Misión: Rescate // Privado - Brynhild

por **Hlokk** Vie Jun 01, 2018 3:32 am

Recuerdo del primer mensaje :

Hacía ya tiempo que no veía a Brynhild, una de las valquirias con la que, más o menos, tenía bastante buena relación. Ésta se había ganado cierta fama, además de por sus gestas, por ser especialista en sacar a Odín de sus casillas. El dios supremo no era, precisamente, un remanso de paciencia eterna y su carácter fuerte era lo que le mantenía en el trono con el paso de los milenios. Algo le decía que las cosas no habían ido bien, así que pidió audiencia con Freya, su reina, para ver si averiguaba lo que le había ocurrido a su amiga. La reunión tendría lugar en el salón principal de Vingólf, el palacio en el que residían.

Las puertas se abrieron cediéndole el paso y a varios metros del trono y de los pies de los escalones en los que reposaba el gran Fenrir, Hlökk hincó una rodilla en el suelo e hizo una reverencia. -Mi reina.- Aguardó con la cabeza gacha y la mirada fija en el suelo hasta que la contraria la instó a explicar el motivo por el que se encontraba en su presencia. -Quisiera saber, mi señora, cuál es el paradero de Brynhild. Hace meses que no la veo, y aunque no éramos las más cercanas, me preocupa que le haya sucedido algo.- La diosa le dio un trago a su jarra de hidromiel antes de alzarse y descender los peldaños hasta situarse junto a su guerrera. Posó una mano sobre su hombro y le indicó que la siguiera. La morena se alzó inmediatamente y siguió los pasos de Freya hacia donde ésta quisiera.

Se detuvieron en el Bifröst, donde la deidad hizo llamar a Heimdall. Le susurró algunas cosas al oído a este y pronto sus ojos se pusieron grises como dos cielos en plena tormenta. El guardián del puente le dio varias indicaciones a la reina de las valquirias y se retiró, dejándoles intimidad a ambas. -Odín la desterró hace tiempo, pero sé que es fuerte y no necesita de mi constante vigilancia para salir adelante, así que le dejé demostrar, por su cuenta, que podía apañárselas como mortal.- Los ojos de Hlökk se abrieron con sorpresa, mas se mordió el labio, no queriendo interrumpir, y menos aún ofender, a Valfreyja. -Pero ya sabes cómo es el rey de los dioses, intransigente y difícil de complacer. Brynhild lo está haciendo bien allí abajo, pero no es suficiente, con eso Odín no le permitirá regresar al Valhalla.- La rubia hizo una pausa, seguramente para dar más dramatismo a la situación que, de por sí, ya era bastante preocupante desde el punto de vista de una valquiria. -De momento ve a buscarla, reúnete con ella y contactadme, ya que ella, como humana, ahora no puede hacerlo sin ayuda. Yo buscaré un modo de regresarla aquí arriba.- Y como si su palabra fuera ley, que en parte así era, con un gesto de cabeza, regresó Heimdall y ella se marchó sin dedicar más palabras a la morena. Ésta se quedó atónita, sin saber muy bien qué hacer ahora. -Hora de regresar a Midgard.- Anunció el que todo lo ve, antes de usar su espada para abrir el puente y empujar a la guerrera con cortesía. Ésta desapareció de su vista de inmediato, aterrizando en mitad de un basto campo de flores rojas y pétalos suaves, finos, casi transparentes. Estaba en un prado cubierto de amapolas, ¿pero dónde?

por **Brynhild** Mar Ago 28, 2018 9:23 am

Hlokk no destacaba por su sentido del humor, era orgullosa, incapaz de dar su brazo a torcer, así que tuve que limitarme a dejarla ir fuera bajo la tempestad para ver si así se relajaba un poco.
No encontraba el problema a abrir las piernas, muchas veces lo habíamos hecho al recibir a la carnaza fresca de los guerreros recién recogidos de Midgard, así que no entendía ahora el gran problema de poder divertirnos, siempre lo habíamos hecho.

