Lonely Nights [Corinne Blanchard+18]

por **Asagi Dunkelheit** Dom Mar 06, 2011 4:23 am

“Que días aquellos, los extraño y el secreto sigue, no importa lo que haga no puedo sacarte de mi mente, ahora que no siento dolor, quiero llamarte todavía, solo me quedare extrañando aquellas noches”

Cerré los ojos mientras toma asiento en una de las alejadas bancas de aquellos jardines, una noche perfecta sin dudas, no había gente, no tenia porque pensar en cosas banales, sin embargo lo hice.

“Las alas que ahora posees se convierten en mi manto protector”

Me es difícil sacarte de mi mente, cuando juntos recorrimos parís, me es difícil cada día recordar el color exacto de tus ojos, y aunque no lo desee hacer, este corazón humano lo hace, aquí solía pasar un buen rato meditando, después de aquellos debates que solíamos tener.

¿Habrá alguien que se parezca a ti?

Soy teñido de rojo, soy envuelto en oscuridad, ni una sonrisa puedo regalar ahora…
Y sigo contemplando estos bellos botones, que pronto darán flores que alegraran por las tardes por las noches las calles.

El abrigo que ahora porto por las ventiscas se me hace extravagante, tan blanco como la nieve, contrastando con los ojos azules que porto, ojos que solo pueden mirar de una sola forma lo que antes llamaste <<Amor>>

¿Por qué me abandonaste con una sonrisa en tus labios?
No puedo vivir más así.

Entre mis manos una rosa se deshoja con tanto dolor, que me aprieta el corazón que me los estruja, me enseñaste a vivir de una manera tan cruel, tu siendo una simple humana ayudaste a este ser a comportarse como << Un maestro del engaño>>

Mientras las estrella me iluminan, sigo varado, esperando una señal, una respuesta, quizá a alguien, quizá a nadie…

Me planto frente a este jardín, donde acomodo los pétalos que por tu recuerdo destruí, los esparzo sobre las demás flores.

por **Corinne Blanchard** Dom Mar 06, 2011 9:23 pm

Tantas noches te he imaginado, tantas noches te he pensado, tantas noches te he sentido y tantas noches me has hecho falta…hoy una vez más vuelvo a este lugar con la esperanza de que estés aquí…preguntándome si algún día serás una realidad…

Recorro estos hermosos jardines bajo los reflejos de la luz de la luna en esta noche tan perfecta y silenciosa, sumida en mis pensamientos y contemplando los destellos de mi querida amiga luna sobre esas preciosas flores que parecen sonreírme amistosas al pasar.

“¿Existes?...¿algún día te podre encontrar?......ohhh no lo se”

A paso lento, invadida por la nostalgia y absorta de todo a mi alrededor continuo mi andar buscando donde descansar. Finalmente tomo asiento en una alejada banca con la mirada baja. El viento golpea mi rostro en una suave caricia y susurrando a mis oídos me vuelve de mis pensamientos, levanto mi rostro y en silencio observo a quien se encuentra frente a mí…

Me pregunto qué será lo que lo que lo hace actuar así, entre sus manos una hermosa rosa es deshojada denotando cierto grado de dolor…

- Me pregunto…¿qué daño le ha hecho esa rosa para ser deshojada así y qué suerte tendría yo si yo estuviese en su lugar? – pregunte en un suave murmullo casi solo para mí y con la esperanza de llamar su atención.

por **Asagi Dunkelheit** Dom Mar 06, 2011 9:48 pm

“mi corazón es un trozo de dolor”
Los pétalos eran desojados, con tristezas, no podía escapar mas de tus cadenas de espinas, sentía que el valor se me iba, el alma estaba sola, olvidada, pero eso era lo que era, porque… sin ti ahora se quien soy… aunque no puedo olvidarte y dejarte de esa cruel manera como tú lo hiciste conmigo.

Este día especialmente este día descubrí que te añoro más que a nadie, sin embargo eres polvo y muerta seguramente estas… como los demás humanos, aunque quiera vivir honestamente y sin engaños… vivir mejor que en el pasado, no puedo, porque si no encuentro tu silueta en la oscuridad… nada puede ser igual.

Que alguien llene tu lugar, que alguien me ayude a ser quien deje de ser…
Que deseos tan hermosos… sin embargo, son solo tonterías, ¿Quién puede deshacer lo que soy?... nadie… nadie, solo tú.

El aroma de una mujer, el aroma cálido que el viento arrastra hace que deje a un lado los pétalos, que deje de bailar entre nostalgias y recupere mi frialdad y caballerosidad.

