Victorian Vampires
Tras las Máscaras... [Reservado] 2WJvCGs


Unirse al foro, es rápido y fácil

Victorian Vampires
Tras las Máscaras... [Reservado] 2WJvCGs
PARÍS, FRANCIA
AÑO 1842

Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.

Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.

¿Estás dispuesto a regresar más doscientos años atrás?



NIGEL QUARTERMANE

ADMINISTRADOR

ENVIAR MP
NICOLÁS D' LENFENT

ADMINISTRADOR

ENVIAR MP
ESTACIÓN


Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24


COPYRIGHT/CRÉDITOS

En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.

Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.

Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.

Licencia de Creative Commons
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org


Últimos temas
» Savage Garden RPG [Afiliación Élite]
Tras las Máscaras... [Reservado] NXLYMMiér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones

» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Tras las Máscaras... [Reservado] NXLYMMar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut

» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Tras las Máscaras... [Reservado] NXLYMMiér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane

» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Tras las Máscaras... [Reservado] NXLYMJue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar

» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Tras las Máscaras... [Reservado] NXLYMMiér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer

» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Tras las Máscaras... [Reservado] NXLYMSáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour

» orphée et eurydice ― j.
Tras las Máscaras... [Reservado] NXLYMJue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour

» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Tras las Máscaras... [Reservado] NXLYMJue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke

» labyrinth ─ chronologies.
Tras las Máscaras... [Reservado] NXLYMSáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour


<

Tras las Máscaras... [Reservado]

2 participantes

Ir abajo

Tras las Máscaras... [Reservado] Empty Tras las Máscaras... [Reservado]

Mensaje por Ecaterina Ruth Bathory Mar Ene 11, 2011 1:31 am

Las calles estaban bañadas por el reflejo de la luna, una típica noche de invierno que amenazaba constantemente por nublarse. El frío en las calles, la gente vestida para pelear por el calor en sus cuerpos...

Una fiesta se realizaba en el palacio Royal, muchas personas de índole asistirían a esta, clase alta y realeza.

El carruaje tirado por dos frisones de gran porte, se abrió paso por la rocosa calle que cruzaba frente al palacio. Sólo se escuchaban los cascos de los caballos al golpear el camino, y de fondo la melodía de la orquesta. Katherine quien se había mantenido ausente, escribiendo algunas notas en lo que jamás aceptaría era un diario, finalmente volvía en si al escuchar el sonido de la música. Cerró entonces el cuaderno y observó al par de cortesanas frente a ella, y Alessandro que se mantenía mirando hacia la calle. Siguió contemplando a las muchachas, hasta finalmente estirarse hablar con su fiel compañero.


- Continuo sin entender para que las podría querer... - Comentó esta como si las muchachas no estuvieran presenciando de sus palabras. Alessandro ya acostumbrado al comportamiento de la vampiresa nada mas rió por lo bajo y le miró.

[center]* * *

- Ya lo hemos hablado mi Señora, ahora preocúpese por divertirse. - No muy conforme cruzo los brazos sobre su falda mientras podía sentir como la carroza se detenía lentamente ante el palacio.

Las dos mujeres una rubia y otra morocha descendieron primero del carruaje para luego hacerlo Alessandro, estos cedieron sus manos para que la vampiresa descendiera del carruaje. Quien lo hizo con una delicadeza que cualquiera que le conociera notaría desconocida. Su vestido, color marfil y rojo combinaban a la perfección con la máscara que traía en las manos.
Un corsé ajustado resaltaba su busto, y remarcaba la finura de su cintura, su rostro de facciones finas y a la vez lascivas, su piel tersa, pálida y con un suave rubor que le hacia parecer de porcelana. Las cortesanas la rodearon y acomodaron su vestido, tironeando de un lado a otro una y otra vez.

La vampiresa se quejó con pesar sobre la acciones de estas mientras levantaba los brazos
- Os dejaré un acertijo... Cuan mas elegante, ¿mas abultado? o entre mas abultado... ¿Mas elegante? - La sonrisa cínica adornó su rostro, mientras Alessandro la despojaba de su mascara y le ofrecía el brazo para escoltarla.

- Vendré a buscarla a la hora de siempre Madame. - Dijo este con una voz que dejaba clara la complicidad en las palabras. La vampiresa se sonrió casi sombría y junto con este dijeron al mismo cantar: - Antes del amanecer. - Las sonrisa del humano y la suya parecían pintadas por el mismo artista tras aquellas palabras...

Al acercarse, los ojos de ella se clavaron directamente a la entrada, mientras levantaba su mentón y mostraba una figura digna de la antigua aristocracia, su mirada apasionada profunda y a la vez fría brillaba por las cálidas luces que se reflejaban de la fiesta.

- Afortunadamente me agradan las fiestas. - Murmuró esta mientras el joven y ciertamente apuesto humano le extendía su mascara, con la cual tapó su rostro. La imponente entrada de alfombra roja le esperaba rodeada de personas de recepción y algunas mas "conocidas", gente de alta sociedad; a los cuales saludaba con corteses y finos gestos.

* * * *

Avanzaron. Varios invitados bailaban en el del lujoso salón, otros se mantenían sentados en mesas alejadas de lo bien podía decirse, el centro de la fiesta. Su sinfonía preferida comenzaba a sonar por parte de la orquesta, observo a Alessandro, que vestía tal como la vampiresa le había sugerido. - Deberá concederme esta pieza caballero. - susurró la demonio mientras le observaba de reojo por su máscara, sonriendo de media luna y con aquella seguridad, aquel fuego que solía emanar de su mirada cuando estaba completamente segura de lo que quería.

- ¿Yo?. Madame... - Susurró el joven humano algo incomodo pero, sin perder la postura ni la sonrisa para los invitados que lo saludaban. - No creo ser el hombre indicado si bien desea yo podría... -

- Calla Alessandro, mi Sinfonía favorita se va ir entre tus palabras. Y eso no me divierte. - Dijo esta finalmente extendiendo su brazo para que este la tomara, este lo hizo como ella lo quería. Pues, él deseaba que la vampiresa le concediera la vida eterna y a cambio debía servirle hasta que ella así lo decidiera. - No se imagina cuanto me gusta este baile. - le susurró algo lejana y frívola mientras bailaban al compás de la "Pequeña Serenata Nocturna".

