Paseo bajo la luna [Zéphyr Lezue]

por **Magnolia Velvet** Mar Ene 25, 2011 10:04 pm

Mis divagaciones sin sentido me habían llevado caminando sin sentido hasta alguna laguna. Me preocupaba mínimamente no saber en dónde terminar y un poco más no tener idea de cómo regresar pero eran temores que palpitaban por debajo de una capa de indiferencia, de ganas de salirme de mi propia piel e irme corriendo. Pero no importaba qué tanto corriera, siempre terminaría atrapándome a mí misma. Me detuve en el borde de la laguna y miré hacia abajo, el agua congelada por el frío del invierno crudo por el que pasábamos brillaba bajo la luz de la luna que se abría paso entre las ramas de los árboles que me rodeaban. Metí mis manos más profundamente en el abrigo tratando de abrigarme lo más posible, la peor estación de todas para una cortesana: El invierno. ¿Porqué? Porque no puedes utilizar los medios que siempre utilizas como mostrar el escote o dejar que avisten un poco de tu liguero, a menos claro que quieras morirte de una hipotermia o estés dentro de un burdel con calefacción. La simple idea me hace sonreir de lado. En cambio, tienes que usar métodos de seducción que sólo tu conoces y que a veces son más contundentes pero también más difíciles de efectuar.

Alcé un poco el abrigo que me llegaba poco más abajo de las pantorrillas haciendo que mi vestido azul se levantara un poquito. Mis zapatos tenían tierra apelmazada en las puntas y una que otra hoja pegada. Fruncí el ceño porque no me gustaba ensuciarme pero cuando miré de nuevo hacia arriba y miré la luna, decidí que no me importaba. Otra preocupación más que se acomodaba debajo de la indiferencia para esperar su turno a surgir de nuevo a la superficie de mi mente. Me estremecí al sentir una ráfaga de viento golpearme la cara y camié un poco hacia el lado para recargar mi espalda en un tronco de árbol y observar detenidamente la capa de hielo. Tan fácil que sería caminar sobre ésta, romper el hielo, caer y morir. Tan fácil que ni siquiera parecía real.

Eché la cabeza hacia atrás para mirar la luna una vez más dejando que mi espalda se resbalara por el tronco hacia abajo para quedar sentada en el suelo con las rodillas dobladas y la falda de mi v estido cubriéndome las piernas de manera desordenada. ¿Un temor más? Dejar la ropa perdida entre el lodo y las hojas pero ya me ocuparía de eso más tarde. Incliné la cabeza hacia un lado cerrando los ojos y disfrutando de lo que sentía por encima de la piel. El piso estaba húmedo y acolchonado al tacto, mis piernas al tocarse entre ellas estaban frías, el viento parecía querer arrancarme la piel del rostro, mi cabello revoloteaba y sus puntas me golpeaban las mejillas haciéndome cosquillas que yo intentaba ignorar. El tronco duro a mi espalda enterraba las protuberancias en mi columna pero yo estaba demasiado reacia a moverme de ahí, solamente quería desaparecer. Y no era que estuviera deprimida, era que a veces los ires y venires de la vida me ofuscaban a tal punto, que necesitaba un pequeño escape de la vida mundana que me rodeaba.

por **Zéphyr Lezue** Mar Ene 25, 2011 11:58 pm

La tarde apremiaba, y el frio abrazaba mi piel queriendola arrancar de golpe, habia sido una mañana muy agitada puesto que los trabajos que me hacian hacer cada vez iban mucho más alla que lo que cualquier persona limitada en decirse normal.

Bastante mas la platica que llevaba con mis muertos me hacian sentir simplemente cómodo, habían resuelto algunas cosas sobre mi hermana, podian hablarme que estaba cada vez mas cerca de ella, que incluso... Hasta había contratado los servicios de un detective para encontrarme.

El hecho de saberme buscado por la unica razón de mi vida, de la unica persona a la que amaba y de la unica persona a la cual realmente me había dolido dejar en todos estos años que había sido alguien imperturbable dentro de mis emociones.

Alguien que se habia encargado toda la vida de ser duro, de ser alguien digno de llevar éste tipo de hechicería tan poderosa y digna de un mago sin igual.

De cualquier manera, sabia de mis muy buenas fuentes que ella era una especie de bruja buena, y ¿que mas daba?, de todos modos ella habia sido la personita mas importante para mi y lo seria por siempre.

Mis aliados lograron prevenirme de una humana, pero sin duda una muy especial humana, de hecho una cortesana, vaya vaya, logró pensar mi mente, una hermosa señorita y de su clase sola en lugrares así, con este frio y a estas horas de la noche, vaya vaya.

