Por el Sombrero [Sophia]

por **Andrè Leroy** Jue Sep 09, 2010 8:50 pm

Como cada tarde desde que tenía memoria, Andrè salió de su hogar con un libro en la mano a dar una vuelta.

No le apetecía ir a algún café, no había ninguna obra diurna que supiese y la idea de ir solo a la Plaza no le apetecía. Simplemente decidió caminar y que los pies le llevasen a donde le tocase ir aquel día.

- Que los vientos fijen mi destino - susurró con una ligera sonrisa, abriendo su libro el cual hablaba de marineros y piratas, casi permitiéndole oler el aroma a mar.

Perdido entre sus pensamientos, mientras caminaba con elegancia por las calles parisianas, de pronto el ruido comenzó a aumentar, haciéndole elevar la vista y viendo que había llegado al mercado.

No era un lugar que visitase muy amenudo, ya que eran sus sirvientes los que comprasen y él solo lo usaba para pasear y saciar su curiosidad casi infantil.

El libro fue rápidamente guardado en los bolsillos de su chaqueta azul, mientras sus ojos comenzaban a devorar ávidamente todo aquel ambiente. Se quitó el sombrero mientras escuchaba como los comerciantes ofrecían sus productos a los transeúntes, como se desarrollaba el comercio y como muchos simplemente usaban el lugar para sociabilizar.

Estaba tan lleno de vida que le llenaba de energía.

Una sonrisa ligera se posó en sus labios mientras se acercaba a un puesto que vendía telas cuando un choque le hizo perder el sombrero, el cual rodó lejos de él, antes de que pudiese alcanzarlo.

- ¡Sacrebleu! - maldijo entre dientes, mientras comenzaba a perseguirlo, intentando verle entre la gente, hasta que se lo topó a los pies de alguien.

Levantó la vista para ver quien era y se sonrojó al ver a una joven, sonriéndole un poco - Excuse moi... -.

Completamente humillante, por dios.

por **Sophia D'Luca** Mar Sep 21, 2010 9:47 pm

Después de todo lo sucedido en el piso de Anuar, ya todo estaba mas tranquilo, o mejor dicho era solo una falta de comunicación entre... entre ellos y yo. El salio algo tarde, y no me había percatado de la hora, así que silenciosamente me transforme en mi forma humana y me cambie de ropa, sin hacer ningún ruido no quería despertar al pintor. Salí de aquel lugar con un vestido rosa, y mi abrigo del mismo color; pero me hacia falta algo para completar mi atuendo un sombrero.

Llegue al comercio ambulante ahí siempre uno se podía encontrar con piezas únicas, y podía vender una que otra joya que tenia para compradme un sombrero. No quería pensar en nada, en realidad solo tenia que encontrar a ese gitano y preguntarle sobre aquel tatuaje que llevaba impreso en mi espalda; necesitaba respuestas pero hoy solo quería disfrutar ese magnifico día de otoño.

Mi caminar era lento, sigiloso y seguro. Caminaba pausadamente nada ni nadie me apuraba tenia todo el día para hacer lo que quisiera; sonaba extraño pero en realidad así era. Me acerque a un puesto, sonde vendían reliquias de todo tipo, incluyendo sombreros, me comencé a probar los que ahí habían y los modelaba delante de un espejo algo viejo que había en ese lugar... en realidad me hacia sentir linda - Espero y combine con mi atuendo - hable sola mientras me ponía de perfil mirando al espejo.

Pregunte el precio y no estaba a mi alcance, así que lo deje en su lugar y continué mi camino observando todo a mi alrededor, hasta que un extraño sombrero rodó a mis pies, mas desearía que fuera de mujer pero no lo era. Me agache para recogerlo y escuche una voz, masculina. - ¿Se le ha perdido esto Monsieur?- pregunte con una sonrisa, y logre verle su rostro, era un joven de clase acomodada, su atuendo y mas todo en el lo decia.

Extendi el brazo para pesarle aquel sombrero tan fino como el mismo.

por **Andrè Leroy** Jue Oct 14, 2010 1:26 pm

Casi debería reconocer a que esta acostumbrado a que le pasasen cosas así. Al menos una vez al día sus mejillas se coloreaban y tenía que pedir disculpas por su torpeza. A muchos les parecía adorable. A él le parecía humillante.

En esta ocasión aquella que fuese la espectadora de su última vergüenza le sonreía suavemente envuelta en un traje hermosamente rosa, mientras que en sus manos descansaba su sombrero, extendido hacia él.

- Oh, oui... Lo lamento, mademoiselle - le hizo una reverencia pequeña, mientras cogía el sombrero - Una bellaca ráfaga de viento me lo arrebato, lamento haberle molestado - volvió a disculparse, mientras sus ojos claros se enfocaban en el sombrero y trataba de limpiarlo, aunque algo inútilmente. Dio un suspiro y se rindió, sería regañado cuando llegase a casa.

Volvió a enfocarse en la dama y sus mejillas se encendieron nuevamente, mientras volvía a escuchar el gran ruido del lugar - ¡Mis disculpas, Mademoiselle! He olvidado completamente mis modales y ni siquiera me he presentado - cogió su mano con suavidad y depositó un ligero beso en su dorso - André Leroy para servirle. Le aseguro que normalmente soy más educado y mucho menos torpe - sonriéndole suavemente, pero pensando que aquello último era casi una mentira.

por **Sophia D'Luca** Vie Oct 29, 2010 4:52 pm

Aquel joven parecía avergonzado con lo que le había ocurrido, pero en realidad a cualquier persona en este lugar pudo pesarla, el viento a veces era traicionero y aquel había tenido suerte de que hubiera llegado a mis pies por lo contrario, otra persona se lo hubiera dejado para si mismo.

- No se preocupe - le dedique una suave pero sincera sonrisa, según mis instintos aquel era solo un humano, de los tantos que habían en el mercado. - no es molestia, es cortesía, su sombrero es caro y convina con su atuendo solo a usted le queda bien - dije dándole un halago, si este día andaba de muy buen animo y esperaba que siguiera así. El mercado poco a poco se llenaba mas de gente; entre ellos maleantes y ladrones típico de lugares con mucha concurrencia de personas, este lugar era justo una jaula para asaltar y quien sabe Dios otras cosas.

Aquel chico hablaba de educación y si a decir verdad siempre era bien visto en todos pero así era como comenzaban conversaciones... - Ambos hemos sido mal educados - si yo perfectamente pude presentarme en primera instancia, me sorprendió su gesto tan caballeroso, tan... tan de la clase alta - Mucho gusto Monsieur Leroy, yo soy Sophia D´Luca; para servirle, y a veces suelo ser muy torpe - dije levantando mis hombros para sonreír animada. - y si me disculpa, ¿que lo ha traído a este lugar? - en realidad en el mercado ambulante era escaso ver a personas de la clase alta.

Off: sorry por la demora se me habia olvidado por completo este tema ><

por **Andrè Leroy** Mar Nov 02, 2010 11:43 am

Se sentía muy avergonzado y sus mejillas estaban completamente encendidas, sin embargo la joven estaba teniendo un efecto aplacador a su vergüenza probabablemente inconciente. Se sentía tan fresca y sincera que de pronto perdió el temor habitual que cualquier persona tiene con los desconocidos y se sintió confiado, como si pudiese confiar en aquella dama de la cual ni siquiera sabía el nombre.

- Merci, mademoiselle - le sonrió cálidamente - Es cierto que el sombrero es parte de un conjunto, pero no es tan caro como puede pensar, seguramente - niega suavemente con la cabeza bajándole el perfil a la situación, sonriéndole.

Tuvo que aceptar que ambos habían olvidado en cierta manera sus modales, pero todo era solucionable en la vida. Se rió suavemente y negó un poco - Pues debo decirle, mademoiselle, que no aparenta para nada torpeza. Por el contrario me parece una mujer muy fuerte y firme, pero tan solo es mi primera impresión, debe haber mucho por descubrir - ligeramente divertido, sintiéndose muy tranquilo con ella.

- Y... oh, bueno... - mirando alrededor, perdiéndose entre las transacciones, el ruido y el sonido de un sitar de un vagabundo no muy lejano - No estoy perdido, pero siento que el Mercado creció a mi alrededor antes de que me diese cuenta. Solo estaba curoseando - confesó - ¿Y usted?-.

por **Sophia D'Luca** Jue Nov 04, 2010 8:47 am

Aquel joven era demasiado encantador, tan simple, tan agradable, tan simpático. Gracias a mis capacidades y mi sentido extrasensorial podía sentir solo buenas energías correr por el; era un humano de muy pocos que uno solía conocer hoy en día. Era algo así como una joya en bruto.

- Cuando hablo de caro, no lo digo precisamente por su valor comercial, puede ser un regalo preciado o algún sombrero de colección - añadí con una sonrisa amplia en mis labios, daba igual a mi parecer los sombreros hacían o mostraban a una persona mas elegante y mas sofisticada.

Rei un poco con lo que dijo, si era la primera impresión de todas maneras, pensé - Bueno, usted lo dice por que aun no me conoce... pero si algún día a conocerme vera que soy algo torpe - rei animada, si lo raro que cuando estaba en forma de gata era mas cuidadosa, pero así en humano era totalmente una torpe. - Usted parece un señorito muy agradable a simple vista, me pregunto ¿sera de verdad así? - ladee mi cabeza y pregunte, la curiosidad...¿ que cosa no?

-La curiosidad, es la que a veces nos guía - admití, al menos a mi la curiosidad me llevaba a los lugares mas ocultos de parís, y a conocer cosas que en realidad uno ni se imagina. - Yo, ando buscando alguna cosa que comprar, pero aun no se que comprar... y me gusta venir a este mercado por que siempre hay cosas exclusivas y únicas.

por **Andrè Leroy** Jue Nov 11, 2010 11:01 am

Una sonrisa se posó en sus labios ante las palabras de la joven mujer, ya que realmente ese sombrero no tenía un gran valor, ni personal ni material. Lo cual no significaba que se ganaría un buen regaño si lo perdía, por parte de su madre.

- Oh, si, le entiendo a la perfección Mademoiselle, pero no es el caso, gracias a Dios - le sonrió con tranquilidad - De lo contrario probablemente me hubiese visto mucho más alterado intentando recuperarle, sin embargo aún así se lo agradezco - cogiendo su mano de nueva cuenta y volviendo a besársela, agradecido.

La verdad es que le costaba imaginársela torpe, al menos no al nivel de su propia torpeza. No le veía tirando las pinturas de alguien con una cometa, ni pisando la cola de un gato sin querer, tirando la cartera de alguien o ensuciándole el vestido a una elegante dama - Dios - solo recordar aquello provocaba que se sonrojase de vergüenza - Pues... supongo que yo no puedo responder esa pregunta, mademoiselle D'Luca, tendrá que descubrirlo por usted misma - le sonrió, puesto que él no era el más indicado para decir que era agradable, a pesar de que siempre procuraba no ser desagradable, pero no podría asegurar nada. Sería altanero.

No pudo más que aceptar las palabras de la joven, girándose a mirar el lugar y sonriendo ligeramente. Si él pudiera cogería un barco y simplemente se dejaría llevar por la curiosidad, quizás alcanzase a su padre en alguna isla lejana. - Si, le comprendo... yo no suelo pasar tanto por aquí, pero de vez en cuando observo... los mercaderes siempre tienen cosas especiales y extraordinarias... recuerdo una vez que uno tenía objetos traídos de Egipto. Tuve que poner toda mi fuerza de voluntad para no gastarme todo mi dinero en una baratija que ni siquiera podía comprobar si era real - rió ligeramente, para luego observarle a los ojos - Si no sabe que comprar, quizás podría acompañarle en su paseo a observar. Claro, si desea - extendiéndole el brazo.

por **Sophia D'Luca** Jue Nov 11, 2010 5:38 pm

Sonreí con lo que dijo, y se me paso por la cabeza ¡que hacen dos extraños dándose explicaciones unos a otros? reí para mi ante aquello, si conocía su Nombre y su vestimenta decía muchas cosas. Pero a pesar de aquellos prejuicios que comenzaban a pasar por mi cabeza hubo algo que lo cambio todo, el es agradable.

- Todo en usted dice que es agradable - le dedique una sonrisa suave mientras nos poníamos a caminar lentamente por aquel lugar, yo observaba mis costados, alguna antigüedades y de vez en cuando quedaba mirando a mi joven acompañante -¿ y te dejan venir solo al mercado? - pregunte mientras me acercaba a un puesto donde había una señora que vendía prendedores para el cabello, había de todos colores y formas.

