When the abysmal Night come { Ian }

por **Celeste K. Giovanni** Mar Mar 01, 2011 3:02 pm

Una sonrisa coqueta. Eso fue todo lo que le bastó a Celeste para conseguir una habitacion en el grandioso hotel Des Arenes. Y estaba orgullosa de eso, aquel tipo de gestos le eran muy útiles en algunas ocasiones, ella lo sabía, y le sacaba provecho. Subió el montón de escaleras que le llevaban a la cuarta planta, donde se hallaba la habitación número 314, la que le había sido asignada. Fue dando pequeños pasitos y, de vez en cuando, dando vueltas y tocando las paredes con los dedos, una costumbre suya que adoptó hacía ya un tiempo. Aquel día había sido magnífico, un humano y un brujo, no había desangrado a ninguno, aquel no era su estilo, pero si se había divertido un buen rato con ellos, al primero, como ya estaba asustado, decidió jugar al pilla-pilla, algo que le resultó terriblemente divertido debido a los pasos torpes y nada gráciles del humano, al que atrapó en un santiamén; con el brujo no hizo eso, se lo pasó mejor. Un juego más sensual y... agradable. Solo habían sido unos cuantos besos, pero al fin y al cabo, habían servido para convencer al brujo de que dejara beber su sangre, sabía incluso más bien que la del humano, no era amarga, era... dulce, por así decirlo. Y eso a Celeste le encantaba, eso y... divertirse, por supuesto. Aquel día estaba especialmente eufórica, además del banquete, tenía una habitación gratis. Esbozó una sonrisa pícara en su hermoso rostro al ver a alguien parado delante de una puerta, Celeste ladeó la cabeza pero no consiguió ver que hacia, así que se acercó a él y se dedicó a observarle. Lo que veía de él ya era bastante bueno, el chico era rubio y alto y... olía a vampiro. Perfecto, diversión. Por lo menos en ese momento iba a intentar divertirse. -¿Intenta algo?- preguntó con descaro, pasando las manos por la espalda del chico y estampando una sonrisa en su rostro.

por **Ian Lancaster** Mar Mar 01, 2011 4:17 pm

Me parecía una buena idea, ir a pasar una noche fuera de mi mansión y pasar una noche fuera de casa, lo malo era que debía abandonar el establecimiento en el que me instalada antes del amanecer, o podría tener serios problemas, por lo que me dirigí al norte de la capital de Francia. Me fuí a un Hotel bastante bueno que había visto en periódicos, por lo que me dió cierta curiosidad el ir a conocer aquel lugar, y ver gente. Después de haber entrado, pedí una habitación para mí. Me proporcinaron la 313, por lo que subí tranquilamente, observando todo lo que estaba a mi alcance, para continuar con mi acumulación de información sobre aquel hotel y sus huéspedes. Quedé apoyado en la puerta de mi habitación, agarrando mi paquete de cigarrillos, cogiendo uno, colocándomelo suavemente en mis labios y encendiéndolo con una cerilla que acto después tiraría a una pequeña papelera que tenía a mi lado, no sabía que hacía allí algo como eso, pero ahí de encontraba. De pronto, después de una intensa calada a mi cigarrillo, comencé a olfatear la sangre de una vampira. Mis colmillos se agrandaron, ya que odiaba a los vampiros, no me gustaban, mas que nada por mi trágica infancia, pero me comencé a relajar, haciendo que éstos volvieran a su lugar. Cuando se asomó por las escaleras y comenzó a caminar por el pasillo en el que yo me encontraba, miré de reojo sus pasos, observando como se acercaba, me incorporé 'des-apoyando' mi espalda de la puerta. Notando como acto seguido se acercó a mi con una pregunta sintiendo como sus manos tocaban mi espalda. Me giré con velocidad agarrando una de sus manos girandome entero junto con ella para dejarla de espaldas a la pared juntándola con ésta -No debería tocar a un desconocido sin antes presentarse Madame- Dije con seriedad pegado a ella por la situación. Obviamente, mi cigarillo había quedado en el suelo, consumiéndose lentamente siendo testigo del momento. Alcé una ceja y formulé una pregunta, parecido a la suya -¿Porqué debería intentar algo?- Dije con una mueca maliciosa pero pícara a la vez con mi ceja enarcada.

