Poesia oscura {Libre}

por **Nicolás D' Lenfent** Dom Oct 02, 2011 6:57 pm

Caminando entre sombras me encuentro pálido, enfermo y afligido, mi cuerpo triste y asqueroso cubierto de sangre, me siento vivo, sigo vivo y aun vivo estoy. El amor es solo una ilusión estoy solo, en el exilio quiero más de este dulce dolor, quiero seguir siendo la maldad en el corazón, desgarrarlos de un puñado mortal que me llene de pasión al oír el ultimo latido como siento el ultimo éxtasis de mi cuerpo. Mi propia droga perfecta me acecha en todos lados es inevitable seguir una farsa, deseo tomarlos en este preciso momento pero mis palabras mudas están, y mi mirada ciega está quedando.

Es ahora cuando me doy cuenta de que estoy vivo, aun vivo, no estoy muerto ¡No! Quiero más luz, quiero sentir el amor en la sed y jubilo en el cuerpo, pero volteo y solo estoy… Ahora veo sombras, pero solo estoy, pálidas sombras de la realidad, estoy alejado de la bondad de la que un día Lestat hablo, y de tres grados de la vanidad.... Y el amor, el amor ¡el amor! es una ilusión en la soledad, amo la soledad, mi amor es la soledad. Mis palabras se alejan, deambulo yo solo, estoy con mi alma y desde ahí veo a esa sombra, veo a esa palidez de la realidad. Soledad me invade, la soledad es mi amiga, la soledad es mi nombre.

¡Estoy solo con mi alma! Soledad recuérdame, ámame, siénteme. He inúndame con tus mentiras al igual que inundare las tuyas. Soledad mátame, arráncame la vida, soledad es mi nombre mi más dulce soledad, Pálida sombra de la realidad eres tu mi soledad.
Me reconforta estar solo, sentir el despliegue de la vida solitaria engañando el silencio como engaño el camino, las esperanzas mueren como muere el viento al seguir mi rostro, dejo el frio de la muerte, nada me sigue nada se escucha, solo veo mi soledad plena, que abarca desde mi interior hasta lo más exterior de mi ser, mi alma esta solitaria, es mi alma la soledad que me envuelve, me controla.

Trato de seguir el paso pero nada encuentro, todo está solitario, nada hay, todo está guardado o escondido, los arboles duermen y se hallan en un sueño profundo donde nadie los despierta, mis pasos silenciosos como el viento mudo, andar, andar que nada se escucha, mis pensamientos desaparecen como mi mente se encuentra oscura sin nada que se pueda ver, como mi cuerpo que solo está sin nada que lo mantenga, nada hay en mi nada puedo dar. Así es el camino que se puede escuchar en mí andar.

por **Annushka Petrov** Lun Oct 03, 2011 8:08 am

No sabía cómo había llegado a ese siniestro y lúgubre lugar, donde parecía que la vida se acababa acunada por el manto de aquella noche oscura… En realidad si lo sabia; siempre escuchaba y satisfacía mis deseos cualquiera que fuesen y sin saber hacia dónde me podían llevar. Soledad, eso es lo que buscaba. Por un breve tiempo pensaba que vender mi cuerpo me enseñaría lo que es amar… pero tonta de mí ese día nunca llegaba y cada vez iba perdiendo más la esperanza. Hacía frio, tanto, que calaba hasta los huesos erizándote hasta el último vello de tu piel, aunque quizás no solo era el frio sino la sensación que me causaba estar en aquel lugar.

Me hundía mas en mis brazos que intentaban sostenerse el uno al otro para entrar en calor… ni en aquellos días echaba de menos todo lo que había dejado atrás, no quería ser consciente de que había dejado toda una vida de lujos y riquezas por envidia, odio y rencor.
Quizás la culpa fuese mía, y no hubiese sido capaz en todo este tiempo de amar lo que poseía, pero que en ningún caso estaba dispuesta a recuperar.

