Palacio del Conde de Verona, 18 de marzo de 1332 - Nicolas

por **Alessandra Di Stephano** Sáb Ene 29, 2011 5:31 pm

Palacio del Conde de Verona, 18 de marzo de 1332.

No había nada en esa noche, que le dijera a Alessandra que su vida cambiaria por completo. Vestida con aquellas ropas caras que su madre le había mandado a hacer por uno de los mejores sastres de Florencia, Alessandra portaba con un antifaz de color oro, a juego con su vestido rojo, como la sangre. Sus sirvientas, con ropas hermosas, pero ciertamente no tan costosas como las de su ama, seguían a esta, sin decir palabra. La fiesta estaba comenzando, pero aun así había más de un decenar de personas allí.

Con ese característico caminar, Alessandra entró al palacio, dejando a más de un hombre con la palabra en la boca. Ese vestido le hacía realzar su belleza física, más de lo que debía, siendo poco pudoroso, al menos para las mujeres, que envidiosas de la belleza de aquella amazona italiana, la criticaban a sus espaldas. Pero eso ya era conocido por ella, pero en vez de molestarla era todo lo contrario, su ego y orgullo aumentaban más de lo propio en una chica de esa época.

Los vestidos de diversos colores, y los antifaces, hacían que ese salón fuera colorido. Desde antifaces delicados, hasta algunos demoniacos, todos a juego para un gran baile, el baile del Conde de Verona. Algunos caballeros invitaban con la mirada a Alessandra, que con su sonrisa algo maliciosa, les hacía saber que no les interesaba su compañía. Con esa elegancia característica de ella, tomo una copa de vino tinto, llevándosela a sus labios, dándole un pequeño sorbo.

Sus ojos estaban puestos en los bailes. Un paso a la izquierda, y luego a la derecha. Un vals monótono, pero al mismo tiempo elegante y hermoso. Al menos para las parejas que podían compenetrarse bien. Porque es más que obvio que existían parejas sin ningún dejo de elegancia o de buen gusto, siendo la burla de la mujer castaña.

Buscaba con la mirada todas las personas que allí estaban. A lo lejos pudo visualizar a uno de los Condes de Florencia, al que saludo con la mirada. Más lejos se encontraba el Virrey de Italia, junto a dos de sus tan conocidas amantes. Todo un espectáculo para la vista. ¿Quién lo diría? Esos conocidos en la alta jerarquía, y que a sí mismos se llamaban cristianos, eran los primeros sin pudor alguno, que acompañaban a sus amantes. Alessandra sonrió irónica.

Dejo a sus acompañantes bailar con quienes quisieran. No pelearía por los hombres de aquella fiesta, sencillamente seria de muy mal gusto, y primero moría, antes de ser una más. Se sentó en una de las mesas, cuyas mantelerías finas, eran traídas desde Egipto. Volvió a llevarse la copa de vino a los labios, observando todo a su paso, esperando, sin tener idea de ello, a que su vida cambiara.

por **Nicolás D' Lenfent** Dom Feb 06, 2011 12:26 am

"La llegada del miserable violinista, el fin de una mascarada y el comienzo de la vida encarnada en el infierno"

"Valla".musito con descaro al ver a su damicela entregarle una invitacion al baile del Conde de Verona.Insolentes a pesar de todo deseaban su llegada al Palacio eso si que era de sorprenderse, despues de tantos negocios y rechazos en su teatro, querrer apoderarse de el si que era una bajesa Jamas nadie podra apoderarse de el. El es el unico dueño y el ma spdoeroso y ambicioso de los mejores teatros. Siempre tenia que estar el poder en todo esto. Valla ironia pero nunca nadie podra gobernar y apoderarse de nicolas, solo el y su alma eran unicos e independientes.SE retiro de su estudio dirijiendoce a tomar un baño arreglandoce para la mascarada. Finalizo de arreglarse y usar su apariencia como todo hombre caballeroso y atractivo a pesar de su inigualable belleza siempre queria vestir de ambiguedades muy caras, por su ambicion de lucir como todo un rey.
Vestia de un smoking negro, con zapatos muy brillosos que aprecia reflejar la divinidad de la naturaleza en ellos.El se veia en aquel espejo rupestre acomodando su cabello muy sensual, y de repente su damicela entro por la puerta mirandole muy provocativa arreglandole el cuello de su camisa blanca y el saco. El salio de ahi en cuanto mencionaron que su carruaje estaba esperandole.Guardando su antifaz en el bolsa de su saco y cogiendo su baston de oro que hacia lucir mas misterioso.