por **Celeste K. Giovanni** Miér Mar 02, 2011 7:39 am

Fumando. Aquel chico estaba fumando. Desde siempre ella había odiado el humo que estos provocaban, no eran para nada agradables y olían mal. Celeste arrugó la nariz cuando el humo le pasó ante el rostro, compuso una mueca de asco y abanicó el aire con la mano, con la intención de alejar de ella el máximo humo posible. Miró al chico, guardando diversión en sus castaños ojos, al ver que se giró muy rápido y tomó con firmeza su muñeca a la vez que la estampaba contra la pared. Formó una mueca de satisfacción al ver como el cigarillo había caído al suelo. No más humos molestos. -De modo que quiere que me presente, ¿cierto monsieur?- utilizó aquella palabra con ironía, no le agradaba demasiado el Francés y le añadió un acento exagerado. Alzó una ceja, de un modo que podría describirse como coqueto o provocador. Miró el cigarrillo que momentos antes él tenía en la mano volvió a sonreir y alargó un pie, haciéndolo pasar por medio de las piernas del muchacho, y aprovechó para pisar con la punta del zapato la colilla. Miró a los ojos al muchacho y deccidió presentarse. -Usted mismo, no seré yo la que pague las consecuencias de conocerme- le guiñó un ojo -Celeste, Celeste Giovanni, monsieur. Y... ¿usted?- preguntó con una sonrisa traviesa, tipo duro. Ladeé el rostro al escuchar de igual modo su pregunta y fruncí los labios. -No se debe contestar a una pregunta con otra, es de mala educación.- aconsejó cual niña buena, aunque contestó igualmente. Se acercó a su oido, como si le fuera a contar un pequeño secreto. -No lo sé, dígamelo usted, yo no sé de sus intenciones, yo sé de las mías...- añadió, bajando la voz, acomodándola hasta llegar a un susurro. Respirando innecesariamento sobre el cuello de aquel chico. Se separó unos centimetros, ya que al tenerla él aplastada contra la pared, no tenía demasiada libertad de movimientos, aunque sabía que si lo intentaba podría escapar facilmente, pero no... aquello no hubiera sido divertido. Lo miró divertida y se relamió los labios, acariciando a su vez el rostro del hombre. -¿Ya le puedo tocar?- preguntó en un murmullo travieso.

por **Ian Lancaster** Miér Mar 02, 2011 8:02 am

Al parecer, a la chica no le gustaba el humo del tabaco, ya que hizo unos gestos extraños con su rostro en modo de desagrado, no le dí importancia, lo que me importaba era que era una chica un tanto descarada y soberbia. No me gustaba su manera de ser y de actuar. Apagó mi cigarro sentiendo el roce de una de sus piernas con una de las mías, yo estaba alerta a cualquier movimiento, al ser una vampira, podía zafarse fácilmente de mi sujección, pero no lo hacía. Escuché su presentación, se llamaba Celeste, tenía nombre de niña buena, aunque de niña buena, al parecer, no tenía una pizca. Ella preguntó mi nombre, alcé una ceja y sin compromiso alguno, se lo proporcioné -Me llamo Sauron, Sauron Lancaster- Dije con el mismo tono que el que ella había utilizado para hablarme. Oí su comentario sobre lo de las preguntas -Cuando alguien no entiende una pregunta, realiza otra. Ésto hace entender que no entiendo su pregunta señorita, ya que no intento nada, no por ahora- Dije aún cerca de la muchacha, notando su cercanía y sus susurros momentos después -¿Y.. Cuáles son sus intenciones señorita Giovanni?- Alcé una ceja para desprenderme de su lado soltándola y alejándome un par de pasos para esperar su contestación y también al notar que acarició mi rostro, algo que aún, me incomodaba, pero no me apartaba, ni siquiera yo sabía el porqué.