Me tapé con las mantas de piel frente al fuego y cerré los ojos, la noche precedió al día, apenas quedaban unas brasas sobre el suelo, estiré los músculos de mi cuerpo, si en algo echaba de menos lo de ser Valquiria era que el cuerpo era inmortal y el dolor llevadero, nimio era pasar la noche al raso o sobre piedras no cubiertas de lechos de paja, por contra la humanidad te convertía en un ser distinto, no diría que débil porque pese a que no poseían nuestro don luchaban con arrojo, al menos muchos de los que hasta hoy había conocido.

El dios tuerto tenía una parte de razón, este viaje me ayudaría a encontrarme, a comprender a los guerreros que recogía de la muerte, ver todo con otra perspectiva.
Ladeé la cabeza mirando a mi compañera que con un humor de perros llegaba en ese momento.
-¿que tal la noche bajo la cúpula de estrellas? -pregunté divertido -hubiera salido a hacerte compañía pero ya sabes -apunté señalándome a mi misma con las manos -este cuerpo mortal siente frio y no quiero que también tengas que limpiarme los mocos, basta con que te hayan enviado a cuidarme, vigilarme.

Desayunamos, Hlokk estaba silenciosa, no se que estaba esperando exactamente ¿unas disculpas? pero mi viaje no había terminado, tan solo empezaba.
-Atravesaremos el paso de Holmont, no se exactamente cual es nuestra misión, pero de momento la mía es mantenerme en movimiento Randulf quiere casarse conmigo -dije riendo mientras me encogía de hombros.

por **Hlokk** Sáb Sep 15, 2018 7:38 am

La noche fue breve, todo lo era cuando tu vida se suponía “eterna”. Además, el tiempo transcurría de manera diferente para los Midgardianos y aquellos elegidos como originarios de Asgard. Ni siquiera se molestó en dormir realmente, tan sólo se quedó allí tumbada con una piel sobre las piernas y las manos entrelazadas a la altura del vientre. Dejó que las estrelleras se movieran ínfimamente en el firmamento bajo su despreocupada mirada.

El sol salió y con él vino Brynhild a, teóricamente, despertarla. -Los mortales son efímeros.- Aseguró la valquiria mientras se quedaba sentada y, justo después y de un simple salto, se levantaba y quedaba en pie. Agarró aquello que le había servido de manta y se lo cargó al hombro mientras regresaba al interior de la gruta con su compañera. Allí comieron algo. -Nadie me ha mandado a vigilarte, deja de creerte tan importante.- Respondió Hlokk ante el comentario ajeno, tras tragar un trozo de carne seca que había estado masticando durante largos segundos.

Rodó los ojos cuando dijo lo del tal Randulf queriendo casarse con ella y la observó de pies a cabeza. -¿No hay cosas mejores en la Tierra?- Seguía molesta por la charla que habían mantenido al anochecer y no se molestaba en ocultar que su orgullo había sido herido. La cazadora era una mujer dura, pero tenía un par de debilidades muy pequeñas que, tocadas en la medida justa, hacían que saltara como una liebre al primer crujir de una rama.

Se levantó, sacudiéndose la parte trasera de los pantalones y clavó sus dos zafiros en la castaña. -No debemos entretenernos. Freya nos contactará pronto, pero debemos seguir vivas o, mejor dicho, debes seguir tú con vida, para que mi viaje haya merecido en algo la pena. Si te buscan como dices, debemos partir de inmediato.- Brynhild sabía que en su condición de mortal no tenía vínculo alguno con la reina de las valquirias, si de verdad quería regresar al templo de Vingólf, debía permanecer junto a la morena, pues ella era el único nexo que le quedaba con el mundo al otro lado del Bifrost.

por **Brynhild** Lun Sep 17, 2018 6:06 am

La valquiria era orgullosa, eso era algo que sabía desde antaño, mas ahora, con mis ojos humanos y efímeros como ella misma me había dicho veía mas en ella, orgullo, mis palabras la habían herido ¿mas por que? Enarqué una ceja observándola recoger, su comentario sobre si había o no algo mejor sobre la faz de Midgard trató de ser una ofensa, una que me sacó una sonrisa y una mueca divertida antes de encogerme de hombros.
-pues, supongo que si porque Brökk anda colgado de una oráculo, teniendo en cuenta que no puede fornicar con ella, debe ser infinitamente mejor que yo.
Mi comentario la sorprendió, vi como alzaba sus ojos claros buscando respuestas.
-Brökk me salvo de Randulf, es un buen chico, hijo de Ulf, algún día lo recogeremos y lo llevaremos al Valhalla, peor no será pronto, el mensajero de Loqui tiene otro destino por el momento.

