Los aromas dulces también nacen en un callejón... [Carmilla]

por **Louis J. Bouquet** Vie Feb 18, 2011 1:34 am

Levanté un poco más el cuello de terciopelo de mi largo abrigo. La noche, como siempre en invierno, era fría. Volvía a estos lugares, estos sucios y, hasta... ¿tenebrosos? callejones. Rincones olvidados en una ciudad deslumbrante. ¿Que hacía alli?
Cerca había aquellas casas donde podía comprar por calor humano. Solo lo había intentado una vez.Si, intentado, por que no paso a nada más.... Yo era demasiado...
Un nudo estaba instalado en mi garganta, me llenaba de dolor saber que mi amada podía estar en esos momentos con alguien más. Y casi por acto reflejo, llevé una mano a mi vientre. Si seguía vivo, era gracias a sus cuidados. ¿Sería muy tarde para ir hasta las residencias junto al mar? Si, si lo era.

Vamos, Louis, vete de estos lugares, no te hace bien estar aqui. Estas solo. Siempre lo estás, y estarás.
Deja que las ilusiones se desvanezcan de una vez, y ve a casa.
No, no iré. Por aqui alli, las sombras son más densas que en este lugar. Además, quien sabe, quizás, te encuentres algo interesante, hace mucho que no sustraes cosas brillantes....
¿Que buscas, pequeño gato, a la luz de una débil luna azul de invierno?

Pateé una piedrecilla que rebotó, creando un débil sonido, que acompaño al latido de mi corazón desdichado

por Invitado Vie Feb 18, 2011 1:57 am

-Debes visitar a un cliente que vive muy lejos de esta zona, debes cruzar por los callejones, ten cuidado y lleva esto.-me dijo la “dueña del burdel” quien me entregaba a los clientes más adinerados pero anónimos, todo porque conmigo se podía disfrutar al doble.

Seguí sus instrucciones sin embargo jamás había salido más allá del burdel, estaba perdida entre tantos callejones, lo que me había entregado era una manta para cubrirme de algunas miradas y protegerme de la suciedad.

Era tan oscuro, estaba tan solo, mi respiración hacia ecos entre esas paredes barrocas. Caminaba muy lentamente cuidándome de un lado a otro.

Hasta que vi una piedra rodar en mis zapatos, alguien se acercaba y no distinguía mucho, estaba ligeramente aterrado.

-¿Quién está ahí?-pegunte con algo de inseguridad y con voz tímida casi cubriéndome por completo- salga de inmediato. Ordene mientras mis rodillas temblaban.

por **Louis J. Bouquet** Vie Feb 18, 2011 10:30 am

La piel de mi nuca, literalmente se erizó, y mis piernas se detuvieron. ¿Había alguien allí? Maldije otra vez que mis sentidos estuvieran resentidos. Podía ser algún desquiciado y yo allí, en un estado en el que de haber algún enfrentamiento, no saldría bien parado. Entrecerré los ojos. más adelante, una figura al parecer envuelta en algo que no me permitía ver de quien se trataba. Visto así, parecía un emisario del más allá. ¿Lo era, venía de una vez por todas a por mi?

No, Louis, no hagas un drama. ¿Que no detectas ese tono más allá de su orden? Un ínfimo susurro que parece tan seguro con un barco pequeño en alta mar en una tormenta. Será mejor que hagas lo que te dice... o simplemente saltes sobre la pared, y dejes ver un pequeño gato de pelaje níveo, así no se asustará. Pero eso, tampoco estaba bien. No podía escudarme siempre tras la forma de un felino. Además, quizás la persona poseedora de esa voz... ¿asexuada? si, podría estar perdida, o en problemas. ¿Como si no, iba a estar en ese lugar tan lóbrego?

Avancé con pasos tranquilos, sigilosos, hasta aquella figura encapuchada. El claro que estaba allí, entre ese ser y yo, le dejaría verme con más claridad.
-Bien, ya cumplí su designio, aquí me tiene-usando esa voz tranquila, suave, contrastante con la oscuridad, mientras abría mis brazos, acentuando mis palabras dichas antes.Esbocé medía sonrisa, antes de responder su pregunta--Solo soy un paseante nocturno, ¿y usted? Crucé mis brazos sobre el pecho, apoyando mi peso en una pierna, aguardando respuesta.

por Invitado Vie Feb 18, 2011 11:26 pm

Suspire, enserio que me alivie al ver que era un joven de pintas amables, casi me abría muerto de un infarto si alguien mas estaba ahí.