por **Celeste K. Giovanni** Jue Mar 03, 2011 7:33 am

A Celeste le hizo gracia la cara que puso el chico al ori su nombre, normalmente, cuando se presentaba, la gente la tomaba por una chica desamparada e inocente, fue por eso por lo que empezó a cambiar antes de que la convirtieran. Ella odiaba con todas sus fuerzas que sus conocidos tuvieran una opinión floja de ella. Y empezó por Theodore, pero obviamente, todo acabó mal. Aunque no por eso dejó de ser como era, es más se volvió peor: una chica descarada, con apenas paciencia y mucho carácter. Al parecer, la personalidad de Celeste no gustaba a casi nadie, pero a ella le daba igual y aquel chico no sería la excepción. Le dijo su nombre a ella, al preguntarle, se llamaba Sauron Lancaster. Contestó a Celeste y ella alzó una ceja y puso los ojos en blanco. Agitó la mano de un modo indiferente. -Si, ya, ya, claro.- repuso con una sonrisa -¿No por ahora? ¿Es que intentará algo más tarde?- añadió con destellos de diversión en sus ojos. Luego le preguntó a la joven cuales eran sus intenciones. Ella, sin pudor alguno soltó una carcajada. Él se alejó un poco, pero Celeste o no se enteró o le restó importancia. -Mis intenciones...- murmuró mientras meditaba y se colocaba un dedo en el labio inferior, al darse cuenta de lo que Sauron le preguntaba -pues de momento son desconocidad para mi, solo sé que hoy no quiero aburrirme.- contestó con algo de orgullo. Cuando le acarició el rostro el tuvo una reacción extraña. Raramente, no se apartó como llo hubiera hecho cualquier hombre prudente que no quisiera meterse en problemas.

por **Ian Lancaster** Lun Mar 07, 2011 9:15 am

La muchacha comenzaba a crisparme, odiaba la gente prepotente y creída, mas cuando no tenía nada de que creerse, pues no era una chica hermosa, si bien, de mal gusto no era, era una muchacha muy atractiva, pero no de mi estilo, y menos, teniendo ese caracter de superioridad. Alcé una ceja -¿Que si intentaré algo? Esa respuesta dependerá de lo que usted intentará hacer para como bien dice, no aburrirse, dudo que haya mucho entretenimiento en este hotel de pijos forrados de dinero- Dije aún con la ceja levantada -A no ser que busque en éste hotel, algo mas preciso- Dije sonriendo con ligera malicia, dejando de sentir su mano sobre mi mejilla para comenzar a mirar por los pasillos, ni un alma, y era de esperar, era media noche, y todos los huépedes o estaban realizando actos íntimos, o estaban durmiendo después de un cansado día de trabajo. Pero no me era de importar, no me fiaba de la chica ni de sus intenciones. Una de mis preguntas podía ser que hacía alguien como ella aquí, pero era una pregunta que no haría, ya que ella podía formular absolutamente la misma. Yo por lo general, me apoyé de nuevo en la pared de en frente a ella.

