AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Encuentros nocturnos: Teatro de la rue Louvois [Persefone Loud & Aurelien Fournier]
2 participantes
Página 1 de 1.
Encuentros nocturnos: Teatro de la rue Louvois [Persefone Loud & Aurelien Fournier]
El silencio fue adentrándose lentamente en la sala, inmiscuyéndose en todos y cada uno de los rincones, acallando las bocas ahora cerradas de los espectadores y separando las palmas que ahora yacían inhertes bien sobre los reposabrazos, bien sobre las piernas de sus propietarios. Sólo entonces, cuando todo se halló en aquella serena tensión cargada de intriga, apremio y espectación, y tras haber guardado una decena de segundos de sacro respeto, las manos del pianista comenzaron a moverse sobre el blanco teclado del oscuro piano de cola colocado estratégicamente sobre el escenario. La melodía fue penetrando suavemente en los oídos de los oyentes, arrebatando poco a poco al silencio el dominio sobre el patio de butacas, los balcones, llegando con gran fidelidad incluso hasta el alto paraíso de la última planta, gracias a la excelsa acústica de aquel teatro en la capital de las artes y la cultura: París. El sonido ascendía y suavizaba su intensidad sucesivamente, sumiendo en trance a todo presente en el lugar: hombres, mujeres, jóvenes, adultos o niños, incluso aquel apenas hombre que presionaba sus largos y pálidos dedos contra el marfil, accionando los martillos que golpearan las cuerdas, lejos de la vista de cualquiera, incluso de él, hasta si no hubiera tenido sus párpados ocultando tras de sí aquellos dos profundos cristales de color azulado que expelían una rebosante aura de impasibidad a la par que hostilidad. Fino, tenue, pacífico, inofensivo, quizás incluso juguetón, pero al tiempo altivo, sereno, capaz y seguro de sí mismo, el tono seguía su curso sin apenas variación alguna en cuanto a aquella atmósfera de ensoñación en la que aquel conjurador de malas artes había sumido a todos los asistentes usando aquel mágico objeto, aquella caja de madera, colocando sin error alguno todas y cada una de las notas pendientes en el aire. El muchacho seguía moviéndose al compás de la música, sufriendo unos aparentes espasmos que no eran más que la obvia consecuencia de su impoluta ejecución. No, aquello no era una calma que surgiera naturalmente del chico; no, más bien se trataba de una falsa calma precediendo a una cruda tormenta, una sarcástica sonrisa que nada bueno había de augurar al cercano presente. Aurelien Fournier no sentía paz; sólo una tensa quietud que siempre estaba presta a estallar.
__-------------------------------------------------------------------------__
Largos minutos después, el edificio bullía de las animadas conversaciones de los aristócratas y los adinerados burgueses de la floreciente nación francesa, comentando sin pudor el excelente trabajo del pianista al ejecutar aquella inigualable composición, como todas las demás, del gran maestro alemán Ludwig van Beethoven. Sumido en todo aquel jolgorio, en todo aquel animado ambiente, la sombra entrajetada del hombre de ojos azules reposaba en un rincón, junto a una de las engalanadas ventanas, ni mirando dentro ni al exterior, sólamente sumido en sus cabilaciones. ¿Por qué seguía allí? Ni él mismo sabía contestar, ni él mismo se lo preguntaba; sencillamente estaba. Cualquier sitio podía ser tan malo como aquel, aunque, posiblemente el estar en soledad hubiera podido mejorar visiblemente su humor interno, si es que, en realidad, aquello era posible, pero, sin embargo, no se movió. Algunos habían tratado de acercarse a él para felicitarle, pero un movimiento de su mano y su agrio carácter se encargaron de ahuyentarlos. No, no quería conversaciones banales acerca de algo que él ya sabía. ¿Que era bueno? ¿Acaso alguien podía dudar de aquello? Con casi total probabilidad era el mejor pianista de todo el Viejo Continente y nadie que le hubiera escuchado podía dudar de aquello.
Sin embargo, algo turbaba realmente las oscuras y cenagosas aguas de su fuero interno, removía el fango provocando un ennegrecimiento aún mayor en aquellos pantanos que eran su cínica mente y su amargado corazón. "¿Dónde estará aquel chico? ¿Tendrá ya algún maldito progreso?" eran algunas de las preguntas que rondaban su cabeza. Aurelien Fournier sólo estaba interesado en una cosa y, para ello, necesitaba algo que esperaba con ferviente deseo e inquietud. Un simple libro.
Última edición por Aurelien Fournier el Dom Ene 23, 2011 8:58 am, editado 1 vez
Malkea Ruokh- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 460
Fecha de inscripción : 31/10/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Encuentros nocturnos: Teatro de la rue Louvois [Persefone Loud & Aurelien Fournier]
“Algo que Quieres Olvidar”
“algo está a punto de romperse, Algo que quieres olvidar Perséfone” así le había dicho Luke hacia dos noches y era así últimamente las pesadillas eran más concurridas, a veces perdía la respiración, se sentía tan ahogada en todo aquellos , cuando tienes algo pero no lo necesitas, cuando tienes mucho sueño pero no puedes dormir ,cuando las lagrimas se aglomeraban en su rostro, cuando amo a alguien pero no fue de la misma manera para ella, si...todo aquello quería y debía ser olvidado o estaría rota mentalmente ,tantas emociones los dolores de cabeza solo se iban cuando ella se quedaba en estado comatoso , a veces hay cosas que te trauman de por vida y te rompen en mil pedazos , siempre trataría de pelear.Si.¿podria ser capaz de olvidar?.aquello era difícil y doloroso , podría decirse que la mente de pers era una casa pequeña y que cada día mas se iba cayendo en millones de pedazos …Siempre había estado asustada ,oh esto no era ella ,ella no había sido así ,ahora parecía un ente ,un zombie que caminaba porque otros lo hacían “¿ que está mal con migo?” se preguntaba cada tortuosa noche desde hace tres meses en que había comenzando su eternidad ,ella había estado sola y luego Luke decidió dar la cara y encargarse de ella y de alguna extraña forma ellos dos habían iniciado una extraña hermandad –Señorita Loud llegamos al Teatro-Esa voz –Oh si Gracia Maximiliam –dijo ella sonriendo tan amablemente mientras se bajaba del coche y entraba al palacio, esa noche había decidido usar un vestido negro….por alguna extraña razón quería usarlo ,”si cada día más estoy enloqueciendo” se dijo así misma cuando comenzó a subir las escaleras.
Cuando entro al Teatro caras familiares la saludaron a las cuales ella respondía tan cortes mente hasta que el maître anuncio que la función estaba por empezar, así que se dirigió al palco real mientras se sentaba sola acerco su silla mucho a la barandilla y allí reposo su cabeza sobre su mano , las luces comenzaron a atenuarse para dar comienzo a la función… aquellas notas tan hermosas yen si había una agonía oculta tras ese joven rostro del pianista “Algo más oscuro” pensó ella mientras se metía en la función con sumo interés ,cuando esta termino una cortina de aplausos se alzaron para el joven quien ya cuando todos estaban en el lobby el rechazaba “si aquí hay algo mas …” Cuando el paso por su lado ella sintió la baja sensación de sus poderes “un brujo” …si ella necesitaba hablar con alguien como él no solo por su talento había algo que le decía que si no lo seguía –Messie-dijo al encargado del teatro quien le guio tras bastidores al camerino del muchacho donde ,ella esperaba ansiosa cuando se abrió la puerta, ella se levanto-Buenas noches-inquirió en su voz tímida
Persefone Ginalkopoulus- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 396
Fecha de inscripción : 28/06/2010
Localización : Palacio de Versalles
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Encuentros nocturnos: Teatro de la rue Louvois [Persefone Loud & Aurelien Fournier]
El silencio inundaba todo el lugar pues, a pesar de las amenas voces que crecían por doquier extendiéndose por todo el espacio, fruto de aquellas agradables conversaciones que, al fin y al cabo, no tenían fundamento y, en su banalidad, perdían totalmente cualquier rastro del difícil interés que el pianista pudiera haber mostrado. Nadie más trató de acercarse a él, ni él mostró ningún amago o intención de hacer lo propio con los demás, solo, perdido en sus pensamientos, pensando en aquel muchacho que esperaba encontrarse para que le informara de algún progreso en la tarea que le había encomendado, aunque él sabía lo imposible de que hubiese resultado que tal cosa se diese allí.
Aurelien bufó, hastiado de todo, antes de separarse de la pared y comenzar a andar por los engalanados pasillos evitando las miradas de los presentes, manteniendo la suya fija en el frente y cargada de ese viperino orgullo que siempre pendía de ella. Los ojos se giraban a su paso, pero los suyos permanecían inmóviles, impasibles a toda aquella gente que había nacido tantos escaños por encima de él, de casi el origen más bajo, pues ninguno de ellos merecía realmente su atención, tan resumida y especial que debía reservarla en exclusividad a aquellos temas que fueran de su sincero interés. Sus pasos avanzaban casi apresurados, un caminar raudo que le delataba en su evidente malestar que, sumado a sus tensos rasgos faciales, denotaba cuán sinsentido le parecía todo aquello y, por lo tanto, cuan irritado e irritable se encontraba. Su destino eran los camerinos, aquel lugar encerrado por alguna zona posterior al escenario, el cual apenas había pisado a pesar de llevar un tiempo rondando por la ciudad de París. Su forma de proceder se resumía en llegar al teatro, tocar las piezas de piano que, preseleccionadas, se sucedían en el programa y marcharse sin saludar, evitando cualquier parafernalia innecesaria; pero aquella noche, por alguna razón, la situación había cambiado y había dejado sus pertenencias lejos del escenario, en aquella no tan grande habitación, a su parecer, dedicada en esclusividad a él y, por lo tanto, debía manifestarse en aquel lugar antes de buscar un carruaje que le llevara directo a su hotel, en Saint Honore, cerca de la plaza de Luis XV. El muchacho abrió la puerta, decidido a marcharse sin dilación tras recoger su maletín, en el cual guardaba los dos libros que estaba releyendo en aquel momento, más que por placer por buscar nuevos datos de interes o teorías que poner en práctica para continuar con su investigación; pero al parecer sus planes se encontraron con una figura que le aguardaba dentro de aquel lugar. Aurelien guardó silencio durante unos segundos.
- Qui es vos? - preguntó en un francés que, sin perder la elegancia y la sobervia de su tono, se mostraba algo incorrecto, quizás por el acento aquitano o por las obvias palabras meridionales, que más que al francés pertenecían a aquella lengua de Òc, su occitano materno. El muchacho también se preguntaba el porqué de que aquella mujer de cabello dorado se encontrara en aquel lugar, pero prefirió aguardar una respuesta a aquella primera pregunta, sin terminar de cerrar la puerta y clavando su azulada mirada en la también clara de ella.
Aurelien bufó, hastiado de todo, antes de separarse de la pared y comenzar a andar por los engalanados pasillos evitando las miradas de los presentes, manteniendo la suya fija en el frente y cargada de ese viperino orgullo que siempre pendía de ella. Los ojos se giraban a su paso, pero los suyos permanecían inmóviles, impasibles a toda aquella gente que había nacido tantos escaños por encima de él, de casi el origen más bajo, pues ninguno de ellos merecía realmente su atención, tan resumida y especial que debía reservarla en exclusividad a aquellos temas que fueran de su sincero interés. Sus pasos avanzaban casi apresurados, un caminar raudo que le delataba en su evidente malestar que, sumado a sus tensos rasgos faciales, denotaba cuán sinsentido le parecía todo aquello y, por lo tanto, cuan irritado e irritable se encontraba. Su destino eran los camerinos, aquel lugar encerrado por alguna zona posterior al escenario, el cual apenas había pisado a pesar de llevar un tiempo rondando por la ciudad de París. Su forma de proceder se resumía en llegar al teatro, tocar las piezas de piano que, preseleccionadas, se sucedían en el programa y marcharse sin saludar, evitando cualquier parafernalia innecesaria; pero aquella noche, por alguna razón, la situación había cambiado y había dejado sus pertenencias lejos del escenario, en aquella no tan grande habitación, a su parecer, dedicada en esclusividad a él y, por lo tanto, debía manifestarse en aquel lugar antes de buscar un carruaje que le llevara directo a su hotel, en Saint Honore, cerca de la plaza de Luis XV. El muchacho abrió la puerta, decidido a marcharse sin dilación tras recoger su maletín, en el cual guardaba los dos libros que estaba releyendo en aquel momento, más que por placer por buscar nuevos datos de interes o teorías que poner en práctica para continuar con su investigación; pero al parecer sus planes se encontraron con una figura que le aguardaba dentro de aquel lugar. Aurelien guardó silencio durante unos segundos.
