Recuerdo de una promesa {Libre}

La mitad del sol ya se había aproximado del horizonte. Pero no estaba prestando atención al amanecer... Me encontraba frente a la tumba de mis padres que llevaban 2 años muertos ya. Todas las mañanas, me levantaba al alba y los visitaba para decirles "Buenos días" y luego regresaba por la noche, cuando el sol ya se hallaba oculto para decirles "Buenas noches". Yo estaba segura y creía en que ellos me observaban desde donde quiera que estuvieran ahora.

Recordaba el día de su muerte... Habían salido por la mañana a cazar. Mi padre solía tener esa costumbre, dado que el había nacido en Inglaterra. Mi madre se acostumbro a ello y aprendió a usar el arco y la flecha, aunque mi padre prefería un arma de fuego. Por la noche, acamparon en el bosque, dado que entonces no habían cazado nada. Se quedaron dormidos por el cansancio y no se dieron cuenta de que el viento empezó a soplar y el fuego, al danzar, llego a los arboles... Así fue como empezó el incendio...

Me desperté a la mañana, con un presentimiento muy malo... Sin razón aparente, me entro en miedo y saber de que... Me vestí con rapidez y salí afuera a ver si algo pasaba... y así fue... En dirección al bosque, vi como se alzaba humo gris, casi negro. Recordé que mis padres estaban allí y empece a correr tan rápido como me lo permitían mis piernas y mi vestimenta. Me di cuenta de que yo no era la única que corría en esa dirección, muchos se habían percatado del humo antes que yo.

Antes de llegar, escuche la voz de un hombre gritar:
-Hemos encontrado dos cuerpos! Un matrimonio! Apenas están vivos!-grito como esperando que alguien los reconociera o recordara que un matrimonio había ido al bosque.

Vi en carruaje acercándose a donde estaba yo parada y grite para detenerlo.
-Alto! Mis padres han ido al bosque ayer y no han regresado!-le dije a los dos hombres que iban junto a los cuerpos.

Ellos se detuvieron y me dejaron ver los cadáveres con el aviso del olor a quemado y la apariencia. Destaparon los cuerpos y el olor se libero, por lo que tuve que tapar mi nariz y boca con mi mano. Las ropas apenas se podían distinguir, dado que el fuego se alimento de ellas, pero por las partes que quedaron intactas, pude saber con seguridad que los cadáveres eran de mis padres. Lo confirme al ver el arma y el arco que estaba a un lado. Empece a llorar.

-Mi niña...-susurro mi madre con esfuerzo, pero fue entendible. Le tome la mano que estaba solo un poco quemada.-Encuentra a tu hermano... Prométenos...-me dijo, iba a decir algo mas, pero de pronto sentí que su mano se aflojo y apenas movió la cabeza. Trate de esperar a que terminara cuando caí en la cuenta de que nunca mas volvería a decir algo. Seguí llorando, me arrodille en la calle, mis lagrimas seguían cayendo por mis mejillas como ríos salados.

-Te lo prometo... Prometo que encontrare a mi hermano...-murmure mirando el nombre de mis padres en aquellas lapidas, donde figuraba su nombre completo, sus días de nacimiento y el día en que fallecieron. Los pájaros cantaban una triste melodía al volar por el cementerio. Una lagrima cayo lentamente por mi mejilla al recordar aquel día y aquella promesa que hice, no solo por ellos, sino también por mi, dado que siempre había tenido curiosidad por saber como era mi hermano mayor, desde que supe de su existencia.

Sabía que yo era un hijo adoptado, que había sido adoptado, toda mi infancia y adolescencia había creído que los Istenek habían sido mis padres hasta que un buen día comenzaron éstas transformaciones en mí, ésto que en su momento llegaba a corromperme por completo, la angustia llegaba por todas partes logrando hacer de mi cuerpo un manojo de nervios, y no tanto por que no me gustara o me desagradara.

Las transformaciones eran parte de mi, mi vida, mi cuerpo y toda mi alma, había investigado a cerca del paradero de mis padres biológicos, supe quienes habian sido y el por que me habian dejado.

Sus vidas habían sido amenazadas de muerte y no les quedó otra opción mas que darme en adopción a los Istenek, ellos me habían tratado siempre de lo mejor, pero aun así necesitaba yo saber de la verdad de mi existencia, pero supe que estaban muertos, que habían muerto ahi en ´Paris, Francia, me encaminé al Cementerio con la fuerte convicción de encontrarme sus tumbas.

