Interview with my destiny (Ricky Marchant)

por **Viveka Kámeny** Lun Mar 07, 2011 11:30 am

Por el camino de irregulares piedras iba traqueteando el carruaje en el que me dirigía a conocer a mi futuro esposo, un hombre llamado Ricardo Marchant. Miré mis pequeñas y enguantadas manos mientras las retorcía. Me sentía extremadamente nerviosa, al fin y al cabo no todos los días te presentan a tu prometido.

Temía encontrarme con un hombre hecho y derecho con experiencia por el mundo, que se creyese que por tener músculos no le hacía falta cerebro, que no fuese leido y ni siquiera supiera donde se situaba el pais de donde provenía su prometida, o un viejo pellejo o cualquier cosa que no fuera un chico saludable. No pedía amor ni mucho menos, pero si alguien con quien compartir opiniones y que no me tratara como si fuera escoria.

De pronto el coche paró y se abrió la puerta. Fuera hacía un bonito día de finales de invierno, con sol y una suave brisa que traía olor a tierra y hierba mojada. Me imaginé como me verían desde fuera. Del elegante carruaje negro asomaría primero un pie enfundado en un zapato dorado, seguido por una falda con ricos brocados y perlas naturales para terminar saliendo mi cabeza. Alcé la mirada y la crucé con el chico que estaba alli esperandome, sin abrir la boca esperando a que él hablase primero.

por **Richard Marchant** Lun Mar 07, 2011 12:00 pm

Había llegado el esperado día en que conocería a mi prometida,no sabía nada de ella y a decir verdad no me importaba si era una mujer bella o poco agraciada,almenos esperaba a una chica culta con gustos en común con los mios,ya que a pesar de ser un compromiso algo forzado tendría que pasar mucho de mi tiempo junto a esa mujer,desconocida para mi.Caminaba por las casi vacías calles algo nervioso,a la par que molesto por el traje que me prepararon para la ocasión,era de un color marrón claro y a mi parecer tenía una forma de ser tirando hacia lo vintage.Estaba bastante repeinado y con la raya en medio,pero a medida que mis pasos se alejaban de mi hogar aproveché mi soledad para revolverme el pelo,algo dubitativo por si mi padre se enteraba de eso,aunque finalmente lo hice para no darle una apariencia no debida a la muchacha.

Llegué a el lugar donde la cita estaba concretada,y esperé la llegada de la desconocida con la que tantos momentos tendría que compartir titubeando el pie contra el húmedo suelo de forma seguida,incluso rítmica para de alguna forma hacer calmar todos los nervios que emanaban de mi ¿Esperaría mucho la muchacha? Esperaba que no,aunque yo tampoco esperaba enamorarme no quería decepcionarla.Escuchar el traqueteo de el carruaje me provocó un ligero escalofrío que recorrió mi cuello,pues eso significaba que la joven cada vez estaba más cerca,mis ganas de verla no eran mayores que en un principio,pues preferiría evitar ese momento extraño.

La chica llegó,y sin poder evitarlo mi mirada fue a parar directamente a su atuendo,que lucía estupenda y rápidamente alce la vista hacia su rostro.¿No hablaba? Seguramente esperaba a que hablase yo,yo era el caballero..Cogí su mano intentando evitar el tembleque de mi brazo y la levanté hasta mis labios,dándole un beso como saludó en su mano,encima de los guantes que utilizaba,un ligero sonrojo poblaba mis mejillas.-Ricky..soy encantado.-Presenté haciendo pausa entre mis palabras,incluso pronunciando estas mal con un ligero temblor en la voz,esperaba que no pensase en eso de que las primeras impresiones eran importantes.-Soy Ricky.. encantado.-.-Repetí corrigiéndome,aunque el vergonzoso fallo hizo que mi ligero sonrojo a su parecer fuera más intenso que anteriormente.

por **Viveka Kámeny** Lun Mar 07, 2011 12:27 pm

La primera impresión que me llevé de mi prometido fue que mas que un hombre parecía un cervatillo asustado. Contuve una risa y mantuve el semblante serio, tal y como se suponía que debía hacer una señorita, saltándome la regla básica de no mantenerle la mirada a nadie, y menos a un hombre. Llevaba un traje marrón clarito, que realzaba su tez pálida y el pelo revuelto, cosa que dudaba que llevara asi al salir de casa.

