Maldita soledad [LIBRE]

-Tan perdida estoy en mi misma – pensó para si al ver los factores que no cuadraban aquella noche. La primera, el clima era demasiado frío para la ropa que portaba, segundo, la noche era demasiado oscura para siquiera considerar, si se hubiera tratado de una criatura “normal” a salir en soledad. Y tercero: ¿Qué podían hacer dos mujeres sin ningún signo de seguridad aparente en un cementerio a esas horas de la noche? Pero esto las afectaba a ambas.
No pudo evitar el mirarla de arriba abajo muy detenidamente. Las razones que tenía ella eran simples: Aunque fuera sola, a esas horas y sin protección de ningún tipo, el peligro que corría era mínimo, pero la otra mujer, era una humana.. ¿Qué humano en su sano juicio podría considerar esta situación como normal?... ¿Para las dos partes?

A pesar de todo lo anterior, algo llamo su atención de sobremanera, a ojos de la humana, ambas estaban en una situación similar, por lo tanto: ¿Qué podría ser tan fuerte o importante para que una visita a un lugar como este no pudiera esperar a horas más pertinentes del día?

Pensó en utilizar su poder para hacerla alejarse y olvidar todo acerca de verla… pero desechó el pensamiento inmediatamente… (tal vez llevada por la curiosidad que sentía… o tal vez impulsada por retrasar un poco más lo que ella sabía que, inclusive sin que nadie la hubiera notado, sería difícil, trato de imaginar un público, por pequeño que fuera, y lo negó de inmediato) – Será más tarde – Cerró los ojos por un instante imperceptible.

-“Al parecer señorita… a pesar de la diferencia de nuestra vestimenta, la suya tampoco parece aminorar los estragos del clima” – levantó la ceja, pero en un intento por disimular su completa falta de sensación al frío se abrazó a ella misma sonriendo. – “No se preocupe, puedo ser más dura de lo que parezco” – la miró con un dejo de disculpa, no era su intención causar algún tipo de lástima por un descuido suyo.
- "Pero permítame preguntarle... ¿No le da miedo estar por aquí?... se dice que es peligroso" – La miró discretamente.

Off-rol: Lamento mucho la tardanza, estaba absorta con la escuela, te prometo no volverá a pasar ^_^

Spoiler:

Después de una agradable cena y algún tiempo de descanso junto a la chimenea, había decidido dar una caminata por la ciudad nocturna en búsqueda de algo que pudiese llamar mi atención o bien quizá podría encontrar el sueño que ahora me evadía. Dado al invierno que azotaba el lugar, debí salir con un abrigo que llegaba casi a tocar el suelo y unos guantes que protegerían mis manos del frío, aunque mi cuerpo bien sabia soportar todas las temperaturas, no tenia motivos para evitar la comodidad del calor.

Recorrí varias calles sin ver mas que carruajes y personas que se disponían ir a sus hogares para un merecido descanso después de su día de labores. Creo que logre caminar por algo mas de una hora en la que mi decepción estaba logrando traer a mi, aquel esquivo letargo que necesitaba para dirigirme a mi casa, pero cuando me encontraba sentado en una banca cerca de un parque, pude ver como una figura se movía a gran velocidad por entre los arboles, pero era muy grande para ser un animal y de forma algo humana, lo que inmediatamente puso mis sentidos alerta y dibujo una sonrisa de satisfacción en mi rostro. Inmediatamente me dispuse a seguirle, pero por mis vestimentas sabia que no lograría mantenerle el paso por mucho tiempo, así que tire mi abrigo a un lado del banco y descubrí mis pies tanto de calzado, como de calcetines, lo que me permitiría una mayor movilidad.

Realmente el trayecto que recorrí tras ella fue mucho menos de lo que esperaba, hasta un punto en el que se detuvo y a lo lejos pude ver como caminando elegantemente saliendo de las sombras, la figura de una elegante y de gran belleza tomaba forma, pero por su anterior velocidad y por el pálido color de su piel, fácilmente podría tratarse de una vampiresa, aunque con el clima a nuestro alrededor podría ser cualquier otra clase de ser bajo los efectos de tan baja temperatura, por lo que como era mi costumbre decidí seguirla desde lejos para observar atentamente y de ser posible quizás interactuar con ella.

Camino por algún tiempo mientras con su mirada parecía buscar algo especifico, mientras que yo le intentaba seguir lo mejor que podía desde las ramas de los arboles, dado que por mi vestimenta el encontrarme sin calzado podría alarmar a quienes me vieran, al igual que en parte de mi entrenamiento pude aprender algo de seguimiento. Hasta que de momento se detuvo en el cementerio y con una mirada demostró que este era el lugar y ingreso en el, ante lo que solo pude pensar:

-No entiendo por que estos seres tienen tanto amor a los lugares solos, fríos y algo tenebrosos.

Aunque me incomodaba el lugar, decidí seguirle por algún tiempo mas, ya que si deseaba hacer algo interesante, este seria el lugar apropiado. Entonces cuando me acerque un poco al lugar, la fragancia de otra mujer llamo mi atención, lo que me hizo fijarme en otra bella mujer que se encontraba arrodillada junto a una de las lapidas al parecer orando a algún ser querido, pero por su vestimenta que le protegía del frío, además del leve aliento que salia de su boca al hablar y su interacción inocente con la otra mujer, me demostró que debía ser una humana normal, quizás en el momento y lugar incorrectos, por ahora no deseaba intervenir en una situación desconocida para mi y de la que podría salir mal librado si no media el riesgo, pero preferí bajar del árbol en que me encontraba y aprovechando lo oscuro de mis vestimentas acercarme lo máximo posible a fin de evitar que esta bella dama fuera lastimada de alguna forma, aunque sabia que el acercarme tanto me podría hacer fácilmente perceptible para un ser de las sombras como en que se encontraba en este lugar.

Por fin se había hecho presente aquel “espía” (por llamarlo de alguna manera) que tenía algún tiempo siguiéndola, no sabía que esperar pues él se había asegurado de mantenerse a una distancia prudente como para no averiguar, por lo menos inmediatamente, de quien o de que se trataba.

La atención de Alaia se encontraba dividida:
Primero en la humana que se esforzaba por ser amable y mantener una actuación de cordialidad y buenos modales, lo cual, parecía bastante atinado tomando en cuenta que después de haber hablado con ella, inmediatamente se había arrepentido y ahora estaba claramente incómoda.
Segundo en el placer que le causaba de cierta manera ver el cuerpo de la mujer entumecido por el frío, ya que esto provocaba que su sangre, la cual parecía gritarle y demandar atención desesperadamente desde debajo de la piel, se movía más lenta y pesadamente, haciéndola, tal vez demasiado apetitosa.
Tercero en que realmente la pregunta que se había planteado acerca de la seguridad de una mujer humana a esas horas de la noche estaba dirigida por si misma y a sus malditas intenciones (recientemente interesadas en su alimentación).
Y por último, lo irritable que le ponía encontrarse con una criatura que ni siquiera tenía el valor de presentarse frente a ella, siendo que (y a pesar de todo) no pretendía atacar a la humana por el simple hecho de que ese lugar le resultaba demasiado sagrado para profanarse de esa manera.

Alaia lanzó una mirada envenenada en su dirección a la criatura que las observaba. Para luego mostrar una ligera sonrisa a la mujer que tenía al frente. - “Es un gusto señorita Feuer” – No conocía el apellido, aún así inclinó un poco la cabeza como ademán de reverencia – “Mi nombre es Alaia… “ – y se detuvo sin intención de revelar su nombre completo, la razón era que su apellido no le generaba, de ninguna manera posible, algún tipo de orgullo – Al contrario de la chica – pensó para si misma.

Una oportunidad de alterar a alguien le vino a la cabeza y sonrió sarcásticamente en dirección a las sombras que albergaban al hombre que las miraba. Caminó rápida y elegantemente, aunque no demasiado, no iba a exponerse frente a la chica. Le colocó la mano en la barbilla y acercó los labios hasta su oído, el lado contrario al que el hombre tenía acceso visual. Sin esperar por la reacción de Antha le dijo en casi un susurro – “No sería muy cómodo para ninguna adentrarnos muy profundamente en las razones por las cuales estamos aquí y aunque hubiéramos decidido hacerlo puedo decirte que: No sabes cuando vas a toparte con algún curioso pervertido” – me separé con una sonrisa en el rostro dedicada solamente a la criatura que nos observaba.

Después moví la cabeza señalando en dirección a dónde se encontraba, esperando que la mujer pudiera distinguir, aunque fuera mínimamente a aquel que nos observaba tan detenidamente desde las sombras.

Off-rol: Claro que no me molesta, es un placer que nos acompañes ^_^