Las calles de París se llenan de sangre (Leonela Von Drachenberg)

por **Lestat De Lioncourt** Sáb Mar 05, 2011 10:09 pm

Ah Paris!, cuantos recuerdos, el lugar donde nací al mundo de las tinieblas –pensé-

Me encontraba caminando por las calles parisinas, esas calles que te hablan, que cantan melodías y cuentan viejas historias, era mi noche elegida para cazar, en que mi instinto asesino me exigía la sangre tan deseada, seguía a mi victima esperando el momento oportuno.

Traía como indumentaria una camisa blanca, un pantalón negro, un saco con botones negros, unos zapatos de cuero y por ultimo ocultaba mis ojos bajo unas gafas oscuras.

Spoiler:

Le seguía el rastro, lo esperaba, lo tomaría justo en el momento en que decidiera atacar a su próxima victima y me deleitaría con su sabor. Me gusta dar muerte a los asesinos y ellos… merecen toparse conmigo.-

En unos momentos ya me encontraba a pocos pasos de mi hombre y él ya había divisado a una hermosa joven, elegante de aparentemente unos 16 o 17 años, dando un despreocupado paseo nocturno por la hermosa ciudad de París.-

Su sangre, era tan irresistible, inocente, fuerte y pura –pensé embriagado por su aroma-

por **Leonela Von Drachenberg** Dom Mar 06, 2011 6:16 pm

Mi cita aquel dia con la modista se habia alargado mas de lo pautado; pero el hecho de que me mostrara toda esa seda vienesa y de asia resultaba embriagante para mi ego ya que podia ver una buena cantidad de vestidos confeccionados para mi persona; ademas de que ese dia me habia enviado a llamar para mostrarme el vestido que me habia confeccionado.

La temporada de bailes de Paris estaba a punto de iniciar y yo ya poseia la edad sufiente para asistir a ellos; despues de todo segun mi madre habia llegado el momento de conseguir algun prometido y dentro de las puertas de mi casa no lo encontraria; debia admitir que el vestido era glorioso una seda purpura que acentuaba la palides de mi piel y con vaporosas capas de gasa que le daban un toque irreal a aquel; envie a mi sirviente con los demas vestidos luego de encargarle a aquella mujer una docena para mi y una docena para mi madre, especialmente ahora que se mejoraba de su enfermedad

Vestido

Spoiler:

Esperaba fuera de la casa de la costurera mientras pensaba que la pequeña Felicia pronto necesitaria nuevos vestidos; aun absorta a lo que sucediera cuando comence a caminar a un extremo de la calle jugando con mi bolsa de encajes donde tenia conmigo apenas unas monedas; no supe que sucedio ni siquiera vi de donde habia salido aquel desagradable hombre que ahora cubria mi boca con sus rudas manos y me susurraba al oido que guardara silencio; mi corazon latia rapidamente en mi pecho temerosa de que aquel repulsivo ser puediera lastimarme de alguna forma

Por piedad, no me lastime llevese el dinero- dije en voz baja entrecortada, pero algo me decia que no era eso lo que deseaba de mi

por **Lestat De Lioncourt** Miér Mar 09, 2011 4:19 pm

Sus manos sobre los labios de aquella joven, cubrían con desfachatez su boca impidiéndole gritar por ayuda. La mente perversa de mi asesino fantaseaba en un mar de lujuria, excitado por el miedo reflejado en los ojos de la mujer.-

Por piedad, no me lastime llévese el dinero -le escuche decir con voz temblorosa-

Su corazón acelerado, sus mejillas sonrojadas, no hacían más que encender la sed dentro de mí. Me concentre en mi victima cuando le vi deslizar una de sus manos hacia la cintura de la musa de su obsesión.-

Asome parte de mi cuerpo para advertir exclusivamente al hombre de mi presencia, me contemplo por unos momentos aun absorto en su ensoñación con aquella joven, levante mis gafas oscuras y le mire directo a los ojos. Su expresión cambio rápidamente y alejo su cuerpo y repugnantes manos de mi inocente.