por **Celeste K. Giovanni** Dom Mar 27, 2011 11:54 am

El mal humor de Celeste empezaba a aflorar a la superficie, cosa que ella no podía permitirse, así que cambió su estado de animo por otro parecido: la altivez. La joven siempre solía mostrarse altiva en las situciones que la ponían, en cierto modo, nerviosa o irritada. En aquel momento estaba irritada, muy irritada. Sonrió con crudeza a aquel vampiro que la ponía de los nervios. -Por eso estoy aburrida, monsieur, porque en este hotel no hay diversión- respondió de forma astuta, para luego soltar una carcajada ante el último comentario de Ian -¿Algo más preciso? Para nada, no suelo ser de esas, yo me conformo con la diversión que me toque- dijo divertida, aunque aquello no pareciese cierto, Celeste jamás mentía cuando le preguntaban. Jamás. Tan solo optaba por mentir cuando no le lanzaban ninguna pregunta y le daban a elegir entre la verdad o la mentira. Así que podía decir, perfectamente, que ella er muy astuta en esos temas, además de una persona "sincera". Observó como el vampiro miraba por los pasillos, Celeste ya lo había comprobado anteriormente, no había ni un alma por ahí. Las únicas personas, captó Celeste por el olor a sangre, estaban en las habitaciones de los alrededores y en otros pisos. Ian se apoyó en la pared de enfrente mientras yo alzaba una ceja -¿Temes que te haga algo?- pregunté con malicia apenas contenida.

Off: Post cortísimo, sorry!!, y encima la mala de mí que tardó tarto tiempo en contestar u.ú

por **Ian Lancaster** Vie Abr 01, 2011 8:26 am

El muchacho alzó una ceja tras sus varios comentarios, era una mujer al parecer, algo pasiva a lo que podía suceder o a la situación que estaba viviendo, pues buscaba algo que hacer para no aburrirse en cualquier lado, y era algo que no entendía, pues lo cierto es que el vampiro había ido solo para ver como era un hotel, ya que para que ir a un hotel, teniendo su casa a 10 km del hotel e irse a su ataud en cuestión de pocos segundos al ir corriendo a velocidad vampírica -¿Entonces si está aburrida, porqué continúa estando aquí?- Dijo el vampiro sin ánimos de decir que se fuera, solo era una pregunta de duda, pues por lo que sabía y por su olor, llevaba y unos minutos en aquel hotel -Lástima que no te tocó nada bueno- Dijo con una sonrisa cínica refiriéndose a él mismo, él no era una diversión, pues los juegos eran para los niños. De repente Ian alzó una ceja y soltó una pequeña carcajada y mirándola cambiando el color de los ojos, a un tono rojo rubí -¿Miedo? No conozco esa palabra querida- Dijo con malicia para calmarse de nuevo y volver a su color azul de ojos, no quería ponerse agresivo, pues la muchacha no le había dado motivos... aún.

_________________________________________________

No te preocupes, yo tengo varios temas que dejo tiempo sin contestar Laughing

por **Celeste K. Giovanni** Miér Mayo 04, 2011 11:03 am

-Pues porque no tengo otra cosa que hacer, monsieur. ¿Y qué quiere que le diga? No tengo ni idea de que hacer para acrecentar la diversión- suspiró, ya cansada por la conversación con aquel vampiro que al parecer odiaba a los de su raza. Eso a Celeste no le molestaba, también odiaba a los suyos, pero ella no lo demostraba con hostilidades hacia todos los vampiros que había conocido. Ella, por lo menos, intentaba hablar, itentaba interactuar con los demás, lo hacia todo con tal de no abrazar a la oscuridad estando sola. -Lo percibo,- contestó siguiendo el mismo tono que el joven -se que no hay nada con lo que poder hablar- añadió, refiríendose a él. Le dirigió una sonrisa sarcástica. Miró estupefacta al vampiro -¿Y te crees que yo si?- se despegó de la pared, sus celestes ojos se tornaron de un oscuro tono esmeralda que habría asustado a cualquier humano con tan solo echarle una mirada y entreabrió los labios lo suficiente para mostrar unos colmillos que empezaban a perforarle el labio inferir, haciéndole una pequeña herida de la cual manaba una sangre tan roja como sus ojos. Sonrió con satisfacción y tocó uno de los colmillos para que regresara a su sitio mientras se pasaba la lengua por la herida para sanarla.

