Cuando se vuelve al inicio //privado Ryuu//

La travesía en barco fue larga, pero los preparativos y el dinero invertido valió la pena en ese viaje, la vampiresa se llevo su propió ataud, pues no se fiaba o al menos sus voces la aseguraban que esos rufianes serían capaces de meterla en una caja con espumillón cuan adorno navidello, y Beckett no se solía equivocar nunca, ya va haciendo tiempo, esos dias de travesía, mientras meditaba si colarse en el camarote del cazador a robar un poco de sangre, pero ante todo era amigo, y eso habría estado feo.

La llegada fue fortuitamente nocturna, al fín pues tras el carruajes llegaron a la mansión Blackbird principal, hacía tanto que no venía, miraba las gargolas retorcidas que adornaban la entrada de la mansión antes de atravesar el umbral de la puerta, Bloondy sonrió de amplia forma entrando. Permitiendo que Ryuu entrase trás ella y cerrando tras de sí, la mansión era oscura, poco iluminada, tetrica, apenas con ventanas y estas bien tapadas por espesas cortinas que opacaban la luz por el día. Bloondy miró de un lado a otro sonriendo y sin venir casí a cuenta calló de rodillas en el suelo y dió un tremendo grito propio de una banshee, el eco en la mansión devido al grito dado por la vampiresa parecío dar resultado, pues tres personas aparecierón de aspecto retorcido y tetrico. -Oh, mi Lady Blackbird, ha vuelto...con compañia.- Musitó uno de los hombres que apareció, era palido, de pelo canoso, pero vestido de elegante forma. -Hola Hawler, él es mi amigo...si le pone alguien la mano encima desempolvare la mazmorra que usaba mi hermano...¿entendido?.- Dijo Bloondy tán friamente que helaba la sangre, pero se giró y abrazó al cazador, el hombre se inclinó con reverencia y les miro. -Por supuesto...¿Quiere algo el señor?.- Replicó.

Bloondy sonrió mientras llevó al cazador a la salita con chimenea para que entrará en calor, Bloondy se sentó en un precioso sofa negro de cuero y terciopelo, Bloondy miró la sala del té. -Lo han limpiado bien si...jijiji...bien hay que planear como llegar a tu casa..jijiji...yo nací aquí, no te preocupes por el servició, tienen un aspecto raro, pero son de fiar, puedes ir a donde quieras, pedir lo que desees, lo unico no vayas al sur de la casa.- Dijo la vampiresa advirtiendo mientras Hawler traía algo para tomar. Calló de rodillas al lado de Bloondy tras dejar los servido en la mesita. -Por favor mi señora...- Rogó, Bloondy le miró y sonrió de medio lado, volvió la vista a Ryuu y sonriendole se mordió su propia muñeca que enseguida sangró, y estiró el brazo dejando que el sirviente bebiera sangre con desesperación, que aun de rodillas se aferraba al brazo de la vampiresa, casi gimiendo mientras la sangre le deslizaba por la garganta.

La vampiresa observaba como el cazador retiraba la vista, no parecía estar muy comoda, miró a Hawler que cada trago su pelo canoso se volvía rubio, y un aspecto mas joven volvía a él, cayó hacia delante cuando Bloondy retiró la muñeca. -Suficiente....- Gruño la vampiresa, el mayordomo rejuvenecido miró a Ryuu levantandose. -Si señor, enseguida se lo traigo.- dijo saliendo rapidamente de la habitación, Bloondy le miró con avidez y luego observó a Ryuu. -Dulces Goul...son tan buenos, cuidan bien la casa, no se cuantos años tiene..en realidad...jijiji.- Comentó sin darle importancia, los otros dos sirvientes que habían visto al entrar tambien vinieron a la sala arrodillandose frente a Bloondy. -Por favor..- Rogaron, Bloondy chasqueo la lengua y se levantó cogiendo una copa y empezo a derramar su propia sangre sobre ella, mientras se notaba como poco a poco iba perdiendo energía.

Bloondy sacudió la cabeza y dió la copa rebosante de sangre a los dos. -Repartirlas con el resto, no daré más- Dijo Bloondy balanceandose debilitada hasta el sofa de nuevo, los sirvientes miraron a Ryuu con interrogación, quizás pensando que el tambien era un esclavo de sangre, o que tal vez fuera la futura cena, quien sabe. Volvieron a mirar a Bloondy. -Quereis que le traigamos a alguien mi lady..- Empezó a decir uno de ellos. -¡No!...ahora dejadnos...-Cortó Bloondy con cierto grado de dominancia, se retirarón, Bloondy miró a Ryuu. -Ya saldré mientras tu duermes, ha sido largo viaje, estaras cansado...seguro que tienes sueño...puedes dormir en mi habitación...tiene tambien chimenea y es la mas acojedora.- Comentaba de manera despreocupada mientras notaba como la sed empezaba a pronunciarse, deseando salir de caza, hacía tanto que no probaba la sangre de sus compatriotas, que ya ni recordaba como sabía.