Cerré el petate caminando hacia la boca de la cueva, solo ella podía llevarme de vuelta al Valhalla, mi lugar, pero eso no quitaba que no pasara mis días llorando la desgracia de que el dios tuerto hubiera decidido castigarme a una vida en Midgard, saldría de aquí tarde o temprano porque aunque mi cuerpo era humano, yo era una guerrera y no de las que se rendían.
-¿Y donde tenemos que ir exactamente? -pregunté centrando mis ojos nuevamente en los de la amazonas.

Tomé la montura subiendo sobre ella de un salto dedicándole una sonrisa
-Creo que deberíamos regresar a Akershus, yo he perdido mis poderes, por contra tu los tienes intactos, quizás haya un modo de ponernos en contacto desde allí con los dioses, no debemos intervenir en nada de los hombres, al menos tu que eres una valquiria, mas yo por contra solo soy una humana...he escuchado rumores, Bjorn, dicen que es hijo de una de las nuestras, eso no esta permitido, es imposible que engendremos varones...creo que alguien lo busca.

Hacía un par de noches tuve un sueño, desconocía si era uno de tantos mensajes cifrados del dios tuerto, o si solo era fruto de la borrachera, fuere lo que fuere dejaría la decisión en sus manos pues solo ella había hablado con Freya

por **Hlokk** Jue Oct 04, 2018 11:45 am

Las palabras de la valquiria hicieron que los dos zafiros de Hlokk se alzaran y buscaran los pardos de su compañera. Más que la aclaración que le dio, ella quería saber por qué sacaba a colación el que ese tal Brökk sintiera algo por otra. ¿Eran eso celos? Las cejas de la morena se inclinaron, frunciéndole el ceño. -La mortalidad te ha debilitado más de lo que pretendes aparentar.- Aseguró en una contestación que su amiga no le había pedido. Pero ella era así, rara vez se mordía la lengua y si lo hacía era por evitar un mal mayor como una brutal discusión. Pero no era el caso.

-No iremos a Akershus.- Pudo ver la confusión en el rostro ajeno aún y cuando no la estaba mirando. -Como bien has dicho, no puedo interceder entre los humanos e ir a una ciudad sólo nos llevaría a eso. Más aún en una zona en guerra como esa, donde cada día mueren decenas de guerreros, cuando no son cientos o incluso miles.- A Hlokk los rumores le importaban menos que nada, era algo a lo que estaba muy habituada en Asgard, donde los dioses se pasaban el día cuchicheando y tramando unos contra otros, por mera diversión, por entretenerse un poco.

Iniciaron camino hacia el Este, esa era la única indicación que Freya le había dado a la valquiria antes de mandarla a por su compañera. La morena había sido quien pidiera audiencia y le dijera a la reina que el castigo de Odín era excesivo y que ya había sido suficiente el tiempo que Brynhild había tenido que pasar desterrada en Midgard. La rubia le había dado la razón tras meditarlo un tiempo y le había prometido buscar una solución. Ahora faltaba que contactara con ella y le ofreciera una opción, una manera de regresar a su mundo, de hacerlo juntas y con el perdón del dios tuerto, cuya testarudez era bien conocida por cualquier vikingo habido y por haber.

Caminaron un par de horas en silencio, uno que no resultaba incómodo, al menos no para Hlokk. Siempre había sido bastante callada, lo que sumado a las facciones que tenía, le otorgaban aspecto de ser excesivamente seria e, incluso, agresiva. Pero no lo era más que cualquiera de las otras valquirias, aunque no le molestaba que nadie pensara eso de ella.

