Re: Lost in Paris -Libre-

por **Juan Rivera** Sáb Jun 09, 2018 10:50 am

Juan encontró muchos problemas desde que volvió de España ya que Arianne no quería volver a verle. Fue bastante evidente cuando Arianne mordió a Juan en el brazo de manera agresiva, a lo que añadió un ataque de las afiladas garras de la vampira sobre la mejilla izquierda, tanto se asustó que sus compañeros inquisidores e incluso su cuñado tuvo que pararla los pies. Aquel momento fue cuando Juan entendió que ella no quería nada con él, fue cuando Juan pensó que era hora de un cambio, de a lo mejor irse a España con su hermana, sus sobrinas, su cuñado y el resto de la familia Rivera.

Pasaron varios meses desde el accidente en París. Juan estaba ausente la mayoría de las veces debido a que siempre pensaba en Arianne. Desde que abrió aquel libro, siente que tiene dos personalidades en su interior, recuerdos que no le pertenecen en absoluto. En sus sueños, sueña que esta con Arianne de una manera feliz y despreocupada, imágenes de tres personas a los que este en sueños llama hermanos, por lo que, pensarlo demasiado le iba a volver loco y decidió volver a Paris para ver de nuevo ese libro, en la residencia Rivera en París.

Sin embargo, no iba a instalarse de momento en la residencia, se instalaría en una de las lujosas del Hotel Des Arenes hasta que pudiera pensar con claridad sobre lo que le estaba pasando. Fue cuando entraba en el hotel un botones directamente fue a por su equipaje. Juan sonriente, propinó al botones con una buena propina y le siguió hasta su lujosa habitación. Fue cuando entrando se sentó un momento en los sofás del interior de la habitación, observó durante un rato la ventana y comenzó a deshacer el equipaje. Durmió un rato sobre la cama sin deshacer y para cuando se despertó encontró una nota en la mesilla de noche, al lado de su cama.

Extrañado la cogió entre sus dedos y al leerla se sorprendió. Se acicalo, se vistió y bajó rápidamente hasta la entrada del hotel en donde estuvo esperando un rato. Estuvo esperando y esperando pero su cita no llegaba. Cuando vio la “A” en cursiva pareció tener esperanzas de que pudiera explicarle ella lo que pasó aquella noche, del porque se puso tan agresiva, pero seguía esperando, no quería desilusionarse, pero entre que estaba esperando, sintió que alguien le observaba. Miró al frente, vio a una mujer de rostro dulce, ojos claros y tez pálida como la leche observarle con detenimiento. Vio que un hombre se cruzó con ella pues entonces pensó en dejarlo pasar.

Estaba comenzando a ponerse nervioso. Lo mismo no llegaría nunca. Estaba tan furioso que rápidamente rompió aquella nota, la tiro a una papelera que tenía cerca y aguantando la rabia tuvo que respirar despacio varias veces. Respiró si no tendría que pagar el boquete que hubiera hecho sobre la pared de la rabia que tenía dentro. Suspiro, se reajusto la chaqueta gris oscuro de calidad por lo nervioso que estaba aún sabiendo que no vendría. Decidió ir al restaurante, le llevaron a un rincón apartado en donde se sentó tranquilamente esperando a que le trajeran alguna copa en la que desahogarse.

por **Madison Simonsen** Vie Jul 06, 2018 4:38 pm

La Simonsen no era mujer de quedarse quieta por mucho tiempo y aprovechando que se topaba con un adinerado hombre de París, decidió ignorar al primero de los hombres que observara. Los pasos de Madison siguieron pues los del segundo hombre, que un giro de acontecimientos se giro para mirarle y hacerle una seña, indicándole así que esa noche, tenía que atender algunos asuntos y no podría acompañarla. Desilusionada de que su brillante plan de la noche se esfumara, la inglesa opto por encaminar sus pasos al restaurante del Hotel, sitio donde pensaba beber un par de copas para después, ir directa a su habitación y dormir, esperando que el día siguiente trajera verdaderamente una aventura y no solamente un molesto negocio para sus posibles acompañantes.

Con pasos firmes, la Simonsen entraba pues en el restaurante y sin esperar indicaciones de algunos de los meseros del lugar, anduvo entre las mesas como si fuera la señora del lugar y fue eso, el andar como una diosa lo que le hizo llegar hasta las zonas más solitarias del restaurante, sitio donde dio su mirada con el hombre que primeramente llamara su atención. Una sonrisa picara apareció en los labios de la joven, que se acercó sin pensarlo dos veces hasta la mesa donde se hallaba el hombre, todo para detenerse frente a él.
– No he podido evitar notar que se encuentra solo, al igual que yo – se encogió de hombros – y quería saber si quisiera un poco de compañía, a no ser claro que ya este aguardando por alguien más – la sonrisa seductora de Madison, esa que era su arma, fue utilizada en ese preciso momento en el que ella esperaba, ser invitada a tomar asiento y con ello, a tener una nueva aventura.

por **Juan Rivera** Lun Jul 09, 2018 9:55 pm

Levantando su mirada hacia arriba por un instante, observo a la mujer que le había hablado. La observó de arriba abajo, sin perderse siquiera ni un detalle y en ese momento un mesero se acercó a ambos.

- ¿Van juntos? – El mesero con voz tranquila y serena miraba de un lado a otro, observando si su pregunta afectaría a alguno de los dos, y Juan se buen aventuro.

- Sí. Ella había ido al tocador ¿no?– Un poco de ironía en la entonación con la que le habló a la muchacha, haciendo un ademan con la mano para que esta sintiera de que verdad la estaba invitando a que se sentara a su lado y en la misma mesa. Seguramente se trataría de alguna prostituta de clase alta que quisiera el dinero de un rico poderoso, pero tampoco iba a juzgar de primeras por la tapa de un libro, lo mismo la muchacha estaba completamente sola y ningún caballero la estaba prestando atención o mismamente buscaba una aventura con la que despertar su aburrida vida. Juan suspiró, le dijo al mesero lo que quería, el mejor whiskey escocés que tuviera en la despensa, él era muy fan de las tierras del norte y de su cultura, pero él era solamente un simple comerciante que podría estar embaucado en algo mucho peor sin ni siquiera saberlo él mismo.

La noche parecía transcurrir lentamente, Juan se levantó para sentar a la muchacha ya que parecía un pasmarote y después este volvió a su sitio sin quitar la mirada de los ojos ajenos.

- ¿De dónde es, Madame? – Pregunto Juan con curiosidad. Los arañazos de su rostro se arrugaban debido a las líneas de expresión, ladeo su rostro por curiosidad pero luego volvió a colocarla recta para beber el recién whiskey escocés que había llegado a mesa de ambos - ¿Quieres? – Pregunto ofreciéndole un poco de la bebida alcohólica pero este no parecía entender a la muchacha. Se preguntaba, ¿Qué era de su hermana y sus sobrinos? Seguramente su mente estaba en otra parte, pero su cuerpo estaba presente en el restaurante junto con una bella dama - ¿Quieres que tengamos…SExoo.? – su voz podía estar comenzando a encontrarse distorsionada - ¿Shabesh? – Dio un sorbo directamente de la botella – La vidha, esh una mielda – Sus palabras estaban trastabillando, tropezándose unas con otras haciendo que la frase careciera de valor alguno. Era evidente que su vida era una mierda, su quien creía su amor verdadero en realidad le araño el rostro además de otras zonas no visibles en este momento, vivía solo y era alguien solitario que probablemente no obtendría una segunda oportunidad.

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