Sabia que no sería suficiente, pero que por lo menos tendría la oportunidad de decirles que los entendía, que mi vida aun estaba con los Istenek, pero mi corazón estaba con todos, a ellos por que dieron su vida por mi y a mis padres por que a pesar de no ser mis padres meramente biológicos, eran mis padres dentro de mi alma y corazón.

Me encontré con una bella joven en el cementerio y la verdad a mi parecer era muy noche para que ella anduviera sola por esos rumbos.

Mi lado protector salió a relucir, tratando de ver, de observarla de cuidarla que nada pudiera hacerle daño.

Extraño, confuso, pero cierto.

No caí en la cuenta de que había perdido la noción del tiempo, cuando vi unas luces que provenían frente a mi. Eran las antorchas que habían encendido para iluminar el camino. Mire hacia arriba para confirmar la noche y pude ver las estrellas. No sabia cuanto tiempo había estado recordando y hablando con mis padres, pero pronto recordé a mi pobre gato que seguramente en aquel momento ya debía de estar esperando junto a su tazón la cena.

Me di la vuelta para regresar por el camino del cual había venido, pero antes de dar el 4º paso, me sonó una alarma que me hizo detener en seco. Me puse en alerta y mire con cuidado a mi alrededor disimulando que había olvidado el camino. Siempre había tenido esa habilidad certera de si alguien me observaba o me vigilaba estando cerca, por parte de mi padre. Siendo de noche, podía ser cualquier cosa, dado de que estaba bien enterada de las existencias de otras criaturas que no fueran humanas.

-Un hombre lobo? O acaso un vampiro?-pensé lo peor y el miedo invadió mi cuerpo y no pude fingirlo y el estado de alerta tampoco.

Ya era tarde para poder sacar de mi bolso unas hierbas mágicas que había hecho la noche anterior. Estas hierbas, las llevaba siempre conmigo por si llegaba a encontrarme con una de esa criaturas de la noche. Pasándomelos por mi cuello y brazos, tapaba mi olor confundiendo fácilmente con el aroma de los arboles y plantas. Sin embargo, no tapaba el miedo... Y ese olor era mas fuerte que mi propio aroma.

Lo único que me quedaba era luchar. Por suerte era buena con los hechizos de defensa y ofensiva, mas me hubiera gustado mucho tener mi espada en ese momento. Mi padre en vida, solía ser un gran soldado y me enseño muy bien a usar la espada. Recordaba que siempre me decía que solo lo utilizara para la defensa, nunca para la ofensiva. Mas si la hubiera llevado conmigo ese día, hubieran sospechado... no todos los días ves a alguien, menos a una mujer, portando una espada.

Luego escuche un movimiento, un sonido que se acercaba a mi. Me prepare para lo que sea, también había una posibilidad de que fuera algún hombre pervertido o borracho o uno de esos hombres que cavan tumbas, que por el miedo, olvide como se les llamaba. Pronto vi la silueta de una persona, pero por la oscuridad y la poca luz, no podía adivinar la edad o siquiera si era un hombre o una mujer.

Supe que ella estaba realmente angustiada, o por lo menos eso fue lo que pude ver y observar desde lejos mis ojos me ayudaban a ver claramente en la obscuridad era algo que le agradecía a mis transformaciones, que a pesar de que no estaba transformado, ésa parte de mi aún se quedaba conmigo.

Pude saber que ella había percibido mi presencia por lo que me fue inútil seguir en la penumbra tratando de ver quien la perseguía, si alguien más estaba ahí, pero lo que ocasioné en ella fue una angustia, así que pude deducir que con la escasa luz que había ella no podía distinguirme, ya fuera nada o tan sólo un poco, por lo cual decidí mejor tratar de tranquilizarla ya que pude deducir que era una bruja cuando comenzó a frotarse unas plantas en su cuerpo.

-Discúlpeme mademoiselle si la asusuté no era mi intención-Traté de acercarme a ella con sumo cuidado y sigilo-No le haré daño, puede estar segura de ello-Esperé que eso fuera suficiente, no quería causar ningun tipo de problemas y mucho menos incomodarla

En cuanto estuvo lo suficientemente cerca de la poca luz que había, pude saber que era un hombre. Si mi ojos no me engañaba, parecía tener mi edad. Se disculpo por haberme observado y caminaba hacia hacia mi con mucho cuidado. Era evidente de que no quería asustarme mas de lo que ya estaba. Me aseguro de que no me lastimaría, así que decidí bajar un poco la guardia, lo suficiente para hacerle saber que no iba a atacarle si el no lo hacia.

