AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
¿Preguntas o respuestas? || Annabeth
2 participantes
Página 2 de 2.
Página 2 de 2. • 1, 2
¿Preguntas o respuestas? || Annabeth
Recuerdo del primer mensaje :
Había sido fortuito escuchar hablar de Annabeth De La Louise. Lo había escuchado el día anterior por segunda vez y fue cuando decidió que debía seguir su instinto. La primera vez, lo había oído de un vampiro—otro más que no había entregado—autodenominado pacifista. Le había dicho que, si quería un cambio, no dejase que el mundo avanzara de brazos cruzados. Fue entonces cuando dijo el nombre, pero Amane no le dio importancia y le advirtió que los inquisidores le tenían la pista, y si no se desaparecía de París, pronto darían con él. Semanas pasaron hasta que, junto a otro cazador que de vez en cuando trabajaba junto a su esposo Jean Fay, le dijo algo similar. Esta vez, la pelirroja decidió indagar más allá. El cazador le indicó dónde encontrar a la señorita De La Louise. Le advirtió que no eran muchos los cazadores que se aventuraban a acudir a las reuniones. No le sorprendía, los cazadores no eran más que inquisidores liberados de la justificación religiosa para hacer lo que hacían; el odio por lo sobrenatural era exactamente el mismo. ¿Por qué dos personas completamente distintas le dirían lo mismo? ¿Había algo en Amane que expelía su verdadera mentalidad? La mayor parte del tiempo, cuando se miraba en el reflejo, no reparaba en detalles que la hicieran poco convincentes, pero esa mañana se levantó con dudas y comprendió que era hora de despejarlas.
Dejó a su hijo al cuidado de las sirvientas—como de costumbre—y se preguntó si la institutriz de su infancia tendría alguna especie de legado a la que encargarle su hijo. No se daría cuenta cuando ya estaría necesitando aprender a convertirse en un caballero de la alta sociedad. Lanzó un suspiro y borró todo pensamiento trivial de su mente. Necesitaba su atención enfocada en la reunión. Le había enviado una carta el día anterior, solicitando una visita para inquirir sobre asuntos delicados, de alta confidencialidad. Al día siguiente, salió temprano, repitiéndole al carrocero las indicaciones que el cazador le había dado para llegar a la mansión de la mujer. Al llegar, se dedicó a analizar el lugar en detalle, caminando despacio y con la leve sospecha de estar siendo observada. Alcanzó la puerta y una sirvienta la recibió. Le regaló una sonrisa cortés.
—Buenos días. Mi nombre es Amane de Fay. Entiendo que la señorita De La Louise me espera
Había sido fortuito escuchar hablar de Annabeth De La Louise. Lo había escuchado el día anterior por segunda vez y fue cuando decidió que debía seguir su instinto. La primera vez, lo había oído de un vampiro—otro más que no había entregado—autodenominado pacifista. Le había dicho que, si quería un cambio, no dejase que el mundo avanzara de brazos cruzados. Fue entonces cuando dijo el nombre, pero Amane no le dio importancia y le advirtió que los inquisidores le tenían la pista, y si no se desaparecía de París, pronto darían con él. Semanas pasaron hasta que, junto a otro cazador que de vez en cuando trabajaba junto a su esposo Jean Fay, le dijo algo similar. Esta vez, la pelirroja decidió indagar más allá. El cazador le indicó dónde encontrar a la señorita De La Louise. Le advirtió que no eran muchos los cazadores que se aventuraban a acudir a las reuniones. No le sorprendía, los cazadores no eran más que inquisidores liberados de la justificación religiosa para hacer lo que hacían; el odio por lo sobrenatural era exactamente el mismo. ¿Por qué dos personas completamente distintas le dirían lo mismo? ¿Había algo en Amane que expelía su verdadera mentalidad? La mayor parte del tiempo, cuando se miraba en el reflejo, no reparaba en detalles que la hicieran poco convincentes, pero esa mañana se levantó con dudas y comprendió que era hora de despejarlas.
Dejó a su hijo al cuidado de las sirvientas—como de costumbre—y se preguntó si la institutriz de su infancia tendría alguna especie de legado a la que encargarle su hijo. No se daría cuenta cuando ya estaría necesitando aprender a convertirse en un caballero de la alta sociedad. Lanzó un suspiro y borró todo pensamiento trivial de su mente. Necesitaba su atención enfocada en la reunión. Le había enviado una carta el día anterior, solicitando una visita para inquirir sobre asuntos delicados, de alta confidencialidad. Al día siguiente, salió temprano, repitiéndole al carrocero las indicaciones que el cazador le había dado para llegar a la mansión de la mujer. Al llegar, se dedicó a analizar el lugar en detalle, caminando despacio y con la leve sospecha de estar siendo observada. Alcanzó la puerta y una sirvienta la recibió. Le regaló una sonrisa cortés.
—Buenos días. Mi nombre es Amane de Fay. Entiendo que la señorita De La Louise me espera
Amane Fay- Esclavo de Sangre/Clase Alta
- Mensajes : 44
Fecha de inscripción : 01/05/2018
Localización : París, Francia
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ¿Preguntas o respuestas? || Annabeth
Escuchó la historia de Simone con tanta atención como altura de miras. Todos tenían una razón detrás de sus acciones, un porqué. Si se juzgara cada caso del lado del individuo, todos resultarían inocentes. Sin embargo, la realidad es que pocos lo son. Pronto comprendió que había malinterpretado su opinión, cuando Annabeth le preguntó qué harían con ella, y no pudo evitar apartar la vista mientras su mente era invadida por imágenes horrorosas. Su líder había interpretado sus palabras como la postura de dejarla a su suerte, en manos de los inquisidores cuando dieran con ella. Cogió aire y lo dejó ir despacio antes de contestar, como teniendo que darse ánimo para hacerlo—. Es muy improbable que tenga la suerte de morir. Son contados los casos, sólo los sacrifican al capturarlos si ponen en riesgo a alguno de los suyos. Es difícil porque van a por ellos en equipo. Los neutralizan para llevarlos a la facción, donde son interrogados —su mirada se enfocó en el piso—. De más está decir que la interrogación no es sino un eufemismo para la palabra tortura —el no intervenir no era una decisión fácil, por eso era que no era precisamente lo que Amane había pensado—. Lamento no haber sido más explícita. No quise decir que no debas interceder. Es imperativo que lo hagamos, pues de no hacerlo, Phoenix corre riesgo de exposición ante la Santa Inquisición. Comprenderás que su sufrimiento será tal, que hará cualquier cosa por aliviarlo. Entiendo que ya has intentado razonar con ella. No estarías más que haciendo un acto de piedad si logramos encontrarla antes que ellos. Es quizás más duro de llevar a cabo que no hacer nada, pero esto último significa condenarla a una tortura que durará lo que ella quiera o pueda resistir. Quizás no quieras verlo, pero Simone está traicionando tu confianza —tenía cierto resquemor de que Annabeth pudiera ver en ella demasiada frialdad y por ende desconfiara, pero no estaría sirviéndole como había jurado hacer al omitir su opinión. Era más fácil callar y dejar que ella lidiara con la situación, pero la cazadora no había formado una alianza para cumplir a medias.
La reacción de Annabeth había sido mejor que lo que había esperado. Lo que pudo identificar rápidamente fue desconcierto y temor por su bienestar por sobre otra cosa. Todas sus preguntas iban dirigidas en esa dirección. Dejó que la cuestionaria, esperando a que terminase para empezar a hablar. La vio caer rendida sobre la silla y Amane caminó de regreso hasta ella, sentándose al frente para retomar la cercanía anteriormente dispuesta—. Entonces ruego me permitas explicártelo —Amane lo había repasado varias veces, así que habló de corrido, sin detenerse a pensar—. En mi época de esclava de sangre, fui más independiente de lo que lo he sido en toda mi vida, Annabeth, y no fue una ilusión; el destino me hizo llegar el sire correcto. Sin embargo, no busco tanto beneficio personal como el bien superior; ser un real aporte para Phoenix, para ti. Bien sabes las consecuencias que conlleva, pero no tanto como yo, que lo viví en carne propia, y te garantizo que conozco todas las ventajas. La sangre de vampiro me permitirá ser más fuerte, menos vulnerable en batalla. Si el vampiro es de nuestra confianza, no abusará de su poder y me permitirá servir a Phoenix como sé que puedo hacerlo, brindándome la fuerza que necesito —no esperaba que entendiera del todo, pues aún había mucho que no decía—. Volver a estar encinta es precisamente lo que deseo con todas mis fuerzas evitar. Darle un hijo a Jean ha sido el peor de mis calvarios, no saber si herederá la condición de su padre, si tendré que esconderlo de la Inquisición, ¿no comprendes que Jean exigirá que sea un condenado como él? No quiero duplicar lo que ya estoy padeciendo —no estaba muy lejos de llorar, sin embargo su ceño fruncido y su pulso que tiritaban estaban más próximos a la rabia que a la pena.
