Esperando nada [Libre]

por Invitado Vie Ene 14, 2011 8:48 am

Sentí que aquella noche era especial, creía que sería distinta a las demás y que hasta podía ser interesante, o al menos eso esperaba. Me dirigí al lago en busca de tranquilidad necesitando conectarme con la naturaleza, miraba a mi alrededor viendo los animales que se acercaban curiosos y los árboles que pasaban a mi lado, nunca había entendido bien la razón pero siempre me sentía a gusto rodeado de naturaleza y acompañado solo por ésta, sin gente o alguna criatrua extraña.

Al acercarme al lago con cautela vi como miles de luciérnagas salían de su escondite quedando altamente impresionado por la gran belleza del lugar, hacía años que no presenciaba lgo de igual magnitud por lo cuál mi impresión era más que evidente. Me sentía cual niño en su lugar soñado, mi rostro iluminado con la luz de los insectos reflejando aun más mi sonrisa y satisfacción que me causaba el estar ahí, como si fuera otro mundo, lejo de los problemas y lejos de todo.

Me acerqué más al lago para poder tocar el agua, era un hecho que estaba sumido en mis pensamientos y mi paz, disfrutando todo lo que la naturaleza me daba, los sonidos, los aromas, la brisa en mi rostro...ya había olvidado hace cuantos años que no disfrutaba de aquello. Observaba la luna como agradeciendo por darme la oportunidad de apreciar todo lo que ahí había, metí mis manos a mis bolsillos y me quedé mirando al cielo por unos largos minutos y luego cerré mis ojos.

Estaba tan preocupado de lo mio que me llevo tiempo darme cuenta que alguien se encontraba ahí, sentí un aroma especial y ahí abrí mis ojos con tranquilidad, me dí vuelta para no darle la espalda y para saber quien era y solo le sonreí amablemente, suspiré para volver un poco a la realidad y miré a los ojos encogiéndome de hombros - La noche está increíble...¿no? - Dirigí mi mirada al cielo nuevamente y esperé la respuesta.

por **Kathleen J. Dubois** Sáb Ene 15, 2011 1:18 pm

Paso, paso, brinco. Paso, paso, brinco. Así era como me desplazaba por los alrededores de la enorme laguna. Podría decirse que más que caminar, trotaba, sí, trotaba y además de eso en cada brinco juntaba los pies por si todo lo anterior no era suficiente para resaltar mi característico sentido del humor. Era de noche y todo estaba oscuro, y obviamente una chica como yo no debería estar en otro lugar más que en la cama, pero la prudencia no era precisamente una de mis cualidades.

La noche estaba preciosa, en la laguna podía verse perfectamente el reflejo de la luna, la cual iluminaba la zona. No estaba lo suficientemente iluminado como el resto de la ciudad, pero tampoco era como caminar a oscuras sin ver por dónde ibas. Además, las luciérnagas habían empezado a aparecer, dándole un aspecto mucho más bonito del que ya tenía antes.

Además de bonita, la noche era fría. A medida que iba avanzando por los alrededores de la laguna, un viento frío llegaba hasta mi rostro haciendo que mis cabellos, ya de por si revueltos, re revolvieran aún más. Pero eso no era algo que me preocupara. Llevaba puesto un vestido sencillo, para nada llamativo, y cubierto por una especie de túnica con capucha para cubrirme del frío. En un principio llevaba puesta la capucha, pero el viento había acabado por hacer que cayera sobre mi espalda.

Entonces detuve mis andares al ver una figura junto a la orilla del lago, quizás hasta tocando la superficie, desde donde yo me encontraba no podía saberlo con exactitud. Caminé con más normalidad hacia dónde se encontraba, pero a un paso lento para no alarmar a la persona que se encontraba frente a mi. Sin embargo se me adelantó, y para cuando pude verle mejor me dí cuenta de que se había vuelto y ahora miraba hacia dónde yo me encontraba. Durante unos segundos dudé en si saludarle o no, pero finalmente fue él quién dió el paso y se dedicó a comentar la noche que hacía.

- Está preciosa, una de las mejores que he visto en lo que llevamos de invierno- me atreví a comentar yo también con total confianza. Y ya que el chico se había molestado en hablarme, también me atreví a avanzar nuevamente hasta situarme junto a la orilla, tal y como él estaba. Ahora que le veía desde una distancia más cercana, pude ver mejor sus rasgos. Poseía una piel muy blanca, incluso mucho más que yo, y vestía con bastante elegancia y clase. Al ver que estaba sonriendo hice lo mismo, aunque éste acabó por desviar la mirada hacia la luna.- ¿No te aburres aquí sólo?- pregunté, pero mi pregunta acabó por sonar algo cortante puesto que consideré que no era una buena pregunta para hacerle a alguien que no conoces de nada.

por Invitado Mar Ene 25, 2011 12:34 pm

Off: Lamento la demora

El clima estaba frío, se notaba por como la gente estaba vestida y aunque yo no sentía la brisa helada tenía que vestirme acorde la situación lo ameritaba ya que no era la idea llamar la atención de las demás personas. Por un momento pensé que esa noche estaría solo, solo yo y la hermosa naturaleza pero había llegado una persona curiosa a mi lado...Si, podría ser interesante.

La brisa movía mi cabello y las hojas de los árboles, los animales ya se habían ido a esconder por la nueva persona que se había acercado, solo quedaban las luciérnagas y la inmensidad de la luna que estaba cuarto menguante. Suspiré aún perdido en su luz y luego me acerqué un poco más al agua sacando mis zapatos para tocarla ¿Y qué si hacía frío? de todas formas no lo sentía.

Me volví hacia atrás para mirarla y le sonríe ante la pregunta - ¿Que si me aburro? - Observé sus ojos y me encogí de hombros - Es imposible aburrirse rodeado con tanta belleza ¿no cree usted?...además a la gente le hace falta conectarse más con la naturaleza, ese es el principal error de las personas - Comenté negando con mi cabeza ¿Cómo era posible que la gente desperdiciara tantos momentos? era una barbaridad, recordaba que desde siempre me había gustado el hecho de compartir con animales y naturaleza aunque sus padres no siempre lo dejasen.

Me acerqué a ella y extendí mi mano - Mi nombre es Stephen Windsor, para servirle - Dije de manera sonriente esperando que tomara su mano - Es un gusto en conocerle - Mi voz era calmada, me sentía tranquilo, tan tranquilo como cuando era humano...cosa que había ocurrido hace muuuchos años atrás.

por Invitado Miér Mar 16, 2011 10:55 am

kaine observo la esena sonriendo, otra oportunidad de interrumpir algo, se cubrio la nariz un poco, el olor a humano le estaba partiendo la cabeza- AAAAAAAAAAAAA!!!!!!-exclamo fingiendo sorpresa- que es esto tan lindo que obserbo!!!-dijo avanzando hacia ellos con aquella mueca cinica y altiva que le caracterizaba- una hermosa amistad a punto de florecer???

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