por **Ian Lancaster** Mar Mayo 31, 2011 6:57 pm

Ian la escuchó, y era totalmente cierto, era un tanto aburrido el hecho de haber ido a un hotel... ¿Un hotel para qué? Ni siquiera el vampiro se podía responder aquella pregunta, sin embargo, otra vampiresa estaba a su lado, algo que también sería de preguntar, a lo que hizo tal cosa y ella responderle que por mero aburrimiento. Soltó una pequeña sonrisa de medio lado y alzando una ceja comentó sobre su frase dicha -Acrecentar la diversión...- Repitió para llevarse la mano al mentón y mirar hacia el techo -Solo se me ocurriría para ello el hecho de inyectar mis colmillos en alguien solo por ''diversión'' y no por alimento, pero eso me parece un tanto cruel, aunque haya gente con bastante dinero aquí, lo cual se hace interesante ese hecho- Sonrió malicioso para luego volver su mirada a la vampiresa para mirarla entrecerrando el ceño pensando en que poder hacer hasta empezar a observar las acciones que la chica estaba realizando, cambiando su color de ojos y asomando sus afilados colmillos que la hicieron una herida en el labio, absurda entre otras cosas (La herida) pues para que querría dañarse el labio. Aun así el vampiro percibió el aroma de la sangre -Interesante- Murmuró perfectamente audible para relamerse sobre sus labios y mirarla con una mirada un tanto pícara.
_________________________

No vi el post, sorry por tardar tanto u_u'

por **Celeste K. Giovanni** Jue Jun 02, 2011 12:49 pm

- Ajá - respondió Celeste distraida, mientras miraba los cuadros colgados en las horrible paredes oscuras del hotel. Un color terrible, en su opinión. - Acrecentar la diversión - repitió, afirmando la idea principal. Rodó los ojos en un acto reflejo. Lo observó mirar al techo mientras dejaba reposar su mano en el mentón y decía lo que le resultaría divertido. - Creo que eso sería muy, muy divertido - repuso con una sonrisa ladeada a la vez que se imaginaba a ella misma agarrando a un humano por los hombros, acercándolo a ella, depositando los colmillos en la yugular, dejando allí un pequeño beso en forma de mordisco, y luego sangre fluyendo, y más y mucha más sangre recorriendo su gargante mientras el hombre gemía... - ...Y excitante - afirmó entrecerrando los ojos ante la visualización que acababa de ocurrírsele.

Se llevó un dedo a la herida, que para nada era moléstia. Era divertido, aquello no le dolía en absoluto, al contrario... Ella no sufría con el dolor. Se miró el dedo, mojado ligeramente de una sangre espesa y oscura, como sus ojos. Escarlata. Miró al otro vampiro, que se hallaba delante de ella, le oyó decir lo que dijo y aquello hizo que Celeste sonriera con picardía. - ¿Interesante? - preguntó a Ian con malicia al ver que se relamía. - ¿che è interessante, vampiro? - añadió en su idioma materno, el italiano, arrastrando las palabras, cual víbora reptando por el suelo resbaladizo.

Off: Ahh, nah! Yo me tomé unas pequeñas vacaciones, así que no importa, supongo Wink

por **Ian Lancaster** Lun Jul 04, 2011 11:14 pm

La osadía de aquella nosferatu era realmente macabra, a Ian no le agradaba ese tipo de personas, pero que narices, era una vampira, raza cual Ian odiaba y resultaba hipócrita ante sus ojos. No sabía bien que hacer, ella lo había ignorado, lo había ironizado y es más, hasta casi humillado, por lo que el color de los ojos de Ian se volvieron de color escarlata, rojo como el carmesí, como el fuído de aquellas personas que eran llamadas humanos -Divertido tan solo para aquellos vampiros los cuales estén desesperados por dar bocado. Mi longevidad hace que tan solo muerda o me alimente cuando realmente me apetece, y creo que hoy ando algo saciado- Se llevó la mano al estómago con una mueca en sus labios de manera resignada.