-¿Se encuentra perdida mademoiselle?, puedo hacerle compañía-Mi voz sonaba con un tono como de sarcasmo, cada momento que pasara con ella, a casa minuto que estubiera cerca de ella me haría saber mas y mas aunque ella ni siquiera quisiera revelar nada.

De éso solo se encargaban mis aliados, gracias a ellos podría hacer los mejores conjuros y hechizos, dominar, jugar, divertirme.... Simplemente de todo.

por **Magnolia Velvet** Miér Ene 26, 2011 12:28 am

Me concentré en sólo sentir mi respiración, inhalando, exhalando, sentir cómo el aire me llenaba los pulmones y luego salía por mi nariz. Cómo oxigenaba todas las células de mi cuerpo. Luego me concentré un poco más para sentir los latidos de mi corazón, uno y dos, uno y dos, empecé lentamente a sentirlos en mis dedos, en mis piernas, en mis ojos. De haber seguido así, me habría quedado dormida en un santiamén y hubiera amanecido congelada. Tal vez incluso muerta. Me rodeé con mis propios brazos y me abracé fuertemente peleando por meter un poco de calor a mi cuerpo antes de escuchar pisadas que se acercaban. Tensé todo mi cuerpo y apreté mi navaja con la mano todavía dentro del bolsillo, podía ser cualquier persona pero definitivamente pelearía por mi misma. Por un segundo pensé que si no me movía pasaría desapercibida, me fundiría con el tronco del árbol y me volvería parte de su corteza.

Tuve que tensarme una vez más cuando escuché la voz que no me decía nada. AHí iba la esperanza de que fuera alguien conocido que me hubiera seguido. Entrecerré los ojos y esperé a que se acostumbraran al nivel de oscuridad que ya se manejaba en la noche. Abrí por completo para ver al hombre que estaba frente a mí tratando de escuchar lo que se escondía detrás de esa nota de sarcasmo. Alcé las cejas debatiéndome entre usar mi encanto para ganármelo o utilizar mi hostilidad para que se alejara. No estaba muy segura de qué era lo que quería pero algo debajo de mi piel me decía que debía tener cuidado. Ladeé la cabeza optando por el encanto y le sonreí después de un momento.

-Merci, caballero pero no me encuentro perdida. Sólo tomé un desvío para admirar el reflejo de la luna en el hielo- Señalo la laguna que se extendía a mis pies sin perder la sonrisa y le señalo el lugar junto a mí haciendo gala de mis mejores gestos y más elegantes ademanes. -Claro que si no le importa lo precario de mi lugar de descanso, puede usted tomar asiento y acompañarme- Ahora sólo quedaba esperar su respuesta. No tenía muchas ganas de conversar pero tampoco podía juzgar a la gente antes de conocerla. Odiaba cuando me juzgaban a mí solamente por mis ropajes así que me negué a hacerlo también. Saqué la mano que no apretaba la navaja de mi bolsillo y me acomodé un mechón de cabello detrás de la oreja sin dejar de mirarlo pero sin dejar tampoco de tensarme por completo para poder escapar en cualquier momento.

por **Zéphyr Lezue** Jue Ene 27, 2011 1:53 pm

La encantadora damisela se dignó a hablarle a este ser tan mezquino y ruin. Se preguntaba realmente que habia sido lo que habia conducido a la señorita a contestarle, mas sinembargo sabía que ella no confiaba en él, y se sintió satisfecho, nada ni nadie debia o podia confiar en el, salovo el deseaba que pudiera hacerlo su hermana, si la encontraba.

Mi mirada era un tanto altiva, pero no podia dejar de mirar sus ojos, esos ojos azules que le hacian recordar el mar, el cielo, aquellos rincones en los que el se sentia endemoniadamente bien, y ése era un sentimiento del cual no me podía sentir partícipe, el sentimiento con el cual estaba muy bien familiarizado era el odio, el rencor, la venganza, sentimientos a los cuales mis sentidos respondían instintivamente.

Solo el odio, el rencor y la venganza podian llenarme por completo, y ante una hermosa dama no sabia comportarme, estaba un poco iracundo, y hasta se podria confundir con los nervios de la ocacion, pero al no haberme en peligro, y teniendo a mis guradianes como fieles custodios, perceptibles a cualquier momento, decidí sentarme a lado de la hermosa damisela.

-Me presento, Zéphyr a sus órdenes madame-Mi voz era un tanto hosca, sin vida, casi sin chiste pues carecía del sentido de la diversion o del sentido de estar pasando un buen rato, la vida se iba entre las manos pasando, vivir por vivir, odiando, vengandose hasta de las personas que ni el mismo conocia.

