Donde nos lleven nuestros pasos [Lionel]

por **Andrei Neverov** Dom Ene 30, 2011 1:59 pm

El día se presentaba nublado, gris, taciturno. El viento levantaba las hojas de los árboles sin ninguna consideración, sacudiéndolas con violéncia y arrastrándolas más allá de las ramas que les habían dado vida. Andrei alzó la mirada hacia aquellos árboles que se extendían a las afueras de la ciudad, libres de todo orden humano. Le gustaba sentir que había algo que la mano del hombre no podía alcanzar o moldear a su antojo, sentir que estando allí era un poco más libre, un poco menos razón y más instinto. Aunque sólo fuera un vago sueño del que tarde o temprano había que despertar.

El joven suspiró, sin saber exactamente cómo había llegado allí. No podía asegurar cómo había conseguido, sin siquiera proponérselo, dejar atrás el laberinto de edificios y callejones que formaban París. De algún modo, sus pasos habían decidido llevarle a las afueras, donde las casas perdían su brillo y las calles su elegancia. Sabía que ese no era el camino que estaba buscando, pero aún así Andrei se dejó llevar más allá, movido por la intensa curiosidad de comprobar hasta dónde podía llegar y qué podría encontrar por el camino. Había podido comprobar como las personas empobrecían frente a sus ojos a medida que se alejaba del centro de París, como la suciedad se hacía cada vez más presente y como las calles se estrechaban a su paso.

Quizás por eso se sintió mucho mejor cuando pudo dejar atrás aquellos resquicios de la ciudad, cuando consiguió entrever por fin algo de belleza natural. Andrei alzó la mirada a las copas de los árboles y se sintió tentado a continuar, a ir más lejos. Sus pasos se reafirmaron entonces y recorrieron la zona arbolada con mayor presteza y vivacidad, acelerando el paso cada vez más hasta que el paseo se convirtió en una carrera frenética. No tenía rumbo, tampoco lo necesitaba. Se dejaba llevar por el instinto, corria en la dirección que más le atraía y cuando creía que ya no podía seguir con aquel ritmo, lo aceleraba un poco más.

No obstante, algo cortó aquella carrera en seco y le hizo detenerse. ¿Carretas? Andrei caminó hacia ellas, extrañado. Su pecho subía y bajaba con rapidez en busca de un oxígeno que no parecía llegar a ser suficiente, y sus mejillas se habían tornado rojas por el esfuerzo. El cambiaformas se acercó a una de las carretas y posó su mano sobre ella, como para cerciorarse de que eran reales. ¿Dónde estaba? Nunca le habían informado sobre aquella zona apartada de la ciudad, y aunque veía algunas personas paseando de un lado a otro entre las múltiples carretas, Andrei no se atrevió a preguntar.

El chico retrocedió un par de pasos, dispuesto a marcharse y a encontrar el camino por sí mismo, cuando un maullido le llamó la atención. Bajó la mirada y allí, a sus pies, un gato grande de pelaje tostado le miraba fijamente. Andrei sonrió ligeramente y se agachó para acariciarle entre las orejas, como a él mismo le gustaba que hicieran.

-¿Tú sabes dónde estamos? -Le preguntó, en voz baja. El animalito como toda respuesta maulló una vez más y se sentó, tranquilo.

El cambiaformas suspiró sin borrar aquella sonrisa que había aparecido en sus labios y supuso que tendría que volver a la ciudad por sus propios medios.

por **Lionel D'Maine** Mar Feb 01, 2011 11:22 am

-El dia era absurdo, todo era absurdo si se miraban con ojos polifacéticos pues despues de todo lo que habia sucedido en el dia le obligaban aun mas a ayudar a todos los gitanos...habia acabado su trabajo en los viñedos incluso habiendo pedido salir un poco más temprano pues la fiesta de los gitanos estaba a punto de continuar, Lionel quien no poseía la musculatura necesaria para algunos trabajos era cruelmente rechazado del grupo de los hombres, los ancianos parecian odiar al gitano sobre todo por los cabellos largos que poseía aquello que le daba una apariencia bastante "cavernicola" segun habian mencionado muchos de ellos.

