AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Tenue Luz
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Tenue Luz
Fue una pésima idea, con lo que odia esos lugares ¿Qué rayos hacia allí? Un hombre de porte elegante, caballeroso y sin ninguna mancha más que el asesinato (claro involuntario y sin ninguna culpa que afecte su vida) un olor a putrefacción, tabaco, alcohol y mujeres desnudas por todos lados, para el pelinegro eso es más que vulgar. No sale del burdel simplemente se dirige a la barra e intenta alejarse de todos.
Pide un Whisky y más de una joven que no son mayores a quince años se acercan a él con provocaciones llevando las manos más allá de lo permitido, pero el joven simplemente las rechaza sabe que debe salir de allí pero por una extraña razón no lo hace, un hombre después de todo que por más que le asquee un lugar o las personas que habitan en él sabe que tiene necesidad que no cualquiera estaría dispuesto a cumplir. El mal genio se le nota en el rostro aunque no hace nada para disimularlo, simplemente se tapa la nariz cada que una cortesana se le acerca, los olores que despiden son espantosos y no lo soporta. Por fin logro encontrar un “pero” en Paris, desde el día que piso Francia había estado buscando alguna excusa para odiar el lugar, como lo hacía cada que visitaba una nueva ciudad y si por él fuera cerraría ese lugar de inmediato.
Termino una botella entera de Whisky y aún sigue vivido, pago al cantinero pero aun así algo le impedía levantarse de su asiento es como si estuviera pegado a él, después de todo el olor a alcohol, tabaco y ¿Por qué no? El olor a sexo lo extasiaba hace tiempo que no disfruta de esos pecados que hacen que el hombre más noble se convierta en un canalla. Sin saber por qué, se sacó el elegante saco y lo coloco en su regazo acariciándolo delicadamente quitando cualquier arruga que pudiera existir, acomodo el cuello de su camisa perfectamente blanca, su mente quedo en blanco, el bullicio del lugar entraba y salía de sus oídos, se terminó por convencer que su lugar no estaba allí, no quería meterse con esas mujeres de dudosa reputación además de que son fáciles de desechar.
Pide un Whisky y más de una joven que no son mayores a quince años se acercan a él con provocaciones llevando las manos más allá de lo permitido, pero el joven simplemente las rechaza sabe que debe salir de allí pero por una extraña razón no lo hace, un hombre después de todo que por más que le asquee un lugar o las personas que habitan en él sabe que tiene necesidad que no cualquiera estaría dispuesto a cumplir. El mal genio se le nota en el rostro aunque no hace nada para disimularlo, simplemente se tapa la nariz cada que una cortesana se le acerca, los olores que despiden son espantosos y no lo soporta. Por fin logro encontrar un “pero” en Paris, desde el día que piso Francia había estado buscando alguna excusa para odiar el lugar, como lo hacía cada que visitaba una nueva ciudad y si por él fuera cerraría ese lugar de inmediato.
Termino una botella entera de Whisky y aún sigue vivido, pago al cantinero pero aun así algo le impedía levantarse de su asiento es como si estuviera pegado a él, después de todo el olor a alcohol, tabaco y ¿Por qué no? El olor a sexo lo extasiaba hace tiempo que no disfruta de esos pecados que hacen que el hombre más noble se convierta en un canalla. Sin saber por qué, se sacó el elegante saco y lo coloco en su regazo acariciándolo delicadamente quitando cualquier arruga que pudiera existir, acomodo el cuello de su camisa perfectamente blanca, su mente quedo en blanco, el bullicio del lugar entraba y salía de sus oídos, se terminó por convencer que su lugar no estaba allí, no quería meterse con esas mujeres de dudosa reputación además de que son fáciles de desechar.
Hiroshi Ikeda- Licántropo Clase Alta
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Re: Tenue Luz
Otra noche en mi amado burdel, viendo a las ofrecidas de mis compañeras mendigar y ofrecerse a los hombres. Contenía la risa porque no quería problemas, pero era hilarante como es que siendo bonitas rogaran por un cliente, eso les pasaba por no haber nacido un poco más afortunadas…como yo. Las pobres se creían las palabras de los bastardos que les llegaban con aliento a alcohol y con frases de belleza extrema, lo que las estúpidas no sabían era que en cualquier momento y mientras yo hiciera acto de presencia esas palabras no serían nada, nunca eran nada cuando yo llegaba. No tenía ganas de bajar pero todo eso era mucho mejor que quedarme aburrida en mi habitación, no tenía pensando trabajar simplemente observaría desde algún rincón cómodo. Suspire mientras caminaba lentamente por el pasillo de burdel, poco a poco los olores se anudaron en mi nariz haciendo que la arrugara.
Pude ver la escena que más me divertía, algunos cuchicheos y miradas curiosas. Mientras las otras putas se encontraban casi sin ropa yo me estaba dando el lujo de presumirles los vestidos más caros que uno de mis clientes me había regalado. Era triste ver sus caras pero al mismo tiempo me llenaban de satisfacción, si se cotizaran más seguramente tendrían buenas cosas pero como las golfas baratas que eran se conformaban con cualquier pago, a ellas les parecía mucho y a mí me parecía poco. Las malas rachas que tuve, al igual que ellas, habían pasado desde hace mucho tiempo, probablemente era cruel pero si tenía con que sacarle provecho a alguien, lo haría…así de simple. Las sonrisas falsas no se hicieron esperar, como en automático mi rostro se pintó de pestañeos y saludos que iban desde lo amable hasta lo tierno sin perder el toque de superioridad.
