AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Hojas muertas [Leena]
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Hojas muertas [Leena]
Necesitaba un lugar tranquilo para pensar, dejar que su imaginación volase sin límites, los parámetros eran mentales de modo que el prefería no plantear los propios le gustaba imaginarse que sus ideas salian despedidas en todas direcciones cuando nadie intentaba reprimirlas, como estas coloridas y volátiles, dando giros y tumbos por el aire, trepando por los arboles y arrojándose de las copas mas altas para volverse livianas antes de tocar el suelo y ascender nuevamente, en aquel espectáculo de luces y sombras.
Dejo caer su nuca sobre su espalda intentando vislumbrar asi el manantial de plata liquida alla en lo alto, ríos luminosos caian sobre el bosque dándole aquel aspecto lóbrego que a algunos tantos aterraba y que a el en cambio tanto fascinaba, porque aun y cuando su primera vez en aquel sitio habia supuesto un encuentro nada agradable no dejaba de ser un lugar perfecto para dejar volar su sombría imaginación, había conseguido un cuadernillo y llevaba un trozo de carboncillo entre los dedos.
Casi seis meses atrás habia estado en aquel mismo sitio, dibujando bajo aquel mismo árbol, suspiro ampliamente sentándose sobre el suelo húmedo, el olor de tierra mojada y arboles le traian un recuerdo a su natal Rumania, aquel mismo aroma se sentía a las lejanías de su casa cuando, incitado por su hermana comenzaba a correr hasta no ver mas su humilde morada, cuando continuaba hasta que las piernas le dolían, sonrio inconscientemente, un gusto vago, sin siquiera dejar entre ver su perlada dentadura.
Su mano comenzó entonces a bailar sobre el papel, con hábiles y largos trazos que prontamente comenzaron a tomar formas, lo que en un inicio fue una línea negruzca era ahora un rostro humano, un rostro femenino de delicadas y aniñadas facciones, aquel que le habia causado tanta curiosidad, curiosidad, bufo sonoramente mientras daba la vuelta a la hoja dejando el dibujo inconcluso y comenzando con uno nuevo, casi habia olvidado que su curiosidad podia ser como la de un niño, un animal furtivo que de no ser saciado comenzaba a devorar sueños y esperanzas, dejando tras de si una estela de incertidumbre y temor, recuerdos olvidados, o que pretendían serlo.
Algunas hojas muertas crujieron metros mas alla, donde la obscuridad devoraba a las personas, cubriéndolas como un fiel manto de invisibilidad. Observo hasta que los ojos le dolieron y tuvo que levantarse, dejando el cuadernillo y el carboncillo sobre el suelo -¿hay alguien?...- cuestiono al aire acercándose con lentitud, con aquel rostro impasible, de ojos caidos y mirada sosegada, seguramente se trataba de algun conejo de orejas caídas, sonrio ante la idea estirando el cuello para intentar ver mejor.
Sus ojos como el oro centellaban con la intensidad de una hoguera, sus cabellos de letárgicas lenguas de fuego se mantenía estático en su lugar, con aquel color del vino añejo, aquel rojizo que jamás llegaría a estar vivo. Apoyo su mano sobre el tronco de un fornido árbol, una rama se trozo contra su peso, crujiendo melodiosamente para ser seguida por un coro de grillos y cigarras, la orquesta de la naturaleza, le gustaba pensar, siguió avanzando por entre los arboles sin saber bien a donde iba, las hojas muertes crujian bajo sus pies lastimeras.
Dejo caer su nuca sobre su espalda intentando vislumbrar asi el manantial de plata liquida alla en lo alto, ríos luminosos caian sobre el bosque dándole aquel aspecto lóbrego que a algunos tantos aterraba y que a el en cambio tanto fascinaba, porque aun y cuando su primera vez en aquel sitio habia supuesto un encuentro nada agradable no dejaba de ser un lugar perfecto para dejar volar su sombría imaginación, había conseguido un cuadernillo y llevaba un trozo de carboncillo entre los dedos.
Casi seis meses atrás habia estado en aquel mismo sitio, dibujando bajo aquel mismo árbol, suspiro ampliamente sentándose sobre el suelo húmedo, el olor de tierra mojada y arboles le traian un recuerdo a su natal Rumania, aquel mismo aroma se sentía a las lejanías de su casa cuando, incitado por su hermana comenzaba a correr hasta no ver mas su humilde morada, cuando continuaba hasta que las piernas le dolían, sonrio inconscientemente, un gusto vago, sin siquiera dejar entre ver su perlada dentadura.
Su mano comenzó entonces a bailar sobre el papel, con hábiles y largos trazos que prontamente comenzaron a tomar formas, lo que en un inicio fue una línea negruzca era ahora un rostro humano, un rostro femenino de delicadas y aniñadas facciones, aquel que le habia causado tanta curiosidad, curiosidad, bufo sonoramente mientras daba la vuelta a la hoja dejando el dibujo inconcluso y comenzando con uno nuevo, casi habia olvidado que su curiosidad podia ser como la de un niño, un animal furtivo que de no ser saciado comenzaba a devorar sueños y esperanzas, dejando tras de si una estela de incertidumbre y temor, recuerdos olvidados, o que pretendían serlo.
Algunas hojas muertas crujieron metros mas alla, donde la obscuridad devoraba a las personas, cubriéndolas como un fiel manto de invisibilidad. Observo hasta que los ojos le dolieron y tuvo que levantarse, dejando el cuadernillo y el carboncillo sobre el suelo -¿hay alguien?...- cuestiono al aire acercándose con lentitud, con aquel rostro impasible, de ojos caidos y mirada sosegada, seguramente se trataba de algun conejo de orejas caídas, sonrio ante la idea estirando el cuello para intentar ver mejor.
Sus ojos como el oro centellaban con la intensidad de una hoguera, sus cabellos de letárgicas lenguas de fuego se mantenía estático en su lugar, con aquel color del vino añejo, aquel rojizo que jamás llegaría a estar vivo. Apoyo su mano sobre el tronco de un fornido árbol, una rama se trozo contra su peso, crujiendo melodiosamente para ser seguida por un coro de grillos y cigarras, la orquesta de la naturaleza, le gustaba pensar, siguió avanzando por entre los arboles sin saber bien a donde iba, las hojas muertes crujian bajo sus pies lastimeras.
Última edición por Anuar Dutuescu el Dom Dic 26, 2010 10:35 pm, editado 2 veces
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Hojas muertas [Leena]
Aquel dia ella no deseaba otra cosa que no fuera la naturaleza, las ciudades la ponian de muy mal humor y ella siempre preferia estar sola, desde la muerte de su madre habia dejado la sensibilidad de un lado, no era ya aquella chica que se dejaba llevar por las personas ya no poseia amistades ni ninguna relacion cercana con nadie, ni humanos ni criaturas.
Luego de comprar algunos cigarrillos se dirigio al bosque, un lugar que recordaba desde que tenia memoria, ella no habia nacio en Paris pero aquel lugar era casi como la cuna que nunca tuvo, el lugar mas tranquilo y pacifico sobre la tierra que ella conocia, camino a travez de grandes arboles mientras el musgo le acariciaba las piernas, su vestimenta no era digna de una dama, pero a ella eso jamas le habia importado, pantaloncillos tan cortos que se veian sus piernas enteras, blusa suave y ligera sin ningun tipo de mangas, botas negras amarradas con tanta fuerza que se podia distinguir sus pies desde afuera y por ultimo su bolso de medio lado, el cual jamas dejaba a menos que fuera una ocacion demasiado especial, ese bolso era vital para la chica.
Camino hasta el centro del bosque, su parte preferida de aquel, hay encontraba tantas hierbas medicinales y venenosas como quisiera y en una pequeña esquina se encontraba un hermoso manantial, una cascada pequeña pero tan cristalina que sus ojos se paralizaban al mirarla, varias veces habia usado aquella cascada para darse un baño pero no era tan seguro como ella deseara.
Empezaba a desamarrar las trenzas infinitas de sus botas cuando escucho una voz, una voz que jamas habia escuchado, el sonido le perforo los oidos y en un instante ella ya estaba en pie de nuevo, busco su navaja preferida y la tomo en su mano derecha, con firmeza, no deseaba que ningun hombre la molestara y menos le hiciera daño, el machismo estaba muy marcado en estos dias y ella no iba a ser la excepcion de nadie.
Escucho algunas hojas cruñir y los grillos cantar, se acerco apasible y tratando de silenciar sus pisadas pero era imposible, la primavera estaba presente en un invierno congelador, diviso a un chico cuyo cabello era tan rojo como el fuego y no pude evitar asustarse al instante.
-¿Quien eres?- exclamo tratando de no sonar asustada, aquel chico no le proporcionaba tanto miedo, el miedo era si el no estaba solo, pero nunca habia doblegado hacia nadie y no iba a empezar hoy, tomo algunas bocadas de aire esperando una respuesta de aquel hombre.
Luego de comprar algunos cigarrillos se dirigio al bosque, un lugar que recordaba desde que tenia memoria, ella no habia nacio en Paris pero aquel lugar era casi como la cuna que nunca tuvo, el lugar mas tranquilo y pacifico sobre la tierra que ella conocia, camino a travez de grandes arboles mientras el musgo le acariciaba las piernas, su vestimenta no era digna de una dama, pero a ella eso jamas le habia importado, pantaloncillos tan cortos que se veian sus piernas enteras, blusa suave y ligera sin ningun tipo de mangas, botas negras amarradas con tanta fuerza que se podia distinguir sus pies desde afuera y por ultimo su bolso de medio lado, el cual jamas dejaba a menos que fuera una ocacion demasiado especial, ese bolso era vital para la chica.
