Recorriendo las calles de París [LIBRE]

por **Min Hee Kim** Mar Abr 12, 2011 11:53 am

Estaba perfectamente consciente de que venir a un país extranjero con apenas un poco de dinero en los bolsillos y sin ningún plan para establecerse, era un gran error. Habían pasado ya unos 5 días desde mi llegada a la imponente ciudad de París y todavía seguía rondando por las calles, buscando sin suerte algún trabajo que me ayudara a subsistir a todo este repentino cambio.

Luego de haber estado caminando durante varias horas, busque alrededor un banco donde sentarme y al hacerlo saque de una pequeña bolsa que llevaba sosteniendo en mi mano derecha, una manzana que había conseguido gracias a un amable vendedor. La lleve a mi boca y tras darle la primera mordida me dedique a observar a los artistas callejeros que se encontraban haciendo sus espectáculos, la mayoría de ellos eran realmente buenos, casi tan buenos como los que actuaban cada noche en los teatros...

por **Sérène Casseau** Miér Abr 13, 2011 12:22 pm

Se sentía agotada tras las largas jornadas que supuso llegar a París desde Rouen a pie, con el sonido de su pequeña bolsa de viaje al rozar contra el algodón azul oscuro del vestido como única compañía. Había partido horas después del amanecer con la pintura de su familia despidiéndola junto a la puerta de su modesta casa. Su corazón aleteaba nerviosamente ante la incertidumbre de qué encontraría en la capital francesa.

Aquellos que visitaban la ciudad quedaban hechizados por su encanto y hablaban maravillas de ella aunque Sérène no alcanzaba a entender el motivo de tales halagos. Lo comprendió cuando sus líneas comenzaron a esbozarse en la lejanía, y más aún al contemplar los escaparates, grandes poemas que albergaban mercancías de lujo con una decoración sumamente exquisita. Aquella fascinante visión había añadido un toque de energía a sus cansadas piernas, aunque éstas no aguantarían mucho más trecho.

Sérène se deslizó delicadamente en el rincón de un banco desocupado, en una de las calles parisinas, dejando su bolsa en el regazo. Al cabo de unos instantes, advirtió la presencia de una joven de cabellos oscuros y mirada rasgada que captó su atención. Por sus andares podía adivinarse que estaban similarmente fastidiadas, además de tener apetito por lo que observó instantes después.

− Huele bien −puntualizó suavemente, dirigiéndose hacia la exótica desconocida, dedicándole una sonrisa cordial y sincera.

por **Min Hee Kim** Miér Abr 13, 2011 3:05 pm

Mientras seguía sentada disfrutando de la manzana y de los artistas callejeros, una suave voz femenina llamo mi atención. Eleve mi cabeza un poco para ver a la persona frente a mi y pude comprobar que efectivamente, se trataba de una mujer, la cual era bastante bella por cierto.

- Bonjour, mademoiselle - le salude formalmente, en un tono francés algo extraño debido a que todavía no estaba demasiado familiarizada con el idioma - ¿desea sentarse a mi lado? parece verse algo cansada...- luego de decir eso, me moví hacia la izquierda para dejarle un pequeño lugar.

por **Sérène Casseau** Jue Abr 14, 2011 11:53 am

− Bonjour, mademoiselle –respondió bajando la mirada al tiempo que inclinaba cortésmente la cabeza, todo ello en respuesta al formal saludo.
Se sorprendió gratamente ante el excelente conocimiento de la lengua francesa, con el toque extranjero que delataba su inexperiencia.

− Agradecida por su invitación –aceptó sonriendo a la joven radiantemente−, temo que no va errada: un largo paseo es el causante de mi actual estado.
Se levantó grácilmente apartando la negra capa de viaje, asiendo la bolsa del mismo color, sentándose despacio junto a la damisela de rasgos orientales. Discretamente fue acomodándose en el banco, volviendo a posar sobre su falda la fastidiosa bolsa de viaje, notando agradecidas sus piernas por no tener que permanecer más tiempo en pie.

por **Min Hee Kim** Jue Abr 14, 2011 2:35 pm

La joven mujer se sentó a mi lado y yo le mire con una sutil pero amable sonrisa. Tome nuevamente la bolsa en la que traía las manzanas y tome una para entregársela.