—Desconozco si en esa condición, mi aura luzca distinta, ya que sigo siendo mortal y humana. Jean nunca dio indicios de sospechar nada, y no podría preguntarle. Sin embargo, de ser ese el caso, aunque mis conocimientos en hechicería son sumamente limitados, mi intención sería entonces consultar con un hechicero si existe algún hechizo o poción para camuflar mi aura ante mi esposo, hacerla lucir como una humana. Entonces Jean no sospecharía, y podría pasar desapercibida, pero al tener más fuerza lograría intervenir de ser necesario, y conocer cómo trabaja la Inquisición desde el interior —sabía que Annabeth no podría negar el avance que esto podría conseguir—. También es posible no camuflarlo en lo absoluto —prosiguió—. He encontrado algo entre sus cosas que podría poner su reputación en jaque. Si le hago saber que tengo conocimiento al respecto, no le quedará alternativa que aceptar mis condiciones. Sin embargo, mi acceso a información quedaría completamente anulado, a pesar de que aún podría servir a Phoenix con las cualidades que beber sangre me confiere —eso, o arriesgar que Jean se limitara a enviarla al patio de los callados, pero dejó que Annabeth sacara sus propias conclusiones. Era extraño escucharse. La última vez que había estado ahí, jamás habría siquiera pensado en husmear entre las cosas de Jean. Quien la viera y quien la ve—. Te parecerá que no me preocupo por Trevor, pero cuando seas madre comprenderás que lo que hago es por él —añadió. Amane no podía proporcionarle seguridad alguna en su condición actual. Entre huir a otra ciudad y quedarse a luchar junto a personas como Annabeth De Louise, Amane tenía claro dónde yacían sus lealtades.
La reacción de Annabeth había sido mejor que lo que había esperado. Lo que pudo identificar rápidamente fue desconcierto y temor por su bienestar por sobre otra cosa. Todas sus preguntas iban dirigidas en esa dirección. Dejó que la cuestionaria, esperando a que terminase para empezar a hablar. La vio caer rendida sobre la silla y Amane caminó de regreso hasta ella, sentándose al frente para retomar la cercanía anteriormente dispuesta—. Entonces ruego me permitas explicártelo —Amane lo había repasado varias veces, así que habló de corrido, sin detenerse a pensar—. En mi época de esclava de sangre, fui más independiente de lo que lo he sido en toda mi vida, Annabeth, y no fue una ilusión; el destino me hizo llegar el sire correcto. Sin embargo, no busco tanto beneficio personal como el bien superior; ser un real aporte para Phoenix, para ti. Bien sabes las consecuencias que conlleva, pero no tanto como yo, que lo viví en carne propia, y te garantizo que conozco todas las ventajas. La sangre de vampiro me permitirá ser más fuerte, menos vulnerable en batalla. Si el vampiro es de nuestra confianza, no abusará de su poder y me permitirá servir a Phoenix como sé que puedo hacerlo, brindándome la fuerza que necesito —no esperaba que entendiera del todo, pues aún había mucho que no decía—. Volver a estar encinta es precisamente lo que deseo con todas mis fuerzas evitar. Darle un hijo a Jean ha sido el peor de mis calvarios, no saber si herederá la condición de su padre, si tendré que esconderlo de la Inquisición, ¿no comprendes que Jean exigirá que sea un condenado como él? No quiero duplicar lo que ya estoy padeciendo —no estaba muy lejos de llorar, sin embargo su ceño fruncido y su pulso que tiritaban estaban más próximos a la rabia que a la pena.
—Desconozco si en esa condición, mi aura luzca distinta, ya que sigo siendo mortal y humana. Jean nunca dio indicios de sospechar nada, y no podría preguntarle. Sin embargo, de ser ese el caso, aunque mis conocimientos en hechicería son sumamente limitados, mi intención sería entonces consultar con un hechicero si existe algún hechizo o poción para camuflar mi aura ante mi esposo, hacerla lucir como una humana. Entonces Jean no sospecharía, y podría pasar desapercibida, pero al tener más fuerza lograría intervenir de ser necesario, y conocer cómo trabaja la Inquisición desde el interior —sabía que Annabeth no podría negar el avance que esto podría conseguir—. También es posible no camuflarlo en lo absoluto —prosiguió—. He encontrado algo entre sus cosas que podría poner su reputación en jaque. Si le hago saber que tengo conocimiento al respecto, no le quedará alternativa que aceptar mis condiciones. Sin embargo, mi acceso a información quedaría completamente anulado, a pesar de que aún podría servir a Phoenix con las cualidades que beber sangre me confiere —eso, o arriesgar que Jean se limitara a enviarla al patio de los callados, pero dejó que Annabeth sacara sus propias conclusiones. Era extraño escucharse. La última vez que había estado ahí, jamás habría siquiera pensado en husmear entre las cosas de Jean. Quien la viera y quien la ve—. Te parecerá que no me preocupo por Trevor, pero cuando seas madre comprenderás que lo que hago es por él —añadió. Amane no podía proporcionarle seguridad alguna en su condición actual. Entre huir a otra ciudad y quedarse a luchar junto a personas como Annabeth De Louise, Amane tenía claro dónde yacían sus lealtades.
Amane Fay- Esclavo de Sangre/Clase Alta
- Mensajes : 44
Fecha de inscripción : 01/05/2018
Localización : París, Francia
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ¿Preguntas o respuestas? || Annabeth
El miedo se dibuja en el rostro de la inglesa cuando su aliada le comenta qué es lo que está haciendo la Inquisición. Son pésimas noticias. Con la mente de Simone tan fragmentada, dejar que la atrapen sería el inicio de la persecución. Se cubre los ojos con la siniestra en tanto piensa a toda velocidad qué harán al respecto. Deberá someterlo a consideración de sus pares o bien, decidir por ella misma y explicar sus razones con posterioridad. Está en un enorme aprieto. - De acuerdo, veré qué se me ocurre - su músculo bucal lubrica su labio inferior en una demostración de lo preocupada que está por estos acontecimientos. Amane tiene razón, debe actuar, la interrogante es ¿Cómo sin causar mayor revuelo? Su rictus se dibuja preocupado más aún por las palabras de la mujer que le dejan mucho más asombrada que el hecho de que el santo oficio esté persiguiendo sobrenaturales para someterlos a procesos de tortura.
Tras exponer sus razones del por qué le parecía imprudente, la mujer empieza a demostrar que es una decisión pensada y valorada. Eso le agrada a la inglesa, que tenga a su lado a alguien tan comprometido con su propia causa y también, con su vida. Una persona "responsable" de las que ya quedan pocas, pensado en Simone en particular. Cada frase es analizada, es escudriñada antes de que la líder de Phoenix tome la campanilla llamando a Lucciano, quien al aparecer, es ordenado - traedme de mi despacho el bolso violeta que está en el segundo cajón a la derecha del escritorio, por favor - el hombre hace una reverencia para alejarse a por lo solicitado.
Annabeth se queda en silencio el instante que le toma tomar el tenedor, cortar un pastelillo de frutos rojos, llevarlo a su boca, masticar y tragar - tu aura tiene fácil solución. Entiendo lo del embarazo. Entiendo lo de tu nene, más ¿Estás consciente de que tarde que temprano se dará cuenta de que no envejeces? ¿De que no estás indispuesta? El tiempo se congela en tu cuerpo, estar en tus días rojos sería imposible sin un proceso propio de tu aparato reproductivo - le deja caer con suavidad, lento, para que vaya comprendiendo a dónde va - tarde que temprano deberás abandonar a tu marido con o sin tu hijo. Puedo decirte que habrá aquí gente que te apoyará a ocultarte. Conozco hechiceros poderosos que harían de cualquier mujer y cualquier niño una réplica exacta de tu cuerpo y el de tu hijo para que tu marido los crea muertos. ¿Estás dispuesta a dar ese paso cuando tenga que hacerse? - su voz es suave y cálida.
La intención es que comprenda el grado de vulnerabilidad a la que se está arriesgando con tamaña decisión - conozco a un par de vampiros que podrían hacerlo sin dificultad. Uno de ellos es tan antiguo como la misma Grecia. Es una vampiresa con un poder de guerra formidable que ni la Inquisición ha podido atraparla a pesar de poner a muchos efectivos tras su pista. Así de grande es, así de fuerte y de poderosa. Y busca adeptos para entrenarlos para lo que ella pregona, es una guerra de magnitud épica, sería mi elección si la quieres porque ella busca gente independiente, tus características le agradarían y te haría su esclava si lo que pides es poder para ser más fuerte y con las razones que tienes, seguro que dirá que sí. Volvemos a lo mismo ¿Estás dispuesta a enfrentar a tu marido cuando sea el tiempo? - su voz está preocupada a pesar de lo que intenta transmitir, de la tranquilidad que finge. Porque le preocupa Amane como cualquier miembro veterano de Phoenix.
