El destino jamas perdona y el pasado nunca te deja (Aidda- Kazu)

La noche comenzaba y habia salido a disfrutar de ella, ese dia kei se habia separado de el no tenia idea de donde habia ido asi que habia salido solo, como hacia varios dias que no lo hacia y se sintio comodo con ello, tener a kei a su lado era agradable, el gustaba molestarlo pero su maestro tenia a ser demasiado serio, siempre vigilando todo cuanto hacia y el intentando molestarle a proposito. Caminando solo se relajo, vio a los humanos pasearce por las calles y penso en entrar al restaurante que no ha ia mucho habian inaugurado, era elegante y dsofisticado, definitivamente la clase de lugar a donde asistian sus presas favoritas.
Sus ojos se pasearon entre las personas que entraban, nobles y caballeros vistendo con fastosa elegancia, como mostrando el nivel que se podian permitir en una simple cena. Esa noche alguno de ellos seria su victima... Aun habia sangre fresca corriendo por sus venas, sangre de su ultima victima; pero esa noche como pocas se le entojaba ser goloso... el sabor de la sangre no era agradable para el pero si la caza.
Como los humanos el tambien tenia determinados gustos, hacia ya mucho habia descubierto que le gustaba la sangre de inocentes, de gente buena, el placer y sus pensamientos le inundaban al beber de ellos, era extasis completo. Pero tambien habia descubierto que beber sangre de gente buena solo le dejaba remordimientos, sus valores sus pensamientos permanecían en el por algun tiempo a veces mas del deseado, al punto de que el alimentarse de otro humano pareciese una idea insoportable.
Por eso el se alimentaba de nobles, de hipócritas de sanguijuelas que sin tener su necesidad de sangre la hacían correr sin remordimiento; gracias a eso podía seguir adelante, sin remordimientos y aun asi pocas veces habai llegado a matar a alguien al beber de el; solo en sus inicios y por accidente habia matado. Ahora tenia metodos mas eficaces, beber, borrar su memoria y seguir su camino, todo era tan facil como eso.
Pero sus pensamientos se habia desviado mucho de su objetivo...esa noche queria una presa, le gustaba seducir y engatusar era el proceso lo que le entretenía y no el fin. Sonrio para si mismo cuando uan vision atraveso su mirada... una melena rubia y un aroma que le inundo hasta casi taladrarle el cerebro... La reconocio a pesar de los años y del perfume que la rodeaba reconocio aquella esencia.
sus ojos la observaron y vio cuando dejaba deslizar el abriogo a travez de sus hombros en la entrada del restauran. Habia cambiado ya no era la niña bonita y perspicaz que el habia conocido. La vio entrar al restaurante y la siguió con una sonrisa suave, no se acerco. Queria observarla, pocas vces podia ver a la gente asi, normalmente no se quedaba los suficiente en una ciudad como para notar a tal escala el paso del tiempo en ellos pero ver a Adda le agrado. Pudo verla sentarse y esperar a que le atendiesen como lo que era una princesa. Aquel pensamiento le acarreo una risa interna...una princesa? no ada no era una princesa, erala misma reina, con personalidad seguridad y belleza.
Su mirada se paseo en cuantos le rodeaban o intentaban acercarce y noto que ellos mismos se sentía apabullados por su presencia "bien hecho chiquilla" penso para si mientras le seguía observando. Un joven se le acerco, preocupado de verle sin mesa.

- Descuide, ire yo mismo hasta la mia- comenento mientras se encaminaba a ella sin poder evitarlo, no creia que le recordara mucho menos que le reconociera; pero iba a acercarce asi fuese solo para escuchar el timbre de su voz acariciando sus oidos- Buenas noches señorita, me daria el honor de sentarme en su mensa? Me han dejado solo esta noche.

Y los recuerdos inundaron su mente "eh chiquilla que haces?" "no me llames chiquilla, soy una señorita, respetame y dirigete a mi como tal o no te contestare" la voz infantil aun era preciosa en sus recuerdos "esta bien esta bien, mi caprichosa señorita que hace?"; recordaba sus propias palabras y aquella carita infante; los ojos vivaces, diferentes del rostro bello, las facciones sensuales y la miada segura que podía contemplar ahora.

