Cada quien tiene su morbo - Kenner C- [+18]

Me había despertado muy temprano, el sol apenas comenzaba a calentar, hace algunos días había llegado a como le decían por los callejones "La Casa de La Ramera" aquí adentro era un laberinto de seducción, si entrabas no lograbas salir fácilmente sin pagar algunas monedas a cambio, llegar aquí no fue tan fácil, pero escuche que en mi veían potencial, aun no se que trataban de decir con esto, aunque yo sabia a lo que venia pero no sabia como hacerlo bien.

No todo es malo, han logrado enseñarme como hacer feliz un hombre, pero ¿Podre hacerlo bien? pensaba, no puedo evitar morder mi labio, mis antiguas "Experiencias" notese las comillas, habían sido de abuso y disfrutaban el que yo no hiciera nada, pero aquí no hacer nada significa perder el pan y vino de cada día, hoy es mi examen final, mi primer cliente, lo bueno es que nadie te pregunta, nadie te interroga, nadie necesita saber de ti, solo necesitas hacer bien tu trabajo.

Me levanto de la sombría cama la cual comparto con varias chicas, camino con mi cuerpo desnudo hasta el lavabo, tomo la jarra con agua y lavo mi cara, las gotas ruedan por mi nariz, escucho un llamado, es mi ¿nombre? lo e oído claro, proviene de fuera, aquí casi es una norma no tener mucha vestimenta, así que solo tomo un camisón, bajo por las escaleras, es la matriarca, esta esperándome para evaluar mi examen. Me pide esperar a mi cliente desnuda en la próxima habitación, solo puedo asentir a sus pedidos "has todo lo que te pida y podrás comer mañana"; entro a la habitación y me acuesto sobre la cama tal y como me han enseñado, pero aun siento esa pequeña preocupación de como saldrán las cosas ¿ y si mis pensamientos no me dejan concentrar? ¿y si logro fallar? pensaba una y otra vez, un ruido interfiere mis pensamientos, las bisagras de la puerta se abren, levanto la mirada, sonrió no puedo creer la persona que observo es...

Lo que mis ojos observaban parecía de un sueño, no podría negar que en mi mente imaginaba a mi primer cliente como muchos de los que se veían salir de las cavernas, panzones, barbudos y con olor a Ron, sin mencionar otros aromas extraños, sin embargo podría decir que ante mi estaba presente un hombre de piel tan blanca y delicada que debí parpadear varias veces para enfocar mi mirada, acaso era víctima de un juego mental, el ruido del bastón apoyado sobre la madera de la cama me había sacado de mi transe, levante las cejas al notar que su mano ya estaba presente frente a mí, la extendí con tal calma que podía sentir como nuestras palmas rozaban suavemente, se sentía la piel fría, pero luego me avergonzaba creer que mis manos estaban demasiado calientes por estar nerviosa en que todo saliera bien y lo ignore, pero no podía separar mis ojos de los suyos, mientras me levantaba de la cama no podía desviar mi mirada, aquel brillo reflejado en ellos era enigmático, era atrayente, yo le observaba buscando que ocultaban hasta podría decir que cambiaban de color con la luz.
El beso en mi mano hizo que recorriera una descarga eléctrica hasta mis labios que estaban siendo rozados por su otra mano, lo siguiente que me descontrolo fueron sus labios entrelazándose con los míos, sus manos exploradoras, buscaban aquello que estaba oculto, mi corazón latía tan veloz que sentía que la sangre aumentaba su velocidad por todo mi cuerpo, mi piel se erizo, el contacto de su frías manos me hacía estremecer, pero el final de su beso me hizo entrar en razón, creo que de mí solo podía escapar un aliento tibio para presentarme:

- Tiene razón mi señor, es una buena noche, más en su presencia, soy Orianna, pero usted puede llamarme como desee, ya que la noche de hoy estoy para servirle…
Por un segundo sentí estar en un salón de baile, podría ser tan delicado y sensual a la vez, gire mi cuerpo sobre un pie como si enseñara cada parte de mi piel, creo que me daban descargas eléctricas por la espalda cada vez que sentía el cambio de nuestra temperatura corporal, no estaba nerviosa, creo que yo disfrutaba estar servida para él, entonces ¿porque mi sangre se descontrolaba ante su presencia?, y ¡que ocultaba su mirada?; basta de preguntas, que no encontraría respuestas, no quería desconcentrarme, lo lleve a la cama y me pose sobre el, en mi se podía ver una pequeña sonrisa escondida, mientras mis piernas le rodeaban la cadera, una de mis manos, la desobediente subio hasta su cuello para acariciar su cabello, mientras la otra bajaba por su pecho para comenzar a desbotonar su vestimenta.
- ¿Cree usted, que pueda complacer sus deseos esta noche? Si me dice lo contrario a un sí, igual podría intentarlo.
Bese sus labios sin su permiso, sentí ese impulso de gobernarlo por un instante, ser yo quien le dominara, levante mi rostro sosteniendo su cuello, obligándole a arquear su espalda para que viniera a mí, mientras yo me movía sobre su pantalón esperando despertar a la bestia.