- Madame… la suerte de esta rosa fue por un recuerdo, sin embargo si usted fuera aquel recuerdo le aseguro su suerte seria la eternidad junto a mi pecho y corazón… ahora dejare que sus pétalos se esparzan suavemente entre aquellos insignificantes botones.

Le hable con serenidad, con seriedad y con mucha educación, no quería mostrarle “una parte de lo que soy, de lo que no soy, de lo que aparento y de mi triste realidad”

- Asagi Dunkelheit… le acompaña esta noche.

Bese el dorso de su mano mientras me hincaba, para después levantarme y alzar el cuello de mi abrigo y quitar una que otra marca molesta en lo perfecto de mi elegancia.

por **Corinne Blanchard** Dom Mar 06, 2011 11:11 pm

Al escuchar mi suave murmullo detiene el movimiento de sus manos y vuelve su rostro hacia mi…

Sentí que la sangre se me helo al encontrarme con su impactante mirada, con esos enigmáticos ojos azules color del cielo… me impactaron de inmediato como si de imanes se tratase, mi vista se poso en él sin poder apartarla.

Como era posible que unos ojos tan bellos estuvieran tan tristes….¿cómo? eso era algo difícil de comprender…¿que podría provocar tanta tristeza en su vida?...

No tardo en dar respuestas a mis preguntas y al escuchar su voz no solo la sangre se me helo, el corazón comenzó a latir con fuerza y yo me esforzaba por controlarme…

Había mencionado que la suerte de la rosa se debía a un recuerdo, sin temor a equivocarme juraba que se trataba de una pena de amor, solamente algo así explicaba semejante tristeza…

Mis mejillas se ruborizaron al instante en que escuchaba sus siguientes palabras...
“si usted fuera aquel recuerdo le aseguro su suerte seria la eternidad junto a mi pecho y corazón…”

Baje la mirada avergonzada e intentando esconder el bien que me hacia escuchar su encantador halago.

- Seria un placer si yo fuera aquel recuerdo – musite muy bajito.

- Corinne Blanchard, Monsieur, un placer conocerle y contar con su compañía esta noche – me presente levantando nuevamente la mirada y haciendo una leve inclinación con mi cabeza, ruborizandome ahora al sentir el contacto de sus labios sobre mi mano.

por **Asagi Dunkelheit** Mar Abr 05, 2011 6:29 pm

Quiero verte una vez más… deseo hacerlo…

Esas palabras me acompañaron no solo hace años… si no toda mi vida, deseaba ver muchas cosas, y los ojos de aquella diosa encantadora me lo demostraban, el mundo empezó a cambiar, los ojos que ven una tristeza frívola están ahora un poco mas iluminados.

- Le daría la rosa… “es mi sello personal al conocer a alguien” Quizá su destino tuvo una hermosa consecuencia… al no podérsela entregar… me he encontrado con una belleza que le supera… y de eso la flor debería estar celosa… seguro que si estuviera en sus bellas manos desearía morir… pues sus celos le harían ese deseo posible. Nadie puede resistir ser llamado “Hermoso” a su lado…

El cambio en mis palabras se torno un poco más “Seductores” por así decirlo, yo me conocía muy bien, sin embargo al oler un poco de su fragancia, un poco de su sangre, supe una “cosa” y tal vez ella también lo había percatado.

- Hermoso nombre Madame… Muy hermoso como usted misma… quizá un poco más, estoy sinceramente avergonzado por mi acto tan irrespetuoso que vio.

Los ojos lo dicen todo… y los míos expresaban aquellos destellos de dolor, de angustia y traición, de la cual solo yo y nadie más que yo… sabia…

- Espero me disculpe… Si gusta me encantaría que fuera mi dama, solo mía, esta noche para poder ir a engalanar las calles de parís, aunque claro no soy lo suficiente “glamuroso a su lado”

Era una forma de poder “olvidar un poco” aquel episodio para mi vergonzoso. Y también para saciar mi curiosidad tal vez me estaba metiendo en problemas…
“Un licántropo y un Vampiro ¿Qué consecuencias tendría?”

por **Corinne Blanchard** Miér Abr 06, 2011 2:32 pm

El acto desolador que sus manos cometían casi con desesperación, con ansiedad, con cierto coraje y dolor en medio de su indiscutible y gran tristeza contra esa belleza de la naturaleza me habían obligado a robar su atención sin poder hacer nada por evitarlo. Sin entender si me indignaba más que destruyera la belleza de esa rosa o la tristeza que intentaba ocultar detrás de su mirada.

Su atención en aquella rosa, en aquellos pétalos había sido desviada hacia mi persona después de mi aventurada y quizás atrevida pregunta, me daba el privilegió de entablar una conversación con él.