No podía creer cuanto eran los ojos que se posaban sobre mi mientras cruzaba la calle, me hacía sentir muy bien-Agua por favor-le pedí al cantinero, el único que hasta ese momento había tenido mi atención por completo, no solía fijarme mucho en las personas que se fijaban en mi pero lo que me llamo la atención fue que no era el mismo cantinero. ¿Qué más da? Tal vez enfermo, tome entre las manos el vaso de agua y me gire sobre los talones, era fácil saber sobre los cuchicheos del lugar, la mayoría eran malos y eso simplemente alimentaba mi gran ego. Sonreí pues no podía estar más satisfecha del poder e importancia que tenía en las personas. Una mesa solitaria llamo mi atención así que fue hechizada hasta ella mientras de nuevo todo continuaba como al principio o algo así.
Mis compañeras ofreciéndose a todos los que entraban y tratando de que no se les fueran de las manos y yo, tan tranquila y apacible que incluso pensarían que no era la misma Arianne egocéntrica y narcisista que todos conocía.
Off: Siento si es feo o no te gusto mi inspi se quedo corta
Pude ver la escena que más me divertía, algunos cuchicheos y miradas curiosas. Mientras las otras putas se encontraban casi sin ropa yo me estaba dando el lujo de presumirles los vestidos más caros que uno de mis clientes me había regalado. Era triste ver sus caras pero al mismo tiempo me llenaban de satisfacción, si se cotizaran más seguramente tendrían buenas cosas pero como las golfas baratas que eran se conformaban con cualquier pago, a ellas les parecía mucho y a mí me parecía poco. Las malas rachas que tuve, al igual que ellas, habían pasado desde hace mucho tiempo, probablemente era cruel pero si tenía con que sacarle provecho a alguien, lo haría…así de simple. Las sonrisas falsas no se hicieron esperar, como en automático mi rostro se pintó de pestañeos y saludos que iban desde lo amable hasta lo tierno sin perder el toque de superioridad.
No podía creer cuanto eran los ojos que se posaban sobre mi mientras cruzaba la calle, me hacía sentir muy bien-Agua por favor-le pedí al cantinero, el único que hasta ese momento había tenido mi atención por completo, no solía fijarme mucho en las personas que se fijaban en mi pero lo que me llamo la atención fue que no era el mismo cantinero. ¿Qué más da? Tal vez enfermo, tome entre las manos el vaso de agua y me gire sobre los talones, era fácil saber sobre los cuchicheos del lugar, la mayoría eran malos y eso simplemente alimentaba mi gran ego. Sonreí pues no podía estar más satisfecha del poder e importancia que tenía en las personas. Una mesa solitaria llamo mi atención así que fue hechizada hasta ella mientras de nuevo todo continuaba como al principio o algo así.
Mis compañeras ofreciéndose a todos los que entraban y tratando de que no se les fueran de las manos y yo, tan tranquila y apacible que incluso pensarían que no era la misma Arianne egocéntrica y narcisista que todos conocía.
Off: Siento si es feo o no te gusto mi inspi se quedo corta
Arianne C. Wickham- Mensajes : 4237
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Re: Tenue Luz
El joven comenzó a escuchar el bullicio del lugar la voz de una mujer pidiendo agua en la barra lo despertó de su trance “¿Quién bebe a gua en un lugar así?” pensó mientras giro la cabeza para encontrarse con una joven de buenas ropas y muy linda, si hubiera estado en otro lugar juraría que aquella dama era una mujer de clase alta pero… dada las circunstancias y los penetrantes olores de los vicios le hicieron darse cuenta que la joven solo había conseguido esas ropas gracias a un cliente sumamente generoso. El extranjero agradeció el desinterés de la “señorita”, el tiempo que la observo fue relativamente corto no más de tres segundos ya que su atención la obtuvo otra “niña” que deseaba un cliente, la exasperación que tuvo el pelinegro con la joven lo hicieron explotar a pesar de haber entrado a un cabaret eso no indica que necesite un poco de atención ( a pesar que eso era verdad, el joven con mirada furiosa no pretendía ni pretende meterse con ninguna mujer de esa clase y pensó que lo había dejado en claro) –Ya te dije que no necesito de sus servicios – dijo con la voz temblorosa por la rabia contenida al ser tocado por una mujer de esa clase.
La vulgaridad del lugar puede más que él pero a pesar de eso no se mueve de su asiento, es como sí algo lo detuviese fuertemente, el cantinero lo miró muy extraño ya que la cuenta había sido liquidada hace un buen rato pero no le quedó más que ofrecerle otro poco de Whisky –No gracias preferiría agua - la boca se le seco con tal rapidez que no encontró razón lógica para ese hecho. Se levantó por fin de su lugar violentamente tomando las manos de una joven de ojos grandes de color azul, cabellera rubia, tez blanca con muy poca ropa dejando ver lo suficiente para sentirse asqueado, la joven de no más de dieciséis años lo miró con miedo al sentir el fuerte agarre - ¡Ya te dije que no quiero nada! – le grito bruscamente las miradas se fueron hacia ellos pero no dio importancia a eso – Date un poco de respeto y has que te deseen ¡Hasta para tener tú sucio trabajo se necesita un poco de inteligencia! – dicho esto paso su vista por todo el lugar, levanto el banco que había caído unos segundos antes y volvió a tomar asiento, bebió su agua en un solo instante se agacho por su saco y sacudió para colocarlo nuevamente sobre su regazo.
No hizo caso a los murmullos e insultos que le dedicaron, miró fijamente al cantinero que no se movía de su lugar - ¿Tiene algún problema? – el tono de su voz indico molestia así que le sirvió más agua y se marchó a atender a demás clientes. Un pesado suspiro salió de su boca pensando una y otra vez por qué había entrado a dicho lugar, cerro por un instante los ojos y a su mente llegaron recuerdos de bellas mujeres con enormes Kimonos de seda bailando grácilmente y mostrando sus dones artísticos, las más hermosas mujeres de todo Japón reunidas solo para su entretenimiento eso, para él, eran verdaderas cortesanas, mujeres dispuestas a todo por su señor.
