AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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El viaje del tiempo- Privado +18
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El viaje del tiempo- Privado +18
Valeska, nos había traído al pasado en donde ahora mismo, éramos unas niñas felices. Ella y su magia, y mientras yo, me forjaba con la guerrera con mi padre y los míos. Siempre, tuve esa conexión especial con mi padre, el aclamado Höor Cannif. Era lo que era por todos mis hermanos vikingos, una gran guerrera que salí victoriosa en cada gesta. La lucha cuerpo a cuerpo, la rendición no era una idea que bajarase jamás.
Y ahora, estábamos allí, con los hermanos Ludvig. Mi hermana terminó saliéndose con la suya, no solo cambiaba el pasado si no ...¡se había casado! Con nada más y nada menos que con quien caía en la enfrenta con Randulf. Chasqueé la lengua por la sola idea de tener ahora que colocar todo en su sitio, como si pudiese. Mis orbes buscaron a otro guerrero, uno que ante mí seguía vivo...por decirlo de alguna manera.
Con aquel maldito vampiro, había caído en las garras del placer, de una pelea que sin duda salimos más que victoriosos. Me gustó montarle, repetí y eso era algo que no solía hacer con el mismo hombre. Sonreí al verlo esperar, no iban a venir... conociendo a Valeska volvería a esconderse, aprovechó que estábamos ocupados para volver a hacer lo que les viniese en gana.
-Viggo y Valeska han vuelto a desaparecer. Aprovecharon y... volaron de nuevo -me echaba la culpa, si la hubiese impedido irse ahora no estaría maldiciendo lo vivo y eterno -Maldita sea... ¡y ahora buscar de nuevo el portal! -me dirigí hacia Uthred, seguramente divertido... cuando mi futuro dependía de mi hermana, no podía permanecer en el París pasado , además...ese sitio no era mi hogar, si no el de mi madre -Tú, vamos. Tenemos que regresar al norte, hablar con mi padre y buscar el modo de volver a encontrarlos -
tomé mis pertenencias, sí me lo pasé bien y todas esas cosas pero ahora solo quería volver a casa.
-Prepárate porque volvemos a casa. Le tendrás que pedir a mi padre mi mano, es lo lógico ¿no? Cuando tomas la virginidad de su hija... te elijo a ti como esposo -incluso mi tono fue más suave pero mi sonrisa delató que me estaba burlando -¿Vienes o te quedas? -Lo miré desafiante, clavando mis ojos oscuros en él, como si nada más existiese. Sería un viaje largo, largo... y complicado, él no me seguía agradando aunque me hubiese perdido en el placer con él.
Y ahora, estábamos allí, con los hermanos Ludvig. Mi hermana terminó saliéndose con la suya, no solo cambiaba el pasado si no ...¡se había casado! Con nada más y nada menos que con quien caía en la enfrenta con Randulf. Chasqueé la lengua por la sola idea de tener ahora que colocar todo en su sitio, como si pudiese. Mis orbes buscaron a otro guerrero, uno que ante mí seguía vivo...por decirlo de alguna manera.
Con aquel maldito vampiro, había caído en las garras del placer, de una pelea que sin duda salimos más que victoriosos. Me gustó montarle, repetí y eso era algo que no solía hacer con el mismo hombre. Sonreí al verlo esperar, no iban a venir... conociendo a Valeska volvería a esconderse, aprovechó que estábamos ocupados para volver a hacer lo que les viniese en gana.
-Viggo y Valeska han vuelto a desaparecer. Aprovecharon y... volaron de nuevo -me echaba la culpa, si la hubiese impedido irse ahora no estaría maldiciendo lo vivo y eterno -Maldita sea... ¡y ahora buscar de nuevo el portal! -me dirigí hacia Uthred, seguramente divertido... cuando mi futuro dependía de mi hermana, no podía permanecer en el París pasado , además...ese sitio no era mi hogar, si no el de mi madre -Tú, vamos. Tenemos que regresar al norte, hablar con mi padre y buscar el modo de volver a encontrarlos -
tomé mis pertenencias, sí me lo pasé bien y todas esas cosas pero ahora solo quería volver a casa.
-Prepárate porque volvemos a casa. Le tendrás que pedir a mi padre mi mano, es lo lógico ¿no? Cuando tomas la virginidad de su hija... te elijo a ti como esposo -incluso mi tono fue más suave pero mi sonrisa delató que me estaba burlando -¿Vienes o te quedas? -Lo miré desafiante, clavando mis ojos oscuros en él, como si nada más existiese. Sería un viaje largo, largo... y complicado, él no me seguía agradando aunque me hubiese perdido en el placer con él.
Última edición por Fiolett el Jue Oct 05, 2017 11:06 am, editado 1 vez
Fiolett- Humano Clase Alta
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Re: El viaje del tiempo- Privado +18
Acudimos a la zona de bosque donde la morenita había quedado con la rubita, menuda genética tenían esas niñas, mira que estaban buenas, ahora su carácter era peor que arrastrarse por Hel, capaces de volver loco a un hombre, por suerte yo era casi un dios.
Esperamos, horas pasaron, podía ver como la vikinga resoplaba y yo me reía porque francamente podía ser una gran guerrera blandiendo el acero, pero se la habían jugado por ingenua.
-Si ella esta enamorada de mi hermano ¿que demonios te hace pensar que va a renunciar a él por tus caprichos?
Negué con la cabeza, intentaba mantener la risa, pero no podía, nos la habían jugado y francamente esa situación me divertía enormemente.
-¿a donde preciosa? ¿Al norte de este tiempo para que la Valeska niña nos abra un portal o donde exactamente?
No entendía que quería hacer esa mujer, pero la pregunta siguiente era la mas interesante sin duda -¿quien te ha dicho mujer que voy a ir contigo? Mi hermano ya es mayorcito para no necesitar un ama de cría, si se ha largado es porque no quiere ser encontrado, así que ¿quien te ha dicho que voy a seguirte esa locura de dar con ambos?
Cuando de verdad me partí a carcajadas fue cuando dijo que después de deshonrarla tenia que desposarme con ella, que me haba elegido.
-¿la locura veo que es cosa de familia? No he visto yo que te saliera sangre cuando te tomé la primera vez, creo que venias ya muy desvirgada de serie mujer -aseguré ladeando la sonrisa mientras me acercaba a ella y tiraba de sus nalgas para que nuestros cuerpos colisionaran.
Mi boca buscó su fuego, en la humedad de nuestras lenguas se hizo mas intenso.
Gruñí rugiendo como los truenos los hacen en plena tempestad, esa mujer era capaz de arrastrarme a Hel y pocas eran capaces de tal gesta.
Quizás porque hasta ahora no había logrado encontrarme de frente con una igual, una vikinga salvaje que manejara el acero.
Nunca me vi con una parisina, seguramente porque no funcionaria, yo necesitaba una guerrera a mi lado, una que entendiera de heridas, de acero, de la misión de un guerrero y no una plañidera que bebiera vino y que solo pensara en elegantes vestidos.
Esperamos, horas pasaron, podía ver como la vikinga resoplaba y yo me reía porque francamente podía ser una gran guerrera blandiendo el acero, pero se la habían jugado por ingenua.
-Si ella esta enamorada de mi hermano ¿que demonios te hace pensar que va a renunciar a él por tus caprichos?
Negué con la cabeza, intentaba mantener la risa, pero no podía, nos la habían jugado y francamente esa situación me divertía enormemente.
-¿a donde preciosa? ¿Al norte de este tiempo para que la Valeska niña nos abra un portal o donde exactamente?
No entendía que quería hacer esa mujer, pero la pregunta siguiente era la mas interesante sin duda -¿quien te ha dicho mujer que voy a ir contigo? Mi hermano ya es mayorcito para no necesitar un ama de cría, si se ha largado es porque no quiere ser encontrado, así que ¿quien te ha dicho que voy a seguirte esa locura de dar con ambos?
Cuando de verdad me partí a carcajadas fue cuando dijo que después de deshonrarla tenia que desposarme con ella, que me haba elegido.
-¿la locura veo que es cosa de familia? No he visto yo que te saliera sangre cuando te tomé la primera vez, creo que venias ya muy desvirgada de serie mujer -aseguré ladeando la sonrisa mientras me acercaba a ella y tiraba de sus nalgas para que nuestros cuerpos colisionaran.
Mi boca buscó su fuego, en la humedad de nuestras lenguas se hizo mas intenso.
Gruñí rugiendo como los truenos los hacen en plena tempestad, esa mujer era capaz de arrastrarme a Hel y pocas eran capaces de tal gesta.
Quizás porque hasta ahora no había logrado encontrarme de frente con una igual, una vikinga salvaje que manejara el acero.
Nunca me vi con una parisina, seguramente porque no funcionaria, yo necesitaba una guerrera a mi lado, una que entendiera de heridas, de acero, de la misión de un guerrero y no una plañidera que bebiera vino y que solo pensara en elegantes vestidos.
Uhtred- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 15/03/2017
Re: El viaje del tiempo- Privado +18
-¿Mis caprichos? No soy Valeska, mis caprichos es volver a casa, a mi tiempo. No soy tan necia para jugar y tentar a la suerte. Y ha sido tu culpa, me has entretenido...ni me acuerdo que dijo antes de marcharse -ese vampiro... ese maldito vampiro acababa de distraerme con su juego y yo como una simple mortal me dejé caer y embriagar por sus encantos. Cabreada era poco, estaba furiosa conmigo misma, no paraba de caminar de un lado a otro , en el mismo sitio. Mis orbes se perdieron en él cuando se rió ¡le hacía gracia al muy hijo de perra!
-Eres un maldito idiota, ya lo sabía pero me lo confirmas con tu ignorancia. Tengo que hablar con mi padre, encontrar a Sirius y Valeska, ahora mismo se supone que comienzan a conocer la magia, solo ellos nos pueden llevar a donde estén nuestros hermanos ¡quieres dejar de reírte! No hace gracia, a mí al menos no...y ni te acerques, ya sabes lo que pasa cuando te acercas, no quieras saber cuando te acerques demasiado -le advertí comenzando a caminar hacia el lugar donde dejé mi montura y mis pertenencias, iba a ser un viaje largo, más si iba a venir aquel vampiro metomentodo.
No estaba dispuesto a venir, me lo confirmaron sus orbes claras que peligrosas me miraban como si nada más existiese. Por desgracia absoluta, conocía esa mirada. Creo que tenía algún tipo de fetiche, porque más cabreada me veía, más parecía gustarle. Rugí, gruñí en el beso que me supo a poco, mordí con ahínco sus labios, tomándole del cuello con mi palma, atrayéndole más hacia sí en una gesta en donde las palabras sobraban.
Cuando nos separamos, lo miré fijamente a los ojos. Nuestros ojos terminaron enganchados en el otro por unos segundos. Sonreí de medio lado, apartándole de un manotazo y mi puño en su pecho junto con una patada que lo lanzó a unos metros de mí.
-Si no vas a venir, no me toques los cojones -me limpié con la muñeca los labios, relamiéndome después...jugando a aquel juego peligroso. Reí por lo bajo, esta vez fui yo quien se acercó a él, mi espada a mi espalda me recordaba porqué estaba aquí -Sería una pena... -lo recorrí con la mirada sin ningún pudor, relamiéndome los labios después -No contar con un buen guerrero en este viaje, tranquila princesa ¡yo te salvaré! No quiero que te pase nada, pareces tan indefensa como una gatita -ronroneé como una y me eché a reír -Si no vienes no te preocupes, sé cuidarme sola pero ahora sin tu hermano del alma poco tienes que hacer aquí, tú veras -¿Pedir las cosas bien? Jamás.
-Eres un maldito idiota, ya lo sabía pero me lo confirmas con tu ignorancia. Tengo que hablar con mi padre, encontrar a Sirius y Valeska, ahora mismo se supone que comienzan a conocer la magia, solo ellos nos pueden llevar a donde estén nuestros hermanos ¡quieres dejar de reírte! No hace gracia, a mí al menos no...y ni te acerques, ya sabes lo que pasa cuando te acercas, no quieras saber cuando te acerques demasiado -le advertí comenzando a caminar hacia el lugar donde dejé mi montura y mis pertenencias, iba a ser un viaje largo, más si iba a venir aquel vampiro metomentodo.
No estaba dispuesto a venir, me lo confirmaron sus orbes claras que peligrosas me miraban como si nada más existiese. Por desgracia absoluta, conocía esa mirada. Creo que tenía algún tipo de fetiche, porque más cabreada me veía, más parecía gustarle. Rugí, gruñí en el beso que me supo a poco, mordí con ahínco sus labios, tomándole del cuello con mi palma, atrayéndole más hacia sí en una gesta en donde las palabras sobraban.
