Descubrimiento (Jamal)

por **Galatea Mozambique** Sáb Abr 09, 2011 11:24 pm

Como cada noche después de un paseo nocturno por las calles parisinas Galatea se refugió en el ya tan conocido cementerio. El camposanto que tanto gustaba ver, en el que podía perderse durante varias horas sin sentir congoja. Aquí donde los muertos yacían descanzando, el espíritu de la bruja se sentía en completa armonía, como si supiera que pronto llegaría el momento en que la dama de negro vendría por ella.

Sin embargó, aún cuando ningún impedimento había en recorrer estos lugares, algo siempre le inquietaba, ¿qué era?. Ni ella misma lo sabía. Desde que su instinto refugente en su interior avistó la entrada principal, aquella verja oxidada de hierro forjado con niquel para brindar un mejor soporte; su corazón dio un vuelco. Sonrió a la sombra eterna que le perseguía cual fiel compañera.

Sus pálidas manos tocaron el frío metal, y con la fuerza que las líneas luminosas del cementerio le dotaron empujó el zaguán hasta que una estrecha abertura le permitió pasar. Con cautela se escabulló al interior, dejando que sus tacones repiquetearan sobre el granito antiguo y desportijado. Se cobijó a si misma entre sus níveos brazos mientras avanzaba con pasos cuidados entre lápidas de seres desconocidos.

Deambuló saltando con agilidad los sepulcros, observando fechas y nombres que quedarían grabados en su memoria, con tristeza se percató que alguno de ellos nunca eran visitados, quizá ya ni fueran recordados. -Que triste- suspiró dubitativa y siguió el sendero de siempre hasta llegar al sepulcro que le aguardaba un lugar.

Dio los últimos pasos sumida en sus pensamientos, dejando que la fantasía de una muerte venidera cobijara sus pensares. Distraídamente se sentó en la lápida dejando que sus manos cayeran sobre su regazo. ¿Recordadme? murmuró quedito cuando un suave sonido captó su atención, frunció el ceño intentando averiguar por medio de las líneas luminosas quien era el que se escondía de su magia. -¿Hola?