- Qui es vos? - preguntó en un francés que, sin perder la elegancia y la sobervia de su tono, se mostraba algo incorrecto, quizás por el acento aquitano o por las obvias palabras meridionales, que más que al francés pertenecían a aquella lengua de Òc, su occitano materno. El muchacho también se preguntaba el porqué de que aquella mujer de cabello dorado se encontrara en aquel lugar, pero prefirió aguardar una respuesta a aquella primera pregunta, sin terminar de cerrar la puerta y clavando su azulada mirada en la también clara de ella.
Malkea Ruokh- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 460
Fecha de inscripción : 31/10/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Encuentros nocturnos: Teatro de la rue Louvois [Persefone Loud & Aurelien Fournier]
Persefone miro al chico cada gesto ,cada movimiento “algo sin vida ,una marioneta,tienes cuerpo te mueves pero estas muerto”pensó mientras lo veía hasta que el se percato de su extraña presencia ,ella se paro eh hizo una gracil reverencia –Soy Persefone loud-dijo en un tono bajo y con sus palabras en una perfecta entonación- Te vi tocar esta noche y..se que debes estar acostumbrado a oir esto todo el tiempo ..pero me aprecio genial lleno de una extraña melancolía y dolor ¿perdida supongo?-dijo ella hiendo al punto ,ella sabia que era un brujo su aura la podía notar era la misma extraña mezcla de poderes solo que inferiores a los suyos mezclados con los de vampiros- por lo que eh visto estas interesado en devolver a alguien a la vida-dijo ella dando vuelta por la habitación como si se tratara de una charla con un viejo conocido ,paro en seco y voltio a verlo con una sonrisa de oreja a oreja –creo que yo puedo ayudarte en eso.
Aquella versatilidad grácil ,inocente,coqueta aquello era persefone muy pero muy interesada en algo y mas que todo en el tema desde que había muerto ella no se había atrevido a usar sus poderes por miedo ,pero hoy hoy seguramente quería experimentar,jugar con la muerte y bailar con ella como cuando era una bruja y ella no era cualquier bruja era bruja wicca –Asi ¿Qué que le paso?-pregunto volviendo a sentarse y viéndolo esperando alguna respuesta.
Aquella versatilidad grácil ,inocente,coqueta aquello era persefone muy pero muy interesada en algo y mas que todo en el tema desde que había muerto ella no se había atrevido a usar sus poderes por miedo ,pero hoy hoy seguramente quería experimentar,jugar con la muerte y bailar con ella como cuando era una bruja y ella no era cualquier bruja era bruja wicca –Asi ¿Qué que le paso?-pregunto volviendo a sentarse y viéndolo esperando alguna respuesta.
Persefone Ginalkopoulus- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 396
Fecha de inscripción : 28/06/2010
Localización : Palacio de Versalles
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Encuentros nocturnos: Teatro de la rue Louvois [Persefone Loud & Aurelien Fournier]
Aurelien, el pianista, se encontró mirando directamente a los ojos azulados de aquella mujer, extrañado a la par que sorprendido, tanto como aquello pudiese ser posible, sólo un poco más de lo que estuviese dispuesto a admitir. Ciertamente, el atrevimiento de aquella fémina de presentarse en aquel espacio reservado exclusivamente a su persona, rompiendo cualquier regla protocolaria y de buenos modales, no era algo demasiado común ni algo con lo que el muchacho liadiara diariamente en los altos círculos sociales entre los que debía moverse. No, no mucha gente se atrevía a enfrentarse a aquella mascarada en la que todos los ricos y altos burgueses se veían inmiscuídos, a levantar aquel velo de cortesía que ocultaba la expontaneidad y la verdadera personalidad que las personas escondían tras ese muro de correcta educación que tanto podía llegar a hastiar al chico, aunque el caso contrario posiblemente hubiera sido del mismo agrado. ¿Qué le podía gustar más? ¿Una corrección impecable o una descarada franqueza de palabras y movimientos? Sea como fuere, él mismo gustaba de elegir ambas dos elecciones para su forma de proceder, dependiendo de su poco cambiante estado anímico y de la forma más conveniente con la que pretendiese alejar al resto de personas.
Sinceramente, Aurelien se sintió algo desilusionado, aunque tampoco lo hubiese llegado a reconocer, porque la conversación pareciese comenzar con un halago, nada fuera de lo común, nada que pareciese diferenciar realmente a aquella señorita bien vestida del resto de engalanadas fantoches que se paseaban por los pasillos y salas de aquel teatro embutidas en sus vestidos de color pastel. Sin embargo, la atención del chico regresó rápidamente a aquel rostro enmarcado entre hilos tenuemente dorados, a causa de la no muy pronunciada luz. Ella no reclamaba al Aurelien, el pianista; ella estaba reclamando a Aurelien, el brujo y nigromante. ¿Cómo podía tener conocimiento acerca de aquello? ¿Cómo podía ella saber que intentaba traer a alguien de nuevo al mundo de los vivos? ¿Quizás estaba inmiscuída en las artes adivinatorias, aquellas en las que su propia maestra era una docta experta? Aurelien no tenía respuesta a aquello y su ceño comenzó a fruncirse, fruto de la desconfianza.
- Murió - resumió, como obviedad. Si había llegado a donde estaba, si había conseguido librarse de la carga legal de los errores cometidos en el pasado, de los que, en buena parte, no se consideraba responsable, no había sido a base de ir admitiendo ser un asesino. No, él sólo había confiado en una persona desde que aquel muchacho de cabello rubio dejase la vida sobre su propio cuerpo, en Anna, la bruja checa que le había iniciado en el mundo de las artes oscuras, y Aurel, más que amistad, hubiese definido su relación como un justo intercambio de respeto -. ¿Qué quiere de mí? ¿Y por qué habría de ayudarme? - preguntó, consciente de que rara vez la gente daba algo por nada a cambio, a la par que aún se mostraba algo receloso, pues no sabía si, en realidad, aquella mujer que paseaba por su reservado como si en realidad le perteneciese a ella le estaba mintiendo.
Sinceramente, Aurelien se sintió algo desilusionado, aunque tampoco lo hubiese llegado a reconocer, porque la conversación pareciese comenzar con un halago, nada fuera de lo común, nada que pareciese diferenciar realmente a aquella señorita bien vestida del resto de engalanadas fantoches que se paseaban por los pasillos y salas de aquel teatro embutidas en sus vestidos de color pastel. Sin embargo, la atención del chico regresó rápidamente a aquel rostro enmarcado entre hilos tenuemente dorados, a causa de la no muy pronunciada luz. Ella no reclamaba al Aurelien, el pianista; ella estaba reclamando a Aurelien, el brujo y nigromante. ¿Cómo podía tener conocimiento acerca de aquello? ¿Cómo podía ella saber que intentaba traer a alguien de nuevo al mundo de los vivos? ¿Quizás estaba inmiscuída en las artes adivinatorias, aquellas en las que su propia maestra era una docta experta? Aurelien no tenía respuesta a aquello y su ceño comenzó a fruncirse, fruto de la desconfianza.
- Murió - resumió, como obviedad. Si había llegado a donde estaba, si había conseguido librarse de la carga legal de los errores cometidos en el pasado, de los que, en buena parte, no se consideraba responsable, no había sido a base de ir admitiendo ser un asesino. No, él sólo había confiado en una persona desde que aquel muchacho de cabello rubio dejase la vida sobre su propio cuerpo, en Anna, la bruja checa que le había iniciado en el mundo de las artes oscuras, y Aurel, más que amistad, hubiese definido su relación como un justo intercambio de respeto -. ¿Qué quiere de mí? ¿Y por qué habría de ayudarme? - preguntó, consciente de que rara vez la gente daba algo por nada a cambio, a la par que aún se mostraba algo receloso, pues no sabía si, en realidad, aquella mujer que paseaba por su reservado como si en realidad le perteneciese a ella le estaba mintiendo.
Malkea Ruokh- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 460
Fecha de inscripción : 31/10/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Encuentros nocturnos: Teatro de la rue Louvois [Persefone Loud & Aurelien Fournier]
"Sólo porque esté sufriendo
No significa que esté herido
No significa que no recibiera lo que me merezco
Ni mejor ni peor "
No significa que esté herido
No significa que no recibiera lo que me merezco
Ni mejor ni peor "
Persefone sonrio antes de darse vuelta y velro con una ceja enarcada ,exactamente las palabras que quería escuchar y las emociones que quería sentir, ella se acerco hasta a estar a pocos metros de el viéndolo y asegurándose que no estuviera ningún “recolector de ideas expontaneas por allí” ,sus ojos azules recorrieron al muchacho – estas un tanto perdido ,por eso te tratas de ahogar en las notas de tus melancolicas tonadas, pero que estes perdido no siempre significa que tienes que estar herido aunque en tu caso si , peor estar perdido no ha hecho que te detengas-dijo ella entre frunciendo el ceño y viendo mejor al joven escrutándolo con sus ojos-¿Por qué te ayudo? Es una excelente pregunta ..digamos que yo eh conocido ese dolor de perdida de algo que amas mucho la pregunta correcta es ¿ entonces el amor es hasta sangrar? Y ¿ a que somos capaces para poder regresas este ?¿ el fin justifica los medios?-dijo ella hablando en su mejor tono ingles posible que resaltaba mas que el de la realeza griega que en realidad era ,pero había algo en esa habitación que le decía que aquel joven no solo necesitaba ayuda si no que sus poderes le llamaban “todos merecemos ser salvados “ dijo recordando una charla con su padre cuando tenia siete años mientras la arropaba para que se fuera a la cama , el necesitaba ayuda y ella se la daría –sonrio- aun había algo bueno dentro de ella poco pero brillando tratando de reanimarla y hacer que todos los pedazos rotos encajaran en si misma –estas en pedazos algo te hiere y no lo dejas ver , te ocultas tras este mundo y tienes una extraña personalidad de rechazo hacia todo ,pero te dire algo alejarte de todo no te ayudara en nada –dijo ella volviendo a ver al joven que tenia en frente de si.
Ella puso los brazos en jarra suspirando-sin embargo debes tener algo por que luchar si no ¿ por que sigues vivo? ¿Qué tan Grande es tu pesar para que compongas notas tan hermosas?-dijo ella viéndolo abiertamente mientras se sentía como sherlock Holmes y eso no debía ser muy bueno ¿o si? ,ella veía todo lo que tenia a su alrededor y a aquel muchacho en frente de si frio , sin vida era un horrible retrato de lo que ella había sido cuando su primer amor la abandono ,un escalofrio recorrió su espalda mientras pensaba en aquellos horribles días no era ella simplemente estuvo fuera de si , volviendo al prsento recordó que estaba incumpliendo el código que era como una biblia para los aristócratas de su clase los modales-Oh y lo siento mi nombre es persefone , Persefone Loud –dijo con su total naturalidad mientras sonreía.
Persefone Ginalkopoulus- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 396
Fecha de inscripción : 28/06/2010
Localización : Palacio de Versalles
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Encuentros nocturnos: Teatro de la rue Louvois [Persefone Loud & Aurelien Fournier]
El muchacho al principio se sintió turbado por aquella variante retahíla de palabras que casi llegaban a contradecirse, intercalando la cuestión general de su caso particular. Aurelien, precavido, no sabía cómo interpretar sus palabras, como un intento por halagar su conducta, como una amenaza o, simplemente, como un análisis de la situación con intenciones de marcar una tendencia a la objetividad, pero, ante la duda, prefirió seguir escuchando, cauto, pero atento. ¿Realmente ella estaba dispuesta a ayudarlo? Y, más allá de eso, ¿realmente podía ayudarle en su larga y difícil lucha contra las garras de la muerte, que ya habían apresado aquello para lo que él reclamaba derecho a vivir y respirar junto a él mismo? Su propuesta parecía ser tentadora y, posiblemente, por eso, el aquitano de nacimiento temía las posibles consecuencias de aceptar cualquier necesidad de confiar.
- No sé si el fin justifica siempre los medios, pero éste en concreto justificaría cualquier disposición o requerimiento que se precisase, al menos en lo que a mi postura se refiere; si sabe de lo que está hablando, como parece asegurar, también debiera conocer eso – realmente ni siquiera él mismo tenía una remota idea de por qué había logrado seguir adelante; los hombres de ciencias seguramente lo hubieran achacado a un instinto de supervivencia y, aquellos románticos, quizás a la acción de la esperanza. Tales conclusiones no podrían importarle menos a Aurelien: aquello era pasado y, como pasado debía quedar; en aquel presente sólo un recuerdo podía importarle: las claras bandas curvadas que cercaban las pupilas de Etienne mirándole y transmitiéndole aquel candor y calma que habían desaparecido de su vida desde la repentina muerte del chico. La mención de la mujer de la sangre, aunque fuese metafóricamente, le trajo a la mente aquella noche fatal, algo que, más que melancólico, le pudo llegar a enfurecer, pero el brujo logró controlar aquellos impulsos; al menos de momento -. Senhoreta Loud, es la misma sociedad, la vida misma la que nos impone actuar como nosotros mismos actuamos – dijo, aunque ni él mismo creía sus palabras; gran parte de la sociedad ni siquiera quería aquellas normas impuestas por la costumbre, leyes que ya subyugaban a sus propios padres antes que a ellos. El muchacho que, aún no había realizado ningún movimiento de importancia, relajó su cuerpo mínimamente para permitirse trasladarse hacia algún punto a su izquierda, donde se encontraba un escritorio de madera pulida a conciencia sobre el que descansaba el bolso de cuero negro que se dispuso a recoger -. Sabrá que aquellas notas que me escuchó tocar antes no son obra mía, sino producto de la mente del compositor alemán Ludwig van Beethoven; no muchos tienen la oportunidad de escuchar mis propias piezas – el chico regresó a dónde estaba, frente a ella, aunque algo más alejado de la puerta, sin apartar la mirada apenas un segundo de ella -. Supongo que yo no necesito presentarme, así que, volviendo al tema que nos concierne, ¿cómo, exactamente, piensa ayudarme, senhoreta? – preguntó interesado, mostrando el respeto e interés que no muchas personas podían tener el lujo de gozar, aún con algo de recelo, temeroso de cualquier enrevesado engaño que pudieran estar tramando contra él
- No sé si el fin justifica siempre los medios, pero éste en concreto justificaría cualquier disposición o requerimiento que se precisase, al menos en lo que a mi postura se refiere; si sabe de lo que está hablando, como parece asegurar, también debiera conocer eso – realmente ni siquiera él mismo tenía una remota idea de por qué había logrado seguir adelante; los hombres de ciencias seguramente lo hubieran achacado a un instinto de supervivencia y, aquellos románticos, quizás a la acción de la esperanza. Tales conclusiones no podrían importarle menos a Aurelien: aquello era pasado y, como pasado debía quedar; en aquel presente sólo un recuerdo podía importarle: las claras bandas curvadas que cercaban las pupilas de Etienne mirándole y transmitiéndole aquel candor y calma que habían desaparecido de su vida desde la repentina muerte del chico. La mención de la mujer de la sangre, aunque fuese metafóricamente, le trajo a la mente aquella noche fatal, algo que, más que melancólico, le pudo llegar a enfurecer, pero el brujo logró controlar aquellos impulsos; al menos de momento -. Senhoreta Loud, es la misma sociedad, la vida misma la que nos impone actuar como nosotros mismos actuamos – dijo, aunque ni él mismo creía sus palabras; gran parte de la sociedad ni siquiera quería aquellas normas impuestas por la costumbre, leyes que ya subyugaban a sus propios padres antes que a ellos. El muchacho que, aún no había realizado ningún movimiento de importancia, relajó su cuerpo mínimamente para permitirse trasladarse hacia algún punto a su izquierda, donde se encontraba un escritorio de madera pulida a conciencia sobre el que descansaba el bolso de cuero negro que se dispuso a recoger -. Sabrá que aquellas notas que me escuchó tocar antes no son obra mía, sino producto de la mente del compositor alemán Ludwig van Beethoven; no muchos tienen la oportunidad de escuchar mis propias piezas – el chico regresó a dónde estaba, frente a ella, aunque algo más alejado de la puerta, sin apartar la mirada apenas un segundo de ella -. Supongo que yo no necesito presentarme, así que, volviendo al tema que nos concierne, ¿cómo, exactamente, piensa ayudarme, senhoreta? – preguntó interesado, mostrando el respeto e interés que no muchas personas podían tener el lujo de gozar, aún con algo de recelo, temeroso de cualquier enrevesado engaño que pudieran estar tramando contra él
Malkea Ruokh- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 460
Fecha de inscripción : 31/10/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Encuentros nocturnos: Teatro de la rue Louvois [Persefone Loud & Aurelien Fournier]
Perséfone se paseo por la habitación escuchando las palabras del muchacho enarco una ceja sonriente perfecto las palabras que necesitaba escuchar, ¿Cómo lo ayudaría? ¿Que no era ella una vampira que aun poseía sus poderes de bruja? Oh si esto sería una excelente estrategia en caso de que volvieran a tratar de usarla como sacrificio para traer a Sabrina la vida tendría su brujo personal, pero mas allá de la vanidad el control y el poder Perséfone y el joven pianista compartían una misma cosa en común aparte de la magia, el dolor por alguien perdido -¿Cómo pienso ayudarte? –dijo repitiendo la pregunta para darse vuelta y ver al chico con su ojos verdes destellando – Pues creo que tu y yo hemos escuchado muy bien la palabra nigromancia , el arte de devolver a los muertos a la vida –dijo sonriéndole dulcemente pero a la vez letal- MI dulce e inocente chicuelo –susurro para sí misma- necesitamos ciertas cosas claro esta…como algo personal del fallecido, un cuerpo donde meteremos el alma sería muy bueno y es más eficaz si es alguien que tenga sangre de este es decir algún familiar que aun viva ,un hermano primo mellizo seria excelente-dijo viéndolo mientras jugaba con su collar hecho de concha adentro había un pequeño polvo azul y si se veía simulaba una ola, el signo de su familia era ese collar- Luna Llena y obviamente creo que ya tenemos a los dos brujos ¿ oh no?-dijo viéndolo tranquilamente mientras su mano seguía jugando con el collar meticulosamente , eso era un signo de que se sentía un tanto ansiosa por la respuesta del joven .
Traer a una persona devuelta al mundo de los vivos casi siempre era difícil y ella lo sabía , que no la habían atrapado a ella para poder tratar de traer a Sabrina di alexsandro a la vida otra vez aun recordaba los brujos, la prenda la sangre derramada de un inocente una lagrima de ella y a ella porque lamentablemente por sus venas recorría parte de la sangre de Sabrina por ser primas pero gracias a los dioses su padre había llegado a tiempo y la habían salvado , pero para traer a un simple mortal era mucho más fácil no había que matar y ni herir a nadie ,simplemente se necesitaba el recipiente un poco de sangre de este la luna llena y listo podrían traerlo tan fácilmente del hades que sería en si una misma broma a la muerte ,”Nunca consigues anda sin vender tu alma ¿cierto Perséfone?” la voz de su conciencia era tan molesta la ignoro , este era su problema , esta era su nueva ella ,¿ que no la habían asesinado? Pues genial si asesinaron a la niña linda de buenos sueños, ilusiones y ganas de cambiar el mundo pues excelente porque quedo la perra cínica, manipuladora y egoísta que cuando quiere algo lo obtiene sin escrúpulos y sin cargos de conciencia, no heriría a Aurelien y tampoco era para algún plan macabro aurelien se podría decir que era su buena acción del año y también parte de su experimento a ver cuánto podía aguantar sus antiguos poderes en este nuevo cuerpo muerto , un suspiro agotador se escapo de sus labios estaba cansada de su conciencia de que la trataran como una niña que no sabia nada del mundo y de sus peligros , por que por muchas cosas ella era un corte en las vías de su vida y ahora estas se llenaban de cicatrices cada vez mas profundas , el dolor era algo a lo que se había acostumbrado no le temia a este y comenzó a pensar que es estaba combirtiendo en una sadica y masoquista ¿Cuántas veces necesitas caerte para saber que algunas cosas no funcionaran? Muchas y ella lo había comprobado ya tantas veces que estaba cansada de todo aquello quería algo nuevo y esto lo era era un boleto a loe xtraño y a lo desconocido y por eso lo haría- entonces aceptaras mi trato –dijo viendo al muchacho.
Traer a una persona devuelta al mundo de los vivos casi siempre era difícil y ella lo sabía , que no la habían atrapado a ella para poder tratar de traer a Sabrina di alexsandro a la vida otra vez aun recordaba los brujos, la prenda la sangre derramada de un inocente una lagrima de ella y a ella porque lamentablemente por sus venas recorría parte de la sangre de Sabrina por ser primas pero gracias a los dioses su padre había llegado a tiempo y la habían salvado , pero para traer a un simple mortal era mucho más fácil no había que matar y ni herir a nadie ,simplemente se necesitaba el recipiente un poco de sangre de este la luna llena y listo podrían traerlo tan fácilmente del hades que sería en si una misma broma a la muerte ,”Nunca consigues anda sin vender tu alma ¿cierto Perséfone?” la voz de su conciencia era tan molesta la ignoro , este era su problema , esta era su nueva ella ,¿ que no la habían asesinado? Pues genial si asesinaron a la niña linda de buenos sueños, ilusiones y ganas de cambiar el mundo pues excelente porque quedo la perra cínica, manipuladora y egoísta que cuando quiere algo lo obtiene sin escrúpulos y sin cargos de conciencia, no heriría a Aurelien y tampoco era para algún plan macabro aurelien se podría decir que era su buena acción del año y también parte de su experimento a ver cuánto podía aguantar sus antiguos poderes en este nuevo cuerpo muerto , un suspiro agotador se escapo de sus labios estaba cansada de su conciencia de que la trataran como una niña que no sabia nada del mundo y de sus peligros , por que por muchas cosas ella era un corte en las vías de su vida y ahora estas se llenaban de cicatrices cada vez mas profundas , el dolor era algo a lo que se había acostumbrado no le temia a este y comenzó a pensar que es estaba combirtiendo en una sadica y masoquista ¿Cuántas veces necesitas caerte para saber que algunas cosas no funcionaran? Muchas y ella lo había comprobado ya tantas veces que estaba cansada de todo aquello quería algo nuevo y esto lo era era un boleto a loe xtraño y a lo desconocido y por eso lo haría- entonces aceptaras mi trato –dijo viendo al muchacho.
Persefone Ginalkopoulus- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 396
Fecha de inscripción : 28/06/2010
Localización : Palacio de Versalles
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Encuentros nocturnos: Teatro de la rue Louvois [Persefone Loud & Aurelien Fournier]
Nigromancia. Entonces ella tenía una clara idea de uno de sus mayores secretos: que en sus recuerdos portaba las blasfemas dotes del trato con los muertos, del poder sobre la vida y la muerte; una ofensa para Dios, a ojos de la Iglesia y cualquier fiel creyente, suficiente razón para ocultar aquel conocimiento de la sociedad. Así pues, ella también parecía haber adivinado cuál eran sus intenciones, para qué fin había dedicado tantas horas, días y noches al estudio de tan compleja y delicada materia, y el brujo no sabía cómo había llegado a tales conclusiones; ¿acaso había recurrido a las artes que predecían el futuro y revelaban los hechos ya pasados? El muchacho no tenía constancia de ello, pero, ¿de qué otra manera podría haber llegado a aquella conclusión? Sólo había una persona con la que hablaba acerca de ello, Anna, la bruja checa que le había iniciado en aquellas artes ocultas, y confiaba en ella lo suficiente como para, al menos, creer que ella no lo traicionaría de aquella manera.
La mujer comenzó a enumerar los elementos que necesitaban para lograr traer a alguien de nuevo a la vida, para arrancar su espíritu y esencia de las garras de la muerte y darle una segunda oportunidad dando de nuevo una cárcel carnal a su alma. El muchacho guardó silencio y analizó cada una de sus palabras, cada una de sus actos y expresiones y, como siempre, guardó su confianza lejos, mostrándose precavido, en especial tratándose los temas que andaban tratando.
- Quizás lo acepte – dijo él, sin ceder del todo aún. Aunque el muchacho era orgulloso, no era ahora la altivez lo que le movía, pues le importaba más no caer en cualquier trampa que pudiera depararle su sino -. El objeto no es difícil de conseguir, sin embargo, un cuerpo no es tan sencillo – dijo él, guardándose palabras de más; él no quería uno cualquiera, eso lo tenía claro, quería uno a la altura de la belleza y el carisma de Etienne -. Sé que tenía un hermano mayor, pero jamás le vi ni estoy seguro de su paradero actual – expuso él. Según tenía entendido, hacía cuatro años estaba estudiando fuera de la ciudad de su familia y jamás habían coincidido en una sola ocasión, así que no conocía su aspecto -. ¿Qué riesgos hay? – preguntó él, queriendo asegurarse, no sólo de los inconvenientes que pudieran surgir a lo largo del proceso, sino también si el alma del muchacho pudiera sufrir algún agravio.
El muchacho se cruzó de brazos, ya que, de golpe, éstos parecían incomodarle, y dejó que los dedos de su mano derecha comenzaran a tamborilear contra la manga de su levita, muestra de nerviosismo e inquietud. Si bien era cierto que se guardaba la excitación para sí, andando con pies de plomo, no podía negar que la posibilidad de obtener tamaño avance de golpe le resultaba gratificante, casi como un golpe de buena suerte en el camino, aunque Aurelien hubiese creído que ésta era poco más que un mito, en comparación con la adversa; al menos en lo que respectaba a las personas como él, los nacidos bajo negraestrella.
La mujer comenzó a enumerar los elementos que necesitaban para lograr traer a alguien de nuevo a la vida, para arrancar su espíritu y esencia de las garras de la muerte y darle una segunda oportunidad dando de nuevo una cárcel carnal a su alma. El muchacho guardó silencio y analizó cada una de sus palabras, cada una de sus actos y expresiones y, como siempre, guardó su confianza lejos, mostrándose precavido, en especial tratándose los temas que andaban tratando.
- Quizás lo acepte – dijo él, sin ceder del todo aún. Aunque el muchacho era orgulloso, no era ahora la altivez lo que le movía, pues le importaba más no caer en cualquier trampa que pudiera depararle su sino -. El objeto no es difícil de conseguir, sin embargo, un cuerpo no es tan sencillo – dijo él, guardándose palabras de más; él no quería uno cualquiera, eso lo tenía claro, quería uno a la altura de la belleza y el carisma de Etienne -. Sé que tenía un hermano mayor, pero jamás le vi ni estoy seguro de su paradero actual – expuso él. Según tenía entendido, hacía cuatro años estaba estudiando fuera de la ciudad de su familia y jamás habían coincidido en una sola ocasión, así que no conocía su aspecto -. ¿Qué riesgos hay? – preguntó él, queriendo asegurarse, no sólo de los inconvenientes que pudieran surgir a lo largo del proceso, sino también si el alma del muchacho pudiera sufrir algún agravio.
El muchacho se cruzó de brazos, ya que, de golpe, éstos parecían incomodarle, y dejó que los dedos de su mano derecha comenzaran a tamborilear contra la manga de su levita, muestra de nerviosismo e inquietud. Si bien era cierto que se guardaba la excitación para sí, andando con pies de plomo, no podía negar que la posibilidad de obtener tamaño avance de golpe le resultaba gratificante, casi como un golpe de buena suerte en el camino, aunque Aurelien hubiese creído que ésta era poco más que un mito, en comparación con la adversa; al menos en lo que respectaba a las personas como él, los nacidos bajo negraestrella.
Malkea Ruokh- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 460
Fecha de inscripción : 31/10/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Encuentros nocturnos: Teatro de la rue Louvois [Persefone Loud & Aurelien Fournier]
Persefone pestaño ligeramente observando al joven ,podia leer su mente ver sus recuerdos ,un suspiro salio de sus labios un suspiro tranquilo normal sin representar ninguna amenaza,el amor movia hasta a las rocas, ¿ que el amor no era el veneno mas letal en el mundo? Oh si ella lo sabia , ella habia venido de un pequeño pueblo al igual que el ambos habian venido por un pedazo de accion pero solo consiguieron la vida que ofrece la gran ciudad , ¿diferencia? Ella era una noble una princesa una futura mandataria y aunque le hubiera dado igual de duro la vida ella no habia tenido que preocuparse del dinero ni de ninguna cosa a diferencia del chico. ¿En que la combertia? En algo mucho peor que el joven que tenia en frente , ¿ por que? El dinero lamentablemente solo atrae una cosa ,bueno no atrae muchas pero lo que mas atraia era la soledad oh si ella la conocia de muy buena mano , la experimentaba cada noche en su finca mientras se bebia una dos o tres botellas de whisky y todo para despues llorar cuando se veia frente al espejo, siempre seria la chica que se escondia en el fondo de una botella se estaba cansando de tener heridas en un alma tan obsoleta como la de ella no por ser vieja , no que va ella apenas tenia ocho meses de vampira pero muy en el fondo sentia que su alma era muy vieja , estab cansada de ser un corte mas en la linea y para ser sinceros todo aquello siempre le hacia vender su alma para conseguir lo que quisiera , ¿ que la hacia? Obviamente ya no era mas la dulce niña griega que tenia sueños de cambiar el mundo , no era ams la soñadora y seguidora de grandes ideales que pensaba en cualquier cosa comoq ue todos eran buenos y que todo lo malo pasa por que viene una cosa buena , no que va ya se habia cansado de llenarse la cabeza con esas estupidas ideas , lo que quedaba ahora era alguien cinico, sarcastico despiadado manipulador , egoista y mentiroso pero preferia todo eso a volver a ser engañada , en cierta parte entendia porque el joven pianista era tan reservado con ella .
¿ los riesgos?-dijo mientras tomaba entre su dedo indice y su dedo pulgar uno de sus bucles y le daba vueltas , veia al techo con gesto pensativa riesgos muchos riesgos- bien esta el riesgo de que el cuerpo no acepte esta alma por lo que podria tener un transtorno bipolar de multiple personalidad o tambien el alma podria meterse en cualquier cuerpo el tuyo el mio el del panadero –dijo sin ocultar la verdad por que si mentia ¿ que objeto tendria? Solo por etsa vez ella decidio volver a ser la perse de alma caritativa ¿con que fin? Ya tambien estab cansada de auto inflingirse dolor cuando se burria, ademas nunca venia mal un brujo de mas si necesitaba algun dia algo ayuda proteccion , no dudaria en buscar al pianista y cobrarle el favor , vale tal vez no era tan buena samaritana pero ¿ que se le podia hacer? ¿ que la vida no le habia enseñado que primero ella, segundo ella y tercero ella? Sip asi eran las cosas trsites pero muy ciertas
.¿ los riesgos?-dijo mientras tomaba entre su dedo indice y su dedo pulgar uno de sus bucles y le daba vueltas , veia al techo con gesto pensativa riesgos muchos riesgos- bien esta el riesgo de que el cuerpo no acepte esta alma por lo que podria tener un transtorno bipolar de multiple personalidad o tambien el alma podria meterse en cualquier cuerpo el tuyo el mio el del panadero –dijo sin ocultar la verdad por que si mentia ¿ que objeto tendria? Solo por etsa vez ella decidio volver a ser la perse de alma caritativa ¿con que fin? Ya tambien estab cansada de auto inflingirse dolor cuando se burria, ademas nunca venia mal un brujo de mas si necesitaba algun dia algo ayuda proteccion , no dudaria en buscar al pianista y cobrarle el favor , vale tal vez no era tan buena samaritana pero ¿ que se le podia hacer? ¿ que la vida no le habia enseñado que primero ella, segundo ella y tercero ella? Sip asi eran las cosas trsites pero muy ciertas
Persefone Ginalkopoulus- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 396
Fecha de inscripción : 28/06/2010
Localización : Palacio de Versalles
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Encuentros nocturnos: Teatro de la rue Louvois [Persefone Loud & Aurelien Fournier]
La mandíbula de Aurelien se tensó, marcando los músculos de la mitad inferior de su rostro y hundiendo sus mejillas en confusa demostración de la turbación que, secretamente, surgió en su interior al enterarse de las posibles complicaciones del proceso que, en principio, iban a llevar a cabo. El brujo ya era consciente de que el ritual no iba a ser sencillo y que habría muchos obstáculos que salvar para llevarlo a buen puerto; el atrapar almas para imbuirlas en un cuerpo cuyo corazón no debía dejar de latir para poder, así, perpetuar la vida propia del mismo, expulsando a la vez el alma que, anteriormente, contuviera el recipiente, estaba marcado en cualquier libro, grimorio o manual de nigromancia como un procedimiento de extrema y compleja realización. En realidad, a Aurelien eso no le asustaba y mucho menos le iba a hacer cambiar de idea, pero, fuera como fuese, era consciente de que no debía precipitarse.
El muchacho observó detenidamente a la mujer de cabello rubio, quizás analizándola o, quizás, solamente guardando silencio, pensando. ¿Debía confiar en ella? ¿Qué tenía realmente que perder? Ella ya conocía su secreto y, aunque, en realidad aún podía tratar de engañarlo para, quizás, desacreditarlo en pos de cualquier interés personal, lo cierto era que aquel gran avance que le proponía era demasiado suculento como para dejarle escapar. En ese momento, la mente del joven se perdió en las pupilas de su acompañante hasta que, de pronto, la atención de sus ojos desapareció de allí perdiéndose en los lejanos recuerdos de los dichosos días de los que distaban más de cuatro años. Las mañanas tomando extensos desayunos con el muchacho rubio, las tardes perdidas en los vergeles que eran los bosques y en la laguna cercana a la ciudad, las interminables clases de historia en alguna de las habitaciones de la casa solariega de los condes de Polignac, que tan interminables se le hacían al chico aquitano, incluso aquella noche en la que sus cuerdas vocales articularon por última vez, en un placentero suspiro, el nombre de Etienne, tal como ahora lo hacían sus labios, aunque sin llegar a producir el suave sonido. El muchacho entonces retomó la consciencia y el dominio de sus actos y esa nota de melancolía que había pendido de las aberturas de sus iris desapareció para recuperar aquella altiva y precavida mirada.
- ¿Cuándo empezamos? – preguntó él como muestra de aceptación, aunque su rostro no demostrase ilusión alguna. Aurelien sabía que se estaba arriesgando, pero lo que no podía poner en peligro, bajo ningún concepto, era la posibilidad de volver a traer a su compañero a la vida lo más rápido y de la manera más íntegra posible. Se lo debía a él; se lo debía a ambos
El muchacho observó detenidamente a la mujer de cabello rubio, quizás analizándola o, quizás, solamente guardando silencio, pensando. ¿Debía confiar en ella? ¿Qué tenía realmente que perder? Ella ya conocía su secreto y, aunque, en realidad aún podía tratar de engañarlo para, quizás, desacreditarlo en pos de cualquier interés personal, lo cierto era que aquel gran avance que le proponía era demasiado suculento como para dejarle escapar. En ese momento, la mente del joven se perdió en las pupilas de su acompañante hasta que, de pronto, la atención de sus ojos desapareció de allí perdiéndose en los lejanos recuerdos de los dichosos días de los que distaban más de cuatro años. Las mañanas tomando extensos desayunos con el muchacho rubio, las tardes perdidas en los vergeles que eran los bosques y en la laguna cercana a la ciudad, las interminables clases de historia en alguna de las habitaciones de la casa solariega de los condes de Polignac, que tan interminables se le hacían al chico aquitano, incluso aquella noche en la que sus cuerdas vocales articularon por última vez, en un placentero suspiro, el nombre de Etienne, tal como ahora lo hacían sus labios, aunque sin llegar a producir el suave sonido. El muchacho entonces retomó la consciencia y el dominio de sus actos y esa nota de melancolía que había pendido de las aberturas de sus iris desapareció para recuperar aquella altiva y precavida mirada.
- ¿Cuándo empezamos? – preguntó él como muestra de aceptación, aunque su rostro no demostrase ilusión alguna. Aurelien sabía que se estaba arriesgando, pero lo que no podía poner en peligro, bajo ningún concepto, era la posibilidad de volver a traer a su compañero a la vida lo más rápido y de la manera más íntegra posible. Se lo debía a él; se lo debía a ambos
Malkea Ruokh- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 460
Fecha de inscripción : 31/10/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Contenido patrocinado
Temas similares
» Una noche {+18} [Persefone Loud]
» ¿Quién esta ahi? - Persefone Loud-
» El despertar del Cristatus (Aurelien Fournier y Pock Sterman)
» Reverberaciones del pasado (Aurelien Fournier - Fraiah Eslin)
» Facinacion hacia los problemas (Persefone Loud)
» ¿Quién esta ahi? - Persefone Loud-
» El despertar del Cristatus (Aurelien Fournier y Pock Sterman)
» Reverberaciones del pasado (Aurelien Fournier - Fraiah Eslin)
» Facinacion hacia los problemas (Persefone Loud)
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour