Pisando tierra [Pv Adelaide]

por **Bard Blase** Sáb Ene 04, 2014 1:26 pm

Por fin tierra firme, aunque viajar en barco suele ser agradable, el tiempo prolongado lo vuelve algo tedioso, al menos había tenido tiempo para pensar un poco en todo, pero también gaste todo lo que me quedaba en este viaje y ahora debía encontrar la forma de adquirir dinero, aunque se que hay cosas que ni con todo el dinero podría conseguir tengo que intentarlo, ademas, ya estoy aquí, algo bueno debe salir de todo esto.

A medida que el barco se acerca a puerto la tripulación se agita por la llegada, yo me organice con el fin de estar listo para la llegada, -jahhhh- supure luego de ver lo poco que me quedaba nuevamente para luego sacudir la cabeza y tratar de volver a centrarme. aproveche para despedirme de algunos de los tripulantes con los que había entablado una corta pero agradable amistad y por ultimo al capitán con quien tuve un buen trato desde el principio, en alguna otra oportunidad espero volver a surcar los mares en su barco.

Inmediatamente luego de llegar al puerto y de tirar el ancla todos los pasajeros comenzamos a bajar del barco y me dispuse a avanzar por entre el bullicioso puerto lleno de personas buscando algo de dinero, yo podría ser uno de ellos en cualquier momento, aunque estos oficios no se me dan muy bien si necesito el dinero tendré que hacerlo.

Sobretodo:

por **Adelaide of York** Lun Ene 06, 2014 8:52 am

Era un día soleado, el clima mejoraba notablemente luego de navidad y aunque no estábamos ni cerca a las temperaturas del verano el frío al menos ya no te calaba los huesos debajo de las múltiples capas de tela del vestido. Habíamos salido a pasear con el mayordomo de Robert y además a hacer algunos recados. Al parecer iba a llegar algún tipo de mercancía de Londres, quizás un baúl con cosas suyas o un mueble… me la pasé una hora en carruaje pensando en qué podría ser mientras recorríamos de un lado a otro la ciudad de París, miraba por la ventana los diferentes barrios, puentes, casas y negocios soñando con el puerto. Los puertos en general eran grandes y caóticos, en casa había visitado uno o dos en compañía de mi padre. Los marinos eran personas amables siempre y cuando tuvieras dinero, las negociaciones eran duras y la gente iba y venía sin mucho orden.

Al final llegamos a una de las calles que daban al puerto, había un par de oficiales de la guardia que nos dieron paso y nos escoltaron hasta donde dejamos el carruaje, aparentemente no recibían carruajes tan ostentosos muy a menudo pues al abrirse la puerta y bajarme del carruaje abrieron sus ojos como si hubieran visto un fantasma. El vestido no era muy elaborado pero si costoso, gris oscuro con detalles azul rey en detalles hechos a mano en el borde del vestido. Todo iba acompañado por una chaqueta de cuello alto, un manguito de piel negro como la noche, sombrero a juego y un broche de gemas semi preciosas; todo era un conjunto armonioso y elegante pero no ostentoso. Los oficiales se apresuraron a ofrecer su servicio el cual decliné con una sonrisa, iba escoltada por uno de los sirvientes de Robert y eso debía ser suficiente.

Entramos a la zona de oficinas del puerto apenas a unos metros del embarcadero donde marinos cargaban cajas de todos los tamaños, desde cofres personales, cajas de madera del tamaño de un baúl grande hasta cajas tan altas como yo misma. Esperé en el umbral de la puerta mientras los hombres conversaban de tiempos, tarifas, cambio de dinero y demás mientras yo me perdía en las historias imaginarias de los barcos, los viajeros… damas y caballeros vestidos de todas las formas… suspiré, algún día sería yo la que estaría viajando por todas partes.

por **Bard Blase** Lun Ene 06, 2014 7:29 pm

Ni bien me estaba encaminando a salir una carreta me pasa por el frente y se coloca en el camino que estoy siguiendo sin parecer importarle atravesarse, suspiro, seguramente sera uno de esos ricachones que les gusta llamar la atención, bueno sea quien sea ahora tendré que bordearlo, a medida que me acerco veo como una joven se baja de la carreta y como lo sospeche parecía alguien con recursos pero a parte de eso, wao, era exquisita, su porte, su vestimenta, su rostro, cada detalle estaba perfecto, no había ni si quiera un error en su apariencia, todo estaba en el lugar y la forma indicada.

Trato de evitar mirar a la chica mientras camino pero aun de reojo tengo que verla mientras me acerco, se notaba como los hombre llegaban pareciendo vuitres sobre carroña en búsqueda de la atención de la chica, pero es obvio que para tener el cariño de una mujer tan ostentosa necesitarías tener una billetera muy amplia y dudo que el trabajo de marinero alcance si quiera para el vestido que lleva puesto.

Seguí mi camino bordeando el pequeño grupo pero cuando caminaba por el lado de los caballos un gato salio de entre un callejón corriendo perseguido por un par de perros que en medio de su carrera y su pelea asustaron a uno de los caballos que se alzo, inmediatamente retrocedí unos pasos con la impresión y resbale por culpa de un poco de humedad que pise perdiendo el equilibrio y cayendo al suelo sentado.

por **Adelaide of York** Jue Feb 13, 2014 3:28 pm

Me ubiqué en la ventana del establecimiento mientras el criado de Robert hablaba en un francés que apenas podía entender de algo que suponía eran los negocios pendientes. Suspiré esperando que terminara pronto para avanzar en las labores del día. La gente me miraba en la estancia y a través de la ventana asumo que preguntándose ¿por qué estaba yo en este lugar tan inapropiado para una dama? Oh pues era tan claro como el agua, ahora yo debía entender de los negocios de la familia (de Robert) ya que a diferencia de las damas de las ciudades nosotras, quienes habíamos crecido alejadas de la comodidad y protección de una gran urbe habíamos aprendido de negocios y teníamos tanto carácter para ellos como los hombres y Robert entendía y respetaba eso. Además debía recibir equipaje adicional para mi estadía en la ciudad la cual había pasado de un par de meses a muchos más y no había baúl o bolsillo que tolerara eso. Claro que podría haber comprado todos los vestidos que quisiera en la ciudad pero aún no me atiborraría de propiedades sin saber si nos íbamos a quedar allí… Solo pensar en Robert me hacía sonreír.

Estaba levemente distraída viendo al carruaje cuando uno de los caballos se encabritó, un pobre pasante fue aparentemente golpeado y fue a dar irremediablemente en el frío suelo. Salí de la tienda sin decirle nada al empleado y caminé con pasos rápidos hacia el caballero, al verme, los guardias también se acercaron –Monsieur ¿está usted bien?- miré con reproche a los guardias –ayuden al caballero por favor- ellos como hechizados obedecieron y ayudaron al caballero a ponerse de pie asintiendo sin agregar nada. -Lo siento si nuestros animales le hicieron daño- saqué un pañuelo de mi manga y se lo ofrecí con una sonrisa en los labios –Estoy dispuesta a cubrir el monto del daño por su traje, y si lo desea lo llevaremos hasta donde se va a quedar-dije sinceramente apenada por el insidente.

por **Bard Blase** Jue Feb 13, 2014 5:59 pm

El viaje había sido menos agradable de lo que esperaba, tuve que venirme casi rogando un menor precio para así poder tener algo al llegar aquí, la comida era mala, el bote tampoco estaba en las mejores condiciones y por si fuera poco toda la tripulación era indeseable, bastante poco acta para transportar personas, pero era lo mejor que podía pagar con el poco dinero que me quedaba, ahora el problema sera encontrar un lugar económico donde quedarme a dormir esta noche, sobretodo donde pueda comer que creo que es mas importante aun.

Solo habían pasado unos momentos en París y ya habían comenzado las dificultades, apenas unos segundos bastaron para terminar en el suelo después del encontronazo, pude haber usado algo de mi poder para detenerlo pero estaba tan distraído pensando en todo lo que me ha sucedido que me encontraba con la guardia baja, si hubiese sido algo mas letal ahora estaría muerto, sera mejor que a partir de ahora me tome las cosas en serio, no puedo arriesgarme a morir luego de haber llegado tan lejos.

Intento entonces incorporarme para luego seguir con mi camino estas cosas suceden todo el tiempo y lo mejor es levantarse y continuar pero en el momento en el que me estaba levantando una hermosa dama vino bastante apresurada a ver que sucedía, logro notar que se trataba de aquella dama del carruaje quien bajo a verme, antes que me levante esta exija que me ayuden y aunque no era necesario ya estaba de pie antes de poder decir nada. Aun no había terminado de acomodarme y ya la chica estaba ofreciéndome auxilio, me incorporo completamente -Estoy bien muchas gracias-dije en respuesta a sus preguntas -Pero el carruaje se agito bastante ¿Usted se encuentra bien?- volví a preguntar mientras sentía como la chica sin mas comenzaba a limpiarme -Gracias pero no tiene que preocuparse tanto- Acerco entonces mi mano a la suya y la rozo suavemente mirándole a los ojos -Yo...- me quedo un momento algo distraído mirando directamente sus ojos y acariciando levemente la mano embelesado en la belleza de la chica para luego sacudir un poco la cabeza -Estaré bien no debe preocuparse- mojo mis labios mientras miraba los suyos y trago grueso para luego reaccionar y dejar de acariciar su mano pero aun sin dejar de tocarla -Esto no es su culpa no tiene porque hacerse responsable de nada- dije algo confundido por la situación.

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