Sus ideas un tanto machistas le hicieron sonreír recordando esa piel blanca y tersa muy parecida a la joven que pidió agua, bien sabía que no volvería a ver a esa bellísimas mujeres solo se resignaba a visitar esos lugar a los cuales le falta toda la belleza que implica a una buena compañía, pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando una persona pasada de copas choco contra él derramando el agua mientras Hiro maldecía por lo bajo.
La vulgaridad del lugar puede más que él pero a pesar de eso no se mueve de su asiento, es como sí algo lo detuviese fuertemente, el cantinero lo miró muy extraño ya que la cuenta había sido liquidada hace un buen rato pero no le quedó más que ofrecerle otro poco de Whisky –No gracias preferiría agua - la boca se le seco con tal rapidez que no encontró razón lógica para ese hecho. Se levantó por fin de su lugar violentamente tomando las manos de una joven de ojos grandes de color azul, cabellera rubia, tez blanca con muy poca ropa dejando ver lo suficiente para sentirse asqueado, la joven de no más de dieciséis años lo miró con miedo al sentir el fuerte agarre - ¡Ya te dije que no quiero nada! – le grito bruscamente las miradas se fueron hacia ellos pero no dio importancia a eso – Date un poco de respeto y has que te deseen ¡Hasta para tener tú sucio trabajo se necesita un poco de inteligencia! – dicho esto paso su vista por todo el lugar, levanto el banco que había caído unos segundos antes y volvió a tomar asiento, bebió su agua en un solo instante se agacho por su saco y sacudió para colocarlo nuevamente sobre su regazo.
No hizo caso a los murmullos e insultos que le dedicaron, miró fijamente al cantinero que no se movía de su lugar - ¿Tiene algún problema? – el tono de su voz indico molestia así que le sirvió más agua y se marchó a atender a demás clientes. Un pesado suspiro salió de su boca pensando una y otra vez por qué había entrado a dicho lugar, cerro por un instante los ojos y a su mente llegaron recuerdos de bellas mujeres con enormes Kimonos de seda bailando grácilmente y mostrando sus dones artísticos, las más hermosas mujeres de todo Japón reunidas solo para su entretenimiento eso, para él, eran verdaderas cortesanas, mujeres dispuestas a todo por su señor.
Sus ideas un tanto machistas le hicieron sonreír recordando esa piel blanca y tersa muy parecida a la joven que pidió agua, bien sabía que no volvería a ver a esa bellísimas mujeres solo se resignaba a visitar esos lugar a los cuales le falta toda la belleza que implica a una buena compañía, pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando una persona pasada de copas choco contra él derramando el agua mientras Hiro maldecía por lo bajo.
Off: Perdón por la tardanza mi mente no quería cooperar
Hiroshi Ikeda- Licántropo Clase Alta
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Re: Tenue Luz
Giraba el vaso de agua entre mis dedos viendo con seriedad las parejas lujuriosas que no les importaba mucho estar haciendo espectáculos, definitivamente incluso entre las putas había jerarquías y para la mala suerte de mis “colegas” –con excepción de una- ellas eran suficientemente patéticas para ir mendigando un cliente. Tal y como si hubiera pensando en una profecía, las personas que se paseaban por el local se alborotaron. Salí de mi ensimismamiento por el ruido, era casi imposible no escuchar las vociferaciones que venían de la garganta de uno de los tantos clientes pasajeros que llegaban al burdel nada más para observar. Entorne los ojos, observando la escena y a la chica rubia que en cualquier momento se desmayaría del miedo, no es que a mí me gustara que en algún momento me gritaran o me golpeaban –ya lo habían hecho pero eso fue mucho tiempo atrás- pero el hombre de cabello negro tenía toda la razón. No podía estar más de acuerdo con él.
Claro que tampoco podía esperar mucho de una rubia insípida que se las hacía de sensual cuando apenas y tenía un atributo diferente a todas las zorras del local. No sabía que era peor una puta ofrecida u una virgen que era más golfa que todas las que trabajamos ahí. La actitud del hombre de cierta manera me había agradado, y me parecía muy hipócrita de todos los demás que lo insultaran. No era mi problema así que lo deje ir y seguí enfocada en el vaso de agua que por unos segundos dejo de ser entretenido para mí. Y otra vez como si de alguna clase de patrón guiara mis acciones esa noche mi mirada se alzó hacia un hombre pasado de copas que al chocar había derramado el agua del chico que anteriormente le había gritado a la rubia. Rodé los ojos pues eso no podía ser bueno, tenía al presentimiento de que algo malo ocurriría pues la apariencia del hombre tomado incitaba a una pelea. ¡¿Dónde diablos se habían metidos los responsables del lugar?! El caso es que las malas palabras comenzaron a sonar y a alarmar a la gente.