Entiende todas las razones de Amane, más el interior de la inglesa es demasiado puro a pesar de lo que vive día con día, de las pesadillas que tiene que leer o experimentar en carne propia. Se incorpora para acercarse a la cazadora poniendo sus manos sobre sus hombros para darle una contención que necesita, porque es así, Annabeth está segura de que esta decisión ha sido pensada hasta el hartazgo. Es algo que ha meditado, por el contrario de algunos que sólo lo hacen por obtener lo perdido y anhelado. Los adictos a las vitae buscan excusas por todos lados para volver a probar el líquido carmesí. Está segura que Amane está lejos de ser una de ellas. - Si eso es lo que quieres, contactaré a ambos. El otro es un vampiro mucho menos antiguo que la espartana, es tranquilo, prudente, si se lo pido, te dará de su sangre más jamás lo verás. Ahora que lo pienso, de todas formas tendré que contactar a Aglaia, le explicaré la situación con Simone. Ella tiene el poder para destruirla y si la Inquisición se entromete, seguro que les será imposible hacerse de Simone si Aglaia se les atraviesa. Sí, la llamaré - el sirviente les interrumpe.
Annabeth toma el bolso solicitado, es pequeño, justo para albergar cualquier tipo de objeto pequeño. Lo abre jalando la cinta que lo envuelve para tomar la mano de Amane y dejar caer la joya sobre ella - este guardapelo es un objeto muy antiguo que le dieron a mi madre hace mucho tiempo a guardar. La persona que lo hizo falleció hace unos años, por lo que está en desuso. Soy humana, así que me es inútil, tiene engarzado un hechizo de ocultación, lo que quieras que sea invisible, sólo tienes que pedirlo y el espíritu que en él habita lo hará realidad. Tienes que verter siete gotas de tu sangre cada luna nueva para darle poder para el siguiente mes. Si se te olvida, se volverá en tu contra y desaparecerá para volver a mi mano porque ahora soy su portadora. ¿Entendiste? - le cierra la mano sin tocar siquiera la joya.
Sus ojos azules como el cielo le miran preocupados - si ésta es una decisión tomada en la que dar marcha atrás es inconcebible, úsale. Piensa lo que harás, Amane. Piénsalo bien no una, diez, quince, cien veces. Porque una vez lo hagas, sabes que será imposible regresar a este momento ni con el más grande de los hechizos - sentencia con voluntad firme, porque Annabeth será la primera en mover los hilos para que ella haga todo lo que sea necesario si la vida de Trevor o la propia Amane está en peligro. Y solamente porque se niega a perder más gente.
Tras exponer sus razones del por qué le parecía imprudente, la mujer empieza a demostrar que es una decisión pensada y valorada. Eso le agrada a la inglesa, que tenga a su lado a alguien tan comprometido con su propia causa y también, con su vida. Una persona "responsable" de las que ya quedan pocas, pensado en Simone en particular. Cada frase es analizada, es escudriñada antes de que la líder de Phoenix tome la campanilla llamando a Lucciano, quien al aparecer, es ordenado - traedme de mi despacho el bolso violeta que está en el segundo cajón a la derecha del escritorio, por favor - el hombre hace una reverencia para alejarse a por lo solicitado.
Annabeth se queda en silencio el instante que le toma tomar el tenedor, cortar un pastelillo de frutos rojos, llevarlo a su boca, masticar y tragar - tu aura tiene fácil solución. Entiendo lo del embarazo. Entiendo lo de tu nene, más ¿Estás consciente de que tarde que temprano se dará cuenta de que no envejeces? ¿De que no estás indispuesta? El tiempo se congela en tu cuerpo, estar en tus días rojos sería imposible sin un proceso propio de tu aparato reproductivo - le deja caer con suavidad, lento, para que vaya comprendiendo a dónde va - tarde que temprano deberás abandonar a tu marido con o sin tu hijo. Puedo decirte que habrá aquí gente que te apoyará a ocultarte. Conozco hechiceros poderosos que harían de cualquier mujer y cualquier niño una réplica exacta de tu cuerpo y el de tu hijo para que tu marido los crea muertos. ¿Estás dispuesta a dar ese paso cuando tenga que hacerse? - su voz es suave y cálida.
La intención es que comprenda el grado de vulnerabilidad a la que se está arriesgando con tamaña decisión - conozco a un par de vampiros que podrían hacerlo sin dificultad. Uno de ellos es tan antiguo como la misma Grecia. Es una vampiresa con un poder de guerra formidable que ni la Inquisición ha podido atraparla a pesar de poner a muchos efectivos tras su pista. Así de grande es, así de fuerte y de poderosa. Y busca adeptos para entrenarlos para lo que ella pregona, es una guerra de magnitud épica, sería mi elección si la quieres porque ella busca gente independiente, tus características le agradarían y te haría su esclava si lo que pides es poder para ser más fuerte y con las razones que tienes, seguro que dirá que sí. Volvemos a lo mismo ¿Estás dispuesta a enfrentar a tu marido cuando sea el tiempo? - su voz está preocupada a pesar de lo que intenta transmitir, de la tranquilidad que finge. Porque le preocupa Amane como cualquier miembro veterano de Phoenix.
Entiende todas las razones de Amane, más el interior de la inglesa es demasiado puro a pesar de lo que vive día con día, de las pesadillas que tiene que leer o experimentar en carne propia. Se incorpora para acercarse a la cazadora poniendo sus manos sobre sus hombros para darle una contención que necesita, porque es así, Annabeth está segura de que esta decisión ha sido pensada hasta el hartazgo. Es algo que ha meditado, por el contrario de algunos que sólo lo hacen por obtener lo perdido y anhelado. Los adictos a las vitae buscan excusas por todos lados para volver a probar el líquido carmesí. Está segura que Amane está lejos de ser una de ellas. - Si eso es lo que quieres, contactaré a ambos. El otro es un vampiro mucho menos antiguo que la espartana, es tranquilo, prudente, si se lo pido, te dará de su sangre más jamás lo verás. Ahora que lo pienso, de todas formas tendré que contactar a Aglaia, le explicaré la situación con Simone. Ella tiene el poder para destruirla y si la Inquisición se entromete, seguro que les será imposible hacerse de Simone si Aglaia se les atraviesa. Sí, la llamaré - el sirviente les interrumpe.
Annabeth toma el bolso solicitado, es pequeño, justo para albergar cualquier tipo de objeto pequeño. Lo abre jalando la cinta que lo envuelve para tomar la mano de Amane y dejar caer la joya sobre ella - este guardapelo es un objeto muy antiguo que le dieron a mi madre hace mucho tiempo a guardar. La persona que lo hizo falleció hace unos años, por lo que está en desuso. Soy humana, así que me es inútil, tiene engarzado un hechizo de ocultación, lo que quieras que sea invisible, sólo tienes que pedirlo y el espíritu que en él habita lo hará realidad. Tienes que verter siete gotas de tu sangre cada luna nueva para darle poder para el siguiente mes. Si se te olvida, se volverá en tu contra y desaparecerá para volver a mi mano porque ahora soy su portadora. ¿Entendiste? - le cierra la mano sin tocar siquiera la joya.
Sus ojos azules como el cielo le miran preocupados - si ésta es una decisión tomada en la que dar marcha atrás es inconcebible, úsale. Piensa lo que harás, Amane. Piénsalo bien no una, diez, quince, cien veces. Porque una vez lo hagas, sabes que será imposible regresar a este momento ni con el más grande de los hechizos - sentencia con voluntad firme, porque Annabeth será la primera en mover los hilos para que ella haga todo lo que sea necesario si la vida de Trevor o la propia Amane está en peligro. Y solamente porque se niega a perder más gente.
Annabeth De Louise- Humano Clase Alta
- Mensajes : 346
Fecha de inscripción : 13/04/2018
Localización : En medio de sus brazos, bajo sus colmillos.
Re: ¿Preguntas o respuestas? || Annabeth
Asintió una vez. No sentía aprensión alguna de dejar el asunto de Simone en sus manos; tenía la certeza de que llegaría a la decisión oportuna. Sintió un profundo alivio al comprobar que, una vez más, Annabeth era la respuesta a todos sus problemas. Se dedica a escucharla con atención, sin embargo no está diciéndole nada que no se hubiese dicho ella a sí misma un sinfín de veces antes de venir. La inglesa deposita la joya sobre una de las manos de Amane, quien baja la mirada hasta su mano para analizar el objeto. Su piedra es del color de la sangre que bebió mil veces. Annabeth le cierra la mano, como interrumpiendo un hechizo y Amane levanta la vista, concentrándose nuevamente en la voz ajena—. No habría acudido a ti de no haberme cuestionado el plan cien mil veces —contestó, casi en un susurro—. He repasado cada ángulo, cada detalle, cada margen de error —le aseguró con tranquilidad. Al parecer, estaba ante dos posibles vampiros que darían inicio a lo que ella había denominado la segunda fase de su misión—. ¿Han ambos hecho el juramento de Phoenix? —preguntó. No podía tener inclinación por uno u otro, aunque debía admitir que el simple hecho de tener a una Domitor femenina, le recordaba del pasado y prefería evitarlo—. Creo que una entrevista con cada uno sería lo apropiado, para poder determinar si se acomodarán a mis necesidades —y saber qué pediría a cambio cada uno. Había aprendido hace tiempo que nadie regala nada sin esperar un regalo a cambio, por mucho que sus bocas dijeran otra cosa.