Hawler vino y le dejo el mapa en la mesa a Ryuu. -Mi señores, me retiró, cualquier cosa no dudeis en llamarme... - Dijo de sinuosa forma, Bloondy acariciaba su dolorida muñeca mientras la herida se cerraba, bajó la vista para no encontrar a Ryuu apetecible, demasiada voluntad estaba usando para no inmovilizarlo y beber de él, no a los amigos no se les hacia eso.

La vampiresa le observó se levanto y abrazó a Ryuu restregando levemente su cara por el cuello del cazador preciviendo su aroma de sangre. Pero no iba a morderle, no, aguantó la tentación y decidió marcharse a cazar, y ver cuanto había cambiado londres en estos años, mientras dejaría a Ryuu estudiando el mapa. Seguramente ahora los criados se pegaran por su sangre y la fuerza que esta le daba, así que estaría todo tranquilo.

La noche de Londres...fria y lluviosa, Bloondy se dejo mojar por la lluvia mientras su maquillae se corría debido al agua, dandole un aspecto mucho mas feroz y psicotico. La sonrisa se dibujó en su rostro y se movió avida por las calles, buscando a quien su vida segar, buscó a alguien que le engatusara con su aroma de sangre, cosa que le llevo un arduó rato, pero empezó a perder los papeles, las voces eran tan intensas que perdió la capacidad del oido, buscó a un hombre que solo viajaba, Bloondy apareció de la sombra y usó su habilidad de sedución contra el hombre, que despojado de su libre albedrio siguió a la vampiresa que veía a Bertram de forma demasiado real acariciandola el pelo "Te mostraré lo que vas hacer" Dijo de fria forma, haciendo que Bloondy entrara en una especie de semitrance, mientras condujo de manera discreta, invitandole a entrar.

Bloondy cerró tras de él con la mirada perdida como si lo que viera no fuera real, el hombre se dirigió de forma segura al salon principal despojandose del abrigo y sentandose sobre el sofa, la vampiresa le miraba mordiendose el labio inferior. Llevado por los impulsos más bajos, se acercó a la vampiresa con intenciones de besarla, y está le siguió el beso, en principio, pero usó sus colmillos para dañar sus labios, el hombre despertó de su hipnotismo y se apartó dolorido tocandose los labios. -¿Qu..que? donde estoy...- Miró con enfado a Bloondy y de un reves la cruzó la cara, pero ella apenas se imutó por la bofetada, enseño los colmillos y el hombre dió un alarido.

Ella saltó encima de él tirandolo al suelo con brusquedad, mordiendole el cuello y tragando sangre a borbotones, recuperando su fuerza rapidamente, pero era un hombre grande y se safó de la vampiresa, empujandola tratando de huir, pero no era rival para una no muerta. "Juega con él" Dijo Bertram que estaba a la izquierda de Bloondy viendo la escena desde su elevada posición. -Juguemos..juguemos...juegos...juegos...hoy no sales de aqui.- Rió maliciosamente la vampiresa y usó sus afiladas uñas para empezar a rasgar las ropas del hombre y empezó a rasgar tambien el abdomen del hombre, de manera cruel, el hombre gritaba intentando huir, pero la vampiresa le tenía bien sujeto. -¿A donde vas? aun no hemos terminado de jugar..- Le arrastró por la alfombra dejando un reguero de sambre y volvió a saltar a su espalda desgarrando la yugular en la mordida, el hombre aullo de dolor mientras se debilitaba a medida que la vida se alejaba.

Bloondy se despidió con un abrazo, y yo se lo devolví de una forma algo más delicada, no me incomodaba, en absoluto, pero no dejaban de sorprenderme aquellos actos. Así que me dejó solo, en aquella sala, frente al fuego, observando el mapa como si fuera alguna especie de reliquia y yo la vigilara sin despegar la mirada. Después de unos segundos me levanté y lo cogí, enrollándolo y guardándolo en uno de mis bolsillos del pantalón. Dejé el vaso en la mesa y cogí la botella de cristal de whisky y me dirigí a inspeccionar la mansión, pues necesitaba un lugar donde revisar el mapa tranquilamente.
Pero entonces recordé el aviso de Bloondy respecto a que no fuera a la parte sur de la mansión, y decidí que lo mejor era no arriesgarse a perderme por aquel lugar.