Sus ojos mostraron un ligero cambio reflejando ahora un brillo un tanto especial y diferente al que en un inicio había mirado en ellos más no por ello lograba evadir la realidad reflejada en ellos.

-Un sello bastante peculiar Monsieur- le comente en tanto mis mejillas comenzaban a ruborizarse nuevamente –no creo poder provocarle celos a una rosa ella goza de una belleza por si misma incapaz de ser comparada pero si usted me lo dice me temo que debo tomarme muy en serio sus palabras y creerme que a su lado yo supero esa belleza- definitivamente era un caballero bastante adulador.

-Gracias- mi rostro se ilumino con una gran sonrisa - Pero aún así no debería privarme de su sello personal o pensaré que no ha sido de su agrado conocerme esta noche- le dedique una sonrisa de lado con cierto toque de coquetería imaginando cual podría ser su reacción ante mi comentario.

De manera casi imperceptible achique los ojos al escuchar ciertas palabras en la invitación que me hacia, “solo mía”, tan peculiares como él mismo, pero su compañía me agradaba a pesar de ser un “vampiro” no lo creía capaz de atentar contra mi.

-Solo suya ehhh…- le sonreí menando la cabeza –bien ya veremos si lo disculpo- le comente con tono juguetón y a la vez con seriedad en mi voz –acepto ser su dama esta noche y no se preocupe si es lo suficientemente glamoroso o no a mi lado que solo le baste con que detrás o al lado de una gran mujer siempre hay un gran hombre- el caballero era lo bastante elegante y educado por lo cual su comentario lo considere fuera de lugar pero sumamente halagador a mi persona.

“No sabia que podría resultar quizás era peligrosa la combinación de una Lycan y un vampiro pero también la tentación de descubrirla era demasiada”

por **Asagi Dunkelheit** Miér Abr 06, 2011 7:43 pm

El sonido de las campanas a lo lejos, el sonido de algunos murmullos que atraviesan mi ahora herida alma, porque corazón “sentimental” ya no tengo, solo un pedazo de carne que se encargar de “mantenerme” vivo… o quizá ni eso.

Llevo de la mano a una hermosa joven que parece tener las ideas claras de los riesgos que corremos, le ofrezco mi brazo para proseguir por aquellas calles y charlar solo un poco, para profundizarnos en conocernos.

El viento es tan fresco, tan delicioso que me acaricia de una manera tan especial, así es, la he comparado quizá con alguna acción “humana” que se llena de sentimientos.

Tal vez ya sea hora de arriesgar, me repito hacia mis adentros, después de aquel episodio vergonzoso de mí, no es el primero, pero quisiera que fuera el último, quisiera poder volver a amar de nueva cuenta…

¿sería muy arriesgado a estas alturas y en estas circunstancias?... y con alguien como… ¿Ella?

¿Ella?... si aquella joven ¿será la indicada?.... Eso quizá este por averiguarse…

- Tal como lo dije Madame… Es un Sello personal, no es una rosa como cualquiera, pues las cultivo yo mismo, quisiera en verdad poder otorgarle otra… pero me temo que no podre puesto que siempre cargo con una sola.

Me sentí un poco mal por mis palabras, por aquellas cosas que le había dicho, en verdad lo deseaba pero eso sería ir a la “Mansión Dunkelheit” y eso la verdad era más que un riesgo.

- No se atreva a decir aquello, me complace, es más me llena de sentimientos desconocidos el corazón y la mirada, un caballero inteligente sabe de la buena compañía, quizá pueda “complacer de otra manera” el no poder entregarle aquella rosa. Tal vez cree un nuevo sello personal… Pero solo para Usted Madame.

De nuevo mi coquetería, estaba siendo quizá un poco irrespetuoso, pero en realidad cortes, lo único que deseaba era conocer a aquella criatura de la noche, que se baña en luna, bajo el rocío de una transformación.

- Como lo dije antes “Usted es toda mía”

Aprovechando que tomaba mi brazo y caminaba a su lado, susurre en su oído de una manera tan seductora.

- Vayamos donde usted quiera… Yo le complazco esta noche.

Peligro, Elegancia, Seducción y Pasión quizá eran pocos conceptos los que definían aquel encuentro.

por **Corinne Blanchard** Jue Abr 07, 2011 1:55 pm

Lo tome del brazo que caballerosamente me ofreció con mucho cuidado, pues no quería estropear la perfección de su abrigo. Comenzamos a caminar a paso lento sin prisas y sin un rumbo fijo por las hermosas y románticas calles parisinas, bajo los tenues faroles que las iluminan y las adornan, bajo el encanto y la magia de la luna brillando desde lo alto del cielo en un principio en completo silencio como si fuéramos unos viejos conocidos simplemente disfrutando de un paseo juntos hasta que finalmente me contaba sobre la procedencia de la rosa.