Su carruaje partio y el contemplaba la noche muy sensual y atractiva, el aire que rozaba en su piel era apasionado y de nuevo se describia como el aire que provoca y exita al pasar, el silencio como siempre sensorial y tranquilo era todo. Un mundo que el se imaginaba tranquilo y suavisador. El carruaje se detuvo al fin habian llegado observo el palacio y demasiada luz y eso era que estaba anurrida la mascarada pero, que nadie lo estuviera mas que ya habia llegado el "Demente".El iba subiendo escalon por escalon sacando su antifaz se lo coloco y mirando a todo quel que lo alagaba demasiado entre pensamientos,adentrandoce se abrio la puerta principal todo el mundo lo miraba misteriosamente otros algo provocativas y demas por criticas, el conde lo miro y haciendo aviso de su llegada el embozo una sonrisa por el silencio que habia forjado, asi que camino hacia el Conde llevando sus manos a la altura de su boca formanso una palmada pero sin hacer ruido. -Aqui me tiene M. Conde sus deseos fueron concebidos. menciono con sarcasmo y con afan de ignorar a todos los presentes.El conforme se acercaba al Conde el hizo una leve reverencia al igual que el lo hizo y solo espero su bienvenida acabando se retiro dirijiendoce a otro lugar mas apropiado para el. El miraba a las damicelas con expresiones fijas, multicolores de almas tribales;que alejan o acercan espiritus, “sinicas” y los males,dan fertilidad, riqueza;con sus ritos ancentrales,se esconden o asustan,sorprenden a los inmortales por su hipocrecia. Redondas o alargadas con cuernos o collares,genuinas, autóctonas, de artesania o de bazares. Son caras; perseguimos las originales femeninas o no, masculinas...las de rasgos singulares. Contamos su historia...y decimos sus ideales; bobos y sorprendidos quedan los comensales, envidian la vida rica entre tam-tanes y baleles, ellos carentes de aventuras y ausentes de lugares.

Pero expeto a la multitud jamás una peste había sido tan fatal y tan espantosa. La sangre era encarnación y su sello: el rojo y el horror de la sangre. Comenzaba con agudos dolores, un vértigo repentino, y luego los poros sangraban y sobrevenía la muerte. Pero Nicolas era feliz, intrépido y sagaz. Cuando sus dominios quedaron semidespoblados llamó a su lado a mil caballeros y damas, el había reunido todo lo necesario para los placeres. Había bufones, improvisadores, bailarines y músicos; había hermosura y vino. Todo eso y la seguridad estaban del lado de adentro. Que comence la funcion la obra dara comienzo. "La muerte roja".Aquella mascarada una serie imperial de estancias. En la mayoría de los palacios, la sucesión de salones forma una larga galería en línea recta, pues las dobles puertas se abren hasta adosarse a las paredes, permitiendo que la vista alcance la totalidad de la galería. Las ventanas tenían vitrales cuya coloración variaba con el tono dominante de la decoración del aposento. A pesar de la profusión de ornamentos de oro que aparecían aquí y allá o colgaban de los techos, en aquellas siete estancias no había lámparas ni candelabros. Le llamo la atencion una hermosa joven que parecia ser una princesa ya que lucia como tal pero sus pensamientos eran algo inconclusos, su mirada negra, el fuego que a través de sus se derramaba sobre las sombrías colgaduras, producía un efecto terriblemente siniestro, y daba una coloración tan extraña a los rostros de quienes penetraban en ella. "Muerte", sera eso lo que esperaba de su vida, o querer seguir siendo algo que no es. Por que siempre tenia que haber una mujer atormentada pero escondida entre lujos y riquezas, siempre tenia que ser la vida miserable bueno al menos eso era lo unico que el esperaba que todos fuesen asi.

Se dirijio a ella pero sin llamar demasiado la atencon era inevitable todos le miraban pasando enfrente de ella hizo una reverencia embozando una sonrisa muy atrayente, penetrando la mirada en ella. Y caminando lentamente hacia el otro lado donde se hallaba ella.

por **Alessandra Di Stephano** Sáb Feb 12, 2011 1:37 pm

La musica que comenzaba en el palacio, hizo que la mujer sonriera de mala gana. Allí sentada donde estaba, podía visualizar todo, desde las parejas que bailaban bien, hasta aquellas que lo hacían de manera ridícula. Una de sus doncellas se encamino hasta ella, y luego de una reverencia, le pidió que le permitiera salir con uno de los sirvientes del conde. Aquella patética doncella decía estar enamorada. La mujer bufo. ¿Cómo te atreves? Ya mucho hago con traerlas aquí le espeto Alessandra, llevando la copa de vino a sus labios.

La doncella se retiró rápidamente, volviendo a dejar a la mujer en soledad. Una y otra vez, la mirada de Alessandra se perdía entre los vestidos y los antifaces, haciéndola sucumbir en sus más oscuros pensamientos. A pesar de ser la más hermosa de todas las que bailaban allí, Alessandra era la más sola de todas. Su arrogancia y mal carácter, opacaban su belleza física, porque si bien era conocido el que ella era toda una “diosa pasional” también era conocido que no era una mujer sencilla o buena. Todo lo contrario, era una mujer corrompida por la vida, y que lo más probable era que cuando muriera, fuera a parar al infierno. Embozo una sonrisa. Incluso cuando conocía su “triste” final, lo tomaba con esa calma tan propia de ella.

Un hombre, de vestiduras y porte elegante, se aproximo, dándole una reverencia. La mirada tan penetrante y oscura de aquel hombre le atrajo, casi de inmediato. Era el primer hombre que lucía de esa manera en ese baile. Lo siguió con su mirada, hasta el momento en que este tomo asiento, próximo a ella. Esa mirada tan oscura de él, le provocaba escalofríos. Las miradas de más de uno se posaron en los dos, y más de un comentario de alguna mujer llegó a los oídos de Alessandra. Las envidias hacia ella eran demasiadas, y eso le subía aun más su orgullo y ego.

Buona notte dijo en italiano la mujer. Dirigiendo su mirada hacia el hombre, observándolo fijamente.

por **Nicolás D' Lenfent** Mar Mar 01, 2011 3:58 pm

Aun postrado en aquella silla elegante la cual tenia una excelente vista hacia aquella humana tan arrogante pero atrayente para si mismo ya que tenia un caracter el cual adoraba. Le sonrio aun saludandola con la mirada, alzando su sombrero e inclinando su rostro. "Espera", decian por dentro ya que solo queria invitarle a bailar, a danzar a la muerte que se acercaba. Al menos ella sentia eso ¿Por que?, ¿Es lo que deseaba en este instante?, "Excelente"al menos esta noche, este dia sera magnifico. Los aplausos empezaron a surgir de la nada no sabia el motivo de aquello, pero imitio prestando atencion aunque aun le miraba con la barbilla posada en su mano. "Bravisimo", La melodia sonaba como una locura envuelta en el paraiso, le entro las ganas de danzar, de sentir esa pasion con el cuerpo de aquella dama entrelazando las manos.Asi que como si fuese una cadena fuerte como un destino, Sacra como una vida, sensible como un alma;Le corto con un lirio y sigo su camino. Con la frialdad magnífica de la Muerte... Con calma su andar era como si el mundoe stuviese en suspendo por su presencia. Le sonreira a las damas que le miraban pero habia una en especial, "La mas bella", al parecer eso era lo que decia su mente, al menos reconocia que era diferente a las demas eso era exquisito ya que sus pensameintos eran muy provocativos.Empezo a tomar curiosidad su espíritu que se asoma a su laguna Interior, y el cristal de las aguas dormidas, reflejando un dios o un monstruo enmascarado en una esfinje tenebrosa suspensa de otras vidas.

La tonadas eran en honor al "Violinista del diablo", su sobrenombre fue pronunciado por el Conde, por esa razon necesitaba de una excelente compañia para envovler su mundo con ella, para traspasar la verdadera vida que tenia, cada sentimiento que recorria en su cuerpo en sus palabras. Al fin se hallaba enfrente de ella le extendio la mano haciendo otra
reverencia, solo esperaba que no rechazara ya que no queria hacerlo por las malas.Y aunque el sabia que no se negaria por que todo mundo presente les miraban.Con su mirar en ella sus pensamientos hicieron de su mirada casi dandole ordenes. Me haria el honor?...menciono con una voz seductora, con locura que despertaba en sus movimientos y sonrisas que a veces eran muy descaradas pero el era asi, desde su naturaleza."La Danza de la Muerte" Se oia rezonar, su unica melodia, su unica alma expuesta en sonidos en sentimientos mas profundos.

El guardián ahora asi tenian que llamarle a Nicolas, que miró hacia abajo en la medio de la noche, Sobre las bajezas que yacen dispersas allí, con su luz plateada llenaba el espacio, Y el salon, como el día que parecía brillar,Entonces vió, primero una inmensa oscuridad que se forjo al momento que la dama tomaba su mano para ir a bailar, y luego otra que solo habia luz en cuento caminaban ambos. El sabia que eso no era el espetaculo del Salon, eso era lo que el despertaba, con la ayuda del infierno empezo a sentir el fuego recorriendolo por dentro. Los gritos y clamores se elevaron alto,Se podia oir al moento los aplausos con miedo, hasta que el tiempo y la danza marcaron el mismo ritmo. La vista del guardián parecía abrumada de maravillas. Pero los bailarines se fueron retirando uno a uno,Hasta quedar completamente solo el centro para la pareja que se encaminaban para seguir con el baile. Llegando ambos llevo su mano a las caderas mas esplendidas que habia visto en toda su vida, acercandola a el mas con la otra mano tomo su mano, antes de que iniciara todo, el llevo sus labios en su oido-Pasion es lo unico que se necesita...Le susurro dando comienzo al baile al fin..Sus cuerpos se movian al compas, el giraba el cuerpo con elegancia
Ahora nada puede salvarlo de aquella atrosidad que estaba dando comienzo, no dejaba de sonreir ya que a la frialdad que sentia ella era por su presencia por el toque que tenia con el.

por **Alessandra Di Stephano** Mar Mayo 24, 2011 11:30 pm

{Lamento muchísimo la tardanza! He tenido demasiadas cosas, como la universidad, y eso, pero prometo que tratare de responder con mayor brevedad posible. Lamento mucho la espera^^}

Nunca una mirada la había hecho sentir nerviosa. Aquel misterioso hombre la hacia temblar, y no solo por el miedo, sino por la curiosidad. En instantes sus instintos le gritaban que se estaba metiendo en la boca del lobo, pero como se ha dicho "la curiosidad mató al gato" y ella estaba a punto de matar a Alessandra. Su corazón palpito de forma frenética al escuchar el apodo del hombre, "el violinista del diablo". Sus sirvientas solo pudieron balbuceara alguna que otra plegaria, Alessandra sonrió. Nunca había sido devota, no comenzaría a hacerlo ahora. Negó la cabeza ante las ignorancias de las mujeres.

El hombre se había acercado, estirando su mano para que lo acompañase a el primer baile. Nuevamente sus instintos le pedían a gritos que no lo hiciera, pero la curiosidad era demasiado, así que sin pensarlo mucho le dio su pequeña mano al hombre, para colocarse de pie y cruzar la pista junto a él. Las miradas de todos estaban colocadas en la extraña y atrayente pareja. "La Danza de la Muerte" un curioso nombre, pensó Alessandra sin imaginar que esa seria su única danza como humana.

Las manos del hombre se colocaron en sus caderas, de forma elegante y provocando un escalofrió por la espalda descubierta de la mujer. Las palabras dichas a su oído fueron el detonante de querer conocer mas acerca de ese hombre, parecido a un dios. Pasión es lo que todos los que estamos aquí buscamos. comento en un pequeño susurro. La danza comenzó, una danza llena de elegancia y porte, la que era observada por todos lo que estaban allí. Sus cuerpos se movían al son de la música, sin cometer ningún error.

por **Nicolás D' Lenfent** Miér Jun 15, 2011 5:09 pm

Reia como si el mundo lo tuviera a su pies, prestaba su mriada en ella pareci apetrificarl,a era hermosa era una especie de alucinacion al verla, al sentirla. Se decia a si mismo que ella era algo mas, en ella encontraba una compañia como aquel hombre, su creador maldito. "Lestat De Lioncourt", Siempre sabia que estaria presente, y por que sentir en ella lo que un dia llego a sentir por el. Pero esto era estraño. La queria a ella, tan solo al verla ya la deseaba, deseaba tenerla pero no de una forma si no como aquella dama que el acompañe.

Querer desear recordar los viejos tiempos en ella guardaba su mas tremenda pasion por Lestat pero jamas lo demostraria y claro jamas lo diria. Sonreia maravillado por el baile, le mriaba aun extasiado y algo enloquecedor por el roce de su piel.
Parecian desaparecer entre toda la multitud, y ahi empezo el gran espectaculo de la noche. Deslizaba sus manos con suavidad en aquel cuerpo, queriando atraerla a ella que sintiera su cuerpo y que aclamara que le tocara.

Aun la sujetaba con delicadeza pero esa delicadeza se convertia en fuerza pero sensual, seducciendola con el baile, con el ritmo, con la melodia.
Le daba vueltas y vueltas queria que enloqueciera con el, que se perdieran en aquel sueño donde veia todo un mundo hermoso, aquel mundo que siempre se soñara pero jamas se hara realidad.

La velocidad fluia, con los labios seguia el camino de su cuello, sujetandola con la cadera dandole vueltas, sintiendo la textura de su cuerpo. Sus malditas manos se perdian en el camino, y se hallaban en aquel cuello ajeno tan exquisito y delisioso. Le presiono con uno de sus dedos de la mano derecha en aquel cuello prohibido y anhelado por el. Veia como salia aquella gota de sangre tan ferviente y exquisita.
Sus ojos se mostraron de color marron, muy oscuros por el deseo de probarla, de tenerla. Tenerla como jamas se imaginaria que llegase a pasar.
La deseaba entera, se perdia en ella sin estar conciente d elo que hacia, pero en cierto momento el estaba conciente de que la queria toda, queria que fuese un alma maldita para el, alguien con quien pueda estar por el resto de su maldita eternidad.

Mujer, mujer lujuria de Nicolas. Queria que ella fuera una amiga para el, alguien con quien no haya limites ni haya dolor, que todo sea libre, paz, tranquilidad, cariño sobre todo. Su compañera pero compañera fiel, una mujer la cual sea como su propia alma.

"Deseos".Estupidos deseos incontrolables, y bueno el baile era una gran herramienta que seduccia bastante, veia sus ojos apasionales, su rostro veia y parecia estar perdida en sus roces, perdida en los deseos igual que el.

Mientras le daba vueltas con rapidez pero combinadas con delicadeza y suavidad. Subian, volaban como dos almas juntas buscando un camino a la perdicion.
Le seduccia verla, le atraia la sangre que recorrian en sus venas, en esas dulces y generosas venas.

Y aqui siendo este, el baile,del fin de su vida,si la danza termina,se corta su cinta. El hombre que la acompaña,es un acecino despiadado,que le arrebatará la vida,en cuanto terminen los pasos.nadie sabrá como,pero, el la matará. No dejará que dé un respiro demás.

Ella baila con la muerte, esa es la gran sorpresa,pero cuando se desenmascare,ella habrá perdido la conciencia. El Vampiro. ¡Mirad al Vampiro!.Quien es el vampiro'..Mujer es el que baila contigo, el que te manipula y te descontrola.

Inclinado aun en su cuello besandole, gozando de su olor, de su sabor. Podia ver como se iban los árboles de la pimienta, los pequeños botones de fósforo.y los valles de luz que el cisne levantaba con el pico. Era el momento de las cosas secas,de la espiga en el ojo y el gato laminado,del óxido de hierro de los grandes puentes y el definitivo silencio del corcho.

Era la gran reunión de los animales muertos, traspasados por las espadas de la luz;
la alegría eterna del vampiro con las pezuñas de ceniza y de la gacela con una siempreviva en la garganta. En la marchita soledad sin honda el abollado vampiro danzaba. Medio lado del mundo era de arena, mercurio y sol dormido el otro medio. Desfiladeros de cal aprisionaban un cielo vacío donde sonaban las voces de los que mueren bajo el guano. Un cielo mondado y puro, idéntico a sí mismo, con el bozo y lirio agudo de sus montañas invisibles, acabó con los más leves tallitos del canto sin encontrar el desnudo de su mujer que mide el cruel silencio de la tentacion. No es extraño para la danza el cielo tendrá que huir ante el tumulto de las ventanas.

No es extraño este sitio para la danza, yo lo digo. El vampiro maldito bailará entre columnas de sangre y de números, entre huracanes de oro y gemidos de mujeres apasionadas que aullarán, noche oscura, por tu tiempo sin luces, el estaba en la terraza luchando con la luna. En sus ojos bebían las dulces vacas de los cielos. La gota de sangre buscaba la luz de la yema del astro para fingir una muerta semilla de manzana.

Pero no son los muertos los que bailan, esta seguro. Los muertos están embebidos, devorando sus propias manos, los que beben en el banco lágrimas de niña muerta

Que ya las cobras silbarán por los últimos pisos, y muy pronto, muy pronto, muy pronto.
El vampiro. ¡Mirad al Vampiro! ¡Cómo escupe veneno de bosque.

-Baila que esta noche moriras..-Le susurro entre besos en el cuello, palabras tan hermosas que rimaron ante tanta belleza, tanta pasion. Aun ambos volaban el queria seguir epro era inevitable tenian que bajar y seguir con otro rumbo pero esperar que la noche aun no acaba.

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Palacio del Conde de Verona, 18 de marzo de 1332 - Nicolas

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