Guardó el colgante en uno de los bolsillos escondidos de su vestido, donde suele guardar dagas pequeñas—Estoy dispuesta a mucho más que fingir mi muerte de ser necesario, Annabeth —aclaró tajante—. Estoy dispuesta a darla —ambas sabían que Jean Fay calazaba perfectamente en la categoría de seres a los que debía ponérsele un fin, aquellos que no tenían sentido del respeto y buscaban la destrucción—. Si no lo hice antes de regresar, es porque Jean con vida nos será más útil para guiarme, para poder seguir teniendo la oportunidad de decidir qué hacer con otras Simone, con otros tantos que en otrora no pude evitar ver caer —aseguró con una determinación que hasta entonces no había mostrado con tanta soltura—. La Inquisición no haría más que investigar su muerte y posterior a ello reemplazarlo, ante lo cual nos quedaríamos sin herramientas —una porque no les convenía que investigaran y poner en riesgo la red Phoenix, y otra porque difícilmente conseguirían estar tan cerca—. Pero ante una emergencia, no dudaré —aseveró. La calidez humana de la líder de Phoenix le recordaba de su infancia, y una sonrisa se escapó de sus labios al sentir las manos de su aliada sobre sus hombros—. Annabeth, sé que tienes miedo por mí, pero no temas —apoyó sus propias manos enguantadas sobre las ajenas—. Me has restaurado la fe que necesitaba, la nube negra que hacía borrosa mi visión se ha levantado, y ya puedo ver claramente qué pasos debo dar —su convicción era implacable.
Guardó el colgante en uno de los bolsillos escondidos de su vestido, donde suele guardar dagas pequeñas—Estoy dispuesta a mucho más que fingir mi muerte de ser necesario, Annabeth —aclaró tajante—. Estoy dispuesta a darla —ambas sabían que Jean Fay calazaba perfectamente en la categoría de seres a los que debía ponérsele un fin, aquellos que no tenían sentido del respeto y buscaban la destrucción—. Si no lo hice antes de regresar, es porque Jean con vida nos será más útil para guiarme, para poder seguir teniendo la oportunidad de decidir qué hacer con otras Simone, con otros tantos que en otrora no pude evitar ver caer —aseguró con una determinación que hasta entonces no había mostrado con tanta soltura—. La Inquisición no haría más que investigar su muerte y posterior a ello reemplazarlo, ante lo cual nos quedaríamos sin herramientas —una porque no les convenía que investigaran y poner en riesgo la red Phoenix, y otra porque difícilmente conseguirían estar tan cerca—. Pero ante una emergencia, no dudaré —aseveró. La calidez humana de la líder de Phoenix le recordaba de su infancia, y una sonrisa se escapó de sus labios al sentir las manos de su aliada sobre sus hombros—. Annabeth, sé que tienes miedo por mí, pero no temas —apoyó sus propias manos enguantadas sobre las ajenas—. Me has restaurado la fe que necesitaba, la nube negra que hacía borrosa mi visión se ha levantado, y ya puedo ver claramente qué pasos debo dar —su convicción era implacable.
Amane Fay- Esclavo de Sangre/Clase Alta
- Mensajes : 44
Fecha de inscripción : 01/05/2018
Localización : París, Francia
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ¿Preguntas o respuestas? || Annabeth
Preocupada es poco para lo que siente revolotear en su estómago cuando la escucha estar tan resignada a volver a su antiguo estado de esclava de sangre. Algo que Annabeth no comparte por los riesgos que puede conllevar que su marido se entere. El punto es que Amane está tan decidida que la joven de cabellos castaños tiene que resignar a que quizá, por una vez en su vida, sus argumentos pueden que caigan en saco roto si ya está consciente de lo que va a hacer. Se muerde el labio inferior, su colmillito queda expuesto cuando asiente con la cabeza hasta que nota que ella espera una respuesta verbal, se atreve a susurrar - ambos, por supuesto, de lo contrario serían mis últimas opciones - se acaricia las manos sintiendo cómo se han enfriado con esta conversación. Quisiera darle la seguridad de que todo saldrá bien, más como van las cosas en París, siente que pronto vendrá una gran guerra.
Lo que todavía desconoce es de qué parte. - Define necesidades porque cada uno es muy bueno según sus estándares. Una ya te dije que es una guerrera, el otro un bibliotecario. Así que me parece prudente que te entrevistes con ambos, encontrar a Aglaia será lo difícil - la mira guardar la joya recordando algo - nadie que no seas tú puede tocar ya el objeto. Cuando seas una esclava, tendrás que usarlo todo el tiempo. De todas formas iba a mandar buscar a Aglaia para que se haga cargo de Simone. Si gustas, te aviso para cuándo llegará o bien, manda a un mensajero en dos días para enviarte la invitación al té o a ver qué se nos ocurre. De todas formas la griega es capaz de mantenerse despierta durante el día, así que una visita diurna llamará poco la atención - se queda pensando en todo antes de acercarse al escritorio para escribir una rápida misiva.
Toca la campanilla para que uno de sus sirvientes acuda entregando la carta - mándala al correo de Virgilio, entrégala tú mismo - en cuanto sale, escucha el resto de las palabras de Amane. Fingir su muerte, morir inclusive. Esta mujer se siente tan acechada, tan oprimida que entiende que busque todos los medios a su alcance para salir avante y demostrar que su vida tiene sentido. Siente sus manos en los hombros antes de suspirar profundo - mira en este espejo que tienes ante ti. Perdí a mis padres por los sobrenaturales. Los perdí hace siete años, me sentí sola, frágil, inútil. Y no sólo a ellos, resultó que los De Louise eran adoptivos. ¿Alguna vez escuchaste en tus historias inquisitoriales de los Moncrieff? Eran una familia bien posicionada en el Santo Oficio, se negaron a perseguir a un niño hechicero y darle muerte. La Iglesia les dio la espalda, dejaron migas de pan para que los sobrenaturales los alcanzaran. Todo Inquisidor ignoró sus súplicas y lo único que pudieron hacer fue enviar a sus tres hijos con familias diferentes y alejados de Londres. Mira este espejo, Amane. Que tu hijo no tenga la misma vida. Perdí a dos familias ¿Y de qué sirvió? Sí, tengo a Phoenix, más vivo sola en esta casa, todos los que vienen son mis amigos, mis aliados, más ninguno es mi familia. Ten cuidado, por favor - si descubrió su pasado es justo para que ella entienda que con la Inquisición no se juega.
Poco le preocupa ahora a la De Louise la sociedad, sabe que volverá a levantarse de las cenizas. La infancia feliz de una persona, jamás se recupera.
Lo que todavía desconoce es de qué parte. - Define necesidades porque cada uno es muy bueno según sus estándares. Una ya te dije que es una guerrera, el otro un bibliotecario. Así que me parece prudente que te entrevistes con ambos, encontrar a Aglaia será lo difícil - la mira guardar la joya recordando algo - nadie que no seas tú puede tocar ya el objeto. Cuando seas una esclava, tendrás que usarlo todo el tiempo. De todas formas iba a mandar buscar a Aglaia para que se haga cargo de Simone. Si gustas, te aviso para cuándo llegará o bien, manda a un mensajero en dos días para enviarte la invitación al té o a ver qué se nos ocurre. De todas formas la griega es capaz de mantenerse despierta durante el día, así que una visita diurna llamará poco la atención - se queda pensando en todo antes de acercarse al escritorio para escribir una rápida misiva.
Toca la campanilla para que uno de sus sirvientes acuda entregando la carta - mándala al correo de Virgilio, entrégala tú mismo - en cuanto sale, escucha el resto de las palabras de Amane. Fingir su muerte, morir inclusive. Esta mujer se siente tan acechada, tan oprimida que entiende que busque todos los medios a su alcance para salir avante y demostrar que su vida tiene sentido. Siente sus manos en los hombros antes de suspirar profundo - mira en este espejo que tienes ante ti. Perdí a mis padres por los sobrenaturales. Los perdí hace siete años, me sentí sola, frágil, inútil. Y no sólo a ellos, resultó que los De Louise eran adoptivos. ¿Alguna vez escuchaste en tus historias inquisitoriales de los Moncrieff? Eran una familia bien posicionada en el Santo Oficio, se negaron a perseguir a un niño hechicero y darle muerte. La Iglesia les dio la espalda, dejaron migas de pan para que los sobrenaturales los alcanzaran. Todo Inquisidor ignoró sus súplicas y lo único que pudieron hacer fue enviar a sus tres hijos con familias diferentes y alejados de Londres. Mira este espejo, Amane. Que tu hijo no tenga la misma vida. Perdí a dos familias ¿Y de qué sirvió? Sí, tengo a Phoenix, más vivo sola en esta casa, todos los que vienen son mis amigos, mis aliados, más ninguno es mi familia. Ten cuidado, por favor - si descubrió su pasado es justo para que ella entienda que con la Inquisición no se juega.
Poco le preocupa ahora a la De Louise la sociedad, sabe que volverá a levantarse de las cenizas. La infancia feliz de una persona, jamás se recupera.
Annabeth De Louise- Humano Clase Alta
- Mensajes : 346
Fecha de inscripción : 13/04/2018
Localización : En medio de sus brazos, bajo sus colmillos.