-¿Hawler?-Llamé al criado en voz no demasiado alta, mirando a las escaleras del recibidor, como si fuera a aparecer ahí. Pero sentí una presencia detrás de mi y me giré veloz, como si fuera algún tipo de amenaza, de nuevo con la mano libre en el revólver.-Ya es la segunda vez esta noche que casi te disparo...-Dije relajándome y bajando la mano del revólver. El hombre esbozó una amable sonrisa e inclinó la cabeza a modo de disculpa.

-Mis disculpas, Señor...-El hombre se quedó mirándome, y al principio no entendí por qué lo hizo, y entonxes recordé que en ningún momento me había presentado. Respiré hondo y me llevé la mano libre al pecho.

-Ryuu, me llamo Ryuu.-El hombre siguió mirándome durante unos segundos, inexpresivo, como si fuera una estatua, y entonces asintió y volvió a esbozar una sonrisa.

-Mis disculpas, Señor Ryuu. En esta mansión... Solemos movernos entre las sombras... ¿Qué deseaba?-Desde luego, en aquella casa no solo la familia Blackbird estaba loca, si no los criados. Cada cual peor... Saqué el mapa enrollado y se lo enseñé.

-¿Tenéis algún estudio? ¿Algún lugar donde pueda estudiar esto tranquílamente?-El criado asintió y me indicó con la mano que lo siguiera, antes de pasar por mi lado y dirigirse a las escaleras. Guardé el mapa de nuevo en el bolsillo y le seguí.

--------------------

Llevaba ya un largo rato observando aquél maldito mapa y bebiendo para intentar relajarme. Por mucho que analizase hasta el rincón más inhóspito de aquél papel, no había nada que se pareciera o se pudiera parecer a la casa que podría tener mi padre según sus gustos. ¿Acaso hasta en eso había mentido? No... Nunca nos mintió... Símplemente ocultó aquella información. ¿Para protegernos quizás? Podría ser... ¿Pero de quien?
Aquellas preguntas y el hecho de no encontrar lo que buscaba empezaban a impacientarme, y estar yo solo en aquél lugar me impacientaba aún mas.

-Tenías que haber traído a Aneu...

Un grito me sacó de mis pensamientos, y me hizo levantarme casi de golpe y llevar (por ya tercera vez en aquella noche) la mano al revólver. De nuevo otro grito. Era cercano, en la mansión. ¿Serían los criados? Desconocía el tiempo que había pasado, pero Bloondy no debería haber llegado aún, haría notar su presencia como cuando vinimos...
Me alejé de la mesa y me dirigí a la puerta, lentamente la abrí y saqué el revólver: Esta vez estaría preparado. Salí del estudio y caminé por el pasillo, por donde me dirigían los fuertes golpes que no dejaba de escuchar.

Entonces descubrí lo que pasaba.

Al entrar en el salón principal, descubrí a Bloondy atacando a un hombre, más bien desgarrándole la garganta. Solté una maldición y guardé el revólver mientras corría hacia la vampiresa, a la cual quité de encima del pobre hombre, casi de un empujón. Miré al agonizante londinense, rodeado de un charco de sangre, que se llevaba las manos al cuello, o al menos lo que quedaba de éste, pues la sangre salía a borbotones.
Me arrodillé junto al hombre y le puse una mano en el pecho para intentar calmarlo.

-Relájese, ya ha pasado...-El hombre intentó hablar, pero de su boca solo salió más sangre. Se estaba muriendo, y de una forma dolorosa. Fruncí el ceño, y respiré hondo, saqué mi cuchillo y lo dejé junto a su pecho, en la zona donde estaba el corazón.-Ya ha pasado...-Susurré, le cogí una mano y se la agarré con fuerza, para, de alguna forma, darle algún tipo de apoyo o disculpa. Y con la otra mano, clavé el cuchillo, rematándolo de la forma más rápida y menos dolorosa que pude hacer. Su mano se relajó por completo, y el hombre suspiró, y en su última mirada pude ver una muestra de agradecimiento, antes de que finalmente su vida se apagase. Saqué el cuchillo y lo tiré a un lado, con la mano temblorosa, y le cerré los ojos, antes de levantarme, con la respiración algo agitada. Miré a la vampiresa y cerré los puños.

Estaba enfadado.

-¡¿Qué coño te pedí?! ¡¿Por qué cojones has matado a un inocente?!