Camino hasta el centro del bosque, su parte preferida de aquel, hay encontraba tantas hierbas medicinales y venenosas como quisiera y en una pequeña esquina se encontraba un hermoso manantial, una cascada pequeña pero tan cristalina que sus ojos se paralizaban al mirarla, varias veces habia usado aquella cascada para darse un baño pero no era tan seguro como ella deseara.
Empezaba a desamarrar las trenzas infinitas de sus botas cuando escucho una voz, una voz que jamas habia escuchado, el sonido le perforo los oidos y en un instante ella ya estaba en pie de nuevo, busco su navaja preferida y la tomo en su mano derecha, con firmeza, no deseaba que ningun hombre la molestara y menos le hiciera daño, el machismo estaba muy marcado en estos dias y ella no iba a ser la excepcion de nadie.
Escucho algunas hojas cruñir y los grillos cantar, se acerco apasible y tratando de silenciar sus pisadas pero era imposible, la primavera estaba presente en un invierno congelador, diviso a un chico cuyo cabello era tan rojo como el fuego y no pude evitar asustarse al instante.
-¿Quien eres?- exclamo tratando de no sonar asustada, aquel chico no le proporcionaba tanto miedo, el miedo era si el no estaba solo, pero nunca habia doblegado hacia nadie y no iba a empezar hoy, tomo algunas bocadas de aire esperando una respuesta de aquel hombre.
Leena Lewis- Mensajes : 27
Fecha de inscripción : 15/12/2010
Re: Hojas muertas [Leena]
Su mirada se desvió a un destello platinado proveniente de la mano de algún ser, sus pupilas tardaron en dilatarse lo suficiente para vislumbrar el contorno de aquella persona, una mujer no demasiado grande debía suponer, de ropas extrañas y diminuto cabello, se atrevía a decir que aun mas corto que el que el exhibía con gracia aun y a corta edad la gente solía verle diferente, por aquella extraña combinación que seguramente el dios del fuego debía poseer, un cabello rojo mas no aquel rojo de la vida o el fuego sino opaco, inerte, expresando silenciosamente lo que la sociedad había hecho de el, sus amielados orbes a veces color de miel y otras color de oro se mantenían fijos en la mano de la mujer, algún objeto sujetaba ahí.
-quien soy es algo muy difícil de explicar…- le indico con parsimonia abriendo sus manos y levantándolas hasta la altura de sus hombros –no traigo conmigo ningun arma si eso es lo que piensa- asevero sin inmutarse en moverse o retroceder ¿y si aquella era la maldición de la bailarina? ¿y si estaba condenado a morir en aquel bosque? Nadie se enteraría jamás entonces, los animales tendían a ser perfectos en esa labor, roer el cuerpo hasta no dejar mas que los huesos, un medio imposible de reconocer a alguien, sintió como una corriente fría le subió por la espalda hasta la nuca, erizando el vello de los brazos.
-mi nombre es Anuar, si en algo sirve- no le gustaba excusarse ante nadie, sus acciones eran suyas y solo el debía saber el motivo por el cual las hacia, habia llegado hasta asi consumido por la curiosidad de los ruidos y habia estado en el bosque alentado por las ansias de crear, reflejar en un trozo de papel lo que con palabras no podía ser dicho ¿y que lo llevaba en necesitar dibujar? La falta de conocer otro medio de desahogarse -¿Quién es usted?- le cuestiono al final con aquel carácter siempre inquebrantable salvo en ocasiones excepcionales.
Avanzo algunos pasos para lograr ver mejor, divisaba ahora con claridad las botas bien entalladas a las largas y definidas piernas, desvió la mirada al percatarse de lo incorrecto que era aquello. Observo el agua cristalina que emergía del suelo, como un espejo en el cual se veía con claridad la luna como si de ella misma manase aquella fontana -¿se iba a meter?- cuestiono sin reflexionar dos veces la pregunta, le parecía obvio mas la curiosidad le flaqueaba siempre.
-quien soy es algo muy difícil de explicar…- le indico con parsimonia abriendo sus manos y levantándolas hasta la altura de sus hombros –no traigo conmigo ningun arma si eso es lo que piensa- asevero sin inmutarse en moverse o retroceder ¿y si aquella era la maldición de la bailarina? ¿y si estaba condenado a morir en aquel bosque? Nadie se enteraría jamás entonces, los animales tendían a ser perfectos en esa labor, roer el cuerpo hasta no dejar mas que los huesos, un medio imposible de reconocer a alguien, sintió como una corriente fría le subió por la espalda hasta la nuca, erizando el vello de los brazos.
-mi nombre es Anuar, si en algo sirve- no le gustaba excusarse ante nadie, sus acciones eran suyas y solo el debía saber el motivo por el cual las hacia, habia llegado hasta asi consumido por la curiosidad de los ruidos y habia estado en el bosque alentado por las ansias de crear, reflejar en un trozo de papel lo que con palabras no podía ser dicho ¿y que lo llevaba en necesitar dibujar? La falta de conocer otro medio de desahogarse -¿Quién es usted?- le cuestiono al final con aquel carácter siempre inquebrantable salvo en ocasiones excepcionales.
Avanzo algunos pasos para lograr ver mejor, divisaba ahora con claridad las botas bien entalladas a las largas y definidas piernas, desvió la mirada al percatarse de lo incorrecto que era aquello. Observo el agua cristalina que emergía del suelo, como un espejo en el cual se veía con claridad la luna como si de ella misma manase aquella fontana -¿se iba a meter?- cuestiono sin reflexionar dos veces la pregunta, le parecía obvio mas la curiosidad le flaqueaba siempre.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Hojas muertas [Leena]
Aquel hombre era hermoso, tanto que se perdio en su rostro por unos segundos, por alguna razon que aun desconocia decidio guardar su arma en su pequeño bolso sin fijar la vista en otro lado que no fuera el chico, de todas maneras guardaba una pequeña navaja en sus botas, jamas se quedaba desarmada, ella no podia estarlo.
Escucho con claridad lo que el dijo, le parecia tan flaqueable aquel muchacho, decir su nombre tan facilmente no era lo correcto,el no debio, pero a lo mejor el no tenia nada que temer o tal vez era una trampa para hacerla ceder si bien el pensaba que ya ella no era una amenaza estaba equivocado, ella era una simple humana para los ojos de los demas.
-No le interesa quien soy, ahora vayase- su voz sonaba firme, con decision, al percatarse de la cercania del muchacho pudo sentir su corazon estruñarse contra ella, asustada tal vez o deseosa de algun contacto, increiblemente ella no pensaba en aquel contacto como algo carnal, aquel muchacho le transmitia una energia tan pura y tranquila que si cerraba los ojos iba a desfallecer entre las hojas por unas cuantas horas, iría al mundo de los sueños.
Se saco de sus pensamientos a fuerza e intento estar lo mas alerta posible, por mas calma que le transmitiera aquel chico no podia ceder ante nada, tal vez era un poder que el poseia, tal vez era un vampiro o un brujo como ella, no lo conocia en lo absoluto y no podia sacar sus propias conclusiones No, no es tan seguro como parece- y estaba en lo correcto, por un momento penso que si hubiera llegado unos minutos antes aquel hombre la habria encontrado desnuda disfrutando de el agua mas pura de Paris, para luego hacer quien sabe que con ella, preferia no pensar aquello pero esa imagen podria haber sido su destino aquella tarde.
Tomo su morral y se lo colgó de medio lado, como siempre lo hacia, arrugo sus labios por unos minutos y se aproximo mas a el, pensando que era de locos, pero ella no hacia las cosas sin pensar en las consecuencias, no era una idiota -Si eres criatura deberías largarte, no deseo ningún contacto con los muertos vivientes, no deseo lastimarte ni salir lastimada, no se porque razón siento que no eres de temer, pero si estas usando algún tipo de poder lo sabre- lo miraba muy firmemente con sus ojos cafés y se perdía detallando el rostro del joven, quería quebrarse ahí frente a El, pero decidió respirar profundamente y no hacer aquello.
Escucho con claridad lo que el dijo, le parecia tan flaqueable aquel muchacho, decir su nombre tan facilmente no era lo correcto,el no debio, pero a lo mejor el no tenia nada que temer o tal vez era una trampa para hacerla ceder si bien el pensaba que ya ella no era una amenaza estaba equivocado, ella era una simple humana para los ojos de los demas.
-No le interesa quien soy, ahora vayase- su voz sonaba firme, con decision, al percatarse de la cercania del muchacho pudo sentir su corazon estruñarse contra ella, asustada tal vez o deseosa de algun contacto, increiblemente ella no pensaba en aquel contacto como algo carnal, aquel muchacho le transmitia una energia tan pura y tranquila que si cerraba los ojos iba a desfallecer entre las hojas por unas cuantas horas, iría al mundo de los sueños.
Se saco de sus pensamientos a fuerza e intento estar lo mas alerta posible, por mas calma que le transmitiera aquel chico no podia ceder ante nada, tal vez era un poder que el poseia, tal vez era un vampiro o un brujo como ella, no lo conocia en lo absoluto y no podia sacar sus propias conclusiones No, no es tan seguro como parece- y estaba en lo correcto, por un momento penso que si hubiera llegado unos minutos antes aquel hombre la habria encontrado desnuda disfrutando de el agua mas pura de Paris, para luego hacer quien sabe que con ella, preferia no pensar aquello pero esa imagen podria haber sido su destino aquella tarde.