Mi tranquilidad fue destrozada rápidamente pero alguien tenía que actuar. Me levanta rápidamente de mi asiento y camine altiva hasta situarme en medio de donde estaba el tumulto-¡Nadie va a pelear aquí!-alcé la voz dos octavas sin llegar a gritar para que todos me escucharan logrando que mi acento británico sonará tan potente como nunca-Si no te puedes comportar es mejor que te retires-le pedí el hombre tomado-No van a armar un alboroto y menos por un poco de agua ¿O sí?-aún podía escuchar algunos comentarios sugerente sobre una pelea, al parecer la forma en que el hombre que había gritado no había sido de la simpatía de todos. Eso sí me molesto-Nadie va a pelear aunque algunos sugieran lo contrario-fulmine con la mirada a todos los que hablaban haciéndolos callar-Menos por chica como esta-mi mirada ni siquiera se posó en la chica, simplemente tome más aire y seguí con mi discurso-Por favor caballeros ¿Por qué la defienden? ¿Por qué ser descorteses con este hombre cuando solo le dijo la verdad? Todos se vienen a divertir y cada uno de ustedes saben que si pudieran…la que estaría cobrando su dinero sería yo y ninguna de estas si yo accediera y si tuvieran el suficiente dinero para pagarme, no le hagan ilusiones a las pobres cuando están conscientes de que las dejarían por mí-sarcasmo, burla lo que fuera ¡Quería calma no me importaba a quien me llevara entre las patas!-Pero como eso no va a pasar les ruego que por favor se mantengan en calma y sigan en sus asuntos-demande y me gire para pedir otro vaso de agua al cantinero.
No me gustaba tomar en horas de trabajo y lo que acababa de pasar era una de esas razones. Escuche todo volver a la normalidad de antes, como si de la misma voz de dios se tratara había logrado controlar -como siempre- a todos a mi alrededor, me sentía aun mas poderosa que antes, sonreí complacida mientras tomaba el vaso de agua entre mis manos y me lo acercaba a la boca para dar un sorbo.
No te preocupes y perdón si tarde xD No quería contestar una tontera, espero te guste LOOL
Claro que tampoco podía esperar mucho de una rubia insípida que se las hacía de sensual cuando apenas y tenía un atributo diferente a todas las zorras del local. No sabía que era peor una puta ofrecida u una virgen que era más golfa que todas las que trabajamos ahí. La actitud del hombre de cierta manera me había agradado, y me parecía muy hipócrita de todos los demás que lo insultaran. No era mi problema así que lo deje ir y seguí enfocada en el vaso de agua que por unos segundos dejo de ser entretenido para mí. Y otra vez como si de alguna clase de patrón guiara mis acciones esa noche mi mirada se alzó hacia un hombre pasado de copas que al chocar había derramado el agua del chico que anteriormente le había gritado a la rubia. Rodé los ojos pues eso no podía ser bueno, tenía al presentimiento de que algo malo ocurriría pues la apariencia del hombre tomado incitaba a una pelea. ¡¿Dónde diablos se habían metidos los responsables del lugar?! El caso es que las malas palabras comenzaron a sonar y a alarmar a la gente.
Mi tranquilidad fue destrozada rápidamente pero alguien tenía que actuar. Me levanta rápidamente de mi asiento y camine altiva hasta situarme en medio de donde estaba el tumulto-¡Nadie va a pelear aquí!-alcé la voz dos octavas sin llegar a gritar para que todos me escucharan logrando que mi acento británico sonará tan potente como nunca-Si no te puedes comportar es mejor que te retires-le pedí el hombre tomado-No van a armar un alboroto y menos por un poco de agua ¿O sí?-aún podía escuchar algunos comentarios sugerente sobre una pelea, al parecer la forma en que el hombre que había gritado no había sido de la simpatía de todos. Eso sí me molesto-Nadie va a pelear aunque algunos sugieran lo contrario-fulmine con la mirada a todos los que hablaban haciéndolos callar-Menos por chica como esta-mi mirada ni siquiera se posó en la chica, simplemente tome más aire y seguí con mi discurso-Por favor caballeros ¿Por qué la defienden? ¿Por qué ser descorteses con este hombre cuando solo le dijo la verdad? Todos se vienen a divertir y cada uno de ustedes saben que si pudieran…la que estaría cobrando su dinero sería yo y ninguna de estas si yo accediera y si tuvieran el suficiente dinero para pagarme, no le hagan ilusiones a las pobres cuando están conscientes de que las dejarían por mí-sarcasmo, burla lo que fuera ¡Quería calma no me importaba a quien me llevara entre las patas!-Pero como eso no va a pasar les ruego que por favor se mantengan en calma y sigan en sus asuntos-demande y me gire para pedir otro vaso de agua al cantinero.
No me gustaba tomar en horas de trabajo y lo que acababa de pasar era una de esas razones. Escuche todo volver a la normalidad de antes, como si de la misma voz de dios se tratara había logrado controlar -como siempre- a todos a mi alrededor, me sentía aun mas poderosa que antes, sonreí complacida mientras tomaba el vaso de agua entre mis manos y me lo acercaba a la boca para dar un sorbo.
No te preocupes y perdón si tarde xD No quería contestar una tontera, espero te guste LOOL
Arianne C. Wickham- Mensajes : 4237
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Re: Tenue Luz
Cerró sus ojos intentando tomar el suficiente aire pero el hedor del lugar no ayudaba en nada , pidió tranquilamente algo para limpiarse sin darse cuenta que el hombre había caído y yacía tendido en el mugriento suelo del lugar, dio una vista rápida hacía él y comenzó a limpiar el agua de su saco. Aquello no profetizaba nada bueno ya que el hombre se levantó tambaleándose con ganas de querer pelea pero Hiro hizo caso omiso y su atención la ocupaba su saco al cual le tenía más aprecio que a nadie que pudiera conocer. Sintió un leve empujón en la espalda y golpeo su pecho contra la barra.
No quería pelea solo había ido a pasarla “bien” o a descargar frustraciones y si le convencía tener una buena compañía ya que hace tiempo nada de place carnal pasaba por él, puede que esa sea la principal razón de su constante irritación o solo le gustaba sentirse miserable aunque no era un motivo para incitar una pelea, quiere pasar desapercibido pero su molestia y ser un hombre con esa cualidad le gana y quiere tirar un fuerte golpe al tipo ese para apaciguar sus ánimos.