Volví en mi misma cuando me percaté que mi vestido se había quedado enganchado en alguna rama que sobresalía del suelo. ¡Solo a mí se me ocurriría venir vestida así a este lugar! Pensé mientras me agachaba a rescatarlo suavemente para que no se rompiese, y me quedé petrificada en el suelo, hasta entonces no me había percatado de que aquel no era un lugar para nada seguro para estar entreteniéndome en mis pensamientos, debería marcharme pronto, tan rápido como encontrase lo que buscaba…

por **Nicolás D' Lenfent** Lun Oct 10, 2011 4:49 pm

Ese enemigo implacable que amordaza cuanto pienso, que disfruta al agarrarme y que asfixia hasta mi aliento. Violento el viento, encubre mis pensamientos que me prohíben a que despierte del mundo donde me encuentro, me siento hechizado por la soledad, eterno me siento ¡Eterno soy! Quiero apartarme de todo y no se puede, ni sé cómo hacerlo solo puedo seguir entre laberintos oscuros sin que nadie me encuentre.

Me siento fuerte quiero enfrentarme de una vez, no sé si soy yo al expresar lo que siento. ¿No sé cómo puedo encontrarme? Ni yo mismo me encuentro.
¡Silencio! Vieja presencia nocturna compañera de mi sueño, te doy la mano, tú ganas, me venciste con el tiempo la inacabable partida, que nos pone la vida en juego.

Rodeado aun del silencio, mudo, calmado, un silencio tosco, frio y nervioso, presiento como las sombras de mi alma me rodea. Tiendo una cuerda sobre el vacio y pongo en vilo mis pasiones, soy el equilibrista de la muerte, soy el trapecista de la oscuridad, de lado a lado sobre la noche estrellada. Juego con mi suerte, temiendo perderla, rozando el suelo y pese a todos sonrió. Siendo esa sonrisa muerta, que cubre los ojos brillosos, ocultos entre la maleza que los sentidos no pueden percibir. Apuesto mis deseos y barajo sin saberlo los de los otros, los otros jugadores, las victimas o villanos. Soy el villano esta noche.

Liberando los sentidos, escondiendo la pasión tras los susurros. Hojas secas, el silencio una pisada. Resuenan en la nada los tambores del ensueño. Caen los ojos, sube el cielo, y detrás, la tentación...

Corre la sombra tras su intermediable camino, perdido, confuso no ve tal camino que pierde la fuerza y cae al suelo. ¡La sombra ha caído! ¿Qué sucede? Sigue corriendo la oscuridad se escapa, pero el aroma cambia y las palabras se van. ¡Corazón! ¿Latidos? ¡Sangre! Hacen que libere la bestia enjaulada, con agilidad y rapidez se pone en compostura, ¡Quien es! Le mira solido y en silencio, observándole como un fantasma que es.

por **Annushka Petrov** Mar Oct 11, 2011 9:34 am

Mis manos se quedaron en el sitio exacto donde terminaron su trabajo; pálidas, pequeñas y perfectas, tan suaves que su tacto puede hacer que no desees acariciar otra cosa… Las cerré fuertemente entre mis ropas… débil, demasiado débil, cualquiera podría cogerlas y no tendría oportunidad alguna para escapar de la situación, las apreté más fuerte aún. Aquello me traía a la mente pensamientos que no deseaba recordar, mejor dicho que no podía recordar.

Una lágrima caía lentamente hacia el suelo… Una lágrima de frustración, de pena y soledad. Por fin le había dado sentido a todos sus pensamientos, ya nada importaba, por mucho empeño que pusiese en buscar la felicidad esta nunca llegaría, pues una persona que renuncia a su felicidad no merece encontrarla de nuevo.

Mis extremidades no respondían, sólo podía quedarme mirando hacia el suelo, que ensuciaba mi vestido por toda aquella zona con la que hacía contacto. Por un instante levanté la cabeza, no había nadie allí, pero ¿por qué tenía la sensación de que no estaba sola? Ladee la cabeza buscando algo que respondiese a mi pregunta pero ni el crujir de los árboles respondía a mi pregunta.

