Sibel la ladrona

Sibel nació en el seno de un campamento gitano de Rumanía, descendía de una estirpe romaní afincada desde tiempos inmemoriales en el país de los Cárpatos. Su madre murió un invierno cuando ella tenía cuatro años y fue su padre Milosh el que la crió en colaboración con la gente del campamento. Allí todo era de todos, vivían en cabañas y carromatos, se dedicaban a la caza furtiva, al trapicheo y los negocios ambulantes. Algunos hacían piezas de artesanía o pastoreaban ovejas. Milosh era bueno fabricando armas, sobre todo arcos y cuchillos y Sibel aprendió a utilizarlos y fabricarlos como su padre. Solían ir varios días al mercado de la ciudad a venderlos.

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Damon Lanvik era el reciente rey del país y la inestabilidad aún se notaba en los rincones más perdidos. Cuando tenía once años el campamento fue atacado por lobos salvajes, manadas de licántropos descontrolados que huían de los vampiros en su lucha eterna de enemigos acérrimos. Milosh quedó ciego y maltrecho pero no murió porque consiguieron llegar a las montañas junto a otro chaval llamado Yanko y que Sibel consideraría desde entonces como su hermano pequeño. Tuvieron que sobrevivir a duras penas durante una temporada, poniendo trampas, cazando y recolectando lo que el bosque les proporcionaba.

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Pasados unos años, supieron que algunos viejos miembros de su campamento habían vuelto a asentarse en la zona y regresaron con ellos, para entonces Sibel tenía 15 y Yanko 13. Acudían al pueblo a vender algunos cachivaches pero el crío resultó tener una habilidad pasmosa para robar bolsas y objetos. Ambos perfeccionaron la técnica para que no los pillasen, aunque sólo sustraían lo necesario para vivir o comprar algunos remedios para Milosh.

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Con el paso de los años, el reino era más seguro, así que los gitanos pudieron asentarse definitivamente y progresar. Sibel mantuvo su forma de vida cazando, fabricando algunas armas, haciendo negocios con ellas y robando de vez en cuando si la fortuna no les sonreía.

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De nuevo en Rumanía se producía un escándalo, la Reina Bruja era apresada por la Inquisición y volvía a cambiar de manos la corona, esta vez, a la que había sido la amante del rey por veinte años.  Por si fuera poco, se produjeron enfrentamientos entre los licántropos y las brujas fieles a la vieja reina, que acabaron con la muerte de la Duquesa Serbia, de la cual decían que era la amante del príncipe.

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A Sibel las vueltas que daba el mundo se la traían sin cuidado, pero en este nuevo escenario en el que brujos malvados andaban sueltos, y vampiros oportunisatas buscaban el momento de atacar, los gitanos de nuevo se encontraban solos y desprotegidos en sus campamentos. Permanecería atenta y con los ojos bien abiertos para evitar otra situación como aquella en la que su padre se quedó inválido.

Sibel es una chica determinada, independiente y que ha crecido sólo con su padre y con el que considera su hermano, en medio de unas condiciones hostiles. Es espabilada, sabe buscarse la vida y una superviviente nata. Como gitana, posee algunos dones propios de su raza, que hacen aparición a veces en los momentos más inoportunos, como las visiones de futuro. La ética y la moral es algo que le resbala un poco, porque ha tenido que crecer a veces en condiciones de penuria y si le roba a un rico, no ve la maldad en ese acto.

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Con los suyos es divertida, le gusta reir, cantar y beber frente al fuego. Pero esa faceta sólo la muestra con ellos y si lo hace en otro ámbito es para que haga de tapadera mientras Yanko le roba la bolsa a alguien. No suele engatusar haciendo uso de su físico pues no se considera una muchacha bonita, sino que lo hace mendiante la palabrería y el teatro, aunque si puede evitarlo y simplemente robar con sigilo, mejor.

- Percepción del aura
- Control del humor
- Adivinación del futuro