- Yo insisto en presentarla con alguien mas de su altura. - El joven observó el rostro de la vampiresa mientras esta se descubría de aquella mascara y aún así sus facciones inmutables, su rostro de porcelana parecía sobre si mismo una máscara, una muralla difícil de cruzar. Sin embargo, hábilmente el hombre la condujo hacia donde el deseaba con calculados pasos de baile, mientras la vampiresa lo notaba y reía encantada por aquel juego.

Entre giros y media vueltas, la vampiresa ya había puesto sus grisáceos ojos sobre el perfil de un caballero, elegante, apuesto y claramente con sus pizcas de arrogancia a flor de piel. La mirada de ella no lo perdía de vista mientras, su pareja de baile curiosamente la acercaba mas a él...
Ecaterina Ruth Bathory
Ecaterina Ruth Bathory
Vampiro/Realeza
Vampiro/Realeza

Mensajes : 214
Fecha de inscripción : 06/11/2010
Edad : 33

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

Tras las Máscaras... [Reservado] Empty Re: Tras las Máscaras... [Reservado]

Mensaje por Nigel Quartermane Miér Ene 12, 2011 3:34 am

Noche de cacería. Ese era el cínico nombre con el que Nigel había apodado a los importantes eventos que se llevaban a cabo dentro de la alta sociedad parisina. Los cuales le parecerían aburridos en realidad, de no ser por la cantidad de féminas que desfilaban en esos grandes y elegantes salones. Mujeres, su mas grande adicción, la vida promiscua no lograba hartarlo lo suficiente como para detener su eterno juego de seducción, del cual todo Paris estaba enterado, pero también el que todo mundo hacia de la vista gorda por tratarse de un caballero tan distinguido en la alta alcurnia.

No había hombre o mujer en Paris que no supiera el ritmo de vida que este llevaba continuamente, todo mundo sabía que la cama de Nigel era lo más parecido a un lugar turístico en la ciudad, uno que muchas mujeres podían presumir de haber conocido ya, incluso en repetidas ocasiones, justo como Lady Bessette que le miraba fijamente desde un rincón del elegante salón del palacio. Nigel sostenía una copa del más fino brandy el cual bebía despreocupadamente respondiendo a la mirada un tanto provocadora de la que había sido alguna vez su amante, sonriéndole a modo de saludo, pero sin la plena intención de acercarse a ella. Lady Bessette era una mujer visiblemente mas mayor que Nigel, plenamente reconocida, no solo por su riqueza, si no por el escándalo que se desato en el momento en que quedo viuda y a las pocas semanas se revolcaba en la cama con el. Por supuesto que Nigel no sentía ninguna especie de culpa por lo ocurrido, el tan solo había consolado a la viuda en medio de su luto. Sonrío para si mismo al recordar como le miraba la gente en ese entonces cuando le veían pasear por las calles.

Pero no, definitivamente no era Lady Bessette lo que deseaba para esa noche, ella había “pasado de moda” en su repertorio de amantes, demasiado vieja y aburrida para sus exigentes gustos. Bebió de su copa un poco de brandy, mientras se paseaba entre la gente con sus ojos de halcón como si de un juez de tratase, en busca de una mujer que fuese digna de su atención. Y al fin la encontró.

Su lasciva y analítica mirada se centro en una mujer que danzaba en la pista de una manera casi sobrenatural, parecía que flotaba a comparación de su acompañante de baile. Avanzo unos pasos de manera disimulada y poco a poco fue acercándose mas hasta donde la pareja se encontraba bailando al ritmo de una melodía bastante conocida, la cercanía solo le confirmo lo que había visto a mas distancia: la mujer era extraordinariamente hermosa, podía saberlo incluso sin verle el rostro que cubría el antifaz, bastaba con ver esos labios carnosos para darse cuenta.

Los penetrantes ojos azules brillaron a través de la mascara que le cubría también el rostro y no se separaron mas del exquisito cuerpo de la mujer que no dejaba de moverse al ritmo de la orquesta, el hombre que la acompañaba le parecía tan increíblemente insignificante como para ser su acompañante, realmente le parecía un crimen el que ese pelagatos fuera su pareja o compartieran algún otro lazo sentimental. Pudo haberse acercado en ese instante y exigir ocupar el puesto que sentía estaba a su altura, pero el verla danzar lo tenia tan embelesado que era realmente difícil apartar la vista de aquella diosa. Bebió de su bebida de una manera sensual en cuanto noto que había logrado atraer la mirada de la susodicha y una ligera y apenas notable sonrisa logro fruncir la esquina de sus labios en respuesta a sus miradas. ¿Realmente existía alguna mujer que pudiese resistirse a sus dotes físicos? el sinceramente lo dudaba, aunque admitía también que seria realmente divertido el encontrar a una dama que se resistiese, hasta finalmente caer en sus redes como el resto hacia tarde o temprano.

