Requiem of Snow [Libre]

por **Asagi Dunkelheit** Mar Feb 01, 2011 10:35 pm

Las calles de esta hermosa ciudad en invierno se convertían en mis favoritas, en mi debilidad, la brisa del invierno estallaba en mi rostro…

Deje que estallaran como carias en mi pálida piel… las farolas de la calle y un cellista hacían de esta noche mágica y perfecta… empezaba a nevar… muy poca gente sabia apreciar el don de aquel músico…

Su misteriosa personalidad aterraba a muchos, encapuchado y tocando de manera bella a mis oídos…
Me quede en una banca frente de él… no me importo el frio… o que la nieve se empezara a acumular en mis cabellos como bellos adornos… su melodía me atrapaba, una buena copa de vino… pensé… lo haría aun más perfecto.

Tan mágico era el ambiente de estas calles francesas… me hacían recordar tiempo hermosos… me quede absorto en mis pensamientos.

<< ¿Qué increíble?>> dije a mis interiores… nunca antes me había llamado la atención la melodía.
Solo el cellista y yo… la gente pasaba… me temían estaba claro, con la mirada de mis profundos ojos azules clavadas en él… y su extraña “aura de misticismo”

No había más vida para mí que… la noche… no existía más deleite que el invierno… a veces deseaba contemplar las olas y el anaranjado del cielo, en aquellas arenosas playas…
Sin embargo mi destino ya estaba marcado de por vida…

Empezó a tocar… una extraña melodía…
Recordándome tristezas, muerte, sangre y sueño eterno… la tristeza entonces se dibujo en mi rostro…

¿Cuál era la razón de vivir hermosamente por la eternidad?
No hay final para mí en este mundo…
Quiero descansar recitando la dulce melodía de la felicidad
Hasta la eternidad…
Estas lagrimas y palabras de amor…
Viven dentro de mis sueños
Siempre estaré agradecido…
Porque en mi destino… estaba conocernos.

Recito en mis labios, tan hermoso poema… siguiendo la melodía de aquel cello… mirando la gente pasar y la noche caer… como la nieve se acumula en mi… cubriéndome de un frio que ni siquiera puedo sentír…

por **Nicoletta V. Candotti** Jue Feb 03, 2011 7:11 pm

Ese día por la noche, como éra de costumbre, salía a caminar por las calles de París, llevaba conmigo un hermoso abrigo de piel negro, pretendía cazar, puesto a que ya la sangre se había convertido en un vicio para mi, sin embargo, era un vicio que podia controlar.. Sin más ni menos, decidí caminar por las calles de París sin tumbo conocido.. Pude percatarme de que se encontraba todo tipo de personas, desde la familia que sale a pasear, pasando por las criadas realizando compras de última hora, hasta llegar al viejo borracho que pide limosnas en las esquinas.. El ambiente no era agradable, por lo que decidí seguir caminando.. A lo lejos, pude escuchar unas hermosas notas con Cello.. Automáticamente, mi cuerpo comenzó a erizar constantemente a cada nota que escuchaba.. Si bien era cierto, como violoncellista, el hecho de escuchar el instrumento que para mí, es mi pasíon es algo indescriptible.. Sin pensarlo dos veces decidí caminar hacia el origen de aquel cautivante sonido, que me hacía recordar cada tipo de cosas, que hacía muchísimos años no habían pasado por mi mente, el hecho de mi niñez, era algo que intentaba olvidar, pero sin querer, volvió instantaneamente, recordé igualmente el día de mi muerte, así como también la muerte de mi marido.. Era algo raro en mí, pero sucedió.. Sin querer, una lágrima descendía por mi mejilla.. Que en conjunto con la brisa, se deslizaba cada vez más rápido.. La nieve hacía de las suyas y las calles estaban repletas de ella, realmente el paisaje era hermoso.. Una vez que me encontré junto al violoncellista, me percaté de que se encontraba otro hombre más en la escena.. Al verle, pude sentir aquel olor de sangre fresca.. Si bien era cierto, como vampira podía percibir aquel olor tan peculiar y tan delicioso para mi nariz, y para mi boca.. Una leve sonrisa cautivadora se asomaba en mi rostro.. Se trataba de un agradable caballero de rasgos asiáticos, con cabello negro lárgo y láceo.. Unos ojos azules impactantes y la peculiar tez pálida que nos caracteriza como vampiros.. Decidí caminar hasta donde se encontraba, sin quitar la vista de sus ojos.. - Disculpe usted, honorable caballero.. ¿Podría sentarme junto a usted?.. Verá, esa cautivante nota de cello, me ha cautivado.. -dije con la misma sonrisa que usé cuando lo miré-