Si quisiera cocinar las mujeres empezarian a hablar sobre la solteria del gitano pues era bien presente que la etnia gitana se comprometia a una edad bastante temprana, asi que el unico lugar que habia para el era con los niños quienes ya parecian ver a Lionel como una especie de sustituto en aquellos momentos, los hombres le juzgaban, las mujeres no paraban de hablarle, los niños no paraban de tirarle para ganar su atención aquello era como...¿como que? pues bastante absurdo de nuevo si le preguntaban ahora cuantas veces habia pensado que todo era absurdo podria ser rico en cuestión de segundos-

Niña1-¡Lioneeeeeellll!

¿Q-que?

-Los pensamientos del gitano habian sido interumpidos por los lloros de una niña, automáticamente Lionel se arrodilló tomando a la pequeña en brazos mientras intentaba calmarla, pues estaba balbuceando todo el rato palabras que no llegaba a entender demasiado, era normal debia primero de calmarse para que el susto inicial hubiera pasado, Lionel era paciente en esos casos por eso seguia andando con la pequeña en un lugar a otro besando su frente mientras algunos niños le seguian y otros reclamaban ahora a lionel el estar entre sus brazos-

Niña1- Misifu se ha ido

-¿Quien es misifu? fue lo primero que quiso preguntar, pero entonces escucho a otro niño que decia "¿tu gatito se ha marchado?" asi que misifu era un gato, una sonrisa se volvio un poco mas evidente del rostro de Lionel mientras pensaba finalmente que aquel nombre era bastante clasico para un felino, clasico, pero aun asi no sabia quien era el señor misifu hasta que se lo habia explico un niño, la imaginacion de los niños no era muy buena, ultimamente habia escuchado unos nombres extraños a los animales como "grisito" "euphemia" "federico" en la epoca de Lionel los gatos solian ser mas simples, con llamarles "black" venian al instante. La niña volvio a llorar mas fuerte aun cuando le dijeron lo del gatito entonces Lionel volvio a suspirar haciendole pequeños mimos a la pequeña volviendo a mirarle a los ojos sonriendo-

Portate bien. Misifu estará en el campamento, ire a buscarlo y lo traeré para ti ¿entendido?

-La niña al instante parecia dejar de llorar, con cuanta facilidad parecian cesar esas lagrimitas, algo que empezo a hacer sonreir a Lionel, asi que deposito a la niña en el suelo que iba seguramente corriendo a contarselo a la madre para que esta supiera que Lionel iria a por su gatito , el gitano emprendió la marcha con las manos en los bolsillos mientras un bostezo irremediable se escapaba de sus labios, estaban en invierno asi que el aroma frio le estaba devolviendo un poco a la vida, era normal que despues de ese adormecimiento general los acontecimientos le obligaran incluso a levantarse un poco mas, se mordió los labios colocando las manos tras la espalda, negandose a gritar "misifu" por donde pasara.

Mientras caminaba, parecia que si, que Misifu se habia marchado pero entonces escucho una voz que aunque era suave era lo suficiente viva como para no ser parte de una ilusión, Lionel continuó moviendose quizás un poco mas rápido hasta que se detuvo quedando en frente de un joven que estaba sentado al lado de un gato, ¿ese seria Misifu? no tenia ni idea ya que no sabia como era precisamente el gato de la muchacha, al ver al joven Lionel le sonrió con cierta ternura, parecia que estaba cansado, ¿Seria del campamento? no le sonaba demasiado.

Cuando quiso hablar, sus hombros se tensaron, sus pupilas se dilataron haciendo que Lionel suspirase pues al parecer no era un gitano pero si una criatura sobrenatural, varios segundos despues aquella incomoda tension parecia haber desaparecido diciendole abiertamente que aquel muchacho no era peligroso, solo que era de una raza distinta a la de Lionel, el gitano al final se sentó en frente de ellos dejando que sus cabellos le dieran aquel aspecto desaliñado que casi siempre poseía haciendo sonreir al gitano-

¿Estas bien?

-Sabia que aquello no era precisamente lo mas indicado para una conversacion a primera vista, esperaba que no le hubiera asustado o que creyese que Lionel era una especie de pervertido, le habia pasado demasiadas veces en las que por eso sus movimientos iniciales eran siempre quedarse a una distancia prudencial para asegurar no solo con sus palabras sino tambien con su cuerpo que no iba a hacerles nada malo-

por **Andrei Neverov** Lun Feb 21, 2011 12:49 pm

El gato, a diferencia del cambiaformas, parecía totalmente relajado y cómodo en aquel ambiente que a él se le antojaba extraño, casi fantasioso. Eso era algo muy común en los gatos callejeros, sentirse como en casa incluso en las zonas más insospechadas. Haberse privado de las comodidades de un hogar les había hecho inmunes a cualquier obstáculo que la naturaleza o el hombre le impusiera, y eso los hacía criaturas admirables.