Alzo la copa en un gesto descarado en el momento en que la dama en cuestión le miraba fijamente y movió con elegancia la cabeza para hacerle ver que brindaba por su belleza para terminar finalmente el resto de su bebida, una manera sutil de hacerle ver que le gustaba, sutil pero directa también. Dio media vuelta y se dirigió hasta el bar, no por que hubiera dado por muerta la batalla de seducción, si no en un acto de la mas pura vanidad al saber que una vez terminada la pieza de baile ella acudiría a su encuentro.
Nigel Quartermane
Nigel Quartermane
Vampiro/Realeza [Admin]
Vampiro/Realeza [Admin]

Mensajes : 10717
Fecha de inscripción : 11/01/2010

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

https://victorianvampires.foroes.org

Volver arriba Ir abajo

Tras las Máscaras... [Reservado] Empty Re: Tras las Máscaras... [Reservado]

Mensaje por Ecaterina Ruth Bathory Dom Ene 16, 2011 2:49 am

El acompañante de la vampiresa continuo danzando, aunque poco se podía comparar a ella que llevaba siglos haciéndolo, siglos asistiendo a fiestas tan importantes, y por ello mejorando cada paso, haciéndolo mas suave, mas encantador con mayor gracia, en síntesis: Un movimiento sublime, casi actuado... Perfeccionado durante casi un milenio.
La vampiresa observaba con atención los movimientos del caballero al cual miraba con cierto misterio y a la vez perversidad. Alessandro notaba aquella atención constante que prestaba Katherine a seguramente algún buen postor entre los hombres de la fiesta.

- A que excelente espécimen de hombre esta colocando su vista, madame. - Le preguntó entonces el acompañante de la vampiresa, en lo que baja el ritmo de sus pasos. Esta lo miro fijamente, y se sonrió mezquinamente.

- He subestimado su capacidad Alessandro, veo que comienza a conocerme. - Comento esta siguiendo los pasos del humano, no muy satisfecha. - Y que tiene un bajo rendimiento en las fiestas. - Aquel comentario, había escapado de los labios de la vampiresa con cierto deje, como si tal cosa le fuera y a la vez no una sorpresa. Humanos, y su vida poco longeva. Morían a cada instante, en cada momento que realizaban cualquier actividad, cualquier movimiento y aún así no hicieran nada toda su vida, esta se les escaparía junto con el tiempo de igual forma...

- Madame, reconozco que es difícil seguir el paso a un inmortal... - Le contestó y dejo sus palabras allí mismo, pero dejando en claro con un simple gesto que deseaba decir algo mas.

- Dime lo que tengas que decirme Alessandro, detesto me guarden secretos, solo los que tengan que ver conmigo. - Aclaro aquello último para ademas resaltarlo con un gesto de arrogancia. El humano, giró... Dejándola a espaldas hacia donde esta miraba, se sonrió jactancioso y respondio.

- Oho, lo conozco. - Murmuró este, mientras el rostro de la vampiresa parecía casi perdido. Los recuerdos en su mente, se mezclaban alternantes a la realidad. El rostro de Leonardo ocupaba el papel de Alessandro, aquel giro tras haber sido descubierta por su poca sutileza al mirar... Los intereses de ambos humanos, el primer obsesión y avaricia. El segundo seguramente avaricia, pero... ¿obsesión?.

La vampiresa lucho por volver a la realidad latente y tomo aire resaltando su aristocrática figura, dejando en claro su incomodidad pero intentando desentenderse de las palabras - ¿A quien?. - Corrió entonces la mirada a un costado mientras seguía con los pasos de baile, sin siquiera ya oír la música.

- Quartermane, su elección es buena... Si solo quiere jugar durante una noche. - Aclaro este agregando un tono burlón.

La vampiresa le observo frunciendo levemente su entrecejo. - ¿Acaso le conoce?. - El desdén en sus palabras comenzaba a ser casi marca registrada para su acompañante, siempre arrogante y sobrante con el resto de la sociedad, a menos que encontrara algo realmente interesante con lo cual entretenerse.

- No mas que un hola y adiós. Pero, es imposible obviar su fama en la sociedad. No solo por su clase social alta, si no de los escándalos en los que ha visto rodeado... Curiosamente siempre tiene que ver con mujerzuelas. - La vampiresa rió por la información que le daba Alessandro, al parecer aquel humano era un cazador y ahora el juego se volvía mucho mejor... Deseaba cazarlo.

- Éso lo hace mas entretenido, Alessandro. - Le contestó esta para luego murmurar algunas palabras a los oídos del humano. Este sonrió y dandole una voltereta final la solto. Esta se alejo de él cubriendo su rostro con la máscara carmesí, mientras observaba al mortal en la barra, y su acompañante se acercaba a este.



Katherine salió al balcón del palacio, tras haber subido las escaleras. Se apoyo en el borde bajando su máscara y contemplando los jardines, la noche... La decoración en general, mientras oía a la orquesta tocar con fervor desde adentro.

Alessandro, continuó sus pasos hacia el bar, mirando fugazmente a Quartermane, pidió entonces un par de copas con el mejor champange y se acercó a este mientras esperaba. - Quartermane, que poca sorpresa es verlo aquí. - Alessandro que le guardaba cierto recelo por haberlo engañado con su ahora, ex prometida llevaba una sonrisa de suficiencia en el rostro. - Curiosamente, vengo a traerle un mensaje de la hermosa gacela que se bien ha de estar acechando. - Las copas de champange le fueron entregadas al humano y entonces este paso una de ellas a Nigel.

- Ha ido al balcón. Y si yo fuera usted... - Dejo las palabras en suspenso para beber de su copa y sonreír con sarcasmo. - No le dejaría esperando. Es una de sus mejores oportunidades. - calló finalmente, y sin alejarse del hombre se apoyo en la barra y dirigió su atención en disfrutar de la fiesta, aunque sea por simplemente contemplarla.

Fé de errata (?):
Ecaterina Ruth Bathory
Ecaterina Ruth Bathory
Vampiro/Realeza
Vampiro/Realeza

Mensajes : 214
Fecha de inscripción : 06/11/2010
Edad : 33

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

Tras las Máscaras... [Reservado] Empty Re: Tras las Máscaras... [Reservado]

Mensaje por Nigel Quartermane Lun Mar 21, 2011 4:32 am

Las miradas de los invitados en esa reunión de alta alcurnia siguieron a Quartermane durante su trayecto hacia el bar, trayecto que era realmente innecesario, pues para eso estaban los múltiples meseros que atendían a las mesas e invitados en todo el palacio. Aun así Nigel quiso atenderse a si mismo y de paso tener la excusa perfecta para por fin empezar a poner manos a la obra con la seducción que incluso había iniciado desde el primer momento en que había cruzado su mirada con la de esa diosa que danzaba con el mequetefre que le acompañaba.