por **Asagi Dunkelheit** Jue Feb 03, 2011 7:27 pm

Ya era hora de marcharme me dije… pero algo me retuvo, no era el frio, no era el cellista, mis piernas parecían inmóviles, seguí con las manos metidas en los bolsillos del abrigo, contemplando tan hermosa melodía, hasta que un extraño pero exquisito aroma a rosas y a sangre pura se hizo más fuerte.
Hacía tiempo que no bebía sangre, mis sentidos locamente desesperados quisieron buscar de quien se trataba, pero algo en la melodía de aquel cellista hizo que detuviera esa búsqueda, recordando me quede…. Bajo la luz de la farola…
Era impresionante como osaba a resistir tal olor… hasta que sin darme cuenta no pude contenerme más… mis instintos eran como dos perros hambrientos ante el olor de la “carne…
El aroma se intensificaba… cuando escuche aquella suave voz que parecía más bien angelical.

- Disculpe usted, honorable caballero… ¿Podría sentarme junto a usted?.. Verá, esa cautivante nota de cello, me ha cautivado…

Una hermosa joven de ojos verdes, de cabello largo y castaño, de piel pálida y sonrisa hermosa se presento ante mí…. Supe de inmediato que ella era la dueña de aquel embriagante aroma…
Entonces me levante y sacudí un poco de la nieve que ya había caído en la banca.

- Tome asiento, hermosa dama… es increíble que tenga el tiempo de escuchar tan hermosa pieza… todos van y vienen haciendo o diciendo cosas vánales, pierden su tiempo…

Empecé a hacerle la plática… no podía controlar el deseo que ahora sentía.

por **Nicoletta V. Candotti** Vie Feb 18, 2011 5:55 pm

El caballero se había mostrado muy amable conmigo.. Cosa que me hizo sonreír nuevamente.. Le hice una pequeña reverencia mostrando mi agradecimiento, para luego sentarme.. - Muchísimas Gracias.. Espero no haber causado ninguna molestia en usted..- Era algo más que obvio.. El fino caballero a mi lado, era nada más y nada menos que un vampiro al igual que yo.. Entre nuestras razas, era fácil distinguir a los nuestros.. Con el, no había sido la excepción.. Se mostraba agradable.. Caballero.. Y con ganas de platicar.. Hacía mucho ya, que no hacía vida social con los míos.. Cosa que me sentía halagada y emocionada, ya que por fin mis deseos se habían hecho realidad.. - Lo sé.. La gente no sabe apreciar la verdadera música y su valor.. Al menos para mí, ésta hermosa melodía no tiene comparación.. Y al tratarse de un cello, me conmueve más aún, ya que es mi instrumento favorito, el cual toco desde hace varios años.. -le respondí amable mostrando una sonrisa- Su olor era agradable.. Olía a sangre, era de saber.. Su varonil perfume también llamó mi atención.. Y por supuesto sin dejar de lado su personalidad, era cierto que no acostumbraba a tratar con extraños, pero por algún raro motivo, el cual desconozco, sentía que el hablar con el, sería el futuro de una gran amistad.. O al menos eso creía.. - Y cuénteme, Caballero.. ¿Es usted de acá?.. ¿A que se dedica?.. -pregunté- Espero no parecer indiscreta -enfaticé riendo-

OFF: Lamento haber tardado tanto tiempo en responder el post, caballero.. Pero mis deberes con la universidad me habían absorbido completamente.. Claro está, que he vuelto y que responderé frecuentemente los posts, sin más a que hacer referencia, le pido mil disculpas nuevamente..

por **Asagi Dunkelheit** Vie Feb 18, 2011 8:53 pm

- No me causa ninguna molestia muy por el contrario, es un placer tener compañía en esta noche es de lo mejor.

Vocifere mientras le veía reír mientras el Cello estaba en su punto máximo, qué más podía pedir, yo era feliz en ese momento… demasiado feliz como para poder escapar de una realidad.

- Efectivamente no soy de aquí, pero llevo demasiados años viviendo por aquí, pero ese no es el meollo de todo esto solo administro una “pequeña” herencia, ayudo a uno que otro comercio, no mucho, soy jefe de algunas personas importantes y otras no tanto.

Me estremecí con el sonido con la forma continúa que tenia aquella criatura al reír, con aquel ser anónimo al tocar.

- Es bello que se dedique a la música, lo único que yo sé tocar es el piano, tal vez cantar pero no mucho, eso es cosa de otro mundo.

Le sonreí amablemente, mientras pensaba en aquellos momentos en los que se iba la vida de los humanos.

- Los humanos no son como nosotros, al menos siento que por las habilidades poseemos más que un quinto sentido – susurre a su oído, también había percatado su aroma y eso en parte me hizo sentir grato y mas considerando que era una dama quien compartida el mismo sentimiento de la soledad y oscuridad.

Suspire profundamente pero ni el vapor de mi boca me pareció cálido, me quede perplejo con aquella pieza.
- ¿Sabe que haría mejor esta pieza de Cello?
Pregunte mirándola con amabilidad y agradecimiento.

por **Asagi Dunkelheit** Vie Feb 18, 2011 8:55 pm

Off: no te preocupes. La paciencia es una virtud, sé que hay cosas que hacer y comprendo muy bien. Así que no pidas disculpas.

por **Nicoletta V. Candotti** Vie Feb 18, 2011 9:50 pm

- Me alegra saber ello -le comenté sonriente- Por lo visto, ambos compartíamos el gusto por la música clásica, y sobre todo por el Cello, un instrumento tan hermoso, el cual muy pocas personas le daban el valor que realmente tenía.. Y saber que una persona compartía el mismo sentimiento que yo, por el Cello, era más que suficiente para mi.. - Ohh vaya.. Lo noté en su fisico asiático, pero quise cerciorarme, ya que en algunos casos, muchas personas con rasgos asiáticos han nacido aquí -le comenté mientras oía la pieza de fondo- Yo tampoco soy de acá.. Soy de Italia, pero tengo muchísimos años acá en París, logré establecerme acá y espero seguir viviendo acá, es un lugar lindo.. -enfaticé- Si bien era cierto París era por decirlo, mi nuevo lugar de nacimiento, puesto a que aquí mi vida había dado un giro de 360º Grados, pasaron cosas insólitas de las cuales no tenía idea de que ocurrirían.. Pero para nada me arrepentía de ello, al contrario, de los errores era que aprendía a vivir.. - El piano es un lindo instrumento, también necesita de mucha dedicación.. Justamente estaba pensando en tomar lecciones, ya que del piano se muy poco, a pesar de que tengo uno en casa -sonreí- Lo unico es que se tocar el Cello, y canto.. Pero tampoco soy una cantante de ópera -bromee sonriente- El ambiente era améno y agradable, la conversación se tornaba interesante, extrañaba poder entablar una conversación con alguien de mi raza, ya que usualmente nuestra forma de pensar y actuar es similar, y el gusto por lo bueno de la vida es muy similar.. Seguía oyendo aquella hermosa melodía que tocaba a quel ser, cuando de pronto el misterioso, pero agradable caballero me susurró al oido.. Una sonrisa pícara se asomaba en mi rostro.. Por lo que no dudé en responderle.. - Estoy totalmente de acuerdo con ello, honorable caballero - le susurré igualmente- Son muchos los factores que nos diferencian de ellos.. -sonreí- Hasta que por fin, habíamos dejado de lado, aquella fachada que habíamos colocado, era obvio que el uno, sabía lo que era el otro.. Por otra parte, era de esperarse, ya que el olor de la sangre entre nosotros, era inconfundible.. Vi su profundo suspiro, el caballero estaba emocionado por tan hermosa pieza, y no era de menos, aquella pieza se tornaba más hermosa con el paso de los segundos, a tal punto que la gente comenzaba a detenerse a ver como aquel hombre, tocaba el Cello con tanto sentimiento y pasión.. Definitivamente, era algo que no se veía todos los días.. La brisa que allí rondaba se tornaba más fría, realmente me agradaba el frío y podía soportarlo, aquella brisa ondeaba mi cabello, y mi abrigo, en conjunto con la pieza, era una escena sacada de una obra de teatro de gran renombre.. Muy conmovedora y hermosa.. - Me gustaría saber de que se trata.. -le comenté sonriente esperando su respuesta-

por **Asagi Dunkelheit** Vie Feb 18, 2011 11:04 pm

- Así es, yo soy asiático, de madre solamente, mi padre era francés, pero de abuelos Alemanes, sin embargo como usted comprenderá, debido a ciertos problemas con “el sol” no puedo viajar a mi tierra natal… es una ironía… nacer el afamado país del sol naciente y ser casi “alérgico” a él.

Comente con una sonrisa dibujada en mi rostro, mirando cómo la gente ahora si apreciaba aquellas notas, tanto que casi nos dejaron sin verle, pero no importaba lo hermoso era escuchar, lo hermoso era charlar y un buen vino quizá.

- Un vino… eso haría perfecto esta velada o mejor un café, eso sería bueno para este clima, con esta música seria perfecto todo.
En mi mente venían varios buenos cafés, lo malo era irnos de donde estaba la música, de donde nos habíamos encontrado.

- Al principio te cuesta dejar la tierra natal, pero después uno se acostumbra, por varios factores, el no poder viajar, y el poder descubrir muchos lados de parís que parecen cambiar conforme avanza la vida del hombre, tal vez eso es lo bonito de vivir eternamente, el poder ver cómo evolucionan las cosas en este lado del mundo, hasta nuestra especie parece ir cambiando.

Me levante con más emoción, hacia años no platicaba con alguien tan atenta, con alguien tan igual a mí en algunos aspectos. Yo era víctima de la curiosidad, mis pensamientos de frustración y de melancolía parecían borrarse.

Recordaba y guardaba el susurro proveniente de hermosos labios, estaba demasiado feliz, demasiado efusivo, que le ofrecí mi mano para caminar y tal vez ir a charla a otro gran lugar.

- Podemos ir a un buen café, podemos charlar, podemos hacer muchas cosas… en esta noche… mientras dure, y tal vez hasta le enseñe un poco a tocar el piano – dije completamente lleno de confianza, seguridad y de calma.

Las calles de parís vislumbraban para nosotros, absortos en nuestros pensamientos, y deseosos de preguntas que pronto tendrían muy interesantes respuestas y tal vez mi invitación era insignificante para tanto.