Su mala suerte creció, no es que el hombre es un ser irresistible y que toda mujer quiera estar con él pero tampoco era de mal ver, lo que se podría decir que le hace “único” es que a pesar de su mal genio o su hostilidad, es una persona de buenos sentimientos e intenta mantenerse a alejado de los problemas muchos colocarían su vida de aburrida aunque los secretos que guarda en su interior son demasiados como para que un hombre común pueda soportar. De un solo golpe noquearía al tipo y ganas de hacerlo ya no le faltaban, decidido a acabar con el tumulto se levantó provocando que el banquillo cayera, coloco su saco en la barra cuando iba a atacar una fémina voz lo o los detuvo. Vio la facha de la chica por sus ropas se dio cuenta que había sido la misma que le incito indirectamente a beber agua, su voz altiva sonó claramente por el lugar algunos comentarios seguían brotando de la multitud, negó con la cabeza al momento que se refirió al agua.
Arqueó una ceja y su rostro mostro sorpresa, por increíble que parezca esa “joven” había callado a todos como si hablara una mujer de la realeza e incluso se dio el lujo de pronunciar un discurso un tanto egocéntrico, sus ojos no se quitaban de encima y cada palabra que decía provocaba murmullos de aceptación. A Hiroshi el mal humor se le paso y su rostro mostro una sonrisa contenida haciendo que su cara se arrugase un poco, recargo su espalda sobre el borde de la barra colocando su mano en su boca evitando que una carcajada saliera y perturbara esa paz que la joven logro conseguir con altanería. No le juzgaba aunque su poder de mando le sorprendió profundamente. Termino su discurso, pero el rostro de Hiro seguía con una risa contenida –Gran poder de convencimiento – le miró mientras bebía agua –Debería agradecerle por lo que hizo – inclino su cabeza.
No quería pelea solo había ido a pasarla “bien” o a descargar frustraciones y si le convencía tener una buena compañía ya que hace tiempo nada de place carnal pasaba por él, puede que esa sea la principal razón de su constante irritación o solo le gustaba sentirse miserable aunque no era un motivo para incitar una pelea, quiere pasar desapercibido pero su molestia y ser un hombre con esa cualidad le gana y quiere tirar un fuerte golpe al tipo ese para apaciguar sus ánimos.
Su mala suerte creció, no es que el hombre es un ser irresistible y que toda mujer quiera estar con él pero tampoco era de mal ver, lo que se podría decir que le hace “único” es que a pesar de su mal genio o su hostilidad, es una persona de buenos sentimientos e intenta mantenerse a alejado de los problemas muchos colocarían su vida de aburrida aunque los secretos que guarda en su interior son demasiados como para que un hombre común pueda soportar. De un solo golpe noquearía al tipo y ganas de hacerlo ya no le faltaban, decidido a acabar con el tumulto se levantó provocando que el banquillo cayera, coloco su saco en la barra cuando iba a atacar una fémina voz lo o los detuvo. Vio la facha de la chica por sus ropas se dio cuenta que había sido la misma que le incito indirectamente a beber agua, su voz altiva sonó claramente por el lugar algunos comentarios seguían brotando de la multitud, negó con la cabeza al momento que se refirió al agua.
Arqueó una ceja y su rostro mostro sorpresa, por increíble que parezca esa “joven” había callado a todos como si hablara una mujer de la realeza e incluso se dio el lujo de pronunciar un discurso un tanto egocéntrico, sus ojos no se quitaban de encima y cada palabra que decía provocaba murmullos de aceptación. A Hiroshi el mal humor se le paso y su rostro mostro una sonrisa contenida haciendo que su cara se arrugase un poco, recargo su espalda sobre el borde de la barra colocando su mano en su boca evitando que una carcajada saliera y perturbara esa paz que la joven logro conseguir con altanería. No le juzgaba aunque su poder de mando le sorprendió profundamente. Termino su discurso, pero el rostro de Hiro seguía con una risa contenida –Gran poder de convencimiento – le miró mientras bebía agua –Debería agradecerle por lo que hizo – inclino su cabeza.
- Spoiler:
- Lamento si es corto u.u pero espero que no haya quedado tan mal. Lo siento pero mi hamtaro no entiende con trabajos forzados, prometo no tardarme tanto
Hiroshi Ikeda- Licántropo Clase Alta
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Re: Tenue Luz
Le gente se dispersó sin muchas comentarios al parecer, no es tuvieran algo que repelar ya que sabían que tenía toda la razón. Tal vez todas fuéramos una golfas pero incluso entre nosotras había niveles, estaban esas que costaban lo que un cigarrillo y otras, la minoría que definitivamente costábamos más y que por ende podíamos darnos el lujo de querer hacer o simplemente darnos la vuelta, entre ese grupo las caras eran las que todo el mundo quería porque no solo abríamos las piernas y regalábamos nuestro perfume la mayoría de las noches, servíamos incluso de acompañantes a reuniones en las que la familia del susodicho que nos contrataba simplemente no era suficientemente buena como para exponerla ante el mundo. Termine el agua al mismo tiempo que la voz de mi protegido penetraba en mis oídos, sonreí ligeramente pero sin girarme a verlo-De nada-respondí con tono ciertamente aburrido-Lo hice por todos los que buscamos un poco de tranquilidad-no me impresionaba ni un poco que me recalcaran mis aptitudes sobre todo con los hombres, era algo que ya sabía pues lo usaba casi a diario y cuando quería obtener un bien.