-Bueno... -comencé a decir, buscando las palabras correctas para dirigirme a el.-Le disculpo su descortesía al observarme y confiare en lo que dice, si me da vuestro nombre y tal vez, que le trae por este lugar a estas horas de la noche. Claro que eso podría no ser de mi incumbencia, así que esta libre de responder este ultimo o no.-le dije, sorprendida de mi propia ocurrencia al preguntarle tal cosa. Aunque me hubiera gustado mucho saberlo, ya que siempre he sido muy curiosa.

Sin embargo, aquello solo era una estrategia para llegar a lo que realmente quería comprobar. Mas no sabia si mi pequeño plan funcionaria, así que si no funcionaba, trataría de insistir en lo que estaba ya planeado en mi mente. Si aquel muchacho, que debía de admitir que era buen mozo, tenia alguna intención oculta... entonces, pobre de el por haberse topado con alguien como yo. Mas si decía la verdad, entonces no había nada que temer.

-Bueno, lo sabre tarde o temprano. Aunque desearía mucho que solo fuera un joven amable y quizás, si fuera posible, ignorante de mi naturaleza... Pero si ya me ha visto con mis hierbas, entonces, no se que podría estar pensando ahora... como dije, lo sabre tarde o temprano...-pensé, con la curiosidad matándome a cada segundo que pasaba.

Sonrei ligeramente mientras caminaba con parsimonia, atento y cuidadoso, al parecer tenia mas valor del que aparentaba y era mucho menos frágil de lo que me había hecho ver.

-Mi nobre es Ilhan Istenek, un verdadero placer madame, siento haberla molestado y disculpeme mi falta de amabilidad, lo que pasa es que sentí que la estaban acechando y lo correcto para mí en el instante era saber si se encontraba bien, ruego que me disculpe-Sonrreí de nuevo, esperando no ser de nuevo inoportuno, sabia que no le debia ninguna explicación mas sinembargo, también sabia que por mi descortesia era lo mpinimo que podría hacer para calmar el mal paso ya dado.

Hice una reverencia de sinceras disculpas y me limité a dejar que la dama hablara

Note que tenia una linda sonrisa, eso me hizo verlo mas amable. Me dio su nombre y admitió su intención, lo cual me hizo dudar un poco, pero no me iba a decir nada mas. Quizás el motivo que lo trajo a un lugar como aquel, no me incumbía de nada, así que pensé que era mejor no insistir. Aun no sabia la verdad que se hallaba en su interior, pero seguí fingiendo que ya había bajado la guardia, así de ese modo, podría saber lo que en verdad estaba buscando para mi sobre vivencia.

-Soy Janelle Chifflet, pero si lo deseas, puedes llamarme Jane.-diciéndole que me llamara de esa forma, lograría hacerle saber sin dudas, que estaba perdonado y que estaría tratando de ser su amiga, aunque de momento, no era esa mi intención. No hasta saber la verdad, así que apresure un poco mi plan y le alcance mi mano, para que tomara mi mano para saludar, como suele hacerlo cierta gente.

-Ahora, solo resta esperar a que caiga, por mi bien, y por el suyo...-pensé, ansiosa de saber la verdad que no me estaba mostrando, o que tal vez, ya lo había hecho.

-Hermoso nombre Jane, pero en verdad no puedo sacarme de la cabeza como una dama tan fragil puede estar en estos rumbos tan noche y tab sola, crealo de mi-Con mi Katana atada aun en la espalda pudiendome defender un poco mas alla que unas cuantas hierbas, pensaba mi mente y mi raciocinio, aunque tal vez no habia conocido lo suficientemente de cerca un brujo asi que daba igual lo que pensara.

-Pues mi principal visita a un lugar como estos es ver a mis padres en su fria tumba, al final se que sus cuerpos ni sus 'espiritus' estan aqui, pero de algun modo me hace tranquilizar mi alma, lamento importunarla madame, pero si estoy quitandole el tiempo, lo mejor será que me marche, al parecer se encuentra bien ¿o me equivoco?-Sonrei amable, terminando de saludarla de su mano, tan fragil y suave mano, dule y amable.