Venganaza de aquellas personas que le llegaban al precio, si podias pagarle a Zépyr podrías jurar que el trabajo estaba realiazdo, no importando el como mas bien el resultado, muertes, maldiciones, todo tipo de hechizos todo tipo de magia negra...

por **Magnolia Velvet** Jue Ene 27, 2011 4:42 pm

Parpadeé un par de veces al ver su mirada fija en la mía logrando que me pusiera nerviosa. Más nerviosa. No retiré la mirada porque no me gustaba hacer eso, si cualquiera quisiera amedrentarme, no lo lograría a los dos minutos de haberme conocido. Me hice un poco hacia el lado para dejarle espacio en el tronco para su espalda y sonreí ante su presentación sabiendo que lo educado sería dedicarle una reverencia pero sin ganas de moverme y darme cuenta de cuánto me había ensuciado el vestido. Sólo esperaba que no fuera trabajo, probablemente ya mucha gente me conocía por ahí pero esta noche no tenía ganas de trabajo. -Gracias, monsieur. Mi nombre es Magnolia Velvet. Es un placer conocerle.- Apreté los labios pensando que aun cuando estuviera cansada, el trabajo era el trabajo y si a este hombre le apetecía hacer algo, por una módica cantidad de dinero, lo tendría. Yo también tenía la mala costumbre de comer.

-Disculpe mi intromisión pero, ¿Qué hace por aquí a estas horas?- Eran horas en que la gente normal estaba dormida, en su casa o simplemente dando alguna fiesta en una mansión de lujo o un castillo extravagante. Claro que algo me decía que este personaje no era una persona normal. Seguía apretando mi navaja en mi mano dispuesta a hacerlo alejarse si quería propasarse. El simple pensamiento me hizo sonreír. Propasarse. ¿Desde cuándo, tocar a una cortesana era propasarse?, ¿No era para eso que existían?. Suspiré relajando la mano aunque no soltando la posibilidad de defenderme. Una violación no era lo único que podía hacerme daño.

-Pensé que sería la única que pasearía por la laguna- Comenté más para mi que para cualquier otra persona aunque no puse cuidado en bajar el tono de voz para que no me escuchara. Agaché la cabeza para colocar el mentón sobre mis rodillas dobladas y miré hacia el agua congelada otra vez siempre teniendo presente al sujeto que estaba junto a mí.

por **Zéphyr Lezue** Vie Ene 28, 2011 11:41 pm

Sonreí ante sus cuestionamientos, al decir verdad sería yo el que pudiera pensar que no es propio de una damisela aun así ella era la que me preguntaba acerca si debería estar ahí, saque de mi gabardina uno de mis cigarros y se lo ofrecí a la damisela mientras encendía uno para mi, la noche fria aun envolvia mis manos y piernas queriendo entumecerlas por completo.

-Es trabajo, suelo pasearme por estos rumbos y a estas horas, lo que me hace pensar... ¿Que hace usted por aquí y a estas horas?, será que no tiene miedo de lo que le pueda pasar?-si se veia que era una aventurera, aunque no pude evitar pensar que lo que hacia estaba mal, aunque no me importaba si ella moria a causa de una hipotermia o por que alguien quisiera hacerle el menor de los daños, ella se lo habia buscado y se lo nerecería.

-Pues en eso puede ver que la gente aveces suele tener gustos parecidos-la voz aun sonaba hosca pero solo me limite a encoger mis hombros y llebe la boquilla del cigarro a que tocara de nuevo mis labios y poder dar el golpe y disfrutar del tan apresiado tabaco.

por **Magnolia Velvet** Dom Ene 30, 2011 6:16 pm

Levanté una mano para declinar la invitación al cigarrillo. Fumar era algo que no hacía en público, una mujer que escupe humo por la boca y huele como si se hubiera acabado una caja de cigarros, no es una mujer deseable, a menos que se quiera acostar con un adicto al tabaco. Sonreí de todas maneras ant su ofrecimiento escuchando atentamente lo que estaba diciendo. Trabajo. Menuda ironía, justamente yo huía del trabajo y venía a un lugar alejado. Apreté más mis rodillas contra mis pechos para mantenerme más calientita mirándolo con curiosidad. Curiosidad que no pasaba más allá de ser eso mismo porque con mi mano, yo todavía estaba dispuesta a defenderme de cualquier cosa que pudiera hacerme. -Supongo que es lo contrario. Vengo aquí para dejar de pensar en el trabajo- Esperaba que hubiera quedado claro. Si que era una cortesana, si que me debía a mis clientes y sus pedidos, y claro que debía parecer irresistibles a todos los hombres que se me cruzaran. Pero hoy no. -¿Qué cree usted que pueda pasarme?- Si me perdiera, me encontraría eventualmente; no era tan estúpida para caminar sobre el hielo aunque alguna parte suicida de mi ser pensaba que sería divertido simplemente desaparecer en el hielo y no creo que si alguien quisiera propasarse conmigo, lo tomara como una violación. Sería más como un trabajo obligado. -Afortunadamente ahora hay un caballero que podría defenderme de cualquier tipo de peligro que se presentara-