por **Nicoletta V. Candotti** Dom Feb 20, 2011 1:55 am

- Entiendo su punto -le comenté mientras afirmaba con la cabeza al oir lo que decía- Al igual que usted, yo tampoco he vuelto a mi querida Italia desde que llegué acá a Francia.. Mis padres, no eran de clase alta ni nada por el estilo, éramos unos esclavos -le comenté algo apenada mientras bajaba la cabeza- Por desgracia para mi, cuando tenía unos 19 años, el señor de la casa donde laboraba, acabó con mi vida de humana.. Desde esa vez, partí sin mirar atrás hasta acá, donde me casé, pero enviudé rápidamente ya que mi marido murió a causa del cólera.. -le conté en confianza- Hacía ya muchísimo tiempo que no hablaba de mi pasado, y poder contárselo a uno de los míos, era una carga que había liberado, puesto a que era el primero en saber lo que había ocurrido conmigo.. El misterioso hombre del Cello, finalmente se puso de pié para marcharse, aplaudí al oír la última nota que había tocado.. Era muy hermosa, la pieza de Beethoven más hermosa que hubiese podido oir.. El viento continuaba haciendo de las suyas, y la gente seguía caminando por la calle mientras ambos, seguíamos hablando de lo que había sido, nuestra vida "antes de la muerte", por así decirlo.. - Es cierto, a mi también me costó muchísimo dejar mi tierra, el solo saber que no sabría más de mi familia, era un hecho que me ponía mal.. Y mi llegada acá, no fue cosa facil, ya que aprender a hablar el Francés me dificultó un poco.. Pude sobrevivir gracias a la taberna de un italiano, que quedaba en el centro de la ciudad, el me contrató para cantar en las noches, así fué como gané dinero, y como conocí a mi difunto marido -le seguía contando, ésta vez con algo de sentimiento al recordar mi pasado- Si bien era cierto, me ponía frágil al tocar éste punto, y sobre todo tratándose de mi difunto marido, quien en vida fué el mejor marido que pude haber tenido, solo vivía arrepintiéndome de no haberle convertido en uno de los míos.. ¿Por qué fui tan estúpida en dejarlo ir?.. ¿Por qué tenía que pasar?.. Ésta era la pregunta del millón de dólares, la cual jamás pude respondermela.. De la nada, el caballero me ofreció su mano, suponía que iríamos a caminar, pero luego al oír su propuesta de enseñarme a tocar el piano, automáticamente sabía a donde debíamos ir.. - Me encantaría -sonreí- Permitame invitarle a mi modesto hogar.. Allá cuento con un grandioso piano, que fue hecho en Rusia, y es muy bueno.. Aparte, allá podremos platicar con más confianza y menos distracciones.. -le ofrecí esperando una respuesta de su parte-

por **Asagi Dunkelheit** Dom Feb 20, 2011 7:27 pm

- Acepto su invitación. Encantando estaré de poder enseñarle “algo” de lo que se…

Dije con una sonrisa modesta, mientras escuchaba sus palabras, resonando aun en mi cabeza, el dolor y las perdidas.

- La fragilidad de la vida humana es única, lo que he encontrado en todos nosotros es la común perdida del amor “de algún humano” y todos los hechos dolorosos que terminaron esa fragilidad, desde ese momento trágico parte nuestra existencia, lamento lo de su marido, también perdí hace años a “alguien similar” se podría decir que fueron dos personas… pero no deseo aburrirle con ello. Es algo sin importancia supongo.

A diferencia de ella no deseaba tocar el tema, la primera persona que había perdido en mi vida humana fue mi prometida en manos de mi padre y la segunda…. Una persona que prefería dejar en el anonimato, jamás nadie supo con exactitud porque aun la seguía recordando, o quien era o fue… mejor dicho, prefería callar esa parte de mi pasado… esa “parte”… que ya formaba el pasado de esta vida no humana, esa segunda persona que me formo… que conformo lo que soy ahora…

- Supongo que siempre hay dolor, siempre hay un pasado trágico detrás de nuestras “nuevas vidas”, eso es normal para nosotros, el camino aun es largo, el destino a veces se burla, pero creo que ahora debemos luchar por hacer mejor las cosas que en el pasado, yo desearía poder… “encontrarle” una vez mas y vivir con mayor honestidad que ahora… pero como bien lo dije… la vida humana es frágil y muy corta…

En mis palabras había cierta nostalgia, sin embargo seguimos caminando bajo la nieve, bajo las luces que adornaban las hermosas calles parisinas, aquellas luces que tal vez amenazaban con dejarnos en completa oscuridad, me deje guiar por ella, hasta “su hogar”