- El cansancio viene acompañado del hambre, lo se bien...- suspire y metí las manos en los bolsillos de mi abrigo, dado que comenzaba a hacer un poco de frió, seguramente por que estaba anocheciendo - si no me equivoco, parece que usted también ha tenido un largo viaje, no es de París ¿cierto? - le pregunte, esperando que no se moleste por mi repentina curiosidad.

por **Sérène Casseau** Jue Abr 14, 2011 6:47 pm

Sérène miró agradecida a la joven mientras ésta le ofrecía la manzana pues, a simple vista, no parecía que la muchacha poseyera demasiadas pertenencias y sin embargo estaba dispuesta a entregarle uno de sus frutos.
Su cuerpo no le mostraba la necesidad de alimentarse puesto que algunas horas antes había disfrutado de la hospitalidad de una familia de buena posición, con la ayuda de un sencillo e inofensivo encantamiento ilusorio: les había dado a entender que la bruja era, en verdad, un emisario del Emperador Napoleón que debía entregar un importante mensaje y que había hecho un alto en el camino con la intención de descansar.
Puesto que no pretendía causar una situación incómoda a su acompañante, decidió aceptar la colorida fruta con una cálida sonrisa de gratitud.

− Estáis en lo cierto. Nací y crecí en una ciudad situada al noroeste de París llamada Rouen. Está a varias jornadas de viaje y mi afán por llegar a París me impidió descansar convenientemente –respondió sin reparos, ya que la joven le inspiraba confianza−. Perdóneme… ¿Dónde están mis modales? Me llamo Sérène Cécéreu.

por **Min Hee Kim** Jue Abr 14, 2011 9:00 pm

Gracias a que podía usar la empatía, fui capaz de percibir lo que sentía en estos momentos aquella mujer. Estaba algo incomoda, seguramente por que no tenia hambre pero aun así acepto mi manzana por pura cordialidad.
Como creía, ella no era de aquí, sino de una ciudad llamada Rouen.

- Disculpe mi ignorancia, pero dados mis escasos conocimientos sobre este país, no conozco su ciudad...aunque no dudo que debe ser maravillosa - sonreí y le negué con la cabeza cuando esta pidió perdón por no presentarse - en todo caso, ambas nos olvidamos un poco de nuestros modales ya que yo tampoco me he presentado...- me levante del banco y de una manera casi cómica le hice una pequeña reverencia - mi nombre es Min Hee Kim y como se habrá dado cuenta, tampoco soy de aquí - volví a sentarme - vengo de Corea...y también he viajado durante varios días - comente recordando que había viajado de colada en el barco, ya que no tenia el suficiente dinero para pagar el pasaje - me agrada el conocer a alguien que ha pasado por situaciones parecidas a la mía, ya que aquí es realmente difícil adaptarse y no todas las personas son...amistosas.

por **Sérène Casseau** Vie Abr 15, 2011 12:50 pm

Tras escuchar el comentario y la alabanza hacia su ciudad, le devolvió una sonrisa cómplice, teniendo bien presente que ella era una foránea por lo que dio por hecho que no conociera la ciudad de origen de Sérène.
Siguió con mirada divertida los gestos de la señorita Kim sin lograr contener una risita que trató de ocultar tras su blanca mano.

− Se me antoja que Corea está a más jornadas de distancia que de donde yo provengo –opinó alegremente, tras lo cual le dio un mordisco a la manzana, que resultó estar deliciosa.