Lo observaba de reojo, su semblante ahora era totalmente distinto, sus ojos ahora se mostraban más expresivos, brillantes y sonreía ligeramente. Me complacía ser la protagonista que arrancaba de su rostro una linda y disimulada sonrisa.

Escuchar aquella historia sobre la rosa y que siempre portaba solamente una consigo me hizo desear poder sostener algún día entre mis manos una de sus rosas.

-Lo siento Monsieur- dije un poco avergonzada y ruborizándome nuevamente al escuchar lo que lograba despertar en él ¿solo con mi compañía?....

Una vez más la sangre se me helaba, su voz seductora y cargada de coquetería hablándome sin más de sentimientos desconocidos al corazón y la mirada…intente no poner demasiada atención a su comentario quizás sin lograrlo.

-Tal vez si haya alguna otra manera…no lo se- dije con un ligero temblor en la voz a causa de lo nerviosa que comenzaba a ponerme.

-Un…..¿un nuevo sello personal?....¿y solo para mi Monsieur?....¿por que haría algo así solo para mi?- no puede ocultarle cuanto me sorprendía ni mucho menos la curiosidad que me provocaba el enterarme que era posible que creara un sello personal solo para mi..

-Entonces aproveche que esta noche “soy toda suya”- me sentí un poco apenada quizás estaba siendo demasiado atrevida ante un desconocido y eso no era propio de una Dama.

No supe como reaccionar ante aquel seductor susurro a mi oído durante un buen rato. Simplemente le sonreí, antes de responderle, pues sabía bien como ponerme nerviosa.

-¿Podemos ir a algún lugar tranquilo y menos frío donde podamos sentarnos y conversar?- el frío de la noche comenzaba a calarme y mis ganas de conocer más de él iban en aumento.

por **Asagi Dunkelheit** Sáb Abr 09, 2011 3:08 am

¡Ah! Tan hermosa melodía podía escuchar resonar en mi cabeza una mezcla agridulce y tan perfecta en esos momentos sentimentalista donde nos encontramos con uno mismo, pensando en lo demás referente al amor, sintiendo que nos destrozamos que nos agobiamos y que no podemos escapar y de pronto las lagrimas aparecen más y más seguidas de un acto de amor y cobardía, dolor y confusión y una cruel sonrisa amarga que nos susurra amarnos.
Era así como me sentía, la calidez de su brazo sobre mi abrigo, a pesar de todo pude sentir su calor penetrando en mi piel.

Una muy leve sonrisa se me escapo, y eso solo era la señal de algo, realmente bueno o realmente malo.

- No hay nada que sentir, solo que a veces los planes que uno tiene parecen ser parte de una rutina, pues ahora esto ha cambiado. Al tenerle aquí presente es una prueba de ello.

Le mire mientras entrabamos ante las luces y el ruido de la elegante ciudad, la temperatura en su cuerpo disminuía un poco.

- Permítame.

Le dije mientras pausaba nuestra marcha, para ir detrás de ella, quitarme el abrigo y ponerlo en sus hombros.

- Haría tal acto porque usted lo merece como su belleza es única y su presencia en “mi vida” también lo es ¿no le parece que las personas que representan algo en la vida de uno merecen algo de uno también?.... yo lo creo y a pesar de este momento usted ya es alguien… en mi “pensamiento”

Le susurre mientras colocaba bien el abrigo y era cierto, el que ella me viera de esa manera, me destrozaba al mismo tiempo que me alegraba, pero no me gustaba del todo, sin embargo era mejor arriesgarse un poco.

- Usted elija el lugar, como le dije, estoy para complacerle Madame.

Sonreí y acaricie sus mejillas mientras seguíamos por aquel lugar tan hermoso donde mi vida casi todos estos años había sido marcada en muchos aspectos…

Ella me daba confianza, quizá supiera mas de mi vida en esa noche que nadie….

por **Corinne Blanchard** Lun Abr 18, 2011 10:24 pm

Me escuchaba con atención más aún así parecía hundido en sus pensamientos, sin duda alguna era un caballero lleno de misterio por ende sumamente interesante…
Me preguntaba que tanto habría de su vida…que tanto de ella sería capaz de contarme o de permitirme conocer…

El hilo de voz que salía de su boca acompañado de una leve sonrisa me hizo sonreírle ampliamente mientras aferraba con más fuerza mi brazo al suyo y analizaba sus palabras, me alegraba y me halagaba sobremanera que el tenerme en ese momento a su lado le hiciera dar un giro a su rutina a decir verdad cambiaba para ambos

-Me alegra que este encuentro no sea solo una rutina planeada- no pude evitar mi comentario.