Realmente quería retomar el control, un control que por otra parte dudaba que Ian hubiera tenido pero... que mas daba, era una estúpida vampira, raza de Ian, una raza que realmente odiaba, por ello llevó a cabo el color de sus ojos, tanto como el haber sacado los colmillos anteriormente -Pero aún tengo un huequecito siempre, un hueco, que tú puedes llenar- Sonrió con malicia acercándose de manera firme y elegante a la muchacha -O rechazarás una clavada- Dijo aun más serio de lo habitual, podría avecinarse un combate sangriento o por el contrario, si la dama que Ian tenía en frente le gustaban ese tipo de juego y percances, la cosa se podría volver algo más... fructífera para ambos. Se acercó a su oído con desparpajo y la susurró -Creo que no tienes alternativa, o te dejas... o luchas... en cualquiera de los casos, perderás cierta cantidad de sangre... sangre que podría aprovechar si elijes la primera opción, y como es obvio, por tu amabilidad, yo también podría ceder ante tal propósito- Dijo encandilando a aquella mujer, pero no un encandilamiento como el poder vampírico, pues Ian no lo poseía, pero si de manera seductora, algo que acostumbraba Ian a ser con las mujeres. Tan solo la mirada de la vampira hacía al nosferatu llenarse realmente de ira y furia, pero raramente cesaba su paciencia, tenía mucha, y una vez finalizaba, aquel ser o persona podía ir despidiéndose de su existencia.

por **Celeste K. Giovanni** Sáb Jul 09, 2011 2:04 pm

- Bueno, pues tu serás un vampirito "bueno", pero por lo que a mi concierne... - le dedicó una peligrosa sonrisa - no lo soy en absoluto - se encogió de hombros, como diciendo que ella no podía evitar ser lo que era, y a decir verdad, así era, por lo menos en cierto modo. Pero Celeste no cambiaría nunca, ya llevaba demasiado tiempo siendo como era. Ciertamente, su manera de ser no la desagradaba, solo, y quizás un poco, solo un poco, se repugnaba de si misma; aunque era algo que nadie tendría por qué saber nunca, ya que ni ella misma tenía consciencia de ello.

Miró con incredulidad al vampiro, cada vez que pronunciaba las palabras. Estaba dejando a Celeste sin habla. Y no en el buen sentido. Se acercó a ella, que no se movió ni hizo amago de ello, y le miró con superioridad. - ¿Perdona? - ¿Le estaba pidiendo que le dejara morderla? Sin duda estaría de broma, aquello era ridículo. ¿Que un vampiro bebiera su sangre? Soltó una carcajada, pensando que Ian estaría de broma, pero al ver su rostro, que estaba serio y no aparentaba que estuviera bromeando. Se está divirtiendo, se dijo Celeste con rabia. Cuando él se acercó a su oído, a susurrarle unas últimas palabras, miró hacia delante y apretó los puños con furia. Respiró hondamente dos veces y le miró fijamente. - Eres repugnante - miró la perspectiva y se imaginó la escena, aquello avergonzaba a Celeste de sobremanera, hacía tiempo que se había prometido que la próxima persona que la mordiera, no saldría indemne de eso, así que se decidió. - Adelante, - apretó su pecho contra el del vampiro y expuso su cuello - va hazlo, no te lo impediré, pero te aviso, luego habrá consecüencias. - le dedicó una mirada profunda, acompañada de una sonnrisa lasciva, demostrando que ella tampoco bromeaba. No con aquel tema.

