Perfección diurna -Lenneth-

por **Oliver F. Archer** Dom Mar 06, 2011 11:58 am

Comanzaba a oscurecer, las clases habían terminado para mi, significaba que ahora debía caminar a mi hogar. Vestía un abrigo y un sombrero a causa del frío de la estación. Incluso ya afuera de la universidad continuaba topandome con estudiantes. ''Hasta mañana profesor'' Decían en todo educado, yo les respondía de la misma forma. A veces era tan extraño que jóvenes de 20 y 21 años me trataran con tanto respeto, yo no era mucho mas grande que ellos, nuestra diferencia de edad era de tres a cinco años, pero era tratado como alguien mucho mayor.

Mis pasos me llevaron hasta el parque, no estaba muy retirado de mi lugar de trabajo, era un lugar bastante relajante de día, admirable durante la puesta de sol yt ligeramente tétrico durante la noche. En el momento aún se distinguía todo, lentamente los colores comenzaban a extinguirse a causa de la falta de luz, pero aún así la naturaleza continuaba siendo digna de admirarse.

Daba la impresión de que ya no había nadie ahí, solo peatones que se veían obligados a cruzar por ahí para llegar a otros destinos. Me detuve un instante solo para mirar al rededor, las personas miraban los alrededores como algo indiferente, alguna vez la naturaleza fue considerada el jardín del Edén, quizás Adán y Eva no fueron expulsados de el, quizás ellos mismos lo destruyeron con sus construcciones humanas, ¿o acaso tanta perfección se volvió tan monótona que el comer la manzana fue por un buena razón? Nuevamente mi mente comenzaba a divagar, estaba acostumbrado a ello, cada que ocurría solo dejaba que mi mente fluyera el tiempo que fuera requerido, podían ser minutos e incluso horas.

Antes de que me diera cuenta la luz del día había desaparecido, el panorama ahora estaba en blancos, negros y grises. El momento en el que la perfección matinal se convertía en ese tétrico ambiente, vaya que los colores hacen la diferencia, probablemente ya nadie se encontraba ahí para admirar esa fase del lugar.

por Invitado Dom Mar 06, 2011 12:21 pm

El dia comenzaba a esconderse, y pronto saldrían las sombras a cubrir el cielo de negro, envolviendolo todo a un mero brillo de luz blanca.

Me encontraba dando un paseo por la ciudad parisiana y me di cuenta del paisaje que tenia alrededor. Me pare y observé a la gente que se movia, los carruajes, los animales paseando y cruzando las calles peatonales de París. Era curioso como eran tan diferentes los paisajes de cada lugar. Rumania podría tener montañas y mucho bosque, pero en París se respiraba una magia con olor a polvora y misterio que me intrigaban a explorar cada rincón. Pero, ¿que haría yo sola por las calles parisinas?, nada. Observando la plaza, me quede mirando de pie a un hombre...luego mi mirada se fijaron en las flores que nacían cerca de un seto, justo al lado de una gran fuente.

Me acerque a las flores y las olí. Flores de Jazmín...una especie no muy común en Rumania...El aroma de esta flor me inundo las fosas nasales y senté en un banco cerca de la fuente.
Dirigi mi mirada una vez más al horizonte de tonos naranjas y que poco a poco se cubría con las nuevas sombras de la noche.

por **Oliver F. Archer** Dom Abr 03, 2011 3:18 pm

Sonrei al admirar el panorama, a primera vista el lugar estaba desertico, y si no lo estaba yo no me percataba aun, por falta de interes en los demas y porque mis pensamientos me llevaban a otro lugar, un lugar cuya ultima prioridad era saber cuantas personas habia cerca.

Comenzaba la puesta de sol, probablemente mi momento favorito del dia, adoro la gradiente de colores que se forma en el cielo, me gusta admirarla durante unos minutos y solo sonreir, pensar en lo afortunado que soy por continuar con vida, olvidarme del drama existencial durante unos momentos, olvidarme del trabajo, de la presion, de pensar en que enseñare en mi proxima cloase de universidad, solo tomarme unos momentos y admirar la simpleza de la vida.

-Este momento del dia debe de hacer sonreir hasta el mas miserable.- Dije en voz alta para mi mismo. Percatandome casi al mismo tiempo de lo ignorantes que eran mis palabras, era mas que obvio que si eres una madre que acaba de ver morir a su hijo no sonreira ni secara sus lagrtimas solo para mirar el cielo, eso por solo mencionar un ejemplo, pero realmente no tiene importancia, hablaba mas por mi mismo que por las personas en general, no podia incluir a los demas en mis ideales personales.

Me tome un segundo para mirar mi alrededor, fue cuando me percate de que no estaba solo, una mujer estaba frente a mi, situada cerca de la fuente, con seguridad habra escuchado mis palabras. Ah, esa mania mia de hablar en voz alta, con suerte pensaria que le hablaba a ella, ¿era mejor ser un desconocido intentando entablar una conversacion con una desconocida o parecer un demente del parque que habla solo sin importarle el ridiculo frente a otros? Esta vez deseaba que su impresion de mi haya sido la primera.

por Invitado Dom Abr 03, 2011 4:04 pm

Había escuchado al muchacho hablar en voz alta. En realidad estaba de acuerdo con su pensamiento. Parecía en un principio que aquel muchacho me estaba hablando a mí, pero ilusa de mi, si fuera asi, se acercaría a mi, pero no hizo nada. Siguió estando sentado en aquel banco observando el atardecer y como la noche entraba poco a poco sobre el ancho cielo de París.

De mi bolsa, saqué un libro y me dispuse a leerlo. Pasó un rato y aquel muchacho me miraba. De un modo a otro iba a conseguir ruborizarme, pues mis mejillas sentian un cosquilleo inutil para volverse coloradas. Así fue. Una sonrisa timida salio en mi rostro tras descubrir el rubor de mis mejillas tras saber que el muchacho seguía mirandome.

Cerré libro y le miré con una sonrisa. Mi cabello estaba recogido en un trenzado elaborado y el resto de mi pelo suelto. El aire hacía mover los mechones de mi pelo aleatoriamente en el aire. Nos quedamos mirandonos un buen rato y para cuando me iba a levantar, el marcapaginas de mi libro salió volando por el perímetro de la plaza. Fuí corriendo tras el marcapáginas del libro, pero cuando un carruaje de caballos venía, me paré insitu y mi marcapaginas desapareció. Mi rostro triste aparecía poco a poco, pero el orgullo me hizo tragarme las lagrimas. Volví hacia donde estaba antes y me encontré al mismo hombre otra vez. Me acerqué lentamente y con cautela.

-He visto que me observaba, ¿Ocurre algo, Monseur?-Pregunté al final. Al parecer parecía ser un profesor o algun tutor por las marcas de polvo de tiza en la chaqueta y el olor que emanaba de su chaqueta a pizarra. Aquel olor me trajo muy buenos recuerdos a mi infancia.

(Off: Que te ha pasado?? Que tal los examenes, supongo que era eso, no? No pasa nada, los estudios lo primero)

por **Oliver F. Archer** Lun Abr 04, 2011 6:56 pm

Mire la pequeña escena que protagonizo la mujer delante mio, mientras ella regresaba desanimada a su lugar con las manos vacias, yo tomaba con sutileza el libro que guardaba en el bolso delantero de mi portafolio, mire la pagina donde me habia quedado memorizando el numero y tome el marcapaginas.

Guarde nuevamente el libro y guarde el marcapaginas en el bolsillo de mi abrigo. Este no era nada ostentoso en lo absoluto, se trataba de un rectangulo clasico de papel texturizado color sepia con un patron de flores de lis decorandolo, asi como un pedazo de liston dorado en la parte superior.

Por mi mente pasaba el darle el marcapaginas a ella, yo en casa tenia practicamente un cajon lleno de ellos, simepre me son indispensables para separar escritos de mis carpetas y mantener un mejor orden en todo, y supuse que a ella le seria mas util en el momento que a mi.

Durante el lapso en que decidia entre darselo o no, continue mirandola, ahora con indecision, hasta que fue ella misma quien me dirigio la palabra. -Yo...lamento si mi mirada la incomodo, no fue mi intencion...esto es vergonzoso, lo siento.- Respondi con un poco de nerviosimo antes de aclarar mis ideas y dar una buena respuesta. -Vera, no pude evitar mirar el incidente con su marcapaginas y bueno...- Sin mas saque de mi bolsillo el separador y extendi la mano. -Disculpe mi atrevimiento, Supuse que usted le encontraria mayor utilidad que yo en este momento.- Sonrei sin mirarla a los ojos a causa de la verguenza. Esperaba ya una cachetada o que se fuera de ahi, probablemente me consideraria un acosador enfermo...

(OFF: Lamento en serio mi demora, mi computador se averio, ahora tengo una computadora un poco mas vieja, lenta y en la cual aun no descifro cual es la tecla de acento...asi que no creas que mi ortografia es mala xd, pero bueno, regrese y espero no tener que ausentarme de nuevo.)

por Invitado Mar Abr 05, 2011 10:42 am

-Para nada me molesta que me mire, quiero decir que espero que su intención sea positiva en vez de negativa-Dije con calma. Me observó cuando perdí el marca paginas, en realidad, el viento rebelde hizo que el marca paginas saliera disparado hacia la carretera. Fue un regalo de uno de los niños del orfanato y bueno, me entristeció el no haber podido alcanzar con rapidez el marca páginas y era culpa de mi impotencia. La brisa que había conducido al marca paginas a que desapareciera me hizo pensar una cosa, pero presté atención en el hombre que tenía delante de mi.

Vi que extendía su mano con un marca páginas que era magnífico y sencillamente elaborado con esmero. Se trataba de un rectángulo clásico de papel texturizado de color sepia, con un patrón de flores de lis decorándolo, y con un pedazo de listón dorado en la parte superior del rectángulo.
¿Atrevimiento?-Pensé. En parte, no quería aceptarlo, pero vi que sonrió vergonzosamente al evitar su contacto de los ojos con los míos. Sonreí y tomé con agradecimiento el marca páginas que tan de buena voluntad me ofrecía. Parecía un hombre muy simpático y bastante sociable, siendo un profesor me entró la curiosidad.-Muchas...gracias por el marca páginas.-Dije de repente cohibida.-Lo mantendré a salvo esta vez.-Dije antes de una delicada risa tonta.

Me tapé con la mano para ocultar mi rostro al reírme disimuladamente por la timidez en la que estaba en este mismo instante.-Disculpe esta risa repentina, no sé porque, pero me ha venido un buen recuerdo.-Dije para que entendiera que estaba contenta en este momento.

-Y usted, disculpe mi atrevimiento-Dije antes de moverme más hacia su lado-¿Me permite acompañarlo en este banco?-Pregunté terminando en una sonrisa cerrada pero relajada.

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