Una y otra, y otra vuelta [Balthazar D.}

por **Giséle A. Ducreaux** Jue Mar 24, 2011 3:04 pm

Nerviosa, pero no lo necesario, Giséle estaba sentada en su cama, mirando hacia su ventana con cortinas de encaje de color azul y blancos, donde el frío sol solo se prestaba a atravesar el vidrio e iluminar aún más la gran habitación blanca digna de una pintura. Su cabello era un lio, quizás como una madeja de lana después de entregarsela a un gato, era lo usual de cada dia o también podria decirse que era el reto de la dama de compañia pues era ella quien la peinaba cada dia. Pip dormia a un lado de la gran almohada profundamente, pero solo hasta que Giséle comience a ver que vestido usara hoy ¿la razón?...pues es fin de semana. Eso significaba que saldría con su padre todo el dia. La bufanda de seda de su padre continua sobre la almohada, ella no puede dormir sin tener aquel aroma protegiendola.

La servidumbre estaba histérica, era fin de semana y el señor estaba en casa. Las cortinas debian sacudirse temprano, al igual que las alfombras...el señor debía ver todo listo antes de que se levantara a acompañar a su hija a tomar el desayuno. Giséle ya estaba vestida, peinada y perfumada. Un vestido azul claro de tela brillante remarcara el rubio de su cabello liso, un medio moño despejaba su frente de manera segura. La casa se encontraba temperada por el frío, además el señor no queria que su hija sufriera de algún resfrio o enfermedad tan común en esta época.

De la mano como siempre, cualquiera que los viera diria que eran una pareja como cualquiera...pero era una relación especial, aunque suene a frase gastada. Saluda a toda señora y caballero que pasa a su lado, ya que su padre le enseño hacia pocos dias la cortesía, tampoco era bastante la gente que recorria el parque a esas horas de la mañana. El parque, siempre es el parque. Una que otra vuelta jamás cansaba y menos a Giséle...tantos años recorriendo el mismo camino y no lograba hartarse, nunca era suficiente.