- No quiero retrasarlo, pero si quiere acompañarme acepto su compañía, así tengo otro punto de vista - dije mientras tomaba un prendedor de color verde con detalles en amarillo se lo mostré y me lo puse en mi cabellera recogiendo algunas ondas de cabello que caían sobre mi cara -¿ y que le parece? - pregunte mientras daba una suave vuelta para modelar.

por **Andrè Leroy** Sáb Dic 25, 2010 3:05 pm

A diferencia de su calculadora madre, Andrè se parecía mucho más a su padre y siempre se dejó llevar por sus instintos. Aún hoy en día muchas veces el joven le hacía más caso a su corazón que a su mente y, hasta el momento, nada irreparable le había sucedido, así que no pensaba cambiar.

La joven dama le parecía de confianza, eso le decía su corazón, así que todas sus defensas fueron bajadas y se permitió relajarse del todo a su lado - Muchas gracias, Mademoiselle D'Luca, es usted también una gran y agradable compañía - le sonrió caminando a su lado, para luego reír un poco, algo nervioso - Bueno, verá... normalmente salgo solo, así que... no es que tenga que estar diciendo a donde voy.... tampoco es que me meta en cualquier lugar... - aclaró rápidamente - Pero yo no creo que sea un mal lugar para pasear, ¿o usted cree lo contrario? - preguntó mientras le observaba mirar en los puestos de venta.

Le observó coger el prendedor y ponérselo en el cabello, sonriendo ampliamente puesto que realmente le quedaba muy bien - Le queda realmente encantador Mademoiselle, el verde hace destacar delicadamente su mirada y pienso que no podría haber escogido uno mejor. Si es de su gusto por favor consérvelo y déjeme pagarlo como un regalo para que recuerde este encuentro - sonriéndole mientras se acercaba a la vendedora y le pagaba el precio del prendedor.

por **Sophia D'Luca** Sáb Dic 25, 2010 6:06 pm

- No soy mucho de formalidades asi que ¿por que mejor me llamas simplemente Sophia?- pregunte con una amplia sonrisa en mi rostro, si definitivamente las formalidades estaban alejadas de mi ser, pero siempre podía actuar formalmente, cosa que ahora a mi parecer no era necesario.

- El mercado no es precisamente un lugar para venir a pasear, existen muchos ladrones merodeando el lugar - dije aun con el prendedor sobre mi cabellera, en realidad yo pensaba lo mismo que el se me veía esplendido, me distraje unos instantes para sacar unas monedas pero repentinamente el salto diciendo que me lo quedara. - No, no y no, no puedo aceptar aquello André - dije tomando sus manos para que no hiciera aquello.

No sabia como tomaría aquello pero por mucho tiempo había estado valiendome por mi misma y me costaba aceptar que las personas se comportaran así, como el lo hacia, para conmigo. - Lo siento es que yo... - baje la mirada centrándome en el piso, era una mezcla vergüenza y... mire a la vendedora de re ojo en realidad no sabia que hacer si aceptar o no aquello.

por **Andrè Leroy** Sáb Dic 25, 2010 6:58 pm

La formalidad estaba escrita en la sangre de Andrè a fuego, doble herencia de su Inglesa madre y su padre extremadamente preocupado de los detalles. Es por eso que siempre le salía natural y todo el mundo hablaba de lo 'encantador' que era el joven Leroy, sin embargo no era mérito suyo, sino que de su crianza. El que le pidiesen hablar por el nombre de pila siempre le costaba un poco, pero si era lo que la Joven D'Luca, o sea, Sophia quería, pues lo intentaría.

- Está bien, Sophia. Entonces llámeme Andrè, así es un poco más parejo - le sonrió tranquilamente - Y quizás usted tenga razón, sin embargo, jamás he tenido ningún problema, y disfruto el aire de este lugar, el ambiente a.... diversidad - le gustaba pensar en donde había andado toda esa gente, esos mercaderes ambulantes. Cuantos países y lugares lejanos conocían. Le recordaban a su padre, y a la vez le daban envidia.

Había estado a punto de pagar cuando la negación por parte de la mujer le detuvo, mirándole algo sorprendido - ¿Eh? - a sus amigas siempre le gustaban cuando él le daba aquellos pequeños presentes, y jamás ninguna le había detenido de esa manera.