por **Ian Lancaster** Dom Jul 10, 2011 8:33 pm

El vampiro mostraba seriedad y cierto odio por la vampira, no le gustaba jugar, mucho menos con ''la comida'' por que sonrió cuando ésta se acercó -Asi que... eres una vampira mala, mala malosa- Dijo gracioso e incluso soltó una ligera risa cuyo aire de dicha risa salió despedido hacia el cuello de la nosferatu que tenía en frente. Se mostró serio y en todo momento desde éstas últimas acciones autoritario contra la mujer, no la tenía miedo, ni mucho menos, sabía que una pelea contra ella sería bastante dura y conllevaría tiempo, pero la edad del viejo vampiro superaba a la suya y con ello, la madurez y la técnica y estilo de lucha, pero quien sabía, tal vez ella diera algo de juego a su combate. Sonrió ante su comentario referido a que Ian era repugnante, le hacía gracia que pensara eso, pues para nada lo había parecido, pero le importaba absolutamente poco. La vampira hacía que Ian cambiara por completo el estilo personal de vida que llevaba, él era tranquilo, calmado y pacífico, pero ella le producía todo lo contrario, sobre todo al escuchar su último comentario. El viejo vampiro llevó uno de sus dedos índice, los cuales estaban realmente afilados debido a si se producía algún percance y lo pasó sin fuerza por su mejilla en modo de caricia sin despegar sus labios de su oído -¿Consecuencias? ¿Qué clase de consecuencias? ¿Me castigarás, me pegarás? Oh no, mamá... por favor, no me pegues- Dijo realmente burlón y divertido mientras volvía a sacar sus afilados y brillantes colmillos, al igual que la voz del vampiro había cambiado a un tono demoníaco, mucho mas grave -Dudo exponerme a ningún peligro contigo, solo eres una cría- Insinuó el vampiro para con su garra derecha apresurar a atraparla del mentón y girar aun más su rostro para establecer el bocado que pedía que realizara.

por **Celeste K. Giovanni** Lun Jul 18, 2011 8:48 am

— No es esa la palabra que demuestra lo que soy... — susurró con resignación, cuando un ápice de tristeza apareció en sus ojos y los cerró rápidamente para que el otro vampiro no la pudiera descubrir. Porque de ninguna manera se mostraría débil ante nadie. Aquella era una de sus muchas reglas de oro y no la pensaba incumplir por nada del mundo. Se tensó al sentir la risa del vampiro contra su cuello, no era una sensación demasiado agradable la de sentirse contra la pared, pero se mostró tranquila. Algo le decía que aquel inmortal se lo tenía bastante creído. Lo miró alzando una ceja, mientras él pasaba su dedo por la mejilla de Celeste, que tenía ganas de darle un puñetazo en la cara, aunque fuera ligeramente flojito, pero sabía que si lo hiciera, aquel nímio gesto generaría una pelea, y aquella noche no quería nada de eso, solo diversión, así que pensó, que tal vez con Lancaster, la tuviera.

Y realmente tuvo ganas de hacer lo que él decía, pegarle, castigarle... pero como había pensado antes, aquello le produciría satisfacción al vampiro, y no pensaba proporcionarle aquello de ningún modo posible. — Realmente tengo ganas de hacer lo que tu dices — le espetó con voz serena mientras se imaginaba la escena con todo detalle, esbozó una sonrisa satisfecha. Sería muy, pero que muy entretenido... pensó con diversión. — No sabes cuantos años tengo — sostuvo, irritada —, además me da igual cuantos tengas tu, sinceramente, no me importan — bufó con creciente indignación. Notó como la cogía del mentón, y no opuso resistencia mientras le movía el rostro. Ella esperó sentir los colmillos del vampiro. Sola la había mordido en una ocasión, y ésta fue la primera vez, cuando Theodore la convirtió. — ¿A qué esperas, Ian...? ¿A que me desangre yo solita?— susurró, pronunciando su nombre como un insulto. No recordó como se sentía, si dolía, si molestaba, si le proporcionaría placer... Lo importante era no mostrar ninguna debilidad.

por **Ian Lancaster** Jue Jul 21, 2011 5:39 pm

-¡Cállate!- Persuadió realmente serio e intimidante ante sus propósitos de querer sacar de quicio al vampiro, algo que no conseguiría pues tenía mucha paciencia, aunque tarde o temprano, podría ser limitada por aquella mujer la cual parecía conseguirlo poco a poco. Sentía la necesidad se asestarla un guantazo en la cara para que guardara silencio y respeto ante su persona, pues un Conde la merecía, aunque no lo había echo nombrar, ni tenía la intención de hacerlo.