Le dediqué una sonrisa de esas que hacían caer a cualquiera, era una manipulación y yo lo sabía. Sabía que al menos, si este hombre tenía una pizca de consciencia dejaría pasar la oportunidad de herirme, al menos hasta la próxima vez que nos encontráramos. Tal vez en ese momento, tendría que pagarle favor con favor. -Supongo que tiene razón- Entrecerré mis ojos para mirarlo de nuevo. Había algo que no me gustaba de él y aún así sentía curiosidad. Intenté evitar todo sentimiento que me acarreara este personaje y simplemente me dejé ir con la conversación.

por **Zéphyr Lezue** Lun Ene 31, 2011 10:33 am

Segí fumando mi cegarrillo sin inmutarme siquiera de que ella lo hubiera rechazado, al fin y al cabo era muy mal visto que las damas hicieran ese tipo de cosas-¿Qué cree usted que pueda pasarme?- Encogí mis hombros ante la pregunta de aquella damisela, a mi se me ocurrian un sin fin de cosas, el como torturar, herir o matar, pero tendria que ser paciente, no acostumbraba matar por matar, me gstaba jugar mucho antes, y no dejaba de pensar en mi hermana, que por un lado... no sabia en donde estaba, pero lo que mas me hizo fruncir un poco el ceño era de que creia que la iba a defender si pasaba algo, no era por demas que una chica creyera que cualquier caballero saltara en su auxilio si pasaba algo.

Por otro lado siempre hacia las cosas por mi propia conveniencia, aunque... no importara nada mas, solo me limite a dedicarle una sonrisa de medio lado ante aquel comentario, no la sacaria de su duda, ni yo mismo sabia cual seria mi reaccion delante de un problema como esos si es que se llegaba a presentar.

-No lo dude madame-Respondí, sabia que no habia conviccion en mi propia voz por que solo yo la conocia pero me sono lo suficientemente convincente a pesar de lo hosco del tono

-Usted escapa del trabajo y yo lo ansío, en fin cada quien con sus pensamientos y costumbres y lo que sea-Ladee mi sonrisa y la mire de nuevo, la verdad era que para conversaciones si de plano era pésimo, no acostumbrado nunca a socializar con absolutamente nadie....

por **Magnolia Velvet** Mar Feb 01, 2011 11:54 pm

Escuché su afirmación empezando a sentir algo parecido al miedo. Dicen por ahí que los humanos siempre reconocemos a nuestro depredador por instinto y yo no estaba excenta de ello. Una parte de mi decía que ya había afirmado que me protegería, pero la otra no estaba tan segura. De todas maneras, sólo nos conocíamos hacía unos cuantos minutos. Y eso no era suficiente para tener una relación cercana. Sin embargo, y a pesar de que mi mano apretaba con más fuerza aún la daga, seguí escuchándolo con atención esperando alguna que otra continuación y quedándome algo desilusionada por no obtener lo que quería.

Suponía que no toda la gente era buena para hablar pero hablar me hacía sentir que estaba segura así que decidí seguir yo misma la conversación. -En la diversidad está la diversión- Alcé las cejas por mi comentario, porque si bien era cierto que cada uno había buscado soledad por diferentes motivos, los dos habíamos escogido el mismo lugar para estar solos. -Espero que no lo esté molestando, supongo que será más productivo pensar en su trabajo que hablar conmigo- Le dediqué una sonrisa que esperaba no pareciera nerviosa antes de acomodarme nuevamente el cabello. Sentía la humedad de la tierra colarse por entre mis zapatos y mis medias haciendo que mis piernas estuvieran más frías que antes. No podía permitirme el lujo de seguir ahí pues sólo lograría que me entumiera y en caso de tener que correr, estaría perdida.