Le observó a los ojos callado sintiendo como le tomaba las manos y finalmente asintió, guardando el dinero - Si le molesta no se preocupe, Sophia. Cómprelo usted si gusta o podemos seguir recorriendo el mercado, yo sé que la Madame aquí lo comprenderá - sonriéndole a la vendedora, mientras se preguntaba que podía haber llevado a esa reacción en su acompañante.

por **Sophia D'Luca** Sáb Dic 25, 2010 8:42 pm

En realidad si mi actuar era diferente pero solo los años me había hecho así, esperaba que no le molestara mi reacción a mi nuevo amigo mas por que me agradaba mucho su compañía, aunque fuera tan solo un recién conocido era como si le conociera de algún tiempo atrás, deje el prendedor donde estaba, sonrei a la vendedora y mire hacia adelante. - Es un simple prendedor, no es algo que necesito - le sonrei suavemente mientras seguimos caminando, adentrándonos entre la multitud.

- Y André, ¿Que es lo que mas te gusta hacer? - que mejor que hacer que cambiar de tema, así podría conocer mejor a mi acompañante, y a pesar de ser un humano, era uno de los pocos que conocía a parte del pintor, seguí mi caminar las personas hablaban, algunas gritaban, parecía todo confuso pero así era aquel lugar.

- ¿crees en lo sobrenatural? - si es pregunta era rara, diferente, algo inusual pero, para mi era algo común, sabia perfectamente que en aquellas calles habían mas seres sobrenaturales, los podía oler, y saber quien era humano y quien no... mientras seguíamos el caminar; Me estaba metiendo en un lio haciendo preguntas pero... tenia que saber lo que el creia, quizas ni siquiera sabia en aquello o tal vez era lo contrario.

por **Andrè Leroy** Dom Dic 26, 2010 10:41 am

El joven se quedó algo intrigado después de eso, pero solo negó sonriendo suavemente - Pero no puede negar que se le veía muy bien - sin regañar pero haciendo notar que no comprendía porque no lo quiso, pero prefirió cogerse de esa cuerda de la joven y dejar pasar el tema. Después de todo apenas se conocían y no podía estar pidiendo que le dijese nada que ella no desease. Por el momento estaba bien.

Ante la pregunta de Sophia se quedó pensativo. ¿Qué le gustaba hacer más que nada en el mundo? Un suspiró abandonó su pecho y le miró sonriendo mientras el Mercado le llenaba de vida - Creo que leer. No, estoy seguro. Me encanta perderme en las aventuras descritas en las hojas de un viejo libro... aunque naturalmente no es lo único que me gusta - sonrió mirándole - Me gusta escribir, cabalgar y mimar a mi gato Berlioz - riéndose un poco con los ojos brillantes - Ah, y asistir a clases. Puede sonar extraño, pero me encanta estar en la Academia, a pesar de que aún no estoy inscrito oficialmente - se encogió suavemente de hombros mientras observaba un puesto de hermosas telas.

De pronto devolvió su mirada hacia la joven con algo de sorpresa para luego sonreír - ¿Sobrenatural? ¿Cómo qué? O sea... no lo sé... ¿fuera de los libros y de la imaginación de los niños? No sé si exista algo fuera de la naturaleza y que no haya sido creado por el hombre... - mirando hacia más allá, algo pensativo - Aunque hubo una ocasión en que creí fervientemente... pero ahora ya creo que fue un sueño... -.

por **Sophia D'Luca** Mar Dic 28, 2010 4:42 pm

- Tiene un gato! [/b]- dije con algo de emoción, pero con el pasar de los minutos deje aquello idea en el aire y me concentre en lo que había dicho antes.

Si que era un tipo extraño y misterioso, pero amigable y simpático ¿a caso es combinación podía existir? al parecer si, escuche atenta cada una de sus palabras desde que le gustaba leer hasta asistir a clases. Bien yo sabia leer y escribir, pero hacia muchos años que no asistía a ninguna clase, eso me dejo pensando. ¿si le pidiera ayuda al vampiro me ayudaría?... pero eso ahora no importaba.

Pensé en lo segundo, eso si era algo difícil de creer muchos no creían... y los otros se hacían los ciegos - [b]¿Por que dices que fue un sueño? - si aquello me interesaba mas que cualquier otra cosa - por mi parte si creo en las cosas sobrenaturales - claro omití que yo era parte de aquello - creo que todo es posible en este mundo, si existe lo natural su contrapartida es la sobre natural - me mordí la lengua al terminar de hablar - ay!!! - me queje tapándome la boca, aquello era un mal augurio... si era demasiado supersticiosa y sabia perfectamente que algo andaba mal, quizás no con el chico, mas bien conmigo y aquel entorno que nos estaba rodeando.

Extrañas sensaciones inundaron mi cuerpo, he intente calmarme, y seguir con aquello... calle mi interior que comenzaba a rugir... aquí no podía... aquí no... suspire profundamente y deje que mis sentidos siguieran a la defensiva.

por **Andrè Leroy** Miér Dic 29, 2010 2:29 pm

Una sonrisa se posó en sus labios ante la emoción de la mujer, asintiendo - Si, tengo un gato. Lo encontré no hace mucho y decidí quedármelo. Es algo callejero eso si y solo llega a casa por las noches, pero es muy bien portado. Le puse Berlioz, como mi abuelo paterno, que en paz descanse. Es que cuando lo abrazó demasiado y quiere escaparse pone la misma cara de mi abuelo - rió un poco cubriéndose la boca, recordando la cara de su querido gato.

No había pasado demasiado tiempo desde que lo tenía, pero cada noche esperaba pacientemente a que el felino tocase la ventana para entrar. Ahora era una parte esencial en su vida.

Su mirada clara se enfocó en la mujer y luego una ligera sonrisa se posó en sus labios - Porque tiene que haber sido un sueño. Para empezar, estaba mi padre allí - negando con la cabeza volviendo a mirarla - Y mi padre falleció hace cuatro años... por otro lado había un Arlequin completamente demoniaco... Y un animal, como un lobo enorme, casi humano... - negó fuertemente con la cabeza y suspiró - Fue un sueño muy extraño... pero... no, nada... solo fue extraño - susurró encogiéndose de hombros.

La verdad es que aún tenía dudas respecto a aquello. ¿Cómo fue que llegó a la casa después de eso? del modo que fuese, no quería pensar en ello.

La observó asintiendo ligeramente a sus palabras ya que quizás tenía razón y en el fondo a él le gustaría pensar que era verdad, pero sin pruebas era difícil que alguien más creyese. Por su parte, le gustaba pensar como su padre respecto a aquello - Mi padre siempre decía 'Todo es posible mientras no se demuestre lo contrario'. Me gusta ese pensamiento - le sonrió para luego observale preocupado, sacando su pañuelo y tendiéndoselo.

- ¿Ocurre algo? ¿Está bien? - no se veía bien y acabó cogiéndola por la cintura para evitar que fuese a desplomarse por casualidad, mirando alrededor haber si había algún lugar donde sentarse, pero no se veían cafés ni nada por el estilo cerca. Volvió a mirarle preocupado - ¿Sophia? -.

por **Sophia D'Luca** Sáb Ene 01, 2011 8:48 pm

- Los gatos somo... son así... les gusta la libertad y vagar por ahí - ¡demonios que digo! por poco y si que me meto en un problemon por mis palabras, pensé mientras intentaba cambiar el tema a mi mal augurio, pero sabia que de una forma u otra mis palabras quedarían en la mente de mi acompañante cosa que me ponía los nervios de punta. Me detuve en sus palabras sobre su padre muerto, el hombre lobo y esas cosas - Lo mas probables que fuera un sueño...pero... pero nada fue un sueño de seguro Andrè - De seguro ahora si ya me estaba volviendo loca, pensé al tiempo que seguía atenta a los movimientos de todos en el mercado algo había y no lo quería dejar pasar.

- Sabias palabras las de tu padre - añadí mientras mis oídos comenzaban agudizarse y lograba oír mas alla de las simples conversaciones paganas que existían en el mercado... me quedé parada buscando aquel extraño ruido pero nada... quizás estaba siendo algo paranoica. Seguí avanzando algunos pasos mas allá sabia que el jovencito notaria mi gran cambio pero no podía hacerme la sorda a mis instintos naturales y menos a mis creencias.

- Me mordí la lengua nada mas - dije haciendo una mueca de dolor... - nada mas, no se preocupe - a menos que alguien nos este siguiendo... pensé para mi. Quizás eso era, Andrè era un joven de la clase alta de seguro algo querían de el, ¿Pero que pienso...? - Andrè no se preocupe me suele suceder muy a menudo esto de morderme la lengua - si aquello era cierto siempre que algo andaba mal me mordía la lengua y como siempre me rodeaba algo parecido a la mala suerte...

Me detuve y quede mirando a mi acompañante - te diré algo... creo que alguien nos anda siguiendo - bien eso había sido fácil esperaba que no me llenara de preguntas, pero en el caso contrario siempre me las ingeniaría para responderle algo, intentando de ser siempre lo mas sincera posible.

por **Andrè Leroy** Vie Ene 07, 2011 4:17 pm

Sus ojos claros se quedaron mirando la figura de la joven y una suave sonrisa se posó en su labios. Le causaron gracia sus palabras, o más bien dicho aquella palabra que no terminó de decir. Si que tenía cierta semejanza con una gata, elegante y ágil, a pesar de que se veía algo perturbada - Si, lo sé, por eso le permito irse y no le encierro... no quisiera robarle su libertad, sin embargo sé que si una noche no volviese inevitablemente me preocuparía - se encogió suavemente de hombros, solo asintiendo a sus palabras, sabiendo que aquello había, o más bien debía ser un sueño.

- Mi padre era un hombre muy sabio, a pesar de su edad - sonrió el joven - Sus viajes y sus lecturas le hacían tener frases para cada ocasión y las llevo todas en el corazón, si tuviese que empezar a decirlas no acabaría nunca. - sonrió, aunque se estaba comenzando a poner incómodo él también por la actitud de la mujer ¿Qué sucedía?.

La observó con atención y luego asintió, aceptando su explicación - Debe ser más cuidadosa, las heridas de la lengua duelen mucho, aunque también es cierto que se curan pronto... - le acarició suavemente el brazo que llevaban enganchados, algo preocupado.

Sus pasos se detuvieron junto a los de la morena algo extrañado, pero cuando le escuchó comprendió su comportamiento. Su rostro se puso algo serio y miró de reojo mirándola de nuevo - ¿Estás segura? Si es así quizás sea mejor irnos... pueda que me sigan a mi por mis ropas, como decías, destaco un poco aquí - aunque para nada orgulloso de eso - Quizás debamos separarnos, así usted puede ponerse a salvo y yo me voy al centro de París, donde no destaque tanto... ¿qué piensa? - le miró a los ojos, sonriendo - Aunque no me gustaría terminar nuestro encuentro de esta forma tan brusca, pero quizás me pueda perdonar si le invito un café la próxima vez -

por **Sophia D'Luca** Vie Ene 07, 2011 5:05 pm

Todo se redujo a un solo pensamiento, a un solo pensar a un solo instinto, mi mirada se desvió del joven y se impregno en los ojos verdes de un tipo viejo que parecía misterioso, aun con el bullicio del mercado y las palabras del joven podía separar todo y concentrarme en un solo ruido el del corazón de aquel hambre que los venia siguiendo; el corazón nunca delata y si era el sospechoso con mi mirada aquel corazón latiera con fuerzas desbordadas por la emoción de ser descubierto.

Una sonrisa se me poso en mis labios mire al joven - Ya es demasiado tarde - acote mientras el hombre se acercaba a pasos agigantados hacia nosotros. El mercado pareció detenerse en ese momento mientras yo ideaba una manera de salir libres y seguros en ese mismo instante, pero parecía que aquel tipo no andaba solo y yo no dejaría al jovencito a la deriva de aquellos maleantes. - Permiteme - dije mientras tomaba su sombrero y se lo lanzaba al hombre que estaba a escasos pasos de nosotros - ¡ Sígueme! - grite tomándole de la mano a André y avance lo mas que pude hasta llegar a un puesto de telas ya conocía a la vendedora así que tome unas telas y cubrí al joven. - quédate ahí hasta que pasen- dije cerrándole un ojo. Yo salí corriendo por el lugar hasta ya no poder ser vista, me metí en un callejón cerca de unos botes de basura y me convertí en gata, dejando mis ropas escondidas salí corriendo en dirección al joven, mi collar lo llevaba bien puesto así que por el nombre no me preocupe mucho.

Llegue al puesto de telas y no vi al jovencito, maldita mi suerte pensé mientras me subía al lugar donde estaban las telas, y comencé a maullar algo notoriamente. Sabia que todos me verían como una gatita pero en realidad no lo era, quería llamar la atención y si el joven me escuchaba quizás acudiera de nuevo al lugar. La vendedora sabia mi secreto así que no le incomodo que estuviera estorbando ahí en las telas.

por **Andrè Leroy** Vie Ene 07, 2011 5:30 pm

Sus ojos captaron esa sonrisa en la mujer y supo que algo iba mal. Su corazón se aceleró mientras su piel palidecía al escucharle y quiso girarse, pero ella fue más rápida.

- ¡Eh! - exclamó algo sorprendido al ver su sombrero volar girando por los aires por la fuerza de la joven, mientras que su mano era fuertemente apretada y tirada, no pudiendo hacer más que seguirla.

Chocaba con la gente al pasar, y quería mirar hacia atrás para ver quien era el que le perseguía, pero Sophia no se lo permitía, así que tuvo que rendirse y simplemente dejarse guiar. Ni siquiera se dio cuenta cuando se detuvieron, siendo empujado hacia abajo y cubierto por aquellas telas - ¡Espera, Sophia...! - exclamó estirando su mano, pero la mirada de la mujer que atendía le dijo todo, cubriéndose por aquellas pesadas telas cuya función deberían ser vestir a una hermosa dama en una fiesta de disfraces, pero allí estaban, tapándole a él, protegiéndole de unos persecutores que no tenía idea quien eran.

En medio de esa tenue oscuridad (ya que la tela apesar de ser gruesa dejaba pasar un poco de la invernal luz solar) la mente del joven muchacho se llenó de dudas, pensando quizás si no sería que aquella bella joven con esa mujer y quien sabe quien más estaban confabulados para robarle y matarle. Bueno, mucho que robar no tenía, y no, no había sentido eso en Sophia. Estaba asustado, pero aún así podía ver en la confusión de su mente aquellos ojos que claramente guardaban secretos, pero también se mostraban muy honestos.

Unos pasos fuertes hicieron que se asustase metiéndose bajo el puesto junto algunos canastos, cubierto por más telas y allí se quedó, pensando en su padre, y si le creería las cosas que le pasaban en una tarde común y corriente de invierno en París. Seguro que si le creía.

No supo cuanto tiempo pasó, pero de pronto unos insistentes maullidos se escucharon y Andrè tuvo el deseo irresistible de salir de su escondite. No sabía porqué, pero su corazón le decía que ya todo estaba bien, así que se liberó de sus telas y gateando se asomó por debajo del puesto, mostrando sus desordenados cabellos y sus manos y rodillas manchadas de tierra, mirando alrededor con la preocupación latente. ¿Sophia estaría bien?

por **Sophia D'Luca** Vie Ene 07, 2011 5:45 pm

La vendedora quien atendía unas cortesanas me dijo casi como si estuviera leyéndome el pensamiento - Ahí esta el chiquillo- dijo apuntando a cual cabeza despeinada salia debajo de aquella improvisada mesa. Las cortesanas quedaron mirándome con cara de ir hacerme cariño pero no, me dejaría tocar por ellas mi preocupación era otra.Camine entre una seda color rosa que parecía un camuflaje para mi color anaranjado el cabello del joven André estaba despeinado y no pude contenerme; estire una de mis patitas y la apoye en su cabeza el maullido cambio siendo mas suave.

Dios en el lió que me había metido, pero no me arrepentía, la mayoría de los mercaderes me conocían en mi forma gatuna mas como humana solo Theresa la dueña de aquel puesto de telas, una larga historia de como descubrió mi secreto cosa que en estos momento no iba al caso pensar, ni recordar. - miiiiiaaaawwww - maullé mientras seguía con mi patita en su cabeza, necesitaba la atención de aquel. Estando como gata todo se volvía mas sensible, mas agudo, mas totalmente perfecto, solo el hecho que no podía entablar conversación alguna con ningún humano. Mas sabia que de cierta forma Theresa me ayudaria con el joven.

Me quede ahi sentada esperando alguna reacción de André mientras intuitivamente sabia que aquellos maleantes ya se habían perdido entre la multitud que a esas horas merodeaba por ahí, eso traía tranquilidad a mi cuerpo mas a mi alma que parecía estar enloquecida en mi interior. Necesitaba tiempo y algo mas de confianza de aquel joven y todo se aclararia a su debido tiempo.

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