Desde mi silencio observé sus movimientos nerviosos y poco precisos, pero con un fin concreto... Hubiera sido mucho peor encontrarme con un hombre parecido a los porteadores africanos de las novelas que tanto me gustaba leer. Al tomar mi mano para besarla se sonrrojó y se presentó de una forma algo extraña. Mis ojos seguían fijos en él, como desafiando a aquello que se supone que vivía ahi arriba a que me partier un rayo por no acatar las órdenes expresas de mis padres de mostrarme servil y afable.

-Mucho gusto. Soy Viveka Kámeny-le dije con seguridad y sin titubear lo mas mínimo, haciendo una leve reverencia, imprimiéndole fuerza a mi voz para darme fuerzas a mi msima. Al fin y al cabo estaba en un pais extraño separada por mucha tierra de mis padres, tenía que ser fuerte para no venirme abajo. Me permití esbozar una sonrisa que mostraba mis blancos dientes, mientras pensaba en qué hacer a continuación.

-Puede llamarme Vive o Veka si asi lo desea.

por **Richard Marchant** Mar Mar 08, 2011 1:15 am

Se presentó con una seguridad en si misma que en realidad no esperaba,aunque había muchas cosas que no esperaba de ella,como ese rostro aniñado que yo también lucía en mi cara,si yo me mostraba así de timido estando a escasos metros de mi casa,ella podía mostrarse con tanta seguridad estando tan lejos de la suya,su seguridad para mi ahora digna de admiración.-Vive esta bien.-Sabía que no iba a llamarla mucho,en ocasiones incluso debería llamarla de usted,aunque con lo timido que me encontraba en su presencia ni de usted la llamaría,simplemente me mantendría todo lo silencioso posible en presencia de la muchacha.

Me coloqué algo el cabello de manera distraida mientras observaba nuestro entorno,parece que se venía una tormenta pues el viento empezaba a hacer que mi pelo se moviese,al igual que el vestido de la chica,pero de una forma muy ligera y discreta,casi seguia tan firme que parecia de hierro.-Que desearías hacer primero?.-Pregunté a la chica,la educación lo decía así,las damas primero,y dejando el machismo digno de mi padre atrás la dí a elegir a ella,pues yo lo único que deseaba era salir corriendo.

Había mucho por hacer,podía enseñarle los lugares en los que solía merodear por las noches de luna,los lugares desde donde se veían las estrellas más bonitas,también podía llevarla hacia mi hogar,bueno ahora,nuestro hogar y presentarle a la religiosa familia con la que ahora tendría que convivir.La cabeza no me daba para pensar muchos más lugares que esos,pues mis mejillas aún se conservaban sonrojadas y sentía un nudo en la garganta.

por **Viveka Kámeny** Miér Mar 09, 2011 11:53 am

El chico parecía estar a punto de sufrir un paro cardíaco de lo nervioso que estaba. Ya no era tanto porque no me hablase como por el ambiente que se respiraba entre ambos, tenso y formal, aunque supuse que no sería nada extraño teniendo en cuenta las circunstancias en las que nos estabamos conociendo. Asentí levemente cuando expresó su deseo o mas bien aceptación de llamarme Vive, no debía inspirarle la menor confianza ¿Creía acaso que en Budapest nos comiamos a los hombres guisados y por eso parecía expresar tanto temor hacia mi persona?

Me quité esas estúpidas ideas de la cabeza que de vez en cuando afloraban en mi como una mala hierba que debía ser arrancada, según lo que las monjas suizas decían en el internado. Cambié mi peso de pierna y coloqué una mano en la cintura. Podía parecer un gesto algo barriobajero, pero no sabía que decirle a aquel chico de cabello rubio y mejillas sonrosadas. Me dió por pensar en lo hermosos que serían nuestros pequeños, lo cual se fue de mi mente cuando por primera vez en mi vida me dió a elegir lo que quería, a expresarme. Estaba complacida con el chico, tal vez tendría que ser yo la que llevara los pantalones en la relación pero eso no me importaba con tal de que no me pasara lo mismo que a la pobre Heike, que por no mantener a su esposo contento había sido repudiada.

-No lo sé...-dije titubeando, recuperando mi confiaza al momento- París es una ciudad magnífica que me llevará mucho tiempo conocer en toda su plenitud. Supongo que lo mejor sería que me llevara a un lugar que sea de su agrado, para asi poder conocerle mejor y de paso que se relaje un poco cuando vea que no soy una caníbal dispuesta a echarle en mi puchero-por supuesto estaba bromeando, aunque no sabía como se tomaría esa clase de bromas el chico... Esperaba que bien, no quería empezar con mala pata.

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