A Sérène le encantaba viajar: no se trataba sólo de contemplar paisajes, visitar ciudades, conocer personas… sino que, además, le hacía sentirse viva. Aunque su actitud optimista se vio frenada ante la situación que expuso su acompañante.

− ¿Sería mucha indiscreción preguntar el motivo de tal afirmación? –preguntó con cierta inquietud en su voz.

por **Min Hee Kim** Vie Abr 15, 2011 8:47 pm

Asiento con una sonrisa ante su afirmación, Corea estaba realmente lejos.

- Es cierto, después de todo no se tratan de dos países o ciudades dentro del mismo continente...- le di una nueva mordida a mi manzana y escuche con atención su pregunta. Tal vez aquel comentario mio había sido algo apresurado, pero aun así me dispuse a responderle con la mayor sinceridad posible - no es ninguna indiscreción, aunque me temo que la he inquietado un poco y no era mi intención...en fin - suspire - no he tenido suerte al intentar conseguir un trabajo, en general no les agrada mi apariencia...o suponen que mi débil manejo del idioma francés significa un problema...- a este paso debería utilizar algún hechizo de ilusión o encandilamiento que me ayudara a ser contratada - pero no me quejo, desde el primer momento supe que esto significaría un desafío y estoy dispuesta a superar cada problema que se me presente...- le asegure con un tono de confianza en mi voz - ¿a usted como le esta yendo?

por **Sérène Casseau** Sáb Abr 16, 2011 2:08 pm

La joven bruja se preguntó cuán lejos estaba exactamente Corea de Francia, cómo serían sus calles… ¿estarían tan iluminadas como lo estaban las parisinas? También se preguntó por sus costumbres, parecía que mademoiselle Kim se estaba adaptando a buen ritmo a las sofisticadas costumbres francesas. Y por último, sintió curiosidad por la cultura. ¿Cuán educados serían los hombres con sus mujeres? ¿Serían más estrictos que sus homólogos franceses?

Su cara reflejó ligeramente la extrañeza que sintió cuando mademoiselle Kim mencionó que una posible causa de su fracaso al intentar encontrar un oficio era su “débil conocimiento del francés”, sumado al rechazo que causaban sus rasgos. No pudo comprender por qué todo ello era un problema para los demás, no entendía que las gentes de la capital considerasen como impedimento la lengua cuando estaba demostrándolo su clara fluidez a la hora de expresarse. Miró con aprehensión las facciones de la mujer, que tenían, evidentemente, el encanto exótico que, Sérène estaba convencida de ello, más de un hombre estaría dispuesto a admirar y su mirada no mostraba malicia, o eso creía Sérène.

− No he tenido ocasión de ofrecer mis servicios a ningún monsieur respetable… mi viaje ha finalizado esta tarde y necesitaba un descanso antes e buscar una fonda en la que poder pasar la noche. Tengo intención de ahorrar algo de dinero para poder abrir una tienda de intercambio de objetos.. Honestamente, no alcanzo a comprender que no quieran contratarla… −explicó en respuesta a su pregunta.

La melodía de su voz fue cambiando del cansancio el viaje, el entusiasmo de sus planes de futuro a la indignación por la discriminación hacia la muchacha.

por **Min Hee Kim** Dom Abr 17, 2011 7:59 pm

Sonreí con algo de melancolía al escuchar la intención de mademoiselle Cécéreu, de abrir una tienda de intercambio de objetos. Mi abuela era dueña de una pequeña tienda ubicada en el centro de Corea, donde se encargaba de vender y restaurar antiguos objetos que la gente le traía. Con el tiempo yo había aprendido mucho de aquel oficio y me hacia cargo cuando mi abuela necesitaba tomarse un tiempo libre para descansar o para dedicarse a los asuntos familiares.
Le mire agradecida cuando dijo que no entendía por que la gente no era capaz de contratarme, a decir verdad...yo tampoco lo entendía. Los prejuicios eran algo latente.