Tomo su morral y se lo colgó de medio lado, como siempre lo hacia, arrugo sus labios por unos minutos y se aproximo mas a el, pensando que era de locos, pero ella no hacia las cosas sin pensar en las consecuencias, no era una idiota -Si eres criatura deberías largarte, no deseo ningún contacto con los muertos vivientes, no deseo lastimarte ni salir lastimada, no se porque razón siento que no eres de temer, pero si estas usando algún tipo de poder lo sabre- lo miraba muy firmemente con sus ojos cafés y se perdía detallando el rostro del joven, quería quebrarse ahí frente a El, pero decidió respirar profundamente y no hacer aquello.
Leena Lewis- Mensajes : 27
Fecha de inscripción : 15/12/2010
Re: Hojas muertas [Leena]
Frunció el entrecejo tras el flequillo, en un gesto invisible para aquella extraña mujer ¿Cómo pretendía que obedeciera a una completa extraña? Alguien a quien nunca antes habia visto y le exiguia de la manera menos hablase que se retirase de aquel lugar con la improduencia con la cual habia llegado porque al parecer habia interrumpido lo que podría haberse convertido en el baño semanal, anual o quizas diario de aquella joven de obscuros y cortos cabellos.
-creo que se bien , las cosas que me interesan y las que no- asevero independientemente mirando en derredor, las hojas bajo sus pies crujían con el suave murmullo del agua a la cercanía, la tierra humeda despedia aquel aroma y frialdad que detonaba la existencia de un manto acuífero, observo el atuendo de la mujer no comprendiendo como soportaba el frio otoñal con aquellos escasos trozos de tela recortados para cubrir si acaso lo necesario.
-seguramente podría serlo…para una mujer con una daga- le indico encogiéndose de hombros, no habia pensado antes en lo útil que podría ser cargar con uno de aquellos objetos. Sus ideas se vieron interrumpidas por los gráciles movimientos de la mujer quien con paso decidido se acercaba a el mientras hablaba –oh no, se equivoca soy un humano…como supongo usted tambien es- era extraño no debía negar, que una persona hablase de esos temas con cualquiera ¿y si el estaba en el bosque por no conocer aquellos seres? ¿si fuesen aun leyendas de su imaginación? Entonces le habría tomado por loca y se abria marchado, tampoco resultaba tan en liante el asunto.
-lo aseguro que no la lastimaría solo e venido a dibujar- solto sin mas dando media vuelta sobre sus talones para comenzar a andar, observando por encima de su hombro para indicarle con un gesto amable mas sin cambiar aquella firme expresión que le siguiera, aquella noche le apetecía la compañía –yo no tengo ningun poder…no soy brujo ni gitano ni nada parecido, dudo que pueda hacerle daño como vera mi complexión no es lo que se dice…atlética- sonrio de medio lado sin mirarse, bien conocía su cuerpo y sus limitantes, aquellos delgados brazos y pronunciadas entradas, su torso apenas y delineando los músculos al hacer fuerza, definitivamente no era de envidiarse.
-¿eres tu algo inusual?...e conocido de todo me parece que vampiro no es…quizas algo mas- le indico sin voltear a verla, andando por encima de sus pasos hacia donde habia dejado el cuadernillo y el carboncillo, hablaba solo no importando si le seguía o no porque algo le indicaba que aquella joven tampoco deseaba quedarse sola.
-creo que se bien , las cosas que me interesan y las que no- asevero independientemente mirando en derredor, las hojas bajo sus pies crujían con el suave murmullo del agua a la cercanía, la tierra humeda despedia aquel aroma y frialdad que detonaba la existencia de un manto acuífero, observo el atuendo de la mujer no comprendiendo como soportaba el frio otoñal con aquellos escasos trozos de tela recortados para cubrir si acaso lo necesario.
-seguramente podría serlo…para una mujer con una daga- le indico encogiéndose de hombros, no habia pensado antes en lo útil que podría ser cargar con uno de aquellos objetos. Sus ideas se vieron interrumpidas por los gráciles movimientos de la mujer quien con paso decidido se acercaba a el mientras hablaba –oh no, se equivoca soy un humano…como supongo usted tambien es- era extraño no debía negar, que una persona hablase de esos temas con cualquiera ¿y si el estaba en el bosque por no conocer aquellos seres? ¿si fuesen aun leyendas de su imaginación? Entonces le habría tomado por loca y se abria marchado, tampoco resultaba tan en liante el asunto.
-lo aseguro que no la lastimaría solo e venido a dibujar- solto sin mas dando media vuelta sobre sus talones para comenzar a andar, observando por encima de su hombro para indicarle con un gesto amable mas sin cambiar aquella firme expresión que le siguiera, aquella noche le apetecía la compañía –yo no tengo ningun poder…no soy brujo ni gitano ni nada parecido, dudo que pueda hacerle daño como vera mi complexión no es lo que se dice…atlética- sonrio de medio lado sin mirarse, bien conocía su cuerpo y sus limitantes, aquellos delgados brazos y pronunciadas entradas, su torso apenas y delineando los músculos al hacer fuerza, definitivamente no era de envidiarse.
-¿eres tu algo inusual?...e conocido de todo me parece que vampiro no es…quizas algo mas- le indico sin voltear a verla, andando por encima de sus pasos hacia donde habia dejado el cuadernillo y el carboncillo, hablaba solo no importando si le seguía o no porque algo le indicaba que aquella joven tampoco deseaba quedarse sola.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Fecha de inscripción : 25/06/2010
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Re: Hojas muertas [Leena]
Trago saliva ante las palabras del chico, las personas podian llegar a ser tan carentes de conocimientos y tan despreciables en algunos lugares, pero aquel chico no era asi o al menos eso aparentaba, decidio seguirle sin hacer demasiado ruido su respiracion y las hojas muertas que pisaban sus grandes botas eran mas que suficiente pero la curiosidad la incitaba a hablarle a aquel joven,¿tal vez preguntarle que tanto dibuja?, aunque no habia mucho que responder de aquello, el bosque era un escenario perfecto que podia esconder cualquier tipo de dolor en un ser humano.
-Enseñame que haces- Casi le cuestiono mirando la nuca del muchacho, Leena no era una persona sociable ni le interesaba serlo pero cuando alguien le llamaba la atencion de una manera buena, si asi se le puede llamar entonces ella se redimía ante esto y rebuscaba en aquello, solo habia tenido dos personas en las cuales confió y aun lo hace, su madre y Halley, una muerta y la otra viva.
Se sento cruzando sus piernas como un indio, tomo las hojas secas, hermosas y las despedazaba en su mano, el sonido le parecia reconfortante y le ayudaba a la espera del muchacho, antes habia sido bastante agresiva pero asi la habian criado y asi ella habia vivido todo este tiempo, simplemente ya era una costumbre ella no bajaba la guardia, respiro hondo y miro como su pecho subía y bajaba, entonces se sintió calmada por primera vez en mucho tiempo, sonrió apenas y acomodo el poco cabello que tenia, aquel cabello oscuro y suave que hacia que todo el mundo la mirara al pasar, casi como con su ropa, ella era tan distinta a los demás pero a la vez tan igual.
-Soy Leena, por cierto- Casi susurro levantando la vista hacia el pelirrojo, su madre decia que las personas de cabellos rojizos eran especiales, que si veias alguno debias pedir un deseo y luego pelliscarte, ella lo hacia cuando no era un pelirrojo con el cual debia pelear o simplemente cuando estaba de humor.
-Enseñame que haces- Casi le cuestiono mirando la nuca del muchacho, Leena no era una persona sociable ni le interesaba serlo pero cuando alguien le llamaba la atencion de una manera buena, si asi se le puede llamar entonces ella se redimía ante esto y rebuscaba en aquello, solo habia tenido dos personas en las cuales confió y aun lo hace, su madre y Halley, una muerta y la otra viva.
Se sento cruzando sus piernas como un indio, tomo las hojas secas, hermosas y las despedazaba en su mano, el sonido le parecia reconfortante y le ayudaba a la espera del muchacho, antes habia sido bastante agresiva pero asi la habian criado y asi ella habia vivido todo este tiempo, simplemente ya era una costumbre ella no bajaba la guardia, respiro hondo y miro como su pecho subía y bajaba, entonces se sintió calmada por primera vez en mucho tiempo, sonrió apenas y acomodo el poco cabello que tenia, aquel cabello oscuro y suave que hacia que todo el mundo la mirara al pasar, casi como con su ropa, ella era tan distinta a los demás pero a la vez tan igual.
-Soy Leena, por cierto- Casi susurro levantando la vista hacia el pelirrojo, su madre decia que las personas de cabellos rojizos eran especiales, que si veias alguno debias pedir un deseo y luego pelliscarte, ella lo hacia cuando no era un pelirrojo con el cual debia pelear o simplemente cuando estaba de humor.
Leena Lewis- Mensajes : 27
Fecha de inscripción : 15/12/2010
Re: Hojas muertas [Leena]
Llego hasta el lugar donde habia dejado el cuadernillo sobre el suelo, tomándolo entre sus manos y sentándose de frente a la joven de inusual cabello y aun mayor inusual carácter, la sociedad habia estereotipado a la mujer como el ser supremo de gracia y armonía, la belleza de la humildad y solidaridad, debía tener un timbre de voz melodioso, poder rodearse de niños y comprender la belleza en la naturaleza mas aquella joven parecía no haber sido enseñada bajo aquel régimen y quizas aquello lo que le hacia sentirse curioso además de su conocimiento por los temas de las creaturas que en la obscuridad habitaban erráticas.