-Debería andarse con cuidado, tal vez aquel hombre no hizo un revuelo aquí pero puedo apostar que lo hará afuera del local…Es solo un aviso-un aviso del que ya le conocía los pieza y la cabeza. Conocía tan bien a la clase de borrachos que venían al burdel en busca de una puta de medio franco que sin mirar podía saber que entre los amigos justo en ese momento planeaban entre cuchicheos como tomar por sorpresa al nuevo cliente del lugar. Defender a alguien que apenas conocía seguramente había enojado a muchos pero me daba igual, mientras menos escoria entrara en el burdel yo sería más feliz pues los muertos de hambre que ahora acariciaban lascivamente a mis compañeras de profesión no tenían en donde caerse muertos, me hacían perder el tipo, odiaba estar de cuidadora pero si salía por la puerta quien sabe que tantos destrozos ocasionarían-¿Qué lo trae por aquí?-pregunte sin tapujos y subiendo con cuidado a la banca-No son las mujeres claro está-me reí ligeramente, el hombre venia de tierras lejanas y eso implicaba diferentes costumbres, no entendía del todo porque venía a ver putas medio desnudas si le causaba asco.
No es que me importaba yo estaba muy por encima de todos los pensamientos ajenos. Tenía mucho tiempo para hablar con ese joven, la noche estaba aburrida y Marko no se había dignado en ir por mí, pero mañana ya me las pagaría. Apreté los labios, jugando con la cara interna de mis mejillas mientras esperaba respuesta, siempre era bueno conocer cosas y personas distintas…era lo menos que podía hacer en ese lugar que apestaba a cigarro y a alcohol, y como no tenía nada que pedir u obtener del hombre extraño solo podía platicar y esperar a que saliera sano y salvo de las garras de los otros hombres que seguían trazando planes en su mente sin mucha materia gris.
Off: Espero que te guste quedo medio raro. Lamento si tarde, la inspi no me llegaba.
-Debería andarse con cuidado, tal vez aquel hombre no hizo un revuelo aquí pero puedo apostar que lo hará afuera del local…Es solo un aviso-un aviso del que ya le conocía los pieza y la cabeza. Conocía tan bien a la clase de borrachos que venían al burdel en busca de una puta de medio franco que sin mirar podía saber que entre los amigos justo en ese momento planeaban entre cuchicheos como tomar por sorpresa al nuevo cliente del lugar. Defender a alguien que apenas conocía seguramente había enojado a muchos pero me daba igual, mientras menos escoria entrara en el burdel yo sería más feliz pues los muertos de hambre que ahora acariciaban lascivamente a mis compañeras de profesión no tenían en donde caerse muertos, me hacían perder el tipo, odiaba estar de cuidadora pero si salía por la puerta quien sabe que tantos destrozos ocasionarían-¿Qué lo trae por aquí?-pregunte sin tapujos y subiendo con cuidado a la banca-No son las mujeres claro está-me reí ligeramente, el hombre venia de tierras lejanas y eso implicaba diferentes costumbres, no entendía del todo porque venía a ver putas medio desnudas si le causaba asco.
No es que me importaba yo estaba muy por encima de todos los pensamientos ajenos. Tenía mucho tiempo para hablar con ese joven, la noche estaba aburrida y Marko no se había dignado en ir por mí, pero mañana ya me las pagaría. Apreté los labios, jugando con la cara interna de mis mejillas mientras esperaba respuesta, siempre era bueno conocer cosas y personas distintas…era lo menos que podía hacer en ese lugar que apestaba a cigarro y a alcohol, y como no tenía nada que pedir u obtener del hombre extraño solo podía platicar y esperar a que saliera sano y salvo de las garras de los otros hombres que seguían trazando planes en su mente sin mucha materia gris.
Off: Espero que te guste quedo medio raro. Lamento si tarde, la inspi no me llegaba.
Arianne C. Wickham- Mensajes : 4237
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Re: Tenue Luz
Por fin se habían marchado puede que la chica fuera el objeto más preciado del lugar pero Hiro seguía sin ver algo diferente, si su altanería y ego le dieran de comer ya sería la Reyna del mundo. Sí tenía un problema medio raro con prostitutas del occidente y aún no sabe porque de eso, todas venden su “amor” al mejor postor… pero aun así les faltaba gracia, porte, solo venden caricias, no aman su trabajo esa es la razón primordial y las más importante por eso no le atraen esas mujeres, no disfrutan junto a su cliente o puede que los clientes no sean más que una bola de idiotas que no saben tratar a una mujer. - ¿Tranquilidad? si solo un poco – respondió sin más, mientras su vista paseaba por el lugar y se daba cuenta de una que otra mirada de odio lanzada hacia su ser, si las miradas mataran él ya hubiera sido masacrado cruelmente. No le dio mucha importancia a ello y en cambio mostro una sonrisa arrogante y una mirada retadora, seguía recargado en la barra como esperando que le llegarán a retar, no importaba demasiado si destrozaba el lugar él solamente quería calmar ese enojo que le provoco llegar a parís.