Cuando nos separamos, lo miré fijamente a los ojos. Nuestros ojos terminaron enganchados en el otro por unos segundos. Sonreí de medio lado, apartándole de un manotazo y mi puño en su pecho junto con una patada que lo lanzó a unos metros de mí.
-Si no vas a venir, no me toques los cojones -me limpié con la muñeca los labios, relamiéndome después...jugando a aquel juego peligroso. Reí por lo bajo, esta vez fui yo quien se acercó a él, mi espada a mi espalda me recordaba porqué estaba aquí -Sería una pena... -lo recorrí con la mirada sin ningún pudor, relamiéndome los labios después -No contar con un buen guerrero en este viaje, tranquila princesa ¡yo te salvaré! No quiero que te pase nada, pareces tan indefensa como una gatita -ronroneé como una y me eché a reír -Si no vienes no te preocupes, sé cuidarme sola pero ahora sin tu hermano del alma poco tienes que hacer aquí, tú veras -¿Pedir las cosas bien? Jamás.
Fiolett- Humano Clase Alta
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Re: El viaje del tiempo- Privado +18
Enarqué una ceja cuando me dijo que no le tocara los cojones, después me eche a reír frente a ella sin dejar de mirara, tentarla buscando su boca.
-Si no fuera porque ya te he montado varias veces me acojonaría ante la idea de que tienes cojones -me acerqué a su oído y susurré en bajito para que nadie nos escuchara -hay que ir con cuidado con esas cosas, te vas con lo que crees una tía buena y luego te sacan la mandioca y hay que salir con los pantalones bajados por patas.
Sus labios se paseaban por delante de mi boca relamiéndose, rojos como el fuego, lograba que mis ojos centellearan contra ellos.
Junté los labios poniendo morros de forma provocativa mientras ella me llamaba princesa en apuros y decía que sabia cuidarse pero a la vez que quería que la acompañara.
-¿la palabra mágica? -pregunté atrayendola contra mi de sus nalgas haciendo que sus labios chocaran contra los míos ya preparados -ya sabes, empieza en por...
Ella fruncía el ceño ante la picaresca de mis palabras, le acaricié las nalgas con mis manos.
-Vamos potrillo salvaje, quien algo quiere, algo le cuesta, pídemelo e iré, peor si no me daré la vuelta y me largaré a mi casa, algo que se que no quieres ni de lejos que haga ¿verdad?
Mordí su labio inferior lamiéndolo después mientras sus ojos centelleaban desafiantes.
-No eres una princesa en apuros, peor si una vikinga que necesita una buena verga entre sus piernas y sabes que de aquí al norte puedes parar en mil burdeles, peor nadie va a satisfacerte, no después de tener a un hombre entre tus piernas, así que bájate de Asgard princesita y pídele a tu dios que te acompañe.
Le di un azote impaciente, la deseaba, eso era obvio, quería acompañarla, otra obviedad, peor yo no iba a perseguirla sin mas. Mi hermano era mayor para seguir su sino y yo no iba a ir detrás de él para que volviera a mi lado, no era la primera vez, ni la ultima en toda nuestra inmortalidad que cada uno estaba en un lugar distinto.
-Si no fuera porque ya te he montado varias veces me acojonaría ante la idea de que tienes cojones -me acerqué a su oído y susurré en bajito para que nadie nos escuchara -hay que ir con cuidado con esas cosas, te vas con lo que crees una tía buena y luego te sacan la mandioca y hay que salir con los pantalones bajados por patas.
Sus labios se paseaban por delante de mi boca relamiéndose, rojos como el fuego, lograba que mis ojos centellearan contra ellos.
Junté los labios poniendo morros de forma provocativa mientras ella me llamaba princesa en apuros y decía que sabia cuidarse pero a la vez que quería que la acompañara.
-¿la palabra mágica? -pregunté atrayendola contra mi de sus nalgas haciendo que sus labios chocaran contra los míos ya preparados -ya sabes, empieza en por...
Ella fruncía el ceño ante la picaresca de mis palabras, le acaricié las nalgas con mis manos.
-Vamos potrillo salvaje, quien algo quiere, algo le cuesta, pídemelo e iré, peor si no me daré la vuelta y me largaré a mi casa, algo que se que no quieres ni de lejos que haga ¿verdad?
Mordí su labio inferior lamiéndolo después mientras sus ojos centelleaban desafiantes.
-No eres una princesa en apuros, peor si una vikinga que necesita una buena verga entre sus piernas y sabes que de aquí al norte puedes parar en mil burdeles, peor nadie va a satisfacerte, no después de tener a un hombre entre tus piernas, así que bájate de Asgard princesita y pídele a tu dios que te acompañe.
Le di un azote impaciente, la deseaba, eso era obvio, quería acompañarla, otra obviedad, peor yo no iba a perseguirla sin mas. Mi hermano era mayor para seguir su sino y yo no iba a ir detrás de él para que volviera a mi lado, no era la primera vez, ni la ultima en toda nuestra inmortalidad que cada uno estaba en un lugar distinto.
Uhtred- Vampiro Clase Alta
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Re: El viaje del tiempo- Privado +18
Me fijé en sus labios, sin duda hacerlos arder en un beso infinito. Me gustaba besarlo, tenerle cerca no era tan insoportable. Sonreí contra sus labios, no iba a tener su palabra mágica tan fácil. Lamí su boca sin dejar de mirarle a los ojos, por un segundo sonreí cómplice, no podía negar esa atracción y complicidad. Y pensar que lo odiaba, deshacerme de él y arrancarle la cabeza de un tajo, aunque... dudaba en si mejor cortarle en mil pedazos.
-Ah pero...¿tienes casa? El Norte, esa es tu casa, lo leo en el verde de tus ojos...igual de intenso que esos prados, tienes la fuerza de un verdadero vikingo y otras cualidades... que no pienso decirte en alto...sí en gemidos -y el maldito tenía razón, ninguno me había dado tanto placer como aquel sinverguenza. Chasqueé la lengua , mordiéndome el labio inferior...pensativa, parecía buscar respuesta y esa palabra mágica que me pidió.
-Empieza por...¡por allí se va! Así que mueve tu culo -lo tomé de las nalgas con ambas manos, atrayéndole más hacia mí. Suspiré contra su boca, aliento cálido contra su enemigo y volví a mordisquearle el labio inferior -Por...favor -rugí contra su boca y me separé antes de que volviésemos a pecar, ese hombre me tentaba constantemente solo con chocar nuestras miradas.
-Vamos, princesa... -enarqué una ceja burlona, volviendo a recorrerle con la mirada. Me gustaba demasiado tentarle, tentarnos. Le hice un gesto para que comenzaramos el viaje, no iba a ser corto. -Estás muy seguro de ti mismo y por eso te necesito en el viaje, nunca está de más tener un buen guerrero y ambos hacernos de escudos. Bien lo sabes...y fuera chistes creo que... deberíamos irnos a donde te hospedes, comienza a salir el sol. Mañana al atardecer partiremos. Así de paso me doy un baño y me llevo algo de comer a la boca... -lo miró de reojo, de lo más divertida seguro hacía chiste.
-Puedes acompañarme en la tina y darme de comer, ya puedo solita -
-Ah pero...¿tienes casa? El Norte, esa es tu casa, lo leo en el verde de tus ojos...igual de intenso que esos prados, tienes la fuerza de un verdadero vikingo y otras cualidades... que no pienso decirte en alto...sí en gemidos -y el maldito tenía razón, ninguno me había dado tanto placer como aquel sinverguenza. Chasqueé la lengua , mordiéndome el labio inferior...pensativa, parecía buscar respuesta y esa palabra mágica que me pidió.
-Empieza por...¡por allí se va! Así que mueve tu culo -lo tomé de las nalgas con ambas manos, atrayéndole más hacia mí. Suspiré contra su boca, aliento cálido contra su enemigo y volví a mordisquearle el labio inferior -Por...favor -rugí contra su boca y me separé antes de que volviésemos a pecar, ese hombre me tentaba constantemente solo con chocar nuestras miradas.
-Vamos, princesa... -enarqué una ceja burlona, volviendo a recorrerle con la mirada. Me gustaba demasiado tentarle, tentarnos. Le hice un gesto para que comenzaramos el viaje, no iba a ser corto. -Estás muy seguro de ti mismo y por eso te necesito en el viaje, nunca está de más tener un buen guerrero y ambos hacernos de escudos. Bien lo sabes...y fuera chistes creo que... deberíamos irnos a donde te hospedes, comienza a salir el sol. Mañana al atardecer partiremos. Así de paso me doy un baño y me llevo algo de comer a la boca... -lo miró de reojo, de lo más divertida seguro hacía chiste.
-Puedes acompañarme en la tina y darme de comer, ya puedo solita -
Fiolett- Humano Clase Alta
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Re: El viaje del tiempo- Privado +18
Ese por favor me obliga a ladear la sonrisa de pura satisfacción.
Mi mano se cierra en un puño sujetando con rudeza su pelo lacio, oscuro como la noche de la que soy esclavo.
-Ves, no era tan complicado -apunto empujándola voraz contra mi boca, la saqueo por completo, sin tregua, no hay resquicio de ella que no pruebe o zona que no conquiste con mi lengua.
Provocándonos, tentándonos emprendemos camino hacia mi mansión, por el camino le susurró mis ganas de beber, de sumergirnos en esa tina y de dejar que la pasión nos envuelva frente al crepitar de la chimenea.
-¿bailaras para mi? -preguntó jadeando contra sus labios.
Alcanzamos la puerta besándonos, regalándonos rudas caricias mientras parte de las prendas caen al suelo y sus dedos arrugan con necesidad mi camisa.
Del mueble bar cojo una de las botella, con mi otro brazo su cintura
La botella de alcohol nos acompaña, hasta el cuarto de baño, pronto el agua empieza a caer sobre la metálica bañera, pero mis ojos están en otra cosa.
Observo como bebe, el alcohol resbala lento por sus labios mi espalda se pega completamente a la de ella, evidenciando cuan cachondo estoy en ese instante.
Mi aliento se pierde en su cuello, mueve en una caricia su pelo y ahora por encima de su hombro es su boca la que me busca y por supuesto me encuentra.
Baile de lenguas que se muestran ansiosas, no se dan tregua, tampoco lo hacen mis manso se cuelan por debajo de la cinturilla de su pantalón y recorro la humedad de su centro ruto de su excitación.
Ladeo la sonrisa al escuchar sus jadeos, mi respiración es ronca, pesada pero también la de la dama. Alzo la mano acercándola a sus labios en un provocador gesto, sabe lo que quiero, y su lasciva sonrisa es la prueba de ello.
Mi otra mano se enreda en su pelo, para que su cabeza se apoyé ligeramente en mi hombro, no quiero perderme ni un detalle de como sus labios me envuelven.
Entreabre los labios, dedo a dedo los chupa, su lengua los repasa y su boca se abre jadeante regalándome una imagen enloquecedora.
-No te digo en lo que estoy pensando -susurró en su oído arrancándole un gemido.
Mis dedos mojados de su saliva descienden por su cuerpo, me detengo en sus pechos aun cubiertos por el corseé que los alza sin consuelo.
Su agitada respiración nubla mi juicio, en ese momento creo que ya ni pienso.
Mis dedos se deslizan lentos por su vientre, su ombligo se convierte en un manantial del que bebería el alcohol que de nuevo copa sus labios.
-Quiero beber de tu cuerpo -sentencio sediento -no voy a portarme bien -alego para que no pueda recriminarmelo luego.
Desciendo por el monte de venus ,colándome por la cinturilla de sus ajustados pantalones, aparto sus bragas en un tibio gesto para encontrarme de lleno con su raja.
La siento húmeda, caliente y preparada, algo que me hace sonreír de medio lado.
-¿que escusa tienes para esto vikinga? -pregunto deslizando por la trinchera mis dedos de forma calma.
Su cuerpo se amolda la mio, cierra los ojos y se deja hacer, solo los abre para volver a empinar la botella bastante caldeada por la situación y el alcohol que la embriaga.
-Dame -pido con la voz ronca, no duda en acercarme la boquilla a la boca, la alza y trago sin parar, hasta que resbala por la comisura de mi boca porque soy incapaz de tragar tanta cantidad.
-¿ Me quieres emborrachar?
Mi mano se cierra en un puño sujetando con rudeza su pelo lacio, oscuro como la noche de la que soy esclavo.
-Ves, no era tan complicado -apunto empujándola voraz contra mi boca, la saqueo por completo, sin tregua, no hay resquicio de ella que no pruebe o zona que no conquiste con mi lengua.
Provocándonos, tentándonos emprendemos camino hacia mi mansión, por el camino le susurró mis ganas de beber, de sumergirnos en esa tina y de dejar que la pasión nos envuelva frente al crepitar de la chimenea.
-¿bailaras para mi? -preguntó jadeando contra sus labios.