Andrei rascó al animal entre las orejas y le sonrió como sonreiría a un nuevo amigo. La parte de sí mismo que correspondía al gato solía sentirse identificada con los de su especie y, de algún modo, ellos también parecían reconocer que algo en el interior del joven llevaba la marca del felino. Por eso los encuentros fortuitos con los de su especie eran tan numerosos, y esa era la razón también de que muchas veces tuviera que lanzarse en una carrera desesperada para huir de una dentellada canina.

-Apuesto a que a ti también te han perseguido alguna vez. ¿A que sí? -Inquirió el joven, alzando el labio superior con evidente desagrado. No confiaba en que el felino pudiera entenderle, pero le gustaba hablarle a los animales como si realmente fuese así. Era una costumbre que no podía arrancarse, pero por suerte no había nadie para escucharle...

El cambiaformas aguzó el oído entonces, porque ese pensamiento le devolvió a la situación en la que se encontraba. Varios pasos y voces a lo lejos, aunque el ruso no podía decir ni cuantos eran ni si podía fiarse de ellos. Inmediatamente alargó las manos para coger al gato y se puso en pie, retrocediendo un par de pasos a la espera de que llegaran. Sin embargo, no esperó que uno de ellos surgiera de pronto, alejado de los demás.

Andrei dio un respingo con el gato aún en los brazos y le clavó la mirada, evaluándole. Tenía el pelo más largo que algunas mujeres, liso y bien cuidado, eso fue lo primero que sorprendió al joven. Lo segundo, que pese a su rostro bello y fino, no se parecía a un mujer. Tenía algo que hacía sus gestos y sus rasgos masculinos e indudablemente atractivos. El ruso carraspeó suavemente, nervioso por haber sido sorprendido.

-Yo...eh...sí, estoy bien. Estoy bien.-Respondió, no muy convencido. Después, tras unos instantes de incómodo silencio, procedió a hablar de nuevo.-¿Qué es este lugar? Nunca había oído hablar de él.-Explicó, observando las carrozas. Quizás aquel joven podría indicarle el camino de vuelta o al menos aclararle qué hacían allí aquellas extrañas casas rodantes.

por **Lionel D'Maine** Vie Feb 25, 2011 10:04 am

Lo siento, Lo siento no era mi intención asustarte

-Lionel no tuvo mas remedio que llevarse la mano a la mejilla rascándosela cuando habia descubierto que el gato de aquella pequeña gitana estaba en los brazos de aquel muchacho, los cabellos de Lionel se mecieron con ayuda del viento trepando por las escaleras invisibles del cielo hasta volver con las manos vacias a los hombros de Lionel, donde contaban sus hazañas y buscaban superarse...no hizo caso a sus cabellos que seguian con aquella historia sino que se acercó a pasos muy suaves al chico como si no quisiera asustarle más.

Además debia de ir suave por aquella sensación de tensión en los hombros que habia nacido al contemplar el aura de aquel muchacho, sus pupilas se dilataron consiguiendo escapar de la vista del desconocido cuando ladeó el rostro volviendo la vista atrás, tenia mucha suerte de que nadie le hubiera atrapado especialmente alguno de los hombres gitanos que no aguantaban que las otras personas se metieran en su territorio, no tardó en sentarse en frente del joven mirando al fin al famoso gato que seguramente todos estarian buscando-

No se si te guste la respuesta...