-Pero….pero Monsieur no es necesario que haga eso- le dije avergonzada por provocar tan amable y caballeroso acto de su parte al percatarse que mi cuerpo comenzaba extrañamente a enfriarse un poco, seguramente era por los nervios inconscientes que su cercanía me provocaban. Fue demasiado tarde su abrigo ya estaba sobre mis hombros y escuchaba sus palabras muy cerca a mi oído haciéndome estremecerme mientras terminaba de acomodar el abrigo.

-Sin duda alguna Monsieur de echo creo que todo aquel y todo aquello que signifique en la vida algo para nosotros merecen no solo algo de uno sino que merecen lo mejor de nosotros y siendo que usted ya me considera alguien en su pensamiento déjeme decirle que me siento honrada con ello.

-“Bien yo elegiré el lugar” dije casi en un murmullo para mi cuando acaricio con tanta ternura y delicadeza mis mejillas.

-Vayamos a algún restaurante e invíteme algo de beber mientras conversamos.

por **Asagi Dunkelheit** Mar Abr 26, 2011 5:49 pm

Caminamos un poco más. Hasta que escuche sus deseos, serian complacidos a manos de un gran caballero, sobre todo, eso, a lo lejos las campanas resonaban, con el aire en ellas, casi un silbido acompañado de nuestras voces bastaban para hacer una canción de “emociones”, vaya noche que tendría, con todo una dama, tan hermosa y sensual, pero sobre todo sumisa y amable.

- Nada es planeado, eso se lo aseguro, y la caballerosidad es algo que un “hombre” debe tener y mantener no importa si los tiempos y vientos cambien, eso es lo que habla bien de una persona, además yo no soy el que tiene frio y aunque lo sintiera, haría lo mismo por usted, aunque mi aroma no sea tan agradable, sabiendo que podemos percibir mas allá de eso.

Le miraba tímida, aunque me cautivara aquello, más que a nada en el mundo, me traía a la mente a cierta persona, que ahora me dejaba libre, mi viejo amiga (o)… eran un poco parecidos, Claro que Carmilla exageraba en cuanto belleza y elegancia, además de ser admiradora del glamor en parís y las tendencias con la moda.

- Me parece que un buen vino, una buena charla, acompañada de un gran platillo estaría… excelente para una plática como esta. Caminemos entonces, supongo que podre llevarle a un buen restaurante, el chef de ahí es muy amigo mío.

Recordaba a Sigfrid, quizá el podía ayudarme, no sabía si trabajaría aquella noche en su negocio, tan respetable claro, como olvidar la riqueza de sus platillos y el buen ambiente “aristocrático” que ahí se respiraba.

- Dígame Madame, ¿Qué le trae por estas calles?... quizá me equivoque pero no se ve residente de este lugar, ciertamente mi curiosidad sobre tan bella dama, comienza a despertar.

Espere mientras deseaba que Sigfrid estuviera dispuesto aquella noche.

por **Corinne Blanchard** Mar Mayo 03, 2011 5:54 pm

Mientras manteníamos nuestra pequeña charla continuábamos recorriendo lenta y tranquilamente las calles, como si fuéramos un par de antiguos amigos y como si nadie más existiera a nuestro alrededor más que el paisaje, la luna brillando desde lo alto del cielo y el viento fresco que rozaba nuestros rostros.

Mis labios se curvaron en una sonrisa -¿sabe? Si hay algo que admiro en un hombre son precisamente sus gestos y muestras de caballerosidad- gire un poco mi rostro y lo mire de lado –no diga eso, su aroma es agradable aunque usted opine lo contrario y no creo que se atreva a desmentir a una dama o ¿si?- mi sonrisa se pronuncio un poco más mientras le observaba de lleno.

-Confío en su fino y buen gusto Monsieur…así que yo voy a donde usted me lleve…además si el chef es su amigo con seguridad me llevará a un buen y agradable lugar- la buena compañía, un buen vino, una cena exquisita eran los mejores ingredientes para una buena charla sin duda alguna.

Me causo gracia el que creyera que yo no era residente de París –Simplemente disfrutar de un paseo bajo la luz de la luna y pues disfruto mucho del precioso jardín donde tuve la fortuna de conocerle a usted… soy admiradora de la naturaleza- agregue –lamento decirle que si se ha equivocado, soy residente de este bello lugar.

-¿Usted lleva mucho tiempo residiendo en París?-

por **Asagi Dunkelheit** Dom Mayo 15, 2011 2:31 am

- Bueno la verdad es que si llevo muchísimo aquí, ha pasado mucho tiempo que ya ni se cuanto, pero he conocido el trasfondo de esta hermosa ciudad.