Se detuvieron a descansar junto a un río para que la montura de la castaña bebiera un poco y ellas aprovecharon para rellenar los odres casi vacíos. El movimiento ondulante de las aguas pareció detenerse de repente y en el reflejo de la morena se hizo un vacío que dejó paso a la imagen de Freya. -Tengo poco tiempo, Odín sospecha algo.- Aseguró la rubia que, a pesar de ser también una diosa, no era tonta y sabía que tener al tuerto en contra no le beneficiaría en absoluto. -Debéis localizar a Odd, el último descendiente de Beowulf. Mantenedlo con vida y traedlo a Asgard. Eso os abrirá las puertas a ambas.- La imagen se desdibujó sin dar más pistas y la valquiria elevó su mirada para encontrarse con la foránea. -Ya has oído. Ahora lo que debemos averiguar es dónde encontrar a ese tal Odd.-

por **Brynhild** Lun Oct 08, 2018 12:24 pm

Hlokk estaba malhumorada, al parecer esto de ser ella la Valquiria y yo la pobre humana débil era algo que se le había subido a la cabeza.
Me eche a reír cuando aseguró no volveríamos a Akershus, una sonrisa maliciosa se pintó en mi rostro la pasar por su lado y allí me detuve con la templanza que siempre tuve.
-No seras tu la que está celosa ¿verdad? -pregunté acariciando con mis labios la ternilla de su oído.
Mis pechos se habían pegado a su brazo y las gélidas temperaturas del norte marcaban mis dos pezones que rallaron su piel antes de apartarme para subir sobre mi montura sin poder borrar aquella picara sonrisa.

Hlokk era bisexual, como muchas de las nuestras le daba a la carne y al pescado de igual manera, yo era de las pocas que jamás había probado el cuerpo femenino, no mas allá de unos besos tontos tras una noche de hidromiel y vino.
El resto del camino fue un tanto complicado, Hlokk no parecía muy dispuesta a hablar conmigo, molesta quizás por mi atrevimiento que quizás tomo a mofa mantuvimos una buena marcha hacia el este, lugar que según Hlokk era la única referencia que Freya le había dado.

Una vez no pudimos seguir con las monturas dado lo escarpado que era el camino seguimos andando hasta dar con la orilla de un rio donde Freya se apareció para darnos una nueva orden una que según ella nos haría regresar a Asgar complaciendo así al dios tuerto salvando la vida de un tal Odd.
Como llegó desapareció, así que sin pensármelo me quité la ropa para sumergirme en las elidas aguas de aquel rio.
-Vamos, ven, quitate el palo del culo y vente al gua.

La salpiqué muerta de la risa porque sinceramente no me había dado cuenta de hasta que punto las valquirias siempre fieles a nuestro trabajo habíamos olvidado como era esto de vivir la vida.
-No te matará Hlokk, solo es agua.

por **Hlokk** Lun Oct 08, 2018 3:27 pm

Brynhild siempre había sido una descarada, más por la lengua afilada y sin pelos que tenía que por los actos físicos que realizaba, por eso mismo Odín la había largado de una patada en el trasero y plantado a la rebelde valquiria en Midgard. Hlokk la admiraba, a su manera, porque como guerrera ella la superaba, pero la castaña tenía algo que a ella le faltaba: confianza y labia. Cada una tenía sus fortalezas y sus debilidades, la morena siempre había sido de las calladas y eso, aunque en principio nunca le preocupara, se había acabado convirtiendo en un pequeño talón de Aquiles para ella.

Si bien podía esperarse cualquier cosa de la ahora humana, aquel acto que rozaba la provocación lasciva la había encontrado desprevenida. La amazona de huargos era, cuanto menos, rencorosa y vengativa, así que desde el instante en que su compañera se había separado, ella ya había empezado a tramar su revancha.

Después de hablar con Freya, cuando ella dijo de seguir caminando e ir a buscar ese supuesto heredero de Beowulf, la contestación de Brynhild había sido desnudarse y lanzarse de cabeza al río, bastante profundo, nadar hacia el centro y retarla con salpicones como si no fuera más que una niña. La morena enarcó una de sus oscuras cejas, otorgándole a su gesto más que un aspecto curioso, uno pícaro. Aquello debió sorprender a la castaña porque dejó de reír de pronto. -El agua no te matará, pero tal vez lo haga ese cocodrilo de cinco metros que se te acerca por detrás.- Se encogió de hombros, obviamente tras mentir, pero era buena ocultando sus pensamientos, así que el tono fue completamente serio y eso hizo dudar a la otra valquiria que se giró para buscar a ese supuesto depredador que la acechaba.