-Si lo estoy molestando, no tendré problema en marcharme inmediatamente- Tensé las piernas para levantarme esperando la conclusión. En caso de que no quisiera que me fuera, estaría parcialmente atascada, al menos hasta que juntara el valor suficiente para mandarlo a paseo e irme por propia voluntad.

por **Zéphyr Lezue** Jue Feb 03, 2011 11:17 am

-No incomoda en absoluto madame-Termine diciendo tomandola del brazo para que no se fuera

-Perdone mi rudeza, pero no estoy acostumbrado a socializar, ¿de verdad quiere irse?-La miré profundamente, aun estabamos comenzando como para que saliera huyendo, trate de ser un poco mas amable, aunque no estuviera familiarizado con ese teermino.

Al final ella podria ser una clienta, ¿quien sabia?, aunque la mirada perdida y completamente obsucra que me caracterizaban no se iria tan facilmente, mi semblante hosco era lo que me caracterizaba bien

por **Magnolia Velvet** Vie Feb 04, 2011 8:54 pm

Últimamente me encontraba con gente muy... rara por decirle de alguna manera. Bajé la mirada hacia su brazo que cogía el mío y me quedé mirándolo como si no supiera cómo reaccionar. Después de un buen rato levanté la mirada sin saber qué contestarle. En el fondo si quería irme porque esto comenzaba a parecerme realmente bizarro y a cada minuto que pasaba, sentía que estaba más lejos de mi casa que nunca en la vida. Por otro lado, sabía que decir que si no era precisamente la respuesta correcta a esa pregunta. -No se preocupe, estoy acostumbrada a la gente que no sabe socializar- Estaba acostumbrada a la gente que iba al grano, que era precisamente acostarse conmigo. Negué al final decantándome por la respuesta que parecía correcta y volví a relajarme aunque en el fondo sintiéndome un poco atrapada. No sabía porqué pero pensaba que me había metido en un callejón sin salida. Miré a lo lejos por si pasaba alguien de quien pudiera ayudarme para salir de ahí pero por el momento estaba sola.

-Me quedaré con la condición de que si le molesto, me lo dirá- Lo miré curiosa porque no entendía cuál era su afán de tenerme ahí con él. Sin embargo, estaba dispuesta a averiguarlo y si resultaba que quería hacerle daño... bueno, ya cruzaría ese puente cuando llegara a él. Y mientras no estuviera en peligro, al menos podía intentar hacerle conversación. Fruncí el ceño mirando al frente e intentando componer una sonrisa. -Si no es indiscreción, ¿A qué se dedica a usted?- Habíamos hablado del trabajo pero no habíamos determinado a qué se dedicaba cada quién. Esa pregunta conllevaría a la misma pregunta expuesta para mi persona pero a mi no me importaba que me preguntara. Yo era lo que era y estaba orgullosa de serlo.

por **Zéphyr Lezue** Vie Feb 04, 2011 10:25 pm

encantado mas que por otra cosa, sabia que ella presentía de mi la naturaleza exacta de mis defectos, por llamarlo de un modo, ya que los defectos definidos por mi persona en el contexto general de la sociedad, que por obvias razones eran muy mal vistas por cualquier modo o lado que lo vieran y/o percibieran, para mí no lo era asi, mas todo lo contrario, para mí eran dones y virtudes, las cuales manejaba bien y mas allá de un 100% convencional.

Mire sonriente, aunque por la naturaleza misma de mi ser era un poco arrogante, aunque no por lo menos sincera, me agradaba que de vez en cuando se pudiera dar una conversación para todos de lo más normal, para mí iba más allá de mis propios instintos, era pedirme por consiguiente demasiado para ser amable, ero la noche al parecer iba comenzando apenas y había roto mi propio record al hacer que la gente se aartara, que por una parte me era mas grato pasar el tiempo completamente solo, pero en fin, sispirando y haciendo el mayor de los esfuerzos escuché su condición, a la cual no habría ninguna objeción al cumplir sus demandas-me parece excelente su petición demoiselle, de eso no tenga duda-aún me preguntaba ¿cuanto tiempo ella tardaría en decidir que realmente no le agradaba mi compañía?

-Y no es ninguna indiscreción madame, verá mi trabajo no me avergüenza, al contrario, me agrada demasiado, aunque dudo mucho que sea de su agrado-La miré fijamente un tanto ansioso por las reacciones que pudieran desatar de ello, aunque sabia que lo mas factible para ella sería correr despavorida a causa de mi "estilo de vida", pero ¿que mas daba?, creo que al final de cuentas ella decidiría si quedarse a seguir tentando a la suerte o lo mejor sería seguir a sus instintos.

