Sam arrives at the elegant paris

por **Sam Van Der Vart** Vie Feb 18, 2011 4:52 pm

Sam con ancias de gloria luego de la trágica muerte y las búsqueda de el en Holanda cumplió su sueño y se fue a vivir a parís era el año 1800 estaba justo cumpliendo sus 25 años en un parís bastante fría sam odiaba mucho el invierno ya que ama demasiado el calor ya que también es amante del fuego .
Sam era un animador para no aburrirse juntaba un poco de gente de la clase mas alta que el y lo engañaba sacándole su dinero con las cartas. Esos días eran también distraer a la gente que moria de peste que atacaba desde un niño hasta una familia entera , algunos lloraban algunos reian otros miraban como se peleaban los de la clase baja en tanto sam no era de mirar esas cosas . luego llego el gran momento en donde desembarco ahí . luego de tanto esperar sam no sabia que hacer estaba tan contento que lo único que pensaba era en caminar mientras revisaban sus pasaportes , sam estaba tan contento de estar hay que después de que se le dieran sus cosas fue a caminar para ver los enormes y preciosos barcos que llegaban y de la música que tocaban algunos extranjeros que bailaban y saltaban .
Luego de hay vio a una mujer hermosa y pensó * woooow que hermosa mujer* pensaba sam mientras caminaba y se tropieza con un policía que le dice – le pasa algo señor? - sam mira extrañado al oficial y le dice – no ninguno oficial- mientras se quedan los dos mirándose uno al otro sin buena cara , sam queda muy impresionado cuando no ve más a la mujer así que la empieza a buscar pero ve a mucha gente y se pierde entre la niebla y la gente

por Invitado Vie Feb 18, 2011 7:29 pm

Las caminatas por la mañana eran buenas y un día libre nadie le hacia mal, a la chica le gustaba salir cada día libre y estar tranquila, su vida estaba por cambiarle y nada de malo había en disfrutar su humanidad por más tiempo antes de convertirse en lo que no queria, solo lo hacía para ser más duradera, para tener mejor oportunidad en la vida y para no seguir siendo la tonta humana que todos debían cuidar, tenia muy buenos amigos pero no le gustaba que ellos se expusieran por ella, el día se hizo presente y esperaba por ella, sus pasos la llevaron al centro de París donde desayuno muy agusto pero el día estaba demasiado pintoresco despues de tantos meses con frios, hoy el sol hacia su aparicion y la abrigaba con los rayos permitiendo disfrutar la sensacion en su piel, pasó una mano por el hombro descubierto, el sol tenia dias contados para verla aun caminar bajo el, después se entregaría de lleno a la noche y las caminatas se irian, temia convertirse en un mounstro pero eso era otra historia.
Sus danzas se daban a la tarea de seguir su camino y entonces la idea cruzó por su mente, había lugares que no habia visitado jamás que debia hacerlo ahora que habia buen clima, sus pasos la llevaron por las calles de París sin un rumbo fijo, hoy tenia ganas de perderse sin ninguna inhibición, queria disfrutar de todos los placeres que los humanos tenian, si alguien gustaba de ser humana era ella, cada parte de su vida habia sido buena, con rachas feas y otras no tanto pero como fuese ella lo aceptaba aunque habia situaciones que tardaban más. Mia se hallaba a unos pasos del puerto, el sol estaba en su punto bajando para esconderse, no se había percatado de el tiempo y entonces continuó caminando deleitandose con la vista.

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