No queria importunar más, ademas que debia de biuscar la tumba de mis verdaderos pades, no tenia tiempo de juegos mentales o de causarle mas pena a la gente que me rodeaba, aun que no la conociera.

De por si, el hecho en si mismo, siempre lograba causarle penas a mis seres mas allegados, no queria imaginarme el daño que pudiera ocacionar a aquellos que no conocia

-Deberías verme cuando otro brujo se atreve a atacarme... Me verías tan fuerte como un muro de acero...-pensé, pero no iba a decirle tal cosa. Ademas, en mi vida, solo me habían atacado unos 5 o 6 brujos, pero siempre logre triunfar sobre ellos. Algunos, con la fuerza, otros, convenciéndolos de que no hacia falta tal pelea.

Escuche con cuidado su respuesta a mi atrevida pregunta y finalmente, cayo en mi trampa. Me dio su mano y con el simple tacto lo descubrí todo. Mas no podía entender... percibía un sentimiento cálido en el, hacia mi. Pero no solo eso, percibía aquel sentimiento de protección hacia mi y aquello me recordó a alguien... me recordó a mis padres, recordé el día en que estrenaba mi poder de empatia y sentí la misma protección que entonces sentía en el. Pero el no era mis padres.... era.... Ilhan.

Percibí sentimientos buenos hacia mi que aun no acaban de desarrollarse. Pronto percibí un sentimiento de preocupación... con esto, deduje que todo cuanto me decía, era verdad. Mas aun estaba sorprendida, confusa y también me sentía mas tonta que nunca, asi que con todo mi esfuerzo, trate de encomendar ese error mio.

-Oh... ya veo... pues parece que tenemos algo en común.-le dije, tratando de disimular mi confusión y mi sorpresa por la revelación tan inesperada. Y eso que esperaba un poco menos...-Mi alma también se calma cuando vengo a visitar a mis padres. Y no se preocupe, tengo tiempo y me encuentro bien ahora. Le molesta si lo acompaño, Ilhan? Tal vez, venga bien estar acompañado esta noche...-trate de sonreír, pero lo hice con timidez, como me era siempre natural cuando conocía a alguien.

Comenzamos a caminar por el cementerio. Su forma de hablar me hizo sospechar que le gustaba seducir a las damas por lo que sonreí siguiendo ese pequeño juego, dado que no era fácil ganarse mi confianza, no importa lo atractivo o amable que fuera. Yo le escuchaba hablar sobre su familia y tuve que darle la razón en algo.

-Oh, supone bien... yo he perdido a mis padres hace un par de inviernos, por lo que si los he conocido.-le dije yo recordando aquel día en que mis padres me avisaban que irían de caza. También recordé que a la mañana siguiente, desperté con una extraña sensación que aun entonces no sabia como se llamaba. Me dio tristeza imaginar un niño que nunca ha visto a sus padres.

-Puedo confiarle algo, Ilhan?-pensaba en decirle algo... algo que hasta entonces no le había dicho ha nadie, salvo a mi jefa de la biblioteca cuando me pidió mis antecedentes.-Tal vez yo posea recuerdos de mis padres... sin embargo hay una cara que aun no conozco. Esa es la de mi hermano mayor...-le dije recordando la promesa que les hice a mi padres.-Es por eso que vengo por las mañanas y por las noches a este lugar. Tengo la esperanza de encontrarlo aquí parado sobre la tumba de mis difuntos padres... pero aun no he tenido éxito.

Pronto comencé a imaginar a mi hermano. Tal vez como un brujo seria en ese momento, o tal vez un vampiro o un hombre lobo lo ha transformado... en el peor de los casos, podría estar muerto. Pero no quería pensar eso... tenia que tener fe en el, en el hermano que aun no conocía y no encontraba. Y tal vez, recuperar el tiempo perdido. Miraba hacia el suelo y casi podía sentir que una lagrima iba a salir a delatar mi tristeza.

Mi tristeza fue tan obvia que aparentemente no pudo evitar consolarme, cosa que no necesitaba entonces. Me pregunte a mi misma porque había dicho tal cosa, a un joven que apenas había conocido instantes atrás. Pero ya estaba hecho. No sabia que estaba esperando yo con decir tal cosa, pero lo había dicho y no había vuelta atrás. En cuanto escuche que estaba frente a un detective, algo en mi, una llama, o quizás una luz se prendió y no pude evitar sonreír.

