Lost in my thoughts [Libre]

Se había despertado temprano, contemplado desde el balcón de su suite de hotel, la ciudad, ésta la llamaba para experimentar, los miles de aromas que la inspirarían. Se tomó un tiempo en disfrutar de la delicia de un baño, para cubrir su cuerpo del aroma que más ama, las rosas, aquellas que la acompañaban desde el día en que nació.

Se vistió con un atuendo de calle, de color rojo borgoña con aplicaciones en el escote y los puños en color negro y su doncella de cámara le armó un peinado sencillo pero que en ella le hacían resaltar sus ojos del color del cielo plomizo, sonrió complacida mientras con un ademan la instaba a dejar la habitación. Terminó de colocarse el sombrero que hacía juego, los guantes, infaltables en cualquier dama que se precie de serlo y bajó hasta el restaurant del hotel donde desayunó frugalmente. Leyó algunos diarios, sacó sus direcciones y escribió en una hoja de carta del hotel los anuncios que necesitaba publicar lo antes posible.

Sus ojos se entornaron inspirando unas flores en aquel precioso puesto de flores, el aroma era exquisito y pensó con que otras esencias podría combinarlas. Compró varios ramos y continuó su caminar cadencioso y provocativo, miraba con atención los comercios de especias y hierbas, pero sabía que los mejores ingredientes los conseguiría en la laguna y el bosque, pero siempre debía rebajarlos con sustancias más ordinarias ya que si no podían ser peligrosos. Hacía varios días que nada la irritaba o la entristecía, así que sus últimas creaciones estaban saliendo muy bien.

Le encantaba el clima de Paris, cuando se había despertado una lluvia fresca cubría la ciudad, varias horas después solo quedaba algún charco de agua o las pequeñas gotas en las hojas, le parecía una imagen preciosa, miró su reloj que como un hermosísimo prendedor ocultaba el delicado y diminuto sistema – o por favor, que tarde que es – dijo en voz alta mientras apresuraba su paso, - todavía debó poner el anuncio en el periódico pidiendo personal – se reprendió. Hacía una semana que se encontraba ya instalada, la fábrica aún no comenzaba a producir por falta de algunas maquinarias y personal, necesitaba a esa persona que haría las mezclas, llevaría con atención sus órdenes y la ayudaría a preparar sus diseños cuando el humor no fuera el adecuado, - claro que siempre es bueno tener uno o dos muestras “defectuosas” que pueden ser vendidas a buen costo- sonrió con malicia y rió suavemente mientras esquivaba a una pareja que embelesadas en un idilio no la veían, no pudo con su costumbre y se puso a percibir el aroma de sus pieles – a ella le convendría un perfume a base de jazmines, el que lleva no le sienta – dijo frunciendo casi imperceptiblemente su nariz, - a él en cambio le sienta muy bien, pero me gustaría probar algunos en su piel – se dijo entrecerrando los ojos seductoramente, provocando que el aludido la mirase con curiosidad, rompiendo un segundo la atmósfera idílica, volviendo a reír, a veces le gustaba ser maliciosa.

Decidió cruzar la calle ya que a dos o tres edificios se encontraba uno de los periódicos más importantes, al hacerlo buscó en su bolsito la hoja que había escrito para que publicaran el anuncio - “ Importante empresa busca, empleados, trabajo full time, buen sueldo, y beneficios adicionales, solo hombres.”- ese era uno y el otro –“Empresa de Cosmética, necesita personal idóneo para ayudante de diseño y creación de esencias, pago y forma de trabajo a convenir, solo hombres”-, releía esa líneas, cuando sin darse cuenta chocó con un hombre – auh – exclamó, sus ramos y anotaciones cayeron al piso – disculpe – dijo mientras se inclinaba a recoger sus pertenencias.