El vampiro escucho sus palabras, sonriendo levemente le miro y le acaricio los labios de forma suave y lenta guiñándole un ojo esperando que terminara su iniciativa claro que correspondió a este de la misma forma que ella lo hizo mordiendo su labio inferior, le gustaba las mujeres que eran capaces de iniciar por si misma mas aun si eran putas que estaban realmente interesada en agradar a al hombre con el que estaba, algunas solamente se dejaban hacer y nada mas esperando que de esa forma todo terminara.

-Creo que puedes cumplir mis deseos pequeña seguramente podrás hacerlo.

Dijo mientras sentía las caricias de la joven sobre su pantalón, al parecer ella estaba realmente interesada en satisfacerlo quizás por que su futuro dependiera de aquello. Este se separo de ella un instante comenzando en sacarse su ropa en la parte superior y luego le hizo seña a ella sonriendo haciendo que se acercara de nuevo.

-Ven nena ahora harás mi voluntad...

Dice sonriendo levemente viendo cuando ella se acerca le acaricio el hombro obligando la a ponerse de rodillas frente a el para este sacar su miembro erecto sobre su rostro y esta pudiera tenerlo contento en ese momento durante un rato con su boca y lengua.

Cada una de sus caricias hacían estremecer mi cuerpo, no sé si eran los nervios que hacían parecer mi cuerpo más caliente que el suyo, acaso estaba así de caliente, su tacto era frio, pero eso era lo que me encantaba, él emanaba una esencia seductora, a pesar de que era mi trabajo, comenzaba a disfrutarlo y eso se me notaba en mi pequeña sonrisa escondida, dibujándose de lado, el que se separara levemente de mí fue una corta pero cruel tortura, su voz, resonaba en mi oídos y complaciente me acercaba a el, mis manos bajaron lentamente por su torso, no cabía duda que cada parte de su cuerpo era perfecta a pesar de mis pasados hombres, disfrutaba cada segundo hasta llegar a su pantalón el cual mordiendo mi labio retire por completo mientras mi mirada se fijaba a la suya, sin titubeos.

- Cumplirte más que mi voluntad, es mi deseo esta noche.

Mis labios rozaron con su miembro, primero de forma pausada, conociendo cada centímetro, mi lengua recorría sin pausa disfrutando las facciones de su rostro, mis manos exploraban mas alla, acariciaban su abdomen, bajaban por sus piernas y se detenían en complacerle, a veces lento y a veces rápido, podía sentir como su mano acariciaba mi cabello en ocaciones guiaba mis movimientos lo que me hacia descubrir lo que le gustaba mas, pequeños detalle que notaba y trataba de guardar en mi mente, acaso el destino nos haría encontrarnos de nuevo o esta seria la única velada, de igual forma quería que me recordase por mas de una noche.

Luego de un rato, no quería acabar la fiesta tan pronto, ya era suficiente plato principal, vamos al plato fuerte, mordí mi labio fijando mi mirada en la suya, subi por su torso dando suaves besos hasta llegar a su cuello, no es porque fuera alguien de clase, pero el aroma que provenia de él ya me estaba hipnotizando sin pensarle dos veces mordí su oreja derecha mientras mis manos rodeaban su cuello, y dejaba escapar un susurro en un aliento:

- Estoy en la impaciente espera de sentirte…

Baje mi mano derecha por su espalda y la pose en su nalga apretando juguetonamente, mientras soltaba una pequeña risa.

El vampiro dejo que la mortal hiciera gala de sus habilidades seguramente con mas intención de impresionarlo que otra cosa lograr que el se sintiera a gusto con su servicio, estaba al tanto de su situación pero sobre todo al vampiro le agradaba el desempeño que la joven le daba a lamer su miembro y como esta estaba realmente motivada a hacerle un buen oral, algo que el no desaprovecharía sintiendo el calor que emanaba de sus labios sintiendo la agradable sensación, luego correspondió a sus atenciones sintiendo lo que le joven hacia y el bajo sus manos posandolos en el culo de ella y se lo manoseo con ganas también dándole un buen par de nalgadas en respuesta a la de ella y como si se tratara de una muñeca quizás pensaria llevado por la excitación de poseerla la dejo sobre la cama haciendo que ella se recostara.

Este se acerco a sus piernas y olfateo las mismas sintiendo el aroma femenino que desprendían y luego dejando besos en estas hasta llegar a sus muslos los cuales también comenzó a besar al inmortal le encantaba degustar a las mujeres sentir su aroma disfrutar del calor de su piel pero sobre todas las cosas lograr aumentar el libido femenino de esa forma luego disfrutar del calor que su cuerpo emanaba por por excitación al igual que sentir la sangre de la joven recorrer todo su cuerpo, este sonrió levemente y opto por meterse entre las piernas de la chica empezando a lamer su sexo y penetrarla levemente con dos dedos, comenzando de a poco incrementar la velocidad en la que le penetraba con sus dedos, mientas sus labios disfrutaban de su clitoris el cual lamia con ganas, se fijo y escucho los gemidos de la joven en ese momento.