Un viaje sin retorno - Privado

por **Daviana Ruadh** Sáb Ago 25, 2018 10:37 am

Su vida había sido un caos desde el mismo momento en que nació, nada había salido como lo hubiera deseado, ni su matrimonio, ni su amor por su esposo o el nacimiento de sus hijos. Tras tenerlo todo, como en el transcurso de su vida, le tocaba nuevamente perder todo, y ya se encontraba realmente cansada de ello. ¿Acaso valía la pena seguir viva? No, no valía la pena, pues a pesar de su esfuerzo y tenacidad por salir adelante, por intentar ver el futuro con ojos nuevos, su pasado la perseguía.

Suspiró, angustiada, no podía seguir así, y ella lo sabía, pues de continuar de esa forma, tomaría una decisión de la que no podría volver atrás. Tanto poder, como le había dicho aquel vampiro, que en una noche no hacía mucho, le prometiera que la ayudaría a dominarle, pero que como todo en su patética vida, se quedaba inconcluso. Era así, nada en su existencia podía ir bien, o mejorar. - Tal vez debería haber muerto, junto con mi madre - se dijo, intentando no llorar. Limpió sus lagrimas con el dorso de su mano. No podía flaquear en esos momentos, debía dejar de lado la auto compasión y pensar en lo mas conveniente para sus hijos.

Pasó toda la noche pensando en lo que debería hacer, y entonces, con las primeras luces del alba, tomó una decisión, debía enfrentar a sus enemigos. Viajaría nuevamente a Escocia, les daría batalla, y mataría o moriría, pero no se dejaría nuevamente amedrentar. No podía perder nada, sus hijos habían desaparecido junto con su esposo, quien al ver que ella había huido, tomó la sabia decisión de desaparecer con ellos, con su otra hija, y con esa mujer que al parecer era su verdadero amor. Sonrió con tristeza, pensando en los años que ella había pensado que el amor esa mutuo, que su devoción por él, era premiada de la misma forma. Pero nada de so había sido verdad. - Basta, no sirve de nada, pensar de aquella manera, debes seguir adelante, cueste lo que cueste - se dijo, al momento de salir de su refugio, con un pequeño bolso, y una maleta. Debía tomar el camino al puerto, y de allí el barco que la llevaría hasta Edimburgo.