Kazu noto que le indicaba que se sentara, le extraño su silencio, esperaba escuchar su voz, queria saber que tanto habia cambiado a sus recuerdos... la observo, distante y ligeramente incomoda, le extraño, parecia una mujer segura, hecha y derecha y sin embargo notaba...incertidumbre? frunció apenas el ceño ante la confusion y se sintio tentado a leer su mente, mas se abstuvo de ello.
El silencio que les prosiguio le dejo pensar, recordar mientras un camarero le traía la carte y el agradecia con una sonrisa encantadora, aquella que nunca cambiaría. Sus ojos se centraron en la carte y de sus labios salio una risita divertida; un recuerdo habia apabuyado su mente.
"toma me lo diron a mi pero te invitare" le habia dicho l orgullosa ia como si le horrara con su atención y el habia reido divertido por su arrogancia, habia tomado el bocado que la chiquilla le habia dado y la habia llevado a su boca comiendo y pasando con dificultad
"acaso no te gusta?" habia exigido saber y el simplemente le habia sonreido
"bueno los de mi raza no comemos" habia aclarado simplemente "no le tomes importancia, aun asi es delicioso, vale la pena probarlo" aunque apenas y habia distinguido algo del sabor original antes de que simplemente fuese como arena en su boca, cuando estaba lleno de sangre, casi vivo podía saborear cosas mundanas, disfrutar incluso del sexo pero la verdad es que su cuerpo no importase como lo viesen estaba muerto.
En esos precisos momentos su condición era regular asi que solo pidio algo de vino.

-esta muy callada señorita- dijo por fin cuando le habian llevado ya la copa y se inclinaba apenas un poco sobre la mesa, observandola... capturando cada faccion cada cambio en su memoria

azu tomo un sorbo de vino, sintio el sabor en su boca y despues cierta incomodidad al pasarlo por su gargante, posiblemente despues tendria que vomitarlo... o beber algo de sangre para revivir un poco su cuerpo.

- Tengo que admitir que tengo curiosidad- murmuro mirando su copa y moviendola con ambas manos, como quien se concentra en una taza de cafe- para mi el transcurso del tiempo es diferente; a veces no noto el pasar de los meses o los años, cuando regrese me entere de que estabas en un convento, comprendí que un ser como yo no tenia cupo en un mundo asi, por lo que me volvi a marchar, cuando regrese por segunda vez, supe que lo habias dejado, tuve el impulso de visitarte pero ya no estabas en esa ciudad; me intrigo pensar en lo que habia sido de ti... cuando te vi hace un momento- sonrio señalando la puerta- pense "bien hecho chiquilla" - y rio aun mas al decirlo- aunque ya no eres una chiquilla verdad? al menos sigues igual de bonita; diferente... pero tan bella como antes. Te veo y noto que cambiaste mucho, madurate y hay algo en tu mirada que no estaba ahi antes y pienso "que le susedio? que ah sido de ella, a donde fue? como ah estado... bueno o seguramente malo paso por cosas que no se y es una mujer ahora"

La miro un segundo, apreciendola y despues llevo nuevamente la copa a sus labios, aquel era en cierto modo un placer masoquista. Se habia quedado callado, esperando sus palabras cuando los murmullos fueron concientes para sus oidos, era una de las pocas veces que se olvidaba de su alrededor y al volver la atencion a donde estaban descubrio no por primera vez las miradas sobre ellos, hombres molestos, mujeres dispuestas a jusgar a la menos provocacion. La envidia era terrible y sabia perfectamente que no tenia limites para dañar. Pero el no tenia problemas desde hacia muchos siglos que el vulgar criterio humano no podia afectarle y al ver a Adda; supo que ella era mucho mas de con lo que aquella escoria podia.
La observo y comenzo a notar las pequeñas cosas que no habian cambiado, como el color de sus ojos o el pequeño lunar bajo su mentón, escondido cerca del cuello. Y se dio cuenta que simplemente se habia puesto a hablar nada mas tener la oportunidad
- no lo esperaba- comento de repente- que me recordaras...tal vez no soy de tu agrado ahora, pero me alegra saber... que estoy en tu memoria

