Pisando tierra firme (Libre)

por **Mathias Van Der Berg** Lun Ene 31, 2011 6:07 pm

A pesar de ser originario de Europa, para él, visitar aquel lugar significaba un choque cultural enorme, pues desde que había sido convertido y tomó la decisión de ser marino, pasaba la mayor parte del tiempo en el sur Asia, en el territorio que comprendían las Indias orientales neerlandesas. Había incurrido en la conquista de algunas tierras y estableció su estadía permanente en esa área, visitando de vez en cuando, las interesantes y hermosas tierras de China, Corea y Japón.

Todo en el viejo continente era absolutamente distinto: aromas, vestimenta, lenguaje, y entorno. Europa parecía ser un poco más ordenada en cuanto a apariencia, pero no demasiado, ya que sólo los sectores más importantes y donde residía la clase alta, eran los únicos que representaban el lado bonito del y éste era el que establecía las más notorias diferencias, porque al fin y al cabo, si uno se paseaba por las zonas más pobres, era como visitar un sector del imperio de las Indias orientales británicas.

Al bajar del barco, recorrió con la mirada el lugar, poco había cambiado con el paso del tiempo, aunque debía asumir que no había sido mucho la última vez que pisó Francia, pues recordaba que hacía demasiado tiempo un tripulante coreano, había desaparecido al bajar del barco. Sonrío de medio lado, con un tanto de sarcasmo, seguramente el tipo no debía haberse extraviado, era demasiado astuto y era probable que ya hubiese empezado a establecer su vida en Paris. Qué ironía, él mismo prefería quedarse en las lejanas y místicas tierras de oriente, y los asiáticos preferían el aburrido occidente, supuestamente porque les ofrecía más oportunidades.

Con pasos calmados y firmes recorrió la orilla del puerto y se quedó observando el horizonte, donde la luna se asomaba tímidamente entre algunas nubes y mostraba tenuemente su brillante reflejo en el agua. Eran obvias las razones por las que había calculado su arribo para la noche, era óptima para poder hacer un recorrido tranquilo desde el puerto hacia París y poder instalarse con calma en el lugar donde se alojaría. Se apoyó contra un barandal fijando la mirada contemplando las siluetas y las débiles luces de las velas que iluminaban algunas de sus partes, se preguntaba cuándo volvería a montarse en el suyo, pues no siempre encontraba las mismas ofertas en cada viaje y mucho dependía de ello su próximo retorno a Asia, pero sin duda fuera cosa de un mes o seis, siempre habías forma de sacarle provecho a su estadía.

por **Maharet1** Lun Ene 31, 2011 10:28 pm

Definitabamente mi ausencia por tierras europeas no paso por alto, aunque me habia ido por mas de un año una madrugada en dias festivos franceses. Por un arranque de colera y de muy mal humor, arrancando cortinas de mi habitacion, destrosando el salon principal de la mansion y dando la orden que todos se fueran; me largue de Francia hacia Egipto para reencontrarme a mi misma.

Egipto me esperaba ansiosa, llenas de fiestas, viejos amores, viejas amigas y asuntos pendientes por resolver. Mi palacio se encontraba en un reluciente estado, mis ropas brillaban al sol y el jardin florecio solo con verme. Me quede y olvide toda Francia, todo Paris y su gente de perfumes horrendos.

Sola una noche hermosa en Egipto me hizo regresar a Paris, solo un mal presentimiento me trajo al pais de los perfumes horrendos... y aqui estoy para saber que pasara ahora en adelante.

Mirando a los franceses que no quitaban los ojos de mi vestidura egipcia y susurrando que ya llego "la come hombres hermosos para su presiada mansion".

-"estupidos humanos"-pense con una sonrisa en mi hermoso rostro

por **Mathias Van Der Berg** Miér Feb 02, 2011 8:28 pm

Seguía contemplando el horizonte, organizando mentalmente todas las tareas que debía realizar llegando a la capital, no eran demasiadas; sólo eran calcular el tiempo en que estaría temporalmente en la casa de un conocido mientras buscaba un lugar propio para vivir, además de buscar un negocio viable para subsistir si su estadía se prolongaba. Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando unas pisadas se oyeron cerca de él, no necesitó voltearse para darse cuenta que se trataba de uno de los suyos, su aroma le delataba. Sintió curiosidad por saber de quién se trataba, pero no se tomó la molestia de voltearse por completo, sólo giró un poco la cabeza para poder darle fin a su duda y su respuesta le sorprendió un poco: era una mujer que no daba ninguna muestra de ser Europea, en cambio, sus facciones, vestimentas e indumentaria, mostraban ante él, una mujer de tierras lejanas, ¿del Medio oriente quizá?

Alcanzó a observar que aquella mujer sonreía al oír quizá que palabras de los transeúntes, le daba impresión que lo hacía con desdén, así que supuso que no eran comentarios que a ella precisamente le placieran. Se sentía como si la acechara al quedársele mirando, pero la mujer por su apariencia le había parecido bastante interesante, le agradaba conocer a gente de tierras lejanas, consideraba que tenían mucho más que decir respecto a las aburridas noches Europeas, por el mismo motivo, decidió acercársele, dispuesto a conocer más de esa vampiresa.
Con paso decidido pero calmado llegó hasta donde se encontraba la extranjera, no le gustaba mostrarse pedante ante los demás, eso era de muy mal gusto.

-Buenas noches- Saludó sonriendo con la misma calma- ¿Ha desembarcado esta noche también? – Guardó silencio un momento, pensando en lo siguiente que decir- Si no le incomodo quisiera saber desde qué lejanas tierras proviene.

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