-un placer doamna Leena- le indico mientras pasaba el cuadernillo de sus manos a las ajenas, en el habia tan solo tres dibujos diferente, aquel de la estatuilla de la bailarina a medio terminar, un paisaje parecido a aquel bosque una pagina mas atrás y escondido en algun sitio de entre las hojas se mantenía el dibujo que por tantos años le habia nublado el pensar, aquellos rostros femeninos se alzaban solemnes en vestidos humildes, bailaban felices en un campo de verano, mas sin colores aquello era difícil de imaginar sino fuese por las florecillas dibujadas sobre el suelo.
Los dibujos parecían comprar vida si uno los mirada con atención y cada uno narraba un hecho importante de su vida, quizas no los mas significativos pero, importante al fin –aun asi no me dijo que era usted…¿una humana también? O quizas esconde algo mas tras ese denso flequillo- murmuro sonriendo de medio lado, porque el también llevaba una parecido aunque con menos cabello que cubrir su frente, desde niño habia pensado que una barrera física como aquella le impediría a las personar saber que pensaba y a sus pensamientos salir volátiles en todas direcciones, era un medio de mantener su mente a salvo asi como desviar la mirada cuando sus ojos comenzaban a exponer lo que su cuerpo y palabras se esmeraban en negar. Una trampa mortífera para aquel que supiera como leer en ellos.
Observo por el rabillo del ojo a la joven mientras apoyaba su espalda contra la corteza del frondoso árbol -¿de donde viene doamna Leena?- le cuestiono observándole ahora de forma abierta.
-un placer doamna Leena- le indico mientras pasaba el cuadernillo de sus manos a las ajenas, en el habia tan solo tres dibujos diferente, aquel de la estatuilla de la bailarina a medio terminar, un paisaje parecido a aquel bosque una pagina mas atrás y escondido en algun sitio de entre las hojas se mantenía el dibujo que por tantos años le habia nublado el pensar, aquellos rostros femeninos se alzaban solemnes en vestidos humildes, bailaban felices en un campo de verano, mas sin colores aquello era difícil de imaginar sino fuese por las florecillas dibujadas sobre el suelo.
Los dibujos parecían comprar vida si uno los mirada con atención y cada uno narraba un hecho importante de su vida, quizas no los mas significativos pero, importante al fin –aun asi no me dijo que era usted…¿una humana también? O quizas esconde algo mas tras ese denso flequillo- murmuro sonriendo de medio lado, porque el también llevaba una parecido aunque con menos cabello que cubrir su frente, desde niño habia pensado que una barrera física como aquella le impediría a las personar saber que pensaba y a sus pensamientos salir volátiles en todas direcciones, era un medio de mantener su mente a salvo asi como desviar la mirada cuando sus ojos comenzaban a exponer lo que su cuerpo y palabras se esmeraban en negar. Una trampa mortífera para aquel que supiera como leer en ellos.
Observo por el rabillo del ojo a la joven mientras apoyaba su espalda contra la corteza del frondoso árbol -¿de donde viene doamna Leena?- le cuestiono observándole ahora de forma abierta.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Hojas muertas [Leena]
Los aromas que desprendía aquel bosque la calmaban tan inmensamente que le cruzaba por el corazón cierto miedo, sus ojos perfectamente delineados con aquel maquillaje negro que tanto adoraba parpadeaban inusualmente, tomo el cuadernillo del joven con mayor calma sintiendo la textura de aquel objeto, diviso el primer dibujo, eran unos hermosos garabatos los que el joven hacia una bailarina primero, no llamo tanto su atención como el segundo, el hermoso bosque pero estaba a medias por lo que no tardo demasiado en observarlo, al pasar la hoja miro el tercer dibujo, jóvenes danzando en un lugar con flores, tal vez habían visto a algunas antes de encontrarse con ella o fue producto de su imaginación, buscando mas pinturas solo encontró hojas blancas para luego cerrar el libro y mantenerlo en sus manos.
Sonrió tal vez nerviosa ante la pregunta del muchacho, relamió sus labios y observo algunas hojas caer con lentitud sobre el suelo que ya estaba repleto de estas -Soy una simple humana que ha pasado por demasiadas cosas con aquellos seres indeseados- respondió sin hacer notorio ningún defecto en su respuesta, observo la sonrisa que el joven frente a ella mostraba y no pudo evitar contagiarse, pero su vista se dirigió hacia otra dirección instantáneamente.
Volvió la vista hacia el joven segundos después -Dibuja usted muy bien- Dijo posando el cuaderno en el suelo acolchado por aquellas hojas que dejaban los arboles solitarios y fríos, el frió empezaba a hacerse presente, saco de su bolso una chaqueta de cuero negro algo vieja que su madre le había regalado en su cumpleaños numero catorce, no había crecido demasiado y seguía siendo tan delgada como podía recordar, aquella prenda le daba mas calor que el propio sol con sus rayos.
Arqueo una ceja al escuchar la siguiente pregunta, que curioso era aquel joven, sonrió ante el de nuevo y se cruzo de brazos con suavidad -Vengo de todos lados, ¿y usted?- y aunque poco convincente aquella respuesta era cierta, Ella no venia de ningún lado y venia de todos, metió sus manos en los bolsillos delanteros de la chaqueta suspirando sin dejar de mirar al joven directamente a sus ojos.
Sonrió tal vez nerviosa ante la pregunta del muchacho, relamió sus labios y observo algunas hojas caer con lentitud sobre el suelo que ya estaba repleto de estas -Soy una simple humana que ha pasado por demasiadas cosas con aquellos seres indeseados- respondió sin hacer notorio ningún defecto en su respuesta, observo la sonrisa que el joven frente a ella mostraba y no pudo evitar contagiarse, pero su vista se dirigió hacia otra dirección instantáneamente.
Volvió la vista hacia el joven segundos después -Dibuja usted muy bien- Dijo posando el cuaderno en el suelo acolchado por aquellas hojas que dejaban los arboles solitarios y fríos, el frió empezaba a hacerse presente, saco de su bolso una chaqueta de cuero negro algo vieja que su madre le había regalado en su cumpleaños numero catorce, no había crecido demasiado y seguía siendo tan delgada como podía recordar, aquella prenda le daba mas calor que el propio sol con sus rayos.
Arqueo una ceja al escuchar la siguiente pregunta, que curioso era aquel joven, sonrió ante el de nuevo y se cruzo de brazos con suavidad -Vengo de todos lados, ¿y usted?- y aunque poco convincente aquella respuesta era cierta, Ella no venia de ningún lado y venia de todos, metió sus manos en los bolsillos delanteros de la chaqueta suspirando sin dejar de mirar al joven directamente a sus ojos.
Leena Lewis- Mensajes : 27
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Re: Hojas muertas [Leena]
Sonrio de medio lado desviando la mirada a la bóveda estrellada, su nuca rozaba su espalda y su flequillo se inclinaba hacia atrás mientras se deleitaba con aquel espectáculo de luces y escarcha luminosa que, estática alla en lo alto se asemejaba mas a diminutos diamantes arrojados sin cuidado en un mar negro –comprendo- se limito a contestar recordando todos los encuentros que habia tenido hasta la pequeña, vampiros, licántropos, brujas y cambiaformas eran seres que si bien antes existían solo en cuentos para asustar niños ahora se volvían parte de su dia a dia, como el aire, se hacían indispensables.
-gracias…- murmuro bajando la mirada nuevamente, tomo el cuadernillo entre sus manos apoyándolo sobre sus piernas no deseaba extraviarlo nuevamente ya uno habia perdido en aquel mismo lugar y mares le habia costado lograr ahorrar para aquel que ahora debía cuidar, los lienzos resultaban mucho mas caros que aquel cuadernillo que habia sido cosido manualmente horas atrás, con un hilo grueso que habia encontrado botado en una caja junto con algunas hojas y sobrantes de tela porque hacer el mismo sus prendas era mucho mas económico que comprarlas.
-yo vengo de Rumania…pero me gustaría venir de todos lados-aquellas vagas respuestas no podían mas que alzar en su interior la curiosidad, sentía como trepaba por su vientre hasta cernirse a su pecho, sentía como pretendía salir en forma de preguntas e incógnitas por sus labios, un suave cosquilleo le obligo a morderse el labio para impedir todo aquello y mas, porque la curiosidad no conocía limites ni quería que le fuesen establecidos, necesitaba saber mas, necesitaba conocerla mejor.
-¿también va a todos lados? ¿o no es casualidad que se encuentre aquí?- le cuestiono observándola, topando por unos instantes con aquellos reacios ojos que le parecieron dos diminutos chocolates de aquellos que solia tomar de la cocina cuando si madre iba al mercado, de aquellos que su padre le regalaba en cada aniversario y tanto se molestaba cuando los ingería, porque esa clase de chocolates no estaban hechos para ser compartidos.
-gracias…- murmuro bajando la mirada nuevamente, tomo el cuadernillo entre sus manos apoyándolo sobre sus piernas no deseaba extraviarlo nuevamente ya uno habia perdido en aquel mismo lugar y mares le habia costado lograr ahorrar para aquel que ahora debía cuidar, los lienzos resultaban mucho mas caros que aquel cuadernillo que habia sido cosido manualmente horas atrás, con un hilo grueso que habia encontrado botado en una caja junto con algunas hojas y sobrantes de tela porque hacer el mismo sus prendas era mucho mas económico que comprarlas.
-yo vengo de Rumania…pero me gustaría venir de todos lados-aquellas vagas respuestas no podían mas que alzar en su interior la curiosidad, sentía como trepaba por su vientre hasta cernirse a su pecho, sentía como pretendía salir en forma de preguntas e incógnitas por sus labios, un suave cosquilleo le obligo a morderse el labio para impedir todo aquello y mas, porque la curiosidad no conocía limites ni quería que le fuesen establecidos, necesitaba saber mas, necesitaba conocerla mejor.