Re: ¿Preguntas o respuestas? || Annabeth
Asintió varias veces al escucharla. Por una parte, sentía ligera culpabilidad por traerle más preocupación. Por otra, alivio, de recibir su apoyo y poder dar curso a su misión. Amane miró al espejo cuando Annabeth se lo indicó. Frunció ligeramente el ceño. Primero la miró a ella a través del reflejo, mientras le revelaba más sobre su historia. Pudo sentir un nudo en la garganta, como si el sufrimiento de su aliada fuese penetrado en ella como un filo. Después, dedicó su mirada a sí misma. Pensó en Trevor y en su propia infancia, alejada de toda la oscuridad detrás de la Santa Inquisición, de la mano dura de Jean Fay, del destino imperturbable. Era imposible explicar que lo que la llevaba a correr tantos peligros era más profundo que cualquier miedo. Se había instaurado en su interior la certeza de que había sólo una forma de proteger a los suyos, y era volviéndose invencible. Inhaló profundamente por la nariz y exhaló a modo de suspiro por la boca. Volvió a mirar a Annabeth directamente—. Tendré cuidado, en tu nombre —prometió—. Esperaré entonces las entrevistas con tus contactos —añadió, poniéndose de pie.
—Y tú, querida Annabeth, no dejes de salir cada jueves por las tardes, no dejes de disfrutar las tartas y las tazas de té, no dejes de sonreír y hacerle sentir a aquellos que te necesitan que tienes todo el tiempo del mundo para ellos a pesar de que cientos de problemas ocupan tu mente segundo a segundo. Si en algún momento te sorprendes dejando de hacer todo lo que te hacer ser quien eres, procura poner un fin a cualquiera sea la causa. Recuerda que a veces los peligros no son sólo los evidentes a simple vista. Hay venenos que matan en lo que dura un parpadeo, pero también existen en abundancia los que traen una muerte lenta y segura —la inglesa vivía preocupada por el bienestar de aquellos que estaban bajo su protección, de aquellos que acudían bajo su ala para ser acogidos, que era demasiado fácil que olvidara su propia seguridad—. Prométeme que no descuidarás tu felicidad —le pidió, con una sonrisa sincera fija en su rostro. Sacó de entre los pliegues de su vestido una pulsera de plata. Era sumamente fina, pareciendo casi un hilo—. Este fue el único regalo material que mi Domitor hizo. No goza de ningún encanto ni poder, pero quiero que lo tengas, porque durante todos estos años, fue mi recordatorio de que existía individuos que pensaran como yo, aunque no los conociera aún. Ya no lo necesito, pues te he encontrado —lo depositó en su mano de la misma forma que había hecho Annabeth, cerrándosela con las suyas con la delicada joya en su interior.
—Y tú, querida Annabeth, no dejes de salir cada jueves por las tardes, no dejes de disfrutar las tartas y las tazas de té, no dejes de sonreír y hacerle sentir a aquellos que te necesitan que tienes todo el tiempo del mundo para ellos a pesar de que cientos de problemas ocupan tu mente segundo a segundo. Si en algún momento te sorprendes dejando de hacer todo lo que te hacer ser quien eres, procura poner un fin a cualquiera sea la causa. Recuerda que a veces los peligros no son sólo los evidentes a simple vista. Hay venenos que matan en lo que dura un parpadeo, pero también existen en abundancia los que traen una muerte lenta y segura —la inglesa vivía preocupada por el bienestar de aquellos que estaban bajo su protección, de aquellos que acudían bajo su ala para ser acogidos, que era demasiado fácil que olvidara su propia seguridad—. Prométeme que no descuidarás tu felicidad —le pidió, con una sonrisa sincera fija en su rostro. Sacó de entre los pliegues de su vestido una pulsera de plata. Era sumamente fina, pareciendo casi un hilo—. Este fue el único regalo material que mi Domitor hizo. No goza de ningún encanto ni poder, pero quiero que lo tengas, porque durante todos estos años, fue mi recordatorio de que existía individuos que pensaran como yo, aunque no los conociera aún. Ya no lo necesito, pues te he encontrado —lo depositó en su mano de la misma forma que había hecho Annabeth, cerrándosela con las suyas con la delicada joya en su interior.
Amane Fay- Esclavo de Sangre/Clase Alta
- Mensajes : 44
Fecha de inscripción : 01/05/2018
Localización : París, Francia
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ¿Preguntas o respuestas? || Annabeth
Hay ocasiones en que los humanos piensan que lo tienen todo controlado, incluso puedo caer en la misma arrogancia la mayor parte de las veces en que acuden a mi mansión para solicitar ayuda. Pensaría que el problema está en que cuando las cosas se salen de control es por alguna variable no contemplada. Algo que se escapó de la comprensión y del análisis para crecer de forma exponenciada hasta crear un enorme agujero en el pecho de quien le plantó cara. ¿De verdad es eso? Cuando elaboro un plan, tiendo a compartirlo con alguien mayor para que me dé su punto de vista, sin pensar siquiera que soy todopoderosa y sabelotodo evitando así daños innecesarios. ¿Qué sucede cuando alguien dice "sí" y el otro dice "no"? Y más cuando ni siquiera es un plan, al contrario es una elección. Ahí entran a la mezcla los sentimientos y las creencias de lo que puedo hacer y lo que no.
Cuando le dejas todo a tu mente, haciendo a un lado tus sentimientos, tienes un problema mayúsculo. Cuando es al contrario, es peor. ¿Entiendes acaso Amane la magnitud de lo que estás eligiendo? Con el carácter de tu marido y sus creencias, te estás metiendo en una camisa de fuerza con picos dentro que te van a perforar cuando menos lo esperes. Y aún así dices que estás lista para morir o fingir tu muerte. Lo segundo es fácil de hacer, dentro de los estándares de Phoenix. Alguien puede ayudar a la empresa. Lo primero, estás insinuando transformarte en vampiro, casi puedo palpar esa locura. Y sí, lo es. Una gran locura cuando de ti depende un bebé de dos añitos. Demasiado pequeño para poder comprender por qué su madre evita la luz del día, por qué está solo en las jornadas diurnas por más que te empeñes en permanecer a su lado en casa porque estarás impedida a salir a la calle y es un niño, querrá jugar en el pasto, con el sol tocándolo.
Podría emitir una sonora exhalación frustrada por todo ésto. Más te miro, te escucho, tomo todas tus opciones, las barajeo, las acomodo en mi escritorio mental, en mi pizarra imaginaria y entiendo todo, mi mente lo entiende. Mis sentimientos, al contrario, saben que estás optando por una elección equivocada. Hacer que mires mi espejo pareciera tampoco funcionar, tan decidida estás. ¿Será en realidad tu mente queriendo ser más fuerte y darme lo que Phoenix necesita o quizá es, muy en lo profundo, tu cuerpo ansiando la vitae? Ese monstruo de la adicción no se elimina del cuerpo, sólo duerme en la mayoría de los casos esperando un momento para emerger, para devorar tu conciencia creando una bestia irracional en donde los impulsos priman. ¿Estás viéndolo con frialdad o sólo es tu mente embotada por el cuerpo que te impulsa a encontrar todas las variables que a tu psique convencen de que es un buen paso?
Me siento derrotada. Hay momentos como éste donde ni siquiera puedo dar un buen argumento sin miedo a desatar una tormenta avasalladora que lo destruya todo. Eres una buena persona, lo puedo ver en tus pupilas, en tu alma. Los ojos son el reflejo del alma, es lo que dicen y como tal, lo interpreto y valoro. Hacer cambiar de parecer a las personas es la empresa más difícil de hacer en mi posición de líder. Ordenar es en cambio, la opción que debería tomar y pedir. No, exigirte dejar esas tontunadas para un momento en que tu hijo esté más fuerte. De momento, tendré tiempo para pensar qué hacer. Que te entrevistes con la griega me dará oportunidad para pensar y de paso, que ella te observe con sus dones sobrenaturales para ver qué está pasando en esa cabecita tuya y distinguir si en realidad eres merecedora de la maldición o por el contrario, como creo, sólo es el deseo bestial de estar de nuevo encadenada a la sangre.
Te despides, es lo último que conversaremos antes de que esta oscura maquinaria empiece a funcionar, porque no la detendré. Me aconsejas salir los jueves, por lo que sonrío recordando el por quién lo hago. Por un joven mercader de pieles que empieza a ocupar un lugar importante en mi vida y quisiera que él pudiera comprender todas las connotaciones de mi alter ego para conversar de ésto y que me dé su opinión. Es bastante crítico y analítico. Eso me gusta, más es mi propio miedo que me impide abrir la boca y descubrir la verdad oculta tras mis ocupaciones diarias, mi constante cansancio y de paso, mis preocupaciones que se disipan con la mirada azul-verdácea de sus ojos. Asiento con la cabeza, tomo la pulsera que me entregas con una curiosidad al tiempo que te observo cerrando la mano. Los ojos se me llenan de lágrimas al pensar que es tan poco lo que hemos compartido y sin embargo, creamos un lazo irrompible. Confías tanto en mí que no puedo quedarme callada.
