Un Viejo Sombrero [Libre]

por **Alfred Brooks** Sáb Dic 25, 2010 5:49 pm

No quería realmente, pero al voz de 'aquel' resonando en su cabeza mientras hablaba de lo horrible de su sombrero o, más bien, lo viejo y de mal gusto que se veía, provocó que antes que se diese cuenta sus botas vaqueras estuviesen pisando el elegante suelo del local.

Sus manos estaban en su cinturón mientras paseaba la mirada por alrededor preguntándose si realmente podría encontrar allí algo como lo que quería. Por todas partes no veía más que sombreros altos para varón y unos exuberantes y absurdos llenos de plumas y cosas así, para damas. ¿Es que acaso en ese país no se vendían sombreros 'útiles'?

Caminó mirando los estantes mientras el taco de sus botas sonaba contra el suelo, acomodándose la chaqueta ya que el frío del invierno parisiano no se sentía dentro del local el cual haciendo uso de una chimenea mantenía todo un calor agradable. Claro, si no eras alguien de sangre tan caliente como la suya y llevabas tantas capas de ropa encima.

Pronto acabó tan solo con la camisa puesta, con una mueca de desgana y aún sin encontrar entre esos miles de sombreros ninguno que pudiese reemplazar el suyo. Y no era tan solo por el enorme valor sentimental que tenía sino que, diablos, ¿es que todos los parisianos usaban sombreros de un metro de alto o qué?

[Libre]

por **Abigail Barascout** Sáb Dic 25, 2010 6:08 pm

Hacía pocos días que había llegado a París después de escaparse de su casa. Solamente la acompañaba su guardia, el hombre que no se apartaba de ella desde que había nacido. El clima era demasiado frío pero nada comparado con la humedad y el frío de Escocia, se estaba mucho más agradable en las calles de París, paseando tranquilamente, no tan tranquila, odiaba que la gente me mirase con temor por culpa de mis ropas, claramente se veía que por lo menos, yo era de clase Alta... si solo supieran.
Me pasé la tarde comprando unos vestidos mucho menos elegantes que los que tendría que usar, quería pasar inadvertida y que nadie me encontrase en mis primeros días de fuga, después de los vestidos, fui a comprar lo último que me faltaba.
Había encontrado el sombrero perfecto, no tenía la clase ni el estilo de los que tendría que usar al ser de la realeza pero me gustaba y era el sombrero perfecto para salir y que a nadie se le ocurriera pensar que era la princesa de Escocia. Era un sombrero normal y corriente y por lo que había visto antes, desgraciadamente el último que quedaba en esa tienda.
Estaba mirando los sombreros de dama cuando la puerta se abrió y un joven caballero entró, parecía desesperado buscando algo y mi primera impresión fue que el frío le había entrado en el cuerpo y tenía fiebre, estaba quitándose demasiadas prendas de ropa. Me sonrojé ligeramente y agarrando algo más fuerte el sombrero, intenté mirar para el dueño de la tienda, notándome sin saber porque algo nerviosa por culpa del nuevo caballero que había en la tienda.
- Disculpe señor, ¿pero podría decirme el precio de este sombrero?

por **Alfred Brooks** Sáb Dic 25, 2010 6:27 pm

Imposible, imposible, imposible.

Por más que buscaba en las repisas y los estantes no podía encontrar ni un sombrero de lejos parecido al suyo, y no estaba dispuesto a comprarse uno de esos de moda Parisiana. Ja, luego terminaría vistiendo como pinguino y ya nunca podría mirarse a un espejo.

- Tsk... - se quejó pasándose una mano por los cabellos despreocupadamente desordenándolos para luego inclinarse para ver una estantería más baja, metiéndose una mano en uno de los bolsillos traseros de sus pantalones, mientras sostenía bajo el otro brazos toda la ropa extra para el frío, pero que era inútil y contraproducente dentro del local.

Luego de no hallar nada simplemente se rindió, pero antes de cualquier cosa decidió acercarse al mostrador - Hey, Mister, ¿no cree tener un sombrero como este en su tienda? - preguntó con su marcado acento americano, para luego notar que el hombre estaba atendiendo a alguien más, por lo que se giró a verle.

Una hermosa dama le estaba observando, vestida de una manera que Alfred solo podía imaginar para una Princesa de esas que sus hermanas les gustaba imaginar que eran. Silbó apreciativamente de forma inconciente y luego se disculpó - Oh, excuse me, Miss. no quise robarle el puesto. Adelante, Mister, atienda a la princesa primero, yo espero - sonrió apoyando el taco de su bota el suelo y mirando con una sonrisa a la chica. Tenía cierto aire a su hermana menor, era bastante bonita.

por **Abigail Barascout** Sáb Dic 25, 2010 6:48 pm

Sentí como el color de mis mejillas se marchaba al escuchar las palabras del caballero, había sido una mala idea salir con mi vestido y esperar que nadie se diese cuenta de ese detalle. Había sido un fallo que jamás volvería a cometer.
- Lo siento señor, sois muy amable por su parte pero en el único lugar que soy una princesa es en mis sueños.
Mis palabras habrían sonado sinceras si no fuera por el tinte de pánico que las acompañaba, no se me daba bien mentir, se me notaba en la cara y me alegré de que el vendedor no me estuviera mirando en estos momentos. El vendedor se volteó para decirme el precio del sombrero, como la gran mayoría de esa tienda no era muy barato, se podría decir que tenía un precio normal, le sonreía al vendedor después de decirle que lo compraba y que deseaba saber si tendría más de esos, él negó con la cabeza, diciendo que era el último. Dejé el sombrero apoyado en el mostrador y bajé las manos, viendo como aún temblaban ligeramente, me giré para mirar al caballero que al igual que yo, tenía otro acento distinto que no lograba reconocer.
- Si lo desea podría atenderle a vos primero, mi Lord. A mi no me importa esperar y a vos se le ve con mala cara.
Aún en la tienda se notaba algo de corriente helada, no podía imaginar como ese hombre podría tener tanta calor... era... demasiado raro, pero no podía juzgar ya que no sabía nada de ese hombre. Le sonreí cálidamente antes de presentarme - Soy Abigail y ¿vos?

por **Alfred Brooks** Sáb Dic 25, 2010 7:40 pm

La joven dama pareció palidecer ante sus palabras y Alfred se preguntó que habría dicho para provocar esa reacción. O sea, antiguamente, allá en Estados Unidos, solía provocar la reacción contraria. Cruzó sus piernas apoyando su cadera en el mostrador y miró a la joven sonriendo.

- Pues, Miss, yo creo que fácilmente podría ser una princesa, tanto por lo bella que es como por sus hermosas ropas, estoy seguro de que el Mister aquí opinará igual - sonriendo divertido - Es solo una broma, Miss, no se ponga tan nerviosa... a mis hermanas menores les encantaba que les llamase princess, pero supongo que en Europa es distinta... acá SI hay princesas de verdad, ¿no? - sonriéndose.

Observó al vendedor escuchando el precio y poniendo una ligera mueca. Si que era caro, pero bueno, con el sueldo exagerado que le pagaba Jerome eso no sería problema para él. Al parecer tampoco para la joven.

Una ligera sonrisa se posó en los labios del norteamericano al escucharle llamarle 'Lord' - Oh, ¿es que acaso vine a encontrarme con una Inglesa en París? Ya decía yo que su acento no era el típico francés, aunque no estaba tan seguro. ¿Y dice usted que tengo mala cara? - preguntó tocándose las mejillas - Debe ser el calor de aquí adentro. En comparación con afuera, estoy asándome como si fuera un pavo de Día de Gracias - sonrió quitándose el viejo sombrero y echándose viento con él, estirando luego su mano hacia ella.

- Alfred Brooks, un placer, Miss... ¿O prefiere que le salude de beso a lo francés? - preguntó sin saber si el estrechamiento de manos fuese lo acorde a ese momento.

por **Abigail Barascout** Sáb Dic 25, 2010 7:59 pm

Me sonrojé por sus bellas palabras hacia mi, no estaba acostumbrada a escucharlas, en Escocia pocos hombres se acercaban a mí, todos temían a mi familia y preferían evitar cualquier contacto conmigo. Era horrible pero una se acostumbraba a eso. - Demasiadas princesas... - susurré algo bajito, más para mi misma que para él - Pero no se preocupe, la culpa es mía. Solamente me ha tomado por sorpresa, nada más - sonrió algo más tranquila al ver que ningún hombre había tomado en serio esa simple palabra que tanto me asustaba.
- No mi Lord, soy algo más del Norte, de las tierras de Escocia pero sintiéndolo profundamente yo no reconozco su acento, sé que no es de aquí pero es la primera vez que lo escucho - sonreí con las mejillas un poco más sonrojadas. - Parece enfermo mi Lord, para mi no hace tanta calor para quitarse tanta ropa, es como si tuviera fiebre - Y una parte de mi se moría por comprobarlo y saciar mi curiosidad pero no estaba bien visto y ni siquiera nos conocíamos.
- Sinceramente no sé como son los besos franceses, acabo de llegar a París - Lo miré tímidamente, algo no muy habitual en mi, me había olvidado por completo del vendedor si no fuera que carraspeó antes de dejarnos solos e ir a atender a otros clientes que lo necesitaban más que nosotros dos. - Encantada, señor Brooks

por **Alfred Brooks** Miér Dic 29, 2010 3:12 pm

La dama era realmente guapa y delicada, sonrojándose esta vez si ante sus palabras lo que tranquilizó de cierta manera al americano. Eso si estaba mejor.

Soltó una ligera risa y asintió - Si, veo que le tomé por sorpresa, Milady, prometo no volver a hacerlo... - guiñándole el ojo ligeramente, sin dejar de sonreír.

La verdad es que ella en serio se parecía mucho a su hermana menor, la más pequeña de todos, Jennifer. Quizás Jenny era rubia, pero esos ojos y esas facciones se le parecían mucho, así que automáticamente a Alfred le cayó bien, aunque sabía que no era muy inteligente dejarse guiar por algo así, ¿pero qué se le iba a hacer? Era un hombre de instintos.

- Huum, ya veo... Escocia... no conozco mucho, debo reconocerlo... pero... - llevándose una mano a la barbilla pensativo - ¿No es escocés el whiskey? - mirándole algo curioso, para luego sonreír - Oh, no se preocupe, Miss, lo que sucede es que soy Americano, quizás por eso no identificaba mi acento, soy de muy lejos - guiñándole un ojo - Aunque la verdad es que usted es de lejos también, ¿no? - mirándole algo curioso.

Ante sus palabras el de cabellos castaños no pudo más que llevarse una mano a la frente pero no sentía nada, por su alta temperatura corporal, por lo que le miró y se encogió de hombros - La verdad, Miss, es que yo no siento nada, pero si quiere puede probar usted. ¿Es que acaso no le da calor acá adentro en comparación con afuera? -.

Una risa escapó de sus labios, mirando a la joven divertido, aunque parecía que ella no sabía de que se trataba lo que le daba risa a él - La verdad es que sería un poco descortés de mi parte darle un 'beso francés' cuando apenas nos conocemos, Miss Abigail, yo más bien me refería a algo como esto... - sonrió cogiendo su mano y besándole el dorso mirándola - ... o esto - acercándose a ella mirándole a los ojos y besándole ambas mejillas, alejándose luego sonriendo - Son saludos que he visto en mi, no muy largo, periodo en París... - notando como el vendedor les dejaban, frunciendo un poco el ceño, pero mirando a la dama - Y creo que la atención aquí es igual de mala que en América - le susurró bajito, sonriendo.

por **Abigail Barascout** Miér Dic 29, 2010 4:59 pm

- No importa, de verdad mi Lord, no me gustaría que dejase de ser como es.... intentaré acostumbrarme y no tomármelo por sorpresa - mi voz salía algo atropellada a causa de hablar algo más rápido y nerviosa, no quería que el se sintiese mal por intentar no decir cosas así en voz alta. Sus mejillas se sonrojaron un poco más, era algo que ahora mismo no podía evitar aunque quisiese.
- Es un lugar precioso, deberías ir a conocerlo algún día - le sonreí divertida y con algo de añoranza a mi país, solo llevaba muy poco tiempo aquí y había viajado otras veces, pero nunca lo había hecho sola ni tampoco sin el consentimiento de mi padre y hermano, pero era el precio de la libertad y era lo que ahora mismo deseaba - Si, somos el mejor whiskey del mundo y reconocidos por ello - sonreí con amabilidad, asintiendo a mis palabras, aunque solamente lo había tomado un par de veces y no es que me gustara demasiado, era una bebida muy fuerte pero estaba acostumbrada a hablar bien de él, era una princesa, no podía hablar mal de su país. Lo escuché atenta, sintiendo curiosidad por su lugar de procedencia, había escuchado poco de ese lugar, solamente sabía donde estaba y era demasiado lejos de Europa - Es un gran viaje, mucho más largo que el mío, ya que comparado contigo yo vivo al lado de París - sonreí agradablemente - ¿Es bonito tu país? - era bastante curiosa con las cosas nuevas, pareciendo una niña pequeña.
Lo miré con curiosidad y de nuevo algo preocupada por su salud, me mordí el labio inferior levemente mientras sentía de nuevo mis mejillas un poco más sonrojadas, sin saber muy bien que hacer. Esa duda solamente me duró unos segundos, cuando me di cuenta estaba levantando la mano, acercándola hasta su frente y apoyándola en ella, notando que estaba algo más caliente que yo - La verdad es que está en lo cierto, aquí hace bastante más calor que afuera y gracias a dios que es así, en la calle hace demasiado frío estos días. Pero mi Lord, vos tenéis la frente bastante caliente... - lo miré con algo de duda - No sé si es normal.
- Como se supone que son los besos franceses, mi lord? - sentía demasiada curiosidad por eso, era la primera vez que lo escuchaba, pero aún así me sonrojé de nuevo, parecía que hoy ese iba a ser el color preferido de mi cara, me quedé mirando con una sonrisa tímida como besaba mi mano. Un sonrojo que aumentó cuando se acercó a darme dos besos en mis mejillas - La verdad es que... en donde yo vivo no suelen saludarse así, solo he visto esa forma pocas veces - Y siempre era cuando se escapaba y frecuentaba a gente fuera de la aristocracia.
Miré al vendedor que se había acercado a otras personas, me encogí de hombros, volteandome de nuevo hacía Alfred - Creo que solo atienden bien a los que son de clases superiores y recuerdan lo que son a todas horas - algo que a ella no le iba para nada. - ¿Qué es lo que buscabas en esta tienda? A lo mejor podría ayudarte.

por **Alfred Brooks** Sáb Ene 08, 2011 2:51 pm

(Lamento la Tardanza Dx)

Le parecía un poco extraño el ser llamado 'Lord', ya que ese trato en América solo se le daba a Jesucristo ya que todo el resto eran 'Misters', sin embargo suponía que en Europa no era igual. No iba a hacerle la acotación a la dama, así que solo recibió sus palabras con una sonrisa.

- No tengo ni la menor duda de que debe ser un hermoso lugar, y si voy definitivamente tendré que probar vuestro Whiskey, ya que es el mejor - se rió suavemente, apoyándose en el mostrador y mirándola con atención.

Pues si había sido un largo viaje... y por culpa de cosas que no debieron suceder se había sentido aún más largo y aburrido. Pensó en América, en todos los lugares que había visitado con Jérôme a los largos de esos años y acabó sonriendo suavemente y suspirando - Si... es un hermoso país... es mucho más grande que los países de Europa, según el mapa es casi como toda Europa en una - se rió, viendo si la sorprendía - Pero está separado por estados, así es como si fuesen pequeños países, pero todos derivan del mismo actualmente, nos regimos por la misma constitución. Por ejemplo, yo soy de Pennsylvania, que es mi estado, y Philadelphia, que es mi ciudad, pero mi país son Los Estados Unidos de América, ¿ves? - sonriendo divertido - Es algo complicado, supongo...-.

Cuando ella le dijo que tenía temperatura realmente Alfred parpadeó un poco. Desde hace muchísimo tiempo que no enfermaba, ¿podría ser que realmente estaba enfermo? Se tocó la frente y trató de tranquilizarse para verificar su temperatura, pero era inútil. Tendría que ver a Jérôme para que él le dijese.

La sonrisa aumentó en sus labios cuando le escuchó insistir sobre los besos franceses, pero solo la miró con ternura, acariciando su mejilla y negando - Mi joven Lady, no puedo mostrarle como es un beso francés, pero es un beso de amantes - le sonrió - Supongo que eso puede comprenderlo... solo vuestro amante debe besarle así - sonrió y luego miró nuevamente al vendedor, girándose hacia ella.

- Así son en general los comerciantes, my Lady, solo hay que acostumbrarse... andaba en búsqueda de un sombrero en realidad, uno como este - mostrándole su sombrero blanco - La verdad es que tiene un gran valor sentimental para mi, pero mi socio dice que ya está demasiado viejo - miró con nostalgia el sombrero mirando a la dama de nuevo y sonriéndole mientras se ponía el sombrero - ¿Qué cree usted? ¿Se me ve mal? - la verdad es que él cuidaba tanto su sombrero como cuidaba sus botas, y a pesar de que ya tenía cuatro años, parecía nuevo.

por **Abigail Barascout** Mar Feb 15, 2011 10:25 am

- Por supuesto, no encontrará Whiskey mejor. - Sonreí divertida, mirando como se apoyaba en el mostrador, parecía que había captado toda su atención, olvidándose hasta de que estaba ahí por un motivo, igual que ella. Ahora fui yo quien lo miró con toda la atención del mundo, escuchando cada palabra atentamente y con curiosidad, deseando conocer más de ese país de boca de un habitante de él. - ¿De verás? - mis ojos se abrieron igual que mi boca al escucharlo. No hablaba ya que intentaba comprenderlo todo - Así que... sería algo parecido con... - me sonrojé levemente antes de hablar, ahora pensaría que estaba demente y que mis palabras aún no dichas serían bobas y sin nada de sentido, pero lo intentaría - Sería algo parecido a Europa, pero en un solo país. Estamos en París, Francia es el país y luego está Europa. Pero allí tiene un paso más antes de llegar al continente... - Esperaba que me hubiese entendido porque no estaba segura de si sería capaz de nuevo a contarlo. Creía haberlo entendido bien pero ahora no estaba tan segura. Mi preocupación volvió en mí cuando a él se le dibujó una mueca en la cara después de tomar su temperatura. Pero aún así, no dijo nada.
Me sonrojé completamente - Ohh... - no supe que más decir, solo me quedé mirándolo a los ojos, notando como me acariciaba suavemente la mejilla - Entiendo... - Miré su sombrero, mientras escuchaba su historia. - ¿Por qué no lo guarda? Si tiene tanto valor para vos no puede deshacerse de él, además que no se ve viejo y está bien tratado. Yo si fuera usted, lo guardaba y si vos quereis utilizarlo, hacerlo. Podeis comprar el otro gorro y usarlo solamente cuando vuestro socio esté cerca. - Negué con la cabeza a su pregunta, ese sombrero parecía estar hecho para él, igual que parecía que le tenía realmente mucho sentimiento - Se ve realmente bien con él, milord. El sombrero está perfecto.

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