por **Nicoletta V. Candotti** Miér Feb 23, 2011 3:21 pm

Seguíamos caminando, rumbo a mi hogar, habíamos tocado el tema de nuestro pasado, algo que nos marcaba como individuos, y como seres humanos "que alguna vez fuimos".. Si bien era cierto, éste era un tema bastante delicado de tocar, ya que muchos no tenían el agrado de hacerlo frente a un desconocido, en mi caso era lo contrario.. Aquel caballero, en sus palabras nostálgicas, había causado cierta confianza en mi, tanto así que ya hasta lo había invitado a mi hogar, el pasado definitivamente nos marca, bien sea por momentos alegres, regulares, o no tan buenos, pero sea como sea, nos marca.. Tanto así, que quizá para algunas personas, se vuelve inolvidable, y por alguna razón desconocida nos golpea sin querer, en los momentos menos precisos.. Oía atentamente, lo que tenía que decir el caballero, y era impresionante lo verdadero que decía, al menos como vampiros, teníamos una grandiosa ventaja, el hecho de vivir por toda la eternidad, nos hace aprender un sinfín de cosas, que a muchos, les cuesta aprender, en mi caso lo estaba superando, pero vamos, que para ser vampiresa de apenas 216 años, era prácticamente una adolescente.. - Tiene usted razón caballero, me gusta su forma de pensar, puesto a que lo que ha mencionado anteriormente, es todo cierto, si bien sabemos, como dice usted con lo de la fragilidad.. La brisa fría que caracterizaba al invierno, era nuestra compañera durante aquella hermosa noche, también nuestra confidente y amiga, durante la charla que teníamos, resoplaba delicadamente en mi rostro y en mi cabello, y el vaivén de la nieve, quien caía delicadamente sobre ambos, mi casa quedaba algo lejos, pero con la conversación se nos haría rápido llegar, la conversación se ponía amena a medida de que pasaban los segundos, era tan sabio éste caballero, que sus palabras eran reconfortantes para mi.. El mencionaba acerca de vivir con mayor honestidad que ahora, y estaba en todo lo correcto.. - Es cierto, sin embargo hay quienes a pesar de ello, hacen lo contrario, soy de las que piensan, que a pesar del dolor, siempre hay una luz al final del túnel, y que de éstas vivencias, aprendemos a mejorar nuestra vida, aunque es cosa fácil decirlo, hacerla es otra muy diferente.. -comenté risueña mientras seguía caminando- Trataba de resignarme con lo que había dicho, y entender de una buena vez por todas, que aunque me costara toda la eternidad, dejar atrás el pasado y apegarme al presente, puesto a que si seguía así, seguiría infeliz e inconforme conmigo misma, por el resto de la eternidad..

por **Asagi Dunkelheit** Lun Feb 28, 2011 4:07 pm

<<Pasado>> una palabra sumamente dolorosa para muchos, para todos y más por los de nuestra especie, hacia mucho que habíamos dejado “cierta huella dolorosa” en lo que llamamos vida… y simplemente por la magnitud de ese dolor… no podíamos “vivir” de otra manera…

- Me disculpara, pero yo soy de las personas que no logra mejorar su vida por más que cometa errores, es algo difícil, todo se lo debo al poder “de esa fragilidad” si tan solo el hilo que dependía de la vida de esa persona no se hubiera roto…. Podría seguir siendo “yo”… sin embargo soy más que una mentira, más que una verdad, estoy más allá de ser “un maestro del engaño”… todo es parte de un plan, tan solo para echar una carcajada irónica a la vida y jugar con quien me interese.

Aquella persona tiene la culpa… si tan solo pudiera buscarla… pero no puedo buscar a un muerto entre los vivos, si tan solo me hubiera librado de aquellas cadenas que nos unían…. Las cuales siempre llevaron los nombres “amor y ceguera” para después convertirse en “tracción, dolor, muerte, desesperación, soledad, odio, lagrimas y engaño”…. En fin no quiero aburrirla… espero encontrar quien me ayude a mejorar mi estilo de vivir aunque es difícil ya… pero estoy dispuesto a “mejorar”

Sonreí y después me quite el abrigo para ponérselo sobre los hombros, una persona dulce que había sufrido, todos sufrimos de algún modo, sin embargo no merecemos estar así de este modo.

- ¿Su hogar queda muy lejos?

Pregunto con un poco de entusiasmo, lo único que reconforta el alma es una buena melodía, en medio de la oscuridad y de la luz que la luna llena nos transmite.

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