Y te lo digo, sin tapujos, sin restricciones - si tanto crees en mi palabra, piensa que quizá es tu propio organismo necesitando la vitae lo que te está dando todas las respuestas que tu psique considera correctas para volver a encadenarte a la sangre. No necesito a una esclava para ayudarme, necesito a una persona libre. Y cuando vuelvas a beber la vitae, tendrás todo, menos libertad. Estarás atada por y para siempre a esa líquido sanguinolento. Piensa entonces como yo lo hago, que quizá es tu bestia queriendo consumir más ese poder oculto, oscuro y maldito. Piensa como yo, que en lugar de dar libertad, te esclavizará. Si tanto quieres volver a ingerirla, entiende que para mí me es inútil tener a una ghoul, porque así se llama en la vieja jerga de los vampiros. Un ghoul es un sirviente de un vampiro, no una aliada en mi empresa. Yo no soy vampiro, necesito a una igual, a una humana a mi lado. Necesito entonces, alguien que como yo, pueda ver los peligros de la noche, no que se ate a uno. Si tu excusa para beber sangre es ayudarme, te quito el hierro de la cabeza. No necesito a una ghoul. Necesito a la Amane que tengo hoy, la que conocí antes. Esa es la que necesito, lo demás no me interesa. Si tanto quieres ser fuerte, ¿Por qué te entrenas como Hechicera? Podríamos hacerlo juntas porque eso sí me llama la atención - lo he dicho. He sentenciado tu propia convicción haciéndola quizá, añicos. Más es la mujer la que buscas, la que te he ofrecido sin restricciones. Es la Annabeth que cuida a los suyos y como tal, no quiero perderte. Ni a manos de tu esposo, ni por la vitae. Así soy de egoísta, así soy de tajante.
Cuando le dejas todo a tu mente, haciendo a un lado tus sentimientos, tienes un problema mayúsculo. Cuando es al contrario, es peor. ¿Entiendes acaso Amane la magnitud de lo que estás eligiendo? Con el carácter de tu marido y sus creencias, te estás metiendo en una camisa de fuerza con picos dentro que te van a perforar cuando menos lo esperes. Y aún así dices que estás lista para morir o fingir tu muerte. Lo segundo es fácil de hacer, dentro de los estándares de Phoenix. Alguien puede ayudar a la empresa. Lo primero, estás insinuando transformarte en vampiro, casi puedo palpar esa locura. Y sí, lo es. Una gran locura cuando de ti depende un bebé de dos añitos. Demasiado pequeño para poder comprender por qué su madre evita la luz del día, por qué está solo en las jornadas diurnas por más que te empeñes en permanecer a su lado en casa porque estarás impedida a salir a la calle y es un niño, querrá jugar en el pasto, con el sol tocándolo.
Podría emitir una sonora exhalación frustrada por todo ésto. Más te miro, te escucho, tomo todas tus opciones, las barajeo, las acomodo en mi escritorio mental, en mi pizarra imaginaria y entiendo todo, mi mente lo entiende. Mis sentimientos, al contrario, saben que estás optando por una elección equivocada. Hacer que mires mi espejo pareciera tampoco funcionar, tan decidida estás. ¿Será en realidad tu mente queriendo ser más fuerte y darme lo que Phoenix necesita o quizá es, muy en lo profundo, tu cuerpo ansiando la vitae? Ese monstruo de la adicción no se elimina del cuerpo, sólo duerme en la mayoría de los casos esperando un momento para emerger, para devorar tu conciencia creando una bestia irracional en donde los impulsos priman. ¿Estás viéndolo con frialdad o sólo es tu mente embotada por el cuerpo que te impulsa a encontrar todas las variables que a tu psique convencen de que es un buen paso?
Me siento derrotada. Hay momentos como éste donde ni siquiera puedo dar un buen argumento sin miedo a desatar una tormenta avasalladora que lo destruya todo. Eres una buena persona, lo puedo ver en tus pupilas, en tu alma. Los ojos son el reflejo del alma, es lo que dicen y como tal, lo interpreto y valoro. Hacer cambiar de parecer a las personas es la empresa más difícil de hacer en mi posición de líder. Ordenar es en cambio, la opción que debería tomar y pedir. No, exigirte dejar esas tontunadas para un momento en que tu hijo esté más fuerte. De momento, tendré tiempo para pensar qué hacer. Que te entrevistes con la griega me dará oportunidad para pensar y de paso, que ella te observe con sus dones sobrenaturales para ver qué está pasando en esa cabecita tuya y distinguir si en realidad eres merecedora de la maldición o por el contrario, como creo, sólo es el deseo bestial de estar de nuevo encadenada a la sangre.
Te despides, es lo último que conversaremos antes de que esta oscura maquinaria empiece a funcionar, porque no la detendré. Me aconsejas salir los jueves, por lo que sonrío recordando el por quién lo hago. Por un joven mercader de pieles que empieza a ocupar un lugar importante en mi vida y quisiera que él pudiera comprender todas las connotaciones de mi alter ego para conversar de ésto y que me dé su opinión. Es bastante crítico y analítico. Eso me gusta, más es mi propio miedo que me impide abrir la boca y descubrir la verdad oculta tras mis ocupaciones diarias, mi constante cansancio y de paso, mis preocupaciones que se disipan con la mirada azul-verdácea de sus ojos. Asiento con la cabeza, tomo la pulsera que me entregas con una curiosidad al tiempo que te observo cerrando la mano. Los ojos se me llenan de lágrimas al pensar que es tan poco lo que hemos compartido y sin embargo, creamos un lazo irrompible. Confías tanto en mí que no puedo quedarme callada.
Y te lo digo, sin tapujos, sin restricciones - si tanto crees en mi palabra, piensa que quizá es tu propio organismo necesitando la vitae lo que te está dando todas las respuestas que tu psique considera correctas para volver a encadenarte a la sangre. No necesito a una esclava para ayudarme, necesito a una persona libre. Y cuando vuelvas a beber la vitae, tendrás todo, menos libertad. Estarás atada por y para siempre a esa líquido sanguinolento. Piensa entonces como yo lo hago, que quizá es tu bestia queriendo consumir más ese poder oculto, oscuro y maldito. Piensa como yo, que en lugar de dar libertad, te esclavizará. Si tanto quieres volver a ingerirla, entiende que para mí me es inútil tener a una ghoul, porque así se llama en la vieja jerga de los vampiros. Un ghoul es un sirviente de un vampiro, no una aliada en mi empresa. Yo no soy vampiro, necesito a una igual, a una humana a mi lado. Necesito entonces, alguien que como yo, pueda ver los peligros de la noche, no que se ate a uno. Si tu excusa para beber sangre es ayudarme, te quito el hierro de la cabeza. No necesito a una ghoul. Necesito a la Amane que tengo hoy, la que conocí antes. Esa es la que necesito, lo demás no me interesa. Si tanto quieres ser fuerte, ¿Por qué te entrenas como Hechicera? Podríamos hacerlo juntas porque eso sí me llama la atención - lo he dicho. He sentenciado tu propia convicción haciéndola quizá, añicos. Más es la mujer la que buscas, la que te he ofrecido sin restricciones. Es la Annabeth que cuida a los suyos y como tal, no quiero perderte. Ni a manos de tu esposo, ni por la vitae. Así soy de egoísta, así soy de tajante.
Annabeth De Louise- Humano Clase Alta
- Mensajes : 346
Fecha de inscripción : 13/04/2018
Localización : En medio de sus brazos, bajo sus colmillos.
Re: ¿Preguntas o respuestas? || Annabeth
Entonces vino la reacción que Amane había anticipado. Como un balde de agua fría cayó sobre la cazadora lo que veía como el último recurso de la líder de Phoenix para detener esto. La escuchó sin mover un músculo y sin quitarle los ojos de encima. Cuando terminó, Amane Fay se quedó en silencio durante unos segundos. Una sonrisa, fue su primera respuesta. Era una sonrisa discreta, que apenas invitaba a sus líneas de expresión, una sonrisa resignada, que vino con una ligera exhalación por su nariz. Era extraño, que finalmente le hubiese dicho todo aquello que temía oír, pero sentir alivio de haberlo escuchado. Sabía que ahora al menos, Annabeth no se quedaba con nada adentro. La sinceridad era uno de los pilares más fundamentales para una alianza duradera. No podía sentirse herida por que Annabeth pusiera en duda sus verdaderas intenciones, era entendida en la verdadera naturaleza de los vampiros, y sería engañarse creer que ella estaba exenta de poder caer en la adicción a la sangre. Sólo el tiempo podría probar que sus intenciones eran verdaderas. Sólo el tiempo podría fortalecer la confianza, para demostrar con hechos lo que hoy había planteado con palabras—. Si ése fuera mi anhelo, habría recurrido a cualquier vampiro para conseguir su sangre —argumentó. Su tono era tranquilo, procurando no sonar a la defensiva—. Si yo estuviera presa del veneno en mi mente, no habría dejado pasar tantos años para beber la vitae. No habría acudido a una desconocida, teniendo mis propios recursos sin dejar testigos de mis actos. Y lo más importante, Annabeth —su delicada sonrisa volvió a marcarse en su rostro—, si tú misma no supieras todo esto, no me estarías respaldando —porque racionalmente, era evidente que su aliada también veía los beneficios que esto traería. Era su lado sentimental que hacía vista gorda a todas las ventajas, y prefería contar con Amane en su calidad humana, para así no tener que temer por ella.