Alcanzamos la puerta besándonos, regalándonos rudas caricias mientras parte de las prendas caen al suelo y sus dedos arrugan con necesidad mi camisa.
Del mueble bar cojo una de las botella, con mi otro brazo su cintura
La botella de alcohol nos acompaña, hasta el cuarto de baño, pronto el agua empieza a caer sobre la metálica bañera, pero mis ojos están en otra cosa.
Observo como bebe, el alcohol resbala lento por sus labios mi espalda se pega completamente a la de ella, evidenciando cuan cachondo estoy en ese instante.
Mi aliento se pierde en su cuello, mueve en una caricia su pelo y ahora por encima de su hombro es su boca la que me busca y por supuesto me encuentra.
Baile de lenguas que se muestran ansiosas, no se dan tregua, tampoco lo hacen mis manso se cuelan por debajo de la cinturilla de su pantalón y recorro la humedad de su centro ruto de su excitación.
Ladeo la sonrisa al escuchar sus jadeos, mi respiración es ronca, pesada pero también la de la dama. Alzo la mano acercándola a sus labios en un provocador gesto, sabe lo que quiero, y su lasciva sonrisa es la prueba de ello.
Mi otra mano se enreda en su pelo, para que su cabeza se apoyé ligeramente en mi hombro, no quiero perderme ni un detalle de como sus labios me envuelven.
Entreabre los labios, dedo a dedo los chupa, su lengua los repasa y su boca se abre jadeante regalándome una imagen enloquecedora.
-No te digo en lo que estoy pensando -susurró en su oído arrancándole un gemido.
Mis dedos mojados de su saliva descienden por su cuerpo, me detengo en sus pechos aun cubiertos por el corseé que los alza sin consuelo.
Su agitada respiración nubla mi juicio, en ese momento creo que ya ni pienso.
Mis dedos se deslizan lentos por su vientre, su ombligo se convierte en un manantial del que bebería el alcohol que de nuevo copa sus labios.
-Quiero beber de tu cuerpo -sentencio sediento -no voy a portarme bien -alego para que no pueda recriminarmelo luego.
Desciendo por el monte de venus ,colándome por la cinturilla de sus ajustados pantalones, aparto sus bragas en un tibio gesto para encontrarme de lleno con su raja.
La siento húmeda, caliente y preparada, algo que me hace sonreír de medio lado.
-¿que escusa tienes para esto vikinga? -pregunto deslizando por la trinchera mis dedos de forma calma.
Su cuerpo se amolda la mio, cierra los ojos y se deja hacer, solo los abre para volver a empinar la botella bastante caldeada por la situación y el alcohol que la embriaga.
-Dame -pido con la voz ronca, no duda en acercarme la boquilla a la boca, la alza y trago sin parar, hasta que resbala por la comisura de mi boca porque soy incapaz de tragar tanta cantidad.
-¿ Me quieres emborrachar?
Uhtred- Vampiro Clase Alta
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Re: El viaje del tiempo- Privado +18
Tuvo que ejercer algún poder sobre mí porque era imposible apartarme de sus labios. Ruda le acariciaba sobre la ropa, sintiese la presión de mis dedos y me desease aún más de lo que ya lo hacía y me mostraban sus ojos verdes. Sí, me recordaba a mi hogar mirarlo, saber que era un venerado guerrero, desde que tuve conocimiento... le admiré por sus hazañas, el apellido Ludvig se extendía por Akershus, más cuando cayeron en combate y mi hermana acababa de cambiar algo que no sabría si ocurriría.
-Sí, bailaré para ti como ninguna ha hecho. De ese modo que tanto ansías. No sé bailar un vals aunque me lo intentaron enseñar...eso es cosa de mi hermana. Yo bailo en cada gesta con el enemigo, pudiendoo o no ser el último baile -sonreí, cómplice en un duelo de miradas que no terminaba jamás.
Debía admitir que me divertía, me hacía rogar por más y viceversa... era un qui pro quo, una de esas batallas difícil donde frente a ti tenías a un igual. Sé que sus orbes no se apartan de mis labios, por eso lo provoco de esa manera, me tomo mi tiempo... no soy cuidadosa, ni siquiera dulce y él lo sabe, le gusta y fascina cada paso que doy, tajo por su cuerpo con mis dedos..más y más heridas. Mi risa resuena en el lugar, divertida... y se mezclan con mis gruñidos de impaciencia, el solo hecho de pensar en que de verdad fuese a cumplir lo que susurra su boca.
-No soy ninguna copa humana, ya te lo advierto. No beberás si yo no lo permito -mis piernas se abren dispuesta a acogerle, solo que antes parece querer jugar... el líquido ambarino me llama a gritos, mi lengua recoge las gotas, muerdo su boca con hambruna... antes de que me busque, aparté los labios... y deslicé la botella por entre mis pechos, lo esperaban ansiosos. Pezones duros, el líquido ambarino resbala por mi piel, lo guío hasta que siento como empapa mi sexo.
Cierro los ojos , mordiéndome con fuerza los labios. No voy a pedírselo y tampoco hace falta, mi flexibilidad y fuerza no es normal en una jovenccita pero no soy como cualquiera, la sangre norteña corre por mi piel.
-¿No ibas a beber de mi cuerpo? HAZLO -¿quién de los dos era el ser de la noche fiero? Mis ojos centelleaban, piel erizada dispuesta a todo.
-Sí, bailaré para ti como ninguna ha hecho. De ese modo que tanto ansías. No sé bailar un vals aunque me lo intentaron enseñar...eso es cosa de mi hermana. Yo bailo en cada gesta con el enemigo, pudiendoo o no ser el último baile -sonreí, cómplice en un duelo de miradas que no terminaba jamás.
Debía admitir que me divertía, me hacía rogar por más y viceversa... era un qui pro quo, una de esas batallas difícil donde frente a ti tenías a un igual. Sé que sus orbes no se apartan de mis labios, por eso lo provoco de esa manera, me tomo mi tiempo... no soy cuidadosa, ni siquiera dulce y él lo sabe, le gusta y fascina cada paso que doy, tajo por su cuerpo con mis dedos..más y más heridas. Mi risa resuena en el lugar, divertida... y se mezclan con mis gruñidos de impaciencia, el solo hecho de pensar en que de verdad fuese a cumplir lo que susurra su boca.
-No soy ninguna copa humana, ya te lo advierto. No beberás si yo no lo permito -mis piernas se abren dispuesta a acogerle, solo que antes parece querer jugar... el líquido ambarino me llama a gritos, mi lengua recoge las gotas, muerdo su boca con hambruna... antes de que me busque, aparté los labios... y deslicé la botella por entre mis pechos, lo esperaban ansiosos. Pezones duros, el líquido ambarino resbala por mi piel, lo guío hasta que siento como empapa mi sexo.
Cierro los ojos , mordiéndome con fuerza los labios. No voy a pedírselo y tampoco hace falta, mi flexibilidad y fuerza no es normal en una jovenccita pero no soy como cualquiera, la sangre norteña corre por mi piel.
-¿No ibas a beber de mi cuerpo? HAZLO -¿quién de los dos era el ser de la noche fiero? Mis ojos centelleaban, piel erizada dispuesta a todo.
Fiolett- Humano Clase Alta
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Re: El viaje del tiempo- Privado +18
La vikinga sonríe contra mis labios, asegura que quiere emborracharme, es mas me ordena que siga el sendero de ambarino liquido, ciertamente estoy embriagado si no solo de alcohol de su sabor, sus labios se convierten en mi meta, me relamo una y otra vez saboreandola.
Ella ríe lamiendo los restos de alcohol que escurren de mis labios, su lengua sigue el reguero por mi cuello mientras yo alzo ligeramente la cabeza dándole acceso.
Cierro los ojos un instante con la respiración errática secando mis labios, mis dedos dibujan las cicatrices de un cuerpo perfecto, de sus victorias y derrotas.
Deja la botella en el borde de la bañera, dedos traviesos que juegan con los botones de mi camisa liberando mi torso y repasándolo suavemente con sus dientes, jugando con sus labios a sellar viejas cicatrices.
Bajo la cabeza para mirar como recorre mi torso con su lengua, cada musculo se tensa y sus ojos negros como la noche se alzan chocando con los míos rojos como un tornado.
Su boca sube hasta mis labios, mi lengua atraviesa el precipicio dejando que las sierpes luchen con violencia, embebiendonos del otro entre jadeos.
Sus manos hacen que la camisa caiga despacio por mis hombros, sus caricias me queman y ahora raudos mis dedos se enredan en las cintas de su corseé tirando de ellas hasta que este cae al suelo.
Gruñó contra su boca, estoy hambriento de su cuerpo, mis manso se deslizan por su cintura trepado por su piel para sacar por su cabeza la camisa.
Sus pechos quedan libres, sus pezones chocan contra mi cuerpo, piel con piel que se frotan haciendo saltar chispas como si fuéramos de acero.
Las fraguas del norte prenden ante nosotros, hoy dos vikingos se encuentran en una gesta salvaje.
Desnudos la ayudo a adentrarse en la tina, tras ella entro yo despacio botella en mano. Su picara sonrisa me lo dice todo.
Enredo mis dedos en su pelo para hacerla tirar hacia atrás la cabeza, el alcohol lo dejo escurrir por él. En el hueco que quedan entre sus clavículas se acumula el alcohol, jadeo desesperado metiendo la lengua por su piel, bebiendo de ahí y siguiendo el recorrido del alcohol por sus pechos.
Lamo sus pezones, bebo el alcohol directamente del vaso de su piel, me estoy excitando mucho.
Su mano desciende, acaricia mi miembro, lo sacude lentamente haciendo que me pierda mas en su piel, en ese torrente de placer que me hace gruñir desesperado.
-Quiero beber mas -susurro contra su boca adentrándome entre sus labios mientras la devoro hambriento.
Me dejo caer en la tina sumergiéndome en ella, tiro de su brazo suavemente sintiéndolo a horcajadas sobre mi.
Mi glande juega contra la trinchera de su sexo, se mueve por la entrada, acaricia su clítoris, masturbandola.
-¿tu no quieres beber? -le pregunto contra su boca con una picara sonrisa.
De nuevo nuestros cuerpos mojados se funden en una gesta en la que los aceros rugen sin necesidad de palabras.
-Me estas poniendo muchísimo nena. Juguemos a algo Cannif -le sugiero con la voz ronca -tu me dirás que necesitas ahora, seré tu esclavo y despues lo haremos al contrario ¿que me dices? ¿te van los preliminares princesa?
Ella ríe lamiendo los restos de alcohol que escurren de mis labios, su lengua sigue el reguero por mi cuello mientras yo alzo ligeramente la cabeza dándole acceso.
Cierro los ojos un instante con la respiración errática secando mis labios, mis dedos dibujan las cicatrices de un cuerpo perfecto, de sus victorias y derrotas.
Deja la botella en el borde de la bañera, dedos traviesos que juegan con los botones de mi camisa liberando mi torso y repasándolo suavemente con sus dientes, jugando con sus labios a sellar viejas cicatrices.
Bajo la cabeza para mirar como recorre mi torso con su lengua, cada musculo se tensa y sus ojos negros como la noche se alzan chocando con los míos rojos como un tornado.
Su boca sube hasta mis labios, mi lengua atraviesa el precipicio dejando que las sierpes luchen con violencia, embebiendonos del otro entre jadeos.
Sus manos hacen que la camisa caiga despacio por mis hombros, sus caricias me queman y ahora raudos mis dedos se enredan en las cintas de su corseé tirando de ellas hasta que este cae al suelo.
Gruñó contra su boca, estoy hambriento de su cuerpo, mis manso se deslizan por su cintura trepado por su piel para sacar por su cabeza la camisa.
Sus pechos quedan libres, sus pezones chocan contra mi cuerpo, piel con piel que se frotan haciendo saltar chispas como si fuéramos de acero.
Las fraguas del norte prenden ante nosotros, hoy dos vikingos se encuentran en una gesta salvaje.
Desnudos la ayudo a adentrarse en la tina, tras ella entro yo despacio botella en mano. Su picara sonrisa me lo dice todo.
Enredo mis dedos en su pelo para hacerla tirar hacia atrás la cabeza, el alcohol lo dejo escurrir por él. En el hueco que quedan entre sus clavículas se acumula el alcohol, jadeo desesperado metiendo la lengua por su piel, bebiendo de ahí y siguiendo el recorrido del alcohol por sus pechos.
Lamo sus pezones, bebo el alcohol directamente del vaso de su piel, me estoy excitando mucho.
Su mano desciende, acaricia mi miembro, lo sacude lentamente haciendo que me pierda mas en su piel, en ese torrente de placer que me hace gruñir desesperado.
-Quiero beber mas -susurro contra su boca adentrándome entre sus labios mientras la devoro hambriento.
