevo, asintió en voz media a las palabras de Faith mientras intentaba desatascar toda aquella masa de porquería. El olor no se les iba a quitar en meses.
De nuevo el sonido, reptante, apenas un murmullo del agua, pero estaba allí, una vez podía ser casualidad, dos..Dos ya no, había algo ahí.-...¿Tia Faith?- Dijo, justo antes de ver una masa correosa y humanoide, de piel gris de aspecto grueso y con pústulas. Contaba varios brazos, al principio parecía un reptil, pero los brazos eran eso..brazos humanos, que sobresalían de los costados de su cuerpo, lo que sea que el loco hubiera tirado allí pensando que era un fallo había prosperado por su cuenta alimentándose de los desperdicios.
El ser rehuyó de la luminiscencia que emanaba de la masa de su mano y de su boca salió una especie de gorjeo amenazador. Krystha empezó a caminar hacia atrás, despacio, pero en cuanto el ser se agachó y desapareció entre los desperdicios, pudo ver cómo las hondas en el agua se movía hacia ella. Lista o no, echó a correr hacia el agujero por donde su tía había desaparecido.- ¡Ponlo y sal!- Gritó, varias veces, justo cuando lanzó, tanto la masa de luz verde como la otra masa plástica.
Algo tiró de sus piernas y Krystha acabó de espaldas sumergida en la masa de vísceras. El monstruo parecía tener ventaja en fluidos y ella no la tenía de ninguna de las maneas, pero consiguió alejarse de la criatura y salir a la superficie, ya no le molestaba la mierda pegándosele a la piel y al pelo, estaba más preocupada por agudizar sus sentidos procurando encontrar al bicho que se dirigía hacia el hueco donde su tía estaba atrapada.
La cazadora siguió el sonido del agua hacia la criatura, distrayendo su atención, el tiempo suficiente para que su tía pudiera poner el explosivo.
Krystha E. Blackmore- Cazador Clase Alta
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Fecha de inscripción : 13/09/2017
Re: Tiempo de ruina. (Privado)
Ajena a lo que le pasaba a su sobrina, La Parca colocó las masas gomosas en los barrotes, cuando juntase el segundo compuesto al ya colocado tendría unos treinta segundos para salir del radio de la onda expansiva. Lo amasó y pegó bien a los barrotea que tapaban la salida de ese sumidero al exterior, eran su única vía de escape. Guardó un trozo más en el bolsillo por si las cosas se complicaban y respiró hondo.
— Vamos allá...
Pegó el segundo compuesto químico dándose prisa y reculó a todo correr por el angosto túnel hasta llegar al agujero por donde entró. Fue entonces cuando se percató del chapoteo en la parte superior, sin duda Krys estaba en problemas. Aferró las manos a las paredes trepando el escaso metro que la separaba de su sobrina, pero estaban resbaladizas y pegajosas. Recordó que llevaba en el cinto otro de los cacharritos de Helen, una especie de puños americanos que tenían garfios curvos, ideales para trepar por superficies con poco agarre, y en caso de necesidad, para reventar morros y narices. Se calzó uno en la mano derecha y ancló el agarre en la mohosa pared impulsando el resto de su cuerpo en ese apoyo. Todavía estaba en forma. Cuando su cabeza emergió del agujero se escuchó un pequeño crepitar y seguidamente una fuerte deflagración con ruido de cascotes. La onda expansiva sacó por la abertura un fuerte aire cargado de trozos negruzcos y algún que otro hueso infecto.
Salió a rastras por el suelo cenagoso y cuando vio a Krystha batirse contra algo que tenía forma de moco gigante se apresuró a alargar los brazos y tirar de los pies de su sobrina mientras increpaba al monstruo.
— Lo siento cariño, pero no tenemos tiempo de quedarnos a ligar, búscate una novia de tu consistencia.
Arrastró a la rubia alcantarilla abajo y se dieron prisa en avanzar, el aire estaba cargado de olor a químico y humo, los ojos le lagrimeaban, pero aquello no tenía pérdida, era todo recto hasta alcanzar los barrotes reventados. Frente a ellas sólo oscuridad y ruido de agua circulando.
— ¿Lista?
Saltaron ambas agarradas de la mano a un vacío negro que no sabían dónde las llevaría. El choque térmico fue brutal. Aveline maldijo mentalmente la temperatura de ese gélido país, emergió y preguntó a Krystha.
— ¿estás bien? estás herida?
— Vamos allá...
Pegó el segundo compuesto químico dándose prisa y reculó a todo correr por el angosto túnel hasta llegar al agujero por donde entró. Fue entonces cuando se percató del chapoteo en la parte superior, sin duda Krys estaba en problemas. Aferró las manos a las paredes trepando el escaso metro que la separaba de su sobrina, pero estaban resbaladizas y pegajosas. Recordó que llevaba en el cinto otro de los cacharritos de Helen, una especie de puños americanos que tenían garfios curvos, ideales para trepar por superficies con poco agarre, y en caso de necesidad, para reventar morros y narices. Se calzó uno en la mano derecha y ancló el agarre en la mohosa pared impulsando el resto de su cuerpo en ese apoyo. Todavía estaba en forma. Cuando su cabeza emergió del agujero se escuchó un pequeño crepitar y seguidamente una fuerte deflagración con ruido de cascotes. La onda expansiva sacó por la abertura un fuerte aire cargado de trozos negruzcos y algún que otro hueso infecto.
Salió a rastras por el suelo cenagoso y cuando vio a Krystha batirse contra algo que tenía forma de moco gigante se apresuró a alargar los brazos y tirar de los pies de su sobrina mientras increpaba al monstruo.
— Lo siento cariño, pero no tenemos tiempo de quedarnos a ligar, búscate una novia de tu consistencia.
Arrastró a la rubia alcantarilla abajo y se dieron prisa en avanzar, el aire estaba cargado de olor a químico y humo, los ojos le lagrimeaban, pero aquello no tenía pérdida, era todo recto hasta alcanzar los barrotes reventados. Frente a ellas sólo oscuridad y ruido de agua circulando.
— ¿Lista?
Saltaron ambas agarradas de la mano a un vacío negro que no sabían dónde las llevaría. El choque térmico fue brutal. Aveline maldijo mentalmente la temperatura de ese gélido país, emergió y preguntó a Krystha.
— ¿estás bien? estás herida?
Aveline Blackmore- Cazador Clase Alta
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Re: Tiempo de ruina. (Privado)
No sabía cómo habían salido de ahí, pero se clavó a fuego el recuerdo de ese loco en su cerebro, tenía una cuenta pendiente con él y si algo eran los Blackmore además de tozudos, era rencorosos. Salió a la superficie.- Si, no se..Creo que si. ¡Joder, qué frío!- Y que asco, pero ahora el agua congelada le venía genial para recordar que no había perdido el olfato para siempre. Empezó a nadar hacia la orilla, el agua arrastraba mucha de la porquería que habían logrado desatascar de arriba. No, si todavía les iban a tener que dar las gracias por despejar el desagüe. A su alrededor, la corriente había distribuido las pocas porquerías que habían caído, pero no eran demasiado llamativas.
Antes de salir del todo, mientras sus pies conseguían tocar tierra, fue sacudirse la cabeza para intentar despejarse el pelo de mierda varia, además de apartar el fétido olor, aunque tenía la sensación de que no iban a desprenderse de él con facilidad. Una vez llegó fuera se sentó, sabía que no debía hacerlo porque el frío les golpearía en cualquier momento, pero necesitaba unos segundos para recuperar el aliento, centrarse en lo que había ocurrido y recapitular. Sonrió al ver el arma en el puño de su tía, a veces Harper si que era un genio, las otras solo una niña mimada, pero no comentó nada, porque si cada vez que fueran a utilizar algo de diseño propio de su hermana pequeña entonces no iban a tener tiempo para nada más.
Empezó a notar cómo se le entumecía el cuerpo y su cuerpo sufría convulsiones incontrolables, se puso en pie muy a su pesar.- Tenemos que conseguir un lugar donde quedarnos..A poder ser calentito y..Y tal vez tenga circulación otra vez, porque ahora miso no sabría ni por dónde empezar...¿Frankestein, en serio? Qué fue lo que creó Pandemonium para atacar alos Blackmore..No recuerdo haber escuchado nada de eso de papá.-Empezó a caminar sin saber hacia dónde solo tenía claro que si se detenía perdería la voluntad de moverse por completo.- ¿Tú estás bien?
Antes de salir del todo, mientras sus pies conseguían tocar tierra, fue sacudirse la cabeza para intentar despejarse el pelo de mierda varia, además de apartar el fétido olor, aunque tenía la sensación de que no iban a desprenderse de él con facilidad. Una vez llegó fuera se sentó, sabía que no debía hacerlo porque el frío les golpearía en cualquier momento, pero necesitaba unos segundos para recuperar el aliento, centrarse en lo que había ocurrido y recapitular. Sonrió al ver el arma en el puño de su tía, a veces Harper si que era un genio, las otras solo una niña mimada, pero no comentó nada, porque si cada vez que fueran a utilizar algo de diseño propio de su hermana pequeña entonces no iban a tener tiempo para nada más.
Empezó a notar cómo se le entumecía el cuerpo y su cuerpo sufría convulsiones incontrolables, se puso en pie muy a su pesar.- Tenemos que conseguir un lugar donde quedarnos..A poder ser calentito y..Y tal vez tenga circulación otra vez, porque ahora miso no sabría ni por dónde empezar...¿Frankestein, en serio? Qué fue lo que creó Pandemonium para atacar alos Blackmore..No recuerdo haber escuchado nada de eso de papá.-Empezó a caminar sin saber hacia dónde solo tenía claro que si se detenía perdería la voluntad de moverse por completo.- ¿Tú estás bien?
Krystha E. Blackmore- Cazador Clase Alta
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