Hlokk aprovechó ese momento para desnudarse a toda prisa, casi haciendo saltar el botón del pantalón, y se tiró al agua, buceando por el lecho del río de manera que a sus brazadas rozaba los cantos desgastados que conformaban la cama de los peces, y sólo ascendió al ver las piernas ajenas moverse sobre su cabeza. Se impulsó al flexionar las extremidades y salió con ímpetu hacia fuera, pegada a la espalda foránea y, con más descaro del que la propia Bryn había tenido con ella, le rodeó la cintura con los brazos y pegó sus pechos desnudos a sus omóplatos. Suspiró contra su cuello descubierto, porque la castaña llevaba el pelo recogido con varias trenzas entrelazadas y enroscadas. -O tal vez te mate yo.- Añadió en un perverso susurro a su oído, antes de soltarle un mordisco en la oreja.

por **Brynhild** Dom Oct 28, 2018 11:24 am

Cuando la valquiria miró hacia atrás de mi con esa intensidad mi risa se extinguió casi al tiempo que la picardía que reflejaba mi voz. ¿Que cojones pasaba ahora? me giré para encontrarme con la bestia esa de la que hablaba Hlokk, iba desnuda y desarmada pero me guardaba algunos trucos para salir airosa de... ¿espera? Enarqué una ceja buscando algún signo de bicho inmundo de mierda, de esos que Randulf se sacaba de la bragueta.

Algo me decía que mi compañera de aventuras acaba de devolvérmela, fui a girarme para mandarla a la mierda cuando unas manos me aferraron por sorpresa por la cintura y sentí sus pechos desnudos clavados en mis omóplatos mientras esta se reñía de mi inocencia mordiendo mi ternilla.
Le hubiera soltado un puñetazo, mas por contra, me gustaba jugar con fuego y no seria yo la que se quemaría.

Me giré para enfrentarla, me relamí los labios con toda la intención, deslizando mi lengua de forma lenta hasta asegurarme que captaba por completo su atención.
.Me has asustado -susurré casi en un ronroneo elevando la mirada hasta sus ojos afilados.¿Creía era una pobre humana débil y en constante peligro? Bien ,eso tendría -creo que.. -el vaho emergía de mis labios chocando ahora con los suyos entreabiertos – creo que …

Mis pezones estaban duros por el frio y como cuchillas rozaban sus pechos, mas cuando un paso atajó la escasa distancia logrando que se presionaran rozándose.
-Creo que estoy muy caliente -aseguré ladeando la sonrisa con cierta malicia observando las reacciones de la valquiria que seguramente no esperaba que su “broma” se saliera así de madre -ya me entiendes, desde que estoy en Midgard que no he … -mis frases inacabadas quedaban en el aire con toda la intención, mas mis gestos eran claros y mas lo fueron cuando mi diestra bajo por mi vientre lentamente.

Tiré hacia atrás la cabeza entreabriendo los labios para dejar escapar un jadeo ronco, Hlokk podía ver como movía mi mano sobre el monte de venus de forma borrosa porque el agua bailaba con ella creando pequeñas olas.
-Una lastima que a mi solo me gusten los hombres -aseguré entre jadeos.

por **Hlokk** Dom Oct 28, 2018 11:57 am

La ahora mortal se dio la vuelta para enfrentar los azules de Hlokk. La valquiria ladeó la sonrisa tras lograr lo que se había propuesto, sobresaltar a Brynhild aunque fuera sólo por un momento. La castaña llevaba desde su llegada intentando derribarla, minar su orgullo guerrero y hacerse pasar por una humana rehecha, una mujer más fuerte de lo que era antes. Pero no engañaría a la morena, porque ella la conoció a lomos de Knut, un precioso huargo de pelaje pardo con briznas que parecían de oro. Aquella era la Brynhild a la que ella admiraba, aunque no se lo hubiera dicho, y sabía que aquella persona que tenía en esos instantes delante, no era sino una sombra borrosa de lo que había sido.