Sea cual fuere su decisión, estaría al pendiente de cualquier gesto o cualquier cosa que ella demostrara por quererse ir y apartarse de tan mala compañía, o ¿quien lo sabe? tal vez si requiriera alguna vez de mis servicios estaría encantado de poder ayudar.

-Soy un brujo, y me encanta el arte de la hechieria demoiselle-La miré expectante, pero luego desvié la mirada por que sabía que tan penetrante podria llegar a ser, y hasta cierto punto incomodo...-Y usted madame ¿a que se dedica?

por **Magnolia Velvet** Dom Feb 06, 2011 10:58 pm

Había estado tan inmersa en mi preocupación por estar con este señor que sinceramente se me había olvidado que tenía frío. La humedad del suelo de tierra había entrado dentro de mis ropas y me estaba calando los huesos haciendo que tiritara de cuando en cuando. Aún así, apretaba la mandíbula para evitar que me castañearan los dientes. Y aún así sonreí cuando aceptó mi petición. No era agradable que te dijeran que estabas molestando pero era aún peor no darte cuenta y terminar como la persona más odiosa del planeta. Y no era que yo me sintiera odiosa, era simplemente que en estos últimos días, había estado encontrándome con gente a quien no sabía cómo tratar. O sería que se me estaba olvidando cómo tratar a los hombres que no querían dormir conmigo. Las mujeres eran caso aparte, a ellas podía hablarles o simplemente podía ignorarlas sin sentirme culpable de ser odiosa con ellas. Estaba acostumbrada a ser odiada por las mujeres. Pero los hombres. Los hombres me volvían completamente loca.

Intenté seguirle el hilo a la conversación aún cuando el frío me atenazaba los músculos de las piernas y asentí porque teníamos algo en común. La gente podría pensar también que mi trabajo era vergonzoso o que tendría que mantenerlo en secreto pero cuando uno lleva tanto tiempo en el negocio, ya es algo normal. -Supongo que no lo sabrá hasta que me lo diga- Sin embargo, no pude sentir un pinchazo de aprehensión cuando mencionó su forma de ganarse la vida. Y ahí estaba yo, una chica de burdel, sentada frente a la laguna junto a alguien que podría usar magia para acabar conmigo. Si es que la magia existía. Pero sinceramente, no pensaba que una afirmación como esa fuera inteligente frente a él. Decidí moverme despacio. -Mentiría si le dijera que me lo imaginaba- Listo, no sabía qué más podía decir en ese momento que no provocara cualquier reacción ante él. -Sin embargo, no suelo juzgar a la gente por su trabajo, al contrario, me causa curiosidad, los brujos no son muy bien vistos en la sociedad.

De pronto la temida pregunta, aunque si bien ser cortesana no era una profesión admirada por la mayoría de la gente, estábamos en igualdad de condiciones. Sonreí por lo cómico de la situación y ladeé la cabeza para mirar hacia el agua. -Me dedico al negocio del entretenimiento nocturno- Claro, una excelente forma de disfrazar todo el asunto. Reí por lo bajo antes de continuar con la explicación. -Soy cortesana, tal vez ahora entienda porqué no juzgo a nadie por su trabajo- Encogí un hombro coquetamente e hice el amago de levantarme sosteniéndome con una mano del tronco del árbol en el que mi espalda descansaba. -Disculpe, ¿Le molestaría que camináramos? El frío comienza a hacer estragos en mi-

por **Zéphyr Lezue** Lun Feb 07, 2011 12:05 am

Si a bien era que aquella mujer no solía prejuzgar a la gente por su oficio, eso era sin lugar a dudas una muy buena razón para no hacerlo, aunque a mi no me molestara ni me importara en absoluto.

-Pues he de decirle madame que somos ambos mal vistos por toda la sociedad entera, pero a mi no me incomoda siempre y cuando mis clientes no dejen de visitarme y que la gente que puede superar el miedo mas de lo que el que dirán de la sociedad, lo demás me tiene sin cuidado, no se cres que no tengo mi fama de brujo ya en varios lados de aqui de Paris-Sonrei un tanto por mas cortesia que por otra cosa, la mujer se paró de donde estábamos y quería caminar, me quité el abrigo y lo coloqué en sus hombros ofreciendole uno de mis brazos para que se acomodara al caminar.