Sonreí un poco al verle, era una persona realmente hermosa a la que debía conocer en todos sus fondos, en toda su plenitud.

De un momento a otro los vientos cambiaron, todo empezó a cambiar, unas cuantas gotas de agua empezaron a caer, lo que nos obligo a apresurar nuestros pasos, solo eso, caminábamos sobre la acera que mas cubierta y transitada estaba, sería muy malo poderla llevar así de esa manera donde Sigfrid.

- Siento que debemos cambiar de rumbo, tenemos que refugiarnos en un lugar para que no le pase nada a usted.

Dije inmediatamente mientras permitía que a mí me tocara el agua, y protegerla a ella, entonces empezamos a caminar y lo primero que vi, fue aquel hotel, que tenía un elegante restaurant de servicio, quizá podríamos llegar más o menos secos hasta el.

- Si no le molesta cenemos en ese hotel, lamento este inconveniente, podemos rentar una habitación, para que vaya a secarse.

Propuse de inmediato.

por **Corinne Blanchard** Miér Mayo 18, 2011 12:05 am

El tono de voz sonaba como una agradable melodía a mis oídos y cuanto más pudiera hacerle hablar mayor sería el placer de disfrutar del sonido de su voz.

Sin más el clima cambio drasticamente, el cielo se cubrió de nubes oscuras anunciando una pronta lluvia. Yo adoraba caminar bajo la lluvia pero cuando lo hacia sola y alejada de la ciudad, en mi adorado bosque, ahora caminaba en campañia de tddo un caballero que solo de imaginarme empapada frente a él implore porque alcanzáramos a llegar a nuestro destino.

La naturaleza se empeño en estropear mi apariencia a los pocos minutos el cielo comenzó a llorar dejando caer sus gotas de agua transformándose en una ligera lluvia.

Asentí ante su comentario y seguí sus pasos resgardandome un poco detrás de su cuerpo pero sin evitar del todo que el agua me tocara.

-Si, si.....no hay tiempo de ir más lejos- respondí de inmediato. Mi voz sonaba urgida por llegar a algún sitio donde protegernos.

-Me parece una buena idea lo de la habitación mire nada más el desastre en el que he terminado- le comente muy apenada por sentirme que estaba hecha un verdadero desastre, tomándolo de la mano sin darme cuenta apenas entrabamos al hotel.

-Pero no me dejará sola ¿verdad?- pregunte con ingenuidad y un toque de coquetería.

por **Asagi Dunkelheit** Lun Mayo 23, 2011 7:37 pm

Eso se convertía en una gran invitación, en una clara noche de pasión quizá eso mismo viviría hoy… así que inmediatamente pedí el servicio aunque nos vieran todos empapados, aunque nos miraran raro, después dije fueran a cierto comercio y encargarles “vestimentas” para la dama y para mi, aquellos me conocían así que sabrían que traer, inmediatamente regrese a su lado, para irnos a aquella habitación.

- Te acompañare, ya que necesito también secarme un poco…

Subimos aquellas grandes escaleras de cristal, adornadas con elegancia, mientras le miraba temblando un poco, no, quizá era yo el que temblaba, pero ¿Por qué?... era porque apenas nos conocíamos, solo eso, así que sonreí y al estar ahí en la habitación, toda adornada en la más bella elegancia sabía quizá lo que pasaría.

- Aquí hay unas toallas…. Puedes secarte con ellas en lo que viene la ropa que acabo de encargar, espero no te moleste que no te haya consultado.

Sonreí un poco mientras le daba la toalla y la sostenía, me quite el saco, y lo demás que traía, la camisa que portaba se transparentaba mucho, era tan delgada, que sin darme cuenta termine por sacarla de mi pálido y frio torso.

(Perdona si es demasiado corto, últimamente no ando bien de salud y no quiero descuidar mis temas gracias)

por **Corinne Blanchard** Miér Jun 15, 2011 10:41 pm

No fue hasta que escuche su respuesta que caí en cuenta de lo que acababa de pedirle. Pero como pudo haber pasado eso por mi cabeza, como invitaba a un caballero que prácticamente aún era un desconocido. Tan solo había transcurrido algunos minutos quizás una hora o poco más en que cruzamos palabra por primera vez y sabia tan poco de él. Tal vez su imponente presencia y el enorme deseo de querer conocer más o todo de él había sido lo que me impulso a hacerle dicha invitación con tanta naturalidad e inocencia de mi parte.