Dudo unos instantes antes de huir de mí, corrió por las calles de Paris en dirección a su residencia pensando que así podría escapar después de haber visto con certeza su muerte reflejada en mis hermosos ojos.-

por **Leonela Von Drachenberg** Jue Mar 10, 2011 12:33 pm

Las manos de aquel sobre mi cuerpo solo hacian aumentr mi repudio hacia aque que se atrevia a tocarme de aquella manera, y aunque intentaba liberarme no podia debido a que este era un hombre corpulento de brazos anchos y fuertes; fue extraño cuando su cuerpo se tenso y me prepare para lo peor que pudiera sucederme pero de manera repentina me libero y salio corriendo hacia el otro extremo de donde me habia tomado tal cual si escapara de la muerte

Lleve mi mano a mi pecho, como reflejo para sentir las palpitaciones de mi desvocado corazon, mire a todos lados aun en estado de shock para saber cual habia sido la razon por la cual me habia librado milagrosamente de aquel repulsivo ser; hise acopio de mi enteresa y camine hacia tras mirando en la direccion que se habia marchado mi asaltante; no pretendia dar la espalda a aquella parte del el callejon austada porque volviera a atraparme descuidada

No supe de donde habia salido, solo se que senti su cuerpo detras de mi ya que habia chocado con el. Me di la vuelta muy lentamente mirando con los ojos muy abiertos a aquel hombre que estaba detras de mi; aunque este era diferentes de el otro ya que sus ropas no apestaban a jerez y su porte era el de todo un caballero, sus ojos hacian que los vellos de la parte de atras de mi cuello se erizaran

¿Quien?...¿Quien es usted?- pregunte entrecortadamente mirando a aquel hombre de ojos hipnoticos

por **Lestat De Lioncourt** Sáb Mar 12, 2011 11:09 pm

Con un pequeño ímpetu de velocidad me aproxime a ella, tan de prisa, que di la impresión de aparecer allí y nada más. El monstruo sediento dentro de mí, me situó justamente a espaldas de la joven, a solo unos pocos centímetros. Su cuerpo aun temblaba por el encuentro con mi asesino, su corazón aun latía con fuerza, golpeando contra su pecho agitado a causa de su respiración y sus mejillas... Oh, sus mejillas tenían un apetitoso tono rosa por la furia, la ira.

Retrocedió unos pasos encontrándose con mi cuerpo, se volteo muy lentamente antes de posar su vista en mis ojos azules de mirada intensa.-

¿Quien?... ¿Quien es usted? –pregunto con su voz entrecortada-

Contemple en silencio su rostro por unos segundos, la sed rugía en mi garganta y su sangre me enloquecía. No tenía sentido el haberle permitido a mi asesino asustarla, como tampoco, que yo estuviese de pie frente a ella.-

Lestat De Lioncourt ¿La he asustado mademoiselle? –Dije con serenidad mientras con mi mente seguía a mi hombre aterrado aun preguntándose que clase de visión espectral era yo-

por **Leonela Von Drachenberg** Dom Mar 13, 2011 8:29 pm

Mi mirada seguia posada en sus ojos, y lentamente antes de volver a hablar respire profundamente para que mi voz en esta ocacion fuera lo mas socegada posible; por su tono al hablar y la forma de presentarse me resulto ser un hombre de noble casa pòr lo que me senti mas tranquila en su presencia

No, my lord otras cosas peores me han asustado pero al ver que ya no estan no hay razon alguna para que lo hagan- dije comenzando a recobrar el control de mi persona paulatinamente