-Será todo un honor para mi ser su acompañante

por **Magnolia Velvet** Dom Feb 20, 2011 7:30 pm

Sonrío dejando que este gesto se expanda por todo mi rostro lentamente al escuchar sus palabras porque si de algo sé yo es de que nada me importa mientras mis clientes sigan pasándose por mis brazos de cuando en cuando y siempre había estado atada a la discreción para que nadie se enterara de lo que yo hacía a puertas cerradas. Por mis clientes. -En ese caso, somos dos que nos preocupamos enteramente por que nuestros clientes no dejen de visitarnos- Muevo mi mano distraídamente en un gesto que parecía afirmar que nada más me importa empujándome un poco para levantarme del suelo y sonreírle nuevamente cuando pone su abrigo encima de mis hombros agradeciéndole con un gesto de mi cabeza.

Sinceramente no había pensado que terminaríamos hablando. Yo pensaba que estaría ahí un poco de tiempo y luego se iría, o en todo caso, que me haría daño de algún modo. Tomé su brazo aunque algo reticente pues en el fono de mi estómago todavía sentía un pinchazo de ansiedad al verlo ahí junto a mí. Era una sensación puramente visceral, como una advertencia de algún ente superior. Aún así, decidí esperar, no tenía caso echar a correr como desquiciada sin rumbo fijo y en estos zapatos. Sería imprudente. Era mejor esperar a ver las jugadas del hechicero.

Miré hacia la laguna en la que la luna resplandecía, llena y brillante. Y supuse que estábamos ya muy cerca de la media noche. ¿Qué hacía yo a esas horas en compañía de un hechicero? Sonreí para mi misma porque aunque siempre me había gustado sentir la adrenalina, esto era pasarse diez pueblos. Tal vez hubiera debido estar en mi casa, arropada con una manta para protegerme del frío y con una taza de chocolate caliente entre mis manos. Lo mejor de no tener a nadie que me gobernara. Ni padre, ni esposo, ni prometido. Sólo clientes que se quedaban en las afueras de mi vida privada. -Disculpe la intromisión pero... ¿No tiene a nadie que lo espere en su hogar? Se está haciendo tarde-

por **Zéphyr Lezue** Dom Feb 27, 2011 2:09 pm

sonrei de lado, la familia... no habia nadie realmente que me importara, salvo mi dulce hermana a la que había abandonado años atrás, lamentable, pero no me preocupaba de las demas gentes, sin familia isn ataduras.

-Disculpe madame, pero no, la familia son ataduras sumamente graves, me gusta la libertad, y no es intromición alguna, auqnue ya estando dentro del tema, ¿quiere que la acompañe a su casa?, creo que es suamente tarde tambien para usted-sonreí de lado, la mirada en mis ojos aun seguia siendo obscura, era la naturaleza exacta de mis deseos, de mi vida y de mi mismo.

Comenzamos a caminar, con ella tomada de mi brazo estaba un tanto satisfecho por lo menos con un poco de confianza de su parte podría hacer casi cualquier cosa de ella si la situación lo ameritaba, el estar a lado de esa hermosa mujer radiante hacia que zéphyr se sintiera extrañamente cómodo.

Me dejé llevar por el momento y estaba dispuesto a ser amable con ella, aunque no estubiera acostumbrado, seria como una practica ya que no sabia comportarme y no sabia que podria hacer cuando volviera a ver a mi hermana.

por **Magnolia Velvet** Jue Mar 03, 2011 11:05 pm

Ataduras sumamente graves. Mis ataduras sumamente graves estaban ocho metros bajo tierra desde hacía tanto que ya ni siquiera recordaba sus caras. O al menos eso era lo que yo quería no recordarlos para no ser frágil y vulnerable a cualquiera que los mencionara. En realidad la única a la que podría recordar sería a Emily. Mi Emily. Dejé que esos pensamientos se fueran junto con el viento que me despeinaba porque no era momento de pensar en mi hermana gemela. -Ya veo- Fue lo único que pude decir al respecto, después de todo, no era nadie para decirle absolutamente nada ni para meterme en su vida.

Fue como si un sentimiento de alivio me bañara por completo. Ir a casa, eso estaba bien definitivamente. Saldría de este frío y al fin podría poner la cabeza sobre la almohada. Basta del maquillaje y de todo lo que traía encima. -Es usted muy amable pero no quiero desviarlo de su camino- Digo sin soltar su brazo aunque hablando sinceramente. No quería desviarlo y yo estaba acostumbrada a caminar sola. Me reñí a mi misma por haber pensado mal de él al principio pero era algo que no podía evitar, había sido instinto puro en ese momento y no había podido refrenarlo.