Arqueo una ceja y le miro rápidamente dejando de lado a aquellos que le hacían señas con las manos, no dudo en esbozar una sonrisa un tanto divertida su comentario sin duda le cayó en gracias, ningún humano podría con su fuerza a hora sobrenatural, sí bien no es el tipo más musculoso que hay en el establecimiento se sabe defender a la perfección, aun si no fuera licántropo en una pelea solo se llevaría un par de golpes antes de derribar a uno por uno –No debe preocuparse, ni veinte hombres como esos me podrían hacer el más mínimo daño – no es arrogancia solo es seguridad en otros tiempo lo hubieran matado, pero ahora el asesino pudiera ser él. Por un momento imagino la escena y no le pareció tan mala idea, eso le des estresaría un poco. Últimamente está muy molesto pero no se explica sus cambios tan drásticos de carácter, últimamente sus manos o mejor dicho sus patas no fueron cubiertos de sangre de inocentes pero la noticia de recientes muertes por las calles le llamaba la atención. Su mente se distrajo en ese pensamiento solo un instante. Su sonrisa se mantiene dibujada en su rostro –Bueno en realidad si fue por las mujeres y demás de que este fue el mejor lugar que pude encontrar pero… - un suspiro pesado salió de sus labios volvió a recorrer todo el lugar fijándose solo en las damas que se encontraban trabajando en ese momento –Al igual que en ustedes hay una línea que las separa, en los clientes existe algo parecido. Que sean ricos y poderosos no quiere decir que sus malos gustos de barrio se hayan olvidado – comento con un tono un tanto irritable –Entre esperando obtener una compañía lo suficientemente buena. Pero solo me encontré con objetos sexuales y unos sumamente vulgares – se giró hacia la barra pidiendo un tabaco dio una fumada y exhalo el humo hacia arriba dejando una estela blanquecina. Su idea de una mujer de compañía no era la que los hombres de occidente pensaban, estas, además de hermosas y complacientes debían de disfrutar con uno, sentir cada caricia como si su amado la estuviera tomando, además de dar placer ellas deben de sentirlo y pedir más –Somos de ideas diferentes pero hasta ahora ninguna mujer vale la pena en este lugar – dio otra bocanada a su tabaco sin dar demasiada importancia a sus palabras, si no podía calmar un poco sus deseo al menos hablar y perder el tiempo con una extraña no le costaría nada.
Arqueo una ceja y le miro rápidamente dejando de lado a aquellos que le hacían señas con las manos, no dudo en esbozar una sonrisa un tanto divertida su comentario sin duda le cayó en gracias, ningún humano podría con su fuerza a hora sobrenatural, sí bien no es el tipo más musculoso que hay en el establecimiento se sabe defender a la perfección, aun si no fuera licántropo en una pelea solo se llevaría un par de golpes antes de derribar a uno por uno –No debe preocuparse, ni veinte hombres como esos me podrían hacer el más mínimo daño – no es arrogancia solo es seguridad en otros tiempo lo hubieran matado, pero ahora el asesino pudiera ser él. Por un momento imagino la escena y no le pareció tan mala idea, eso le des estresaría un poco. Últimamente está muy molesto pero no se explica sus cambios tan drásticos de carácter, últimamente sus manos o mejor dicho sus patas no fueron cubiertos de sangre de inocentes pero la noticia de recientes muertes por las calles le llamaba la atención. Su mente se distrajo en ese pensamiento solo un instante. Su sonrisa se mantiene dibujada en su rostro –Bueno en realidad si fue por las mujeres y demás de que este fue el mejor lugar que pude encontrar pero… - un suspiro pesado salió de sus labios volvió a recorrer todo el lugar fijándose solo en las damas que se encontraban trabajando en ese momento –Al igual que en ustedes hay una línea que las separa, en los clientes existe algo parecido. Que sean ricos y poderosos no quiere decir que sus malos gustos de barrio se hayan olvidado – comento con un tono un tanto irritable –Entre esperando obtener una compañía lo suficientemente buena. Pero solo me encontré con objetos sexuales y unos sumamente vulgares – se giró hacia la barra pidiendo un tabaco dio una fumada y exhalo el humo hacia arriba dejando una estela blanquecina. Su idea de una mujer de compañía no era la que los hombres de occidente pensaban, estas, además de hermosas y complacientes debían de disfrutar con uno, sentir cada caricia como si su amado la estuviera tomando, además de dar placer ellas deben de sentirlo y pedir más –Somos de ideas diferentes pero hasta ahora ninguna mujer vale la pena en este lugar – dio otra bocanada a su tabaco sin dar demasiada importancia a sus palabras, si no podía calmar un poco sus deseo al menos hablar y perder el tiempo con una extraña no le costaría nada.
Hiroshi Ikeda- Licántropo Clase Alta
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Re: Tenue Luz
-Creo que lo entiendo-pasee los ojos por todas las compañeras que seguían mirando a esos hombres como si en verdad tuvieran algo de provecho que sacarles-Llegar a un lugar nuevo no es siempre lo que se espera pero ya sabe lo que dicen “A donde fueres haz lo que vieres “-hice las comillas con los dedos y las volví a bajar para jugar con los bordados del vestido que ahora llevaba. En realidad las palabras de ese hombre no me importaban un poco, solo me sacaban de la monotonía en la que ahora me sumergía pero lo que no podía evitar pensar internamente era la ignorancia con la que hablaba, ni siquiera yo que había nacido de la peor de las mujeres y de un cerdo asqueroso hablaba de la forma sobre las mujeres que se prostituían en Europa. Si bien el conocía mejores prostitutas era por las costumbres, podía apostar mi ahora buena vida que todas las rameras de él conocía habían entrado a ese negocio porque les gustaba, nunca por necesidad como la nuestra, nunca porque alguien las recogió de la basura, nunca porque fueron violados u obligadas siempre por placer y porque de cierta forma les gustaba que se las llevaran a la cama, podía asegurar que él no conocía muchas de las historias que llegaban todos los años a los burdeles Europeos y que sus prostitutas no conocían más dolor que de cuando eran desvirgadas y eso para su buena suerte no era nada de dolor. Para mi buena suerte y su todavía más grande ignorancia una puta como yo no solo abría las piernas y mis clientes no eran borrachos o solo hombres ricos, yo podía elegir y desechar cuando quisiera, yo fingía atenciones y eso me ponía en un lugar en donde nadie me tocaba.