Llego a la barra, pero no hizo ninguna petición para seguir tomando, pues a lo lejos pudo ver como la dama que tenia en la mira había quedado en soledad y se dirigía escaleras arriba, mientras que su inútil acompañante, que por cierto conocía, se dirigía en su dirección. Se dio media vuelta, ignorando al cantinero que había estado esperando con atención por su petición y recargo su espalda sobre la barra, en una posición que demostraba el desinterés que tenia en hablar con el pésimo bailarín de su victima.

Le dedico una sonrisa torcida en cuanto este estuvo a su lado, lado la cabeza, escuchando lo que este le decía mientras pedía al cantinero dos copas del delicioso champagne que acostumbraban servir en ese tipo de eventos. Nigel no pudo contener la risa en cuanto este termino de hablar, pero a pesar de eso, alargo su mano y tomo la copa que su inesperado acompañante le ofrecía, luego bebió un trago, mojo su garganta y volvió a fijar si vista mezquina en el individuo que parecía orgulloso de ser el acompañante de una mujer tan fina como aquella.

Lo miro con interés, entrecerrando los ojos y alzando su mano desocupada, como si quisiera forzar a su cabeza para al fin lograr recordar el nombre de ese sujeto que en realidad conocía bastante bien, pues su ex prometida había sido una de sus amantes y justo ella había sido la encargada de hablarle un poco mas de el, de lo aburrida que estaba siendo su pareja. – Alessandro, ¿cierto? – Pregunto con el sarcasmo a flor de piel, pues lo único que intentaba hacer con ello era demostrarle al sujeto que era tan insignificante que ni siquiera su nombre se había quedado grabado en su cabeza. – Claro, si, ya lo recuerdo… - Bebió nuevamente de su copa ahogando una risa burlona con la cristalería fina que mantenía en su mano.

- Si usted fuera yo, no se le habría ido de las manos su hermosa ex prometida, ¿no cree? – Dejo escapar la ponzoña sin pudor alguno, sin detenerse a pesar siquiera en que los sentimientos de ese pobre hombre podrían verse heridos por su altanería, después de todo, lo mas probable es que el hubiera sido el culpable de que ese matrimonio no se haya llevado a cabo. Cosa que por supuesto, poco le importaba. Bebió una vez más de su copa, con esa elegancia que lo caracterizaba y se acerco lentamente hasta el hombre, hasta quedar a un lado de su oído. – Créame Alessandro, no necesito de un “cupido” para poder acercarme a su ama… - Le susurro con arrogancia, sonriendo, altivo y orgulloso de su fama con las mujeres, misma que no podía verse superada por alguien como Alessandro. - Tengo mis propios métodos y estoy seguro de que usted sabe que son muy efectivos… - Dio unas palmaditas sobre el hombro de Alessandro, como si estuviese mofándose de lo que el le había hecho al acostarse con su ex prometida. – Ahora si me permite, tengo cosas más importantes que hacer. Fue un placer haberle saludado.

Alessandro quedo en el olvido una vez que empezó su camino escaleras arriba, donde la dama de extrema belleza seguramente se encontraba, incluso en su mente arrogante tenia la idea de que quizás la mujer había ido hasta allí planeándolo todo y justo ahora estaría esperándole impaciente. Al pisar el ultimo escalón quedaba a la vista el balcón y en el la figura sensual de una mujer que yacía de espaldas. El cabello negro le llegaba todavía más debajo de la cintura y pudo corroborar que el aroma que esta despedía era todavía más delicioso de lo que había imaginado. Se acerco a paso lento hacia ella, mientras bebía de su copa despreocupadamente y se coloco al lado de la mujer, como si de verdad quisiera aparentar que si estaba allí, había sido pura coincidencia.

Una vez que estuvo a su lado, fijo su vista en la noche estrellada y fresca que los contemplaba, jamás giro su rostro para dirigirle una mirada a su acompañante. – ¿No siente remordimiento? – Tiro la pregunta al aire, sin volverse, mientras sus labios seguían acariciando el cristal de su copa. – La luna debe estar furiosa, celosa, no todas las noches se encuentra con una competencia tan dura, no todas las noches es desplazada por una belleza como la suya. – Giro por primera vez el rostro, provocando que sus ojos se encontraran por segunda ocasión con los de ella.
Nigel Quartermane
Nigel Quartermane
Vampiro/Realeza [Admin]
Vampiro/Realeza [Admin]

Mensajes : 10717
Fecha de inscripción : 11/01/2010

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

https://victorianvampires.foroes.org

Volver arriba Ir abajo

Tras las Máscaras... [Reservado] Empty Re: Tras las Máscaras... [Reservado]

Mensaje por Ecaterina Ruth Bathory Jue Abr 21, 2011 5:42 pm

Alessandro estaba al tanto de la arrogancia de Nigel, y eso mismo le provocaba golpearlo, incluso empezaba a creer que llegaría a sentir placer si lo hacia pero, se contuvo; Katherine, le había pedido algo específico y aunque el sabía que la vampiresa cumplía ferozmente con sus promesas, contratos y pactos, y en ningún lado había dejado explícito que no lo mataría si acaso él osaba por fallarle, por mas inservible que fuera su petición.
El humano giró el rostro procurando hacer caso omiso a sus hirientes comentarios y aunque no podía reaccionar como el lo deseaba, nada de malo podría tener el al menos imaginar como su ama terminaría por acribillar a Quartermane si acaso este le ponía un dedo encima, por mas que fuese él mismo quien hubiera comenzado con el disturbio. Por supuesto, que luego lo asesinaría a el también. Él la conocía, tal vez no en demasía, pero sabía que Katherine no solo cumpliría con su palabra de protegerlo si no, que no tendría ningún escrúpulo de asesinar a sangre fría frente a la multitud si la situación lo a meritaba... Pero, todo corría por probabilidades.