-Mencionó dubitativo cuando le pregunto por el lugar, muchos creían que el campamento gitano era...¿como entrar en una guerra? no iba a poder negar que cuando algun gitano descubria a otra persona en su territorio lo primero que hacia era amenazarles pero no era muy consciente de que sus amenazas eran un poco mas falsedad que realidad, especialmente con aquellos que no parecian tan brutos...pensó en que decirle, no queria asustarle pero tampoco podia negarle que estaba en un lugar del que seguramente hubiera escuchado hablar mal-

Estas en el campamento gitano. Ese felino se llama misifú y yo soy Lionel D'Maine un placer

-Le sonrió con ternura cuando alzó la mano derecha acariciando el lomo del gato una vez más, era bastante suave lo que instaba a poder acariciarle a pesar de que Lionel tuviera preferencia por los perros no pudo evitar caer en la tentacion de envolver en sus brazos a aquel pequeño gato que estaba más que comodo en los brazos de aquel joven, ¿sabia el animal que habia dado un susto tremendo a su ama? aunque los niños parecia que se asustaban por todo eran muy fieles y cariñosos a sus mascotas-

¿Te has perdido?

-Alzó la mirada, acomodándose un poco mejor, recostándose aunque despues de ello cambio de sitio colocándose sentado al lado de Andrei, miró el paisaje que estaba observando el pero como segun decia un filósofo nunca del mismo punto de vista, el mundo se rige segun los puntos de vista de las personas porque un mismo paisaje se podia mirar de una forma muy distinta, Lionel podia contemplar la tierra o incluso escuchar el sonido de las briznas secas que parecian mentalmente preparadas para abandonar el sitio en un largo viaje mientras que aquel muchacho podia incluso mirar otro paisaje distinto, contemplar el cielo, otras zonas que Lionel no podia contemplar...se mordió el labio dejando que la magia de aquel momento le silenciara por unos momentos volviendo la vista hacia su acompañante esperando que no iniciase su marcha o mejor dicho su huída al saber donde se encontraba.

Los gitanos no pasaban unos buenos tiempos aunque eso le hacia cuestionarse ¿cuando si los habian pasado? la mayor parte del tiempo eran perseguidos lo cual no era para nada gratificante, tambien estaban a cada momento siendo cuestionados además de que tenian prohibida la entrada a algunas zonas en las que solamente permitian a Lionel que aun habia escondido que era un gitano, aquello no agradaba a los ancianos pero la juventud del campamento lo veian como una ventaja más esperando que los parisinos no se percatasen-

por **Andrei Neverov** Lun Feb 28, 2011 10:42 am

Una segunda mirada más objetiva y menos crítica le bastó al cambiaformas para cerciorarse de que aquel joven no parecía tener malas intenciones. Se aproximó a él el paso que había retrocedido antes, aún con el gato en brazos, y evaluó con cuidado sus palabras. ¿Por qué no debería gustarle la respuesta? ¿Acaso era una especie de lugar prohibido? Andrei miró de nuevo las carrozas por encima del hombro del joven intentando encontrar algo que pudiese ser reprobable y se encogió de hombros suavemente. Nada extraño, a simple vista, entonces ¿por qué...?

El joven le respondió con las pertinentes presentaciones y el felino se vio en la obligación moral de hacer lo propio. Sujetó al gato con un brazo y extendió la mano contraria con una sonrisa algo nerviosa, insegura.-Yo soy...Andrei Neverov.-Contestó, y acto seguido miró al animal en sus brazos con una sonrisa más relajada.-Así que te llamas Misifú...Tus dueños te estarán buscando.-Murmuró, acariciándole el cuello. El gato, como toda respuesta, frotó su cabeza contra el hombro del ruso.

Después, con un suspiro, el espia depositó al felino entre los brazos de Lionel y le acarició entre las orejas como despedida. Sonrió ligeramente.-Supongo que si conoces al gato, también sabrás quien es su dueño. Los gatos tenem...-Sacudió un poco la cabeza y rectificó rápidamente.-...tienen un gran sentido de la orientación, pero si está acostumbrado a vivir en una casa y se pierde en el bosque es posible que no sepa cazar y alimentarse apropiadamente. Será mejor que vuelva pronto.-Explicó, alternando su mirada entre el animal y el joven.

La pregunta que recibió a continuación, sin embargo, le hizo fijar los ojos oscuros solamente en Lionel. Asintió lentamente antes de contestar.-Sí. Nunca había oído hablar de esta zona. Créeme, si alguien me hubiese hablado sobre un campamento compuesto por tan llamativas carrozas, me acordaría.-Bromeó, sonriente.-¿Quién vive aquí?-Cuestionó, inclinándose un poco para poder observar mejor a la gente que se paseaba entre las tiendas y carrozas.