-Perdone mi grosería amable joven pero es que estaba muy asustada- me acerque a él y me quite la manta revelando mi atuendo, no era atrevido pues yo era diferente a las cortesanas, era más elegante, sin embargo eso dejaba ver mi carencia de pechos y mi delgada silueta, era por eso que me confundían mi maquillaje era sofisticado, amaba demasiado la elegancia. – perdóneme si le he asustado, no era mi intención, me llamo Carmilla y me dirigía a una de las mansiones por la zona más prestigiada pero me he perdido y como ve ando sola es por eso que mi voz ha sido grosera.

Me acerque y le hice una reverencia como me enseñaron y note algo raro en el, más bien algo muy común que me hizo apenas sonreír y arquear una ceja.-es usted japonés- lo pregunte en el idioma natal del país. Pasando mi mirada de arriba abajo.

por **Louis J. Bouquet** Mar Feb 22, 2011 11:53 am

Tras esa especie de capucha improvisada, se escondía un rostro realmente encantador. Esa piel suave y clara, como una mañana en el campo. Con esos belfos que invitaban a ser devorados lentamente...
No me fijé en nada más que esas facciones. La ropa era bonita, si, pero no tanto como quien la portaba. ¿Para que ver más que aquel rostro de querubín?
-No ha sido una grosería, bella dama. Lo verdaderamente lamentable, es que la dejen pasear sola por estos paramos tan oscuros. No es seguro. Y, creo, que usted se ha asustado más que yo...-comenté con una sonrisa, antes de hacer una leve inclinación de manera respetuosa, era una señorita, y yo, tenía ese deber

-Un placer, pequeña Carmilla, me supongo, que se dirigía a casa. Se ve usted de noble cuna... Permitame acompañarla entonces.-ofrecí mi entras ella hacía también una reverencia y sonreía, de manera tan sublime, que seguro le miré como un idiota-De nacimiento si... he vivido más años en Inglaterra.-Respondí, ligeramente apenado. Ella, al parecer también lo era. Casi no se notaba tras esa capa de maquillaje... sinceramente.

por Invitado Dom Mar 06, 2011 2:40 am

Tome su mano sin pensarlo, mi cuerpo reacciono rápido, ante sus cobaltos ojos, ante ese hermoso cabello, era inevitable el no dejarme llevar, no pensé si quiera que no me dirigía a casa, sino a ver a un “cliente” pensaba que no sería problema, solo me acompañaría y ya. –usted tiene razón, sin embargo, aunque me asuste, no temo encontrarme con alguien rudo- dije recordando que era un hombre y de vez en cuando la fuerza me ayudaba – sí, soy una noble, sin embargo muy pocas veces voy a casa por mi trabajo es por eso que me paseo por aquí y a altas horas, suelo perderme ya que muy pocas veces salgo-le sonreí mientras caminábamos ahora nada me daba miedo a su lado, emanaba una especie de agrado aquel hermoso hombre- el placer es mío agradezco su amabilidad, Inglaterra es hermoso que envidia el que usted haya pasado gran parte de su vida ahí-tome su mano con más fuerza porque estaba feliz, por fin alguien que no sabía lo que era me trataba como una “mujer” noble y educada, sin imaginar que debajo de esta mascara, se esconde el verdadero placer- usted es demasiado hermoso-me plante frente de él y acaricie su rostro con las yemas de mis dedos como admirando una valiosa inquisición-tampoco debería andar solo por estas calles, algo malo puede pasarle a su belleza. –no aparte mis ojos de su rostro, lo admiraba como si estuviera enamorado nuevamente.

(off: perdona el retraso he estado ocupado/a con la universidad y con Asagi, creo que ya has de saber porque, se ve que te tiene confianza, animalo mucho te pongo en ralaciones)

por **Louis J. Bouquet** Miér Mar 16, 2011 3:37 pm

Apreté mis dedos en torno a su mano, pequeña y algo diferente a la de Arianne, por citar un ejemplo. No le dí importancia,
-Es usted una señorita muy valiente entonces. Por que, aún sin ser yo una doncella tan hermosa como usted, yo si que temo por encontrarme alguien así. No sería la primera vez que me viera atacado, sabe?-
Le confesé, recordando la herida de mi mano y mi vientre, provocados hacia dias cerca del puerto. Afortunadamente, no habian sido graves- aunque mi soberana estúpidez, me hubiera hecho abrirme más la del vientre, pero eso era otra historia muy aparte