La mortal empezó a insinuarse, a relamerse, a tocarse. Se mostraba obscena, cachonda incluso, lo que hizo que Hlokk enarcara una de sus cejas con evidente sospecha. No negaría, a sí misma, que la contraria le atraía. Era una mujer fuerte, una luchadora excepcional, inteligente y con una lengua afilada y cargada de veneno. Pero la valquiria no era estúpida y se vio venir el comentario antes de que la boca ajena lo pronunciara siquiera.

El brazo de la morena rodeó la cintura de Brynhild y la atrajo de repente, sin pedir permiso, sin esperar a la reacción foránea. Sus labios rozaron los contrarios al susurrarle. -Eso es porque nunca has probado a una mujer.- Aseguró, dándole un mordisco al belfo inferior que tenía justo delante y se apartó de ella con una lenta brazada, al tiempo en que la carnosidad ahora enrojecida de la castaña se escurría de entre sus dientes.

-Vámonos, no tenemos todo el día.- Espetó, dándose la vuelta y nadó un poco, hacia la orilla. Allí agarró una piedra áspera y se frotó con ella las extremidades, el pecho y el vientre. Pasó después a las lumbares e hizo lo mismo en la zona alta de la espalda. -¿Me ayudas con el centro?- Inquirió, mirando a la chica por encima del hombro, invitándola a que también se aseara si así lo deseaba. ¿No era ese el motivo por el que habían ido hasta el río?

Debían seguir las instrucciones de Freya y localizar a ese tal Odd que, según había dicho la reina de las valquirias, era el último descendiente de Beowulf. Todas las guerreras de Asgard conocían su historia, era un mito, una leyenda y aparecía en todos los cuentes que se contaban a los niños en su mundo, igual que todos aquellos mortales merecedores de ser recordados durante siglos.

por **Brynhild** Lun Nov 19, 2018 5:09 am

Humedecí mis labios ladeando la sonrisa cuando la amazonas me dejó claro que el único motivo por el que las mujeres no me gustaba era porque nunca había probado una.
-¿una cualquiera o es que tu tienes algo especial? -pregunte con un deje de diversión sin cortarme un ápice en continuar con lo que estaba haciendo, ya que estaba cachonda mejor acabar y correrme en esas gélidas aguas.

Hlokk estaba fuera pasándose una piedra, cuando la alcancé mucho mas relajada tomé la piedra entre mis dedos y sin perder la sonrisa que llegaba pintada en mis labios la deslicé por mi cuerpo bajo su oscurecida mirada.
-Y por esa regla de tres ..- empecé a hablar deslizando la piedra por mis pechos sin rozar los duros pezones que apuntaban a la valquiria -si tu probaras un hombre de verdad ¿también lo disfrutarías?

No, no era una sombra de la mujer que conoció, era la misma, sol oque en un cuerpo mas débil, uno que envejecía, pero mi valor y mis agallas seguían aquí, frente a ella y si pensó por un momento que me acobardaría, que sentiría vergüenza se equivocaba conmigo.
Me acerque´a ella y pasé la rugosa piedra por aquellas zonas por donde ella no llegaba sin dejar de mirar sus ojos.
-Tranquila, no va a escaparse ese tal Odd, yo nunca erro una misión.

Era cierto, quería volver al Valhalla pero si el dios ciego me había mandado a la tierra empezaba a sospechar que tenía un motivo, el aprendizaje era parte de la sabiduría que Odin encerraba, perdió su ojo lanzándole al pozo de Mimir para adquirirla, era sabio y si su voluntad era mantenerme en Midgard sus razones tendría ¿quien era yo para juzgarlas?
-Volveré a Asgar, pero piénsalo Hlokk ¿y si Odin tiene un motivo para mantenerme aquí?

Nos vestimos, dar con Odd era importante, pero yo seguía dándole vueltas a las cosas, siempre fui perspicaz, y esto me olía mal.

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