La vampiresa derrepente fue apartada de su presa y rodó hasta chocar contra la pared, mientras bufó furiosa, y miró en dirección donde estaba su presa, aunque el cazador ahora le estaba dando la paz de su sufrimiento. Una muerte rapida, mientras Bloondy respiraba profundamente olisqueando esa embriagadora sangre, mientras lentamente se ponía en pie, Bertram le agarró con fuerza la cara "La hueles, la sientes, está deliciosa" Gruñia en su cara, mientras la tenía contra la pared, desde fuera de la mente de Bloondy solo se veía a la vampiresa contra la pared mirando con los ojos muy abiertos a algo, sin punto fijo.

Ryuu se levantó furioso, mirandola, gritandola por lo que acababa de hacer, Bloondy le oia de fondo, había demasiado ruido, Bloondy no conseguía enforcar a Ryuu, veía demasiadas sombras y para colmo Bertram la empezó a hacer chocar contra la pared repetidamente, desde fuera se veía como la vampiresa intentava avanzar pero derrepente era como si algo la tirase de espaldas continuamente, en su mente Beltram la tenía agarrada por el cuello "La sangre del maldito que rompió la mascarada, no le escuches....él rompió la mascarada, la mascarada no se debe romper nunca" Rugía Bertram antes de soltar a una tambaleante Bloondy que bufaba enseñando los colmillos, mirando en dirección a Ryuu, pero no le veía, ahora no podía verle, las voces la ensordecian, la visión era nula, solo sintió que tenía que ir hacia adelante, o estaría en peligro.

Se lanzó contra Ryuu placandole con fuerza tirandole al suelo, la vampiresa se puso sobre él agarrandole la cara. -La mascarada se rompe, se rompe, ¡¡se rompe!! ¡¡no se puede romper!!.- Le gritaba mientras le rugía de sobrenatural forma, con la mirada perdida, sin poder verlo, se toco la cabeza con la mano libre. -¡¡NO SE CALLAN!!.- Aulló la psicotica vampiresa. -No hay que traicionar la mascarada.- Zarandeó al cazador mientras el olor a sangre seguía embraguiandola de manera enloquecedora. La vampiresa empezó a reirse de manera nerviosa, sin control, olía la sangre de Ryuu bajo la piel.

La vampiresa sobre el cazador le zarandeaba, mientras la mente y sus cuchicheos la tenía ensordecida, más aunque en realidad no tenía intención de matarlo, si de noquearlo, ya que Bloondy en su interior lo impediría, lo pararía en el momento justo, pero esto el cazador no podía saberlo, ni había señal de ello, Bloondy rugía dolorida por lo que las voces le hacían, pero algo pasó Bloondy abrío mucho los ojos, pues el cazador a su vez tuvo una reacción similar a lo que ella interpretaría como una posesión, pues algo hacía.

Ni la vampiresa entendía lo que ocurría, solo escuchó a Bertram rugir enfurecido, ella giró a mirarle antes de volver a mirar al cazador que tenía una especie de rayos a su alrededor, la vampiresa por un momento se quedó sorda antes de un destello y un tremendo impacto que agrieto la pared de la mansión haciendo que las estanterias crujiesen y algunos objetos cayeran debido al impacto de la espalda de la vampiresa contra la pared, la vampiresa quedó inmovil en el suelo, noqueada, al menos así lo estubo durante unos minutos, antes de empezar a mover un poco los dedos, abriendo sus negros ojos, tosió un poco de sangre, seguramente se habría clavado algo en el impacto, o por lo menos se le había roto alguna costilla.

Arañó un poco la moqueta, mientras torpemente intentaba incorporarse, pero estaba demasiado aturdida, más emitió un gemido lastimero, por el dolor tal vez, aunque hizo un enorme esfuerzo para conseguir sentarse, antes de empezar a sollozar de manera desconsolada mientras se balanceaba, de manera lenta pues efectivamente tenía varias contusiones, y no parecía estar consciente de que el cazador estaba delante de ella, aunque si alcanzó a observar el brillo del collar que tenía Ryuu en la manos, mientras se restregaba limpiandose las espesas lagrimas de sangre. -Quiero a mi hermanito...-Musitó con cierto tono infantil, entre sollozos.

La vampiresa temblaba pero empezaba a recuperar la cordura, mientras se limpiaba las sanguinarias lagrimas mirando a Ryuu y el bolsillo donde se había metido el collar, las voces la hablaban ahora más calmadamente susurrandole acerca del collar, Bloondy gateó hasta acercarse a Ryuu y abrazandole la pierna mientras seguía mirando a todos lados con alteración, aunque ya no veía nada hostil, pero aun estaba alterada y aturdida por el golpe, miraba al cazador, notaba que estaba enfadado, se iba poniendo en pie levemente.

Le dolía todo per ahora no importaba, pues Ryuu estaba enfadado. -No...no se, tus ojos se volvieron blancos...y había rayitos...y el golpe..- Decía intentando recordar lo que había pasado, se acercó a coger la mano del cazador acariciandola a modo disculpa. Mientras le miraba buscando algo de consuelo. -No te enfades...- Dijo temblorosamente, mientras le abrazaba buscando aflojar la situación. -No pude hacer nada...-Dice de manera suave mientras restriega la mejilla en las manos de Ryuu manchandolas de la sangre que salia a modo lagrimas, dandola un aspecto bastante aterredor a la vampiresa. -¿Me vas a castigar?- Dijo repentinamente retrocediendo como si el cazador fuera aterrador. -No me pegues.- Susurró de manera repentina, mientras macabras imagenes llegaban a su memoria, y le recorrío un escalofrio por su dañada espalda. Recordaba las mazmorras que había bajo la mansión, trago saliba mirandole con preocupación sincera. Mientras volvía a mostrar su nerviosismos agarrando con fuerza la falda arrugandola mientras bajaba la vista.

Le mira fijamente mientras se mantiene pegada a la pared mientras le miró y dió un bufido mirando al cazador. -Yo no lo soy, había roto la mascarada, me lo dijeron las voces, me lo estaban gritando todas a la vez.- Dijo agarrandose la cara con exasperación recordando el dolor que había sentido en la cabeza, se acercó nuevamente a Ryuu y le zarandeo.- No te enfades...no te enfades...por favor..- Rogó la vampiresa, mientras quería algun tipo de reación por parte del cazador. Quería que explotase o no, pero que reaccionara de una vez, no soportaba verle así.

La vampiresa miraba el collar. -Que simbolo más estraño...¿fue el collar?¿lo que provocó todo?- Comentó ladeando la cabeza mientras seguía apretando la falda, con nerviosismo, mientras seguía observandole. "Calmate o no hablara contigo" Sonó la voz de Beckett a su derecha, Bloondy le miró. -Si..está muy enfadado.- Replicó la vampiresa mirando a Beckett, y volvía a mirar a Ryuu. -¿Verdad?... ya no quieres ser mi amigo...- Miró al cazador acercandose a él volviendolo a abrazar, buscando de esa manera conseguir llegar al corazón del cazador y calmar los animos, o al menos que finalmente se espresase, no aguantaba más esa incertidumbre. Y menos aun que el cazador la odiase, eso era lo peor de todo. Incluso le agarró la mejilla para besarsela repetidamente buscando otra vez el calor de una reacción amistosa.

La vampiresa observaba cada una de las reacciones, y bajo la vista pensativa, incluso se mostró dolida cuando la retiró, Bloondy sacudió la cabeza hasta volver a dibujar una sonrisa en ella, una sonrisa vacía, simplemente por que normalmente sonreía que ya casi la tenía de forma estandar, para parecer más amigable en el subconsciente. -Quizas en el casco antiguo pueda estar tu escondido hogar.- Comentó de repentina forma, mientras desviaba la mirada al desconocido, mientras se acercó al cadaver y le agarro para arrastrarle del pie sin decir nada a Ryuu y arrastrarlo, dejando que Ryuu la siguiera incluso que protestara por ello.

Simplemente lo saco al hombre del salon y avanzaba por la mansión hasta abrir una puerta y descender por unas escaleras, era una especie de mazmorra, pero tenía todo lo que Ryuu necesitaba para su entierro digno. -Aquí tienes, no solo tú decides quien es bueno o malo.- Se inclina y se toca la sien. -Nunca se equivocan...nunca....- Gruñó señalando su sien y mirando a Ryuu con los ojos enormemente abiertos, bufandole enfadadamente, ya se había disculpado y no había reaccionado, solo una mirada sería y muecas que indicaban molestá, el mayordomo bajaba las escaleras a la espalda de Bloondy. -¡¡LARGATE!!.- Gritó repentinamente la vampiresa haciendo que el mayordomo se frenara en seco y diera media vuelta. Sin decir nada más, la vampiresa volvió a mirar a Ryuu mientras apretaba los dientes mirandole disgustada. Aunque no era quien debía estar enfadada lo estaba. Esperaba otra reacción pero no podía pretender que la reacción fuera tan acogedora como lo habría sido con un miembro de su familia, dió un puñetazo a la pared antes de girarse y cruzarse de brazos. -Entierralo y luego nos ocupamos de tu casa perdida.- gruño sentandose en el suelo y balanceandose lentamente mientras se acariciaba los brazos.