Kazu asintio a su pregunta y los siguiente que sintió fue su abrazo, después le dejo frio con su partida, el vació en sus brazos le peso y sus ojos la siguieron por un momento; tuvo el impuso de salir corriendo tras ella pero se contuvo si intentaba correr seguro se movia de forma poco humana y aquello no era bueno, aun asi a paso acelerado se paro de la mesa ejando un par de monedas de plata. La verdad ni siquiera se habia fijado en lo que hbai dejado pero no podia ser poco, pocas veces cargaba monedas de baja denominación.

Al recoger su abrigo noto que el de adda aun estaba ahi y uso algo de su control mental para que se lo diera. Para cuando salio a la calle adda ya no estaba pero aun podia detectar su aroma y corrio...corrio lo las rapido que pudo fingir, deseaba moverse mas rapido pero con tanta gente y con un abrigo tan llamativo como el de ella era dificil. Por fin cuando se encontro en un area si no desierta menos concurrida se movio a una velocidad impresionante llegando hasta ella.

Fue todo en una fraccion de segundo, en un momento la habia alcazado y al siguiente la habia jalado hacia sus brazos, cubriendola ccon el abrigo, protegiendola de las posibles miradas.

- no puedes descuidar así tu piel preciosa, no la espongas asi al frio- bromeo con una voz cargada de sentimiento sosteniéndola fuerte entre sus brazos, sin intención de soltarla de momento- eres una mujer y eres una mujer cruel- continuo la broma queriendo escucharla sonreír- me has abandonado en pleno restauran todos dirán que mi reina se me ah escapado

kazu solto una risilla encantadora
-oh bien el vino tenia algo de desagradable pero ssoy algo masiquiste, eh-se interrumpio- pero no lo suficiente como para que me abraces y luego me dejes botado preciosa.
le acaricio el pelo viendo parte de la ilucion que habia creado- que recordabas?- le pregunto volviendo la vista a ella, queriendola tranquilizar con la danza de sus dedos en su pelo.
-hace mucho que no podia ver algo como esto, el sol es algo que jamas crei que podria volver a contemplar hasta que te conoci...con esos preciosos cabellos de sol- eh estado en egipto sabes? ahi seria una hija de ra, una mujer como aqui de incomparable belleza.
Guardo silencio y poco a poco fue aflojando su abrazo, tomando su rostro entre sus manos- la confucion se ve encantadora en tu rostro pero me gusta mas verte segura y tranquila...no quiero que tus ojos entristesca preciosa...- le acaricio las mejillas con su pulgar- quieres que me mas que incomodidad y malos recuerdos- acomodandole el abrigo que le habia puesto- lo dejaste atras- le sonrio- acaso no soy un caballero encantador al traertelo?

pegando su frente a la ajena- vamos vamos, quiero ver una sonrisa en ese precioso rostro, si lo haces me marchare si me lo pides...pero no sin una sonrisa ok?- sonriendole- dime... por que hulles de mi?- pregunto con tranquilidad al ver que guardaba silecio

kazu le vio marchar y suspiro para sus adentros dejandol ir, ada ya no era una niña que podia darce el lujo de jugar con vampiros...no.... era una mujer ahora. Una que tenia cosas mas importantes que atender que la presencia de una sombre del pasado.
Metio la manos en los bolcillos para evitar que la buscaran y le vio partir dando media vuelta para darle la espalda... Al menos habia podido verla, ver en lo que se haia convertido, descubrir la facinante belleza que habia desarrollado y escuchar su voz inundando sus sentidos. Su niña pequeña habia crecido bien y eso era suficiente para que estuviese sattisfecho, iba a alejarce cuando las imagenes inundaron su mente.
El no habia pedido verla y sin embargo eran nitidas en su cabeza. Se giro repentinmente viendo como se alejaba y no supo como pero cuando sedio cuenta ya la tenia no eres unen brazos y al siguiente segundo la habia cargado llejos del centro, hasta un local viejo y abandonado; era grande y todo estaba cubierto de polvo, seguramente en algun tiempo hacia sido un magnifico hotel pero ahora nadie habia ahi.