-¿también va a todos lados? ¿o no es casualidad que se encuentre aquí?- le cuestiono observándola, topando por unos instantes con aquellos reacios ojos que le parecieron dos diminutos chocolates de aquellos que solia tomar de la cocina cuando si madre iba al mercado, de aquellos que su padre le regalaba en cada aniversario y tanto se molestaba cuando los ingería, porque esa clase de chocolates no estaban hechos para ser compartidos.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Hojas muertas [Leena]
Sin ella darse cuenta ya había oscurecido, ahora comprendía la razón por la cual aquel frió recorrió su piel minutos antes, su mano camino sobre su cabello y lo acomodo, perdiendo el contacto visual con el hombre que se encontraba frente a ella, aspiro el aire tan puro de aquel bosque que a la luz de la luna lucia como un palacio natural, un lugar digno de visitar y tan precioso que ella deseaba habitarlo para siempre.
Volteo hacia el chico de nuevo al escuchar aquella respuesta, el quería venir de todos lados como ella había asegurado que hacia , pero no era tan fascinante como parecía, solo una persona como ella podía comprender lo que aquello significaba -Es mejor tener un lugar especifico de donde venir, no le gustaría venir ''de todos lados'' como lo hago yo- aseguro con paciencia, subió la vista hacia aquel cielo estrellado que tanto adoraba y se perdió en el por algunos instantes, aquellas perlas la trasladaban a un lugar tan perfecto para ella que le era difícil concentrarse en el chico en aquel momento.
La voz del hombre le penetro los oídos y bajo su mirada hacia aquellos ojos que antes había observado con tanto anhelo, volvió a sonreír tal vez irónicamente o por volverse a encontrar con la curiosidad del joven, Ella no era mas que un enigma y eso no le alegraba en lo absoluto.
-Bueno, has acertado en tu primera pregunta, voy a todos lados pero eso no quiere decir que no me instale en lugares especiales ciertas veces, si a casualidad le llamas que me encanta la navidad en París entonces dejemos esa definición- Aseguro con su voz melódica y suave, ella parecía dura y lo era pero una vez bajaba el muro que tenia construido para los demás entonces te encontrabas con aquella joven dulce, carente de compañía y de alguien a quien adorar.
Sus ojos devoraron los del joven y sus manos no pudieron evitar salir de sus bolsillos con calma, para luego jugar entre ellas mismas, con sus dedos entrelazándose y acariciándose a ellos mismos, hasta se había olvidado de su mayor amor en el mundo, el fumar.
Volteo hacia el chico de nuevo al escuchar aquella respuesta, el quería venir de todos lados como ella había asegurado que hacia , pero no era tan fascinante como parecía, solo una persona como ella podía comprender lo que aquello significaba -Es mejor tener un lugar especifico de donde venir, no le gustaría venir ''de todos lados'' como lo hago yo- aseguro con paciencia, subió la vista hacia aquel cielo estrellado que tanto adoraba y se perdió en el por algunos instantes, aquellas perlas la trasladaban a un lugar tan perfecto para ella que le era difícil concentrarse en el chico en aquel momento.
La voz del hombre le penetro los oídos y bajo su mirada hacia aquellos ojos que antes había observado con tanto anhelo, volvió a sonreír tal vez irónicamente o por volverse a encontrar con la curiosidad del joven, Ella no era mas que un enigma y eso no le alegraba en lo absoluto.
-Bueno, has acertado en tu primera pregunta, voy a todos lados pero eso no quiere decir que no me instale en lugares especiales ciertas veces, si a casualidad le llamas que me encanta la navidad en París entonces dejemos esa definición- Aseguro con su voz melódica y suave, ella parecía dura y lo era pero una vez bajaba el muro que tenia construido para los demás entonces te encontrabas con aquella joven dulce, carente de compañía y de alguien a quien adorar.
Sus ojos devoraron los del joven y sus manos no pudieron evitar salir de sus bolsillos con calma, para luego jugar entre ellas mismas, con sus dedos entrelazándose y acariciándose a ellos mismos, hasta se había olvidado de su mayor amor en el mundo, el fumar.
Leena Lewis- Mensajes : 27
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Re: Hojas muertas [Leena]
-yo tenia una casa…pero no le puedo llamar hogar ahora apenas y tengo techo, pero se bien que aquí deseo estar- recito casi como un perfecto cantico o un poema improvisado porque cuando se hablaba con la verdad nada mas que arte podia salir por los labios –me gustaría estar en todos lados, el mundo es un lugar sorprendente como para no conocerlo- le entusiasmaba sobre todo cruzar los mares en aquellos navios de madera, ver en derredor y no poder observar mas que aquella azulada inmensidad, saber que pronto llegaría a un lugar, saber a donde anhelaba hacerlo y conocerlo solo en sueños.
Tres navidades habia pasado ya en aquella ciudad, tres navidades en completa soledad habían dejado de ser, como en su infancia lo habían sido, fechas importantes de compañía y sonrisas, la calidez de la chimenea y el anhelo de los regalos habían permanecido en la primera navidad, cuando sentado sobre la cama habia pasado la noche entera observando la ventana, asomándose por el balcón con ojos luminoso mas se habia despertado solo, como toda su vida lo habia estado y hasta aquel instante lo habia comprendido, la segunda navidad fue la de la superación, aunque aun un rastro e fe se guardaba en su interior, habia recibido lo mismo que la anterior, nada, la tercera navidad habia comprendido ya que solo la soledad era su compañía y no podia acceder a anhelar mas, no podia.
Aquella parecía ser la primera navidad después de tanto que podría pasar en compañía de seres queridos. Sus pensamientos se vieron irrumpidos por las acciones de la joven frente a el, lucia un gesto involuntario de ansiedad -¿ocurre algo?- le cuestiono con un manto de tranquilidad cubriendo la curiosidad que realmente sentía ante dicha acción, dejo el cuadernillo con el carboncillo entre el hilo a un lado, soplando entre sus manos y sacudiéndolas para quitar el negro color que habían adquirido por el material con el cual habia trazado aquellos dibujos, aquellas memorias.
-no encuentro nada especial en la navidad de aquí…¿viene a ver a alguien?- le cuestiono pensando en algun motivo factible para que le fuese tan agradable.
Tres navidades habia pasado ya en aquella ciudad, tres navidades en completa soledad habían dejado de ser, como en su infancia lo habían sido, fechas importantes de compañía y sonrisas, la calidez de la chimenea y el anhelo de los regalos habían permanecido en la primera navidad, cuando sentado sobre la cama habia pasado la noche entera observando la ventana, asomándose por el balcón con ojos luminoso mas se habia despertado solo, como toda su vida lo habia estado y hasta aquel instante lo habia comprendido, la segunda navidad fue la de la superación, aunque aun un rastro e fe se guardaba en su interior, habia recibido lo mismo que la anterior, nada, la tercera navidad habia comprendido ya que solo la soledad era su compañía y no podia acceder a anhelar mas, no podia.
Aquella parecía ser la primera navidad después de tanto que podría pasar en compañía de seres queridos. Sus pensamientos se vieron irrumpidos por las acciones de la joven frente a el, lucia un gesto involuntario de ansiedad -¿ocurre algo?- le cuestiono con un manto de tranquilidad cubriendo la curiosidad que realmente sentía ante dicha acción, dejo el cuadernillo con el carboncillo entre el hilo a un lado, soplando entre sus manos y sacudiéndolas para quitar el negro color que habían adquirido por el material con el cual habia trazado aquellos dibujos, aquellas memorias.
-no encuentro nada especial en la navidad de aquí…¿viene a ver a alguien?- le cuestiono pensando en algun motivo factible para que le fuese tan agradable.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Hojas muertas [Leena]
Bajo la mirada y sonrió, le parecía una falta de educación decirle lo que estaba pensado en ese momento, pero nunca se había parado ante algo por eso -¿Me permites tocar tu rostro?- el parecía tan solitario y a la vez tan lleno de satisfacción, o tal vez ella estaba completamente equivocada pero la idea de sentir un rostro terso en sus manos la volvía loca, como un niño en navidad deseoso de abrir el regalo mas grande, era algo extraño si, pero estar de aquella manera con alguien que parecía tratarla bien le parecía absurdo, el contacto ademas le daría la ultima respuesta ante como relacionarse con aquel joven.
-Se que suena extraño, pero debo hacerlo- Exclamo sin mas, sonriendo ante el y sintiendo las hojas crujir bajo sus desnudas piernas, que el joven no se haya tentado de tocar aquellas daba mucho que pensar, le daba una gran perspectiva sobre el, estaba especulando demasiado y ilusionándose de una manera atrofia.
La curiosidad la estaba comiendo casi como la que sentía que el muchacho tenia cada vez que le preguntaba acerca de algo, no quería asustar a aquel joven que tal vez pensaba que ella una psicópata con ropa extraña y una gran navaja pero así era ella, extraña en el mundo y para el mundo, ella disfrutaba la simplicidad, disfrutaba el leer, el comer todo lo que quisiera, ser libre como un pájaro que ya logra volar fuera de el nido de su madre, disfrutaba el no haberse enamorado jamas y así seria para siempre, y aunque aquella sociedad la miraba con desaprobación a ella eso mas que molestarle, le satisfacía.
Mordió su labio inferior esperando la respuesta del joven de cabellos rojizos e inclino la cabeza un poco para detallar la fría y deslumbrante noche, recibió una fuerte corriente de aire y aspiro todo lo que pudo, para luego volver a su estado anterior, esperando por El.