Me separe de su cuerpo dando tres pasos hacia atras, como debia de ser para no robarle mucho espacio a su persona- Agradesco mucho su presencia aqui y ahora my lord- dije en buena formula de agradecimiento Soy Leonela Von Dranchenberg- con una leve inclinacion de mi cabeza me presente y con sumo cuidado di una mirada por encima de mi hombro cercierandome de que nadie viniera por mis espaldas ya que seria imprudente de mi parte sentirme completamente segura

por **Lestat De Lioncourt** Jue Mar 17, 2011 11:18 pm

Respiro profundamente, intentaba mantener su voz serena antes de dirigirse a mi, la había hipnotizado, su mirada fija en mis ojos la delataba, tal vez fue mi increíble belleza o encantador acento francés. Es algo tan simple para nuestra especie.-

Definitivamente había sido un monstruo al permitir que mi asesino la asustara de tal manera. Me di cuenta como poco a poco procuraba recuperar el control de su cuerpo y no dejar que el miedo la siguiera consumiendo.-

Una mujer admirable –pensé- Cuanta fuerza y determinación…

Se aparto de mí, privándome de la calidez de su cuerpo y a continuación se presento con una leve reverencia. Aun seguía alarmada después de lo acontecido, miro por encima de su hombro en un gesto inseguro.

La contemple por un momento luego de hacer una pequeña reverencia respondiendo a su cordialidad.-

Camine junto a ella guiándola lejos del callejón hacia un lugar más concurrido. Luego de preguntarle por donde se encontraba su residencia le indique el camino más apropiado y seguro. Debía alejarme de ella lo antes posible, podía sentir como la bestia en mi interior me exigía poseer su sangre. La imaginaba entre mis brazos posando mis fríos labios sobre su piel y fantaseaba con el primer borbotón de sangre chocar contra mi garganta.-

Me despedí respetuosamente y gire mi cuerpo para marcharme en dirección a mi asesino, hurgaba en los pensamientos de mi victima cuando advertí su mano halar sutilmente mi chaqueta por el antebrazo.-

por **Leonela Von Drachenberg** Lun Mar 21, 2011 11:57 am

Acepte amablemente su invitacion de acompañarme, mientras caminabamos por las adoquinadas calles parisinas en mi mente se hiba formando una idea de lo ocurrido aquella noche; habia notado que mi doncella no habia regresado y que justo despues de aquella marcharse habia sido atacada; si mi supocision resultaba ser verdadera le arrancaria la piel a latigazos porque aunque yo era una mujer de alta sociedad solo tenia una cosa clara y era que la traicion se pagaba con sangre

Hiba abstraida en mis pensamientos, tanto asi que no habia notado el haber llegado a mi hogar, cuando escuche la despedida de Lestad y fui conciente que se marchaba. Sin pensarlo tome la manga de su camisa

Espere por favor- musite mirando a mi benefactor- le ruego que no se marche, le pido disculpas si me he encontrado abstraida my lord pero permitame recmpensarlo invitandole un trago- le propuse y dicho esto gire para abrir la puerta de la casa con la llave que tenia conmigo; justo al entrar dos de las sirvientas llegaron azoradas informandome que mi doncella habia llegado sin mi informandome que supuestamente unos gitanos me habian raptado y quizas me darian muerte- ¿Donce esta ella?

Pregunte en un tono de voz frio y carente de expresion mi rostro cuando me informaron que estaba en su habitacion- Greta encierrala en su habitacion hasta que me desocupe de mi invitado- dije haciendo un gesto con mi mano a Lestad- llama a Maximiliano y dile que necesito de sus servicio- ante la mencion de Maximiliano ambas palidecieron ya que conocian la fortuna de aquella traidora, con un gesto de mi mano la despedi no antes sin ordenarles que trajeran una jarra de vino con unas copas, mientras me adentraba a la sala de estar- por favor tome asiento

off: u.u perdon por tardar tanto, es que la universidad me a tenido liada

por **Lestat De Lioncourt** Vie Mar 25, 2011 3:56 pm

OFF: No se preocupe, responda cuando pueda, no soy impaciente ^^

¿Un trago? –Pensé mientras sonreía de forma sutil - Por supuesto no seria precisamente el que yo deseaba beber esta noche.

