Inmersa entre los callejones - Libre

por **Ekaterina Vitrichenko** Miér Oct 03, 2018 10:36 am

Y entre el camino de estrellas su alma pide auxilio, no es que lo necesite… sino mas bien es lo necesario…
¿Qué es lo que todos necesitamos?

El reloj de péndulo que estaba en el pasillo marcaba las nueve de la noche, una muy buena hora para dar un paseo, subí las escaleras al acto y dirigiéndome a mi habitación tome las armas necesarias, nunca salía muy cargada cuando iba a rondar por las calles, tenía fe suficiente en mis habilidades como para que no se pasara nada malo. Una estaca de bolsillo y un revolver con balas de plata cargado además una pequeña daga que escondía en mi zapato de tacón, camine por la mansión dejando una nota escrita a mi ama de llaves que había ido a quien sabe dónde. De igual forma siempre me han gustado las cosas claras, ya le expondría a ellas las reglas de esta casa.

Salí con dirección noreste, siendo en todo momento guiada por mis pasos y por la brisa otoñal que golpeaba mis cabellos castaños, recién en ese momento me fije que no había puesto mi peluca negra, pero no me gustaba devolverme si algo había aprendido que en ciertas circunstancias era mejor valerse por las supersticiones aun claro habían unas muy absurdas, de igual forma no quería devolverme, las noches eran largas y de esa forma quería aprovecharla lo más que pudiera. Puse mi mente casi en blanco mientras caminaba mi rostro permanecía rígido, mirando al frente, cruzando ciertas miradas por quienes pasaban a mi lado nadie interesante, nadie digno siquiera de cruzar palabra alguna.

Avance en medio de calles, callejones hasta verme inmersa en medio de la ciudad guiada por los instintos que esa noche parecían estar más apagados que nunca más mi corazón latía con tal magnitud que sentía el golpetear en el pecho esa sensación de sentirse viva era lo que me gustaba, no podría imaginar como aquellos chupa-sangre podían vivir sin sentir aquello, nunca los entendería y no quería hacerlo ya que con todo el rencor que les tenía ni siquiera podría entablar conversación alguna, recordé mi primera víctima… Lottus, así se hacía llamar la división me había hecho el encargo de acabar con la mísera vida de aquel meterme en su mundo dejar que el entrara en el mío, claro estaba que un mundo completamente diferente, seducirlo, acercarme a él… hasta inventar que era suyo mas nunca toco un pelo de mi y cuando lo intento su cuerpo quedo inerte yo presa del miedo y la desesperación actué de la forma que me habían enseñado frívola y sin pensar mucho, el era un ser que mataba a niños y mujeres inocentes arrebatándole la vida sin pensar en el futuro que les depararía a ellos, simplemente repugnante.

Mientras avanzaba en silencio, ratones corrían siendo perseguidos por gatos que engrifados enteros iban tras su alimento, curioso pero necesario sin ellos estaríamos infectados de mas plagas de las ya existentes y ver al gato me llamo la curiosidad ¿Sera un cambia formas? Una sonrisa se poso en mis labios, era amante de algunos animales y los felinos eran los más parecidos a mí, o al menos eso parecía ya que igual teníamos sus diferencias. Unos pasos mas allá el felino atrapo a su presa haciendo un festín con ella me causo gracias… continúe sin mirar atrás hasta que no muy lejos note a dos personas… la alerta se poso en mi cuerpo y la emoción de cazar algo llego a mi… pero mientras me acercaba note que ambos eran humanos, sus ojos tenían esa vida y su impulsos me descolocaron, se besaron y los deje atrás…