Noche de poesía [libre]

por **Priscila Catrice** Mar Ago 21, 2018 5:40 pm

La suerte le había sonreído y podía ser que aún se encontrara sin mucho dinero y sin trabajo estable, pero aquella noche era una buena oportunidad para ella para darse a conocer como la escritora de poesía que era.

Todo había comenzado cuando encontró un pequeño grupo de personas que también se dedicaban a escribir y tratar de sobrevivir día con día, todo con la esperanza de que algún día sus escritos fueran considerados valiosos y sus nombre vivieran por siempre. Aquel pequeño grupo era bastante único y amable, así que Priscila decidió que era un buen grupo con el cual pasar el tiempo así que ya llevaba cerca de una semana contactándolos, pero ese día, era especial y diferente. La tarde anterior el miembro más joven del grupo había llegado tarde, pero con una noticia que alentó los ánimos de todos; llegó para hablarles de una presentación. Les hablaba de algo que para todo aquel que no estuviese interesado en la poesía, era una tontería pero para todos ellos, el que pudieran ir a un café y leer un poco de sus obras era una oportunidad de oro que no pensaban desaprovechar para nada del mundo. Así que después de que acordaran llegar al café y hora para verse, todos partieron en dirección a los lugares donde se quedaban en aquellos momentos. La cambiante fue directa al hostal, que sería su hogar hasta que el dinero se le agotara, porque cuando eso sucediera, viviría en las calles. Aún con esa clase de cosas sobre las que pensar, llego directamente a seleccionar algunos escritos que deseaba dar a conocer y entre seleccionar una cosa y otra se le fue lo que restaba de la tarde así que se fue directo a la cama, a esperar el día siguiente y la reunión.

Y apenas el sol había salido, la poeta ya se encontraba de pie. Lista para lo que fuera a venir ese día. Tomo un baño rápido, comió una manzana y cubrió su cuerpo con un vestido verde esmeralda que de hecho, era el más bonito que poseía. La espera por que fuera la hora de la reunión le pareció eterna, pero cuando llego, salió presurosa del hostal. Camina con tal velocidad que de hecho parecía estar corriendo por las calles que transitaba y de haberle sido posible, hubiera de hecho echado a correr pero la verdad es que no deseaba arruinar su vestido.

Una vez que llego al café donde las presentaciones tanto de ella como de sus conocidos, se detuvo a la entrada, observo al interior y soltó un suspiro antes de ingresar. Una vez dentro, sus amigos le recibieron con alegraría y juntos se fueron a un lado del pequeño escenario que habían colocado especialmente para ellos y aunque se les informo que podían comenzar cuando desearan, todos estaban demasiado nerviosos como para hacerlo así que optaron por charlar hasta que el nerviosismo se les fuera y alguno se sintiera lo suficientemente valiente como para hablar. Fue hasta después de un rato de estar hablando, que Priscila suspiro y les miro a todos.
– Bueno, deséenme suerte y espero que no vaya a ser la única que suba a ese lugar – comento y antes de arrepentirse subió al pequeño escenario y miro a la gente que se encontraba en aquel café – Bienvenidos todos, nosotros hemos venido aquí a deleitarles con un poco de nuestro arte, así que espero les guste. Mi nombre es Priscila y lo que voy a leer para ustedes son poesías de mi creación – dicho eso, dio inicio a la lectura de algunas de sus obras y decir que no se encontraba nerviosa era una mentira pero para su propia sorpresa, aquella primera vez recitando sus poesías en un café, no le resulto tan mala.

Cuatro poemas fueron los que recito y una vez que terminaba el ultimo, observo a todas las personas presentas, deteniendo su mirada en la única persona que parecía realmente haberle prestado atención.
– Gracias – finalizo con aquello, dirigido más para la única persona atenta que para todos los demás que estaban enfrascados en sus propias cosas y ya sin nada más que hacer sobre el pequeño escenario bajo y dejo que el siguiente de sus compañeros subiera. Recibió alegre las felicitaciones de sus amigos y tras suspirar se alejo un poco de todos ellos pues su labor ahí, ya había concluido.