Se acercó con lentitud de nuevo a su cuello olfateándolo con entretenimiento y con determinación, esperando el momento exacto en el que poder realizar la clavada -Tengo mis pequeños rituales antes de probar bocado- Dijo acercándose a sus labios, los cuales fueron besados de manera corta sin previo aviso. Se dirigó de nuevo después de aquella acción a su cuello el cual lamió lentamente calentando la zona a clavar, buscando la vena adecuada que acarrearía aquel baño de sangre en el interior de la boca de el viejo vampiro. Le aproximó a sacar sus colmillos y acariciar la vena con uno de ellos hasta que ¡ZAS! Clavó sus colmillos con voracidad, ferocidad y sin pudor o arrepentimientos alguno, sientiendo como su paladar se deleitaba de la joven sangre de una vampira que apenas había comenzado a vivir su vampiridad, se notaba en sus ojos, la edad de la muchacha era muy joven, mucho en comparación con los casi tres mil años de vida que tenía aquel vampiro.

por **Celeste K. Giovanni** Vie Ago 05, 2011 5:40 am

Puso los ojos en blanco, al parecer el vampiro empezaba a perder un poquitín el control. Celeste sabía que ella misma era desesperante, era algo que había estado practicando durante muchos años atrás. Era su vía de escape para todo tipo de situaciones agobiantes e incluso desesperantes. Así que se limitó a sonreir irónicamente ante su grito, aun sabiendo que al cabo de un rato se sentiría tan mal que no sabría soltar ni un ligero y pequeño sarcasmo. No se acordaba de la sensación que le produjo cuando Theo la mordió. Solo se acordaba del dolor agonizante y de las manos de ella en la espalda de él, arañándole y suplicando que parara de lastimarla, que le hacía daño y que ella no quería eso.

Volvió a poner los ojos en blanco al escuchar lo de "sus pequeños rituales antes de probar bocado", ella no era su presa, y se estaba enfadando.Se vio sorprendida por un corto roce de labios por parte del vampiro, y de repente sintió asco de ella misma, el por qué, no lo sabí, lo único de lo que era consciente era de que se estaba dejando morder, y aquello era humillante. Notó la lengua de Ian cerca de su yugular, acariciando la zona donde estaría la vena a la que iba a destrozar. De algún modo u otro, Celeste bufó. De estrés, nerviosismo y ganas de matar. Todos aquellos deseos se vieron anulados cuando un grito de dolor llenó la estancia. El vampiro había clavado los colmillos en la vena, de la cual manaba abundante sangre templada. Como hizo cuando todavía era humana, se mordió un labio y arañó los brazos de Lancaster. Supuso que al vampiro le resultaria cómica la situación, que se reiría de ella. Así que abrió los ojos, que en algún momento había cerrado con fuerza sin ser consciente de ello y sonrió a duras penas. -¿Es todo lo que sabes hacer?- susurró con tranquilidad.

por Contenido patrocinado

When the abysmal Night come { Ian }

When the abysmal Night come { Ian }

Re: When the abysmal Night come { Ian }

Re: When the abysmal Night come { Ian }

Re: When the abysmal Night come { Ian }

Re: When the abysmal Night come { Ian }

Re: When the abysmal Night come { Ian }

Re: When the abysmal Night come { Ian }

Re: When the abysmal Night come { Ian }

Re: When the abysmal Night come { Ian }

Re: When the abysmal Night come { Ian }

Re: When the abysmal Night come { Ian }

Re: When the abysmal Night come { Ian }

Re: When the abysmal Night come { Ian }

Re: When the abysmal Night come { Ian }

Re: When the abysmal Night come { Ian }

Re: When the abysmal Night come { Ian }

Re: When the abysmal Night come { Ian }

Re: When the abysmal Night come { Ian }