Stupid réactions [Privado Jazmin]

-Me coloqué las manos en el vestido que llevaba conmigo respirando emocionada todo lo que tenia a mi alrededor, cada día salía para hacer las compras si bien muchos instantes en los que yo me dirigía al mercado no era para comprar sino para oler, ver las distintas gentes que estaban en ese sitio además yo no podía dormir demasiado asi que aproveché para acercarme de nuevo vistiéndome con algo no tan llamativo, ayer supe que la gente me miraba de forma rara cuando llegaba una falda y una camisa ambas de colores no demasiado pegadizos ¡dios de la moda! no habia bajado a mi, no lo habia visto-

¡ Huele de maravilla !

-Me dirigí casi corriendo a un puesto de panes, mi hermano gustaba de este tipo de alimento aunque no era muy bendecida con la suerte, hacía 3 años que no habia visto a mi hermano saqué una moneda para comprar un pan de pequeño tamaño tomándolo entre mis manos con una sonrisa bobalicona, era feliz con muy poco pero quien me iba a decir que este dia no seria tan tranquilo como era habitualmente.

Antes de que yo pudiera gozar del sabor de mi pan un hombre chocó contra mi haciendo que se me cayese el pan cosa que no me hizo mucha gracia así que me agaché recuperándolo pero entonces también grité-

¡Eh tu!

-Me tapé corriendo la boca, oh no, oh no ¿que habia hecho? miré hacia otro lado casi tragandome las palabras cuando el hombre se dió la vuelta encarándome. Yo era una mujer, una mujer que tenia que aprender a callar pero no era muy adepta a esto de estar calladita como una estatua algo que deberia de haber hecho cuando el hombre se acercó a mi diciéndome con voz grave *Repite lo que has dicho si tienes valor, mujer* como si fuera un pecado ser mujer me dije a mi misma cerrando los ojos dando un paso hacia atrás-

Cl-c-claro que voy a repetirlo, t-te dije ¡eh tu!

-Grité de nuevo pero esta vez tirándole el pan a la cara...oh...Jennifer...deberías correr antes de que salgas muerta, era lo que justamente pensaba hechando a correr antes de ver cual era la reacción del hombre-

-Mi cuerpo se movía por primera vez más rápidamente de lo que yo podía controlar, de pequeña no era muy buena corriendo mi hermano me capturaba primero pero también quien iba detrás, yo era una presa sencilla para quien quisiera golpearme debido a lo torpe que era ¡bien! me regañé a mi misma cuando un traspiés me hizo casi golpearme con suerte pude sujetarme en un cubo de manera vacio para seguir corriendo. Era rápida eso me habia librado de que los traspies fueran mi ruina porque como no me hubiese levantado con rapidez me hubiera tomado por el brazo.

¿Quien decia que las cortesanas obedecian a los hombres? en su momento de trabajo podía ser una buena chica pero ¡era su pan! me mordí con saña el labio inferior viendo a alguien que estaba chistando ¿Era a mi? aun curiosa como ninguna miré a una mujer que estaba cerca de mí señalandome, no tenia nada que perder por eso aceleré el paso corriendo hacia donde estaba ella respirando agitado reprimiendo un quejido cuando casi me golpeaba de bruces contra la pared quedándome apretada a la pared como si yo fuera un adorno-

Gra...a...aciasss

-Coloqué la mano en mi pecho, era sobre todo para que mi respiración no fuera tampoco a delatarnos a las dos, no quería meter en mis problemas a otra persona aunque en mi boca estaba una sonrisa casi idiota porque lo que era un dia tranquilo en el mercado se habia convertido en una persecución en la que si no llega a ser por ella me hubiera visto de nuevo arrodillada en el suelo pidiendo perdón antes de tiempo. Mi pecho no quería calmarse no se rendía y yo seguia respirando agitada hasta que aguanté la respiracion viendo que el hombre estaba corriendo en la dirección del frente ignorando este hermoso escondite.

Automáticamente tomé la mano de la mujer que estaba a mi lado dando unos pasitos hacia mi lado para que ella y yo nos escondiésemos, lo mejor que me podía pasar era escuchar insultos hacia mí sin que vinieran a mis oidos. No se me ocurriría de nuevo aparecer a decir *¿como te atreves a llamarme esto?* sería un insulto para mi nueva amiga, mi salvadora, de nuevo me apreté el hombre habia vuelto a su paso mirando todos los puestos por si yo me encontraba entre ellos-

Te debo una

-Susurré bajo, el hombre al fin se habia marchado de nuestra vista asi que me relajé colocando mi mano en un buen manojo de mis cabellos que los tenia todos en la cara colocándolos tras mi oreja resoplando calmada, ahora mi unica preocupación seria encontrarmelo pero seguro que ese hombre ahora se dedicaba a beber e ir a otro lado para ignorar, no era muy bueno para su orgullo que una mujer le hubiera tirado una hogaza de pan y luego se le hubiera escapado. Al instante después sonriendo miré a la mujer volviendo a escaparse una risa docil, controlada-

Me llamo Jennifer ¡Encantada!

*Reí, no muy fuerte pero tuve que taparme la boca al escuchar aquello, claro que hacia falta que le lavaran la lengua con jabón creo que a todos los hombres bueno, no, no habia que generalizar era algo que me habia enseñado mi hermano porque era como meter a muchos inocentes en el mismo saco. Las dos estabamos apretadas contra la pared pero yo incluso más, era fácil yo ahora estaba asociando la pared y la oscuridad con salvación en el momento que tuviera que alejarme de ellos sería porque estabamos seguras*

Claro que te debo algo

*Asintiendo sentí su apretón que en el mismo momento que lo hizo sentí aquella seguridad que me habia inspirado antes. Si a la hora de mi muerte me reencarnaba en un hombre sería el hombre más caballeroso del planeta. Me alejé al fin de la pared eso significaba que ya no tenia que temer ahora que el peligro se habia marchado algo dentro de mi me acusaba por ser demasiado cobarde en esos instantes ojala fuera como Jazmín una hermosa mujer que no tuviera miedo a nada y si lo tenía saber enfrentarme a el de la mejor forma posible*

Jazmin es un nombre precioso, me recuerda a la flor que tan bien huele

*Sonreí más ancho cuando besó mi mejilla, no solo era una mujer fuerte como pocas sino que también era muy amable, en una ocasión me encontré con una cortesana que me había ayudado pero solo porque era mi compañera y no quería que le hecharan algún regaño a ella por mi culpa por eso despues de haberme ayudado se mostraba fría, todo lo contrario de ella. Al instante me di cuenta de las tonterias que estaba soltando mi boca asintiendo, estaba bien, afortunadamente solo tenia lo de siempre las rodillas un poco manchadas pero no era nada importante*

Suelo estar más en el suelo...por eso estoy bien. Muchas gracias por preocuparte ¿y tu? ¿estas bien? espero que no te hayas metido en problemas debido a mi culpa, creo que he armado un espectáculo

*Ahora no habia vergüenza en mi voz sino como si tuviera algo más que contar en el día a día, yo no guardaba rencor prefería decir que me acordaba del rostro de la gente para saber a quien debia de acercarme a quien no, a quien debia de tener más cuidado...sonriendo salió un poco asomando la cabeza, la mayoria de personas que habian alli eran mujeres asi que en el fondo todas nos ayudábamos aunque fuera indirecto*

Lo se, confio en ti se que me dirías hasta si tengo algo de comida entre los dientes

*Me reí al decir eso, las verdaderas amigas eran las que en los momentos más embarazosos te apretaban con fuerza y te decian algunas palabras, a veces te sentaba bien el consejo que ellas te dieran pero otras veces era todo lo contrario, sea como sea ellas estaban allí como Jazmín estaba entrando en la puerta de mi vida como una de mis mejores amigas, sin duda dulce pero el hecho de que la madre de jazmin estuviera sufriendo por mi culpa me hizo bajar un poco el rostro al comienzo ¡ya se! debía de comprarle un ramo entero de jazmines en flor y luego declararme que lo sentia. Pero tal pensamiento no se expresó en una frase en mis labios porque solo me habia dedicado a sonreir*

Gracias a tu caracter impulsivo hoy estoy viva y no en el suelo intentando que no me golpease en la cara

*Lo dije con mucha seriedad, pero se esfumó mientras cuidadosamente me dedicaba a mirar si estaba por allí, claro que podia ir por el mercado buscándolas, aquella ofrenta no se pasaría por alto porque habia sido una mujer quien le habia faltado el respeto, si yo en cambio fuera un hombre estaba seguro que lo habria dejado pasar porque eso sucedia muy amenudo la pelea de los hombres pero no de las mujeres. Me volví al callejón, me sentía mas segura además de que el agarre de Jazmín me habia en el fondo asustado un poco por si era cierto que de nuevo tenia que correr para escapar.

Lo mejor de todo eso era que él solo se habia quedado con el rostro mio y no de mi salvadora, asi que le evitaria algún problema. Tomé la mano de Jazmín para caminar entonces al otro lado del callejón, pero muy cuidadosamente, silenciosa por si era muy evidente que podía estar escondida en ese sitio, asomé de nuevo la cabeza parecia que no habia ningún problema pero aun asi no me atrevia a caminar hacia afuera diciendo con una sonrisa a Jazmín*

¿Cuanto dura la capacidad de espera de un hombre?