—Entenderé perfectamente si te rehúsas a tomar parte en esto —añadió, aunque al decirlo bajó la vista—. Estoy consciente de todo lo que conlleva y no tengo intención alguna de que llegues a sentir culpa por haberme brindado tu apoyo. No volveré a referirme al tema como si esta conversación no hubiera existido, y buscaré por mi propia cuenta. Sin embargo, mis servicios estarán a tu disposición, sea aprendiendo hechicería, cazando insquisidores o lo que necesites, hasta que dé mi último respiro —sería un golpe duro para Amane si Annabeth decidiera abortar la moción para colaborar con su cometido, pero no podía poner ese peso sobre sus hombros tras haberla oído y haber visto cuánto le afectaba realmente su decisión—. Si soy lo que necesitas hoy, entonces vuelvo a decirte lo que te dije la última vez: pónme a prueba —juntó sus manos detrás de sí, como solía hacer cuando se encontraba pensativa caminando sin afán—. Si tras volver a ser esclava de sangre, las cosas no funcionan como te he prometido hoy, entonces desistiré —nuevamente Amane demandaba de su confianza, y no sabía si sería mucho pedir, pero consideraba haber dado una buena impresión como para permitírselo.
—Entenderé perfectamente si te rehúsas a tomar parte en esto —añadió, aunque al decirlo bajó la vista—. Estoy consciente de todo lo que conlleva y no tengo intención alguna de que llegues a sentir culpa por haberme brindado tu apoyo. No volveré a referirme al tema como si esta conversación no hubiera existido, y buscaré por mi propia cuenta. Sin embargo, mis servicios estarán a tu disposición, sea aprendiendo hechicería, cazando insquisidores o lo que necesites, hasta que dé mi último respiro —sería un golpe duro para Amane si Annabeth decidiera abortar la moción para colaborar con su cometido, pero no podía poner ese peso sobre sus hombros tras haberla oído y haber visto cuánto le afectaba realmente su decisión—. Si soy lo que necesitas hoy, entonces vuelvo a decirte lo que te dije la última vez: pónme a prueba —juntó sus manos detrás de sí, como solía hacer cuando se encontraba pensativa caminando sin afán—. Si tras volver a ser esclava de sangre, las cosas no funcionan como te he prometido hoy, entonces desistiré —nuevamente Amane demandaba de su confianza, y no sabía si sería mucho pedir, pero consideraba haber dado una buena impresión como para permitírselo.
Amane Fay- Esclavo de Sangre/Clase Alta
- Mensajes : 44
Fecha de inscripción : 01/05/2018
Localización : París, Francia
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ¿Preguntas o respuestas? || Annabeth
Ya está, lo dije. La confianza y la sinceridad son fundamentales para crear lazos firmes y fuertes. Si me callara ésto que pienso, estaríamos en un problema mayúsculo cuando nos explote la bomba. A ti, con tu marido intentando arrebatarte a tu pequeño. A mí, porque en ese momento puede que carezca de la fuerza para sacarte con la rapidez que necesites. Sea entonces que tras todo lo que he pronunciado, estás consciente de lo que pienso, siento y creo. Es eso, una creencia, no una conclusión firme, explorada y definitiva. Tus respuestas hacen que mi cabeza se mueva de arriba a abajo de forma continua en un "sí" silencioso porque es cierto, entre tantas cacerías, la vitae abunda. - Touché, tienes razón, Amane. Sólo expreso en voz alta mis miedos, mis propias dudas, lo que para mí es preocupante y me llena de dudas - confieso en tanto te doy la razón.
Si lo tienes ya todo calculado, si es tu mente la que vio todos los recovecos, sólo me queda apoyarte. Ayudar a que todo salga bien, a que tengas un domitor lo más franco y generoso para que puedas crecer en tus propósitos. - Te equivocas, si bien tengo mis incertidumbres respecto a tus métodos, si te dije que te ayudo, lo haré hasta las últimas consecuencias. Porque así como tú quieres a un Domitor en quien confiar, yo quiero a la Amane en quien confío - mi voz suena muy firme y determinada. Que las dudas sobre mi apoyo se esfumen es mi objetivo ahora. Pediste mi auxilio, te lo daré a manos llenas. Sin tapujos ni restricciones. Así soy de franca, abierta y generosa. - Así que no me salgas con tontunadas de que el tema será un tabú entre nosotras porque te equivocas. Si estás decidida, te respaldaré. No hay dudas ni temores si estás dispuesta a ello, si lo has meditado bien y tu respuesta es muy válida, Amane. Tienes toda la razón, has tenido vitae de sobra para volver a los viejos hábitos, así que contactaré con la espartana, ya mandé la misiva para el bibliotecario. Estamos en la misma línea, en cuanto tenga respuesta, te mandaré a mis criadas para que te informen - le quito importancia a su solicitud de ponerla a prueba.
Para mi criterio, lo que hizo la cazadora con sus argumentos es más que válido - ponerte a prueba es una tontería, Amane. Yo te respaldo, ten por seguro que buscaremos la mejor opción, sólo recuerda que una vez probando la vitae de nuevo, tendrás que ser más cuidadosa que nunca. El regalo que te di es indispensable - advierto con tono formal y serio. Después de eso, muevo la cabeza de derecha a izquierda quitando el hierro al asunto para abrazarte con fuerza - sólo son miedos, eso no quita que si te ofrecí la mano, te la agarraré y te sostendré con todas mis fuerzas y si no puedo, si me falta algo de vigor, sé que me ayudarán para evitar que caigas, sólo ten cuidado ¿Si? - te pido alejándote de mi cuerpo para mirarte el rostro sonriendo con dulzura.
Y si te digo que tendré fuerzas, es porque las sacaré de flaqueza. Y si te prometo que para evitar tu caída tendré que sujetarme de alguien más, no faltarán las manos para sostenernos a ambas. Por eso existe Phoenix, por eso somos una gran comunidad. - Ahora ve a casa, déjame ésto. Dame unos quince días para contactar a ambos, que desgraciadamente todavía no existe la teletransportación - hago una mueca encogiéndome de hombros, mi colmillito atrapa mi labio inferior porque si por mí fuera, ambos vástagos estarían en las puertas de Phoenix esta misma noche.
Si lo tienes ya todo calculado, si es tu mente la que vio todos los recovecos, sólo me queda apoyarte. Ayudar a que todo salga bien, a que tengas un domitor lo más franco y generoso para que puedas crecer en tus propósitos. - Te equivocas, si bien tengo mis incertidumbres respecto a tus métodos, si te dije que te ayudo, lo haré hasta las últimas consecuencias. Porque así como tú quieres a un Domitor en quien confiar, yo quiero a la Amane en quien confío - mi voz suena muy firme y determinada. Que las dudas sobre mi apoyo se esfumen es mi objetivo ahora. Pediste mi auxilio, te lo daré a manos llenas. Sin tapujos ni restricciones. Así soy de franca, abierta y generosa. - Así que no me salgas con tontunadas de que el tema será un tabú entre nosotras porque te equivocas. Si estás decidida, te respaldaré. No hay dudas ni temores si estás dispuesta a ello, si lo has meditado bien y tu respuesta es muy válida, Amane. Tienes toda la razón, has tenido vitae de sobra para volver a los viejos hábitos, así que contactaré con la espartana, ya mandé la misiva para el bibliotecario. Estamos en la misma línea, en cuanto tenga respuesta, te mandaré a mis criadas para que te informen - le quito importancia a su solicitud de ponerla a prueba.
Para mi criterio, lo que hizo la cazadora con sus argumentos es más que válido - ponerte a prueba es una tontería, Amane. Yo te respaldo, ten por seguro que buscaremos la mejor opción, sólo recuerda que una vez probando la vitae de nuevo, tendrás que ser más cuidadosa que nunca. El regalo que te di es indispensable - advierto con tono formal y serio. Después de eso, muevo la cabeza de derecha a izquierda quitando el hierro al asunto para abrazarte con fuerza - sólo son miedos, eso no quita que si te ofrecí la mano, te la agarraré y te sostendré con todas mis fuerzas y si no puedo, si me falta algo de vigor, sé que me ayudarán para evitar que caigas, sólo ten cuidado ¿Si? - te pido alejándote de mi cuerpo para mirarte el rostro sonriendo con dulzura.
Y si te digo que tendré fuerzas, es porque las sacaré de flaqueza. Y si te prometo que para evitar tu caída tendré que sujetarme de alguien más, no faltarán las manos para sostenernos a ambas. Por eso existe Phoenix, por eso somos una gran comunidad. - Ahora ve a casa, déjame ésto. Dame unos quince días para contactar a ambos, que desgraciadamente todavía no existe la teletransportación - hago una mueca encogiéndome de hombros, mi colmillito atrapa mi labio inferior porque si por mí fuera, ambos vástagos estarían en las puertas de Phoenix esta misma noche.
Annabeth De Louise- Humano Clase Alta
- Mensajes : 346
Fecha de inscripción : 13/04/2018
Localización : En medio de sus brazos, bajo sus colmillos.
Re: ¿Preguntas o respuestas? || Annabeth
Annabeth reafirmó que la ayudaría, y Amane soltó un suspiro de alivio por lo bajo. Asintió varias veces conforme la escuchaba—. Estaré atenta —respondió. Palpó con su diestra la joya que Annabeth le había regalado y había guardado en un bolsillo mientras le hacía ver lo valiosa que era—. Lo tendré, pierde cuidado —aseguró casi por inercia, sobraba decirlo pero si Annabeth le pedía que lo tuviera, estaba segura de que no le venía mal tener aún mayor reafirmación. Esperar quince días le sonó a una eternidad, sin embargo no externalizó su mortificación; no correspondía poner más presión aún sobre los hombros de la inglesa. Además, su lado racional entendía perfectamente que el plazo era corto si se consideraba que la vampiresa era difícil de encontrar. Algo le indicaba que ella era una pieza más fundamental que el otro candidato, pues estaba claro que dar con su paradero era cuestión de horas, pero había solicitado tener entrevista con ambos. Seguía aferrándose internamente a la idea de que esta vez su Domitor fuese masculino—. Muy bien —respondió asintiendo, mostrándose conforme. Empezó a iniciar su retirada ante la señal, cuando repentinamente se detuvo, se giró de vuelta hacia Annabeth y dio pasos hasta ella.
El abrazo fue cálido, inclinando su torso hacia ella para que la crinolina de su vestido no le impidiera alcanzarla con la cercanía que ambos atuendos les permitieran. Las muestras de afecto eran ajenas a su vida a estas alturas, y tampoco los ingleses gozaban de reputación por ser afectuosos, pero le había parecido que expresaría mucho más que la retórica, y al fin y al cabo el dúo rompía con más de un sólo esquema—. Gracias —lo dijo en un susurro. Cuando se separó de ella, le regaló una sonrisa y sus ojos brillaban, mostrando que no era un simple gesto de cortesía. Le debía más de lo que podía decir o retribuir—. Nos vemos —se despidió, para ahora sí retirarse del salón y encontrar su camino hasta la puerta, donde un sirviente esperaba para abrírsela. Amane se dispuso a regresar a la mansión Fay, donde bastaba con sólo poner un pie para sentir que todo lo acontecido entonces había sido un sueño.
El abrazo fue cálido, inclinando su torso hacia ella para que la crinolina de su vestido no le impidiera alcanzarla con la cercanía que ambos atuendos les permitieran. Las muestras de afecto eran ajenas a su vida a estas alturas, y tampoco los ingleses gozaban de reputación por ser afectuosos, pero le había parecido que expresaría mucho más que la retórica, y al fin y al cabo el dúo rompía con más de un sólo esquema—. Gracias —lo dijo en un susurro. Cuando se separó de ella, le regaló una sonrisa y sus ojos brillaban, mostrando que no era un simple gesto de cortesía. Le debía más de lo que podía decir o retribuir—. Nos vemos —se despidió, para ahora sí retirarse del salón y encontrar su camino hasta la puerta, donde un sirviente esperaba para abrírsela. Amane se dispuso a regresar a la mansión Fay, donde bastaba con sólo poner un pie para sentir que todo lo acontecido entonces había sido un sueño.
Amane Fay- Esclavo de Sangre/Clase Alta
- Mensajes : 44
Fecha de inscripción : 01/05/2018
Localización : París, Francia
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ¿Preguntas o respuestas? || Annabeth
Todo queda en buen término. Sé que será difícil ayudarla a lograr su empresa, no por la vitae, ese es el detalle más fácil para sorpresa de muchos porque si no es el bibliotecario, sé que la espartana lo hará sin dudar un ápice. Es tan aguerrida que me sorprende mucho cuánto me ayuda y cuán dispuesta está a muchas de mis peticiones. La última vez que supe de ella, estaba en Londres. Ahora me pregunto por dónde estará metida. Tendré que utilizar algunos de los hechizos que me dejaron para ubicar su presencia y después de ello, enviar la misiva. Ésto se sale de control como me mantenga quieta. Asiento cuando se despide sintiendo que hay un hueco en mi estómago cuando veo que me da la espalda, quisiera darle de mi sangre más sé que será inútil. Soy una santa humana. Buscaría entre tantos frascos lo que necesita, más sé que ella también requiere de alguien que la guíe.
Ambos son buenas opciones, me inclino más por la espartana porque es mujer y por el hecho de que no abusa de su poder, todo lo contrario. Es tan raro ver a una vampiresa con esas formas que me intriga mucho cuánta ayuda puede darme sin pedir nada a cambio. En el instante en que me siento más acongojada, ella voltea como si quisiera decirme algo más lo que forma en mi rictus un mohín de curiosidad. Esta vez se acerca hasta que invade mi espacio personal para darme un abrazo. Desconozco quién está conteniendo a quién porque correspondo dicho gesto con emoción y mucho sentimiento. Tanto como ella me está intentando apretar por más que nuestras enaguas se opongan a un contacto total. Acaricio su espalda dando el confort que necesita y que sé que será su base para continuar. Esa forma en que nos entrelazamos habla de que vamos por buen camino en esta amistad que defenderé a capa y espada.
Cuando nos separamos y puedo ver sus ojos brillantes, siento que voy a llorar. Más aprieto todos mis dientes para que ninguna lágrima resbale porque bonita me voy a ver intentando darle ánimos en tanto me derrumbo. Ya tendré tiempo para ello. Sonrío trémula asintiendo con la cabeza con su agradecimiento y su despedida porque si hablo, voy a hacer lo que estoy evitando. Mis pulmones se llenan del aire que aspiro y aspiro hasta que desaparece de mi vista, entonces lo suelto con un resoplido al tiempo que se me llenan justo los ojos de lágrimas que atrapo con mi pañuelo. - Espero y confío que todo nos salga bien, Amane - susurro al vacío antes de poner manos a la obra y buscar a la espartana.
Una semana después, a tu casa llega una misiva:
"Hecho.
Mi casa para tomar el té entre mujeres para platicar de moda y nuevas tendencias. ¿Te parece mañana a las 17:00 hora del té?
¡Tendrás que traer un postre!
Yo pongo el resto.
Tu amiga, A"
Listo, entenderás bien a lo que me refiero con "té entre mujeres". Así entonces, comprenderás que la espartana es la primera con la que te entrevistarás. Lo de las tendencias es sobre tu nueva elección. Está listo, querida. He logrado con rapidez lo que te prometí. Tengo a la vampiresa en casa.
Ambos son buenas opciones, me inclino más por la espartana porque es mujer y por el hecho de que no abusa de su poder, todo lo contrario. Es tan raro ver a una vampiresa con esas formas que me intriga mucho cuánta ayuda puede darme sin pedir nada a cambio. En el instante en que me siento más acongojada, ella voltea como si quisiera decirme algo más lo que forma en mi rictus un mohín de curiosidad. Esta vez se acerca hasta que invade mi espacio personal para darme un abrazo. Desconozco quién está conteniendo a quién porque correspondo dicho gesto con emoción y mucho sentimiento. Tanto como ella me está intentando apretar por más que nuestras enaguas se opongan a un contacto total. Acaricio su espalda dando el confort que necesita y que sé que será su base para continuar. Esa forma en que nos entrelazamos habla de que vamos por buen camino en esta amistad que defenderé a capa y espada.
Cuando nos separamos y puedo ver sus ojos brillantes, siento que voy a llorar. Más aprieto todos mis dientes para que ninguna lágrima resbale porque bonita me voy a ver intentando darle ánimos en tanto me derrumbo. Ya tendré tiempo para ello. Sonrío trémula asintiendo con la cabeza con su agradecimiento y su despedida porque si hablo, voy a hacer lo que estoy evitando. Mis pulmones se llenan del aire que aspiro y aspiro hasta que desaparece de mi vista, entonces lo suelto con un resoplido al tiempo que se me llenan justo los ojos de lágrimas que atrapo con mi pañuelo. - Espero y confío que todo nos salga bien, Amane - susurro al vacío antes de poner manos a la obra y buscar a la espartana.
Una semana después, a tu casa llega una misiva:
"Hecho.
Mi casa para tomar el té entre mujeres para platicar de moda y nuevas tendencias. ¿Te parece mañana a las 17:00 hora del té?
¡Tendrás que traer un postre!
Yo pongo el resto.
Tu amiga, A"
Listo, entenderás bien a lo que me refiero con "té entre mujeres". Así entonces, comprenderás que la espartana es la primera con la que te entrevistarás. Lo de las tendencias es sobre tu nueva elección. Está listo, querida. He logrado con rapidez lo que te prometí. Tengo a la vampiresa en casa.
TEMA FINALIZADO
Annabeth De Louise- Humano Clase Alta
- Mensajes : 346
Fecha de inscripción : 13/04/2018
Localización : En medio de sus brazos, bajo sus colmillos.
Página 2 de 2. • 1, 2
Temas similares
» Preguntas sin respuestas [Privado]
» || Preguntas y Respuestas || Flora Levallois
» no procures conocer las preguntas, procura conocer las respuestas... [Pietro]
» Annabeth's Gallery
» The calm before the storm | Annabeth De Louise
» || Preguntas y Respuestas || Flora Levallois
» no procures conocer las preguntas, procura conocer las respuestas... [Pietro]
» Annabeth's Gallery
» The calm before the storm | Annabeth De Louise
Página 2 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour