Le petite joué [Privado]

por **Jennifer V. Howard** Lun Ene 24, 2011 4:13 pm

Susanne-> ¿Te gusta mi vestido? me lo acabo de comprar

*Sonreí asintiendo a una de mis amigas que se habia comprado ese vestido uno que yo habia deseado el suficiente tiempo como para que dentro de mi empezara a poseer algo parecido a la envidia. La envidia nunca habia sido buena eso me dijeron las demás compañeras pero para una cosa que yo quería que fuera mia. -solo alegrate- pensé en varias ocasiones admitiendo que ella era mucho más hermosa que yo, de figura prácticamente envidiable en el grupo de mujeres hasta que realcé mi rostro*

Susanne he de irme tengo otros asuntos que atender

*Salí de la tienda a paso ligero, tropezando a mitad de camino con la sonrisa borrada de mi boca, yo no era de esa clase de mujer que se sentiría mal porque alguien habia conseguido lo que yo no habia podido, era al revés, me alegraba pero también tenia la certeza de ese vestido iba a ser para mí porque siempre me habia parecido justo el de una auténtica princesa { el vestido es así }.

Al final sin mas remedio que calmarme coloqué mis manos en un cristal para apoyarme recuperándome de esa sensación tan frívola como era la envidia, seguía repitiendome que yo no era así hasta que levanté la mirada y miré entonces los vestidos torpemente sujetos que había en aquel sitio. ¡Dios! era hermoso, uno en particular habia llamado mi atención { El vestido es Así } de un color no demasiado llamativo algo que realzase mi figura pero sin ser tan exagerado como otros vestidos*

Parece el vestido de una princesa

*Miré hacia atrás, no habia nadie. Dí unos pasos hacia atrás viendome reflejada intentando de esa forma "probarme" el vestido, volviendo a colocar las manos en la falda que ahora mismo llevaba inclinándome en un ademán femenino volvi a sonreirdando una vuelta, ahora mismo imaginaba que poseía aquel vestido en alguna fiesta, un baile en donde me hubieran invitado...lo único que era cierto era mi imaginación que se enredaba fugazmente en mi cintura sin alejarse de mi, elevándome del suelo, de la realidad mientras yo seguía inclinandome con una sonrisa ancha en mis labios*

por **Samael Shneider** Lun Ene 24, 2011 4:35 pm

Las ocasiones en las que el sastre viudo decidía salir de su mansión eran tan contadas que todas las que realizara durante un mes podrían expresarse con el simple alzamiento de dedos, y aún quedarían algunos recogidos. De la comida diaria se encargaba su mayordomo, y un recadero solía abastecerle de libros por encargo a una librería. Pero en ciertas ocasiones le gustaba salir él mismo para comprobar como iba mutando la moda en aquella ciudad, ver las telas usadas y comparar los diseños que veía con los que él mismo tenía en su cabeza.

Justo estaba contemplando un vestido en uno de los escaparates visibles desde la calle. Se trataba de un vestido sencillo, demasiado para el gusto del sastre y de la época, casi parecía tratarse de un camisón más que de una vestido para llevar de diario y por el diseño pensaba que sería extranjero o por lo menos la idea base.

Estaba tan absorto contemplando el vestido que no se fijó en la pelirroja mujer que se acercaba hacia el mismo escaparate donde él tenía la vista puesta hasta que se plantó justo frente a él.

En un principio no se fijó demasiado, pero al verla girar con esa melena pelirroja y ese aire tan risueño y encantador su instinto profesional se desató haciendo algo que normalmente jamás haría. Se acercó a la mujer tomándola de las manos y mirándola directamente con expresión decidida habló:

- Señorita por favor, déjeme crear un vestido para usted.-

por **Jennifer V. Howard** Lun Ene 24, 2011 4:50 pm

*Una de mis vueltas fué detenida por alguien, el baile en el que me encontraba desapareció dando como resultado a una jennifer con el rostro parcialmente descubierto especialmente el izquierdo de mi rostro mirando fijamente al hombre que estaba tomando sus manos*

¿V-v-ve...?

*Tuve que calmarme para que aquel balbuceo no fuera una carta de presentación de una maleducada cortesana, estaba empezando a pensar en qué habia pasado, quien era el hombre que tenia en frente a mí, sentir como mis mejillas ardían solamente de que alguien quisiera hacerme un vestido ¿a mi? podría escoger a numerosas modelos de las que por allí pasaban por eso no pude evitar mirar a otro lado intentando calmar ese sentimiento que estaba notando en mi cuerpo.

Quería gritar un ¡si! pero tambien deseaba saber el porqué le habría que escoger para hacer un vestido, en qué me diferenciaba yo de otra modelo que podría ser mucho más hermosa para aquella tarea, con una sonrisa en mis labios salió aquella pregunta que por todos mis poros se estaba haciendo*

¿P-porque yo? e-es decir...hay mujeres más hermosas que yo además que le aseguro que soy muy torpe

*Hablé atropelladamente, dejando que luego una risa se escapase de mis labios furtiva, bajando de nuevo el rostro*

Monsieur, creo que no me he presentado adecuadamente

*Me separé de sus manos, no me habia alejado antes porque extrañamente me habia sentido tranquila con ese agarre, otras personas cuando tomaban mi mano me brindaban la sensación de alarma, de que algo no iba bien, de que debia de tener mucho cuidado de qué hacía pero con él me habia ofrecido una extraña calma algo que muy pocas personas eran capaces de dotarme, no pasaron sino un minuto lo que tardé en inclinarme, una reverencia femenina, elegante, permitiendo algo de libertad a mis mechones de cabello que ahora mismo se enredaban entre sí, libremente ofreciendo un aspecto más infantil como simple de mis facciones no podía negar que la misma sonrisa de antes seguía pintada en mi rostro mientras mi voz, suave, iniciaba las presentaciones*

Jennifer V. Howard monsieur, es un placer tener el honor de conocerle.

por **Samael Shneider** Mar Ene 25, 2011 5:44 pm

Pasado el arranque inicial Samael se dio cuenta en cuanto la joven le miró con expresión extrañada y las mejillas ruborizadas en lo que estaba haciendo y avergonzado le soltó del agarre bajando la vista con timidez.

- Dis.. disculpeme señorita he sido un maleducado y un impulsivo.-

Se disculpó casi inmediatamente después pero escuchando perfectamente la pregunta de la extrañada mujer. Aunque antes de que le pudiera responder la señorita se estaba presentando de forma educada. Algo que debía haber hecho él desde un principio.

Samael hizo lo propio en contestación a ese reverencia y dando un paso hacia atrás se inclinó como lo haría un perfecto caballero con un brazo recogido bajo su pecho y el otro pegado a su espalda.

- El placer es sin lugar a dudas mío señorita Howard. Mi nombre es Samael Shneider y soy un humilde sastre.-

Dijo eso no por modestia fingida sino con total sinceridad, a pesar de que su nombre era más que reconocido entre los conocedores de la moda parisina como uno de los mejores y más misteriosos sastres de París.

- De nuevo le ido disculpas por mi atrevimiento de hace unos momentos. Pero al verla no pude evitar sentir el irreflenable deseo de diseñar un vestido exclusivamente para usted. ¿Me concedería ese pequeño placer? Le prometo no robarle demasiado de su tiempo y si así lo desea después puede quedarse con el vestido, de forma totalmente gratuita por supuesto.-

Lo explicó todo con un tono calmado y relativamente más bajo de como acostumbraba a hablar la gente pero igualmente era audible. Quiso explicarselo todo antes de que la otra mujer le diera un respuesta buscando convercerla.

Eran raras.. pero de vez en cuando encontraba a una "Musa" que disparaba su inspiración y se sentía realmente mal si no era capaz de satisfacer esos instintos de creación de la forma deseada.

por **Jennifer V. Howard** Sáb Ene 29, 2011 1:17 pm

Oh no, no tiene que disculparse

*Me sentí culpable cuando el hombre que tenia en frente estaba de nuevo disculpándose delante de mi, quedandome con los labios abiertos cuando se inclinó como lo habria hecho un verdadero caballero no obstante cuando me dijo su nombre me resultaba familiar, volvi a quedarme mirandole ¡que puedo hacer! estaba diciendo que haria un vestido para mi pero me sentia extraña siendo la musa de alguien cuando ni yo misma me creía del todo que pudiera tener a alguien interesado en hacerme algo*

Lo pagaré, aunque sea la mitad pero no quiero que tenga que ser una molestia para ti

*Balbuceé rapidamente tomando ahora yo las manos de samael con una de mis mejores sonrisas, estaba emocionada por eso habia un cierto brillo en mis ojos pero tambien debia de entender que no quería que samael pensara que yo era una de esas chicas a las que se les podia halagar y que ellas no tenian obligacion de devolver los halagos aunque ese si que era un ejemplo idiota, de nuevo me incliné con una sonrisa en mi boca*

O pongame una condición, solo eso

*Casi le rogué dando vueltas a mi cabeza sobre su nombre, me sonaba no se donde lo he escuchado pero su nombre me suena, cambié de tema rapidamente pensando que si alguien se hubiera atrevido a entrar en mi cabeza y mis pensamientos saldría mareado de tanto caos y confusión que tenia dentro de mi cabeza ahora mismo, las hebras de mi pelo empezaron a esconder mi hombro derecho situandose sin ningun descaro sobre mi cuerpo como una cortina que escondía mi silueta.

Le solté las manos ahora disculpandome yo avergonzada por haberme comportado asi, bajé el rostro con una sonrisa en los labios escondiendo mi rostro con el flequillo que era una tipica mania mia algo que me recordaba al pasado cuando me escondia el rostro completamente en mi cabello, mi hermano siempre me habia enseñado que no debia de esconderme ante nada ni nadie y eso es lo que haria, no esconderme*

¿es suyo ese vestido?

*Señalé el vestido con el que en mi imaginación habia asistido a un baile, era definitivamente hermoso tanto que tragaba la saliva sin darme cuenta ademas de tener un rubor en mis mejillas que seguia haciendome sonreir tontamente*

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