- que pretendes eh?- pregunto dejándola en el suelo y alejándose de ella sellando la puerta al lanzar uno de los muebles y dejándolo cubriéndola- ya no eres una niña y eso me ah quedado MUY CLARO- levantando apenas un poco la voz antes de continuar- que pretendia; molestarme? no es muy dificil verdad?- l observo y en milésimas de segundo la sostenia por los brazos desnudos- ahora dime por que...- entre dientes mientras sus ojso cambiaban de color en un ciclo interminable, de negros a casi transparentes demostrando que aunque lo intentaba no lograba controlarse por completo

Siempre habia sabido que su pequeña algun dia seria de alguien mas, de un humano que le diese su lugar, le brindase una familia y estabilidad; pero lo que aquellas imagenes le decian no era nada de eso, era simplemente una niña malcriada tomando ventaja de cuanto podia...era como verse a si mismo a aquella edad... era un espantoso espejo... No queria eso...no para su preciosa joya

-Esto no responde a ninguna pregunta ada solo que la frivolidad comienza a inundar demaciado tu corazon. Eres hermosa y lo sabes puedes tener a quien desees a tus pies y eres conciente de ello- le hablo y le sonrio- tienes clase inteligencia y encanto y sabes de que sirve eso? sirve de mucho obtienes todo cuanto deseas el mundo es tuyo hasta que tu encanto te sobrepasa- chasqueo los dedos y proyecto sus propios recuerdos en imagenes visibles para ambos... Mas bien los recuerdos que habia robado de la mente de kei cuando este le habia transformado... Despues de la transformacion recuerdos dispersos de kei habian estado rondando su cabeza sin remedio.
Aunque solo recuerdos de los ultimos años anteriores a su transformacion, no habia logrado ver nada de su infancia. Por eso esa parte de kei seguia siendo un secreto para el pero lo que si habia podido ver era los recuerdos de el mismo, recuerdos que le habian atormentado y que no le dejaban en paz

En la imagen estaba un kazu de 20 años, solo cuatro años de la apariencia que tenia ahora pero aun asi se veia demaciado joven... sus ojos no tenian aquella madures que tenian ahora y eran azules todo el tiempo....
En la imagen se veia un kazu de exprecion muerta, junto a el un hombre unos 16 años maayor que el, atractivo...elegante y finamente vestido.

- por que esa cara kazu? recuerda que debes estar siempre sonriente para mi...- aquel hombre habia besado su mano y habia seguido por su cuello- vamos a la cama quiero tenerte... - y kazu habia cerrado los ojos aguantandose el asco.
- yo...no me siento muy bien...- el hombre le giro contra el tomandole por el rostro
-pues yo te are sentir mejor, olvidaras todo cuando entre en ti- le sonrio- nunca olvides quien soy....soy tu rey kazu... nunca lo olvides...

y la escena desaparecio- siempre hay alguien mas poderoso adda...- le hablo y despues se hacerco a ella abrazandola- lo lamento- dijo de repente sin verla a la cara, simplemente sosteniendola en sus brazos- pero em asusta tanto que termines como yo adda moriria de rabia si algo asi pudiese susederte... y nuevamente las imagenes atacaron su mente, un vampiro sin rostro y un dolor incalculable, mas que recuerdos fueron los sentimientos los que le inundaron... y venian...de adda

La separo despacio de si y le observo acariciandole el rostro- Perdon...por no estar ahi...- no sabia cuando no sabia exactamente que habia pasado, pero habia sido algo malo y el no habia estado; no le habia advertido y supo que no podia decirle nada de aquello... pues adda ahora no necesitaba de nadie...
"quieras o no...estoy aqui"
Penso para si mismo. Tendria que aprender a verla de lejos... ya la habia encontrado... ahora solo debia cuidarla como debió haberlo hecho de pequeña; ella no tenia por que saberlo verdad?