Mis sentidos se pusieron en alerta, definitivamente deseaba equivocarme. - ¿Hola?- pregunté indecisa e inmediatamente me arrepentí de lo que había hecho, si había alguien allí conmigo y no quería nada bueno, obviamente no iba a contestarme y además acababa de revelar mi posición. Sólo pude llevarme las manos a la boca mientras miraba a mi alrededor, esperando que fuese todo una falsa impresión.

por **Nicolás D' Lenfent** Dom Oct 23, 2011 3:10 pm

El fantasma de la noche corre sin parar, es la bestia ahora la que ha liberado en su alma, asesinar era todo lo que sentía en ese momento deshacer su maldita ira en los delirios de alguien, sentir llantos era lo que más le excitaba ver, el espectro estaba levitando acompañado de la sombra de la oscuridad y del viento que le empujaba con mas delirio en su cuerpo.

La soledad que sentía quería acecharla con un movimiento estrangulador, aferrarme de que el silencio podía cambiarse con gritos, y que más que con gritos de agonía, una esplendida melodía para mis oídos y así decidirse de que el silencio se ha ido por siempre. Tomar el cuerpo ajeno con demasiado poder, ese poder que me diferencia de los humanos, un poder maligno, donde imagine que tengo compañía parte de la soledad, que siempre poder ver más a la de la oscuridad que me está encerrando y me está llevando a la plena condena de la inmortalidad.

Todo esto deseaba mi parte interna, mi cuerpo rechazaba tal juego masoquista, ahora no deseaba nada, el mundo en que me encuentro me está haciendo perder toda emoción exterior, solo puedo sentir en ese momento una eterna oscuridad donde no me deja ver nada más que a mí mismo, un Egoísmo donde nada existe más que yo, y eso es lo que me esta maldiciendo mi propia existencia.

Dando vueltas en círculos, deseando que la noche desapareciera y que el amanecer comience su recorrido, donde esperaría su llegada en mi mismo para poder así finalizar esta condenada donde solo apasiono y me hace perderme sin saber qué es lo que hago ni digo. Siento que todo me está dejando en el olvido.... Un olvido donde jamás saldrá a relucir y todo se quedara sin ser presenciado alguna vez. Pero una voz me hizo perder el delirio, me estaba sacando de esta pena que no deseo mas detenerla y solo dejar que continúe hasta que ella misma se detenga y de el término de una vez. Sin dejar huellas ni rastros alguno de que existió en mi. ¿Ahora que es lo que pasara?

Fui bajando con lentitud a ella, donde podía sentir un frio el cual me unía a ella..Pero por perderme no le he escuchado su presencia. Mi camino ahora se encontraba justo en el que ella iba, un camino lleno de confusiones pero nada que se pudiera revelar ante mi caída del diablo en penas que no soporta más.

-Bonjour.- Decía como un eco, donde la voz era más solitaria que nada, su melodía era más aterradora pero sensual al oírle pronunciar esas palabras. Y sus manos llegaron de repente a las de ellas separándolas de la boca en donde se encontraba para no revelar secretos que deseaba dar a flote. Mirada con mirada, sus ojos eran misteriosos y hermosos a simple vista. Llevando la mano ajena en su propio rostro donde sentía esa caricia más cálida. –Soy real o es la imaginacion?..-desapareció al concluir esas palabras y se quedo en el aire sin que le viera..Tratando de sentir mas su compañia

Spoiler:

por **Annushka Petrov** Miér Nov 09, 2011 5:35 am

Por un momento todo a mi alrededor se sumió en un oscuro y aterrador silencio, de esos que era mejor no molestar, pues no auguraban nada bueno a su paso.
El único sonido que me enseñaba aquel lugar eran los frenéticos latidos de mi corazón, que parecía estar amenazando con salirse del pecho de un brinco para no volver jamás.

No podía pensar, tampoco moverme, ¿Acaso mis sentidos me habían jugado una mala pasada? Si bien inconscientemente mi mente me decía que lo mejor en aquel caso es que todo hubiese sido fruto de mi imaginación.

Todo había pasado demasiado deprisa como para poder pararse a mirar lo que sucedía; la visión de aquel rostro fugaz, solitario y desafiante, más duro que el mármol y más frio que el témpano, ese olor a sangre seca en el aire que revolvería el más duro de los estómagos, mis manos que se movían como si de un pequeño títere se tratase, para ofrecer sus caricias a aquel extraño ser que se desvanecía sin previo aviso para dejarlas colgando en el aire, acompañadas por aquella voz; seca, solitaria pero a la vez insinuante que desafiaba a la realidad de mis sentidos.