Intenté que viera la sinceridad en mi rostro e incluso sonreí. Al principio estaba reacia a siquiera hablar con él pero ahora algo había cambiado. No estaba muy segura de lo que había sido pero sencillamente, ya no tenía el mismo impulso de salir corriendo para alejarme de él. Cambié de opinión, ¿Qué mal podría hacerme que me acompañara en mi camino hacia casa? Ninguno. Tomé aire y me giré un poco para mirarlo. -Aunque si usted insiste, me encantaría su compañía en el camino que me espera-

por **Zéphyr Lezue** Dom Mar 06, 2011 9:21 pm

-Para nada me desvía de mi camino mademoiselle-Sonreí ante la idea de verme incomodo con su presencia, y no lo estaba en absoluto, pero cuando dijo que si era tanta mi insistencia tampoco ella estaba incomoda, asintiendo la cabeza mi brazo se asió de su mano aún mas, con una sonrisa seductora ante la frágil dama.

-Es para mí un gran placer acompañarla y cuidar que no le pase nada madame-Mi sonrisa se volvía seductora, aunque ¿que más peligro correría la pobre mujer?, es decir, más que mi mismo estando a su lado, aunque sin duda podría protegerla en extremo bien, de cualquier manera, el mayor peligro para ella sería yo.

-Y usted tiene familia preocupada y que la esté esperando hermosa dama?-No quería ser ni metiche ni curioso, pero de cualquier manera había que platicar de algo en lo que caminabamos hacia su destino alejandola de cualquir peligro que no fuera yo mismo.

por **Magnolia Velvet** Jue Mar 10, 2011 5:00 pm

Era un alivio que no estuviera desviándolo del camino, al menos una cosa de la cual no tendría que preocuparme. Miré su rostro topándome con una sonrisa seductora que yo conocía muy bien porque dos de cada 3 hombres me la dedicaban como si fuera un guión que tuvieran que seguir cuando estaban frente a mi. -Soy afortunada entonces de haberme encontrado con usted.. Le devolví la sonrisa igualmente seductora porque por mucho que a veces no estuviera trabajando, no podías sacar a la cortesana de Magnolia. Continué caminando manteniendo el paso firme y el tacto de la mano delicado en su brazo escuchando su pregunta. ¿Familia? Mi única familia había muerto hace mucho tiempo. Me quedé callada un momento antes de responderle. Tardé un segundo en recomponer de nuevo toda mi fachada de mujer fuerte que se me había desmoronado por una simple pregunta.

-No, nadie preocupado ni que me esté esperando tampoco- Sinceramente la única persona que podría estar preocupada por mi sería Lucian y casi siempre sabía que yo podía valerme por mi misma. Igual nunca había estado muy segura de que supiera cuando me pasaba algo y estuviera dispuesto a venir a rescatarme. Decidí cortar el remolino de malos pensamientos y negué para darle énfasis a mi respuesta volviendo a sonreír. Nadie que se preocupe y nadie que me esté esperando. Nadie.

Intenté no mostrar lo que en realidad estaba sintiendo y me dispuse a sonreír como si nada nunca me hubiera pasado. Al fin y al cabo todo eso había pasado hace mucho tiempo y ahora yo era una persona diferente.

por **Zéphyr Lezue** Mar Abr 05, 2011 12:17 am

era un poco lamentable escuchar algo así veniendo de una exquisita mujer como ella, pero cada quien tenía lo que merecía y en algunos casos peculiares lo que querían, pero no era ni mi intensión ni mi deseo entrometerme en la vida de nadie y menos si era invitado...

Decidí ir acompañando a la dama a modo de "protección" nicamente por mera caballerosidad, que no deseaba ni me gustaba pero ¿que más podría hacer sin tener que buscarme un problema? y tal vez tener que matar a una deliciosa dama como ella.

.-Entonces podemos tomarnos el tiempo que deseé Mademoiselle-La maldad y la perversidad de mi ser, mucho dudaba que saliera de mi mismo disfrazada con una máscara de "bondad" o de "caballerosidad", mi ser se deleitaba y disfrutaba y se enardesía del sufrimiento de los demás, de la desgracia vista en los demás u más aún si ésa pena y desgracia había sido cometida por mí... Era delicioso, exitante y satisfactorio...

-Pero aún así me permitiré llevarla a su casa señorita, creo que sería lo correcto-"Y si se puede... Hacerme de tí..." en definitiva, me encantaba mi lado obscuro, esa maldad, malignidad.... Simplemente deslumbraba queriendo salir y apoderarse de mi... Disfrutando de todos éstos increibes placeres de los que, estaban tentandome...

Sonrei de medio lado a causa de mis reales pensamientos, de mis vanales ideas, pero en el fondo de mi mente retorcida las acariciaba como una fiel realidad...

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Paseo bajo la luna [Zéphyr Lezue]

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