- No se preocupe por eso, seguramente pronto conseguiré algo, la ciudad de París es muy grande y todavía no he visitado muchos sitios...

Podía sentir su indignación e incluso la leve molestia, por lo que preferí cambiar un poco de tema.

- Usted se ve como una mujer a la que le fascina viajar...imagino que tal vez debe tener alguna duda o curiosidad sobre mi país ¿quisiera preguntarme algo? para mi eso no significaría ninguna molestia - le anime a que lo hiciera, usando también algo de mi encandilamiento.

por **Sérène Casseau** Lun Abr 18, 2011 12:37 pm

Sérène sonrió, esperando que realmente algún comerciante le diera la oportunidad de demostrar lo que la muchacha era capaz de hacer, pues estaba segura de que aquella joven asiática poseía gran cantidad de virtudes. Captó la sutil variación de tema, por lo que decidió seguir las aguas de aquella conversación amistosa.

Nuevamente sonrió, pues mademoiselle Kim había captado la esencia de ser de Sérène. Ciertamente, desde que había pronunciado Corea había estado pensando en todo lo que concierne al país y por cortesía y, debía admitirlo, miedo a ser considerada una indiscreta.

Una extraña sensación cruzó todo su cuerpo, parpadeó varias veces para quitarse la sensación de encandilamiento y volvió a sonreír por tercera vez en apenas unos instantes.

− He de confesar, para mi vergüenza, que ha adivinado mis inquietudes. Aunque –rió nerviosamente−, no sabría por dónde empezar. ¿Le gustaría contarme parte de su experiencia personal?

por **Min Hee Kim** Lun Abr 18, 2011 1:43 pm

No hay mejor lugar que el hogar y sin duda extrañaba Corea con todas mis fuerzas. Si bien las calles no son tan concurridas e impactantes como las de París, tiene aquel toque único que lo hace un país increíblemente maravilloso y por esa razón, me encantaba que alguien mostrara interés en el.

- Mmm...mira, cuando yo era muy pequeña, mi abuela solía contarme la leyenda sobre el origen de Corea, ella decía que un hombre llamado Hwanung descendió del cielo a la tierra, donde se encontró con un tigre y un oso que deseaban convertirse en seres humanos. Sólo al oso se le concedió su deseo y se transformó en una mujer con la que luego Hwanung se casó. Ambos tuvieron un hijo, Dangun, quien en el año 2333 a. C. ascendió al trono como el primer soberano de Corea. Se dice que la descendencia de este mítico rey continuó la dinastía real durante más de 1000 años...- le narre con una notable emoción - somos muy tradicionalistas y fieles a nuestras raíces, por eso estos tipos de historias son tan importantes para nosotros...- no importaba en donde estuviera, seguiría siéndole fiel a mis creencias - mas culturalmente puedo decirte que hacemos muchos festivales, tenemos una música tradicional en la cual el elemento principal es la voz y ademas también varias danzas. Tal vez algún día pueda enseñarte alguna - reí - ah y también nos encanta la armonía, las buenas energías...y considero que tu, tienes una excelente

por **Sérène Casseau** Lun Abr 18, 2011 3:17 pm

La joven hechicera escuchó atentamente la historia de la creación que le contaba mademoiselle Kim según las costumbres coreanas. Compartió por unos momentos la emoción que expresaban sus palabras llegando a comprender cuán importante era para su gente las costumbres milenarias. Y sonrió, al entender que para cualquier cultura era importante recordar y enorgullecerse de sus tradiciones.

Compartió, asimismo, la risa ante la idea de aprender una danza coreana, uno de los defectos de Sérène era la torpeza para coordinar su cuerpo a unos pasos de baile, por muy buena que fuera mademoiselle Kim como instructora, no se creía capaz. Sin embargo seguramente pasarían buenos ratos mientras lo intentaban.