Los segundos que pasaron antes de recuperar el control de mi cuerpo me parecieron eternos; las manos suspendidas en el aire, los labios suavemente abiertos y los ojos perdidos en la nada. ¿Había sido mi imaginación, estaba soñando ?

-No tengo tan buena imaginación, - Susurré levemente al viento, mientras bajaba los brazos, sin llegar a saber si me contestaba a mi misma o no, sabía que nunca intentaría asustarme a mí misma, entonces… ¿Qué había ocurrido?

Nunca había creido en ningún ser superior, pero sabía con certeza que aquel era un momento en el que cualquier creyente habría rezado a su divinidad para mantener la vida, pero, ¿Acaso seguía teniendo sentido que rogase por algo que no me hacía feliz?

Mi actitud se volvió tranquila, inexpresiva, lo único que podía delatarme era el eco de mis latidos, que retumbaba como un pequeño tambor dentro de mi pecho, busqué entre la espesura de aquel bosque la procedencia de mis alucinaciones, esperando poder revelar algo que me salvara de la situación, aunque mi cuerpo quería correr, sabía que si tenía que pasarme algo, ocurriría igualmente corriese o no, por lo cual me quedé a la espera de una respuesta a lo sucedido que aclarase mi mente.

Spoiler:

por **Nicolás D' Lenfent** Jue Dic 29, 2011 2:01 pm

Las sangre del silencio permanece
el alma inerte le desterra con salvajismo
¡Una mas! ¡Una menos! Que matar
Sigue hablando, decir poesia mientras eres torturada
¡LLego el momento de volar, alma hermosa!
Nicolas D' Lenfent

Ya no hay muerte sin un espíritu, sin un alma. ¿Qué seré entonces? Se preguntaba simultáneamente, no tiene alma alguna, su alma le han arrebatado en ese instante cuando le convirtieron en esta maldición, pero ¿Un espíritu? No puede ser espíritu porque aun está en la tierra, en el cielo y en el infierno o un lugar donde no es merecedor de la luz que proporcionen en cualquier lado será oscuridad y frialdad. Su sello convertido es la soledad, estar solo sin nadie que le ayude a salir de ahí, sin nada, solo, completamente solo estará que la marca jamás será borrada de su vacio, si alguna vez creyó en su salvación solo fue un momento de delirio, ¡No hay salvación! Pero algo le atormentaba algo que nunca se explicaba. ¿Qué es realmente? ¿Si no tiene vida ni muerte ¿Qué es?

¡Vida! Era la que poseía la joven, la que daba indicios de vida en su presencia, sus labios se movieron lentamente que seducía sin darse cuenta, sus ojos mostraban la imagen de Nicolás, ya era el dueño de su vista. Al alejarse de ella el juego estaba empezando. Un juego donde deseaba decir poesía mientras le veía morir por sus propias manos. La sombra se movió rápidamente, sus manos le apretaron la cintura ferozmente donde le alzaba y su rostro quedaba en una silueta de confusión.-Nadie la tiene, nadie puede imaginar algo tan bello como yo. Sarcásticamente le decía con la voz más apasionada…- Todo es real-guardo un instante y la tortura de su voz continuo ¿Deseas confirmarlo?-ladeo el rostro con afán de mostrárselo que dejando al descubierto sus encantadores y crueles colmillos se hundieron en la piel de su pecho, no lo hacía por la ansiedad de beber, ni por gozo de su sangre sino por la locura que pedía el delirio.- ¿Lo sientes?-la ira de la bestia se dejaba lucir ente sus ojos-¿Te gusta?-burlándose a secas sin que ella lo notara pero era obvio sus palabras eran más miserables que nada. Termino aquella acción que la dejo caer al suelo donde deseo disfrutar el dolor que sentía y eso era la única belleza de ella. -¿Queréis que te demuestre una verdadera imaginación?-Cruzo los brazos esperándole, toda oscuridad desprendió a su alrededor que parecía ser un perfecto mundo de silencios interrumpidos. Hincándose a donde se encontraba la joven, obligándola a que mantuviera la mirada en el, que ambos ojos se juntaran y la luz se alejara.- ¿Estas lista?-Un momento mas y la vida se esparcirá en los fondos de sus mas terroríficas excitaciones.

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