La orgía de la diplomacia. (privado)

por **Ferox Black** Dom Ago 19, 2018 7:09 am

La decisión estaba tomada, sembraríamos los cimientos de una guerra que nos alimentaria durante siglos. Aquella noche Assur, Joe y yo mismo habíamos sido citados por el consejo, los muy dementes pensaron errados que aceptaríamos los términos de nuestra rendición y que consentiríamos que los Black fueran parías de la sociedad, al parecer habían olvidado que nuestro retiro fue voluntario y que ahora, juntos cabalgábamos de nuevo sobre el miedo, el caos y la destrucción. Eramos el futuro y no esas leyes mal redactadas que nos convertían en sombras de nuestro destino.

Llegamos con la puntualidad del depredador, portamos un mensaje de unión, uno que separó las tres cabezas de tres cuerpos y sobre sus tornos de acero colgados de estacas sus cráneos pendieron.
Tomamos asiento calmos, esperando al resto de los miembros. Cuando hicieron acto de presencia vieron el atroz espectáculo de cuerpos cercenados, de épocas paganas que funcionaron en otros tiempos cuando la guerra se sentenciaba con muerte y sufrimiento.
La estancia olía a muerte y en sus ojos se vislumbraba el odio y como no el miedo.

Assur ladeó la cabeza en un claro gesto de mofa, hundió su mirada en la del portavoz, aquel que representaba al “desaparecido” titan.
-La gente cuando esta a punto de morir se muestra tal y como es -apuntó con sarcasmo -se puede decir que conozco a tus amigos mejor que tu -alegó -y creen que esas normas son...- hizo una pausa meditando las palabras – la perdición de nuestra raza. Dile a Hectro que si no quiere ver lo peor de mi, que no lo provoque.

Se alzó del trono con elegancia y con un pañuelo blanco limpió los restos de sangre de su mano dejándolo caer al suelo frente al rebaño aterrado que contemplaban como los lobos cerraban filas tras el que esa noche y no necesariamente otras se proclamó como el líder.
Los Black podíamos ser hienas, despedazarnos entre nosotros, pero si alguien de fuera osaba tocarnos eramos lobos fieros y comprometidos con la manada como ningún otro.