− Respecto a los festivales… ¿qué os lleva a celebrarlos? –la pregunta fue formulada tímidamente, no queriendo traspasar el límite de lo permitido.

por **Min Hee Kim** Lun Abr 18, 2011 7:47 pm

Sentí algo de ternura al escucharla preguntar tan tímidamente y por eso la mire de forma amable, dándole a entender que estaba bien y que podía preguntar todo lo que quisiera sin problemas.

- Son festividades tradicionales, las cuales se van trasmitiendo de generación en generación...- explique - el yeonggo es una fiesta de tambores que se celebra con la intención de revivir a los espíritus, el dongmaeng es una fiesta de agradecimiento por las cosechas, y el muncheon es un conjunto de danzas dedicadas al cielo...- alce las manos y luego me reí fuertemente - mi abuela siempre me disfrazaba para aquellos festivales y me hacia bailar con las demás niñas. Ella se sentía orgullosa por que creía que nos traería buena suerte...y creo que en cierta manera, así era...- peine mi cabello con mis dedos para que este no se moviera demasiado a causa del viento - como te darás cuenta, somos bastante espirituales...al menos mi familia lo es.

por **Sérène Casseau** Mar Abr 19, 2011 10:05 am

La agradable mirada animó a Sérène a no mostrarse tan tímida, motivo por el cual recompensó a su interlocutora con una sincera sonrisa de agradecimiento. Le encantó saber que en la sociedad coreana se trasmitieran las tradiciones de generación en generación, puesto que en su familia ocurría exactamente lo mismo, no tan solo con las habilidades mágicas sino también con toda clase de lecciones; como los buenos modales que hay que tener delante de cualquier persona sin tener en cuenta su clase social.

El viento hizo que su capa se revolviera provocando que un escalofrío recorriera su cuerpo. Agarró el canto de la oscura tela y se arropó cuanto pudo ya que, repentinamente, recordó que en la otra mano todavía sujetaba la jugosa manzana, a la espera de ser saboreada de nuevo. Así que, mientras escuchaba las explicaciones de la joven, masticó tranquilamente, procurando no mover demasiado la boca y evitar no ser desagradable.

− En verdad parece que se divertía yendo a esos festivales −expresó tras ingerir el trozo de fruta−. Ha dicho que su familia es tradicional… ¿acaso no se incluye usted también?

Le había resultado extraño el comentario, en concreto la puntualización hacia su familia. Además, Sérène esperaba encontrar a una compañera de ideales: la joven hechicera era, secretamente, una incrédula en cuanto a la creencia religiosa, posiblemente debido a su condición de hechicera y el conocimiento de la existencia de otros seres a parte del humano.

por **Min Hee Kim** Miér Abr 20, 2011 10:18 am

Pensé durante unos largos segundos la respuesta a su ultima pregunta, ya que no era algo que me planteara con regularidad. El que los brujos no somos religiosos ni tradicionales, es tal vez, una de las creencias mas populares tanto acá en París como allá en Corea y en cualquier otro país.

- Vera, no quise decir exactamente eso...es algo un poco complicado de explicar, yo también me incluyo, es decir...desde corta edad me han criado para tener una mente lo suficientemente abierta como para aceptar muchas cosas - sonrei ligeramente - mi familia y yo creemos en todo ese tipo de festivales tradicionales e incluso mas...¿entiende a lo que me refiero? - podría haberle hablado de los vampiros, licantropos y demás seres sobrenaturales para que pudiera captar mejor lo que intentaba decirle, pero no quería ser brusca con ella, ni asustarla - en resumen, he recibido una gran influencia de ellos, especialmente por parte de mi abuela y mis tías.

por **Sérène Casseau** Miér Abr 20, 2011 2:47 pm

Sérène observó como mademoiselle Kim titubeaba ante la pregunta que le había formulado ella. En aquellos segundos, en los que sólo hubo silencio entre las dos, el resto de individuos paseaban a su alrededor con sus propias charlas, cada uno con una historia que contar y un sinfín de secretos que ocultar. La sibila tuvo tiempo suficiente para alarmarse y arrepentirse de la pregunta que acababa de formular y en esa ocasión tuvo la entereza suficiente para no mostrar sus sentimientos.

