Nothing is lost [Libre]

por **Cora A. Samaras** Mar Ago 14, 2012 6:15 pm

Los cuadros de aquel lugar provocaban en mi algo llamado envidia. ¿Quiénes eran los autores? Si en ese momento se me pudiera antojar de dar algunos pasos hacia afuera los buscaría y los mataría con mis propias manos por el solo hecho de sentir aquella gran envidia que carcomía mi corazón. Pero… no lo podía hacer, cada trazada (de las cuales tenía un conocimiento técnico) parecían ser hechas por ángeles, los sentimientos plasmados en cada uno de los cuadros me dejaban enamorada del autor, de los personajes y del cuadro en sí. La vida era cruel… la vida era la vida y yo debía seguir viviéndola o esperar que el sol saliera para desvanecerme mientras me abrazaba un calor que nunca podría describir. Creo que no… era mejor que comenzara a moverme, las calles de parís siempre eran buenas compañeras.

No había sido mucho desde que había llegado a esta ciudad, la verdad era linda, pero ya estaba acostumbrada a las ciudades orientales con un poco mas de tranquilidad, eran más reservados no tan alborotados como los europeos, tal vez por eso a mi madre le gustaba tanto estar en aquellos países, en estos momentos me preguntaba cual era mi capricho por venir a estos lugares, tal vez los mismos gustos que mi madre tendría también eran los míos -ahh… o puede que me los forzó a tenerlos- suspire mientras caminaba con mi abrigo de alta calidad por aquellas calles húmedas gracias a la lluvia que había en la tarde caído. -bueno no me puedo quejar… es linda- comenzaba a hablar conmigo misma. Extrañaba a mi madre, en realidad no conocía a nadie buscaba compañía desesperadamente.

Tal vez los vampiros no eran creaturas que le gustara la compañía, pero mi forma de crianza era diferente, necesitaba compañía para sentirme bien, sentía que me volvería loca si no encontraba a alguien decente para al menos acosar por algunos cuantos meses… ahora me encontraba buscando alguna distracción, tal vez atraparía a dos presas para jugar con ellas un rato, no lo sabía en realidad, tal vez me entregara al sol. Risas. Esa parte era un poco improbable, así que era mejor dejar de pensar en aquella posibilidad que nunca seria.

por **Adrienne De la Rouge** Sáb Nov 24, 2012 7:22 am

Aquel lugar me resultaba realmente bonito. Deambulaba de aquí para allá observando con atención los cuadros que por allí había. Realmente eran muy buenos. De pequeña había estudiado algo sobre pintura pero me llegaban lejanos recuerdos de ello por lo tanto no los analizaba de forma muy técnica.

A mí siempre me había llamado la atención el arte. Cuando me era posible me dedicaba a pintar lo que veía pero desde un punto de vista subjetivo. Observaba y mis manos plasmaban lo que esa observación me inspiraba. Nunca había considerado ninguna de mis obras demasiado buena por lo que o bien las dejaba perdidas por algún sitio, o las daba a cambio de algo.

Dediqué un largo tiempo a observar uno de los cuadros. Una muchacha de largo y negro cabello, con unos enormes y hermosos ojos verdes había sido pintada en su bella desnudez. Ésta se hallaba tumbada en una gran cama, una sábana roja tan solo le cubría desde la cadera dejando al descubierto sus redondos pechos. Pasé mi dedo con delicadeza sobre la pintura palpando las pinceladas que habían creado tan hermosa visión. Quizás fuese una buena forma de ganarse la vida eso de la pintura.

De repente, reparé en una hermosa joven que miraba con atención una de los cuadros. Parecía estar inmersa en sus pensamientos. Me acerqué silenciosamente a ella y la miré con atención. "Vampiresa." Me dije a mí misma al observar sus brillantes ojos, los cuales delataban que era de mi misma raza. Sonreí y dirigí mi mirada a la obra a la que ella prestaba tanta atención.

-Es muy hermosa, un gran artista ha debido crearla.- dije intentando iniciar una conversación.

por **Cora A. Samaras** Dom Dic 09, 2012 10:04 pm

Mis ojos se posaron rápidamente en aquella presencia que había llegado a mi sin ser detectada, por unos segundos me sentí abrumada y tuve que dar un paso así atrás para poder luego con claridad (aunque en realidad no había ninguna) ver bien de quien se trataba, mis ojos se dilataron como los de un felino, agrandándose y volviéndose mínimos, deje salir un suspiro mientras sentía como se iba aquella sensación de frio que había recorrido mi cuerpo por unos instantes. Lleve mi mano a mi pecho dejando salir una pequeña risilla –Me has asustado- asegure de forma sincera. Baje la mirada aun con una sonrisa en mis labios –Nunca nadie me había asustado como tu- inquirí para luego dejar salir otro leve suspiro más tranquilo.

Mi mano había ya bajado, mi cuerpo se sentía mucho mejor y yo alce la mirada hacia el cuadro que estaba viendo en esos momentos, sintiendo que había perdido su magia y todo lo que había estado pensando en esos momentos se había desvanecido como un cubo de hielo en un vaso. –Me has hecho alegrar…- comente en un leve susurro que tal vez un humano no podría llegar a oír, pero sabía que ella si –Pues me has hecho sentir humana por dos segundos, aunque también me has hecho olvidar que hago aquí- dije riendo levemente para luego alzar ligeramente mis hombros con cierto aire de aceptación hacia algo que ya me había resignado hace mucho tiempo-Mi lugar no pertenece a estas paredes, pero mi familia si- susurre entrecerrando sus ojos para luego girar mi tierno cuerpo de mujer joven en plena flor de su juventud y caminar hacia otra dirección lejos de aquellos cuadros que conocía tan bien pero al mismo tiempo desconocía.

Pero algo me detuvo, aquella jovencita que parecía aun más joven en apariencia, pero tal vez no en edad, aunque aquello no se sabría hasta que mi curiosidad fuera saciada completamente-No quiero parecer entrometida ni nada por el estilo pero me gustaría saber… ¿Cuántos años tienes?-

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