-Se que suena extraño, pero debo hacerlo- Exclamo sin mas, sonriendo ante el y sintiendo las hojas crujir bajo sus desnudas piernas, que el joven no se haya tentado de tocar aquellas daba mucho que pensar, le daba una gran perspectiva sobre el, estaba especulando demasiado y ilusionándose de una manera atrofia.
La curiosidad la estaba comiendo casi como la que sentía que el muchacho tenia cada vez que le preguntaba acerca de algo, no quería asustar a aquel joven que tal vez pensaba que ella una psicópata con ropa extraña y una gran navaja pero así era ella, extraña en el mundo y para el mundo, ella disfrutaba la simplicidad, disfrutaba el leer, el comer todo lo que quisiera, ser libre como un pájaro que ya logra volar fuera de el nido de su madre, disfrutaba el no haberse enamorado jamas y así seria para siempre, y aunque aquella sociedad la miraba con desaprobación a ella eso mas que molestarle, le satisfacía.
Mordió su labio inferior esperando la respuesta del joven de cabellos rojizos e inclino la cabeza un poco para detallar la fría y deslumbrante noche, recibió una fuerte corriente de aire y aspiro todo lo que pudo, para luego volver a su estado anterior, esperando por El.
Leena Lewis- Mensajes : 27
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Re: Hojas muertas [Leena]
Se sorprendió de aquella pregunta aunque no de una forma mala y desconcertante sino en un acto agradable, porque nadie antes le habia pedido aquello por lo menos no asi que pudiese recordar con facilidad y sin embargo el solia imaginarse haciendo aquello, recordar con el tacto suponía mucho mas fácil al dibujar por lo menos asi ocurria con el, descubria de aquella forma cosas que con solo ver no pudiese haberse imaginado antes.
-solo si me permites tocar el tuyo y prometes…no levantarme el flequillo- murmuro con parsimonia sonriendo de medio lado, porque no deseaba aun que todos sus pensamientos se vieran expuestos como cartas abiertas ante los curiosos ojos de la joven, no deseaba aun quedar tan desnudo ante una extraña porque la curiosidad no era motivo suficiente para dejarle ver los mas obscuros deseos y recuerdos de su mente ¿Qué pensaría entonces? Le tacharía por loco seguramente.
-no me parece tan extraño como debería realmente no me parece extraño…-confeso encogiéndose de hombros, limpio bien sus manos contra su pantalón volteándole a ver cuando hubo terminado dicha acción, no quería ensuciar aquel bien definido rostro -¿y que dices?- le cuestiono acercándose con naturalidad a ella, a una distancia en que sus manos pudiesen tocarla y asi las de ella acariciar su rostro, cerraría los ojos cuando lo hiciera para lograr ver con aquellos que no eran los ojos.
No logro esperar respuesta tomo las manos de la joven con aquel suave tacto, dirigiéndolas a su rostro, eran unas manos refinadas aunque y en efecto algo toscas, diferentes a las que el mismo poseía -¿ves algo?- le cuestiono en voz baja alejando sus manos de las ajenas para rozar con ellas el rostro ajeno, comenzaba a hacerse una adicción aquello, lo habia hecho anteriormente y lo volvia a hacer ahora, tocar los rostros de extraños podia causarle problemas.
Siguio el contorno de sus cejas y sus parpados, delineo con sus dedos su nariz y rozo sus sobresalientes pómulos intentando descifrar en ellos.
-solo si me permites tocar el tuyo y prometes…no levantarme el flequillo- murmuro con parsimonia sonriendo de medio lado, porque no deseaba aun que todos sus pensamientos se vieran expuestos como cartas abiertas ante los curiosos ojos de la joven, no deseaba aun quedar tan desnudo ante una extraña porque la curiosidad no era motivo suficiente para dejarle ver los mas obscuros deseos y recuerdos de su mente ¿Qué pensaría entonces? Le tacharía por loco seguramente.
-no me parece tan extraño como debería realmente no me parece extraño…-confeso encogiéndose de hombros, limpio bien sus manos contra su pantalón volteándole a ver cuando hubo terminado dicha acción, no quería ensuciar aquel bien definido rostro -¿y que dices?- le cuestiono acercándose con naturalidad a ella, a una distancia en que sus manos pudiesen tocarla y asi las de ella acariciar su rostro, cerraría los ojos cuando lo hiciera para lograr ver con aquellos que no eran los ojos.
No logro esperar respuesta tomo las manos de la joven con aquel suave tacto, dirigiéndolas a su rostro, eran unas manos refinadas aunque y en efecto algo toscas, diferentes a las que el mismo poseía -¿ves algo?- le cuestiono en voz baja alejando sus manos de las ajenas para rozar con ellas el rostro ajeno, comenzaba a hacerse una adicción aquello, lo habia hecho anteriormente y lo volvia a hacer ahora, tocar los rostros de extraños podia causarle problemas.
Siguio el contorno de sus cejas y sus parpados, delineo con sus dedos su nariz y rozo sus sobresalientes pómulos intentando descifrar en ellos.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Hojas muertas [Leena]
Lo miro acercarse y enmarco una ceja con suavidad, tenia tanta curiosidad ante el y ahora que podía sentir lo que el le podía trasmitirle, se sentía mas que grata ante el joven, sonrió y sintió las manos de aquel ante las suyas, su corazón palpito pero no acaloradamente, simplemente emocionada y con satisfacción, entonces sus manos fueron directo a su rostro y sus ojos se cerraron en un instante.
Empezó por sus pómulos, muy marcados y perfectos para ella, luego no pudo evitar tocar sus pestañas, le encantaban las pestañas, paso por sus cejas las cuales peino con sumo cuidado -Veo amor, dolor y fuerza- no era que lo veía exactamente, lo sentia era la terminacion correcta, los rostros podían decir mucho, sintió las manos del joven en su rostro y se sintió tonta por un momento, no pudo evitar sonreír, estaba demasiado relajada ante aquello, se acerco un poco mas a el apenas y moviendo el cuerpo, estaba feliz ante esto, delinio su nariz con sus dedos indices y termino en sus labios, mas carnosos de lo que parecían, sonrió y dejo sus manos abiertas en sus dos mejillas, respirando con calma.
-¿Usted que ve?- Pregunto con curiosidad y calma, esto parecía un acto de locos, estar bajo la luz de la luna con un completo extraño, acariciándole el rostro y dejando que el haga lo mismo y tratando de descifrar que le decían aquellas facciones, pero ya ella sabia de cosas extrañas en su vida y esta era una mas, su paciencia no era nada buena pero ante esto era infinita y sentía que gracias a este momento estaría mas feliz de lo que ha estado en los últimos siete años que ha compartido con ella misma, en completa soledad y aunque aquello no le parece una aberración, porque hay que darse tiempo a uno mismo aveces también desea compartir con las personas, porque el mundo esta llena de ellas por alguna razón.
Acaricio aquellas mejillas con la yema de sus dedos respirando algo fuerte, no pudo evitar besar aquella nariz, involuntariamente tal vez o por simple curiosidad, se sentía mas que atrevida pero sabia que el no le reprocharía aquello.
Empezó por sus pómulos, muy marcados y perfectos para ella, luego no pudo evitar tocar sus pestañas, le encantaban las pestañas, paso por sus cejas las cuales peino con sumo cuidado -Veo amor, dolor y fuerza- no era que lo veía exactamente, lo sentia era la terminacion correcta, los rostros podían decir mucho, sintió las manos del joven en su rostro y se sintió tonta por un momento, no pudo evitar sonreír, estaba demasiado relajada ante aquello, se acerco un poco mas a el apenas y moviendo el cuerpo, estaba feliz ante esto, delinio su nariz con sus dedos indices y termino en sus labios, mas carnosos de lo que parecían, sonrió y dejo sus manos abiertas en sus dos mejillas, respirando con calma.
-¿Usted que ve?- Pregunto con curiosidad y calma, esto parecía un acto de locos, estar bajo la luz de la luna con un completo extraño, acariciándole el rostro y dejando que el haga lo mismo y tratando de descifrar que le decían aquellas facciones, pero ya ella sabia de cosas extrañas en su vida y esta era una mas, su paciencia no era nada buena pero ante esto era infinita y sentía que gracias a este momento estaría mas feliz de lo que ha estado en los últimos siete años que ha compartido con ella misma, en completa soledad y aunque aquello no le parece una aberración, porque hay que darse tiempo a uno mismo aveces también desea compartir con las personas, porque el mundo esta llena de ellas por alguna razón.
Acaricio aquellas mejillas con la yema de sus dedos respirando algo fuerte, no pudo evitar besar aquella nariz, involuntariamente tal vez o por simple curiosidad, se sentía mas que atrevida pero sabia que el no le reprocharía aquello.
Leena Lewis- Mensajes : 27
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Re: Hojas muertas [Leena]
Rodeo sus ojos con sus dedos, delineando sus cejas y bajando por sus sienes, rozo sus labios con delicadeza moviendo el inferior hasta casi rozar sus dientes, sonrio de medio lado cuando le dijo lo que ella veía, amor a una persona que no llevaba demasiado en su vida, dolor de un pasado que mas se borraría y fuerzas para el futuro porque debía ser prometedor, debía ser mejor que lo que antes habia sido y se esmeraba en que asi fuese.