Me quede esperándolo cerca de la recepción en un pequeño y acogedor espacio un poco reservado donde perfectamente podía evitar las miradas curiosas sobre mí al mirarme con las ropas mojadas, el cabello escurriendo y con el maquillaje corrido. Pronto regreso a mí lado, con un gesto de amabilidad y caballerosidad me ofreció su brazo el cual tome disponiéndonos enseguida a dirigirnos a la habitación. Atravesamos el lobby del hotel con tranquilidad absoluta, sentí un fuerte cosquilleo en mi vientre seguido de un escalofrío y temblor en mi cuerpo. Intenté no hacer caso centrando mi atención en la decoración del lugar. El hotel estaba decorado con la mayor y absoluta elegancia, cada pieza, cada cuadro adornando sus paredes, los pisos, las alfombras y cada objeto en el lo hacían lucir de una manera espectacular.

Finalmente terminamos de subir las escaleras quedando justo al frente a la puerta de la que había asignado como nuestra habitación. Agradecí que Monsieur Dunkeheitl no se haya dado cuenta del temblor de mi cuerpo el cual seguramente se esfumaría apenas y secará mi cuerpo y me colocará de nuevo la ropa seca.

La habitación era elegante, amplia y a pesar de ello se sentía la calidez en su interior. Las atenciones por parte de él no cesaban de inmediato tomo unas toallas y me las entregaba.

- Gracias, Monsieur – le al tiempo que tomaba las toallas en mis manos y accidentalmente rozaba su mano en una suave caricia – No, descuide, al contrario le agradezco tan amable gesto – mis mejillas se ruborizaron cuando me percate de que el caballero había dejado las formalidades y me tuteaba, cosa que en el fondo me agradaba eso me hacía sentirme en mucha más confianza.

Me gire y me encamine al lado de la cama, coloque las toallas sobre esta para después quitarme el abrigo que mi gentil acompañante había puesto sobre mi espalda para resguardarme del frío y había terminado resguardándome también un poco de la lluvia. Tome nuevamente una de las toallas y comencé a secar mi rubia caballera.

- ¿Usted estará bien? – preguntaba levantando mi vista y volviéndola hacia él. Me quede pasmada, con los ojos bien abiertos, helada al verle…sin….sin camisa…..con su torso perfecto al descubierto. Un escalofrío recorrió por completo mi cuerpo tuve el impulso de apartar mi vista más no pude hacerlo era como si mis ojos estuvieran atraídos por imanes frente a su cuerpo –Dissss….. dissscul….. discúlpeme no ha sido mi intención….. – no pude seguir con la frase y guarde silencio mordiendo mi labio inferior y bajando la mirada. Era extraño lejos de querer salir corriendo de esa habitación deseaba que la noche transcurriera muy lenta.

por **Asagi Dunkelheit** Jue Jun 16, 2011 12:52 am

Su expresión me fue graciosa, demasiado a decir verdad, ¿Qué pensaría de mi en este momento?, seguro que era un pervertido, pero como no medí la consecuencia de mis actos, era verdad lo que me decía Isaak a menudo que me comportaba como un niño, pero esta vez el hombre estaba siendo atraído a aquella perfecta anatomía que esa mujer poseía, vaya diosa la que tenia de frente, una espectacular dama, sentí ponerla en esa situación, pero él lo más mínimo mi lado “sangriento” lo hizo, imploraba y gritaba por besarle o rosar siquiera su piel y entonces me acerque poniéndome la toalla sobre el cuello, hasta donde ella estaba.

- No tiene porque disculparse, lo que usted ve aquí, es alguien terrible, algo que no se considera hombre, pero lo que tengo frente de mí, es un hermoso ángel, convertido en una mujer de exquisita piel y de hermosa sensualidad….

Mi voz subió a un tono sugerente, tan cargado de coquetería y sensualidad, mientras le miraba con cierta fijación, con mas intereses, estaba siendo su luna y ella hipnotizada por aquellos ojos míos, me acercaba mas y mas, un poco más ahora mis labios rosaban con los suyos, una de mis manos de deslizo hasta la suya, colocándola sobré mi pecho mientras un sello quedo plasmado en un beso. Lo estaba disfrutando al principio despacio, después algo cargado, tan delicioso, al menos quería que ella se fijara que no estaba jugando que iba enserio, despegue un poco mis labios y hablaba con ternura. A ella, para que no tuviera miedo.

- Lamento si esto te asusta pero no he podido resistirme a la idea de robarte un beso… porque eres tan hermosa que no me importa las consecuencias que esta hermosa noche tenga. Soy tuyo, me has engatusado, me has atrapado, eres una diosa que deseo tome mi cuerpo… con una sola respuesta a este beso.