Me dejo caer en la tina sumergiéndome en ella, tiro de su brazo suavemente sintiéndolo a horcajadas sobre mi.
Mi glande juega contra la trinchera de su sexo, se mueve por la entrada, acaricia su clítoris, masturbandola.
-¿tu no quieres beber? -le pregunto contra su boca con una picara sonrisa.
De nuevo nuestros cuerpos mojados se funden en una gesta en la que los aceros rugen sin necesidad de palabras.
-Me estas poniendo muchísimo nena. Juguemos a algo Cannif -le sugiero con la voz ronca -tu me dirás que necesitas ahora, seré tu esclavo y despues lo haremos al contrario ¿que me dices? ¿te van los preliminares princesa?
Uhtred- Vampiro Clase Alta
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Re: El viaje del tiempo- Privado +18
Nuestras lenguas bailan en una gesta sin fin, no me importa perderla pues solo acabamos de comenzar. Mis orbes oscuras son incapaces de apartarse de aquel verde prado, su piel huele a norte, mi lengua cálida traza el camino hasta llegar a su destino, deteniéndose justo antes de llegar. Mis dedos perfilan su cuerpo, es un gran guerrero... su cuerpo muestra las cicatrices de cada batalla, cicatrices que me dedico a perfilar tanto con las yemas de mis dedos como con mi lengua como si así las hiciese cicatrizar.
Las espadas chocan con frenesí, son nuestros cuerpos que no dejan de buscarse. Me gusta sentir la suavidad de su piel, sus gruñidos contra mi cálida piel que lo reclama a gritos silenciosos. Mi boca roja como la sangre se entreabre, hambrienta de más. Mi risa traviesa lo reclama, mi piel ya lo echa en falta cuando apenas nos hemos separado para entrar en el agua. Es impresionante verlo de lejos, de cerca puede llegar a dejarte sin aliento.
Mi piel se eriza cuando bebe del hueco de mi cuello, deslizo el cabello hacia un lado para darle total acceso, me pregunto qué se sentiría a darle el placer de alimentarlo. Una idea que cruza mi mente deprisa pues su lengua de acero castiga a mis pezones, duros y totalmente dispuestos a ser devorados. Mi espalda se arquea mientras mis caderas buscan el contacto directo con su miembro, sexos que no dejan de buscarse...volver a encontrarse y luchar sin tregua. Me gusta moverme, simular que lo cabalgo para volver completamente loco y me lo pida.
No contesto a su pregunta, mis dientes muerden mi labio inferior para crear una pequeña herida... el beso no tarda en llegar, busco su lengua para que saboree mi elixir. Rió por lo bajo , jadeando contra su boca sin dejar de mover las caderas. Mis pechos chocan contra su torso, un escudo inquebrantable que me regala ese roce divino, frío...no deja que mis pezones permanezcan aún duros.
-Me gusta que me llames Cannif...Ludvig -me gusta su idea, no pierdo el tiempo. Me separo de él lo suficiente para tomar la botella y darle un largo trago, gotas que se deslizan por mi barbilla, mi cuello y mis pechos. No sabe lo que voy a pedirle, nunca he hecho tal cosa y la sola idea de verle totalmente complaciéndome me arranca un gruñido seguido de un jadeo. Mis dedos se pierden bajo el agua, rozando mi sexo... me imagino sus fuertes brazos rodear mi cintura y... -Ven -mi mirada oscura no se diferencia de la ajena, roja como la sangre... de un demonio que está esperando a un igual para danzar entre las llamas.
Me pongo de pie en la bañera, dejando a su vista mi cuerpo desnudo y empapado. Quiero que me observe desnuda, doy una vuelta sobre mí misma y no tardo en tomar asiento en el borde. Piernas juntas, mis manos a cada lado en el borde de la bañera. A medida que se acerca, mis piernas se abren, me muerdo los labios de pura impaciencia, no sé cómo pedírselo...jamás un hombre me ha complacido con otra parte de su cuerpo que no sea su sexo.
-Toma la botella y... bebe dónde gustes. Ese es mi deseo pero... -un rugido fiero cuando le atraigo hacia mí por el cuello con una de mis piernas, acercándole a mi vientre...mi sexo arde al tenerlo cerca -Me gusta este juego, ve pensando tu deseo... te complaceré si... antes me complaces
Las espadas chocan con frenesí, son nuestros cuerpos que no dejan de buscarse. Me gusta sentir la suavidad de su piel, sus gruñidos contra mi cálida piel que lo reclama a gritos silenciosos. Mi boca roja como la sangre se entreabre, hambrienta de más. Mi risa traviesa lo reclama, mi piel ya lo echa en falta cuando apenas nos hemos separado para entrar en el agua. Es impresionante verlo de lejos, de cerca puede llegar a dejarte sin aliento.
Mi piel se eriza cuando bebe del hueco de mi cuello, deslizo el cabello hacia un lado para darle total acceso, me pregunto qué se sentiría a darle el placer de alimentarlo. Una idea que cruza mi mente deprisa pues su lengua de acero castiga a mis pezones, duros y totalmente dispuestos a ser devorados. Mi espalda se arquea mientras mis caderas buscan el contacto directo con su miembro, sexos que no dejan de buscarse...volver a encontrarse y luchar sin tregua. Me gusta moverme, simular que lo cabalgo para volver completamente loco y me lo pida.
No contesto a su pregunta, mis dientes muerden mi labio inferior para crear una pequeña herida... el beso no tarda en llegar, busco su lengua para que saboree mi elixir. Rió por lo bajo , jadeando contra su boca sin dejar de mover las caderas. Mis pechos chocan contra su torso, un escudo inquebrantable que me regala ese roce divino, frío...no deja que mis pezones permanezcan aún duros.
-Me gusta que me llames Cannif...Ludvig -me gusta su idea, no pierdo el tiempo. Me separo de él lo suficiente para tomar la botella y darle un largo trago, gotas que se deslizan por mi barbilla, mi cuello y mis pechos. No sabe lo que voy a pedirle, nunca he hecho tal cosa y la sola idea de verle totalmente complaciéndome me arranca un gruñido seguido de un jadeo. Mis dedos se pierden bajo el agua, rozando mi sexo... me imagino sus fuertes brazos rodear mi cintura y... -Ven -mi mirada oscura no se diferencia de la ajena, roja como la sangre... de un demonio que está esperando a un igual para danzar entre las llamas.
Me pongo de pie en la bañera, dejando a su vista mi cuerpo desnudo y empapado. Quiero que me observe desnuda, doy una vuelta sobre mí misma y no tardo en tomar asiento en el borde. Piernas juntas, mis manos a cada lado en el borde de la bañera. A medida que se acerca, mis piernas se abren, me muerdo los labios de pura impaciencia, no sé cómo pedírselo...jamás un hombre me ha complacido con otra parte de su cuerpo que no sea su sexo.
-Toma la botella y... bebe dónde gustes. Ese es mi deseo pero... -un rugido fiero cuando le atraigo hacia mí por el cuello con una de mis piernas, acercándole a mi vientre...mi sexo arde al tenerlo cerca -Me gusta este juego, ve pensando tu deseo... te complaceré si... antes me complaces
Fiolett- Humano Clase Alta
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Re: El viaje del tiempo- Privado +18
Sus caderas danzan lentas sobre mi miembro, la lujuria se ha apoderado de nosotros y el juego supone el modo de alargar este momento, una confianza ciega y la absoluta perdida de todo resquicio de vergüenza, no hay nada mas excitante que pedir lo que deseas y que el otro te complazca por completo saciandote como un autómata.
La vikinga sabe lo que quiere y me lo hace saber a mi.
Me relamo contra su boca cuando sus manos guían las mías hacia sus dos montañas rocosas, mis dedos se pasean por sus cumbres, acariciando la punta no solo con la yema de los dedos si no con toda la mano.
Arranco jadeos que incrementan su ritmo, esta mas que preparada para mostrarme como se le da de bien bailar al son de los siete velos.
Mis ojos rojos presos del deseo sucumben ante el tambor de su corazón, la sangre corre por sus venas voraz, invitandome a tomarlo todo y eso quiero en este momento
No se corta algo que me hace reír contra su vientre mientras desciendo hacia el lugar donde me ha pedido que pierda mi boca.
Ella toma asiento en el borde de la bañera, su espalda contra la pared y mi boca surca la distancia de su ombligo a la raja de su húmedo sexo.
Abre las piernas excitada en una lasciva invitación que me hace jadear de pura excitación y allí pierdo mi boca en una batalla sin tregua contra sus labios bajos que me acogen mojados.
Mi lengua se pasea de arriba a bajo paladeando el elixir de la dama, solo lazo la mirada para ver sus penetrantes ojos ngros brillar turbios.
Sus boca entreabierta exhala aire de forma pesada, a sus caderas les cuesta no buscar mi torturadora lengua que se pierde en su botón calcinanadolo, succionandolo.
Mi boca se sumerge mas dentro presa de la pasión de ese momento, jadeo contra su clítoris, mi aliento calcina su humedad logrando que su espalda se arqueé y pronto a ese momento uno dos dedos que se cuelan en su laberinto moviéndose lentos arrancándole mil jadeos.
Tira de mi pelo cuando sus piernas empiezan a temblar incapaces de sucumbir al orgasmo que esta por llegar, la siento perdida entre mis brazos, jadeando con cada envite de mis dedos.
Su piel se eriza cuando la volteo, la pared acoge sus senos, los acaricia cuando quedan contra ella presos mientras mi hombría se cuela entre sus piernas para sustituir mis dedos.
Mojados los llevo a su boca que se abre para chuparlos, su sabor es demencial, los paladea excitandome de sobremanera y así la empalo con fuerza.
El tope la pared que de lecho improvisado acoge nuestros movimientos rudos.
Mi respiración pesada se pierde en su cuello, pero pronto es acogida por su boca que acalla mis gruñidos entre mordiscos, duelo de lenguas dentro y fuera de nuestras bocas, nuestro aliento el combustible que prende fuego.
Sus caderas me buscan, los dos perdidos en la piel del otro, no hay tregua para esta danza que ha empezado entre nosotros.
-Baila para mi y dame de beber -pido contra su boca antes de salir, no quiero terminar tan pronto y estoy muy excitado como para no hacerlo.
La vikinga sabe lo que quiere y me lo hace saber a mi.
Me relamo contra su boca cuando sus manos guían las mías hacia sus dos montañas rocosas, mis dedos se pasean por sus cumbres, acariciando la punta no solo con la yema de los dedos si no con toda la mano.
Arranco jadeos que incrementan su ritmo, esta mas que preparada para mostrarme como se le da de bien bailar al son de los siete velos.
Mis ojos rojos presos del deseo sucumben ante el tambor de su corazón, la sangre corre por sus venas voraz, invitandome a tomarlo todo y eso quiero en este momento
No se corta algo que me hace reír contra su vientre mientras desciendo hacia el lugar donde me ha pedido que pierda mi boca.
Ella toma asiento en el borde de la bañera, su espalda contra la pared y mi boca surca la distancia de su ombligo a la raja de su húmedo sexo.
Abre las piernas excitada en una lasciva invitación que me hace jadear de pura excitación y allí pierdo mi boca en una batalla sin tregua contra sus labios bajos que me acogen mojados.
Mi lengua se pasea de arriba a bajo paladeando el elixir de la dama, solo lazo la mirada para ver sus penetrantes ojos ngros brillar turbios.
Sus boca entreabierta exhala aire de forma pesada, a sus caderas les cuesta no buscar mi torturadora lengua que se pierde en su botón calcinanadolo, succionandolo.
Mi boca se sumerge mas dentro presa de la pasión de ese momento, jadeo contra su clítoris, mi aliento calcina su humedad logrando que su espalda se arqueé y pronto a ese momento uno dos dedos que se cuelan en su laberinto moviéndose lentos arrancándole mil jadeos.
Tira de mi pelo cuando sus piernas empiezan a temblar incapaces de sucumbir al orgasmo que esta por llegar, la siento perdida entre mis brazos, jadeando con cada envite de mis dedos.
Su piel se eriza cuando la volteo, la pared acoge sus senos, los acaricia cuando quedan contra ella presos mientras mi hombría se cuela entre sus piernas para sustituir mis dedos.
Mojados los llevo a su boca que se abre para chuparlos, su sabor es demencial, los paladea excitandome de sobremanera y así la empalo con fuerza.
El tope la pared que de lecho improvisado acoge nuestros movimientos rudos.
Mi respiración pesada se pierde en su cuello, pero pronto es acogida por su boca que acalla mis gruñidos entre mordiscos, duelo de lenguas dentro y fuera de nuestras bocas, nuestro aliento el combustible que prende fuego.
Sus caderas me buscan, los dos perdidos en la piel del otro, no hay tregua para esta danza que ha empezado entre nosotros.
-Baila para mi y dame de beber -pido contra su boca antes de salir, no quiero terminar tan pronto y estoy muy excitado como para no hacerlo.
Uhtred- Vampiro Clase Alta
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Re: El viaje del tiempo- Privado +18
El tacto de la yema de sus dedos parece arañarle la piel. Es adictivo y quiere más, sabe perfectamente como hacerla enloquecer. Los pechos de la guerrera, cayeron rendidos ante las atenciones, siendo marcada de forma invisible. No podía disimular, la caldeaba, la buscaba y la encontraba. Nunca se había sentido tan deseada , su cuerpo se amoldaba a la perfección al de la guerrera, ese perfecto rival al que se enfrentaría una y otra vez.
Entre los dos había surgido esa atracción desde el primer segundo, oculto en odio. Sabe que puede oír su corazón latir vigoroso, palpitando con fuerza, el recorrido de la sangre por cada vena. Está demasiado absorta en disfrutarlo que le pide lo que a nadie jamás, la probase...le perdiese en el deseo más absoluto y tomarse su tiempo en dedicar cada uno de sus deseos para cumplirlos, mutuamente.
Mañana sería otro día, ya habían cruzado el portal, ahora le tocaba cruzar el propio ¿y qué mejor que destino que su cuerpo? Era una deliciosa imagen, él perdido en su sexo, castigándola con el placer más extremo. Su lengua fría como el hielo, le provocaba sensaciones jamás desconocidas, no dejaba de mover las caderas, perdiéndose en el baile y volverse loca montando su boca. Estaba loca, loca por ese hombre que provocaba en ella demasiadas cosas, algunas no las admitiría jamás y otras iba a demostrarle de lo que era capaz su guerrera, porque así era...era suya en ese mismo instante.
Rugidos y gemidos, ese demencial baile le está haciendo perder el norte. Ríe traviesa, buscando su mirada, obligándole a no separar la boca ajena de su sexo, fundir ambas miradas... en las que las palabras sobran. Una sonrisa cómplice, el nombre del vampiro en un susurro al notar como entra de golpe, como sus pezones rozan la pared totalmente perdida en aquella maldita gesta de la que jamás le daría tregua. Hunde los dedos en la pared, las uñas logran hacerse hueco, solo puede sentir placer... gritar sin ningún tipo de pudor.
Su boca sabe a sexo, a la esencia de la joven Cannif que no tarda en atacar sus labios, provocando una guerra de lenguas y mordiscos, acreentar más el deseo que sienten por el otro. Es doloroso pero jodidamente provocador. Mueve las caderas, en un simple movimiento le obliga a salir de ella. Se encaran un segundo pues las rodillas de la guerrera se postran ante él, cara a cara...sonriendo de aquel modo en el que puede ocurrir cualquier cosa.
Se relame, lo provoca y no tarda en cumplir lo que desea, no pregunta...le regala el dulce y tentador escondite, entrando de golpe, completamente hasta que aprecia un gesto en especial del vampiro. Su lengua se mueve hábil como lo hicieron sus caderas, ojos negros clavados en él... observando su coloso cuerpo estremecerse, buscar más de aquel demencial encuentro. Hunde las uñas en una de sus nalgas, la mano libre toma la parte inferior de su miembro, jugando entre sus dedos...ríe con el miembro aún enterrado en su boca... está loca y ambos lo saben.
Entre los dos había surgido esa atracción desde el primer segundo, oculto en odio. Sabe que puede oír su corazón latir vigoroso, palpitando con fuerza, el recorrido de la sangre por cada vena. Está demasiado absorta en disfrutarlo que le pide lo que a nadie jamás, la probase...le perdiese en el deseo más absoluto y tomarse su tiempo en dedicar cada uno de sus deseos para cumplirlos, mutuamente.
Mañana sería otro día, ya habían cruzado el portal, ahora le tocaba cruzar el propio ¿y qué mejor que destino que su cuerpo? Era una deliciosa imagen, él perdido en su sexo, castigándola con el placer más extremo. Su lengua fría como el hielo, le provocaba sensaciones jamás desconocidas, no dejaba de mover las caderas, perdiéndose en el baile y volverse loca montando su boca. Estaba loca, loca por ese hombre que provocaba en ella demasiadas cosas, algunas no las admitiría jamás y otras iba a demostrarle de lo que era capaz su guerrera, porque así era...era suya en ese mismo instante.
Rugidos y gemidos, ese demencial baile le está haciendo perder el norte. Ríe traviesa, buscando su mirada, obligándole a no separar la boca ajena de su sexo, fundir ambas miradas... en las que las palabras sobran. Una sonrisa cómplice, el nombre del vampiro en un susurro al notar como entra de golpe, como sus pezones rozan la pared totalmente perdida en aquella maldita gesta de la que jamás le daría tregua. Hunde los dedos en la pared, las uñas logran hacerse hueco, solo puede sentir placer... gritar sin ningún tipo de pudor.
Su boca sabe a sexo, a la esencia de la joven Cannif que no tarda en atacar sus labios, provocando una guerra de lenguas y mordiscos, acreentar más el deseo que sienten por el otro. Es doloroso pero jodidamente provocador. Mueve las caderas, en un simple movimiento le obliga a salir de ella. Se encaran un segundo pues las rodillas de la guerrera se postran ante él, cara a cara...sonriendo de aquel modo en el que puede ocurrir cualquier cosa.
Se relame, lo provoca y no tarda en cumplir lo que desea, no pregunta...le regala el dulce y tentador escondite, entrando de golpe, completamente hasta que aprecia un gesto en especial del vampiro. Su lengua se mueve hábil como lo hicieron sus caderas, ojos negros clavados en él... observando su coloso cuerpo estremecerse, buscar más de aquel demencial encuentro. Hunde las uñas en una de sus nalgas, la mano libre toma la parte inferior de su miembro, jugando entre sus dedos...ríe con el miembro aún enterrado en su boca... está loca y ambos lo saben.
Fiolett- Humano Clase Alta
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Re: El viaje del tiempo- Privado +18
Entreabrí los labios dejando que apoyara la boquilla de la botella en ellos, el liquido ambarino se deslizó por mi boca resbalando por mi garganta hasta que apartó la botella para permitirme respirar y relamer las gotas que por mis labios habían escurrido lentamente.
Fui yo ahora quien me acomodé para gozar del espectáculo, aquella mujer era digna de los dioses. Cincelada sin duda alguna por la misma Freya pero con el descaro de Thor se movía entre las llamas del Valhalla incendiandome con cada sacudida de caderas.
Mis ojos turbios contemplaron el baile de los siete velos, su tez resplandecía mojada y sentí envidia de esas gotas de agua que aun la acariciaban.
Mi mirada turbia se centraba en su tostada piel, los pechos como montañas golpeaban erguidos mientras mi mano acariciaba mi abultado miembro completamente excitado.
Se acercó a mi buscando mis labios, la recibí con hambre, jadeando contra su boca, preso del hechizo que acababa de lanzarme en ese momento.
Regresa a mi lado, botella en mano para darme mas de beber y después apura ella el ultimo trago.
Sus piernas abiertas acaparan mi cuerpo, la entrada completamente mojada de su sexo baila contra la punta de mi falo mientras mi mirada oscurecida sigue cada uno de sus movimientos.
Es una de mis manos la que acompaña en su movimiento a sus pechos, los torturo con la yema de mis dedos, los pellizco y finamente alzó el tronco para saborearlos, lamerlos, calcinarlos con mi aliento haciendo que sus pezones se conviertan en duras astas que juegan con mi lengua.
-Cannif -gruñó alzando mi boca en busca de la ajena para perdernos sin tregua en un sin fin de sabores, alcohol, fuego, pasión y nosotros.
Mis manso la empujan sintiendo como su laberinto se abre acogiendo lentamente a mi grande, su espalda se arquea entre mis manos, tira la cabeza hacia atrás emitiendo un ronco gemido que me excita muchísimo.
El pelo cae como una negra cascada hacia atrás, los dos vamos bastante borrachos, nos dejamos completamente llevar por esa lujuria que en este momento nos envuelve.
Nuestros cuerpos se perlan en sudor por los míticos movimientos de nuestros cuerpos. Nuestra piel fricciona mientras ella me monta como una amazonas, y mi vaho golpea rabioso su cuello succionandolo, marcándolo con mis dientes preso del frenesí que siento en ese momento.
No quiere correrse, pero yo me siento al borde de Hel, ella cae de rodillas dispuesta a beber de mi hasta la ultima gota, mis jadeos roncos se pierden en el baño tal y como su boca engulle mi falo.
Gruñó tomando su pelo en un puño marcando el demencial ritmo mientras la cascada de pelo de cuervo cae por el lado.
Se relame contra mi glande henchida en placer, mirándome.
-No puedo mas, aseguré tirando de su pelo para levantarla mientras mi vega se mueve a punto de sacudirse.
-Vamos a la cama -le pido, follame, cabalgame como una amazonas -le doy un azote en el trasero
Fui yo ahora quien me acomodé para gozar del espectáculo, aquella mujer era digna de los dioses. Cincelada sin duda alguna por la misma Freya pero con el descaro de Thor se movía entre las llamas del Valhalla incendiandome con cada sacudida de caderas.
Mis ojos turbios contemplaron el baile de los siete velos, su tez resplandecía mojada y sentí envidia de esas gotas de agua que aun la acariciaban.
Mi mirada turbia se centraba en su tostada piel, los pechos como montañas golpeaban erguidos mientras mi mano acariciaba mi abultado miembro completamente excitado.
Se acercó a mi buscando mis labios, la recibí con hambre, jadeando contra su boca, preso del hechizo que acababa de lanzarme en ese momento.
Regresa a mi lado, botella en mano para darme mas de beber y después apura ella el ultimo trago.
Sus piernas abiertas acaparan mi cuerpo, la entrada completamente mojada de su sexo baila contra la punta de mi falo mientras mi mirada oscurecida sigue cada uno de sus movimientos.
Es una de mis manos la que acompaña en su movimiento a sus pechos, los torturo con la yema de mis dedos, los pellizco y finamente alzó el tronco para saborearlos, lamerlos, calcinarlos con mi aliento haciendo que sus pezones se conviertan en duras astas que juegan con mi lengua.
-Cannif -gruñó alzando mi boca en busca de la ajena para perdernos sin tregua en un sin fin de sabores, alcohol, fuego, pasión y nosotros.
Mis manso la empujan sintiendo como su laberinto se abre acogiendo lentamente a mi grande, su espalda se arquea entre mis manos, tira la cabeza hacia atrás emitiendo un ronco gemido que me excita muchísimo.
El pelo cae como una negra cascada hacia atrás, los dos vamos bastante borrachos, nos dejamos completamente llevar por esa lujuria que en este momento nos envuelve.
Nuestros cuerpos se perlan en sudor por los míticos movimientos de nuestros cuerpos. Nuestra piel fricciona mientras ella me monta como una amazonas, y mi vaho golpea rabioso su cuello succionandolo, marcándolo con mis dientes preso del frenesí que siento en ese momento.
No quiere correrse, pero yo me siento al borde de Hel, ella cae de rodillas dispuesta a beber de mi hasta la ultima gota, mis jadeos roncos se pierden en el baño tal y como su boca engulle mi falo.
Gruñó tomando su pelo en un puño marcando el demencial ritmo mientras la cascada de pelo de cuervo cae por el lado.
Se relame contra mi glande henchida en placer, mirándome.
-No puedo mas, aseguré tirando de su pelo para levantarla mientras mi vega se mueve a punto de sacudirse.
-Vamos a la cama -le pido, follame, cabalgame como una amazonas -le doy un azote en el trasero
Uhtred- Vampiro Clase Alta
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Re: El viaje del tiempo- Privado +18
Rugidos que impactan contra sus bocas. Bocas que ansían un beso tras otro, bebiendo hasta saciarse. Lenguas furiosas que impactan y se enredan en una digna batalla, ningún vencedor...solo ganadores capaces de volver loco al otro, como premio que él susurre su apellido...logrando excitarla aún más. La risa de ambos se complementa siendo una, como si se estuviesen estado esperando , sus cuerpos se complementan a la perfección más absoluta.
Miradas cruzadas que centelleaban, cuerpos que impactaban en una lucha a iguales en la rendirse era la última opción. Probar cada parte de su cuerpo, hundir el acero de sus yemas en la piel, rasgarla de puro deseo...verle estremecerse entre sus manos. Los orbes oscuros como la noche, se perdieron en la perfecta imagen del vampiro, totalmente a su merced...dispuesto a rendirse con tal de acabar con aquella tortura y no era el único.
Disfrutaba saboreando su miembro, demostrarle que tan solo aquello era el primer encuentro de muchos. Su impaciencia, dibuja una sonrisa provocadora en los labios de la morena quien antes de levantarse del suelo, recorre con las palmas las piernas del vampiro, su boca se desliza despacio por su piel, mordiéndola, lamiendo cada músculo contraído de su abdomen hasta llegar al lugar donde se encuentra su corazón, en el cual muerde con fuerza...provocando que sangre, su lengua no tarda en recoger cada gota que la herida le ofrece.
Un ronroneo escapa de su garganta, seguida de un jadeo al notar como su sexo húmedo empapa de nuevo el miembro palpitante, deseoso de más...de ella. Uñas que se pasean insinuantes por la piel de su espalda, hasta deslizar las yemas por los hombros y obligarle a sentarse en el borde de la cama en donde antes de atacar su boca, a la cual se ha hecho adicta, se aleja para que la admire desnuda con detenimiento... un momento equivocado por la impaciencia del vampiro.
La divertida y tentadora mirada de la joven Cannif, se clava en aquel prado verde intenso. Juega con su pelo, dando una vuelta en sí misma y mostrar su desnudez , como si acabase de abandonar este mundo y fuese su valquiria , esperándolo en las puertas del mismo Hel. Sonrió ampliamente ante su petición, paseando la lengua por sus carnosos e hinchados labios po los besos, su cuerpo se erizó al roce del ajeno a medida que entre risas, se acercaban a la cama.
-Me gusta demasiado me pidas lo que deseas...-lamió su labio inferior, mordisqueando entre gruñidos los labios, iba a pedirle algo...algo que seguramente no esperaba -Cannif, quiero que me llames así, me gusta...mucho, demasiado...no más que verte perdido en mi piel... -se giró de golpe, lanzándole una mirada traviesa por encima de su hombro, desafiándole.
Sus caderas se movían al mismo tiempo que su mano se enredaba en su nuca, tirando hacia sí y perderse en su boca, saqueándola sin tregua... mordiendo su mejilla, su mandíbula. Cabalgaba de espaldas, dejando la mano libre apoyada en la rodilla ajena, mientras la imagen de su cuerpo arqueado hacia adelante, mostraba su espalda y trasero.
-Dilo -sin salir de él, lo encaró, arqueando su espalda. Sus pechos se movían dspuestos a volver ser atacados por aquella boca deliciosa, no lo pensaba...ahora mismo era incapaz de pensar con claridad -Muérdeme...hazlo... -aumentó los movimientos, totalmente dispuesta a hacerlo enloquecer...-Ludvig...-rugió moviéndose como una verdadera diosa, sabiendo lo que necesitaba... un desafío constante.
Miradas cruzadas que centelleaban, cuerpos que impactaban en una lucha a iguales en la rendirse era la última opción. Probar cada parte de su cuerpo, hundir el acero de sus yemas en la piel, rasgarla de puro deseo...verle estremecerse entre sus manos. Los orbes oscuros como la noche, se perdieron en la perfecta imagen del vampiro, totalmente a su merced...dispuesto a rendirse con tal de acabar con aquella tortura y no era el único.
Disfrutaba saboreando su miembro, demostrarle que tan solo aquello era el primer encuentro de muchos. Su impaciencia, dibuja una sonrisa provocadora en los labios de la morena quien antes de levantarse del suelo, recorre con las palmas las piernas del vampiro, su boca se desliza despacio por su piel, mordiéndola, lamiendo cada músculo contraído de su abdomen hasta llegar al lugar donde se encuentra su corazón, en el cual muerde con fuerza...provocando que sangre, su lengua no tarda en recoger cada gota que la herida le ofrece.
Un ronroneo escapa de su garganta, seguida de un jadeo al notar como su sexo húmedo empapa de nuevo el miembro palpitante, deseoso de más...de ella. Uñas que se pasean insinuantes por la piel de su espalda, hasta deslizar las yemas por los hombros y obligarle a sentarse en el borde de la cama en donde antes de atacar su boca, a la cual se ha hecho adicta, se aleja para que la admire desnuda con detenimiento... un momento equivocado por la impaciencia del vampiro.
La divertida y tentadora mirada de la joven Cannif, se clava en aquel prado verde intenso. Juega con su pelo, dando una vuelta en sí misma y mostrar su desnudez , como si acabase de abandonar este mundo y fuese su valquiria , esperándolo en las puertas del mismo Hel. Sonrió ampliamente ante su petición, paseando la lengua por sus carnosos e hinchados labios po los besos, su cuerpo se erizó al roce del ajeno a medida que entre risas, se acercaban a la cama.
-Me gusta demasiado me pidas lo que deseas...-lamió su labio inferior, mordisqueando entre gruñidos los labios, iba a pedirle algo...algo que seguramente no esperaba -Cannif, quiero que me llames así, me gusta...mucho, demasiado...no más que verte perdido en mi piel... -se giró de golpe, lanzándole una mirada traviesa por encima de su hombro, desafiándole.
Sus caderas se movían al mismo tiempo que su mano se enredaba en su nuca, tirando hacia sí y perderse en su boca, saqueándola sin tregua... mordiendo su mejilla, su mandíbula. Cabalgaba de espaldas, dejando la mano libre apoyada en la rodilla ajena, mientras la imagen de su cuerpo arqueado hacia adelante, mostraba su espalda y trasero.
-Dilo -sin salir de él, lo encaró, arqueando su espalda. Sus pechos se movían dspuestos a volver ser atacados por aquella boca deliciosa, no lo pensaba...ahora mismo era incapaz de pensar con claridad -Muérdeme...hazlo... -aumentó los movimientos, totalmente dispuesta a hacerlo enloquecer...-Ludvig...-rugió moviéndose como una verdadera diosa, sabiendo lo que necesitaba... un desafío constante.
Fiolett- Humano Clase Alta
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Re: El viaje del tiempo- Privado +18
La morena me empujó hacia el lecho, las gotas de aguar marcaban el sendero bajo mis pies resbalando lentas por mi piel.
Sentado en el borde de la cama la miré con los ojos incendiados, mi boca entreabierta la esperaba, pero ella decidió darme una imagen de su cuerpo mas completa.
Ladeé la sonrisa por el alarde de la joven Cannif, era bella, no podía negar la evidencia, se acercó a mi, sus piernas se enroscaron en mi cintura como una cadena mientras entre rugidos me adentraba en su humedad perdiendo la cordura.
Jadeos roncos contra los labios henchidos por los mordiscos, su petición era atípica, quería que la llamara por su apellido, ciertamente en ese momento era la valquiria Freya y el Valhalla eran sus piernas.
Mis manos en sus nalgas, la moví con rudeza para que cabalgara, fui su montura mientras ella saqueaba mi boca con hambruna.
Eramos dos demonios, Hel se descongelaría bajo nosotros, eramos fuego, llamas y brasas que el aire consumía sin tregua.
Su cuerpo se tensó entre mis manos, ofrecidos sus pechos se lazaron, mis colmillos dibujaron cada tramo.
Me sacudí en su interior al tiempo que mis colmillos abrieron su piel, sangre que a tirones corría por mi boca otorgándome placer, un orgasmo mas intenso que se prolongo en tiempo mientras ella seguía moviéndose fruto de ese estado.
Caímos ambos con el cuerpo laxo sobre el lecho, habíamos entablado una gesta épica y merecíamos un descanso.
-Ha estado bien guerrera Cannif -aseguré contra sus labios.
Su errática respiración moría en mis labios, no era la primera vez que la tomaba y ni de lejos seria la ultima.
Sentado en el borde de la cama la miré con los ojos incendiados, mi boca entreabierta la esperaba, pero ella decidió darme una imagen de su cuerpo mas completa.
Ladeé la sonrisa por el alarde de la joven Cannif, era bella, no podía negar la evidencia, se acercó a mi, sus piernas se enroscaron en mi cintura como una cadena mientras entre rugidos me adentraba en su humedad perdiendo la cordura.
Jadeos roncos contra los labios henchidos por los mordiscos, su petición era atípica, quería que la llamara por su apellido, ciertamente en ese momento era la valquiria Freya y el Valhalla eran sus piernas.
Mis manos en sus nalgas, la moví con rudeza para que cabalgara, fui su montura mientras ella saqueaba mi boca con hambruna.
Eramos dos demonios, Hel se descongelaría bajo nosotros, eramos fuego, llamas y brasas que el aire consumía sin tregua.
Su cuerpo se tensó entre mis manos, ofrecidos sus pechos se lazaron, mis colmillos dibujaron cada tramo.
Me sacudí en su interior al tiempo que mis colmillos abrieron su piel, sangre que a tirones corría por mi boca otorgándome placer, un orgasmo mas intenso que se prolongo en tiempo mientras ella seguía moviéndose fruto de ese estado.
Caímos ambos con el cuerpo laxo sobre el lecho, habíamos entablado una gesta épica y merecíamos un descanso.
-Ha estado bien guerrera Cannif -aseguré contra sus labios.
Su errática respiración moría en mis labios, no era la primera vez que la tomaba y ni de lejos seria la ultima.
Uhtred- Vampiro Clase Alta
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Re: El viaje del tiempo- Privado +18
Fundirse en uno como solo los guerreros del norte, perderse en el cuerpo del otro sin otra promesa más que el momento, el instante íntimo y cómplice de dos iguales. Fue perfecto, intenso y de locura. Su piel seguía erizada, perlada en sudor, pequeños hilos de sangre que como destino tenía aquella boca en la que se había perdido. Las palabras del vampiro, le arrancaron una risa que impactó sobre esa boca deliciosa, había que admitir que ese hombre le volvió loca y cabreado a partes iguales.
La lengua de la guerrera, se deslizó por el contorno de aquel manjar exquisito, tirando del labio inferior y succionar como si fuese ella el ser de la noche. Saboreó su propia sangre, la de una auténtica vikinga y rió de nuevo, podía singnificar cualquier cosa y en este caso, solo ella sabía la respuesta. Rodó en la cama hasta quedar boca arriba, estirándose y suspirar largamente y en silencio, estaba pensando y eso a saber si era bueno o malo.
-Ha estado bien, Ludvig pero ahora solo me importa ir al Norte, abrir el dichoso portal y de paso, perderte de vista -bromeó seguido de una risa, mirándole de reojo y sonreír divertida. De perfil, con el codo en el colchón y la mano sujetando su cabeza, le observó sin mediar palabra, antes de que él dijese nada... se acercó a su rostro, en donde dejó un mordisco en una de sus mejillas y su lengua recorrió el cuello hasta llegar al oído del vampiro -Cuando lleguemos al Norte, nos encontraremos con mi padre. No tiene que saber que soy... joder, ya sabes. Su hija. En este tiempo soy una enana con una espada de acero entrenando con Orn y los demás, apenas le llego a mi padre a la rodilla. -chasqueó la lengua, la imagen de aquella mujer era demencial y más aún con el pelo revuelto.
-No niego que vuelva a pasar pero centrémonos en volver en nuestros pasos, en busca de nuestros jodidos hermanos. Estoy completamente segura que le ha mostrado lo que ocurre y... ¡a saber a donde le haya llevado el portal! Y a mí, me condena estar contigo, menuda cruz -se subió a horcajadas sobre él, era el momento de dejar las cosas claras, no era una mujer común, amantes muchos pero... lo que más le importaba era el acero y la causa por la que luchar -No estoy enamorada de ti, tampoco lo sé... porque no sé qué diablos se siente pero que hayamos follado varias veces, no quiere decir nada. Saldremos en cuanto anochezca, hazte a la idea de que comerás animalitos del bosque...ya te regalé bastante con haberte dejado beber de mí. ¿Te ha gustado? -rió, mirándolo a los ojos, dejando sus manos enredadas en su cascada azabache, arqueando la espalda mientras se estiraba... sus ojos oscuros como la noche, no se apartaban de él, un duelo de miradas...
La lengua de la guerrera, se deslizó por el contorno de aquel manjar exquisito, tirando del labio inferior y succionar como si fuese ella el ser de la noche. Saboreó su propia sangre, la de una auténtica vikinga y rió de nuevo, podía singnificar cualquier cosa y en este caso, solo ella sabía la respuesta. Rodó en la cama hasta quedar boca arriba, estirándose y suspirar largamente y en silencio, estaba pensando y eso a saber si era bueno o malo.
-Ha estado bien, Ludvig pero ahora solo me importa ir al Norte, abrir el dichoso portal y de paso, perderte de vista -bromeó seguido de una risa, mirándole de reojo y sonreír divertida. De perfil, con el codo en el colchón y la mano sujetando su cabeza, le observó sin mediar palabra, antes de que él dijese nada... se acercó a su rostro, en donde dejó un mordisco en una de sus mejillas y su lengua recorrió el cuello hasta llegar al oído del vampiro -Cuando lleguemos al Norte, nos encontraremos con mi padre. No tiene que saber que soy... joder, ya sabes. Su hija. En este tiempo soy una enana con una espada de acero entrenando con Orn y los demás, apenas le llego a mi padre a la rodilla. -chasqueó la lengua, la imagen de aquella mujer era demencial y más aún con el pelo revuelto.
-No niego que vuelva a pasar pero centrémonos en volver en nuestros pasos, en busca de nuestros jodidos hermanos. Estoy completamente segura que le ha mostrado lo que ocurre y... ¡a saber a donde le haya llevado el portal! Y a mí, me condena estar contigo, menuda cruz -se subió a horcajadas sobre él, era el momento de dejar las cosas claras, no era una mujer común, amantes muchos pero... lo que más le importaba era el acero y la causa por la que luchar -No estoy enamorada de ti, tampoco lo sé... porque no sé qué diablos se siente pero que hayamos follado varias veces, no quiere decir nada. Saldremos en cuanto anochezca, hazte a la idea de que comerás animalitos del bosque...ya te regalé bastante con haberte dejado beber de mí. ¿Te ha gustado? -rió, mirándolo a los ojos, dejando sus manos enredadas en su cascada azabache, arqueando la espalda mientras se estiraba... sus ojos oscuros como la noche, no se apartaban de él, un duelo de miradas...
Fiolett- Humano Clase Alta
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Re: El viaje del tiempo- Privado +18
La morena subió sobre mi a horcajadas de nuevo, se contradecía, las palabras y los hechos nada tenían que ver.
-A ver preciosa, no te compliques ¿ves acaso una petición de matrimonio sobre tus labios?
Somos vikingos ¿de acuerdo? hacemos y deshacemos en la cama, muchas son las mujeres que nos abren las piernas y me gusta perderme en ese vaivén de caderas. Hoy a sido contigo mañana sera con otra, relájate princesa, yo no soy uno de esos parisinos que pierden la cabeza por tus tetas.
Reí divertido por como me miraba, según ella ir conmigo era una mierda, pero no había permitido que me quedara en París, me había suplicado que fuera con ella cuando mi interés por dar con Viggo era nulo.
-Mi hermano es mayor para hacer lo que le salga de la verga, asúmelo, se ha casado con tu hermana, ha decidido que quiere perderse esta belleza de mujeres que bailen sobre su entrepierna, mas para mi, no me preocupa.
Le di un azote en el trasero para que se bajara, me levanté dejándola sobre el lecho, mi ladeada sonrisa marcaba mi arrogancia.
-No te preocupes morena, por mi parte no vas a tener a un pobre hombre enamorado detrás de tus nalgas perfectas.
Me acerqué a la palangana y mojé mi rostro, mi pelo dejando que el agua se escurriera despacio.
-¿todo bien nena? -le pregunte tomando la toalla para secarme la cara.
-Entonces no vas a contarle a tu padre que eres tu, me parece bien y en ese caso ¿como vas a conseguir que te abran el portal?
No acababa de pillar exactamente cual era su plan, llegar al norte y ¿ hacernos pasar por quien?
-¿Es tan necio tu padre como para permitir que dos desconocidos dispongan de la magia de sus hijas?¿ Podrías explicarme como vas a hacer para acceder a la forma de abrir un portal sin decir que eres una Cannif?
-A ver preciosa, no te compliques ¿ves acaso una petición de matrimonio sobre tus labios?
Somos vikingos ¿de acuerdo? hacemos y deshacemos en la cama, muchas son las mujeres que nos abren las piernas y me gusta perderme en ese vaivén de caderas. Hoy a sido contigo mañana sera con otra, relájate princesa, yo no soy uno de esos parisinos que pierden la cabeza por tus tetas.
Reí divertido por como me miraba, según ella ir conmigo era una mierda, pero no había permitido que me quedara en París, me había suplicado que fuera con ella cuando mi interés por dar con Viggo era nulo.
-Mi hermano es mayor para hacer lo que le salga de la verga, asúmelo, se ha casado con tu hermana, ha decidido que quiere perderse esta belleza de mujeres que bailen sobre su entrepierna, mas para mi, no me preocupa.
Le di un azote en el trasero para que se bajara, me levanté dejándola sobre el lecho, mi ladeada sonrisa marcaba mi arrogancia.
-No te preocupes morena, por mi parte no vas a tener a un pobre hombre enamorado detrás de tus nalgas perfectas.
Me acerqué a la palangana y mojé mi rostro, mi pelo dejando que el agua se escurriera despacio.
-¿todo bien nena? -le pregunte tomando la toalla para secarme la cara.
-Entonces no vas a contarle a tu padre que eres tu, me parece bien y en ese caso ¿como vas a conseguir que te abran el portal?
No acababa de pillar exactamente cual era su plan, llegar al norte y ¿ hacernos pasar por quien?
-¿Es tan necio tu padre como para permitir que dos desconocidos dispongan de la magia de sus hijas?¿ Podrías explicarme como vas a hacer para acceder a la forma de abrir un portal sin decir que eres una Cannif?
Uhtred- Vampiro Clase Alta
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Re: El viaje del tiempo- Privado +18
Instintivamente, dio un paso hacia atrás al oír la palabra “matrimonio”, su gesto fue épico pues se puso nerviosa, a titubear sin sentido y terminar gruñendo como un oso. La sola idea de compromiso, la ponía de un humor de perros ¿para qué quería algo así? No necesitaba a un hombre, si uno lo necesitaba lo tomaba y punto, sin ningún tipo de problema. Parpadeó por la breve charla de “tranquila, no me hago ilusiones porque no hay nada, soy un vikingo”. Lejos de hacer un drama, se echó a reír de lo más divertida, no esperando menos por su parte...aunque él tampoco esperaría la reacción de aquel torbellino.
-Estoy relajada. Oh vamos, guarda silencio gallo del corral. Pfffff ¡no nombres la palabra esa! ¿de acuerdo? -le observó en silencio, la verdad nunca había tomado a un hombre con ese cuerpo, sus orbes oscuras lo recorrieron de la cabeza a los pies, milímetro a milímetro. -Bueno, al menos admites que te has enamorado de mis nalgas -sonrió traviesa, mirándole fijamente a los ojos... era hora de largarse de allí, ya no solo por encontrar a su hermana... si no volver a su tiempo.
-No. ¿Qué va a estar bien? Me he tirado a un muerto, dos veces -negó con la cabeza revolviéndose el pelo y saltar de la cama, vistiéndose como si de repente le hubiesen entrado las prisas de la muerte. Su ceño fruncido, la mirada perdida en un punto inexistente del suelo, trazaba un plan, o al menos una idea que seguir pues...se acababa de quedar atrapada en el tiempo y los únicos que podían ayudarla eran sus hermanos. Entornó los ojos, estaba consumiéndola a preguntas y preguntas que intentaba que ella le respondiese... ahora no estaba para meditar nada, su único objetivo era volver a su tiempo y devolver a Valeska también , cosa que iba a ser completamente imposible -¡Cállate! No me dejas pensar, para ser un vikingo...hablas demasiado, ¿no te han enseñado que no se piensa ni se habla? Se actúa, eso haré -
se peinó el pelo con los dedos, mirando por una de las ventanas, estaba volviendo a oscurecer y con suerte estaría nublado, el viaje iba a ser largo. No tenía dinero suficiente, esperaba que juntas cruzasen el portal sin más complicaciones, pero no...esa maldita mujer siempre tenía que hacer las cosas más difíciles. No tenía ni idea de cómo hacerlo, ya lo pensaría por el camino.
-Y no seré una Cannif si..-buscó su mirada de nuevo, mirándole con los ojos entrecerrados, sería más creíble que él sí se presentara como quién era, uno de los grandes guerreros Ludvig Se supone, que llegais en invierno y es otoño, así que puedes llegar antes que tu yo del presente, a ver si me entiendes...cabeza hueca -se acercó a él, dándole con dos de sus dedos a la frente, él era alto y ella no se quedaba atrás , le llegaba la nariz más arriba de la venenosa boca del vampiro -Seré tu escudera, porque paso de ser tu jodida compañera, ni en broma ni en serio... paso de que sueltes eso de “es mi mujer”, en todo caso... -se acercó bajando el tono, un buen manotazo en las nalgas del vampiro, él aún seguía desnudo -Tú serías mi mujercita, así que a callar. -frunció el ceño pero se rió por lo bajo, era tan ruda que muchas veces parecía más un vikingo de pura cepa.
-Ya se nos ocurrirá algo. Ahora tenemos que irnos, no creo que a los tipos a los que has jodido con no encontrar a mi hermano, se queden de brazos cruzados. Espero que tengas tu bastarda preparada, la vamos a usar.. -enarcó una ceja, podría haberse referido a cualquier cosa, era hora de partir al Norte.
-Estoy relajada. Oh vamos, guarda silencio gallo del corral. Pfffff ¡no nombres la palabra esa! ¿de acuerdo? -le observó en silencio, la verdad nunca había tomado a un hombre con ese cuerpo, sus orbes oscuras lo recorrieron de la cabeza a los pies, milímetro a milímetro. -Bueno, al menos admites que te has enamorado de mis nalgas -sonrió traviesa, mirándole fijamente a los ojos... era hora de largarse de allí, ya no solo por encontrar a su hermana... si no volver a su tiempo.
-No. ¿Qué va a estar bien? Me he tirado a un muerto, dos veces -negó con la cabeza revolviéndose el pelo y saltar de la cama, vistiéndose como si de repente le hubiesen entrado las prisas de la muerte. Su ceño fruncido, la mirada perdida en un punto inexistente del suelo, trazaba un plan, o al menos una idea que seguir pues...se acababa de quedar atrapada en el tiempo y los únicos que podían ayudarla eran sus hermanos. Entornó los ojos, estaba consumiéndola a preguntas y preguntas que intentaba que ella le respondiese... ahora no estaba para meditar nada, su único objetivo era volver a su tiempo y devolver a Valeska también , cosa que iba a ser completamente imposible -¡Cállate! No me dejas pensar, para ser un vikingo...hablas demasiado, ¿no te han enseñado que no se piensa ni se habla? Se actúa, eso haré -
se peinó el pelo con los dedos, mirando por una de las ventanas, estaba volviendo a oscurecer y con suerte estaría nublado, el viaje iba a ser largo. No tenía dinero suficiente, esperaba que juntas cruzasen el portal sin más complicaciones, pero no...esa maldita mujer siempre tenía que hacer las cosas más difíciles. No tenía ni idea de cómo hacerlo, ya lo pensaría por el camino.
-Y no seré una Cannif si..-buscó su mirada de nuevo, mirándole con los ojos entrecerrados, sería más creíble que él sí se presentara como quién era, uno de los grandes guerreros Ludvig Se supone, que llegais en invierno y es otoño, así que puedes llegar antes que tu yo del presente, a ver si me entiendes...cabeza hueca -se acercó a él, dándole con dos de sus dedos a la frente, él era alto y ella no se quedaba atrás , le llegaba la nariz más arriba de la venenosa boca del vampiro -Seré tu escudera, porque paso de ser tu jodida compañera, ni en broma ni en serio... paso de que sueltes eso de “es mi mujer”, en todo caso... -se acercó bajando el tono, un buen manotazo en las nalgas del vampiro, él aún seguía desnudo -Tú serías mi mujercita, así que a callar. -frunció el ceño pero se rió por lo bajo, era tan ruda que muchas veces parecía más un vikingo de pura cepa.
-Ya se nos ocurrirá algo. Ahora tenemos que irnos, no creo que a los tipos a los que has jodido con no encontrar a mi hermano, se queden de brazos cruzados. Espero que tengas tu bastarda preparada, la vamos a usar.. -enarcó una ceja, podría haberse referido a cualquier cosa, era hora de partir al Norte.
Fiolett- Humano Clase Alta
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Re: El viaje del tiempo- Privado +18
-Tres -aseguré con una socarrona sonrisa que la hizo enarcar una ceja -hemos follado tres veces -la corregí -te has follado a un muerto tres veces y lo mejor es que a mi me ponen tus nalgas y a ti te vuelve loca mi verga -apunté lazandole un bocado.
Ella gruñía yo me reía y en ese duelo de egos ella me pedía silencio para pensar.
Negué con la cabeza, entendía que la dama necesitara silencio pues yo le imponía tanto que solo con escuchar mi voz se volvía loca por completo.
Le di un azote en las nalgas mientras ella me miraba fijamente asegurando que no iba a pensar, si no a actuar.
-Así va a salir esta mierda de plan, veo que hace aguas por todos lados, pero voy a dejarme llevar, solo para poderme echar unas risas, a fin de cunetas eres tu y no yo, quien insiste sin parar en la absurda idea de perseguir a nuestros hermanos.
¿No te has planteado que ya son mayores para tomar sus decisiones?
Esta seguía decidida en que nos pusiéramos en marcha, en llegar al norte cuanto antes, ella seria mi escudera ante el conde y a mi algo me decía que eso no iba a funcionar, pero bueno, sin duda iba a ser divertido, así que ladeando la sonrisa acepte su plan descabellado.