-yo veo…-murmuro apoyando sus manos sobre sus mejillas –tristeza, fortaleza y soledad- le indico sin mas, no tenia el don de la adivinación o la lectura de auras mas algo le indicaba que sus palabras no debían distar demasiado de la realidad en que la joven se veía sumida cada dia de su vida, quizas una soledad tan grande como la que en su época le habia embargado a el y por poco le costaba la cordura aunque no dudaba haberla perdido en la medida de encontrarse ahora en aquel sitio.
Compungió suavemente el rostro al sentir sus labios sobre su nariz casi aguileña, abrió los parpados con lentitud apartando las manos de su rostro, sin atreverse a regresarle el beso puesto que por mas casto que aparentaba ser el contacto con persona no era su especialidad y mas no podia pedirse de un niño que de compañera habia tenido solo a si hermana menor -¿e desatinado en algo?- le cuestiono calmadamente, echando su cuerpo nuevamente hacia atrás, donde la plata liquida que manaba del manantial en el cielo corria como ríos luminosos sobre la tierra, resplandeciendo sobre cada espejo como virutas fluorescentes.
Su rostro se giro con rapidez al escuchar el lejano aullido de lobos, no estaba seguro si aquello podia catalogarse como un lupino o simplemente uno de aquellos animales, se levanto de un salto tomando el cuadernillo y extendiendo su mano hacia Leena –supone una mejor idea comenzar a caminar- asevero no deseoso de encontrarse con aquellos seres, tenia recuerdos nada gratos de encuentros anteriores.
-yo veo…-murmuro apoyando sus manos sobre sus mejillas –tristeza, fortaleza y soledad- le indico sin mas, no tenia el don de la adivinación o la lectura de auras mas algo le indicaba que sus palabras no debían distar demasiado de la realidad en que la joven se veía sumida cada dia de su vida, quizas una soledad tan grande como la que en su época le habia embargado a el y por poco le costaba la cordura aunque no dudaba haberla perdido en la medida de encontrarse ahora en aquel sitio.
Compungió suavemente el rostro al sentir sus labios sobre su nariz casi aguileña, abrió los parpados con lentitud apartando las manos de su rostro, sin atreverse a regresarle el beso puesto que por mas casto que aparentaba ser el contacto con persona no era su especialidad y mas no podia pedirse de un niño que de compañera habia tenido solo a si hermana menor -¿e desatinado en algo?- le cuestiono calmadamente, echando su cuerpo nuevamente hacia atrás, donde la plata liquida que manaba del manantial en el cielo corria como ríos luminosos sobre la tierra, resplandeciendo sobre cada espejo como virutas fluorescentes.
Su rostro se giro con rapidez al escuchar el lejano aullido de lobos, no estaba seguro si aquello podia catalogarse como un lupino o simplemente uno de aquellos animales, se levanto de un salto tomando el cuadernillo y extendiendo su mano hacia Leena –supone una mejor idea comenzar a caminar- asevero no deseoso de encontrarse con aquellos seres, tenia recuerdos nada gratos de encuentros anteriores.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Hojas muertas [Leena]
El había acertado en cada una de las cosas, empezaba a dudar que fuera tan normal como decía que era, sonrió ante el y se levanto tomando su mano, supuso que el había escuchado aquello aullidos que daban tanto que deducir, limpio su cuerpo de algunas hojas que se pegaron a ella y emprendió el caminar al lado de Anuar.
-Siendo honesta no, ¿lo he hecho yo?- Escondió sus manos en los bolsillos delanteros de su abrigo de nuevo, la luz de la luna era lo único que los guiaba y tal vez su destino era la muerte o la calle mas cercana al bosque -Los lobos temen a la plata, el cuchillo anterior que te mostré, es de ese material, no hay que asustarse- sonrió mirándolo de medio lado, era tan normal para ella estar rodeada de criaturas.
Mordió sus labios observando el infinito cielo plateado y negro, hace unas horas estaba tan solitaria que pensó que pasaría la noche acostada en la nieve de aquel frió insoportable, se sentía feliz de tener a aquella persona a su lado, debía disfrutarlo al máximo porque las horas pasaban tan rápido como las estrellas fugaces.
-¿Acostumbras a caminar en el bosque con extraños diariamente?- rió ante aquello, los búhos cantaban demasiado a aquella horas y cada sonido que el bosque hacia podía aterrorizar a cualquiera, pero Leena ya no desconfiaba de aquel lugar, y si algo pasaba sabia que hacer, y si las cosas salían mal era porque debían salir mal.
Volvió a mirar al joven por el rabillo de el ojo, acomodo su gran fleco dejando su ojos derecho mas descubierto, se sentía extraña siendo tan sensible ante una persona que no llevaba mas de unas pocas horas conociendo.
-Siendo honesta no, ¿lo he hecho yo?- Escondió sus manos en los bolsillos delanteros de su abrigo de nuevo, la luz de la luna era lo único que los guiaba y tal vez su destino era la muerte o la calle mas cercana al bosque -Los lobos temen a la plata, el cuchillo anterior que te mostré, es de ese material, no hay que asustarse- sonrió mirándolo de medio lado, era tan normal para ella estar rodeada de criaturas.
Mordió sus labios observando el infinito cielo plateado y negro, hace unas horas estaba tan solitaria que pensó que pasaría la noche acostada en la nieve de aquel frió insoportable, se sentía feliz de tener a aquella persona a su lado, debía disfrutarlo al máximo porque las horas pasaban tan rápido como las estrellas fugaces.
-¿Acostumbras a caminar en el bosque con extraños diariamente?- rió ante aquello, los búhos cantaban demasiado a aquella horas y cada sonido que el bosque hacia podía aterrorizar a cualquiera, pero Leena ya no desconfiaba de aquel lugar, y si algo pasaba sabia que hacer, y si las cosas salían mal era porque debían salir mal.
Volvió a mirar al joven por el rabillo de el ojo, acomodo su gran fleco dejando su ojos derecho mas descubierto, se sentía extraña siendo tan sensible ante una persona que no llevaba mas de unas pocas horas conociendo.
Leena Lewis- Mensajes : 27
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Re: Hojas muertas [Leena]
-eso lo se bien ¿Qué podemos hacer contra un animal de ese calibre?...si eres una simple humana terminara matándonos a ambos- le indico en voz baja, porque si bien dos veces habia salido de un encuentro con aquellos seres, de un encuentro que mas parecía una caza no sabia si ahora con la “maldición” de la bailarina encima de el pudiese salir con tanta suerte, las heridas eran ademas gajes de toparse con dichos seres.
Rio por lo bajo mirándole de soslayo –te sorprendería saber- le indico sin mas, si recordaba la mayor parte de sus aventuras ocurrían a mano de extraños que no volvia a ver mas nunca, exceptuando algunos cuantos se habían vuelto parte fundamental de su vida, sentía que sin ellos vivir no valdría mas la pena aun cuando antes a su llegada miserable era su vida y merecía la pena seguir.
-si nos los llegamos a topar…la mejor idea que puedes tener seria correr- le indico con rastro alguna de burla o sorna, no esperaba que siguiera sus indicaciones mas decirlas no quedaba de mas, el porque su parte podia distraerle algunos instantes dos veces lo habia hecho ya aunque en la primera le habían salvado la segunda ocasión…no estaba muy seguro de ella habia dejado a la joven de rojizos cabellos en el lago, porque el miedo le habia invadido como un virus.
-¿sabes el camino de salida?- le cuestiono observando el firmamento debía pensar seriamente en aprender a guiarse usando las estrellas como mapa. No era un guerrero, ni un soldado y mucho menos un ser con fuerza sobrehumana, su velocidad era promedio y su visión nocturna escasa por eso y mucho mas salir del bosque cuanto antes suponía la mejor de las ideas, salir del camino del cazador.
-Leena…¿te has topado antes con un lupino?- le cuestiono en voz baja, como si sus palabras pudiese llegar a oídos de alguien mas, comenzaba a dudar que fuese lo que decía ser y aquello no podia mas que fascinarle.
Rio por lo bajo mirándole de soslayo –te sorprendería saber- le indico sin mas, si recordaba la mayor parte de sus aventuras ocurrían a mano de extraños que no volvia a ver mas nunca, exceptuando algunos cuantos se habían vuelto parte fundamental de su vida, sentía que sin ellos vivir no valdría mas la pena aun cuando antes a su llegada miserable era su vida y merecía la pena seguir.
-si nos los llegamos a topar…la mejor idea que puedes tener seria correr- le indico con rastro alguna de burla o sorna, no esperaba que siguiera sus indicaciones mas decirlas no quedaba de mas, el porque su parte podia distraerle algunos instantes dos veces lo habia hecho ya aunque en la primera le habían salvado la segunda ocasión…no estaba muy seguro de ella habia dejado a la joven de rojizos cabellos en el lago, porque el miedo le habia invadido como un virus.
-¿sabes el camino de salida?- le cuestiono observando el firmamento debía pensar seriamente en aprender a guiarse usando las estrellas como mapa. No era un guerrero, ni un soldado y mucho menos un ser con fuerza sobrehumana, su velocidad era promedio y su visión nocturna escasa por eso y mucho mas salir del bosque cuanto antes suponía la mejor de las ideas, salir del camino del cazador.
-Leena…¿te has topado antes con un lupino?- le cuestiono en voz baja, como si sus palabras pudiese llegar a oídos de alguien mas, comenzaba a dudar que fuese lo que decía ser y aquello no podia mas que fascinarle.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Fecha de inscripción : 25/06/2010
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Re: Hojas muertas [Leena]
Asintió ante la pregunta sobre si sabia el camino de vuelta a la ciudad, y como no saberlo si ella había estado dentro y fuera de aquel bosque tantas veces que era como un pase salir de el, tomo el hombro del joven y cruzo hacia la derecho, casi arrastrándolo antes de que el reaccionara ante el desvió.