Como tampoco reveló el alivio que sintió al escuchar no tanto la respuesta en sí, sino el hecho de haber sido pronunciada. Sérène captó, al menos eso creía ella, que mademoiselle Kim conocía la existencia de los extraños seres que recorrían el mundo, así se lo hizo saber a su acompañante dirigiendo a su acompañante una sonrisa que irradiaba complicidad. Aunque no supo apreciar hasta qué punto creían, ella y su familia, aunque tampoco era tan importante.

− Comprendo a qué se refiere; me atrevería decir que ambas hemos recibido una educación similar –murmuró con precaución, para después realizar una leve pausa, tras la cual su voz se tornó sumamente suave−. ¿Le resulta difícil hablar de su familia?

por **Min Hee Kim** Miér Abr 20, 2011 7:58 pm

Un largo suspiro escapo de mis labios y la calma regreso a mi cuerpo cuando note la sonrisa cómplice de mademoiselle Cécéreu. No me caracterizaba precisamente por ser demasiado clara cuando explicaba algo, pero al parecer ella había entendido exactamente lo que intentaba decirle e incluso podía identificarse con la educación que había recibido de niña, lo que provoco que la charla se volviera aun mas interesante e intrigante de lo que ya era.

- Amo a mi familia, es lo mas importante que tengo...pero si, me cuesta un poco hablar de ella...especialmente por que es algo particular - a estas alturas, sentía que podía contarle cualquier cosa y no me juzgaría, le tenia una extraña y repentina confianza - no es que lo tome como algo malo ¿que familia no tiene secretos? a mi forma de ver, ellos son completamente normales pero tal vez para una persona como usted o para otra, puedan resultar extraños...- haciendo uso nuevamente de mi encandilamiento me acerque a ella y con un tono de voz pausado y tranquilo continue - ya que estamos en el tema, no quisiera alejarme de el, yendo al grano...¿usted cree en seres que están mas allá de la imaginación o de las leyendas? ¿brujos por ejemplo?

por **Sérène Casseau** Jue Abr 21, 2011 9:26 am

Hasta que mademoiselle Kim no suspiró, la joven hechicera no llegó a percatarse de la tensión que había contenido. Intuyó el motivo, Sérène había estado sintiendo una presión similar en la boca del estómago. Demasiado habían sufrido su ascendencia con la caza de brujas, teniendo que huir del país de origen cogiendo solo lo que pudiesen llevar en un viaje sin retorno; como para distraerse fácilmente con cualquier desconocido que le entrabase una conversación cómplice y fluida. Pero si la joven asiática había sufrido de una manera similar, no necesariamente igual, a ella, tenían algo más en común que compartir.

Escuchó atentamente las explicaciones de la muchacha, sonriéndole en cada pausa que hacía, queriendo demostrarle que realmente podía confiar en Sérène. Notó cómo la cobriza mirada acaparaba la atención casi total de la sibila, aunque ello no hizo que dejara de escuchar si bien permitió, sin darse cuenta, el acercamiento. No esperaba una pregunta tan directa, sin embargo no dudó ni un solo instante cuando respondió.

− Aunque corro el riesgo de que me vea como a una chiflada… admito que “creer” no es la palabra que usaría en este caso… sino “conocer” la existencia de seres que están más allá de la imaginación o de las leyendas, brujos por ejemplo –citó las palabras pronunciadas por mademoiselle Kim, haciéndole entender que había captado de nuevo a dónde quería ir a parar.

Y aunque sus rasgos mostraban tranquilidad, en parte por el embrujo en el que estaba sometida, su corazón comenzó a latir con más fuerza, viéndose encadenada y juzgada por todos aquellos temerosos de lo desconocido.

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