-De modo que es usted el detective del que he escuchado hablar?-me sorprendió aquello dado que había veces en la biblioteca o en los mercados que se hablaba de un joven detective con una mente brillante.

Era tan bueno en su oficio que podías pedirle buscar un aguja en un pajar y el lo encontraba en menos de lo que canta un gallo. Al menos, eso es lo que había escuchado. Admito que me había impresionado tales relatos, pero no lo suficiente como para interesarme por el como persona o como detective. Pero al haberlo conocido sin saber quien era, la esperanza volvió a brotar en mi interior. Tal vez, mi tan larga búsqueda al fin terminaría y yo podría encontrar a mi única familia que aun no conocía entonces.

-Bueno, dado el caso... creo que puedo aceptar sus servicios. Aunque no soy poseedora de gran cantidad de dinero...-admití con un poco de vergüenza y timidez. De repente, sentí algo en el aire, algo que ya había sentido antes, no hace mucho... algo como un aroma. Gire mi cabeza para ver de donde provenía. De mi, no... de las hierbas, no... de donde entonces?... cuando me gire a Ilhan, descubrí el origen y me sorprendí.

-Es una broma...-pensé, no asustada, mas bien, sorprendida.Aquel aroma lo había olido en el aire antes por la biblioteca y el cementerio. Como no lo había olfateado antes?

Gracias a mi padre, mitad gitano, había heredado un buen sentido del olfato, pero no incluía el aroma de los humanos. Era capaz de oler a poca distancia, digamos a un metro, el olor que emanaba las criaturas que no eran humanas. Por ejemplo, los vampiros tenían olor a sangre, los hombres lobos variaban entre la tierra y la sangre; y los cambiaformas variaban en agua, tierra y olor de algún animal. Ilhan olía a tierra y gato mojado como mi Cyro cuando se bañaba, por lo que no podía ser vampiro ni hombre lobo.

-Estoy ante un cambiaformas...-deduci aun sin poder creerlo. Aparte la mirada para que no sospechara que lo había descubierto. Aun así, de alguna manera... no me importo en lo absoluto y debería haberme importado, pero fue así. De alguna manera, me sentí familiarizada y cómoda a su lado.

Nos habíamos detenido frente a dos lapidas, enseguida vi los nombres y supe que eran los difuntos padres de Ilhan. Sin embargo, algo llamo mi atención... el apellido era diferente. Supuse en ese entonces, que tal vez se había cambiado el nombre por alguna razón... no... nadie se cambiaría el nombre y luego se molestaría en encontrar las tumbas de sus parientes. Debía haber otra razón, pero no me anime a preguntarle, por temor a que fuera algo privado en el cual no debía meterme.

-Bueno, esto es lo único que se de el: vivió junto a mis padres y por supuesto conmigo cuando yo era una bebe, en américa del sur. No tengo idea de su aspecto, lamentablemente, solo lo que me dijeron una vez mis padres, que se parecía a mi.-comencé a darle todo cuando sabia y recordaba. Saque de debajo de mi prenda, un collar.-Ve esto? Mis padres, al confesarme sobre la existencia de mi hermano, también me confesaron que el me había dejado esto antes de marcharse.

Le mostré lo que parecía un medallon que tenia inscrito una estrella y símbolos. En ese momento creí que descubriría con certeza que era una bruja y mi hermano un brujo y quizás, solo quizás, toda la verdad quedaría al descubierto. Pero si el trataba de delatarme, yo lo delataría a el, pero desee que no llegara a pasar.

-Descubra lo que descubra, detective,-comencé a hablarle de forma mas formal.-es cosa mía decidir si me gusta o no. Si es algo malo, la culpa no caerá sobre usted, dado que su trabajo consiste en encontrar, no en responsabilizarse en lo que busca y encuentra. Y no tenga duda alguna que no quedare decepcionada con lo que encuentre.-le dije tratando de asegurarle que pasara lo que pasara, no me molestaría con el, dado que es su trabajo y el mismo había dicho que le gustaba hacerlo.

Me arrodille plegando con cuidado mi vestido, mirando las tumbas de los padres de Ilhan. Recordé el día en que di sepultura a mis padres, cada detalle invadió mi mente, pero las lagrimas de dolor no aparecieron esa vez.