Su pregunta siguiente la congelo, aquellas preguntas no eran comunes y lo que mas le hacia dudar era la respuesta que debía darle, era excelente mintiendo pero ¿ merecía aquel joven sus mentiras?, se cuestiono mientras caminaba casi en zipzap por los arboles -Algunas veces, pero son mas tontos de lo que parecen- sonrió recordando el ultimo con el que se había encontrado, lo domino tan rápido que ni tiempo tuvo de mirarlo, y escapar de el se hizo mas que sencillo, una suerte de otro mundo tanto que hasta dudaba que aquel lobo había ido solo a su caza.
Esquivo algunas ramas y empezó a divisar luz, cegándose un poco, sus pupilas estaban bastante cerradas ante la total oscuridad del bosque y las luces de la ciudad las dilataron enseguida, al llegar al extremo de la calle sonrió ante el muchacho, suponiendo que ese era su Adiós -Bueno, aquí estamos, sanos y salvos- aseguro observando el rostro de Anuar, El era poco mas alto que ella, extendió su mano hacia El como gesto de despedido, casi como si nunca hubieran estado sentados en medio del bosque acariciando sus rostros.
Algunas personas curioseaban desde sus negocios a los dos jóvenes que acaban de salir del inmenso bosque y otros cuchichiaban cosas, seguramente acerca de la vestimenta de la joven morena, aun se podía escuchar a los búhos hablar mas no a los antropoides que podían haber molestado a ambos antes.
-Mira como nos ven- rió ante las personas pegadas a la ventana, sin dejar de mover la mano que tenia frente al chico, cruzo las piernas con una sonrisa y paso su otro brazo bajo en que estaba guindando.
Su pregunta siguiente la congelo, aquellas preguntas no eran comunes y lo que mas le hacia dudar era la respuesta que debía darle, era excelente mintiendo pero ¿ merecía aquel joven sus mentiras?, se cuestiono mientras caminaba casi en zipzap por los arboles -Algunas veces, pero son mas tontos de lo que parecen- sonrió recordando el ultimo con el que se había encontrado, lo domino tan rápido que ni tiempo tuvo de mirarlo, y escapar de el se hizo mas que sencillo, una suerte de otro mundo tanto que hasta dudaba que aquel lobo había ido solo a su caza.
Esquivo algunas ramas y empezó a divisar luz, cegándose un poco, sus pupilas estaban bastante cerradas ante la total oscuridad del bosque y las luces de la ciudad las dilataron enseguida, al llegar al extremo de la calle sonrió ante el muchacho, suponiendo que ese era su Adiós -Bueno, aquí estamos, sanos y salvos- aseguro observando el rostro de Anuar, El era poco mas alto que ella, extendió su mano hacia El como gesto de despedido, casi como si nunca hubieran estado sentados en medio del bosque acariciando sus rostros.
Algunas personas curioseaban desde sus negocios a los dos jóvenes que acaban de salir del inmenso bosque y otros cuchichiaban cosas, seguramente acerca de la vestimenta de la joven morena, aun se podía escuchar a los búhos hablar mas no a los antropoides que podían haber molestado a ambos antes.
-Mira como nos ven- rió ante las personas pegadas a la ventana, sin dejar de mover la mano que tenia frente al chico, cruzo las piernas con una sonrisa y paso su otro brazo bajo en que estaba guindando.
Leena Lewis- Mensajes : 27
Fecha de inscripción : 15/12/2010
Re: Hojas muertas [Leena]
Enarco una ceja desconociendo con que clase de ser se habia topado ella pues cuando su encuentro se habia realizado meses atrás en aquel mismo bosque habían logrado sobrevivir a duras penas el y el vampiro que le habia salvado, quizas aquel vampiro no fuese el mas ágil, rápido o hábil de todos pero habia sido sheriff o algun parecido suponía y bien sabia que tenia dominio sobre aquellos temas de modo que pensar que su torpeza habia sido el motivo de que el encuentro fuese brutal no era una opción, el vampiro sabia lo que hacia y el oponente habia sido a la talla, aun asi prefirió ahorrarse tales comentarios ¿Cómo explicarle que uno de aquellos seres le habia rebanado el estomago por la mitad?...casi, ciertamente habia sido solo un superficial tajo.
Se dejo guiar con el cuadernillo bajo el brazo que la joven no sujetaba hasta que la luz de los candiles y las ventanas abiertas le cegó como debía cegarse una polilla ante la luz de una vela para morir después cremada, se detuvo de golpe cuando su cuerpo sintió el cambio de aires y su nariz lo hizo evidente, no se encontraban mas en el bosque rodeado de altos arboles e inusuales animales siempre atentos y siempre escondidos, a la lejanía escuchaba la sinfonía de la naturaleza, con algunas pisadas resonando sobre las hojas muertas.
Su mirada se dirigió primero a los ventanales repletos de caras curiosos y a los transeúntes que pasando por sus lados, a verios metros, los observaban como quien mira a leproso y se aleja de un virulento, se sintió en su ambiente nuevamente. El observaba a esa clase de personas desde su balcón, veía a la gente pasar ensimismadas en su propio mundo sin caer en cuenta que habia miles y mejores a su alrededor.
La voz de la morena le obligo a voltearle a ver –dudo que me estén viendo a mi- sonrio de medio lado comenzando a andar -¿no te gustaría un café?- le cuestiono ya varios pasos mas alla volteándola a ver por encima de su hombro, ella no tenia porque saber que el dinero escaseaba y aquel café le costaría la comida del próximo dia mas aquello valia la pena, de lo contrario viviría eternamente con el hubiera sido y eso…no era una opción.
Se dejo guiar con el cuadernillo bajo el brazo que la joven no sujetaba hasta que la luz de los candiles y las ventanas abiertas le cegó como debía cegarse una polilla ante la luz de una vela para morir después cremada, se detuvo de golpe cuando su cuerpo sintió el cambio de aires y su nariz lo hizo evidente, no se encontraban mas en el bosque rodeado de altos arboles e inusuales animales siempre atentos y siempre escondidos, a la lejanía escuchaba la sinfonía de la naturaleza, con algunas pisadas resonando sobre las hojas muertas.
Su mirada se dirigió primero a los ventanales repletos de caras curiosos y a los transeúntes que pasando por sus lados, a verios metros, los observaban como quien mira a leproso y se aleja de un virulento, se sintió en su ambiente nuevamente. El observaba a esa clase de personas desde su balcón, veía a la gente pasar ensimismadas en su propio mundo sin caer en cuenta que habia miles y mejores a su alrededor.
La voz de la morena le obligo a voltearle a ver –dudo que me estén viendo a mi- sonrio de medio lado comenzando a andar -¿no te gustaría un café?- le cuestiono ya varios pasos mas alla volteándola a ver por encima de su hombro, ella no tenia porque saber que el dinero escaseaba y aquel café le costaría la comida del próximo dia mas aquello valia la pena, de lo contrario viviría eternamente con el hubiera sido y eso…no era una opción.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
- Mensajes : 1801
Fecha de inscripción : 25/06/2010
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Re: Hojas muertas [Leena]
Escucho al joven atenta, no sabia si insultarse ante aquel ''dudo que me estén viendo a mi'' o reírse, prefirió ignorar aquel comentario y aferrarse a su propio abrazo ante el frió mortal, las ventanas cuchicheaban mas que nunca y los sonidos de la ciudad le inundaba los pensamientos, no sabia donde pasaría la noche esta vez, no podía arriesgarse a las calles de París, podían llegar a ser mas mortales que una cacería masiva para los de su especie.
La propuesta del joven la animo, seria mas agradable vaguear por ahí acompañada que en completa soledad, al menos por esta noche, metió sus manos en los paquetes delanteros de su abrigo y asintió. -Seria un honor-. Casi susurro y curve su cuerpo hacia la calle, divisando los rostros que la observaban, se tentó a realizar muecas para aquellas personas pero resistió para no parecer un completo fenómeno ante el joven.
Volvió a mirar a los ojos a su acompañante, mostrando una sonrisa convincente. -Me das mucha curiosidad Anuar-. anuncio al joven relamiendo sus labios al pensar en aquella bebida caliente y mas que todo en el local en el que la bebida albergaba, tal vez pasara la noche en una casa de aquellas que cobraban por el alojamiento o en el burdel que siempre le había dado donde dormir, aunque ella se negara a todas las ofertas de trabajo de aquel lugar, luego pensaría aquello, deseaba disfrutar de aquel pase tanto como pudiera, eso iba a hacer.
La propuesta del joven la animo, seria mas agradable vaguear por ahí acompañada que en completa soledad, al menos por esta noche, metió sus manos en los paquetes delanteros de su abrigo y asintió. -Seria un honor-. Casi susurro y curve su cuerpo hacia la calle, divisando los rostros que la observaban, se tentó a realizar muecas para aquellas personas pero resistió para no parecer un completo fenómeno ante el joven.
Volvió a mirar a los ojos a su acompañante, mostrando una sonrisa convincente. -Me das mucha curiosidad Anuar-. anuncio al joven relamiendo sus labios al pensar en aquella bebida caliente y mas que todo en el local en el que la bebida albergaba, tal vez pasara la noche en una casa de aquellas que cobraban por el alojamiento o en el burdel que siempre le había dado donde dormir, aunque ella se negara a todas las ofertas de trabajo de aquel lugar, luego pensaría aquello, deseaba disfrutar de aquel pase tanto como pudiera, eso iba a hacer.
Leena Lewis- Mensajes : 27
Fecha de inscripción : 15/12/2010
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