Aitor Plushy.

► Nombre del Personaje: Plushy, le llaman sus amos. En su forma humana, responde por Aitor.
► Edad: 19.
► Especie: Cambiaformas canino.
► Tipo y Nivel Social: Bajo.
► Sexualidad: Hasta el momento, heterosexual. A veces un tanto zoofílico en su forma humana al ver a perritas con las que coquetearía siendo un perro.
► Lugar de Origen: Lens, Francia.
► Habilidad/Poder: Transformarse en humano, ya que para él lo habitual es ser un perro, o en muy contadas ocasiones, un zorro ártico.
► Descripcion Fisica:



► Descripcion Psicologica: Aitor es un completo caso perdido. Es torpe y descuidado, casi rayando la estupidez, con demasiada vagancia atribuída por el mismo a su condición de ser un corgi, quien según él son los perros más vagos del mundo. Le cuesta mucho hablar, pues se pasó la mayor parte de su vida siendo un cachorro, y suele añadir algunos "guau" a sus conversaciones, quedando como un completo loco.
Es avispado y muy curioso, le encanta observarlo todo a su alrededor, además de jugar y hacer travesuras. Es leal, incapaz de separarse de quien le cuidó, y protector incluso siendo un pequeño cachorro de cortas patas. Le gusta recibir mimos y darlos, aunque le cuesta mucho hacerlo en su forma humana.
Teme ser rechazado, por lo que pocas veces se muestra tal y como es realmente, aunque en el fondo cree poder confíar en las personas y ser aceptado algún día. Su carácter no es demasiado complejo, aunque a veces su sinceridad raya de ofensiva, pues él no entiende porqué los humanos se molestan en recubrir las mentiras con bonitas palabras.
Aún así, es infantil, y aunque jamás lo admita se siente desprotegido, necesitado de alguien que lo cuide y no rompa, una vez más, su pequeño corazón. Ha aprendido a amar todo lo que le rodea, y mantiene unas enormes ganas de vivir en la forma que sea. Siempre y cuando pueda hacer feliz a alguie y... ¡tenga un hueso que lo haga feliz a él!

► Historia: La de Aitor es una historia más. Nació a finales de Diciembre, en un pequeño pueblo de Francia donde por aquellas alturas del año, la nieve lo cubría todo. Fue el primer hijo de una familia de campesinos, con un padre amante de la música y la bebida, y una madre dispuesta a hacerlo todo por hacer feliz a su marido.
Que Aitor fuera un niño fue una bendición, pues esperaban que algún día sacara adelante a la familia. Sin embargo, el niño salió torpe, despistado y de lo más vago, gustando de dormir cuantas más horas mejor. Su padre le decía que debía sentar cabeza, su madre que así no encontraría una mujer que lo quisiera.
Tanta era la presión que sufría el chico, que noche tras noche escapaba de su casa para jugar con los animalitos del bosque, sintiendo que aquella era su verdadera naturaleza. Una noche, sin más, Aitor se transformó en un tierno cachorro de corgi, de tonos anaranjados y pequeñas patas. No podía ser más feliz, sabiéndose libre de vivir como quisiera siendo un hijo de la naturaleza.
La parte mala llegó cuando sus padres le descubrieron y rechazaron, rompiendo así el corazón de un joven Aitor que quedó desamparado. Vagó en su forma canina hasta llegar a Paris, donde encontró una perra con cachorros que tomó cargo de él durante un tiempo. Pero tal y como ya le había sucedido, Aitor fue rechazado por su naturaleza humana.
Quedó pues solo en una pequeña caja de cartón, en un callejón de París donde lloró como un cachorro sin su madre. Allí fue cuando por primera vez, la vida le sonrió. Apareció un joven de cabellos rubios y ojos azules como el cielo, que lo tomó en brazos y le puso el nombre de Plushy, que según ha oído a su amo, significa peluche en ruso.
El joven, quien luego supo se llamaba Dima, lo adoptó junto a la pequeña joven que vive con él, Alina, convirtiéndose ambos en sus amos y protectores, a los que Aitor profesa gran amor y fidelidad. Aprendió con Dima a amar la vida, de forma despreocupada y alegre, disfrutando de cada instante, y de la niña, que el cariño podía ser un motivo importante por el cual vivir.
Aitor no volvió a pensar en quitarse la vida, ¡ni mucho menos! Vive feliz con sus amos, durmiendo las horas que quiere, comiendo los huesos que necesita, y jugando con sus amos todo lo que quiere y más. ¿Qué más podría pedir un perro? Nada... pero la naturaleza humana de Aitor empieza a pedirle que alguien le acepte también como humano.

► Datos Extras:
▪ En su forma lupina (la cual pocas veces adopta), se atribuye el nombre de "Tsar" por el país de origen de sus amos.
▪ Toca el piano, pues aprendió de oído durmiendo cerca de un local donde lo tocaban cada noche.
▪ No sabe leer ni escribir.
▪ Suele dormir boca abajo igual que hace cuando es Plushy.
▪ En ocasiones, imita los sonidos de un perro cuando no sabe qué decir.