Le acompañe al interior de su residencia, aceptando su invitación. No podía negarme sin faltarle el respeto y sonar grosero. Dos muchachas se acercaron a nosotros alarmadas, le informaron que su doncella estaba en casa y les había notificado su supuesto secuestro y asesinato.

Escuche cuando pregunto donde se encontraba aquella chica quien la había traicionado. Su voz era inflexible cuando dio las órdenes de encerrarla en su habitación y solicitar los servicios de un tal Maximiliano. En la mente de las sirvientas percibí la imagen de aquel hombre y el trabajo al cual se dedicaba. Me pregunto si ese joven estaba arrepentido de sus actos, en caso contrario no seria una mala elección como bocado.

La observe cuando entro a la sala, tome asiento al oír su invitación agradeciendo su hospitalidad. Unos minutos después una muchacha entro con dos copas de cristal y una jarra de vino. Una bebida sin duda exquisito, pude percibirlo, tenia muy buen aroma.

No bebo vino, querida –susurre con respeto haciendo un ademán con mi mano a la muchacha que me ofrecía una copa-

por **Leonela Von Drachenberg** Vie Abr 15, 2011 8:49 pm

Como buena anfitriona tome asiento luego de que el lo hizo, iba a comenzar a hablar cuando una de mis doncellas entro con dos copas y la jarra de vino. No hice comentario alguno cuando rechazo la bebida pero yo si acepte la mia, y con un leve gesto hice retirar a la joven nuevamente

Debo nuevamente agradecerle lo que ha hecho por mi my Lord- le dije bebiendo un trago- por favor deseo decirle que mientras me encuentre en Paris y si otros asuntos no me alejan de la ciudad, es bienvenido las veces que desea a mi casa, mientras esta sea mia- le dije recordando mi compromiso con Lord Wadlheim, trage saliva ligeramente porque esto era algo con lo que no estaba completamente de acuerdo. Yo misma era una mujer de caracter fuerte y tener que verme obligada a la necesidad de poseer a mi lado un hombre para poder llevar algunos negocios en Paris era algo que me hacia sentir realmente frustrada

Senti el carruaje llegar y volvi el rostro ligeramente con una media sonrisa en mis labios, seguramente se trataba de Maximiliano, aunque era muy imporpio revelarlo a mi invitado, las acciones que realizaria aquel para que la traidora purgara la pena antes de entregarla a las autoridades de la corona primeramente la trataria cual ella se lo merecia cuando menos- ¿Esta seguro que no desea algo de beber Lord Lestat?- pregunte de manera distraida apartando mis pensamientos funestos de mi mente

por **Lestat De Lioncourt** Sáb Abr 23, 2011 8:16 pm

Fue un placer, mademoiselle –dije- Cualquier persona en mi lugar habría hecho exactamente lo mismo.

La observe respetuosamente, mientras ella con un tono cordial me permitía visitar su hogar cuando deseara. Un gesto en su rostro me dio a entender que algo le perturbaba. Me pregunté que seria ese “algo”.

¿Le preocupa algo señorita Von Drachenberg? –Pregunté amablemente al notar su frustración-

A lo lejos un carruaje parecía aproximarse a la casa, el ruido de las ruedas y los cascos de los caballos golpeando fuertemente sobre el boulevard, llegaban a mi como si se encontrara a escasos metros de distancia. Supuse que el hombre en el interior debía ser Maximiliano. La doncella sin duda pagaría por su osadía al intentar asesinar a la joven Von Drachenberg. Podía sentir la enigmática fuerza de aquel hombre en su rostro, la seguridad y frialdad con que realizaba su trabajo. Un momento después la joven frente a mi pudo advertir el sonido del carruaje. Había girado sutilmente su rostro en respuesta al ruido.

De nuevo volvió su rostro hacia mí y con una voz melodiosa me ofreció algo de beber nuevamente. Le sonreí con amabilidad, pero ella aun parecía distraída. Normalmente las personas suelen actuar así luego de haber estado en alguna situación peligrosa.

Me gustaría alguna bebida caliente, por favor –respondí- Le estaría muy agradecido.

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