-Cielos, en que trabaja, para salir a estas horas? Y menos pra no salir de alli! Eso suena como si la tuvieran de esclava o algo peor! Es usted de noble cuna! no deberia permitir algo semejante...-Dije lleno de preocupación. Si bien apenas y le conocía de menos de media hora.
Nuestros pasos hacian eco en aquellas paredes, mientras los recuerdos de aquella vida en Londres me llegaban como pequeños destellos. Me gustaba que me apretara con fuerza, me hacia sentir que estaba alli, y no en el pasado, como si me sujetara al ahora. Y pronto, sus dedos, tocar la piel de mis mejillas

-Gracias, no creo que lo sea... yo... no... no se preocupe, soy tan sigiloso como un gato,....-No sabia que hacer, ni que decir, estaba algo nervioso por ese contacto, no era mi culpa ser un minino inocente y virgen, que se ponia tenso ante cualquier roce como aquel. Y que decir de esa mirada tan profunda como el cielo sobre su cabeza

Off: no tengas cuidado, y bueno tomate tu tiempo, espero H-chan este bien allá u,u

por Invitado Miér Mar 23, 2011 9:35 pm

Acaricie mas su rostro era pequeño y terso un caballero hermoso pero sin duda note cierto destello en esos ojos azules, tan profundos como un cielo de primavera. – No soy valiente, creo que debemos andar por la vida sin miedo- quite mis manos con delicadeza e hice una mueca divertida. –Aunque por parte tiene usted razón en este mundo o al menos en este pequeño pedazo de él hay cada criatura- casi susurre al decir aquello. No por nada en especial solo recordando todo tipo de gente que había estado conociendo en mi corta vida de pronto tome sus manos para darle un beso en la mejilla como muestra de confianza pero en una de ella note una herida.

-¿esclava? Algo así antes de estar “trabajando” donde lo hago todo era un sacrificio más que eso los mismos nobles me tenían así, irónico ¿no cree?- suspire recordando cómo se me había torturado con la muerte de la única persona que amaba porque no era un noble y el cómo de mi escaparate para hacer una nueva vida y fortuna, tome de nuevo su mano y caminamos – prefiero estar donde estoy aunque esté pagando un precio más caro, el seguir con vida- sonreí apenas y seguimos caminando por aquellos oscuros rincones – no quiero ofenderle, de verdad que no quiero hacerlo, desearía que mi destino fuera distinto, que esto fuera algo agradable y le aseguro no soy como los demás, esta sería una buena oportunidad para escapar de lo que me tiene así yo… - titubeaba, la voz me temblaba – soy cortesana, pero no cualquiera es la razón de porque no me dejan de vigilar, espero eso no le incomode, no quiero que se sienta sucio por ese hecho – me prese pite al decirlo y cambie de tema lo más rápido que pude – que le ha pasado a su mano?

Escape una vez más de la realidad antes de que alguna palabra dulce como muchas escapara de sus labios.

(Esperemos que si lo este te hare cualquier anuncio si es necesario gracias por preocuparte)

por **Louis J. Bouquet** Jue Mar 24, 2011 1:34 pm

"sin miedo"
Tenerlo cada poco, tampoco me parecia incorrecto. Por todo lo demás, creo que a lo que se refería era a tener un equilibrio con ello. Y no parecer un ser insensible por la vida ni una persona que se agazapa ante cada golpe.
No me molestaba ser tocado por tan dulces manos. Todo lo contrario.

Atento, como era mi caracteristica, escuche cada palabra que dijo. Su vida era dura, y me convencia de a cada frase que agregaba, apreté su mano, pues no deseaba interrumpirla, pero queria que supiera que estaba alli, con ella. Que tenía en mi, alguien. Un amigo, a pesar del poco tiempo. Pero no podía quedarme callado ante esa última frase. Me era imposible de ignorar
-No digas eso. Se que aveces deseamos morir, yo lo sé, pero, mira, por muy dificiles que se pongan las cosas, hay gente que nos quiere, y, no solo eso.Hay muchas más cosas por las cuales seguir adelante-Su timida sonrisa, me gustaba, mientras de fondo,mpasados. pasos seguían resonando acompasados. Aquella confesión y su miedo a una especie de rechazo por mi parte, me hicieron detener mis pasos
-Carmilla, no importa en que trabajes. No soy quien para juzgar. No me ofendes ni incomodas ni nada de eso, entendido?-Tomé sus mejillas entre mis manos y le mire con una sonrisa pequeña y sincera-- sabes? La mujer a la que amo, es como tu... Así que no te sientas asi, que yo comprendo muchas cosas. -Le aseguré antes de responder su pregunta
oh... bueno, ya le decía yo que había sido atacado, recuerda? Hace unos dias... Al menos, no fue muy grave, como puede ver...
Era verdad, la herida de la mano, casi estaba curada

por Invitado Vie Abr 01, 2011 6:39 pm

Su tacto suave sobre mis mejillas, me hicieron recordar muchísimas cosas, más que nada lo estaba comparando con el tacto de dos hombres importantes para mí sin embargo su tacto me hizo recordar a mi ya fallecido amado. - Es muy hermoso amar ¿cierto?- sonreí cuando escuche aquello- recuerdo esa sensación debo admitir que me enamore de alguien sin embargo por este trabajo me es imposible establecer algo fijo además de- desvié la mirada solo un poco y sonreí de nuevo caminando a su lado.

-espero que seas muy feliz, hay muchas cosas hermosas en la vida y te agradezco que no seas como muchos hombres que al saber a que me dedico me hacen a un lado, ese es un temor, si tan solo pudiera librarme de la deuda, pero sería igual a quitarse la vida. Yo se que eres una persona inteligente y sensata se nota en tu porte elegante, eres un gran hombre. Y ojala se te sea reconocido al menos en el amor. –Bese su mano en cuanto dijo lo de la herida- son unas hermosas manos.- sonreí con timidez y con rubor en el rostro. No quería ir al trabajo porque ahí estaba Louis, una persona interesante y honestamente quería escapar por una segunda vez aunque la primera me trajo la consecuencia de la segunda y es que mi vida había sido manipulada por tantas personas quería ir a un ambiente diferente-Quisiera pedirte un favor, llévame lejos de aquí, no quiero ir con ese hombre, no quiero ser Carmilla por esta noche, no quiero ser una dama, llévame a un bosque, aun lago, a un lugar fuera del glamor. Por favor- Hice una reverencia porque en verdad es lo que deseaba.

por **Louis J. Bouquet** Lun Abr 18, 2011 10:28 am

Le comprendía, por que lo vivía con ella, Quizás, no era de la misma forma al cien, pero, los rasgos parecían repetirse. No entendía como aquellas mujeres siempre se sentían como menos, y condenadas a una desdicha. Como si se autocastigaran, bloqueándose a nuevas emociones. Pero el cambio llegaría, yo estaba seguro. Como el arcoiris tras una tarde de lluvia
-No diga eso, todo es posible, Amar, como ya lo ha dicho, es algo muy único y especial, no se niegue volver a sentirlo… Hice una pequeña pausa, me gusta estar con ella
-Te repito, es una tontería. Nadie esta exento de nada. Y tu no tienes por que sentir eso nunca. Eres agradable. Jo… no se si lo sea… a veces me pasan cosas como esta… -Dije refiriendo a la mano-Yo tambien espero que me correspondan… -Mebeso con ternura, como si quisiera terminar de borrar la herida

-¿Deuda? Si… si quiere yo podría ayudarla… solo digame como…-Aquello me parecía algo extraño… No entendía muy bien aquello. A veces, esas deudas venían desde generaciones atrás ¿Seria su caso?
Le abracé en un arranque, como si quisiera reconfortarle desde ese mismo momento, Asenti levemente
-El que tu quieras, en verdad… siempre lo haré… anda, vamos, ya veremos a donde nos llevan nuestros pasos…Le tomé la mano con fuerza, y acelere, la caminata, conviertiendola casi en una pequeña carrera

por Invitado Lun Abr 18, 2011 3:45 pm

-si así es todo es posible, creo que llegara el tiempo en el que pueda amar nuevamente y me amen, hace tiempo que lo hice, pero mi familia me lo arrebato, aunque comprendí que yo tenía la culpa por desobedecer.- respondí entusiasmada a la idea los destellos de esperanza que me brindaba reflejaron su nobleza, ambos como todos en el mundo esperábamos algo de esta vida.-oh enserio quisiera que me ayudaras, pero ya te dije no es dinero, porque si no yo lo pagaba, es mi vida, la vida sale cara-reí muy poco porque no me quedaba muy bien hacerlo-lo agradezco Louis mucho-tome sus manos entre las mías tan finitas y tersas y le bese.- Eres lindo muy amable, una persona única y cuando uso es concepto es porque sé que pocos como tu existen. –de verdad me llevaras?-dude aun y aunque en mi rostro se dibujo una sonrisa descarada agarre rápido para mi siguiente paso-solo déjame deshacerme de esto-tome mis ropas como mostrándoselas, me escabullí por detrás de un montón de basura haciendo ruido, siempre debajo de tanta ropa poseía algo sencillo como para delatar mi verdadero físico-listo-Salí con unos pantalones delgados y finos de vestir y una camisa igualmente delgada y blanca que hacía ver un poco mi pálido pecho por la abertura en uve que tenia, el bordado de la tela de manta había sido hecha por los gitanos, y unos zapatos de suelo tan sencillos como un par de pantuflas pero eran orientales, deje la ropa en un rincón de aquella basura y tome el brazo de Louis.

por **Louis J. Bouquet** Sáb Mayo 07, 2011 10:07 pm

Negó suavemente, con una sonrisa dulce-Cuando el amor se siente, nunca es algo malo, peor acción, si me lo permite, la de su familia. Eso no debió haberlo hecho…. Quizás yo no sepa mucho sobre una.. pero no me parece algo correcto…Le miré intentar reirse, pequeña y efimera, como si le costara, pero una risa al fin. Era horrible saber que habia personas en semejante situación. Era inaceptable. Si habia un Dios en e cielo, ¿Cómo permitía que tales sucesos se dieran?
No lo entendía. Y quizás, jamás lo haria.
-La vida es luchar constantemente, pero… Bueno, si, sale cara. Pero, no es justo. Es como si te tuvieran prisionera…. Medianamente libre. Es un acto cruel-Me sorprendió el hecho de que tomara mis manos entre las suyas pequeñas y delgadas, y más aún, que sus labios se posaran de manera tan suave, sobre ellas.--Claro que te llevaré, y no soy unico… por favor, no agradezcas, que lo hago de todo corazón… Adelante

Dije asintiendo levemente, mientras ella se iba a cambiar… al menos, eso suponía. Era algo extraño, hacerlo, en medio de aquel callejón… Esperé algunos segundos, mirando al cielo cerrado. Y… Ella no volvió. Hizo acto de presencia un hermoso joven, vestido sencillo, pero elegante. Me quedé anonadado. ¿Era ella? Claro que si, ese rostro no cambiaba, solo su ropa. El pecho liso, era una prueba más. Parpadee y le deje tomarse a mi brazo. Si que estaba sorprendido -Te ves muy bien asi…

por Invitado Lun Mayo 09, 2011 9:47 pm

Gr…gracias-musite suave me daba mucha vergüenza pero el que me viera así peor, me desate el cabello para parecer más maduro, mas hombre y le solté-lamento no decirte este es mi verdadero yo mi nombre era Alan Farmer gusto en conocerte-esta vez como hombres debíamos estrecharnos de las manos pero claro mi encanto no terminaba ahí- Creo que estamos igual Louis el hecho de tener familia no significa que siempre están ahí y claro que es único, por cierto Louis a donde vamos?-me inquiete de pronto pues ya no le tomaba la mano nos veríamos raros lo menos que quería eran comentarios como en el pasado aunque era más por vergüenza.

por **Louis J. Bouquet** Sáb Jun 04, 2011 2:52 pm

Off: lamento la demora, pero andaba corto de inspi y tengo un apuro examenil XD además, deje aviso de mi ausencia intermitente. ><

Lo dejé hacer, no importaba, si era hombre o mujer, el alma dentro de ese cuerpo era la misma, y yo me sentía comodo con el. Lo demás, pasaba a un punto lejano, carente de sentido. Tomé la mano con suavidad, y le sonreí, para darle algo de seguridad, quizás estuviese apenado, no lo sé. –-Ya lo dije, el placer es mio, Alan.
yo no tenia más familia que mi hermoso amo. Pero aún asi, por mucho que yo lo adorara, el tenia limitantes. Uno muy grande. El sol. Y el no podia estar conmigo si me pasaba algo a media tarde. Su pregunta me descolocó. Solo habia corrido por las calles, y ahora no tenía idea de donde estaba, pero parecía un barrio solitario, humilde, peligroso y tranquilo. Una pequeña farola al fondo indicaba que habia algun tipo de negocio alli. Pero el no quería estar con nadie más. Asi, que, tomé aquella mano que me habia soltado con fuerza entre la mia, y le encaminé por otro rumbo. - No lo sé, solo… deja que nuestros pasos nos guien, querido

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