Aprovechando la clandestinidad de la noche nos pusimos en marcha, las monturas emprendieron camino golpeando con sus cascos el suelo.
Tendríamos que comprar unos pasajes para tomar un barco que emprendiera camino hacia el norte, ademas dado que yo era un vampiro, tendría que pasar la mitad del día oculto en el camarote.
Por suerte al llegar no tuvimos gran dificultad en encontrar un pesquero que iba rumbo al mar del norte, un pequeño mar marginal del Océano Atlántico que colindaba con las Islas Británicas.
Emprendimos viaje esa misma noche, me refugié en nuestro camarote asegurando muy mucho que ningún rayo de luz de la mañana pudiera rozarme.
Fio parecía decidida a cumplir su absurda misión, dar con su hermana parecía su única preocupación.
-Tengo hambre -le dije y aquí en el barco no tengo de quien alimentarme, así que... -alcé las cejas sendas veces lanzando un bocado al aire.
Ella gruñía yo me reía y en ese duelo de egos ella me pedía silencio para pensar.
Negué con la cabeza, entendía que la dama necesitara silencio pues yo le imponía tanto que solo con escuchar mi voz se volvía loca por completo.
Le di un azote en las nalgas mientras ella me miraba fijamente asegurando que no iba a pensar, si no a actuar.
-Así va a salir esta mierda de plan, veo que hace aguas por todos lados, pero voy a dejarme llevar, solo para poderme echar unas risas, a fin de cunetas eres tu y no yo, quien insiste sin parar en la absurda idea de perseguir a nuestros hermanos.
¿No te has planteado que ya son mayores para tomar sus decisiones?
Esta seguía decidida en que nos pusiéramos en marcha, en llegar al norte cuanto antes, ella seria mi escudera ante el conde y a mi algo me decía que eso no iba a funcionar, pero bueno, sin duda iba a ser divertido, así que ladeando la sonrisa acepte su plan descabellado.
Aprovechando la clandestinidad de la noche nos pusimos en marcha, las monturas emprendieron camino golpeando con sus cascos el suelo.
Tendríamos que comprar unos pasajes para tomar un barco que emprendiera camino hacia el norte, ademas dado que yo era un vampiro, tendría que pasar la mitad del día oculto en el camarote.
Por suerte al llegar no tuvimos gran dificultad en encontrar un pesquero que iba rumbo al mar del norte, un pequeño mar marginal del Océano Atlántico que colindaba con las Islas Británicas.
Emprendimos viaje esa misma noche, me refugié en nuestro camarote asegurando muy mucho que ningún rayo de luz de la mañana pudiera rozarme.
Fio parecía decidida a cumplir su absurda misión, dar con su hermana parecía su única preocupación.
-Tengo hambre -le dije y aquí en el barco no tengo de quien alimentarme, así que... -alcé las cejas sendas veces lanzando un bocado al aire.
Uhtred- Vampiro Clase Alta
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Re: El viaje del tiempo- Privado +18
La verdad, no tenía ni la más remota idea cómo iba a volver a su tiempo pero algo se le ocurriría. Valeska se había largado por un portal y ¿a dónde? A saber. La necesitaba para volver a un futuro en el que ahora era incierto y un interrogante. Si cambiaron algo, eso solo lo sabrían si volvían pues ¿cómo iban a quedarse allí en un espacio-tiempo que no les correspondían? En este tiempo eran unos niños en la más absoluta ignorancia, el momento en el que llegasen a Akershus iba a desaparecer, cambiar el presente pero en el que incluían las mismas personas... ¿eso acaso era posible?
La cabeza no la dejaba pensar en nada más, se sobresaltó al oír su voz, como si fuese un espejimos ante sus ojos oscuros. Frunció el ceño porque llevaba razón, ya eran mayores pero ¡maldita sea! No podía permanecer en este tiempo, ¿Es que era tan sumamente tarugo para no percatarse de ello? Ni una palabra de aquellos labios rojos como la sangre, solo se dedicaba a dar vueltas de un lado para otro en el camarote, el simple hecho de navegar le calmaba los ánimos. Estaba hecha a la mar, a la guerra y forjada por los mejores guerreros del norte.
-Ahora que lo dices yo también. Está bien, iré a por algo de comer ¿un cochinillo asado? Me encanta cuando está un poco más quemado, cruje al mordisco... soy una carnívora -lanzó un bocado al aire, seguido de una sonrisa... se había olvidado de lo importante, era un vampiro. -¿De quién alimentarte? -entornó los ojos, dando una patada al aire por su frustración... se había olvidado completamente de todo -Hay tripulación o mejor, cazaré ratas para ti ¿no es sangre? Qué más da. No te me pongas exquisito ahora, Ludwig -rugió presa del desconcierto, ¿cómo iba a dejarle que volviese a beber de ella? Absurdo, lo último fue provocado por las circunstancias pero ahora eran mucho más diferentes...
-Bien. Como vamos a estar aquí mucho tiempo, al menos...tendremos que conformarnos con soportarnos. Bueno, tú estás encantado con la sola idea de tener que servirte pero te equivocas, no soy tu mujercita te lo he dejado claro ya -se acercó a él, hasta estar apenas a unos centímetros de su rostro, lo recorrió con la mirada...un gruñido y una risa por lo bajo -¿Y si me niego a darte de comer, Ludwig? Vas a... ¿obligarme? -empezaba el juego de nuevo, enarcó una ceja de lo más divertida... -O mejor voy a cazar ratas, es aún de día... y sólo me tienes a mí. Vas a preferir las ratas, te lo aseguro -se separó caminando hacia atrás, desafiándole...volvió a pasear sus ojos oscuros por aquel cuerpo que ya había probado -Pasaremos por dos puntos clave, tendremos que estar alerta...así que deja de pensar en mis nalgas y en devorarme, no me hagas clavar la espada en tu muerto corazón para que no me jodas -sonrió de medio lado, estaban en peligro constante...hasta que llegasen al Norte aún tendrían que pasar muchas coas.
La cabeza no la dejaba pensar en nada más, se sobresaltó al oír su voz, como si fuese un espejimos ante sus ojos oscuros. Frunció el ceño porque llevaba razón, ya eran mayores pero ¡maldita sea! No podía permanecer en este tiempo, ¿Es que era tan sumamente tarugo para no percatarse de ello? Ni una palabra de aquellos labios rojos como la sangre, solo se dedicaba a dar vueltas de un lado para otro en el camarote, el simple hecho de navegar le calmaba los ánimos. Estaba hecha a la mar, a la guerra y forjada por los mejores guerreros del norte.
-Ahora que lo dices yo también. Está bien, iré a por algo de comer ¿un cochinillo asado? Me encanta cuando está un poco más quemado, cruje al mordisco... soy una carnívora -lanzó un bocado al aire, seguido de una sonrisa... se había olvidado de lo importante, era un vampiro. -¿De quién alimentarte? -entornó los ojos, dando una patada al aire por su frustración... se había olvidado completamente de todo -Hay tripulación o mejor, cazaré ratas para ti ¿no es sangre? Qué más da. No te me pongas exquisito ahora, Ludwig -rugió presa del desconcierto, ¿cómo iba a dejarle que volviese a beber de ella? Absurdo, lo último fue provocado por las circunstancias pero ahora eran mucho más diferentes...
-Bien. Como vamos a estar aquí mucho tiempo, al menos...tendremos que conformarnos con soportarnos. Bueno, tú estás encantado con la sola idea de tener que servirte pero te equivocas, no soy tu mujercita te lo he dejado claro ya -se acercó a él, hasta estar apenas a unos centímetros de su rostro, lo recorrió con la mirada...un gruñido y una risa por lo bajo -¿Y si me niego a darte de comer, Ludwig? Vas a... ¿obligarme? -empezaba el juego de nuevo, enarcó una ceja de lo más divertida... -O mejor voy a cazar ratas, es aún de día... y sólo me tienes a mí. Vas a preferir las ratas, te lo aseguro -se separó caminando hacia atrás, desafiándole...volvió a pasear sus ojos oscuros por aquel cuerpo que ya había probado -Pasaremos por dos puntos clave, tendremos que estar alerta...así que deja de pensar en mis nalgas y en devorarme, no me hagas clavar la espada en tu muerto corazón para que no me jodas -sonrió de medio lado, estaban en peligro constante...hasta que llegasen al Norte aún tendrían que pasar muchas coas.
Fiolett- Humano Clase Alta
- Mensajes : 77
Fecha de inscripción : 14/06/2017
Localización : Akershus
Re: El viaje del tiempo- Privado +18
Enarqué una ceja ¿esa mujer estaba de coña? ¿pensaba acaso que iba a pasarme todo el viaje sin alimentarme? Pues mas le valía extender su precioso cuello, porque de no hacerlo, esa noche el depredador que dormía en mi, emergería y me iría de caza selectiva.
Ella siempre se gastaba ese carácter infernal, bravo como el de las mas fieras vikingas y ahora alegaba que cazar ratas para mi era su plan del día.
Se acercó a mi, mis labios acariciaron su boca de forma provocativa, azoté su trasero mientras ella aseguraba que no era mi mujer y que fuera olvidando esa idea.
-Si fueras mi mujer, no necesitaría pedirte que me alimentaras, ahora mismo estarías bailando sobre mi verga y ladeando la cabeza -apunté con un deje divertido haciéndola a un lado con la mano antes de dejarme caer sobre el lecho.
Estaba hambriento y eso me ponía de mal humor, ademas el sol empezaba a salir y era mi hora de dormir, me era indiferentes los juegos que la Cannif se traía, no pensaba darle caza, pues de hacerlo la devoraría.
Estaba obsesionada con nuestros hermanos, así que mas le valía bajar esos humos si quería que siguiera con ella para buscarlos.
De normal me gustaba que me tentara, que me provocara, que sacara esa mala ostia que todas las norteñas se gastaban.
Su problema es que no sabia aflojar, que en ocasiones también necesitaba que diera su brazo a torcer y si le pedía alimento que entendiera que no era un juego mas, era necesario para mantener mi existencia.
No se que mierda le pasaba, desde que habíamos chocado en mi casa, siempre habíamos estado con este juego de caza tan entretenido, pero en ocasiones necesita hablar en serio y ahora mismo, tenia hambre, saciar mi sed no era un juego, era un echo necesario, tanto como para ella respirar o comer.
Gruñí malhumorado como un niño mientras cerraba los ojos, iba a dejarme sin alimento durante el día, pero por la noche pensaba dar caza a varios humanos hasta saciarme por completo.
-Cuando te vayas asegúrate de cerrar bien la puerta, si alguien entre y el sol me alcanza te encontraras ceniza en la cama y a ver como le explicas eso al marido de tu hermana -dije gruñendo entre dientes.
Ella siempre se gastaba ese carácter infernal, bravo como el de las mas fieras vikingas y ahora alegaba que cazar ratas para mi era su plan del día.
Se acercó a mi, mis labios acariciaron su boca de forma provocativa, azoté su trasero mientras ella aseguraba que no era mi mujer y que fuera olvidando esa idea.
-Si fueras mi mujer, no necesitaría pedirte que me alimentaras, ahora mismo estarías bailando sobre mi verga y ladeando la cabeza -apunté con un deje divertido haciéndola a un lado con la mano antes de dejarme caer sobre el lecho.
Estaba hambriento y eso me ponía de mal humor, ademas el sol empezaba a salir y era mi hora de dormir, me era indiferentes los juegos que la Cannif se traía, no pensaba darle caza, pues de hacerlo la devoraría.
Estaba obsesionada con nuestros hermanos, así que mas le valía bajar esos humos si quería que siguiera con ella para buscarlos.
De normal me gustaba que me tentara, que me provocara, que sacara esa mala ostia que todas las norteñas se gastaban.
Su problema es que no sabia aflojar, que en ocasiones también necesitaba que diera su brazo a torcer y si le pedía alimento que entendiera que no era un juego mas, era necesario para mantener mi existencia.
No se que mierda le pasaba, desde que habíamos chocado en mi casa, siempre habíamos estado con este juego de caza tan entretenido, pero en ocasiones necesita hablar en serio y ahora mismo, tenia hambre, saciar mi sed no era un juego, era un echo necesario, tanto como para ella respirar o comer.
Gruñí malhumorado como un niño mientras cerraba los ojos, iba a dejarme sin alimento durante el día, pero por la noche pensaba dar caza a varios humanos hasta saciarme por completo.
-Cuando te vayas asegúrate de cerrar bien la puerta, si alguien entre y el sol me alcanza te encontraras ceniza en la cama y a ver como le explicas eso al marido de tu hermana -dije gruñendo entre dientes.
Uhtred- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 51
Fecha de inscripción : 15/03/2017
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