-Sabes?-ahora le hablaba un poco mas informal al recordar que estaba en el cementerio.-En mi tierra, mi gente suele cantarle a sus muertos solo una vez, para que sepan, que pueden descansar en paz... que sus descendientes estarían bien y que no había nada de que preocuparse y que sus espíritus no se quedaran vagando entre los vivos.-le dije mientras recordaba las historias de cementerio sobre mi tierra que me cantaba mi madre.-Mi madre me enseño una canción...

Sin pedir permiso, dado que ni los espíritus no pedían permiso cuando morían, cante la canción que madre me había enseñado y que había cantado sobre su tumba cuando mis padres yacían fríos. Con años de practica, me había convertido en buena cantante, pero no lo suficiente como para ser reconocida, digamos, al mundo entero.

Cancion que canta

(off: si es en ingles y trate de buscar una versión corta u.u... imaginenlo sin musica de fondo y un poco mas sueve, dado que estan en un cementerio XP ... amo la musica! XD )

Al terminar de cantar, no escuche decir palabra a Ilhan. Me levante, pero no lo mire, seguía mirando la lapida y luego si, levante la mirada.

-Espero que eso no haya sido imprudente... es una costumbre cantarle a los muertos, aun si no se los conocía en vida.-trate de disculparme con lo que parecía una imprudencia por mi parte y de mala educación, pero yo tenia mis costumbres, y no dejaría de hacerlos por nada del mundo.

Ilhan me había asegurado que encontraría a mi hermano, sus palabras casi formulaban una promesa. Sonreí de alegría, mi ser se lleno de esperanza como nunca antes. No sabia porque confiaba en el.... queria saberlo, mas la emoción y la esperanza me obligaban a dejar las dudas a un lado y concentrarme en mi hermano.

Casi podía imaginármelo... casi podía vernos, a mi hermano y mi, juntos, bajo el sol en la plaza contando nuestras vidas. Casi podía imaginar su voz que desconocía e incluso casi podía oler su aroma que me era extraño entonces pero que pronto conocería.... Agradecí al destino, con toda mi alma por haberme presentado a Ilhan. Apenas podía creer, que mi búsqueda pronto llegaría a su fin y saldría la verdad a la luz.

-No sabes cuan agradecida estoy, Ilhan.-le dije sin pode evitarlo, con una gran sonrisa. De pronto, al sentir el aroma de gato mojado en el, me hizo recordar a Cyro. Mire hacia arriba y vi la luna menguante casi en su punto mas alto y me sorprendí.-Oh, cielo santo.-no pude evitar murmurar aquellas palabras de sorpresa y preocupación. Volví mi mirada a Ilhan para explicarle.-He olvidado por completo que aun no le he dado la cena a mi gato Cyro. No me perdonara esto...

Me invadió de pronto la tristeza. No quería separarme de Ilhan, pero a la vez sabia que no era una despedida.... estaba batallando en mi mente: irme o quedarme? Pero Cyro debía estar hambriento y probablemente preocupado. Tenia que irme, aun si era en contra de mi propio ser, por el bien de mi gato que siempre había sido leal hacia a mi.

-Creo que aquí debemos despedirnos por ahora, detective.-le dije en forma burlona, tratando de disimular la pena. Le di mi dirección sin pensarlo dos veces.-Cuando encuentre alguna pista, hagámelo saber.

Regresaría a casa a paso apresurado, sin preocuparme de los peligros, dado que aun mis hierbas aun estaban haciendo efecto. Si regresaba a casa con el joven detective, era probable que no lo dejaría marchar a casa, puesto que sentía que a su lado yo debía estar esa noche... pero no lo hice.

(off: nota para el detective XD: debajo de mi firma esta el nombre del hermano que se aparecio XD. Te llevara directo a su ficha, para que sepas donde econtrarlo.)

((off: ok yo le contacto gracias))

Recibí la nota de su dirección, y me hubiera encantado poder acompañarla y no dejarla que se fuera sola, pero simplemete me pareció algo muy loco, tendría que comenzar a indagar y hacer mis investigaciones por completo, de lo que si estaba seguro era poder continuar con ése camino, despues de todo, lo que encontrara de el sería mejor que no saber absolutamente nada.

Pense en ella tratando de ponerme en su lugar y de ser asi, hubiera hecho hasta lo imposible por dar con ellos.

Me despedi de Jane y di la media vuelta para salir de ahi rumbo a casa de mis padres.

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