Alessandro despertó de su meditabunda situacion con las palmadas que le había dado Quartermane, y aunque el soñar con su muerte había sido algo placentero; los comentarios igualmente habían llegado justo donde le dolía. Se limitó a mirarlo con el resentimiento pintado en sus ojos, y a la vez se sonrio burlón, y de algun modo alegre de saber con que clase de mujer iba encontrarse. Ella no era como cualquier otra, ella jugaba, hería, y le importaba tan poco la vida, la humanidad... Los humanos y cualquier cosa que tuviese que ver con la mortalidad. - No creo que tus juegos sirvan con ella Quartermano. - Puntualizó para no tragarse el mal gusto. - Ojalá pudiese ver esto. - Se encogió sutilmente entre sus hombros y se afirmo en la barra mientras lo veía marchar. - Aún así te deseo suerte. - la necesitarás, pensó para sí. Mientras se afirmaba con ambos codos sobre la barra, ahogando aquellos sentimientos que rastreramente Nigel había logrado rescatar de su pasado.

Mientras tanto....

Katherine comenzaba aburrirse dado que las personas que habían estado en el balcón se habían retirado y por tanto no tendría a quien molestar mientras esperaba. Paseo de un lado a otro, rozando con la yema de sus dedos por el barandal de fría roca. Hasta que finalmente se detuvo admirar el sublime paisaje nocturno que ofrecía el paisaje del palacio. De a momento se preguntó porque asistía a fiestas tan aburridas, los mortales le aburrían. En el silencio y en el susurrar de la brisa de las hojas de los árboles oyó unos pasos tras ella. - Madame, ¿Le ofrezco algo para endulzar y refrescar su fino paladar? - la voz jovial de un joven rompió con la pureza de su silencio, logrando en la vampiresa una sonrisa torcida - Por supuesto que si, tu sangre. - murmuró ella, mientras volteaba y enseñaba una sonrisa mas amplia aún, y no por ello menos macabra. El gesto del hombre delataba perplejidad. Katherine blanqueo los ojos. - Ma... Madame. ¿He oído bien? ha dicho... -

- No, claro que no has oído bien. - dijo interrumpiéndolo y adelantándose a sus pasos, tomando por si misma una de las copas del fino Champagne que le ofrecía. - O ya hubieses extendido la copa a mis manos. - se sonrió sensualmente de lado, mirándolo con intensidad a los ojos, oyendo como los latidos del insignificante mortal comenzaban a ser mas rápidos, podía casi sentir el miedo emanando por cada poro de su piel. - My lady, lo siento realmente yo... -

- Lárgate. - dijo esta con un tono mas sombrío volviendo su mirada lo mas parecido a la de un depredador, haciendo caso omiso a cualquier otra palabra que pudiese estar pronunciando. Volteo nuevamente, y volvió a su anterior lugar, acercando la copa a su nariz y sintiendo el suave pero exquisito aroma que soltaba aquel licor. Lo probó con elegancia, degustando en su paladar, jugando con aquellos sabores sobre su lengua. - Lo sabia. - Murmuró para si misma, ella estaba segura que aquel champagne, había salido de su propia bodega. - Aunque la anterior cosecha fue mejor. - concluyó, dejando claro su aspecto mas exigente. Dejó la fina copa de cristal sobre el borde de la baranda del balcón, acomodándola estrategicamente para lograr que en el licor se reflejase la luna. Levantó la mirada y observó a esta última, con aquellos destellos azulinos que desplegaba sobre los terrenos del palacio, siglos habían pasado, y todos las noches le observaba; aún le encontraba magnífica, aunque monótona.

Nuevamente oyó pasos a su espalda, y esta vez esperaba que fueses quien ella esperaba. Bajó la mirada hacia los paisajes y se detuvo a oír aquellas pisadas, que a diferencia de las anteriores podía notarlas seguras. Quizás y hasta exagerando; arrogantes... Pero, sería un perfil que encajaría a la perfección con aquella mirada de predador que se había cruzado con la suya en el salón.
Aquel cuerpo se detuvo junto al de ella, y esta ni volvió la mirada ni bajo la frente de su aristocrática posición. Al parecer ambos eran capaces de mantener aquella postura elitista y arrogante sin el mas mínimo pesar.

Katherine le oyó hablar y se sonrió de medio lado de forma tal de no ser vista. La voz, los comentarios galantes y aquel aroma que llegaba a ella y a la vez la brisa hacia que azotara contra su cuerpo y jugase entre sus cabellos le dejaron por hecho a la vampiresa que aquel era el hombre que había "marcado" en el salón. Ella volvió el rostro, mostrando aquella sonrisa sutil pero, claramente arrogante; ella fue, es y será una mujer de clase. - ¿Remordimiento?. - comentó en un tono de voz tranquilo y seductivo. En lo que volvió a cruzar la vista con aquel hombre pudo notar en él, no solo aquella seguridad que drenaba en cada poro de su piel, si no también tintes de sensualidad y fogosidad, sin obviar su arrogancia. Características que por supuesto Katherine sabía aprovechar y apreciar muy bien. - Había olvidado que existía tal palabra - agregó haciendo uso de la ironía sin dejar de lado su sereno comportamiento.

La Bathory no tardó demasiado en reconocer aquella rareza; su mirada intensa, su empalagante arrogancia y seguridad, sin olvidar aquellos signos de lujuria en su mirada, si no fuese por sus latidos, ella podría asegurar que era un vampiro. Se acercó a él, sin escrúpulos, solo un par de pasos fueron suficientes para terminar con la escasa distancia que ahora era casi nula, si no fuese por la pomposidad de su vestido. Levantó la mano, luciendo su refinado guante que evitaría el frío contacto con la piel de los humanos, le tomó el rostro haciendo la mínima presión. Forzó su mirada, casi como si buscara ver su alma, con sus ojos grisaseos y cristalinos que se volvían aun mas místicos con los reflejos de los astros nocturnos como así tambien su piel. - Extraño, hubiese jurado que... - comentó dejando las palabras en suspenso, dejando serio su semblante y finalmente soltándolo, anulando la sutil presión del rostro del humano y sonriendo con sutileza. No continuaría con aquella frase, la simple idea podria sonarle descabellada a cualquier mortal.
Mantuvo por unos momentos mas la mirada, aquella que con vida y humanidad tenían tan poco que ver, la misma con la aún con su corazón latiendo vio morir hace siglos a la criada de su familia, esa con la cual todos los mortales y aún no-muertos titubeaban. Esa que la luna envestía de misterio.

Katherine, volvió a su anterior postura, estirando su brazo para tomar su copa. - No haga caso a mis comentarios. - dijo en lo que perdía la mirada en el paisaje. Parecía que un viejo karma volvía a repetirse, pero aquel humano no era Lucifer, lejos estaba de ser aquel misterioso vampiro. - Sólo debo decir, que algunas personas deberían perdurar por la eternidad. - agregó, mientras acercaba la copa a sus labios girando el rostro para ver al humano. Ella debía reconocer que entre sus pensamientos se volvía obsesivo el pensamiento de verlo eterno, el verlo tal cual como lo es ella misma, verlo y quizás hasta sentirlo poderoso pero no, debía despejar sus ideas. - Lamento haberle alejado de la diversión. - comentó posando la copa sensualmente sobre sus labios y dando un ligero sorbo, intentaría desviar su atención de los recuerdos. - Pero, me es imposible no aburrirme con Alessandro. - era un hecho que aquel mortal no podía seguir sus pasos agraciados, y quizás ningún mortal podria... Pero, por otro lado creía que no estaría mal darle una oportunidad a Quartermane.
Ecaterina Ruth Bathory
Ecaterina Ruth Bathory
Vampiro/Realeza
Vampiro/Realeza

Mensajes : 214
Fecha de inscripción : 06/11/2010
Edad : 33

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

Tras las Máscaras... [Reservado] Empty Re: Tras las Máscaras... [Reservado]

Mensaje por Nigel Quartermane Dom Mayo 08, 2011 12:32 pm

Lo que más lograba cautivar a Nigel de aquella mujer era esa sensualidad que desprendía, sin hacer nada, no era necesario que hiciera algún movimiento, algún gesto seductor o algo por el estilo, por que toda ella en si ya era seductora, su sola presencia y eso lo había notado desde el momento en que la había visto dentro del salón, danzando, teniendo como acompañante a ese torpe varón que solo ayudaba a que ella luciera todavía mas por encima de el y de todos los presentes en aquel evento. Aun cuando no podía verle el rostro por completo, sabia que era bella, podía notarse, pues las facciones que poseía eran las mismas que debía poseer cualquier diosa griega, una de esas mujeres poco comunes, esas que son utilizadas como musas para recrear arte a partir de ellas. Y esos labios, imposible que hubiera otra mujer con esos labios, mismos que le provocaban esas ganas desquiciadas de besarla en ese instante, de saborearlos, de arrancárselos de un tiron de ser posible. Se contuvo, aunque no sabía por cuanto tiempo lo haría, esa noche se sentía peculiarmente febril, quizás se debía a que habían pasado algunos cuantos días sin que probara la piel de alguna mujer, de su mujer o de la de cualquier otra; o quizás era tan solo por que así era Nigel Quartermane, insaciable, adicto a la lujuria, el único de los siete pecados que realmente llevaba a cabo la mayoría del tiempo. Los labios se le fruncieron en una sonrisa torcida luego de aquel comentario de su bella acompañante, sin duda estaba muy de acuerdo con ella en cuanto a lo del remordimiento, no era algo que el sintiera a menudo, de hecho, no lograba recordar la ultima vez que lo había sentido…es mas ¿lo había sentido alguna vez? La sonrisa se le amplio aun mas al unirse a la de ella, ambas llenas de ironía.

- Alejarme de la diversión?, al contrario, gracias por atraerme a ella. – Bebió de su copa al mismo tiempo que ella hacia de la suya, quizás ambos con la misma sensualidad, la de ella mas marcada, la de el llena de dobles intenciones. - Las mujeres son sinónimo de diversión y la diversión de mide en la belleza que posean, usted es por mucho una de las mujeres mas hermosas que haya visto y he visto muchas… - Una de sus cejas de arqueo al pronunciar la ultima frase. No, Nigel no estaba haciendo alarde de algo que fuese falso, no era ese tipo de varones que iban por la vida presumiendo algo de lo que carecían, lo suyo era real, verdadero y por eso es que se contoneaba por ahí seguro de si mismo, sin temor a que alguien de pronto lo asaltara echándole en cara sus falsedades, no había forma de hacerlo por que todo era puramente cierto. También hace falta recalcar que Nigel es uno de esos hombres que mas disfrutan cuando la victima en cuestión es inocente, cuando es el quien debe persuadirla y arrastrarla a sus redes, pero Nigel dudaba en el fondo que esa mujer que tenia enfrente fuese una de esas ingenuas, quizás el que se viese arrastrado a redes ajenas esa noche seria el.

- Oh, lo lamento, en ocasiones no mido mis palabras, probablemente ahora este pensando que mi única intención esta noche es aprovecharme de usted y probablemente es verdad, aunque nadie puede culparme, ¿quien no querría hacerlo? – El sarcasmo y la ironía eran sus fieles acompañantes, ambas terriblemente marcadas, ni siquiera se esforzaba en querer aparentar que sus palabras eran ciertas, el cinismo era uno de sus peores defectos y lo que lo hacia ser odiado y detestado por decenas de personas, en su mayoría varones y Alessandro era el mejor y el mas próximo ejemplo. - ¿Es usted una mujer corrompible madame?, ¿tengo posibilidades? Aunque…algo me dice que estoy viéndome estupido el preguntar algo como eso, mi sexto sentido dice que es usted la misma corrupción misma en persona. ¿Me equivoco? – Sus sonrisas sardónicas no tenían fin. – Ha sido usted quien me ha atraído hasta aquí y he sido yo quien ha tomado le forma de la presa. ¿Con que intención lo ha hecho? – Mientras esperaba una respuesta a esa atrevida pregunta, alzo su mano libre y la poso sobre el cuello de la mujer y clavo sus ojos en la impotente joya que esta llevaba alrededor del largo y perfecto cuello, un collar que denotaba que había costado una fortuna, pero que bien le iba a su persona, a su atuendo, pero sobre todo a su insultante belleza. Dejo que las yemas de sus dedos recorrieran el borde de la joya, hasta llegar a la parte inferior donde se encontraba la gema en un color rubí brillante como si fuese un ojo. En lo que menos tenia interés Nigel, era en la joya, había sido una mera excusa para que sus dedos rozaran peligrosamente la piel Nivea de su acompañante, deleitándose con la tersura de la clavícula, alzando la vista y posándola fijamente en los ojos de la vampira de la que aun no conocía su identidad. Le había llamado la atención ese comentario que ella misma había hecho y no lo pasaría por algo, menos ahora que había sentido el tacto frió de su piel. ¿Seria posible que fuese uno de ellos, una inmortal? - ¿Cree que yo cumplo con las características necesarias para eso, para perdurar en la eternidad…? – Una pregunta que le interesaba realmente que fuese respondida, si Amanda le había puesto tantos peros para convertirlo, quizás ella no lo haría, todo estaba en descubrir si era o no una de ellos. – ¿Qué cree que se necesite para ello?, cuales son las características que debe tener una persona para “perdurar en la eternidad” – hizo énfasis en la frase mientras bebía de su copa.
Nigel Quartermane
Nigel Quartermane
Vampiro/Realeza [Admin]
Vampiro/Realeza [Admin]

Mensajes : 10717
Fecha de inscripción : 11/01/2010

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

https://victorianvampires.foroes.org

Volver arriba Ir abajo

Tras las Máscaras... [Reservado] Empty Re: Tras las Máscaras... [Reservado]

Mensaje por Ecaterina Ruth Bathory Lun Jun 06, 2011 6:12 pm

Katherine asintió con vehemencia a las palabras de agradecimiento, incluso ella podría lejanamente agradecer a que él hubieses, de cierta forma, asistido a su llamado pero, en ocasiones su ego era aún más grande que sus refinados modales, y aquello sólo quedaría para si, en su podrida conciencia.

- En mi mundo, la belleza esta lejos de la diversión.- Comento tras estirar su brazo y dejar la copa en la misma posición anterior. Se sonrió de lado, con tal solo pensar, que nada de bello podría tener el sadismo con el que algunas noches podían llegar a desatar. Dejó de mirar su copa, y levantó su mirada de inmediato como la de un feroz depredador. Directa, segura, fuerte… inquebrantable, pero sobre todas las cosas, sublime. – Ha de ser por eso que me encuentro en el balcón y no danzando en el Salón como el resto de los invitados. – se excusó, sabiendo a la perfección que desorientaba la dirección de su primer respuesta. Su diversión, lejana estaba del alcance de cualquier peculiar mortal. Aunque, si lo meditaba en profundidad, ¿Qué era lo que realmente le divertía?, con los años todo parecía perder sabor, sentido. Observó entonces a su acompañante, ¿acaso podría ser él esa chispa que recuperara en ella todo lo faltante?. Fue entonces que una nueva idea se apoderó de sus gestos; podría o no empezar a jugar con los humanos, de una manera deferente a la que había utilizado antes.

El nuevo comentario de Quartermane, la había alejado de sus remotos pensamiento, le observó ahora de otro modo, con otro gesto, lograba él entonces olvidar sus intenciones por un instante. Le causó gracia que el intentase aprovecharse de ella, pero mas curiosidad le causaba cual sería el método que utilizaría para cautivarla. Si se lo pensaba analíticamente, Katherine lo superaba ampliamente en muchos sentidos; ¿cómo superar los encantos de un vampiro? Su fuerza, sus años, su experiencia, y aquel lado corrompido por la sangre, el sadismo y de las lujurias mas retorcidas… y sobre todo, ¿Cómo superar la excelencia que todo ello significa para Katherine?
Nigel, mencionó la palabra corrupción, y volvió a despertar la atención volátil de la Bathory. Su sonrisa se volvió torcida, casi macabra y con poco esfuerzo la borraría de su gesto, pues una gran parte de ella disfrutaba aquella sensación. Corrupción, esa palabra que podría reconocer incluso en lenguas muertas. El humano sabía mover sus fichas, ella debía aceptarlo y por tanto, recordó deberle una respuesta.

Levantó la mano con la que aún mantenía contacto con la copa, la llevó nuevamente a sus labios, posándola allí, justo en la comisura de sus labios, ahora lucía esa sonrisa por de más arrogante, aristocrática y literalmente; peligrosa. Aún mantenía su rostro cubierto con la llamativa mascara que habían escogido sus súbditos para ella, y que inequívocamente hablaba de ella en cada detalle, cada detalle, cada pluma e hilo, no demostraban mas que lujo, delicadeza, estilo… Elitismo.
Corrió la copa por su labio inferior, lento, disfrutando del rose del cristal con la fina piel de sus labios, hasta detener aquel tentativo movimiento al dejarla en la posición justa para beber de esta, y así lo hizo.

Tras los suaves sorbos del licor, la demonio no apartó la mirada del mortal. Ella, debía reconocer y profundamente lo hacia; el esfuerzo sobre humano con el que debía luchar para vencer la ansiedad, el deseo, ese deseo desenfrenado por llevar sus labios, sus colmillos sobre todo, al cuello de Nigel. Su tersa y cálida piel, más tentadora que ninguna otra haya tenido la oportunidad con la cual toparse. Él debía sentirse alagado por los instintos que despertaba en ella y que esta misma al reconocerle como digno igual, se limitaba ahogar.
La vampiresa continuó con su lucidez al mirarlo, para ella su condición no significaba tabú, pecado u error, mas había sido lo que con cada fibra de su cuerpo había deseado y que por ello todo cual poseía en vida había entregado.