-Comprendo que no le gustan las prostitutas occidentales-sonreí amablemente, claro una amabilidad fingida, no tenía ganas de ser grosera ¿Por qué serlo? Tenía el mundo en mis manos con Marko el cual ahora me veía como su centro del universo y él…bueno tenía su ignorancia y los recuerdos de su tierra-Supongo que este no es el lugar en donde debe estar, le recomiendo a las mujeres que nunca encontrara aquí pero que se pudren en dinero y títulos…ellas no cobran, les encanta lo que les puedan ofrecer y lo mejor de todo es que por proteger su ya dañada reputación serán muy discretas... piénselo, seguro conoce a más de una-creo que había sido lo suficientemente clara, no me importaba tener que decirlo pero seguramente le molestaría que yo hablara de las “damas” que pertenecían a su claro círculo social. Siempre me pareció que de todas las mujeres, las que se decían renombradas eran las peores, nosotras las putas sabíamos lo que éramos y a muy pocas no nos importaba pero ellas con su cara de puritanas, tiaras y envueltas de seda querían hacernos creer que no eran más golfas que nosotras ¿Y quién mejor para saber cómo era de verdad una mujer que otra mujer? La única mujer de clase alta que se merecía todo mi respeto y admiración porque en verdad era lo que decía y mostraba ser era Viola, una dama por donde se le viese. La admiraba por eso y que yo pensara algo así de una persona era porque en verdad tuvo un impacto en mi.
-Estoy segura de que encontrara a muchas de esas mujeres en la zona residencial, son tan fáciles de conseguir como las más baratas del lugar-nosotras no éramos farsantes, no nos hacíamos las puras o santas y en lo único en lo que de verdad fingíamos era en el placer pero como antes había recapitulado todo eso era debido a algo, no vivíamos felices en la cama de alguien como él estaba acostumbrado. Lo compadecía por pensar de esa forma. Arrugue la nariz por el humo del tabaco mezclado con el alcohol, siempre me había molestado eso, por eso me había empeñado tanto en buscar la salida de aquel burdel en el que solo algunas eran verdaderamente buenas, mientras todas tomaban y se drogaban para no sufrir el mismo proceso todas las noches, yo no lo hacía porque mi racha de niña enclaustrada en el burdel había terminado, aparte no necesitaba tomar ni fumar, nunca lo había hecho y no empezaría esa noche.
Me levante del banco, no me hubiera imaginado que un hombre de al parecer tanta clase tuviera tan pocas palabras para mis colegas que aunque si, eran bastante feas –según mi escala- y desgraciadas algo habrían de valer-Los tragos son buenos y disculpe si mis comentarios son irreverentes pero no pudo esconder la verdad-hice una pequeña reverencia y gire un poco el cuello para fijarme en que de nuevo un motín se empezaba a formar al final de uno de los pasillos, no pensaba quedarme ahí. Si se iban a matar podía hacerlo cuando yo no estuviera presente, no antes.
-Comprendo que no le gustan las prostitutas occidentales-sonreí amablemente, claro una amabilidad fingida, no tenía ganas de ser grosera ¿Por qué serlo? Tenía el mundo en mis manos con Marko el cual ahora me veía como su centro del universo y él…bueno tenía su ignorancia y los recuerdos de su tierra-Supongo que este no es el lugar en donde debe estar, le recomiendo a las mujeres que nunca encontrara aquí pero que se pudren en dinero y títulos…ellas no cobran, les encanta lo que les puedan ofrecer y lo mejor de todo es que por proteger su ya dañada reputación serán muy discretas... piénselo, seguro conoce a más de una-creo que había sido lo suficientemente clara, no me importaba tener que decirlo pero seguramente le molestaría que yo hablara de las “damas” que pertenecían a su claro círculo social. Siempre me pareció que de todas las mujeres, las que se decían renombradas eran las peores, nosotras las putas sabíamos lo que éramos y a muy pocas no nos importaba pero ellas con su cara de puritanas, tiaras y envueltas de seda querían hacernos creer que no eran más golfas que nosotras ¿Y quién mejor para saber cómo era de verdad una mujer que otra mujer? La única mujer de clase alta que se merecía todo mi respeto y admiración porque en verdad era lo que decía y mostraba ser era Viola, una dama por donde se le viese. La admiraba por eso y que yo pensara algo así de una persona era porque en verdad tuvo un impacto en mi.
-Estoy segura de que encontrara a muchas de esas mujeres en la zona residencial, son tan fáciles de conseguir como las más baratas del lugar-nosotras no éramos farsantes, no nos hacíamos las puras o santas y en lo único en lo que de verdad fingíamos era en el placer pero como antes había recapitulado todo eso era debido a algo, no vivíamos felices en la cama de alguien como él estaba acostumbrado. Lo compadecía por pensar de esa forma. Arrugue la nariz por el humo del tabaco mezclado con el alcohol, siempre me había molestado eso, por eso me había empeñado tanto en buscar la salida de aquel burdel en el que solo algunas eran verdaderamente buenas, mientras todas tomaban y se drogaban para no sufrir el mismo proceso todas las noches, yo no lo hacía porque mi racha de niña enclaustrada en el burdel había terminado, aparte no necesitaba tomar ni fumar, nunca lo había hecho y no empezaría esa noche.
Me levante del banco, no me hubiera imaginado que un hombre de al parecer tanta clase tuviera tan pocas palabras para mis colegas que aunque si, eran bastante feas –según mi escala- y desgraciadas algo habrían de valer-Los tragos son buenos y disculpe si mis comentarios son irreverentes pero no pudo esconder la verdad-hice una pequeña reverencia y gire un poco el cuello para fijarme en que de nuevo un motín se empezaba a formar al final de uno de los pasillos, no pensaba quedarme ahí. Si se iban a matar podía hacerlo cuando yo no estuviera presente, no antes.
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