Se sentía realmente intrigado. Casi parecía un escenario de leyenda donde todos los ambientes y personajes pertenecieran a una época distinta, a un mundo distinto. Poco o nada tenía que ver aquel campamento con lo que alguien podía ver habitualmente en parís. Las calles pavimentadas y bien definidas contrastaban con el suelo de gravilla sobre el que se aposentaba el campamento; las casas de piedra o madera, aunque pequeñas y algo decadentes, se oponían a los coloridos y ambulantes carruajes que conformaban el hogar de los que allí vivían. Andrei se maravilló mientras observaba a un pequeño grupo de niños que jugaban risueños con un par de perros de pequeño tamaño.

-No parece un lugar...peligroso.-Murmuró, más para sí mismo que para Lionel. En su detallado examen casi había olvidado que se encontraba frente a aquel joven de largos cabellos.

por **Lionel D'Maine** Vie Mar 11, 2011 11:08 am

-Con un sonrisa acaricio el lomo del gato que se dedicaba a erizarlo mientras los dos le estaban dejando mimos por doquier, como decia su instinto aquel muchacho no era mala persona asi que solo se habia perdido, el hecho de que el gato llamado misifu estuviera ronroneando no le distraia de lo que habia dicho percatandose de aque iba a decir otra cosa cuando cambio rapidamente de frase, no queria empezar aquella conversacion deseando que le dijera que era lo que habia dicho o en su defecto asustandose con los deseos de conocerle un poco mas...¿que malo tenia? bueno a decir verdad es que Lionel a veces podia resultar intimidante en cuando a conocer a personas se trataba debido a que su caracter siempre habia sido un poco mas cercano a las personas en un paris donde las personas no se tocaban, abrazaban o alguna de aquellas cosas él era uno de los pocos que disfrutaba del calor humano-

Si...aunque no se como sean los gatos gitanos creo que poseen mucho mas caracter que los gatos normales a decir verdad

-Musito mas para si mismo que para su acompañante especialmente porque sabia que cada gato se comportaba distinto segun donde hubiera crecido, la mayor parte de los gatos eran mas dulces o mas dependientes mientras que los gitanos preferian a las mimosas criaturas a las que mientras podian acariciarlas podian sobrevivir a solas, el ser gitano era duro pues debias de acostumbrarte a saber que no habria comida siempre ni tampoco podrias sobrevivir todos los dias, debias de buscarte a un compañero habil, por eso la mayor parte de los gitanos poseian o perros o gatos.

Cuando de nuevo la mirada de aquel chico fue hacia las carrozas unasonrisa se formo en sus labios mientras miraba el mismo paisaje, pero con una diferencia que el lo veia como su hogar, habia mucha gente que se dedicaba a pensar que la mayor parte de lo que alli veian era parte del paisaje, como las figuras de los hombres que iban de allá para acá con las manos llenas, el ruido de los niños, el ausente gemido de los perros pidiendo algo de comer o los cachorros que deseaban un poco de juego antes de cenar, podria decirse que a pesar de los tiempos que estaban pasando los gitanos se encontraban bien en ese campamento.

Habia gente que iba, otra que venia y todos parecian conocerse, eso era lo bueno pues aun recordaba cuando vino a Paris la primera vez, sintio como todos a su alrededor le estaban mirando como si fueran superiores incluso alguna que otra vez habia tenido que suspirar al marcharse con los brazos vacios despues de que todo le saliera mal, pero con unos meses los gitanos le habian acogido ahora podia hasta cuidar de los niños, ayudar a los hombres a las mujeres y los mas veteranos que no se iban a mover de Paris eran los que mas acababan encariñandose con el, se mordio entonces el labio inferior cuando sonrio-

Claro que no es peligroso...pero no se que hayas oido hablar de los gitanos por eso dije lo de antes

-Se tomo la confianza para acariciar los cabellos del muchacho con docilidad riendo dulce, claro que no eran peligrosos, pero tenian su particular forma de ser un poco mas bruta que los demas parisinos...se levanto entonces colocando las manos en las caderas mientras se estiraba un poco, el felino estaba ronroneando en las piernas de Lionel como si aun quisiera seguir en su regazo cosa a lo que no pudo negarse tomando el gato entre sus manos con una sonrisa en los labios...ladeo el rostro para volver su vista a Andrei guiñandole un ojo-

¿Porque no te vienes conmigo? seguro que la dueña de misifu quiere darte las gracias

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