Ella bajó su mascara, mostrando por completo su rostro al fin, algún que otro mechón rebelde se deslizó por su rostro. Mientras esta dirigía ambos brazos hacia su espalda, tomándose de las manos a la altura de sus glúteos. Una posición que únicamente delataba sus hábitos de juego. Caminó, contoneando las remarcadas curvas de su cuerpo alrededor del humano, pero se detuvo al llegar a su perfil. Su vuelta, termino mas no siendo mas que un cuarto de vuelta, y que ello hacia que el reflejo de la noche diera de lleno en su rostro. – No se equivoca, soy corrupta, corruptible. – El tono de voz de Katherine se volvía palabra en palabras más seductor, jugaba con las palabras en sus labios remarcándolos en cada movimiento. - … Pero, sobre todo corruptora. – luego de sus ultimas palabras guardó silencio.

Mientras tanto, la mano del humano se había aventurado a la piel de la vampiresa, quien en un principio se mostró serena a pesar de sorprenderle el tacto. ¿Qué humano sería tan valiente como para acariciar una bestia?, o en su defecto, suicida. Katherine, comprendía a la perfección lo que acarrearía aquella disimulada caricia. El humano, así como ella, notaría al instante la diferencia de temperatura de los cuerpos. La mirada de Quartermane parecía estar exhorta en la joya preciosa que colgaba del cuello de la vampiresa, y la siguió con su mano hasta el final e su escote. Esta mantuvo la mirada fija en el rostro de él, esperando una expresión sorpresiva, la cual jamás hizo de presencia en el rostro del mortal. Este levantó la mirada, manteniendo el gesto, la miró y ella lo supo al instante; Él ya los conocía.

Por aquel instante Katherine pareció desterrar su mente del momento que estaba viviendo. Aquella mirada que pudiese haber confundido con aquel noble de Italia, Leonardo, no era en lo más cercana… El pasado comenzaba a jugarle una mala partida en presencia del mortal. Sus ojos le recordaban a uno y otro, Lucifer y Leonardo. El mortal ambicioso y el eterno aristócrata, de quién mucho más que probable era que hubiese aprendido un par de cosas.
Su rostro se despojó de toda expresión, soltó sus brazos de la espalda, y sosteniendo aún aquella serenidad, aunque hubiese sido descubierta, terminó de dar su media vuelta. – Supongo que esto de nada me será necesario. – dijo quitando los guantes que impedían el contacto directo con la piel de los mortales.

Escuchó las palabras del mortal, que no hacían más que sobre valorar lo que era ya sabido por ambos. Sonrió tenue, casi parecía ignorar las palabras que mencionaba, pero no hacía más que preparar su respuesta. – Si cree útil que uno de vosotros os confirme. Entonces, por empezar que puede no tener lo necesario. – Hablaba con naturalidad, mientras acomodaba sus guantes sobre la guarda del balcón. – Pero, sólo es una de las muchas características. – agregó flexionando la rigidez de su primer respuesta. La segura dedición de algo con lo que se valdría por el resto de los tiempos, sólo era un pequeño detalle, pero que podía desencadenar un Apocalipsis privado.

Tomó algo de espacio, y tirando su cabello hacia atrás se presentó. – Mi nombre es Katherine, Caballero. – podía ser pasada por demente con mucha facilidad, pero la mente de Katherine, solía en muchas ocasiones trabajar de una manera diferente a la del resto, debido que a partir de una simple presentación, comenzaría a hilar en fino con aquello que el mortal tanto deseaba saber. – Mi apellido es Bathory y soy, como puede llegar a notar, la única existente de mi familia. – agregó culminando sus palabras con un saludo tan anticuado como su época de nacimiento. Su mente gozo por las propias palabras, disfrutaba de ser única, disfrutaba de haber acabado con cualquier relación de sangre fuese posible, disfrutó el tomar lo que le pertenecía aunque en su conciencia ardiera la culpa de cada suceso ocurrido por aquella época, 300 años atrás.

- Su seguridad es lo más importante. – dijo retomando la postura que la época demandaba, donde las mujeres eran consideradas mas una joya que simples trapos como había sido el caso de la época que le vio morir y renacer. – Lo suficiente como para estar dispuesto a todo costo por conseguirlo. – los costos mundanos estaban alejados a lo que ella intentaba referirse, los costos por tal sacrilegio se valían su peso en vidas humanas.
Katherine, parecía esperar con calma que el mortal reflexionara sobre lo dicho. Pero, no quiso resistirse a la tentación de acercarse a este y tomarlo por el mentón para que sus miradas se mantuviesen en permanente contacto. – Yo no transformo humanos aficionados con la inmortalidad, para seguir llenando el cartón con miserables e inservibles chupa sangre. – hablo bajo, susurrando las palabras cerca del rostro de su irresistible humano mas no sería su presa. – Hay mucho más que asesinatos, sangre y lujuria eterna, que debería considerar. – Rió por lo bajo al recordar casos de vampiros arrepentidos de su condición, mal agradecidos de su propia naturaleza. - Estoy convencida que tiene mucho mas de lo que puedo observar. – Los ojos de la vampiresa recorrieron el rostro del humano, y volvieron a sus ojos después. – Pero, nunca estará de más demostrarlo. – Se sonrió perversa, casi seguida de aquellas palabras quería preguntarle si acaso, alguna vez había sido participe o culpable de una muerte. Pero, fue entonces que decidió callar… quizás para otra oportunidad.
Ecaterina Ruth Bathory
Ecaterina Ruth Bathory
Vampiro/Realeza
Vampiro/Realeza

Mensajes : 214
Fecha de inscripción : 06/11/2010
Edad : 33

DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:

Volver arriba Ir abajo

Tras las Máscaras... [Reservado] Empty Re: Tras las Máscaras... [Reservado]

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.