Le mire con ternura mientras acariciaba su rostro, despejando los cabellos de su rostro, era una mujer sensual sin duda esto pasaría mas allá de un reconocimiento o amistad.

por **Corinne Blanchard** Jue Jun 16, 2011 2:38 pm

Hombre y mujer, dos cuerpos atrayéndose, dos cuerpos cargándose de deseo y anhelando ser reconocidos el uno por el otro, lo miraba en sus ojos, mis ojos se lo decían, que de malo había en ello, porque temer a no hacer lo correcto y a lo que pudiera pensar de una dama como yo, porque luchar contra la propia naturaleza, contra los deseos, contra lo que tenía frente a mis ojos si ya deseaba intensamente tatuar su pálida piel sobre mi piel y hacerle mío

Cambie mi expresión de asombro, de temor para dedicarle una amplia sonrisa coqueta mientras él se acercaba lentamente hasta mí. Sus aduladoras palabras me hicieron curvar aún más mis labios y desear sentir los suyos sobre los mios.

- No se lo que usted sea lejos de mi y fuera de esta habitación pero esta noche miro ante mis ojos a un verdadero hombre, tierno, amable y sumamente caballeroso y adulador – mi voz sonaba tan suave y sensual como si con ello le propiciara una caricia sin siquiera tocar su piel, cerré un momento los ojos, anhelando se acercara más a mí. Lo hizo, se aproximo casi pegándose a mi cuerpo, al sentirlo tan cerca mi corazón comenzó a latir con fuerza la respiración comenzó a agitarse al momento que rozo mis labios y termino propiciándome un cálido y exquisito beso. Mis labios se entreabrieron correspondiendo a sus labios y disfrutando plenamente de ellos.

Coloque mi dedo índice sobre sus labios para acallarlos y de paso acariciarlos. No era necesario que justificara su acción, una acción que lejos de ser desaprobada o reprochada deseaba que se volviera a repetir. Con la misma o mayor intensidad con la que lo había hecho – No me asusta – susurre casi rozando sus labios – tomare de ti todo lo que desees y todo lo que me ofrezcas porque yo también lo deseo – ambos nos habíamos atrapado, ahora ambos nos encontrábamos tejiendo en la misma y mágica telaraña de la cordura y la locura, de la pasión y del deseo. Cuando sus ojos me miraban con tanta ternura y su mano acariciaba mi rostro deje caer la toalla que aún traía en mi mano para rodear su cuello y atraerle hacía mí pegando nuestros cuerpos completamente y hasta capturar sus labios y poseerlos con un intenso beso cargado en una extraña mezcla de ternura y de pasión. Aparte mis labios solo para decirle unas palabras y enseguida capturarlos nuevamente – Jamás me arrepentiré de lo que pase esta mágica noche entre nosotros - susurre suavemente a su oído.

por **Asagi Dunkelheit** Jue Jun 16, 2011 5:30 pm

No recuerdo cuando fue que estos deseos crecieron en mi por primera vez, lo único que se, es que se albergaban dentro de mí y eso me terminaba gustando, jamás me gustaron los compromisos aquel acto al que el hombre se atreve llamar amor, estaba siendo mi víctima, abrazaría esta noche más que su piel, le devoraría con deseo, le atraparía con desesperación, le desearía demandando pasión, pero solo yo estaría ahí, para probar las mieles de una mujer. Ella simplemente tenia sabiduría en sus palabras, sentí un impulso hermoso, al sentir sus labios, la toalla en mi cuello resbalo, dejando la palidez, sentí como el agua de su vestimenta se pegaba a mí, esa sensación hizo que me excitara, podía sentir un leve calor entre todo el frio que ahí se respiraba ¿Qué hacía que la adorara con deseo en esta ocasión?, estaba acostumbrado a tener a hombres y mujeres a mi merced, no tantos, pero los pocos, eran extraordinarios, sin embargo esta noche la ternura, la pasión, esa sensibilidad se venía abajo conmigo, le abrace por la cintura, con mucha delicadeza, con mucho cuidado, mientras aquel beso se empezaba a tornar “interesante” demandante y cada vez mas fogoso, me importaba poco lo que los demás podrían decir de aquello, yo solo deseaba estar con esa mujer. El cuerpo se me fue descontrolando como la misma excitación, camine un poco guiándola entre beso y beso a la cama, le recosté con suavidad sobre los edredones llenos de pureza como su misma piel, mis labios tocaron su cuello, como dos gotas de agua helada que resbalaban lentamente por su piel. Me sentía afortunado, por lo menos tenía el calor que yo no poseía pero gracias a sus besos y caricias empecé a sentirlo.

- Eres un ángel lo más hermoso que he visto y contemplado.

Susurre mientras besaba su mentón, de una manera tierna y coqueta.

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Lonely Nights [Corinne Blanchard+18]

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